Deuda Publica Contabilidad de Entes Publicos
Deuda Publica Contabilidad de Entes Publicos
Deuda Publica Contabilidad de Entes Publicos
VICERRECTORADO ACADÉMICO
CARRERA-PROGRAMA CONTADURIA PÚBLICA
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS
Contabilidad de Entes Públicos
DEUDA PÚBLICA
Expediente: ACP-161-00190
La Deuda Publica Externa son los compromisos asumidos por Estado con los
extranjeros. Representa una reducción neta de recursos que pueda disponer la población
del país deudor. Es básicamente el dinero que un país le debe a otros países o acreedores
extranjeros. Esta es cancelada generalmente en moneda extranjera. Dichos préstamos
pueden ser contraídos entidades o personas del exterior, como de un gobierno nacional,
una institución financiera internacional como el FMI o de un banco privado. Se contraen
deudas externas cuando se financian importaciones, cuando los gobiernos contraen
compromisos con bancos, organismos internacionales u otros gobiernos, y cuando las
empresas -públicas o privadas- solicitan préstamos para realizar inversiones o para otras
necesidades.
Por otra parte, definimos la Deuda Directa, como aquella asumida por el mismo,
en calidad de deuda principal (es cuando el Estado se endeuda). Mientras que por deuda
indirecta debe entenderse el conjunto de obligaciones que afectan a las personas que sin
ser los beneficiarios del crédito, responden con su patrimonio del cumplimiento de la
obligación.
Cuando el Tesoro Público emite títulos de deuda puede ser adquirida por bancos
privados, particulares y el sector exterior, pero también se puede ofrecer la deuda al
Banco Central del país. La distinción entre deuda real y ficticia tiene gran importancia
desde el punto de vista de la estabilidad económica. Un aspecto que reviste importancia
a efectos de la política económica es el del plazo de duración del empréstito por lo que
existen deuda a corto, medio y largo plazo.
Definimos la deuda a corto plazo como aquella que se emite con un vencimiento
inferior a un año y suele funcionar como una especie de letra de cambio, en este caso
del Estado. Está se ha venido utilizando para cubrir necesidades de tesorería del Estado,
los llamados déficit de caja que presentan coyunturalmente los presupuestos del Estado.
Mientras que la deuda a medio plazo cumple la misión de conseguir fondos para
la financiación de gastos ordinarios, y la deuda a largo plazo es la que tiene la misión de
financiar gastos extraordinarios y de dilatada rentabilidad. Dentro del largo plazo
pueden tener una duración muy variada e incluso puede ser de duración ilimitada, dando
lugar a la deuda perpetua.
Cuando los gastos del Sector Público son superiores a sus ingresos, una de las
alternativas que tiene el Estado para cuadrar sus cuentas es la emisión de deuda
pública.
Mientras las necesidades de gasto son continuas, el cobro de muchos impuestos
está mucho más espaciado en el tiempo (el IRPF se cobra mensualmente a través
de las retenciones, el IVA se cobra trimestralmente y el Impuesto de Sociedades
de forma anual, por poner ejemplos), de modo que el Estado debe recurrir a la
emisión de deuda pública para garantizar su liquidez.
La deuda pública suele ser necesaria siempre que se aborden gastos
extraordinarios o que se tenga que financiar grandes inversiones, inversiones a
medio y largo plazo como en infraestructuras físicas y/o sociales, puesto que las
obligaciones de gasto son tan grandes que el gobierno tampoco dispondría de
liquidez suficiente para afrontarlas.
Insuficiencia de recursos para acceder a niveles eficientes de formación de
capital.
Es importante saber que el endeudamiento es un instrumento de la política
monetaria y fiscal de los Estados. Gracias a la compraventa de títulos de deuda pública,
un Estado puede aumentar o reducir la cantidad de dinero en circulación. Si hay
inflación sobra dinero en el mercado. El Estado puede vender deuda pública (cambiar
títulos de valores por dinero) para así reducir la cantidad de dinero en circulación. Por lo
contrario, si hay deflación el Estado puede comprar los títulos de deuda pública (dar
dinero a cambio de ellos) para aportar más dinero al mercado.
La competencia del Gobierno, si bien se tiende cada vez más, como así sucede
en los países más desarrollados, en dar autonomía al Banco Central para que conduzca
la política monetaria (componente de la política económica dirigida al mercado de
dinero).
1. A una o más cuentas deudoras corresponden siempre una o más cuentas acreedoras
por el mismo importe.
2. En todo momento las sumas del debe deben ser igual a las del haber.
3. Las pérdidas se debitan y las ganancias se acreditan.
4. El patrimonio del ente es distinto al de sus propietarios.
5. El principio de los recursos de un ente es igual al valor de las participaciones que
recaen sobre él.
6. Los componentes patrimoniales y las causas de sus resultados se representan por
medio de cuentas en las que se registran notas o asientan las variaciones al concepto que
representan. 7. El saldo de una cuenta es el valor monetario de la misma en un momento
dado. Este saldo se modifica cada vez que una operación tiene efecto sobre los
componentes que ella representa.
8. Las cuentas de activo y gasto son deudoras, y las de pasivo, ganancia y patrimonio
neto son acreedoras.
9. En toda anotación (asiento), cualquiera sea el número de débitos y créditos, la suma
de los saldos debe ser igual. Juntos Conforman los PCGA, principios de contabilidad
generalmente aceptados.
Por otra parte, es importante resaltar que existen distintas formas de financiar un
déficit, al menos en el corto plazo. La más importante es el endeudamiento interno. En
este caso, el Tesoro Público emite bonos que son adquiridos por agentes privados, no
por el banco central. Esta forma de endeudamiento permite al gobierno sostener un
déficit sin disminuir sus reservas ni aumentar la oferta monetaria.
La experiencia de los países de América Latina sugiere que son frecuentes los
episodios de crisis de deuda externa provocada por un manejo fiscal inapropiado, que
propicio el endeudamiento hasta limites no financiables por vías ordinarias y shocks
desfavorables en los precios de las materias primas que comprometieron tanto la
viabilidad del sector externo como de las cuentas fiscales. En el caso de Venezuela, la
vulnerabilidad fiscal se potencia en virtud de la importante contribución de los ingresos
petroleros a la recaudación total, no obstante las mejoras que se han observado en
materia de tributación no petrolera. Esta aseveración cobra más importancia en la
medida en que estos atributos de origen no petrolero en buena medida dependen de la
actividad generada e impulsada por la economía petrolera.
Seguir una regla sencilla que evite el incentivo a emitir deuda para financiar gasto
corriente.
Respetar el marco plurianual del presupuesto.
Realizar una auditoria del endeudamiento público contratado, con el objeto de
verificar su legalidad y pertinencia, tomando en consideración la situación financiera
del Gobierno en los años anteriores.
Avanzar en un programa articulado del Ministerio de Finanzas, con la asesoría del
BCV, para hacer recompras programadas de deuda externa y de esa forma mejorar su
perfil de vencimientos.
Evitar el empleo de la emisión de deuda pública como instrumento de política
monetaria.
Fortalecer las unidades de crédito público y estadísticas fiscales del Ministerio de
Finanzas, a fin de contar con manejo mas profesional de la política de manejo de
deuda y la actualización de las cifras de la deuda publica nacional.