SL705 2013

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 15

República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN LABORAL

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ


Magistrado Ponente

SL 705- 2013
Radicación No. 43833
Acta No. 31

Bogotá D.C., dos (2) de octubre de dos mil trece (2013).

Resuelve la Corte el recurso de casación interpuesto por


el apoderado judicial de CARLOS HUGO RIVERA PRIETO
contra la sentencia de 28 de mayo de 2009, proferida por la
Sala Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá, en el proceso ordinario
promovido por el recurrente contra el INSTITUTO DE
SEGUROS SOCIALES en liquidación.

I.- ANTECEDENTES.-

1.- El citado demandante convocó a proceso al


Instituto de Seguros Sociales con el fin de obtener
Casación Rad. Nº 43833

declaración sobre la existencia de relación laboral entre las


partes, en condición de trabajador oficial. En consecuencia,
fuera condenada la entidad en forma principal, a cancelarle
vacaciones, cesantías definitivas, prima de servicios,
intereses a las cesantías, por el lapso comprendido entre el
30 de junio de 2000 y el 30 de junio de 2003. Así mismo
pidió devolución del dinero pagado por concepto de retención
en la fuente, e Industria y Comercio, con los intereses
respectivos; de lo efectuado por descuentos por constitución
de pólizas y por lo pagado en razón de seguridad social en
pensiones y salud. También deprecó la indemnización
moratoria y la diferencia salarial con el trabajador que ejerza
el cargo de Médico General, que fue el desempeñado por él,
con los respectivos intereses. Además lo ultra y extrapetita.

En subsidio de lo anterior, solicitó el reintegro, y el


pago de salarios dejados de percibir desde el día en que fue
desvinculado, hasta que realmente sean cancelados estos
dineros.

Como apoyo de su pedimento indicó que suscribió


varios contratos sucesivos que en realidad fueron de trabajo,
entre el 2 de diciembre de 1996 y el 30 de junio de 2003.
Prestó servicios como Médico General y lo hizo en forma
subordinada, cumplió horario en turnos rotativos de 7:00
a.m. a 1:00 p.m., y de 1:00 p.m. a 7:00 p.m. de lunes a
viernes y esporádicamente los fines de semana. Laboraba 48
horas a la semana como mínimo. Era sometido por la
demandada a evaluaciones cada tres meses, realizadas de
manera verbal a través de sus jefes inmediatos. El último

2
Casación Rad. Nº 43833

salario devengado fue la suma de $2’097.740,oo mensuales.


Prestó servicios hasta el 30 de junio de 2003 cuando fue
desvinculado por la entidad unilateralmente, sin que se le
hubieran reconocido las acreencias laborales que reclama.

Añade que está cobijado por el acuerdo integral


suscrito entre el Instituto de Seguros Sociales y
Sintraseguridad Social de octubre de 2001, habiendo violado
la entidad en forma sistemática los artículos 37, 84, 117 y
130 de dicho acuerdo. El 30 de mayo de 2006 presentó
reclamación administrativa.

2.- El Instituto en la contestación de la demanda


negó los hechos o dijo no constarle su existencia y la
necesidad de ser probados; se opuso a las pretensiones y
adujo en su defensa que entre los contendientes no existió
contrato laboral, el actor no fue vinculado a la entidad como
trabajador oficial y los servicios que prestó no fueron
subordinados sino que medió contratación de prestación de
servicios regida por la Ley 80 de 1993, habiéndose
desempeñado con autonomía e independencia. Propuso como
excepciones las de compensación, prescripción, buena fe,
cobro de lo no debido, cumplimiento de las obligaciones por
parte del Instituto, carencia del derecho reclamado, la
genérica, entre otras.

3.- Mediante fallo de 3 de agosto de 2007, el Juzgado


Veinte Laboral del Circuito de Bogotá, absolvió al Instituto
demandado de todos los cargos.

3
Casación Rad. Nº 43833

II.- SENTENCIA DEL TRIBUNAL.-

En virtud de la apelación interpuesta por la parte


demandante conoció el Tribunal Superior de Bogotá, que
mediante fallo de 28 de mayo de 2009, revocó la sentencia
apelada y en su lugar declaró la existencia de un contrato de
trabajo entre las partes que tuvo vigencia hasta el 30 de
junio de 2003; y en consecuencia, condenó al pago de
$1’136.275,83 por compensación de vacaciones en dinero,
$174.811,66 por auxilio de cesantía; declaró probada
parcialmente la excepción de prescripción, y confirmó en lo
demás la absolución impartida en primera instancia.

En lo que interesa a la casación, el Juzgador de


segundo grado señaló:

“Previo estudio y análisis de las pruebas legalmente


allegadas al proceso se puede discernir de forma verás que los
motivos que movieron al juzgador de primera instancia tal y como
lo expresa en su decisión, no tendría razón de ser, pues a la luz
de la realidad y sin mucho esfuerzo se puede observar mediante
todo el material probatorio documental (FOLIOS 19 al 81)
aproximado de forma plena y veraz sin ningún tipo de tacha, así
como los testimonios de la señora LUZ MERY LEÓN BURGOS y el
señor JOSÉ ARTURO VALOYES RODRÍGUEZ quienes conocían de
forma plena la situación del accionante dentro de el instituto pues
también se encontraban vinculados a este (FOLIOS 274 al 277),
se acredita que el accionante cumplía con un horario de trabajo
estricto y en ocasiones excediendo lo estipulado en la norma, así
como el ejercicio de funciones dignas de un trabajador de planta
que en ocasiones eran incluso impartidas por su superior, con
esto pretendiendo poco a poco el instituto de forma abrupta pero
sutil modificar el espíritu de lo pactado, pasando por alto el
longevo pero vigente aforismo jurídico del pacta sunt servandan
(los pactos son para cumplirse) regidor de las obligaciones desde
lo mas remoto y arcaico del derecho, y de esta forma
trasformando la realidad de las situaciones, tratando de encajar
forzosa y erróneamente figuras contractuales totalmente
disímiles”.

4
Casación Rad. Nº 43833

Posteriormente pasó el Tribunal a analizar cada una de


las pretensiones del libelo inicial, y concretamente en el
caso de la compensación de las vacaciones, en cuanto el
demandante presentó la reclamación administrativa el 30
de mayo de 2006, estimó que quedó a salvo la prescripción
en 4 años anteriores al reclamo administrativo, esto es,
desde el 30 de mayo de 2002. Referente a las cesantías,
dijo que estaba abierta la posibilidad de accionar respecto
de las causadas desde el 30 de mayo de 2003 hasta el 30
de junio de 2003, fecha en que terminó el contrato de
trabajo, teniendo en cuenta lo devengado para cada
anualidad como lo ordena el Decreto 3118 de 1968 en sus
artículos 27 y subsiguientes.

En lo relativo a la indemnización moratoria, sostuvo:

“Esta pretensión no está llamada a prosperar, puesto que a


pesar de que en el presente proceso se concluyó la existencia de
un contrato de trabajo entre las partes así como la condición del
deudor del ISS respecto a algunas acreencias legales y
extralegales, la conducta del ISS de no pagar las prestaciones
sociales a la terminación del contrato de trabajo fue
fundamentada sobre la creencia de que la vinculación entre ellas
se verificó en virtud de sendos contratos de prestación de
servicios que suscribieron, y dicha conducta, ha sido calificada
por vía jurisprudencial como indicativa de buena fe, por cuanto el
ISS actuó bajo dicha creencia, por lo que se exonera al
demandado de esta pretensión”.

III.- RECURSO DE CASACIÓN.-

Inconforme con la anterior decisión, la parte


demandante interpuso recurso extraordinario, el cual

5
Casación Rad. Nº 43833

concedido por el Tribunal y admitido por la Corte se procede


a resolver, previo estudio de la demanda de casación y su
réplica.

Pretende el impugnante que la Corte case parcialmente


el fallo gravado, para que en su lugar y en sede de instancia,
deje incólume la decisión en cuanto declaró la existencia del
contrato de trabajo y ordenó compensar en dinero las
vacaciones, y consecuentemente a ello, condene a las
cesantías pero por todo el tiempo laborado e imponga el pago
de la sanción moratoria contenida en el artículo 1° del
Decreto 797 de 1949 y la descrita en el artículo 99 de la Ley
50 de 1990.

Con tal propósito formula tres cargos; la Corte como se


sustentará más adelante, estudiará conjuntamente los dos
primeros, así:

CARGO PRIMERO.- Acusa la sentencia por vía


indirecta por violación de “artículo 1 del decreto 797 de 1949,
artículos 1, 11, 17 de la Ley 6 de 1945, artículo 2 de la Ley 64
de 1946, artículos 1, 2, 3, 11, 17, 18, 20 y 25 del decreto
2127 de 1945; artículo 1 de la Ley 65 de 1946; artículos 1, 3 y
4 del decreto 1160 de 1947; artículo 3 del decreto 3138 de
1968; artículo 8, 17, 25, 30 y 45 del decreto 1045 de 1968;
artículos 3, 4, 14, 18, 20, 21 y 492 del Código Sustantivo del
Trabajo; decreto 1848 de 1969; artículo 32, numeral 3 del
Decreto Ley 80 de 1993 y el artículo 122 de la Constitución
Nacional de Colombia”.

6
Casación Rad. Nº 43833

Denuncia como errores del Tribunal:

“1. Exoneró de la sanción moratoria al Instituto de los


Seguros Sociales porque creyó sin estarlo que la conducta
desplegada por el empleador estuvo protegida por vía
jurisprudencial y ello fue indicativo de buena fe durante la relación
laboral de 6 años y 7 meses.

“2. Dio por demostrado, sin estarlo que el Instituto de los


Seguros Sociales actuó de buena fe.

“3. No dio por demostrado, a pesar de estarlo que el Instituto


de los Seguros Sociales actuó de mala fe”.

Acusa como erróneamente apreciadas las planillas de


turnos de medicina interna (fls. 10 al 26); agenda de
actividades (fls. 27 a 48); distribución de personal médicos
internistas – médicos generales (fls. 49 y 50); memorando de
13 de noviembre de 2002, emitido por el Coordinador del
Departamento Clínicas Médicas sobre interconsultas de
Infectología (fls. 51 y 52); Memorando de 10 de diciembre de
2001 del Departamento de Clínicas Médicas sobre la entrega
de turnos, pacientes y responsabilidad médico legal de los
residentes e internistas (fls. 53 y 54); memorandos de 9 de
abril de 2002 (fl. 57), de 14 de enero de ese año (fls. 59 y 60).

Se refiere además a varios otros memorandos,


respuesta a un requerimiento de sus superiores (fl. 65), a dos
certificaciones laborales (fls. 68 y 69), al interrogatorio de
parte absuelto por el Representante Legal del Instituto, y a
los testimonios de Luz Mery León Burgos y José Arturo
Valoyes Rodríguez, y dice que el Tribunal no analizó las
pruebas documentales, la testimonial en conjunto y el
interrogatorio absuelto por la pasiva.

7
Casación Rad. Nº 43833

En el desarrollo luego de precisar lo que cada prueba


acredita, insiste el censor en que todos esos elementos
demostrativos son señales inequívocas de la subordinación a
que fue sometido el demandante y que el actuar del Instituto
fue desleal y desprovisto de buena fe, pues no logró acreditar
una conducta tendiente a justificar por qué dejó de pagar
prestaciones sociales, que permita eximirlo de la
indemnización moratoria.

El cargo segundo es muy similar al anterior, también


orientado por vía indirecta, acusa los mismos medios de
prueba y se sustenta de forma casi idéntica.

El opositor esgrime frente a estas dos acusaciones que


deben ser desestimadas porque el Tribunal se fundó en un
razonamiento netamente jurídico y no de índole fáctica, toda
vez que se refirió a lo que por vía jurisprudencial ha sido
calificado como conducta indicativa de buena fe.

IV.- CONSIDERACIONES DE LA CORTE.-

Previamente se ha de precisar respecto del memorial


obrante a folios 81 y 82 del Cuaderno de la Corte, que no es
procedente tener a la Administradora Colombiana de
pensiones “Colpensiones” como sucesora procesal del
Instituto demandado, puesto que en este proceso la última

8
Casación Rad. Nº 43833

entidad fue llamada como empleadora y no como


administradora del régimen de prima media.

La Sala procederá al estudio conjunto de los dos


primeros cargos que se elevan contra el fallo del Tribunal, en
atención a que se orientan por la misma vía, la indirecta, se
sustentan de manera casi idéntica, persiguen igual objetivo,
y por así permitirlo el artículo 51 del Decreto 2651 de 1991,
convertido en legislación permanente por el artículo 161 de
la Ley 446 de 1998.

Tiene establecido la jurisprudencia de la Corte que para


efectos de tener una acusación por vía indirecta vocación de
prosperidad, además de que el error de valoración probatoria
que se imputa al Tribunal debe surgir de manera evidente y
manifiesta en los autos, como lo indica el artículo 87 del
Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social, que
“brille al ojo” en palabras de la Corporación (sentencia de 15
de marzo de 2011, rad. N° 39157), es menester que cumpla
otra exigencia y es que tal desatino sea trascendente frente a
la decisión de segundo grado la cual viene amparada por las
presunciones de legalidad y acierto.

En sentencia de 2 de agosto de 2001, rad. N° 16406


reiterada entre otras, en la de 16 de abril de 2007, rad. N°
28250 dijo la Corporación:

“Debe la Sala insistir nuevamente en que cuando se


propone un cargo aduciendo falta de apreciación de las pruebas,
como aquí ocurre, no basta con relacionarlas, sino que es
necesario explicar, de manera precisa, frente a cada una de
ellas, qué es lo que en verdad acreditan, de qué manera incidió

9
Casación Rad. Nº 43833

su falta de valoración en la decisión acusada, y en qué consistió


el error de hecho, pues este es el presupuesto de la aplicación
indebida que se enrostra a la decisión y lo que permite a la Corte
establecer la magnitud del desatino, que debe ser ostensible y
trascendente, so pena de no lograr el objetivo de desquiciar la
presunción de acierto y legalidad que ampara toda sentencia
objeto de este recurso extraordinario”.

De conformidad con lo anterior, resulta que aún si se


demostrara que en el sub lite el Juzgador Ad quem incurrió en
un yerro protuberante de hecho al no haber dado por probado
que la actuación de la entidad demandada estuvo desprovista
de buena fe, de todos modos las acusaciones no tendrían
vocación de prosperidad, porque la decisión de la Corte en
instancia no sería distinta de la del Tribunal confirmando la
absolución impartida por el Juzgado respecto de la súplica de
indemnización moratoria, aunque por otras razones.

En efecto, encontraría la Sala en sede de instancia, que


el demandante luego de la escisión del Instituto dispuesta
mediante el Decreto Ley 1750 de 2003, continuó prestando
servicios sin solución de continuidad a la Empresa Social del
Estado Luis Carlos Galán Sarmiento, como se desprende de
los folios 134 a 136, donde consta que el contrato de
prestación de servicios N° 14806 de 14 de junio de 2003
suscrito con el Instituto, fue cedido a la E.S.E. indicada y
ampliado en el plazo; de la misma manera la testigo Luz Mery
León Burgos quien era compañera del actor en la Clínica
manifestó en la diligencia llevada a cabo el 3 de julio de 2007
(fls. 274 y 275): “ … El contrato de trabajo del Dr. Rivera era
seguido nunca se interrumpió siempre seguía, después de
trabajar con el I.S.S. inmediatamente sin interrumpir nos

10
Casación Rad. Nº 43833

trasladaron a la EPS (sic) LUIS CARLOS GALÁN SARMIENTO.


Yo me retiré hace un año y no se si el Dr. Carlos Hugo Rivera
sigue allá”.

Ahora bien, la jurisprudencia de esta Sala de la Corte ha


definido que en los eventos en que en virtud de la escisión
operada en el Instituto de conformidad con el Decreto Ley
1750 de 2003, el trabajador oficial pasa a la E.S.E. como
empleado público sin solución de continuidad, como aquí
ocurrió, la relación laboral no termina por expresa disposición
legal y no es procedente la condena a indemnización
moratoria, toda vez que se trata de una acreencia exigible a la
finalización del vínculo laboral.

En sentencia de 13 de marzo de 2013, rad. N° 39753,


reiterada entre otras en la de 31 de julio de este año, rad. N°
SL 519-2013, dijo la Corporación:

“Al respecto se ha de precisar que el Decreto Ley 1750 de


2003 que dispuso la escisión del Instituto de Seguros Sociales y
creó las Empresas Sociales del Estado para la atención de los
servicios de salud que antes estaban a cargo de la entidad
primeramente indicada, previó una situación especial para
aquellas personas que si bien venían desempeñándose en el
Instituto como trabajadores oficiales pasaron automáticamente a
formar parte de las ESEs, recién conformadas, pero en calidad de
empleados públicos.

Es evidente entonces, que el Decreto Ley 1750 creó una


situación sui generis al prever el paso de dichos trabajadores
oficiales a las Empresas Sociales del Estado como empleados
públicos, sin solución de continuidad y que para todos los efectos
legales se computaran los tiempos servidos a ambas entidades
‘sin solución de continuidad’ como lo pregona el artículo 17 ibídem,
protegiendo a estos servidores la estabilidad laboral, porque no se
dio rompimiento de la relación no obstante haber cambiado la
forma de vinculación a la administración. Esto significa que
cuando se dá el paso del Instituto a las ESE’s, no hay lugar a

11
Casación Rad. Nº 43833

reclamar frente al primero, como bien lo anota el recurrente, las


acreencias laborales que son exigibles a la terminación del vínculo
como lo son las cesantías, la indemnización moratoria, la
indemnización por despido injusto, ni la compensación por las
vacaciones, porque en estos casos la relación laboral no termina
por expresa disposición legal”.

Por las razones anteriores, se desestiman los cargos.

CARGO TERCERO.- Acusa la sentencia por vía directa,


“por INFRACCIÓN DIRECTA el artículo 99 de la ley 50 de
1990, Decreto 3118 de 1968 artículos 33, 37 y 41, modificado
por la Ley 41 de 1975 artículos 2 y 3”.

En la demostración, argumentó el recurrente que el


Instituto incumplió sin justificación alguna su obligación
legal de consignar oportunamente las cesantías al
demandante, lo que genera indiscutiblemente el
reconocimiento y pago de la indemnización contenida en la
Ley 50 de 1990 artículo 99, pues la entidad no logró
desvirtuar su negligencia y mala fe.

Por último afirma que el Tribunal al aplicar la excepción


propuesta denominada prescripción, “borró de un plumazo”
los derechos adquiridos por los trabajadores colombianos
desde hace mucho tiempo.

El replicante sostiene que en esta acusación se


pretende sorprender al Instituto con una pretensión que no
fue pedida en la demanda, razón suficiente para que deba ser
rechazada.

12
Casación Rad. Nº 43833

V.- CONSIDERACIONES DE LA CORTE.-

En lo relacionado con esta acusación referente a la


sanción del artículo 99 de la Ley 50 de 1990 por la no
consignación oportuna de las cesantías en un fondo, se ha
de advertir que se trata de una pretensión nueva como
expresamente lo admite el recurrente en el desarrollo del
cargo, razón por la cual no puede ser analizada en casación
porque se desconocerían el derecho de defensa y el debido
proceso de la otra parte. Adicionalmente, es una súplica
abiertamente improcedente, pues dicha norma se aplica a
los trabajadores del sector privado y al demandante se le
reconoció la calidad de trabajador oficial.

Por último, en lo que tiene que ver con la prescripción,


no elaboró el impugnante una acusación coherente,
sustentada como se exige en el recurso extraordinario; ni
siquiera incluyó en la proposición jurídica el artículo 151
del Código Procesal del Trabajo y de la Seguridad Social,
que es la norma pertinente cuando se discute la
prescripción trienal de las acciones sociales en procesos
contra entidades oficiales.

Se desestima la acusación.

Costas en casación a cargo de la parte demandante


recurrente. Las agencias en derecho se fijan en la suma de
$3’000.000,oo. Por Secretaría tásense las demás costas.

13
Casación Rad. Nº 43833

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Laboral, administrando Justicia en nombre
de la República y por autoridad de la Ley, NO CASA la
sentencia de 28 de mayo de 2009, proferida por la Sala
Laboral de Descongestión del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá, en el proceso promovido por CARLOS
HUGO RIVERA PRIETO contra el INSTITUTO DE SEGUROS
SOCIALES en liquidación.

Costas como se indicó en la parte motiva.

Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el


expediente al Tribunal.

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA

14
Casación Rad. Nº 43833

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE

15

También podría gustarte