Esterilización
Esterilización
Esterilización
Todos los artículos de atención directa deben recibir el tratamiento apropiado para disminuir o
evitar el riesgo de ser agentes infecciosos.
Los procedimientos que eliminan o disminuyen la carga microbiana son las técnicas de descontaminación:
limpieza, desinfección y esterilización.
El ambiente hospitalario puede estar contaminado por una gran variedad de microorganismos
capaces de producir enfermedades en el ser humano. Aunque esta situación no es determinante en sí
misma, sí supone un riesgo infeccioso muy importante, dado que alguno de estos microorganismos puede
desencadenar una infección si una cantidad potencialmente infecciosa se pone en contacto con una
persona o huésped susceptible.
Los procedimientos para la esterilización pueden llevarse a cabo de forma centralizada, en centrales de
esterilización, o de forma descentralizada, en los distintos servicios.
Independientemente de dónde se aplique, se trata de “un proceso al que se someten los distintos
materiales sanitarios para conseguir la eliminación de los microorganismos y garantizar las condiciones
de asepsia o esterilidad hasta el momento de su empleo”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la esterilización como la técnica de saneamiento cuya
finalidad es la destrucción de cualquier forma de vida, aniquilando todos los microorganismos, tanto
patógenos como no patógenos, incluidas sus formas esporuladas, que son altamente resistentes. La
esterilización supone el nivel más alto de seguridad (y, por lo tanto, de letalidad y eficacia biocida) en la
destrucción de microorganismos o de sus formas de resistencia.
Recuerda que la resistencia de los microorganismos presenta diferentes grados y está relacionada con su
estructura, su capacidad para producir esporas, la presencia de ciertos componentes en su pared celular
(lípidos, proteínas) o también puede estar relacionada con su grosor.
Otros factores que influyen en la mayor o menor resistencia de los microorganismos a los métodos de
esterilización son:
Las diferencias en la resistencia que oponen los microorganismos han permitido realizar una aplicación
práctica y seleccionar cepas indicadoras que se emplean en la preparación de los controles biológicos
(seleccionando la cepa más resistente para ese método de esterilización).
Cuando una carga microbiana se expone a un método de esterilización, la velocidad a la que se produce
la muerte del microorganismo es proporcional a la aplicación de ese método durante un tiempo
determinado. En función de esto, experimentalmente se determinan las curvas de muerte de los
microorganismos y eso permite evaluar los métodos de esterilización. Este estudio incluye dos
parámetros:
Este indicador, de 10-6, se denomina Sterility Assurance Level (SAL) y es el más utilizado en la actualidad
(norma europea EN-556) para demostrar y definir que un instrumento se encuentra estéril. Según esta
normativa se establece como requisito esencial, que para etiquetar un producto sanitario como “estéril” se
debe cumplir lo siguiente: “la probabilidad teórica de que exista un microorganismo viable presente en el
producto deberá ser ≤ a 1 entre un millón. El SAL se llama también nivel de garantía de esterilidad.
Las principales características de los materiales más usados en los hospitales son: IMPORTANTE.
Fabricado a
partir de
sílice.
Es rígido,
pero frágil y
fácil de
Vidrio romper. Botellas, tubos de ensayo, etc.
Suele ser de
tipo pírex, es
decir, vidrio
resistente a
altas
temperaturas,
y de mayor
grosor y
dureza que el
habitual.
Compuesto
por níquel,
cromo,
azufre, Instrumentos quirúrgicos, dispositivos
Acero carbono, asistenciales (materiales de
inoxidable silicio y otros exploración, etc.), contenedores y
elementos cajas de instrumental.
químicos.
Es resistente
a la
oxidación,
incluso en
contacto con
humedad,
ácidos y
álcalis
corrosivos.
Aunque es un
material muy
duradero,
puede
dañarse con
el exceso de
cloruros y de
sustancias
alcalinas y
ácidas.
Polímeros
que pueden
ser naturales Sondas, conexiones, sistemas de
(celulosa, suero y envoltorios.
cera y
corcho) o Utilizados en el ámbito clínico como
Plástico sintéticos integrantes de equipos e instrumentos,
(nailon y aislantes térmicos y eléctricos, y
polietileno). material de empaquetar.
Son capaces
de modelarse
y deformarse.
Material textil
natural.
Compuestos
Textiles por una Envoltorios aislantes de la humedad y
especiales combinación permeables a algunos métodos de
de celulosa, esterilización. Pañales, filtros y sobres
nailon, para empaquetar.
poliéster y
polipropileno.
Principales características de los materiales para artículos sanitarios.
Es importante tener claro cuál es la diferencia entre material de grado médico y de grado no médico antes
de establecer cualquier clasificación. Así podemos diferenciar:
Materiales de grado no médico. Los que pueden no cumplir con los parámetros que aseguran las
condiciones de esterilidad.
Materiales de grado médico o quirúrgico. Los que garantizan unas determinadas propiedades finales que
los hacen seguros para utilizar en los procedimientos de esterilización.
Papel de fibra no
tejida (crepada),
Fabricación estandarizada y papel celulosa,
Materiales de grado médico o quirúrgico propiedades que garantizan la papel mixto
esterilidad. (celulosa y
plástico),
polipropileno no
tejido, Tyvek
Mylar
Perforados con
Contenedores rígidos Son metálicos y rígidos. También filtro incorporado
se usan tubos de vidrio. (biobarreras),
perforados sin
filtro incorporado;
cerrados; tubos
de vidrio
Principales características de los envoltorios de esterilización.
3. MÉTODOS DE ESTERILIZACIÓN.
El método de esterilización ideal sería aquel que reúna las siguientes características:
Es evidente que no existe un método ideal. Sin embargo, cada uno cuenta con determinadas ventajas e
inconvenientes. A continuación, en la Tabla, se muestran los métodos de esterilización más habituales:
Seco o Flameado
llama
Incineración
Sanitario e
Calor seco (horno industrial
Pasteur o estufa
Temperatura Calor o llama Poupinel)
directa
Físicos Húmedo Calor húmedo, Sanitario e
autoclave de vapor industrial
y miniclave
A. Flameado.
Esta técnica tiene por objeto hacer pasar el material por la llama de un mechero de tipo Bunsen
hasta lograr su incandescencia.
Se acostumbra a usar en los laboratorios de microbiología para esterilizar asas de siempre, tubos de
vidrio o pipetas mediante la aplicación directa de la llama sobre el objeto.
B. Incineración.
Más que como medio de esterilización, se utiliza para la eliminación de residuos biopeligrosos mediante
su combustión en hornos crematorios o incineradores de características especiales.
Este método se basa en el calentamiento del interior de un aparato de acero inoxidable en el que
se eleva la temperatura por energía eléctrica y que es controlado por un termostato (parámetros que se
controlan: temperatura y tiempo).
En su interior se coloca el material limpio y seco (que se puede empaquetar) en unas bandejas a distintas
alturas.
El objetivo perseguido con el empleo de estas cámaras es que el aire caliente destruya por oxidación las
proteínas microbianas. Es un proceso lento que necesita altas temperaturas.
En función de la temperatura que alcance el horno Pasteur, habrá variaciones en el tiempo que el material
deberá permanecer expuesto al proceso. En la Tabla se muestra el tiempo necesario de esterilización en
función de distintas temperaturas.
Al tiempo del ciclo elegido hay que sumarle el de calentamiento y el de enfriamiento de la cámara.
Grados Tiempo
180 ºC 30 min.
170 ºC 60 min.
D. Autoclave de vapor.
Es un sistema que emplea vapor saturado para producir la hidratación, coagulación e hidrólisis
de las albúminas y las proteínas en las células microbianas. Es la primera alternativa en la esterilización.
El autoclave es, con diferencia, el medio idóneo utilizado en el ámbito sanitario. Requiere 135ºC
(durante 7-10 minutos, 2 atmósferas) o 121ºC (durante 20 minutos, 1 atmósfera). Parámetros básicos:
temperatura, presión y tiempo.
Como el aire y el vapor no se pueden mezclar y es necesario que el vapor contacte directamente con
todos los objetos que hay que esterilizar, resulta imprescindible la eliminación del aire, tanto del interior
del paquete como de la propia cámara, con lo que se evita el aire residual. Para lograr esta eliminación de
aire, la cámara se somete a una inyección fuerte de vapor hasta el desalojo total del aire por la válvula
ubicada en la parte inferior de la cámara.
Según se realice este proceso, los autoclaves pueden ser: gravitatorios (el aire frío es más denso y sale
por un conducto inferior cuando se inyecta vapor) o de prevacío o vacío fraccionado (se combinan
repetidas succiones de vacío con inyecciones alternativas de vapor, hasta conseguir que la cámara quede
repleta de vapor y vacía de aire). Este tipo es el más empleado en los hospitales.
Los autoclaves tienen diferentes tamaños según se utilicen en un laboratorio (o punto de uso) o en una
central de esterilización.
Test de Bowie-Dick
Esta prueba, que debe su nombre a los autores que la diseñaron, demuestra la ausencia de aire o de
cualquier otro gas no condensable que pueda impedir la uniforme penetración del vapor en toda la carga.
También forma parte de los indicadores del proceso del equipo de esterilización que se exponen en el
Apartado 4.
Al finalizar, hay que constatar que el cambio de color ha sido homogéneo con el control (las variaciones
de color indicarían mal contacto del vapor).
Para el control de una buena esterilización también pueden emplearse otros paquetes comerciales, como
el test de extracción completa de aire residual conocido como DART.
El test de Bowie-Dick es una prueba de obligado cumplimento y de realización diaria reglada por la norma
UNE-EN-ISO 17665:2007. Prueba de funcionamiento diario para esterilizadores de carga porosa. Se
efectúa en el primer programa del día, después del programa de precalentamiento.
Materiales
esterilizables Material textil Vidrios
Es un autoclave de pequeñas dimensiones y capacidad reducida (60L), que cada vez se usa más en
centros de salud, pequeños laboratorios, consultas de Odontología, etc.
Posibilita la esterilización del instrumental de pequeño volumen de forma rápida y eficaz, descentralizada
y en el «punto de uso».
F. Filtros microporosos.
Gracias al diminuto tamaño de sus poros (0,01 a 1,1 micras), la acción de criba o tamiz impide el paso de
bacterias, virus y micoplasmas. Se utilizan para esterilizar fluidos, líquidos y gases.
G. Radiaciones ionizantes.
Las radicaciones ionizantes (radiación gamma, γ) tienen una gran capacidad germicida, a la que
se una gran intensidad de penetración. Esto favorece la esterilización de materiales sólidos o líquidos
envasados en cualquier tipo de envoltorio.
Su efecto letal se debe, fundamentalmente, a la formación de radicales entre los componentes celulares
de gran reactividad. Su acción mutagénica deriva de los daños a pequeña escala que produce en el ADN
de los microorganismos (roturas y entrecruzamientos de parte de las dos cadenas) y que impide su
reproducción. Requieren instalaciones especiales con una fuente de radiación (cobalto 60) y el empleo de
envoltorios o paquetes específicos.
RECUERDA:
Radiaciones ionizantes. Tienen la propiedad de excitar los electrones atómicos, haciendo que se
desprendan y produciendo iones positivos (cationes). Pueden ser rayos alfa, beta, gamma y x.
Radiaciones no ionizantes. Al incidir sobre la materia, no producen su ionización. Pueden ser rayos
ultravioleta (UV) o infrarrojos (IR).
H. Óxido de etileno.
Se presenta como gas o líquido incoloro, puro o con mezcla. Penetra con facilidad en los materiales de
goma y plástico (en estado gaseoso). Es un agente antimicrobiano con efecto alquilante sobre los
radicales químicos, que modifica la estructura molecular de las proteínas celulares.
RECUERDA:
Efecto alquilante: modificación de la estructura del ADM, ARN, proteínas y lípidos del organismo, que
produce la muerte celular.
Los esterilizadores de óxido de etileno están diseñados para realizar ciclos automáticos en los que se
incluyen las condiciones apropiadas de concentración de gas, temperatura, humedad y tiempo de
exposición.
El óxido de etileno puede emplearse puro o mezclado con dióxido de carbono o con R-124 (gases menos
tóxicos para el medioambiente). La instalación requiere una demarcación específica y una verificación
adecuada, con sistemas de extracción apropiados. Debe haber una presión negativa mantenida para
evitar el escape de gases al exterior.
En la cabina de aireación, todos los objetos esterilizados con óxido de etileno deben someterse a un
tiempo de desabsorción por aireación forzada de 10-12 horas, bien en los propios equipos, bien en las
cabinas diseñadas a tal efecto.
Sus efectos tóxicos más importantes son los de tipo crónico, como los posibles efectos mutagénicos,
cancerígenos y teratogénicos. Pero, además, pueden producir irritación de ojos, piel y vías respiratorias,
así como trastornos digestivos y neumológicos.
Con el óxido de etileno es muy importante adoptar medidas de seguridad: equipos de protección personal
(guantes de nitrilo, mascarilla rígida, gafas de protección ocular y batas específicas para esta zona), pues
es tóxico tanto por inhalación como por contacto; no entrar en el recinto mientras el equipo esteriliza;
permanecer el menor tiempo posible; seguir rigurosamente los protocolos de trabajo; observar los
detectores de fugas de gas (ambientales o personales) y mantener cerrada la puerta de la zona.
En general, por este medio puede esterilizarse todo material que soporte
Materiales temperaturas inferiores a 50 °C, como guantes, mascarillas, accesorios de
esterilizables anestesia, catéteres, y aparatos termolábiles y ópticos.
El empleo de óxido de etileno requiere de una rigurosa prevención. Los recipientes o «cartuchos» que
contienen el gas estarán debidamente etiquetados con las frases H (indicación de peligro) y P (consejos
de prudencia), así como con información complementaria cuando proceda (Reglamento CLP).
Los productos químicos utilizados en la esterilización suelen conllevar riesgos importantes para la salud,
que se indican en sus envases mediante pictogramas de peligrosidad.
Para recapitular, en la Tabla se clasifica el material según el sistema de esterilización más adecuado de
los vistos hasta ahora:
Material textil
Autoclave de vapor
135 °C Instrumental quirúrgico de acero inoxidable (termorresistente)
I. Glutaraldehído.
El glutaraldehído también se utiliza para la esterilización en frío, ya que posee una potente acción
antimicrobiana (aunque su uso está en retroceso).
Se usa como DAN (desinfectante de alto nivel) de equipos médicos como endoscopios, laparoscopios,
equipos de anestesia, etc.
Se trata de un agente alquilante que ejerce su acción, fundamentalmente, sobre los ácidos nucleicos y las
proteínas. Para conseguir su efecto es necesario que los objetos permanezcan sumergidos en el líquido
un mínimo de 8-10 horas (recipiente con tapadera). Luego, deben ser aclarados con agua destilada
estéril. No se emplea mucho como esterilizante en el medio hospitalario. Hay que evitar la inhalación y el
contacto con la piel y las mucosas.
J. Formaldehído.
Es un gas incoloro, de olor fuerte, con propiedades germicidas. Se utiliza en cámaras de formalización
controlando los parámetros de presión, temperatura, concentración y humedad.
Se presenta como líquido que se volatiliza y actúa a 60-65 °C durante 3-5 horas. El agente es un
potencial cancerígeno y mutagénico, y requiere instalaciones controladas.
K. Ácido paracético.
Puede emplearse como líquido y en plasma. Es muy corrosivo para los instrumentos y, a la vez, es un
desinfectante de alto nivel y esterilizante. Existen sistemas automáticos que lo emplean en endoscopios y
con material de microcirugía.
Tiene mayor actividad antimicrobiana que el peróxido de hidrógeno. Es un oxidante soluble en agua que
no deja residuos tóxicos.
Se busca un medio que posibilite la pronta recuperación de los objetos, que sea seguro y no plantee
problemas de toxicidad residual, ni riesgos para los pacientes o para los profesionales.
Con ese objetivo, se han desarrollado dos tecnología con distintas variantes: el plasma de baja
temperatura de peróxido de hidrógeno y el plasma de gases inertes más vapor.
IMPORTANTE:
El plasma gaseoso se define como el cuarto estado de la materia (además de líquido, sólido y gaseoso),
intermedio entre el estado líquido y el gaseoso que, a simple vista, parece un «resplandor» de un color
intenso. Puede generarse de forma espontánea en la naturaleza (aurora boreal) o artificial a través de
campos eléctricos, magnéticos o a altas temperaturas. Para su producción artificial requiere de una fuente
de radiación (por ejemplo, un emisor de ondas de radiofrecuencia) y una sustancia generadora de plasma
(peróxido de hidrógeno).
El plasma de baja temperatura de peróxido de hidrógeno se conocía por su eficacia como desinfectante
de alto nivel (DAN). Este método de esterilización lo aprobó la FDA en 1993.
1. Vacío inicial.
2. Inyección de peróxido de hidrógeno, que se libera de una ampolla que lo contiene en estado
líquido y se vaporiza en la cámara.
En el plasma de gases inertes más vapor se emplea una combinación de plasma y otros agentes
esterilizantes. Sus principales características son:
Ambos métodos permiten garantizar la calidad del proceso y optimizar la utilización de sofisticados
instrumentos que se deterioran con la humedad o las altas temperaturas.
Su principal inconveniente es el gran desembolso económico que supone la sustitución de los clásicos
sistemas de esterilización utilizados actualmente.
Instalaciones exclusivas
4. CONTROLES DE ESTERILIZACIÓN.
Dada la trascendencia de la utilización de materiales esterilizados por el riesgo que supondría para la
salud un empleo inadecuado en condiciones de contaminación de materiales supuestamente estériles,
debe controlarse y certificarse la calidad del proceso y del resultado.
Para ello se emplean una serie de indicadores que demuestran si el proceso se desarrolló correctamente.
Son indicadores del proceso del equipo (indicadores físicos), indicadores químicos e indicadores
biológicos.
En las centrales de esterilización se emplean una serie de indicadores para comprobar que el proceso se ha
desarrollado correctamente.
Además, hay que recordar que en los métodos de esterilización se deben controlar los parámetros
o condiciones de empleo (Tabla):
A. Sistemas de control del propio equipo: indicadores del proceso del equipo o
físicos.
Son monitores físicos o microprocesadores que permiten observar si la realización del ciclo de
esterilización ha sido correcta o no (manómetros, termómetros, higrómetros, gráficas de registro).
Son necesarios, pero insuficientes, para garantizar la esterilización. Solo tienen un carácter orientativo
(así, el test de Bowie-Dick valora la capacidad de los esterilizadores con prevacío para eliminar el aire,
asegurando con ello el contacto del vapor de agua con todos los objetos de cualquier zona del aparato).
Algunos autoclaves incluyen alarmas visuales o acústicas que avisan si existe algún problema en su
funcionamiento.
Suelen consistir en señales o marcas impresas en el exterior de los envases (bolsas mixtas) cuya
finalidad es indicar, mediante un cambio de coloración contrastable con el testigo, que el paquete ha
estado expuesto a un determinado medio de esterilización.
No garantizan la esterilización de los objetos contenidos en el interior del paquete. Por tanto, siempre que
se use un paquete o sobre de esterilización habrá un control externo, bien en el propio sobre, bien en una
cinta adhesiva.
También se utilizan controles con forma de cintas adhesivas que permiten deducir si la colocación del
paquete dentro de la cámara ha sido correcta.
Se introducen en el interior de los paquetes o contenedores y sirven para comprobar que en el interior de
ese paquete o contenedor se han alcanzado las condiciones prefijadas de esterilización.
Sirven, sobre todo, como control térmico para saber si las condiciones de temperatura y tiempo han
actuado en el interior del paquete. No sustituyen a los controles biológicos, sino que los complementan.
a) Control químico externo; b) tira para control químico interno de esterilización (se introduce en el interior de sobres y
paquetes).
Se consideran el único medio de garantía definitiva para confirmar la esterilización. Pero, además de
ellos, deben haberse controlado el resto de las variables o parámetros.
Como indicadores biológicos, suelen emplearse dispositivos de control para los que no es necesaria la
ayuda del servicio de bacteriología.
Se usan tubos o cápsulas cerradas y tiras de papel inoculadas con esporas, que se someten al proceso
de esterilización. Una vez terminado el proceso, se ponen en contacto con el medio de cultivo que
contiene el tubo (apretando el tapón o el propio tubo); se mantienen a una temperatura determinada
dentro de una estufa incubadora y durante un tiempo establecido de 24 a 48 horas.
Por último, se observa si se ha producido, o no, algún cambio de color en el medio. Ese cambio de color
sería una señal de que se ha producido el crecimiento de microorganismos y, por lo tanto, de que ha
habido un error durante el proceso de esterilización.
Ampollas. Con tiras de papel inoculadas en su interior y provistas de un medio de cultivo. Son las
más empleadas.
Pruebas de lectura rápida. Sustrato que tiene la peculiaridad de que, al detectar una enzima activa
asociada con esporas de microorganismos, pasa a ser fluorescente, indicando un error en la
esterilización.
Los indicadores actuales buscan acortar, en la medida de lo posible, el tiempo de comprobación y lectura.
Se colocan en distintas zonas de las cámaras de esterilización (donde puedan producirse las mayores
variaciones) o en el interior de paquetes voluminosos. Son imprescindibles para garantizar la
esterilización.
La incubación posterior puede hacerse en el mismo servicio de esterilización o en otros servicios del
hospital (microbiología).
Los controles de esterilización proporcionan seguridad y confianza sobre todo el proceso, pero una vez finalizado,
deben observarse una serie de medidas en cuanto a su almacenamiento y modo de empleo.
Biológicos: semanal en todos los equipos de esterilización, en todas las cargas que contienen implantes y
después de cada reparación del equipo.
La norma EN ISO 17665-7 permite establecer que un producto sanitario puede considerarse estéril cuando se ha
utilizado un proceso de esterilización validado. Esto consiste en comprobar (de forma certificada y documentada) que el
proceso cumple con los requisitos para los que fue diseñado.
Los controles o indicadores de esterilización forman parte de la validación, además de las normas y procedimientos de
manipulación correcta de los paquetes.
RECUERDA:
Norma ISO. Estándar de calidad establecido por la Organización Internacional para la Estandarización.
Esta institución pretende implantar un sistema de gestión de la calidad en la producción de bienes y en la
prestación de los servicios. Por ejemplo, una norma es UNE-EN ISO 13485:2013 (sobre el sistema de
gestión de la calidad en esterilización).
Cuando finaliza la esterilización por el sistema y el aparato seleccionados, comienza una nueva fase,
la vida útil del producto esterilizado o vida de anaquel (comienza al retirar o sacar el paquete del aparato y
se prolonga hasta que se cumple la fecha de caducidad, si el producto no se ha empleado antes).
Una vez que los materiales han sido esterilizados, se comprobará que los controles de esterilización (del
equipo, de la exposición, del paquete y de la carga) demuestran que el proceso seguido ha sido el
adecuado.
Esto forma parte del proceso de validación (se incluye en los programas de calidad que actualmente se
aplican en las centrales de esterilización).
Validar es asegurar que un proceso ha sido adecuado y/o ha tenido la calidad esperada. Los aparatos
empleados también se incluyen en el proceso de validación.
Este almacenamiento puede hacerse en la propia central de esterilización, hasta su distribución a los
servicios asistenciales, o directamente en el servicio o departamento correspondiente (quirúrgico,
laboratorio, centro de salud, clínica odontológica, etc.).
Por tanto, en todo el proceso pueden diferenciarse las siguientes fases: manipulación, transporte,
almacenamiento y uso correcto del producto.
A. Manipulación.
Al finalizar el ciclo de esterilización en la cámara, se retirará la carga (por la puerta del área limpia de la
zona de almacenamiento y distribución), comprobando que los paquetes estén en buenas condiciones y
que los indicadores químicos sean correctos.
Las manos deben estar limpias (debe comprobarse bolsa por bolsa).
La manipulación de los paquetes debe ser cuidadosa, para no romperlos, deteriorarlos, mancharlos
o mojarlos y, así, no hacer que pierdan la condición de estériles.
B. Transporte y distribución.
El material se trasladará al almacén en los carros de descarga. Allí se colocará en los estantes indicados
hasta su distribución por los distintos servicios.
Además de este transporte en la propia Central de Esterilización (CE), también se hará la distribución
posterior al bloque quirúrgico, a las plantas de hospitalización y al resto de los servicios asistenciales (en
ocasiones, fuera del edificio de la CE).
En las centrales de esterilización, asociado y próximo al almacén, suele haber un local de distribución de
material estéril.
Para el bloque quirúrgico suelen emplearse montacargas (de uso exclusivo para este transporte) que lo
comunican con la CE y facilitan esta actividad. De no existir estos montacargas, se usan carros de cierre
hermético. Para el resto de servicios y unidades asistenciales, suelen emplearse carros de distribución
que transportan los celadores hasta los puntos de uso.
La manipulación de los paquetes también debe ser cuidadosa durante todo el proceso de transporte y
distribución.
C. Almacenamiento.
El lugar en el que se efectúe el almacenamiento debe ser un espacio de acceso restringido, libre de
objetos innecesarios (para evitar la acumulación de polvo), con paredes de fácil limpieza y desinfección,
en el que las condiciones ambientales óptimas sean:
Temperatura: de 15 a 25 ºC.
Existirán estanterías abiertas separadas, al menos, 25 cm del suelo y 45 cm del techo. En ellas se
delimitarán zonas de almacenamiento por planta o por servicio hospitalario. Se evitará situarlas junto a
tuberías o zonas de humedad. El material se colocará en esas estanterías una vez que esté frío.
En las plantas de hospitalización, el bloque quirúrgico, etc., el material se colocará en estanterías o
armarios, preferentemente cerrados, aunque también pueden ser abiertos, colocado dentro de cestillos y
siguiendo criterios determinados, ordenado y sin comprimir los paquetes.
Posteriormente, la utilización del material se hará dentro del periodo de validez de material estéril.
Tipo de Caducidad
envasado mínima
Papel 1 mes
crepado o
tejido sin
tejer
Equipos 3 meses
textiles
Bolsa de 3 meses
papel
Contenedor 3 meses
con filtros
sin
protección
Contenedor 6 meses
con filtros
protegidos
Papel o 6 meses
bolsa mixto
simple
Papel o 12 meses
bolsa mixto
doble