Furukawa Análisis
Furukawa Análisis
Furukawa Análisis
El actual patrón de poder mundial es el primero donde en cada uno de los ámbitos de
existencia social están articuladas todas las formas históricamente conocidas de control
de las relaciones sociales correspondientes (Quijano, 2000, p. 214). Así el control del
trabajo, de sus recursos y sus productos, está la empresa capitalista, en este caso Furukawa
y en el control de la autoridad, sus recursos y productos, el Estado – nación que legitima
esta forma de esclavitud contemporánea.
Sistema terrateniente
Guerrero (1992) propone la categoría de frontera étnica como “una suerte de artilugio
simbólico de dominación que, en las relaciones de poder cotidianas, produce y reproduce
a la vez al indio y al blanco – mestizo.” (Guerrero, 1992, p. 114).
Las relaciones de dominación que se tejen ubica a los trabajadores de Furukawa, como
los otros, en condiciones de miseria ellos son “los ciudadanos y los sujetos por civilizar
del Ecuador.” (Guerrero, 1992, p. 114)
Estos sujetos, en su mayoría familias afrodescendientes, están del otro lado de la frontera
étnica dado que han sido clasificados, Guerrero señala:
“La clasificación de los individuos en rangos étnicos es una partida de fuerza que se juega
con el objetivo de establecer distinciones sociales. Se trata de establecer quiénes
pertenecen al sector de los legítimos miembros del Estado – nación y quiénes son los
excluidos del poder masculino ciudadano.” (Guerrero, 1992, p. 120).
Como el poder se acumuló en una familia, se esclavizaron a las personas que trabajan ahí,
personas que nunca recibieron un salario, nunca fueron reconocidos como ciudadanos
dado que la “la ciudadanía en el Ecuador se construye a lo largo del S. XIX como un
campo de dominación donde se juega la exclusión de poblaciones.” (Guerrero, 1992, p.
118).
Por otro lado y en respuesta a la total falta de acción del Estado surgen nuevas
organizaciones que según Maristella Svampa (2017), “son los protagonistas más
novedosos de las luchas antineoliberales actuales.” (p. 39). La autora propone la acción
directa no convencional y disruptiva “como herramienta de lucha generalizada (…) como
la única herramienta eficaz de aquellos que no tienen poder, frente a los que tienen poder,
en contextos de gran asimetría de fuerzas.” (Svampa, 2017, p. 47). Por lo que en ámbito
de la comunicación alternativa, dada la inexistencia de respuestas del Estado, los
afectados del caso Furukawa se organizaron y formaron la Asociación Esperanza Nuevo
Amanecer en la que ratifican su posición respecto al accionar del Gobierno Nacional y el
Estado Ecuatoriano.
Asimismo el Comité de Solidaridad con Furukawa que se plantea como una alianza entre
organizaciones sociales campesinas y de derechos humanos que acompaña y respalda a
las familias que viven y trabajan en las haciendas de la empresa Furukawa Plantaciones
C.A. del Ecuador e integrada por la Coordinadra Nacional Campesina Eloy Alfaro (CNC-
EA), el Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) y la Comisión Ecuménica de
Derechos Humanos (CEDHU).
Este accionar por parte de la empresa Furukawa del Ecuador, es precisamente lo que Jelin
diría.
“se debe crear o construir la imagen de un sujeto y opacar la imagen de otro, lo que
implica resaltar rasgos distintivos de unos y silenciar los rasgos de otros, es decir que la
imagen del héroe debe ser inmaculada” (Jelin, 2012, p. 234)
Y en respuesta a esto último planteado por Elizabeth Jelin, tenemos las denuncias por
parte de la Defensoría del Pueblo por la grave violación a sus derechos fundamentales,
debido a las condiciones de vida en extrema pobreza e indignas, provocadas
principalmente por las bajas remuneraciones sin contratos laborales, la falta de servicios
básicos y saneamiento ambiental. Al repercutir de manera ostentosa la Furukawa no ha
logrado estabilizar estos problemas judiciales, llegando a ser noticia no solo en nuestro
país, sino también en grandes medios internacionales como TELESUR.
Consideraciones finales
Son más de cincuenta años que la empresa Furukawa Plantaciones C.A del Ecuador ha
monopolizado, personas, actividades laborales y tierras a su disposición. El costo para
que Ecuador se posiciona como el segundo país más importante en exportar abacá, solo
por debajo de las Filipinas fue; precarizar las condiciones de vida sus trabajadores,
excluirlos de una vida correcta llena de salud, educación y un salario básico, además de
los derechos humanos y laborales a los que también fueron privados.
Fue mirar por años como la época de la colonización se hacía presente en pleno siglo XX.
Fue trasladarnos a los tiempos de la esclavitud indígena, donde debían regalar su fuerza
de trabajo a cambio de un techo donde vivir. Es revivir los años en que los indígenas no
eran merecedores de recibir un salario digno únicamente por su condición étnica y social.
Es decir, Ecuador volvió a vivir el tan despreciado HUASIPUNGO, cuando empleados
de Furukawa fueron desplazados de sus propias tierras y obligados a trabajar en ellas para
enriquecer al más rico.
Este asunto logró darse a conocer gracias a un pastor evangélico que supo escuchar en un
bus en Santo Domingo de las condiciones en las que vivían estas personas. La Defensoría
del Pueblo de inmediato emitió un informe sobre situación paupérrima de familias que
viven dentro de las haciendas de abacá de la empresa japonesa Furukawa Plantaciones
C.A del Ecuador. Casi la totalidad de familias son afrodescendientes. Trabajan y
dependen de la extracción de fibra de abacá para entregarla exclusivamente a esta
empresa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Benavides. G, (2019) “La indigna situación de familias que viven dentro de las
haciendas de abacá de la empresa japonesa furukawa plantaciones C.A. del Ecuador.”
Dirección Nacional de Derechos del Buen Vivir y la Adjuntía de Derechos Humanos y
de la Naturaleza. Recuperado de: https://www.dpe.gob.ec/wp-
content/dpecomunicacion/Informe%20final%20furukawa.pdf