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En su libro el autor hace una retrospectiva geográfica. Desde sus orígenes, pasando por su
sistematización, principales corrientes del pensamiento geográfico - cada una con su propia definición
de objeto, método, principios, los contextos históricos de formación del pensamiento entre otros. De
acuerdo con el autor este libro fue concebido con el propósito de intentar contribuir con aclaraciones
referentes a la creación, historia y principales corrientes de esa ciencia. Él divide la geografía en dos
grandes variedades, vamos a decir así. La Tradicional y la Moderna.
El objeto de la Geografía
Otros autores, manteniendo la idea de la Geografía, como el estudio de la relación entre el hombre y la
naturaleza, van a definirle el objeto como la acción del hombre en la transformación de este medio. Así
cabría estudiar cómo el hombre se apropia de los recursos ofrecidos por la naturaleza y los transforma,
como resultado de su acción.
Este breve panel de las definiciones de la geografía, que no pretendió ser en absoluto exhaustivo, ya
justifica la afirmación inicial, en cuanto a las dificultades contenidas en la propuesta de este
volumen. También se debe tener en cuenta que el panel abarcó solamente las perspectivas de la
Geografía Tradicional.
En ese primer paso se vive en la Geografía Tradicional, la geografía que tiene su objeto de estudio aún
indefinido, momento que la Geografía aún no es un grado de epistemología seguro. Que sólo se
alcanzará en la modernidad. Mientras que esta geografía se sustenta en conceptos naturales, y es una
ciencia descriptiva, de observación de los elementos naturales, calcada en los presupuestos de sus
precursores Humboldt y Ritter.
En otras palabras la Geografía en ese primer momento tenía su objeto definido en tres visiones distintas,
y todas las indagaciones sobre estos objetos y su explicación vendría principalmente del abordaje del
campo natural, lo que dará precedente al desarrollo metodológico siguiente, de esa forma de
pensamiento geográfico, más conocida como positivismo Geográfico. Que va a ser trabajado dentro de
la perspectiva tradicional de la Geografía.
Otra manifestación de la filiación positivista, también traducida en una máxima geográfica, es la idea de
la existencia de un único método de interpretación común a todas las ciencias, es decir, la no aceptación
de la diferencia de calidad entre el dominio de las ciencias humanas y el de las ciencias natural. Tal
método sería originario de los estudios de la naturaleza, las ciencias más desarrolladas, por las cuales
otras se deberían orientar. Esta concepción, que incide en la más grave naturalización de los fenómenos
humanos, se expresa en la omnipresente afirmación: "La Geografía es una ciencia de contacto entre el
dominio de la naturaleza y el de la humanidad". Postura esta que sirvió para intentar encubrir el
profundo naturalismo, que atraviesa todo el pensamiento geográfico tradicional. En realidad, la
Geografía siempre buscó ser una ciencia natural de los fenómenos humanos. Tal perspectiva
naturalizante aparece con claridad en el hecho de buscar esta disciplina la comprensión de la relación
entre el hombre y la naturaleza, sin preocuparse por la relación entre los hombres. Así la unidad del
pensamiento geográfico tradicional adviria del fundamento común tomado al positivismo, manifestado
en una postura general, profundamente empirista y naturalista.
Esta perspectiva positivista tal vez sea la más influyente del pensamiento geográfico tradicional, esa
perspectiva naturalización se muestra con nitidez en el hecho de que la Geografía busca la comprensión
de la relación entre el hombre y la naturaleza, sin preocuparse por las relaciones sociales. De esta
manera, el enfoque humano, representado en las relaciones sociales, queda fuera de su ámbito de
estudios. Colocando al hombre apenas como un elemento del paisaje.
El primero de estos presupuestos se refería al conocimiento efectivo de la extensión real del planeta. Es
decir, era necesario que la Tierra toda fuera conocida para que se pensara de forma unitaria su estudio.
Otro supuesto para la aparición de una Geografía unitaria residía en el perfeccionamiento de las técnicas
cartográficas, el instrumento por excelencia del geógrafo. Era necesario haber posibilidad de
representación de los fenómenos observados, y de la localización de los territorios.
Como fue discutido por el autor, vimos que el conocimiento geográfico es tan antiguo como las demás
ciencias existentes en el mundo, es construido desde la Grecia antigua. A recordar aquí de un gran
pensador Aristóteles, que aparece en varios momentos en la discusión de temas, hoy tenidos como de la
Geografía, sin que hubiera la mínima conexión entre ellos; que discute la concepción de lugar, en su
Física, sin articularla con la discusión de la relación hombre-naturaleza.
La sistematización del conocimiento de la Geografía, como una ciencia particular y autónoma, ocurrió,
sobre todo en las transformaciones operadas en la vida social, por la emergencia del modo de
producción capitalista, va a ocurrir en Alemania en siglos posteriores, y se sustentar en las bases del
evolucionismo para la producción del producto, conocimiento.
La falta de la constitución de un Estado nacional, la extrema diversidad entre los diversos miembros de
la confederación, la ausencia de relaciones duraderas entre ellos, la inexistencia de un centro
organizador del espacio, o de un punto de convergencia de las relaciones económicas, - todos estos
aspectos que confieren la discusión geográfica una relevancia especial, para las clases dominantes de
Alemania, a principios del siglo XIX. Temas como dominio y organización del espacio, apropiación del
territorio, variación regional, entre otros, estarán en el orden del día en la práctica de la sociedad
alemana de entonces.
Las primeras colocaciones, en el sentido de una Geografía sistematizada, van a ser obra de dos autores
prusianos ligados a la aristocracia: Alexandre Von Humboldt, consejero del rey de Prusia, y Karl Ritter,
tutor de una familia de banqueros. Humboldt poseía una formación de naturalista y realizó innumerables
viajes. Su propuesta de Geografía aparece en la justificación y explicitación de sus propios
procedimientos de análisis. Humboldt entendía la Geografía como la parte terrestre de la ciencia del
cosmos, es decir, como una especie de síntesis de todos los conocimientos relativos a la tierra. En
términos de método, Humboldt propone el empirismo razonado, es decir, la intuición a partir de la
observación.
Lo que podemos ver en este postulado es una clara diferencia clara de enfoques de pensamiento, incluso
si se trata de autores clásicos del pensamiento geográfico tradicional, Ritter produjo una geografía más
regional y antropocéntrica, mientras que Humbold desarrolla el trabajo en busca de abarcar el Globo, sin
privilegiarlo, el hombre, aun medio que siendo producciones diferentes es ese conocimiento que va a
formar una base sólida para una Geografía Futura.
Es muy claro que las mayores contribuciones a la sistematización del pensamiento geográfico salieron
de Alemania, eso no quiere decir que no haya habido producción de conocimientos en otros lugares,
sino porque precisamente en la antigua Prusia va a haber el mayor número de científicos que abordaron
esa línea de conocimiento, y aún los precursores de la Geografía Ritter y Humboldt.
Ratzel y la Antropogeografía
Una revitalización del proceso de sistematización de la Geografía va a ocurrir con las formulaciones de
Friedrich Ratzel. La Geografía de Ratzel fue un instrumento poderoso de legitimación de los designios
expansionistas del Estado alemán recién constituido. La unificación tardía de Alemania, que no impidió
un relativo desarrollo interno, la dejó fuera del reparto de los territorios coloniales. Esto aumentaría con
su propio desarrollo interno. De ahí, el agresivo proyecto imperial el propósito constante de anexar
nuevos territorios. Así, la Geografía de Ratzel expresa directamente un elogio del imperialismo, como al
decir, por ejemplo: "Similar a la lucha por la vida, cuya finalidad básica es obtener espacio, las luchas de
los pueblos son casi siempre por el mismo objetivo.
En el caso de la Geografía desarrollada por Ratzel, se privilegió el componente humano y abrió varios
frentes de estudio, valoró cuestiones relacionadas con la historia y el espacio, como: la formación de los
territorios, la difusión de los hombres en el globo (migraciones, colonizaciones, etc.), la distribución de
los pueblos y de las razas en la superficie terrestre, el aislamiento y sus consecuencias, etc. El objetivo
central sería el estudio de las influencias, que las condiciones naturales ejercen sobre la evolución de las
sociedades, el llamado determinismo geográfico, que será criticado por Vidal de La Blache en un
contexto de Estado Nacional diferente al de Ratzel.
Ratzel mantuvo el carácter empírico de la Geografía tradicional, y desarrolló otra línea de pensamiento a
la Geopolítica, ésta como una forma de calcificar la evolución del Estado Alemán. A partir de la
unificación del Estado Alemán creó la teoría del "espacio vital", como forma de justificar la expansión
del Estado Alemán.
Para comprender el proceso de eclosión del pensamiento geográfico en Francia, es necesario enfocar las
características generales del desarrollo histórico francés del siglo XIX. Francia fue el país que realizó de
forma más pura una revolución burguesa. Allí los restos feudales fueron totalmente barridos, la
burguesía instaló su gobierno, dando al Estado la facción que más atendía a sus intereses.
La revolución francesa fue un movimiento popular, comandado por la burguesía, dirigido por los
ideólogos de esa clase. En ese proceso, el pensamiento burgués generó propuestas progresistas,
instituyendo una tradición liberal en el país. En la segunda mitad del siglo XIX, Francia y Alemania, en
el caso de Prusia, disputan la hegemonía, en el control continental de Europa. Había entre estos dos
países, un choque de intereses nacionales, una disputa entre imperialismos. Tal situación culminó en la
guerra franco-prusiana. La guerra había colocado, para la clase dominante francesa, la necesidad de
pensar el espacio, de hacer una Geografía que deslegitimara la reflexión geográfica alemana y, al mismo
tiempo, proporcionase fundamentos para el expansionismo francés.
Una primera crítica de principio, efectuada por Vidal las formulaciones de Ratzel, se refería a la
politización explícita del discurso de éste. Esto es, incidía en el hecho de que las tesis ratzelianas tratar
abiertamente de cuestiones políticas. Vidal condenó la vinculación entre pensamiento geográfico y la
defensa de intereses políticos inmediatos, blandiendo el clásico argumento liberal de "necesaria
neutralidad del discurso científico". En verdad, Vidal imprimió, en el pensamiento geográfico, el mito
de la ciencia aséptica, proponiendo una despolitización aparente del temario de esa disciplina. Este
posicionamiento de encubrir el contenido político de la ciencia, se originó del retroceso del pensamiento
burgués (tras la sedimentación de esa clase en el poder) temerosa del potencial revolucionario del
avance de las ciencias del hombre.
Otra crítica de principio a las formulaciones de Ratzel se centró en su carácter naturalista. Es decir,
Vidal criticó la minimización del elemento humano, que aparecía como pasivo en las teorías de
Ratzel. Una tercera crítica de Vidal a Antropogeografía, derivada de la anterior, atacó la concepción
fatalista y mecanicista de la relación entre los hombres y la naturaleza. Así alcanzó directamente la idea
de determinación de la Historia por las condiciones naturales. Vidal va a proponer una postura
relativista, en el trato de esa cuestión, diciendo que todo lo que se refiere al hombre "es mediado por la
contingencia".
Y bien claro aquí que hasta el momento en que se declara la guerra entre Francia y Prusia, la Geografía
Francesa tenía límites y no era el centro de las discusiones geográficas de la época, y por fin no tenía
conocimiento que pudiera legitimar la expansión francesa, como había hecho Ratzel en Alemania. El
pensamiento geográfico francés nació con la tarea de combatir la Geografía de Ratzel.
Y, sobre todo como forma de justificación de la burguesía francesa, Vidal y Ratzel justificarían la
evolución y expansión de sus países con visiones semejantes, pero intentando encubrir al otro, o sea,
crearon líneas de pensamiento que marcan la producción de conocimiento geográfico tradicional Ratzel
el Determinismo, Vidal de La Blache el Posibilismo. Vidal produce una Geografía humana con el
Posibilismo, donde la naturaleza existe, pero no determina, sólo da posibilidades al hombre, ella existe
sirve, posibilita y sufre la acción del hombre.
La Blache creó una doctrina, el Posibilismo, y fundó la escuela francesa de Geografía. Y, más traído a
Francia el eje de la discusión geográfica, situación que se mantuvo durante todo el primer cuartel del
siglo actual (XX). Con Vidal, y de forma progresiva a partir de él, el concepto de región fue
humanizado; cada vez más, se buscaba su individualidad en los datos humanos, luego, en la historia.
La idea de región propició lo que vendría a ser la mayoritaria y más usual perspectiva de análisis del
pensamiento geográfico: la Geografía Regional. Esta perspectiva se difundió bastante, enfocando
regiones de todos los cuadrantes de la Tierra. En la actualidad, estos estudios se realizan
regularmente. Por eso, se puede decir que la Geografía Regional fue el principal desdoblamiento de la
propuesta vidalina.
El concepto central desarrollado por Sorre fue el de hábitat, una porción del planeta vivida por una
comunidad que la organiza. El hábitat es así una construcción humana, una humanización del medio,
que expresa a las múltiples relaciones entre el hombre y el ambiente que lo rodea.
La Geografía de Sorre puede ser entendida como un estudio de la Ecología del hombre. Es decir, de la
relación de las agrupaciones con el medio en que están insertados, proceso en el cual el hombre
transforma este medio.
Los desdoblamientos de la geografía vidalina, que importó el concepto de región de Gallois que lo ya
había traído de la Geología se expandieron por varios elementos de estudios, con abordaje de ese nuevo
concepto, Vidal humaniza la región, y que de esa forma de análisis regional, muchos conocimientos
desarrollado. Fue a partir de él que se desarrolló la Geografía Regional, precipitadamente el análisis
regional es el más usual en la Geografía.
Muchas especializaciones fueron creadas a partir del enfoque regional, entre ellas la Geografía Urbana,
Industrial, Comercio, etc. Las proposiciones de La Blache llegaron hasta los historiadores, Lucien
Febvre y otros.
Otra corriente del pensamiento geográfico, que se podría denominar con cierta impropiedad Geografía
Racionalista, se vinculó al nombre de A. Hettner y R. Hartshorne. El hecho de denominarse racionalista
esta corriente viene de su menor carga empirista, en relación a las anteriores. Esta perspectiva, la tercera
gran orientación dentro de la Geografía Tradicional, privilegió un poco más el raciocinio deductivo,
anticipando uno de los muebles de la renovación geográfica en los años sesenta.
Hettner va a proponer la Geografía como ciencia que estudia "la diferenciación de áreas", es decir, la
que pretende explicar "por qué" y "en que" difieren las porciones de la superficie terrestre; diferencia
esta que, para él, es aprehendida al nivel del propio sentido común. De todos modos las tesis
hettenerianas fueron poco divulgadas. Sólo a través de Hartshorne, un renombrado geógrafo americano,
que la propuesta de Hettner pasó a ser ampliamente discutida.
La primera diferencia de la propuesta de Hartshorne residió en este defender la idea de que las ciencias
se definieron por métodos propios, no por objetos singulares. Para Hartshorne, el estudio geográfico no
aislaría los elementos, al contrario trabajaría con sus interrelaciones. La forma anti-sistemática sería
incluso con la singularidad del análisis geográfico. De esta forma, Hartshorne dejó de buscar un objeto
de la Geografía, entendiéndola como un "punto de vista". Sería un estudio de las interrelaciones entre
fenómenos heterogéneos, presentándolas en una visión sintética. Los conceptos básicos, formulados por
Hartshorne, fueron los de "área" y de "integración", ambos referidos al método.
Entiendo que se trata de obra de cuidadoso rigor metodológico, que explora y concluye sobre el
pensamiento geográfico, sin desvíos o distorsiones. Es una obra original y valiosa porque aborda el
origen del pensamiento geográfico tradicional: Humboldt, Ritter, Ratzel, La Blache, etc.