Enfermería Y Triaje en El Servicio de Urgencias
Enfermería Y Triaje en El Servicio de Urgencias
Enfermería Y Triaje en El Servicio de Urgencias
URGENCIAS
METODOLOGÍA
Se realizaron búsquedas bibliográficas en las bases de datos IME, CUIDEN,
CINAHL, SCOPUS y PUBMED de los últimos 6 años. El operador booleano
utilizado fue de intersección (AND) para establecer las operaciones lógicas
entre los conceptos. Se usaron truncamientos cuando fue necesario.
En una primera fase, se procedió a la lectura de todos los títulos y resúmenes
de los artículos encontrados, eliminando los que no cumplían con el tópico de
estudio. En una segunda fase, se realizó la lectura del texto completo de los
estudios seleccionados anteriormente, para finalizar escogiendo los que fueran
más concordantes con el tópico de estudio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las estrategias iniciales de búsquedas identificaron un total de 423 estudios,
los cuales fueron objeto de sucesivos cribados conforme al tópico de esta
revisión. Se seleccionaron al final un total de 7 estudios. A continuación se
exponen los resultados más concordantes encontrados.
Para que toda esta actividad sea efectiva y eficiente, además de aplicar unos
sistemas de clasificación de pacientes validados y consensuados como el
citado anteriormente, se debe mantener y reforzar la relación interpersonal
entre paciente y profesional sanitario.
Por otra parte, la enfermera del área de triaje hospitalario, debe presentar
ciertas habilidades tales como una adecuada comunicación verbal y no verbal
(paciencia y empatía), capacidad de organización, saber trabajar bajo presión,
etc… Además, de forma general, las principales actividades que realizará en
una consulta de clasificación son las siguientes:
1. Toma de datos.
2. Motivo de consulta y valoración general del estado de gravedad.
3. Toma de constantes vitales.
4. Alergias
5. ECG en caso de dolor torácico o epigástrico, síncope, arritmia captada
en pulso…
6. Pulsera identificativa.
7. Simultáneamente se aplica el procedimiento de clasificación de
pacientes de Manchester; fruto del cual el paciente queda encuadrado
en uno de los cinco grupos del sistema (azul, verde, amarillo, naranja y
rojo)
8. Ubicar y derivar.
9. Reevaluar.
Estas actuaciones deben incluir otras, tales como tranquilizar al usuario y a su
acompañante si fuera necesario, darle apoyo emocional y seguridad e incluir
información general sobre el funcionamiento del servicio de urgencias, zona de
destino y tiempo de espera.
CONCLUSIONES
El triaje es un proceso fundamental para proporcionar una atención eficaz y
eficiente en los servicios de urgencias hospitalarias, ya que racionaliza el
consumo de recursos y fortalece la organización del capital humano, facilita la
administración del tiempo, a la vez que aumenta la satisfacción de los usuarios.
Además, responde al desmesurado aumento de la demanda asistencial, que no
permite atender a todos los pacientes de forma inmediata a su llegada al
Servicio de Urgencias.
Sería muy acertado implementar estrategias para capacitar al personal, para
poder así mejorar su desempeño, incluyendo evaluaciones y seguimientos que
permitan medir si la capacitación es efectiva o no; así como el desarrollo de
proyectos de mejora continua que incluyan la adopción de un sistema o modelo
de triaje estructurado en cinco niveles.
El sistema de triaje ha de proponer adaptaciones en la estructura física, y
tecnológica en los servicios de urgencias, que permitan hacer la clasificación
de los pacientes según un modelo de calidad evaluable y continuamente
mejorable. La evidencia actual establece que la mejor forma de garantizar la
realización de un correcto triaje es a través de la informatización de éste. Por
tanto, la introducción de programas informáticos que sirvan como guía y
faciliten la derivación del paciente que acude a urgencias es un factor
imprescindible para la adecuada implementación de este sistema en nuestra
sanidad. Otro factor fundamental a la hora de implantar un sistema de triaje
estructurado es que los profesionales se formen y los pacientes sean
informados. Formación e información van siempre juntas de la mano, sin
olvidar que el paciente y su entorno son el centro de nuestra asistencia.
También sería de gran importancia que los sistemas de clasificación de
pacientes estén correctamente validados o como mínimo consensuados en la
unidad donde se vayan a implantar.
BIBLIOGRAFÍA
Molina RA, Zavala E. Conocimiento de la Guía de Práctica Clínica de Triaje por
Personal de Enfermería. Conamed. 2014. 19. (1): 11-16.