Unidad 5

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Unidad Nº 5: FISIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Función. Neuronas (función, estructura, tipos).Células gliales (astrocitos,


oligondresitos, microguiales).Células de schwaman. Diferencia del gradiente
iónico en las neuronas. Trasmisión del impulso nervioso. Sinapsis. Sistema
nervioso en invertebrados (red difusa, sistema cordal, sistema radial, sistema
ganglionar).Sistema nervioso en vertebrados: SNC (encéfalo, cerebro, cerebelo,
di encéfalo, tálamo, hipotálamo, tronco cerebral) SNP: conformación (receptor,
centro nervioso, nervios sensitivos, nervios motores) SNP somático (neuronas
sensitivas, neuronas motoras) SNP autónomo (sináptico y parasimpático).

Función del sistema nervioso: La actividad animal depende del funcionamiento, coordinado con
precisión, de muchas células individuales. Quizás la célula mas importante para realizar esta
coordinación sean las células nerviosas, llamadas neuronas, que transmiten información
utilizando una combinación de señales eléctricas y químicas. Las membranas de muchas
neuronas son eléctricamente excitables, es decir las señales se generan y transmiten a lo largo
de ellas sin decremento como resultado del movimiento de partículas cargadas (iones). Las
propiedades de las señales eléctricas permiten a las neuronas transportar información
rápidamente y con exactitud para coordinar las acciones de muchas partes del cuerpo de un
animal implicadas, o incluso de todas las neuronas del cuerpo de un organismo, junto con las
células de soportes llamadas células gliales, forman el sistema nervioso que recoge y procesa la
información, la analiza y genera respuestas coordinadas para controlar los comportamientos
complejos.

Neuronas (función, estructura, tipos):

Una neurona debe realizar cuatro funciones:


1. Recibir información del ambiente interno o externo, o de otras neuronas.
2. Procesar esta información, a menudo junto con la de otras fuentes, y producir una señal
eléctrica.
3. Transportar la señal eléctrica, en ocasiones a una distancia considerable, hasta la unión
con otra célula.
4. Transmitir la información a otras células, ya sea a otras neuronas o a las células de
músculos o glándulas.

Aunque las neuronas varían en gran medida en su estructura, en la mayoría de los vertebrados
éstas se encuentran conformadas por cuatro partes diferentes: dendritas, un cuerpo celular, un
axón y terminales sinápticas, que llevan a cabo las cuatro funciones mencionadas.

Las dendritas responden a los estímulos: Las dendritas, formadas por tallos ramificados que
sobresalen del cuerpo celular, realizan la función de “recibir la información”. Sus ramas ofrecen un
área de superficie extensa para recibir las señales, ya sea del ambiente o de otras neuronas. Las
dendritas de las neuronas sensoriales tienen adaptaciones en la membrana que les permiten
producir señales eléctricas en respuesta a estímulos específicos del ambiente externo (como
presión, olor o luz) o interno (como temperatura corporal, pH sanguíneo o la posición de una
articulación). Las dendritas de las neuronas en el cerebro y la médula espinal por lo regular
responden a compuestos químicos conocidos como neurotransmisores, liberados por otras
neuronas.
El cuerpo celular procesa las señales
de las dendritas:
Las señales eléctricas viajan hacia las
dendritas y convergen en el cuerpo
celular de las neuronas, que llevan a
cabo la función de “procesar la
información”. El cuerpo celular
“acumula” o integra las señales
eléctricas que recibe de las dendritas.
Como se verá en breve, algunas de
estas señales son positivas y otras son
negativas. Si su suma es lo bastante
positiva, la neurona produce una señal
eléctrica extensa y rápida conocida
como potencial de acción. El cuerpo
celular contiene también los organelos
encontrados en la mayoría de las
células, como núcleo, retículo
endoplasmático y aparato de Golgi, y
realiza actividades celulares típicas
como la síntesis de moléculas
complejas y la coordinación del
metabolismo celular.

El axón conduce los potenciales de


acción por largas distancias: En una
neurona típica, una fibra larga llamada
axón se extiende hacia fuera del cuerpo
celular. El axón conduce los potenciales
de acción del cuerpo celular a las
terminales sinápticas en el extremo del
axón, donde entra en contacto con
otras células. Los axones individuales
pueden extenderse desde tu médula espinal hasta tus dedos del pie, una distancia aproximada de
un metro, por lo que las neuronas son las células más largas del cuerpo. Por lo regular, los
axones están unidos en los nervios, de modo muy similar a los alambres unidos en un cable
eléctrico. En los vertebrados, los axones unidos en los nervios surgen del cerebro y la médula
espinal y se extienden a todas las regiones del cuerpo.

En las sinapsis, las señales son transmitidas de una célula a otra: El sitio donde una neurona
se comunica con otra célula se conoce como sinapsis. Una sinapsis típica consiste en (1) la
terminal sináptica, que es un ensanchamiento en el extremo de un axón de la neurona
“transmisora”; (2) una dendrita o cuerpo celular de una neurona “receptora”, célula muscular o
glandular y (3) una pequeña brecha que separa ambas células. La mayoría de las terminales
sinápticas contiene neurotransmisores liberados en respuesta a un potencial de acción que llega
a la terminal. La membrana plasmática de estas neuronas receptoras porta los receptores que se
unen a los neurotransmisores y estimulan una respuesta en esta célula. Por tanto, en una
sinapsis, la salida de la primera célula se convierte en la entrada de la segunda.
Tipos de neuronas:

1. Según su función
Las neuronas siempre cumplen con la función de transmitir señales químicas, aunque la
finalidad de estas puede variar, por lo que se clasifican de la siguiente manera.
1.1. Neuronas sensoriales
Las neuronas sensoriales son aquellas que transmiten las señales eléctricas desde los órganos
sensoriales hasta el sistema nervioso central, es decir, el cerebro. Por lo tanto, son las neuronas
que, partiendo desde los órganos de la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído, envían la
información al cerebro para que sea interpretada.
1.2. Neuronas motoras
Las neuronas motoras o motoneuronas tienen el flujo de dirección inverso, es decir, estas envían
la información desde el sistema nervioso central hasta los órganos y tejidos encargados del
movimiento voluntario e involuntario. Las neuronas motoras permiten tanto que movamos las
piernas cuando lo deseemos como que el corazón lata sin pensar en ello.
1.3. Interneuronas
Las interneuronas tienen un flujo de información que solo se da entre neuronas y cumplen con las
funciones más complejas del sistema nervioso. Su naturaleza continúa siendo un misterio,
aunque se sabe que intervienen en los pensamientos, los recuerdos, los actos reflejo, los
razonamientos…
2. Según su morfología
Por regla general, toda neurona tiene tres partes básicas: el soma (cuerpo de la neurona
donde está el núcleo y de donde se prolongan las otras partes), el axón (filamento a través del
que se transmiten los impulsos nerviosos) y las dendritas (pequeñas prolongaciones que rodean
el soma y que captan los neurotransmisores).
Pese a ello, pueden adoptar muchas formas distintas. A continuación vamos a ver los principales
tipos de neuronas dependiendo de su estructura.
2.1. Neuronas unipolares
Las neuronas unipolares son propias de los animales invertebrados, es decir, los humanos no las
tenemos. Se trata de neuronas más sencillas en cuanto a su estructura, pues el soma no tiene
dendritas. El axón cumple tanto con la función de transmitir los impulsos eléctricos como de
detectar la presencia de neurotransmisores.
2.2. Neuronas pseudounipolares
Las neuronas pseudounipolares sí que se encuentran en animales superiores y, pese a que
puedan parecer que sean unipolares, lo cierto es que en la punta del axón hay una bifurcación,
dando lugar a dos prolongaciones. Una actúa transmitiendo los impulsos eléctricos y otra
recibiendo la información. Son las neuronas más comunes en el sentido del tacto y de la
percepción del dolor.
2.3. Neuronas bipolares
Las neuronas bipolares tienen un axón que transmite los impulsos eléctricos y una dendrita (pero
solo una) que se encarga de captar los neurotransmisores durante la sinapsis. Están
especialmente presentes en la retina, cóclea, vestíbulo y mucosa olfatoria, es decir, participando
en los sentidos de la vista, oído y olfato.
2.4. Neuronas multipolares
Las neuronas multipolares son las más abundantes y, precisamente por ello, es la morfología que
se nos viene a la cabeza cuando hablamos de neuronas. Las multipolares tienen un axón que
transmite las señales eléctricas y muchas dendritas encargadas de captar los neurotransmisores.
3. Según el tipo de sinapsis
Tan importante es excitar la funcionalidad de las neuronas como inhibirlas, pues las
neuronas no pueden estar enviando constantemente información y señales químicas. También
deben detenerse cuando sea necesario.
Por lo tanto, hay neuronas que, con sus conexiones, consiguen hacer que las otras se exciten y
empiecen a enviar impulsos al sistema nervioso central o a los órganos motores, mientras que
hay otras que “frenan” a las demás para que no se sobreexciten, pues no tienen que estar
siempre activas.
3.1. Neuronas excitatorias
Son las neuronas cuya sinapsis va enfocada a que la siguiente neurona de la red se active y siga
transmitiendo un impulso eléctrico para continuar el envío del mensaje. Es decir, son las neuronas
que producen unos neurotransmisores que actúan como “detonantes” de la funcionalidad de la
neurona siguiente.
Más del 80% de las neuronas son de este tipo, pues son las encargadas de transmitir la
información tanto desde los órganos sensoriales hasta el sistema nervioso central como del
cerebro hasta los órganos y tejidos motores.
3.2. Neuronas inhibitorias
Son las neuronas cuya sinapsis va enfocada a que la siguiente neurona de la red siga estando
inactiva o que deje de estar excitada. Las neuronas inhibitorias son las que fabrican unos
neurotransmisores que actúan como “calmantes” para las siguientes neuronas, es decir, frenan su
actividad o evitan que se exciten.
Esto es importante para asegurar que el cerebro no reciba informaciones erróneas y que los
mensajes a los músculos motrices se transmitan incorrectamente.
3.3. Neuronas moduladoras
Las neuronas moduladoras ni excitan ni inhiben la funcionalidad de otras neuronas, sino que
regulan el modo en el que estas realizan la sinapsis. Es decir, “controlan” la manera en el que las
otras neuronas se comunican entre sí.

Células gliales (astrocitos, oligondresitos, microguiales):

Las células gliales son células de soporte que protegen a las neuronas y las mantienen unidas. El
conjunto de células gliales recibe el nombre de glía o neuroglia. Las células gliales continúan
creciendo después del nacimiento y a medida que envejecemos su número va disminuyendo. De
hecho, las células gliales pasan por más cambios que las neuronas. Existen más células gliales
que neuronas en nuestro cerebro. Específicamente, algunas células gliales transforman sus
patrones de expresión génica con la edad. Por ejemplo, qué genes se activan o desactivan
cuando se llega a los 80 años. Principalmente cambian en área cerebrales como el hipocampo
(memoria) y la sustancia negra (movimiento). Incluso la cantidad de células gliales en cada
persona se puede utilizar para deducir su edad. Las principales diferencias entre las neuronas y
las células gliales es que estas últimas no participan de forma directa en las sinapsis y señales
eléctricas. También son más pequeñas que las neuronas y no tienen axones ni dendritas.
Las neuronas poseen un metabolismo muy alto, pero no pueden almacenar nutrientes. Por eso
necesitan un constante suministro de oxígeno y nutrientes. Esta es una de las funciones que
realizan las células gliales; sin ellas, nuestras neuronas morirían.

Funciones
Las principales funciones de las células gliales son las siguientes:
Potencian las sinapsis (conexiones) neuronales
Ciertos estudios han manifestado que si no hay células gliales las neuronas y sus conexiones
fallan. Por ejemplo, en un estudio con roedores, se observó que las neuronas por si solas hacían
muy pocas sinapsis.
Sin embargo, cuando añadían una clase de células gliales llamadas astrocitos, la cantidad de
sinapsis aumentaba notablemente y la actividad sináptica se incrementaba 10 veces más.
También han descubierto que los astrocitos liberan una sustancia conocida como
trombospondina, que facilita la formación de sinapsis neuronales.
Contribuyen a la poda neuronal
Cuando nuestro sistema nervioso se está desarrollando, se crean neuronas y conexiones
(sinapsis) de sobra. En una etapa posterior del desarrollo, las neuronas y conexiones sobrantes
se recortan, lo que se conoce como poda neuronal.
Parece ser que las células gliales estimulan esta tarea junto con el sistema inmune. Es cierto que
en algunas enfermedades neurodegenerativas se da una poda patológica, debido a las funciones
anómalas de la glía. Esto ocurre, por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer.
Participan en el aprendizaje
Algunas células gliales recubren a los axones, formando una sustancia llamada mielina. La
mielina es un aislante que hace que los impulsos nerviosos viajen a mayor velocidad.
En un ambiente en el que se estimula el aprendizaje, el nivel de mielinización de las neuronas
aumenta. Por tanto, se puede decir que las células gliales promueven el aprendizaje.
Otras funciones
– Mantener unido al sistema nervioso central. Estas células se encuentran alrededor de las
neuronas y las mantienen fijas en su sitio.
– Las células gliales atenúan los efectos físicos y químicos que pueden tener el resto del
organismo sobre las neuronas.
– Controlan el flujo de nutrientes y otras sustancias químicas necesarias para que las neuronas
intercambien señales entre sí.
– Aíslan a unas neuronas de otras evitando que los mensajes neuronales se mezclen.
– Eliminan y neutralizan los desechos de neuronas que han muerto.

Tipos de células gliales:


Astrocitos:
Son las células gliales más abundantes y se denominan de esta manera por su forma estrellada.
Se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Son neuroglia en forma de estrella que reside
en las células endoteliales del SNC que forman la barrera hematoencefálica. Esta barrera
restringe qué sustancias pueden ingresar al cerebro. Los astrocitos protoplasmáticos se
encuentran en la sustancia gris de la corteza cerebral, mientras que los astrocitos fibrosos se
encuentran en la sustancia blanca del cerebro. Otras funciones de los astrocitos incluyen el
almacenamiento de glucógeno, la provisión de nutrientes, la regulación de la concentración de
iones y la reparación de neuronas.
Funciones de los astrocitos
 Suministro de nutrientes a las neuronas: ejercen de enlace entre el sistema circulatorio
(donde se encuentran los nutrientes que las neuronas necesitan) y las neuronas.
 Soporte estructural: se encuentran entre las neuronas y proporcionan soporte físico a las
neuronas y consistencia en el encéfalo.
 Reparación y regeneración: las células gliales mantienen su capacidad de dividirse a lo
largo de la vida (algo que no pueden hacer las neuronas). Cuando se produce una lesión
en el SNC los astrocitos proliferan y emiten un número de prolongaciones (estos cambios
se denominan gliosis). Los astrocitos limpian la zona lesionada, ingiriendo y digiriendo los
restos de neuronas mediante fagocitosis. Además, los astrocitos proliferan para «llenar el
vacío» dejado por la lesión. Por otra parte, los astrocitos podrían tener un papel muy
importante en la regeneración de las neuronas debido a que liberan diversos factores de
crecimiento.
 Separación y aislamiento: actúan como una barrera entre las neuronas sobre la difusión
de diferentes sustancias como los iones o los neurotransmisores (los astrocitos aislan las
sinapsis impidiendo la dispersión del neurotransmisor liberado por los botones terminales).
 Captación de transmisores químicos: los astrocitos pueden captar y almacenar
neurotransmisores.

Oligodendrocitos
Los oligodendrocitos son estructuras del sistema nervioso central que envuelven algunos axones
neuronales para formar una capa aislante conocida como vaina de mielina. La vaina de mielina,
compuesta de lípidos y proteínas, funciona como un aislante eléctrico de los axones y promueve
una conducción más eficiente de los impulsos nerviosos.
Este tipo de célula glial proporciona soporte a las prolongaciones de las neuronas (axones) y
produce mielina. La mielina es una sustancia que recubre a los axones aislándolos. Así, evita que
la información se extienda a neuronas cercanas.
La mielina sirve para que los impulsos nerviosos viajen más rápidamente a través del axón. No
todos los axones están cubiertos de mielina.
Un axón mielinizado se asemeja a un collar de cuentas alargadas, ya que la mielina no se
distribuye de forma continua. Más bien, se distribuye en una serie de segmentos existiendo entre
ellos partes sin cubrir.
Un solo oligodendrocito puede producir hasta 50 segmentos de mielina. Cuando se desarrolla
nuestro sistema nervioso central, los oligodendrocitos producen unas prolongaciones que
posteriormente se enrollan repetidas veces alrededor de un trozo de axón, produciendo así las
capas de mielina.
Las partes que no están mielinizadas de un axón se denominan nódulos de Ranvier, por su
descubridor.
Hay enfermedades autoinmunitarias que destruyen la capa de mielina: en la esclerosis múltiple
las células que forman la mielina no son reconocidas por el organismo como propias y son
destruidas. Esta enfermedad es progresiva, y según la cantidad y función de neuronas que
pierden la mielina las consecuencias serán más o menos graves.

Microglia
Las microglías son células extremadamente pequeñas del sistema nervioso central que eliminan
los desechos celulares y protegen contra microorganismos (bacterias, virus, parásitos, etc.). Se
piensa que las microglías son macrófagos, un tipo de glóbulo blanco que protege contra la
materia extraña. También ayudan a reducir la inflamación mediante la liberación de citoquinas
antiinflamatorias.
Funciones de la microglía:
En condiciones normales, el número de células de microglía es pequeño, pero cuando se produce
una lesión o inflamación del tejido nervioso, estas células proliferan rápidamente (al igual que lo
hacen los astrocitos) y migran hacia la zona de la lesión para fagocitar los restos celulares,
fragmentos de mielina o neuronas lesionadas.
La microglía actúa como una célula fagocítica y protege el cerebro de microorganismos invasores.

Células de schwaman:

Se ubican en el SNP y cumplen la función de soporte y regulación de los axones. Existen


dos tipos las MIELINIZANTES que forman las vainas de mielina alrededor del axón y las
NO MIELINIZANTES que acompañan a los axones amielinicos del SNP.
En el SNP, cada célula de Schawnn forma un único segmento de mielina para un único axón.
En el sistema nervioso periférico (SNP), las células de Schawnn hacen las mismas funciones que
las diferentes células gliales del SNC. Estas funciones son las siguientes:

 Como los astrocitos, se sitúan entre las neuronas.


 Como la microglia, fagocitan los restos en el caso de una lesión en los nervios periféricos.
 Como los oligodendrocitos, una de las principales funciones de las células de Schawnn es
formar la mielina alrededor de los axones del SNP. Cada célula de Schawnn forma un
único segmento de mielina para un único axón.

Diferencia del gradiente iónico en las neuronas:

La permeabilidad del potasio produce el potencial de reposo:


El potencial de reposo se basa en un equilibrio entre los gradientes químicos y eléctricos, y se
mantiene mediante el transporte activo y una membrana selectivamente permeable a
iones específicos. Los iones del citoplasma consisten sobre todo de iones potasio con carga
positiva (K+) y grandes moléculas orgánicas con carga negativa como ATP y proteínas, que no
pueden salir de la célula. Fuera de la célula, el líquido extracelular contiene más que nada iones
sodio con carga positiva (Na+) y iones cloruro con carga negativa (Cl-). Las gradientes de
concentración de Na+ y K+ se conservan mediante una proteína de transporte activo en la
membrana plasmática llamada bomba de sodio-potasio (Na +-K+), que bombea simultáneamente
K+ hacia dentro de la célula y Na+ hacia el exterior de la misma. En una neurona no estimulada,
sólo K+ puede cruzar la membrana plasmática, viajando a través de proteínas de membrana
específicas llamadas canales de K+ en reposo. En la membrana también hay canales de Na + y K+
con “puertas de voltaje”; como su nombre lo dice, tienen “puertas” en sus poros que se abren o se
cierran debido al voltaje que cruza la membrana plasmática. En una neurona no estimulada, estos
canales de Na+ y K+ con puertas de voltaje se cierran. Como la concentración de K + es más alta
en el interior de la célula que en su exterior, el K + se difunde fuera de la célula a través de los
canales de K+ en reposo, dejando atrás los iones orgánicos con carga negativa. Conforme el
interior de la célula adquiere una carga cada vez más negativa, el K + es atraído eléctricamente de
regreso a la célula. Con el tiempo, el voltaje negativo dentro de la célula se vuelve lo
suficientemente alto para que el índice de K + que sale quede exactamente equilibrado con el
índice de K+ que regresa mediante la atracción eléctrica. Este voltaje negativo es el potencial de
reposo.

Trasmisión del impulso nervioso: Un estímulo captado por neuronas sensitivas


desencadena una explosión de actividades eléctricas que se propaga rápidamente a lo
largo de toda la membrana de la neurona, esta onda viajera la llamamos potencial de acción o
impulso nervioso.

Los cambios en la permeabilidad al sodio y al potasio producen el potencial de acción


Los potenciales de acción ocurren cuando el potencial de reposo cambia, volviéndose menos
negativo y alcanzando el voltaje del umbral (casi siempre alrededor de 10 a 20 mV menos
negativo que el potencial de reposo). En el umbral, los canales de Na + con puertas de voltaje se
abren, lo que permite un influjo rápido de Na + y hace que el interior de la neurona sea positivo.
Los canales de Na+ con puertas de voltaje permanecen abiertos muy poco tiempo y luego se
cierran en forma espontánea. Mientras tanto, los canales de K + con puertas de voltaje se abren,
permitiendo que el K+ fluya hacia fuera de la célula, restaurando el potencial de reposo negativo.

Los potenciales de acción son conducidos a través de los axones sin cambiar la amplitud
Los potenciales de acción son todo o nada: si la neurona no llega al umbral, no habrá potencial de
acción; si llega al umbral, ocurrirá un potencial de acción completo y viajará a todo lo largo del
axón. Por lo general, un potencial de acción se inicia en el punto en que el axón sale del cuerpo
celular de una neurona. Cuando el Na+ entra en el axón, su carga positiva repele otros iones con
carga positiva en el citoplasma del axón. Imagina una mesa de billar con una docena de bolas
alineadas en fila, tocándose entre sí. Si golpeas una bola en uno de los extremos con el taco, la
bola en el extremo opuesto sale disparada al instante, mientras que las bolas en el centro
permanecen en su lugar. De modo similar, cuando el Na + entra durante un potencial de acción, su
carga positiva repele otros iones con carga positiva a lo largo del axón, provocando casi al
instante que el potencial de las áreas cercanas se vuelva más positivo y supere el umbral. Esto
hace que los canales de Na+ en estas áreas cercanas se abran, iniciando un nuevo potencial de
acción. El Na+ entra en estos nuevos lugares ligeramente más allá de ese punto en el axón,
iniciando otra vez todo el proceso. Como un nuevo potencial de acción completo se produce una
y otra vez a lo largo de todo el axón, éste viaja hasta su extremo sin perder voltaje. Cuando la
onda de cargas positivas pasa por un punto determinado a lo largo del axón, se restaura el
potencial de reposo mientras los canales de K + con puertas de voltaje se abren y el K+ fluye hacia
el exterior. Sólo se intercambia una fracción diminuta del total de K + y Na+ dentro y alrededor de la
neurona durante cada potencial de acción, de modo que los gradientes de concentración de K + y
Na+ no cambian de manera notoria. A largo plazo (de minutos a horas), la actividad de la bomba
de Na+-K+ mantiene la concentración de gradientes de ambos iones.

La velocidad a la que el potencial de acción viaja varía en gran medida entre los axones. En
general, cuanto más grueso sea el axón, el potencial de acción se mueve con mayor rapidez. Una
forma mucho más eficaz de acelerar la conducción es cubrir el axón con un aislante constituido
de lípidos conocido como mielina. La mielina está formada por células gliales, oligodendrocitos
en el cerebro y la médula espinal, y células de Schwann en el resto del cuerpo, que envuelven el
axón cubriéndolo con varias capas de membrana plasmática aislante, con muy poco citoplasma
entre sí. Cada capa de mielina cubre alrededor de 0.2 a 2 mm del axón, dejando segmentos
cortos de axón descubiertos, conocidos como nodos. En vez de viajar de manera continua pero
muy lenta por el axón —casi siempre alrededor de 1 a 2 metros por segundo—, los potenciales de
acción en los axones cubiertos con mielina “saltan” con rapidez de un nodo a otro, viajando a una
velocidad de 3 a 100 metros por segundo.

Sinapsis:
El potencial de acción como es un paquete de información que se mueve hacia abajo del axón.
Una vez que llega a la terminal sináptica, esta información debe transmitirse a otra célula, ya sea
otra neurona o una célula en un músculo o glándula. En las que se conocen como sinapsis
eléctricas, la actividad eléctrica puede pasar directamente de una neurona a otra a través de
espacios que conectan el interior de las células. En el corazón, las sinapsis eléctricas
interconectan las células del músculo cardiaco, ayudando a producir actividad eléctrica
coordinada y, por tanto, la contracción del corazón. Aunque las sinapsis eléctricas ocurren en
muchos lugares del cerebro de los mamíferos, todavía no se comprende bien su importancia en la
función cerebral. Con mucha frecuencia, las neuronas utilizan sustancias químicas para
comunicarse entre sí o con células de músculos o glándulas. Aquí, el análisis se limitará a estas
sinapsis químicas. En el lenguaje común, la palabra transmitir significa “enviar algo”, y eso es
exactamente lo que sucede en una sinapsis, donde la terminal sináptica de una neurona se une a
la dendrita de otra. Las dos neuronas en realidad no se tocan en una sinapsis: un espacio
diminuto, la hendidura sináptica, separa a la primera (neurona presináptica) de la segunda
(neurona postsináptica). La neurona presináptica envía moléculas neurotransmisoras a través de
este espacio hasta la neurona postsináptica. Se sintetizan distintas neuronas y responden a una
amplia variedad de neurotransmisores. Una terminal sináptica contiene numerosas vesículas,
cada una llena de moléculas neurotransmisoras. Al iniciarse un potencial de acción, éste viaja a
través de un axón hasta llegar a la terminal sináptica. El interior de la terminal se carga
positivamente, lo que inicia una cascada de cambios que hace que algunas de estas vesículas
liberen neurotransmisores en la hendidura sináptica. (En realidad, la liberación de
neurotransmisores es un caso especializado de exocitosis). La superficie exterior de la membrana
plasmática de la neurona postsináptica, justo del otro lado de la hendidura sináptica, está repleta
de proteínas receptoras que se especializan en unirse a los neurotransmisores liberados por la
neurona presináptica. Las moléculas neurotransmisoras se extienden por toda la hendidura y se
unen a estos receptores.

Cuando un potencial de acción llega a una terminal presináptica, la carga positiva dentro de la
terminal abre un nuevo grupo de canales de iones con puertas de voltaje, los cuales son
selectivamente permeables al calcio (Ca2+). La concentración de Ca2+ fuera de la terminal es
aproximadamente 10 mil veces más alta que la concentración en el interior. Por tanto, el Ca 2+
entra en la terminal, donde activa una serie de proteínas que provocan que los neurotransmisores
que contienen vesículas se fundan con la membrana presináptica y liberen su neurotransmisor en
la hendidura sináptica. Los neurotransmisores se dispersan a través de la hendidura y se unen a
las proteínas receptoras en la célula postsináptica. Por lo regular, lo anterior tiene uno de dos
efectos. En algunas sinapsis, el resultado de la unión neurotransmisor-receptor es similar a lo que
sucede cuando una hormona péptida se une a su receptor: se sintetizan los mensajeros
intracelulares, y cambia el metabolismo de la célula postsináptica. Sin embargo, en la
mayoría de las sinapsis, las proteínas receptoras se encuentran unidas a canales de iones, y la
unión de neurotransmisores abre los canales. Si los canales son permeables al Na +, el Na+ se
difunde a lo largo de su gradiente de concentración hacia la neurona postsináptica, haciendo que
la célula sea menos negativa. Si la neurona postsináptica se vuelve suficientemente menos
negativa, puede llegar al umbral y producir un potencial de acción. Como “excitan” a la célula
postsináptica, estos cambios de voltaje se conocen como potenciales postsinápticos de excitación
(PPSE). Si los canales son permeables al K+, el K+ se difunde fuera de la célula, volviéndola más
negativa. El hecho de que la célula sea más negativa inhibe la producción de potenciales de
acción en la célula postsináptica, de modo que el cambio de voltaje se llama potencial
postsináptico de inhibición (PPSI).

Sistema nervioso en invertebrados (red difusa, sistema cordal, sistema radial, sistema
ganglionar):

El sistema nervioso de animales invertebrados es muy simple y depende del funcionamiento


coordinado y preciso de muchas NEURONAS que trasmiten información utilizando una
combinación de señales eléctricas y químicas. A medida que se asciende en la escala evolutiva,
se hace más complejo. En los más evolucionados las neuronas tienden a concentrarse en la
región cefálica, formando los ganglios cerebrales. Es la cefalización.
Las neuronas transportan información para coordinar las acciones y procesos fisiológicos
de muchas partes del cuerpo de un animal. Los ganglios son el resultado de la fusión de
los somas (cuerpos de las neuronas). Los cerebros son el resultado de la fusión de
ganglios nerviosos, entonces podemos describir de esta manera como poco a poco
el sistema nervioso fue haciéndose más complejo. El sistema nervioso de los invertebrados es
relativamente sencillo, aunque presenta distinto grado de complejidad en los distintos
grupos. Así, se distinguen los siguientes niveles de organización:

Red difusa: La organización básica del sistema nervioso en los cnidarios es una red nerviosa
difusa formada por células nerviosas localizadas en la epidermis, en las que el impulso nervioso
se expande en todas direcciones, no hay órganos nerviosos de control, pero en algunas especies
se muestran condensados longitudinales, como el "axón gigante" en el tallo de algunos
sifonóforos, mientras que otros muestran condensadas circulares como los anillos en las
hidromedusas semejando distribuciones vistas en los cicloneuros.
Los ctenóforos cuentan con una red de plexos que tienden a condensarse en forma de anillo en
torno a la región bucal así como estructuras tales como las hileras de peines, faringe, tentáculos
(si existen) y el complejo sensorial alejado de la región bucal.

Sistema cordal: Aunque ya presentan las primeras características del sistema nervioso
hiponeuro este aun es difuso. Presentan ya un mayor conglomerado de células nerviosas en la
región anterior dando el primer indicio de cefalización en el reino animal. Estos ganglios
cerebroides se continúan con los cordones nerviosos característicos de los hiponeuros llamados
cadenas ganglionares de las que a su vez parten ramas formando una red ganglionar (patrón en
escalera). Asimismo, en la región anterior suelen contar con la presencia de fotorreceptores
llamados ocelos. el cuerpo. Este tipo de organización es típico de Platelmintos y Nematodos.
Sistema Radial: es típico de los Equinodermos, alrededor del esófago se sitúa un cordón
nervioso en forma de anillo llamado anillo periesofágico del que parten cinco nervios radiales
hacia todas las partes del cuerpo.

Sistema ganglionar: En este modelo el sistema nervioso se localiza en la zona ventral del
cuerpo, en el mismo plano donde se sitúa la boca. Está formado por ganglios, que son
aglomeraciones de neuronas, y cordones nerviosos, que están formados por las prolongaciones
de las neuronas.

En Moluscos aparece un anillo periesofágico, en torno al tubo digestivo, con tres ganglios
cerebroideos. De esta zona sale un par de cordones nerviosos que inervan el pie y otro par la
masa visceral. En Cefalópodos el sistema nervioso es más evolucionado y sólo posee dos
cordones nerviosos que parten de un cerebro muy avanzado.
En Anélidos existen dos ganglios cerebroideos unidos. Estos ganglios se continúan por una
cadena ganglionar ventral formada por fusión de los pares de ganglios en cada metámero, por lo
que pierde el aspecto de "escalera de nudos".
En Artrópodos el sistema nervioso aumenta la concentración ganglionar, principalmente en la
zona cefálica, debido al desarrollo de los órganos de los sentidos. Aparece un cerebro formado
por tres ganglios unidos, llamados Protocerebro, que inerva los ojos, Deutocerebro, que recibe la
información de las antenas y los órganos olfatorios, y Tritocerebro, que controla las piezas
bucales. Después de este tercer ganglio continúa una cadena ganglionar ventral muy
concentrada, que controla, de forma independiente del cerebro, las partes del cuerpo.

Sistema nervioso en vertebrados: El sistema está formado por un tubo que se ensancha en la
zona anterior del animal, en la cabeza, y continúa a lo largo de la zona dorsal, la espalda, del
animal. La zona anterior ensanchada es el encéfalo y la continuación del tubo recibe el nombre de
médula espinal. De esta estructura central, sistema nervioso central, parten los nervios y ganglios,
que inervan todo el cuerpo y que forman el sistema nervioso periférico. El SNC es una estructura
extremadamente compleja que recoge millones de estímulos por segundo desde el
SNP, que procesa y memoriza, adaptando las respuestas del cuerpo a las condiciones internas o
externas.
Las capacidades que facilita un sistema nervioso tan perfecto como el que poseen los
vertebrados hace que sean animales muy versátiles. Ver y mirar con precisión, olfatear y
reconocer los olores, oír e, incluso, entender son tareas que suponen la existencia previa de un
sistema nervioso complejo.

La médula espinal y el cerebro constituyen el sistema nervioso central (SNC). El SNC recibe y
procesa la información sensorial, genera los pensamientos y dirige las respuestas. El SNC
consiste sobre todo de interneuronas. El cerebro y la médula espinal se encuentran protegidos del
daño físico de tres maneras. La primera línea de defensa es una armadura ósea, que consiste en
el cráneo, que rodea el cerebro, y una cadena de vértebras que protege la médula espinal.
Debajo de los huesos se encuentran tres capas de tejidos conectivos llamados meninges. Entre
las capas de las meninges, el líquido cerebroespinal, un líquido claro similar al plasma sanguíneo,
protege al cerebro y la médula espinal y nutre a las células del SNC. El cerebro también está
protegido de químicos dañinos potenciales en el torrente sanguíneo porque las paredes de los
capilares cerebrales son mucho menos permeables que los capilares en el resto del cuerpo. Esta
barrera de sangre cerebral transporta de manera selectiva los materiales necesarios hacia el
cerebro, al tiempo que deja fuera muchas sustancias peligrosas. En general, la barrera de sangre
cerebral evita que las sustancias solubles en agua difundan de la sangre hacia el cerebro, pero
muchas sustancias solubles en lípidos pueden difundirse a través de las paredes de los capilares.

El sistema nervioso periférico une al sistema nervioso central con el resto del cuerpo. Los nervios
del sistema nervioso periférico conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo,
incluidos músculos, glándulas, órganos sensoriales y los sistemas digestivo, respiratorio, urinario,
reproductor y circulatorio. Los nervios periféricos contienen axones de neuronas sensoriales, los
cuales llevan información sensorial al sistema nervioso central de todas las partes del cuerpo.
(Quizá pienses que estas fibras deberían llamarse dendritas, porque transportan información
hacia el cuerpo celular. Sin embargo, los neurobiólogos las llaman axones porque son largas y
conducen potenciales de acción.) Los nervios periféricos contienen también los axones de las
neuronas motrices que transportan señales del sistema nervioso central a las glándulas y
músculos. La porción motriz del sistema nervioso periférico está formada por dos partes:
el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo.

SNC (encéfalo, cerebro, cerebelo, di encéfalo, tálamo, hipotálamo, tronco cerebral):

El encéfalo se conforma de varias estructuras que realizan funciones específicas. El cerebro de


todos los vertebrados tiene tres partes principales: el romboencéfalo, el mesencéfalo y el
prosencéfalo. Los científicos creen que en los primeros vertebrados estas tres divisiones
anatómicas también eran divisiones funcionales: el romboencéfalo regulaba las conductas
automáticas como la respiración y el ritmo cardiaco, el mesencéfalo controlaba la visión y el
prosencéfalo se ocupaba más que nada del sentido del olfato. En los vertebrados no mamíferos,
las tres divisiones siguen siendo prominentes. Sin embargo, en los mamíferos, sobre todo en los
seres humanos, las regiones del cerebro se modificaron en forma significativa. Algunas redujeron
su tamaño; otras, en especial el prosencéfalo, crecieron mucho.

El romboencéfalo está conformado por el bulbo raquídeo, el puente de Varolio y el cerebelo. En


los seres humanos y otros mamíferos, el romboencéfalo consta del bulbo raquídeo, el puente de
Varolio y el cerebelo. Tanto en su estructura como en su función, el bulbo raquídeo es muy similar
a una extensión ensanchada de la médula espinal. Al igual que ésta, el bulbo raquídeo tiene
cuerpos celulares neuronales en el centro, rodeados por una capa de axones mielinizados.
Controla varias funciones automáticas, como la respiración, el ritmo cardiaco, la presión arterial y
la deglución. Ciertas neuronas en el puente de Varolio, localizadas justo arriba del bulbo
raquídeo, parecen influir en las transiciones entre el sueño y la vigilia y entre las diferentes etapas
del sueño. Otras neuronas en el puente de Varolio influyen en la velocidad y en el patrón de la
respiración. El cerebelo es crucial para coordinar los movimientos del cuerpo. Recibe información
tanto de los centros de comando en el prosencéfalo que controlan el movimiento como de los
sensores de posición en los músculos y articulaciones. Al comparar la información de estas dos
fuentes, el cerebelo guía los movimientos suaves y precisos y la posición del cuerpo. El cerebelo
participa también en el aprendizaje motriz. Cuando aprendes a escribir, a lanzar un balón o a
tocar la guitarra, tu prosencéfalo dirige tus movimientos, con cierta torpeza. Una vez que
adquieres experiencia, tu prosencéfalo sigue “decidiendo” qué hacer (por ejemplo, hacia dónde
lanzar el balón), pero tu cerebelo se hace más responsable de garantizar que las acciones se
realicen de manera apropiada. No es sorprendente que el cerebelo sea especialmente grande en
los animales cuyas actividades requieren de una coordinación de movimientos finos o de
maniobras aéreas, como es el caso de los murciélagos y las aves. El mesencéfalo contiene
grupos de neuronas que contribuyen al movimiento, la excitación y la emoción.

El mesencéfalo es muy pequeño en los humanos. Contiene un centro de recepción auditiva y


grupos de neuronas que controlan los movimientos reflejos de los ojos. Por ejemplo, si estás
sentado en clase y alguien entra corriendo por la puerta, los centros en tu mesencéfalo son
alertados y dirigen tu mirada hacia el nuevo y potencialmente interesante o amenazante estímulo
visual. El mesencéfalo también contiene neuronas que producen el neurotransmisor dopamina.
Uno de estos grupos de neuronas, llamado sustancia nigra, ayuda a controlar el movimiento. Otro
grupo es una parte esencial del “circuito del placer” responsable de las sensaciones placenteras
y, por desgracia, de la adicción. Por último, el mesencéfalo contiene una parte de la formación
reticular. Ésta consta de docenas de grupos de neuronas interconectados en el bulbo raquídeo, el
puente de Varolio y el mesencéfalo, que envían axones al prosencéfalo. Estas neuronas reciben
información prácticamente de todos los sentidos, de todas las partes del cuerpo y de muchas
áreas del cerebro. La formación reticular desempeña un papel importante en el sueño y la vigilia,
la emoción, el tono muscular, y algunos movimientos y reflejos. Filtra los datos sensoriales antes
de que lleguen a las regiones conscientes del cerebro, aunque la selectividad del filtrado parecen
establecerla centros del cerebro más altos, como aquellos que controlan el pensamiento
consciente. Las actividades de la formación reticular te permiten leer y concentrarte en presencia
de gran variedad de estímulos distractores, como la música de tu estéreo y el olor del café. El
hecho de que una madre se despierte con sólo oír el llanto suave de su bebé, pero duerma a
pesar del ruido del tránsito fuera de su ventana, atestigua la efectividad de la formación reticular
al filtrar la información hacia el cerebro.

El prosencéfalo incluye al tálamo, al hipotálamo y al cerebro. El tálamo es una estación de


transmisión compleja que canaliza la información sensorial de todas las partes del cuerpo hacia la
corteza cerebral. De hecho, la información proveniente de todos los sentidos, excepto del olfato,
pasa a través del tálamo en su camino hacia la corteza cerebral. Las señales que viajan de la
médula espinal, el cerebelo, el bulbo raquídeo, el puente de Varolio y la formación reticular
también pasan por el tálamo. El hipotálamo (literalmente, “debajo del tálamo”) contiene varios
grupos de neuronas. Algunas son células neurosecretoras que liberan hormonas en la sangre o
controlan la liberación de hormonas de la glándula hipófisis. Otras regiones del hipotálamo dirigen
las actividades del sistema nervioso autónomo. El hipotálamo, a través de su producción
hormonal y sus conexiones neurales, mantiene la homeostasis al influir en la temperatura
corporal, el consumo de alimentos, el equilibrio del agua, el ritmo cardiaco, la presión arterial, el
ciclo menstrual y los ritmos circadianos. El cerebro consta de dos hemisferios cerebrales. Cada
uno está compuesto por una corteza cerebral exterior, varios grupos de neuronas debajo de la
corteza cerca del tálamo, y grupos de axones que interconectan ambos hemisferios y conectan
los hemisferios con el mesencéfalo y el romboencéfalo.
Estructuras en el interior del cerebro. Los grupos de neuronas en la amígdala producen
sensaciones de placer, temor o excitación sexual al recibir estímulos. Los seres humanos
conscientes cuya amígdala se estimuló eléctricamente reportan sentimientos de ira o temor. El
daño a la amígdala a temprana edad elimina la habilidad tanto de sentir temor como de reconocer
las expresiones faciales de temor en otras personas. El hipocampo desempeña una función
importante en la formación de la memoria a largo plazo, sobre todo, de lugares; por tanto, es
necesario para el aprendizaje. El hipocampo es evolutivamente muy antiguo; todos los
vertebrados tienen una parte homóloga en el cerebro. Es más, al parecer una región similar al
hipocampo participa en el “aprendizaje de lugares” en la mayoría, si no es que en todos los
vertebrados. Por ejemplo, algunas aves, como los arrendajos y los cascanueces, almacenan
semillas para el invierno y deben recordar dónde están sus provisiones. Estos pájaros tienen un
hipocampo más grande que la mayoría de las otras aves. En los seres humanos, los taxistas de
Londres, quienes deben recordar las calles al parecer aleatorias de la ciudad, tienen hipocampos
más grandes de lo normal, lo que demuestra que el uso puede agrandar partes específicas del
cerebro. Los ganglios basales son estructuras en la profundidad del cerebro, así como la
sustancia nigra en el mesencéfalo. Estas estructuras son importantes en el control general del
movimiento. La parte motriz de la corteza cerebral dirige los movimientos específicos, como las
neuronas que deben activarse para accionar los músculos correctos para recoger una pluma. Los
ganglios basales parecen ser esenciales para la decisión
de iniciar un movimiento en particular y suprimir otros. Dos trastornos importantes de los ganglios
basales ilustran lo anterior con mayor claridad. En la enfermedad de Parkinson, la sustancia nigra
se degenera y a las personas afectadas se les dificulta iniciar un movimiento; es el conocido
fenómeno de la “congelación”. En la enfermedad de Huntington, los ganglios basales en el
cerebro se degeneran y las personas afectadas hacen movimientos involuntarios e indirectos.
Lo que a menudo se conoce como sistema límbico es un grupo diverso de estructuras (incluidos
el hipotálamo, la amígdala y el hipocampo, así como regiones cercanas de la corteza cerebral)
localizado en un anillo entre el tálamo y la corteza cerebral. Estas estructuras ayudan a producir
las emociones y los comportamientos emocionales; entre ellos: temor, enojo, calma, hambre, sed,
placer y respuestas sexuales. Sin embargo, también hay otras regiones del cerebro que participan
en las emociones, como otras partes de la corteza cerebral, el romboencéfalo y quizá hasta la
médula espinal. Como consecuencia, los neurocientíficos no se han puesto de acuerdo sobre las
estructuras que deben incluirse en un sistema límbico “extendido”, ni siquiera en si el concepto es
útil, debido a que hay tantas regiones cerebrales involucradas.

SNP: conformación (receptor, centro nervioso, nervios sensitivos, nervios motores):

El SNP esta formado por nervios motores y sensitivos. Consta de 12 nervios craneales que salen
del encéfalo y 31 pares de nervios raquídeos que salen de la medula.

Receptor: el receptor es una estructura especializada que traduce la energía física en impulso
nerviosos. El receptor puede ser una terminación periférica de una neurona sensorial, o una
estructura u órgano invernado por ella, la cual es sensitiva en especial a una clase dada de
estímulo. Las estructuras sensoriales proveen información sobre el movimiento, el ambiente y el
funcionamiento del cuerpo. Para que se produzca un estimulo se aplica la ley del todo o nada, la
cual dice que un estimulo adecuado es capas de traducir la energía física en impulsos cuando el
estímulo es de suficiente intensidad. Una vez que se estimula el receptor, el impulso eléctrico se
transmite a través de las neuronas aferentes hasta llegar a la corteza sensorial para que se lleve
a cabo el procesamiento perceptual.

Sistema nervioso sensitivo: El sistema sensorial es un conjunto de órganos sensoriales cuya


característica es presentar receptores sensoriales que transforman diversos estímulos externos e
internos en impulsos nerviosos. Los órganos sensoriales altamente especializados permiten a los
organismos captar una amplia gama de señales (información) provenientes del medio ambiente y
del medio interno. Tal información, posteriormente, llega al centro nervioso mediante la vía
nerviosa aferente. Esto es fundamental para que dichos organismos puedan adaptarse a ese
medio.
Los grupos de receptores son capaces de traducir las señales o los estímulos (información) en un
lenguaje que pueda ser manejado por los organismos. Según el tipo de estímulo que excita las
células sensoriales, los receptores pueden ser de tipo mecánico, químico, térmico o luminoso.
Así, por ejemplo, tenemos los siguientes receptores:
- Propioceptores: Son los que median el sentido de la posición del cuerpo y nos permiten conocer
la posición de nuestros miembros cuando tenemos los ojos cerrados. El sentido de la posición
depende, principalmente, de los husos musculares, que son los encargados de detectar la
longitud de cada músculo y, por tanto, el ángulo de flexión o de extensión de las articulaciones.
En esa acción, también participan los receptores existentes en las articulaciones, pero los husos
musculares parecen ser más importantes para el sentido de la posición. Por su parte, los
receptores tendinosos de Golgi proporcionan información sobre la fuerza de contracción de los
músculos.
- Mecanorreceptores cutáneos: Se estimulan por la presión que se ejerce sobre la piel. Dicha
presión deforma la piel y estira las terminaciones nerviosas que están incluidas en ella. Ese
estiramiento es el encargado de abrir canales iónicos en la membrana de las terminaciones, que
luego se despolarizan y envían potenciales de acción al sistema nervioso central. Estos
receptores también se estimulan por una vibración, que consiste en una presión de variación
rápida. En la piel, tal como se muestra en la imagen inferior, existen los siguientes cuatro tipos de
mecanorreceptores, que tienen distintos tamaños de campo y distinta velocidad de adaptación: de
Merkel, de Meissner, de Pacini y de Ruffini.

Nociceptores polimodales: Se estimulan indistintamente por estímulos nociceptivos mecánicos


(presión intensa), térmicos (temperaturas extremas) y químicos (substancias químicas que se
liberan en la piel cuando se produce una lesión, entre ellos el potasio, los ácidos o los mediadores
de la inflamación, como la bradikinina). Estos receptores son terminaciones de fibras amielínicas
(tipo C). También existen nociceptores en las vísceras, que son principalmente fibras de tipo C.
Estos últimos responden a distintos tipos de estímulo según la víscera de la que se trate, así, por
ejemplo, en las vísceras huecas (intestino, uréteres), el dolor se produce fundamentalmente por
distensión de la pared. Algunas vísceras, como el cerebro o el parénquima hepático, no tienen
nociceptores; por tanto, no son sensibles al dolor, aunque la sensibilidad dolorosa la llevan en la
cápsula que las envuelve.

En cuanto a las sensaciones, éstas son clasificadas en:


- Sensaciones somáticas: Pueden ser de tipo cutáneo o sensaciones de profundidad. Las
sensaciones cutáneas son sensaciones en la piel, en las mucosas y en las membranas. Se trata
de sensaciones en puntos sensitivos muy pequeños que sienten los estímulos externos al
organismo, como el calor, el frío, el dolor, el tacto o la presión. Las de profundidad, en cambio,
son sensaciones motrices, principalmente en los husos musculares y en el eje de los tendones
como órganos receptores de la contracción del músculo y del propio tendón, y sensaciones
profundas que se manifiestan centralmente en el dolor de los músculos, de los tendones, de las
articulaciones y del periostio.
- Sensaciones viscerales: Entre ellas figuran las sensaciones de hambre, de sed y de fatiga, que
tienen su origen en órganos internos, y los dolores en las vísceras.
- Sensaciones especiales: Se producen en los receptores de las estructuras derivadas del
mesodermo. Esas señales son transportadas por vías nerviosas específicas (haces de axones)
para cada modalidad sensorial hasta los centros nerviosos. En esos centros, la llegada de la
información provoca la sensación como tal, en tanto que el posterior análisis de la información en
esos centros nerviosos lleva a la percepción en sí misma. La sensación y la percepción son,
entonces, procesos íntimamente ligados a la función de los receptores.

Sistema nervioso moto:

El sistema motor del sistema nervioso es la parte relacionada con todos los movimientos
del cuerpo, como caminar, comer, patear una pelota, presionar las teclas de una
computadora, entre otros. Los movimientos se clasifican en tres categorías: los reflejos,
los movimientos voluntarios y los movimientos automáticos. Los más comunes son los
voluntarios, que son movimientos transformados a partir de una imagen motriz realizada,
registrada previamente en la corteza cerebral. Los reflejos, en cambio, son la manera más
simple de control del sistema motor y siguen la siguiente secuencia:

El sistema motor del sistema nervioso está dividido en dos vías, cuyo centro se sitúa en la
corteza cerebral, por lo que las neuronas que inician un movimiento de acción directa son
las células del asta anterior (excepto el nervio craneal). Dichas vías son: el tracto piramidal,
que es el responsable de los movimientos voluntarios, y el tracto extrapiramidal, que es el
encargado de los movimientos reflejos y automáticos.

Tracto piramidal o tracto corticoespinal: Es un conjunto de axones motores que viajan


desde la corteza cerebral donde se encuentra la motoneurona superior hasta las astas
anteriores de la médula espinal. Allí hace contacto con la motoneurona inferior. La orden
de los movimientos voluntarios puede ser trasmitida por medio de la motoneurona de la
corteza cerebral o desde la motoneurona del asta anterior de la médula espinal o del tronco
cerebral. En consecuencia, la primera trasmisión corresponde al movimiento de la neurona
superior, en tanto que la segunda es la del movimiento de la neurona inferior. ¿Pero cómo
se origina un movimiento voluntario? Primero, el impulso nervioso o potencial de acción
es transmitido a través del axón de la correspondiente motoneurona a los músculos.
Cuando éste llega al final de la motoneurona, provoca que la acetilcolina contenida en las
vesículas sinápticas se vierta al espacio sináptico. Luego, la acetilcolina, que “flota” en la
sustancia del espacio sináptico, llega hasta el sarcolema de la fibra del músculo, donde
existen receptores que al unirse con la acetilcolina provocan la despolarización de la
membrana, transmitiendo los impulsos hasta el sarcoplasma, a través del retículo
sarcoplasmático. Los movimientos voluntarios, en realidad, no solamente ocurren bajo la
orden voluntaria de la corteza cerebral, por lo que la regulación del cerebelo y del tracto
extrapiramidal es esencial para los movimientos suaves y rítmicos.
- Tracto extrapiramidal: Está formado por los ganglios basales, el núcleo subtalámico y el
mesencéfalo. Los movimientos reflejos y automáticos no reciben la orden desde la corteza
cerebral, sino que el tronco cerebral y la médula espinal, como partes del sistema motor de
nivel inferior, son los encargados de conducir esos movimientos.

El sistema motor del sistema nervioso cuenta con tres niveles jerárquicos en serie:
- Área de la corteza motriz primaria y áreas premotrices: Corresponde al nivel superior y es
el encargado de controlar los otros dos niveles. Sus funciones son seleccionar los
programas motrices necesarios para alcanzar un objetivo, controlar el curso del
movimiento en general y culminar la acción. Las áreas premotrices resultan importantes
para coordinar y planificar las secuencias de los movimientos complejos.
- Tronco cerebral: Es el nivel intermedio. Se ocupa de controlar la postura y los
movimientos particularmente del brazo y de la mano dirigidos a objetos (por ejemplo,
levantar la cuchara), así como los movimientos de los ojos y de la cabeza.
- Médula espinal: Es el nivel inferior. Involucra todos los circuitos neurales que median los
reflejos y los automatismos rítmicos, como la locomoción y el acto de rascar.

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