Este documento presenta el caso de una paciente de 53 años que ha experimentado migrañas con aura desde los 11-12 años. Describe varias auras que experimenta antes y durante los ataques de migraña, incluyendo adormecimiento en la mitad del cuerpo, alteraciones visuales como lluvia o algodones en la visión, olores a cuero o neumático quemado, y una sensación de desconocimiento transitorio de sus propias manos. La paciente explica que estas auras varían en frecuencia e intensidad y pueden ser desencadenadas
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
85 vistas5 páginas
Este documento presenta el caso de una paciente de 53 años que ha experimentado migrañas con aura desde los 11-12 años. Describe varias auras que experimenta antes y durante los ataques de migraña, incluyendo adormecimiento en la mitad del cuerpo, alteraciones visuales como lluvia o algodones en la visión, olores a cuero o neumático quemado, y una sensación de desconocimiento transitorio de sus propias manos. La paciente explica que estas auras varían en frecuencia e intensidad y pueden ser desencadenadas
Este documento presenta el caso de una paciente de 53 años que ha experimentado migrañas con aura desde los 11-12 años. Describe varias auras que experimenta antes y durante los ataques de migraña, incluyendo adormecimiento en la mitad del cuerpo, alteraciones visuales como lluvia o algodones en la visión, olores a cuero o neumático quemado, y una sensación de desconocimiento transitorio de sus propias manos. La paciente explica que estas auras varían en frecuencia e intensidad y pueden ser desencadenadas
Este documento presenta el caso de una paciente de 53 años que ha experimentado migrañas con aura desde los 11-12 años. Describe varias auras que experimenta antes y durante los ataques de migraña, incluyendo adormecimiento en la mitad del cuerpo, alteraciones visuales como lluvia o algodones en la visión, olores a cuero o neumático quemado, y una sensación de desconocimiento transitorio de sus propias manos. La paciente explica que estas auras varían en frecuencia e intensidad y pueden ser desencadenadas
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
LA PERCEPCIÓN Y GNOSIAS
INTEGRANTES:
MAYLI SAMANTHA MURIEL ALVINO RASHTA
CYNTHIA MARLENE CACHA VILLACORTA
DEYANIRA ALESSANDRA CASIMIRO PALOMINO
JORGE MIGUEL ISUIZA ROMERO
LESLY DIANA LOPEZ CACHA
YUMA YARITH MENDOZA MUÑOZ
YADHIRA RUBI PICON DEXTRE
DOCENTE:
FERNANDO CONSTANTE CARRANZA DIONICIO
ASIGNATURA:
BASES BIOLÓGICAS DEL COMPORTAMIENTO
CASUISTICA SOBRE LA PERCEPCIÓN Y GNOSIAS “Me llamo Alicia, tengo 53 años y llevo una vida normal. Tengo tres hijos y con mi esposo conformamos un buen equipo en todo. Soy Bióloga, Profesora y Doctora en Ciencias Biológicas, docente e investigadora. La primera evidencia de este síndrome (dolor de cabeza mas aura), fue una sensación rara, como adormecimiento de una mitad del cuerpo, como hormigueo, parecido cuando la faja del tensiómetro al ser inflada va apretando el músculo del brazo hacia adentro, iniciándose en la mitad de la punta de la lengua, en la mitad de la punta de la nariz, de los dedos a la palma de la mano… y luego sobreviene un fuerte dolor de cabeza. Se me superponen los recuerdos de la primera vez que me sucedió, no recuerdo cual fue primero, uno se presentó antes de ir a una fiesta con amigos en la casa de uno de ellos -era una gran emoción- y otra muy próximo a ese en el tiempo, fue en clase que tuve que salir del aula e ir a Dirección, tuve una intensa fotofobia primero y luego un fuerte dolor de cabeza. Fue alrededor del año 1972, tendría 11 o 12 años. En esa ocasión mi madre se asustó muchísimo y me friccionó con alcohol, temía que perdiera por siempre la sensibilidad. Esta sensación de adormecimiento y presión interna duraba 1 hora y luego venía el fuerte dolor de cabeza, pero el adormecimiento se iba, entonces las siguientes veces ya no nos asustaban tanto pero quedaba una fuerte resaca por un día, dolor estructural de los músculos y huesos en la zona de la migraña. Si tuviera que estimar una frecuencia media en mi vida diría que el adormecimiento o insensibilidad del cuerpo estaría en un 70% de las veces que me dio la crisis”. “Puedo decir luego de más de 42 años que convivo con estos ataques que se desencadenan tanto por momentos malos, agresivos, estrés, angustias, tristeza, sustos como por alegrías, ansiedad, emoción, felicidad, expectativas, etc. Que se producen por desbordantes cantidades de neurotransmisores como serotonina, endorfinas que desordenan el normal funcionamiento cerebral. También creo que si uno quema esa cantidad de energía que libera el cerebro ya sea por un intenso orgasmo o una extensa caminata se recupera la normalidad más rápidamente. Otra aura es la alteración de la visión, veo como la lluvia de la televisión sobre lo que estoy viendo y otra variante como algodones que se ponen delante de lo que estoy viendo. Su frecuencia es del 90%. Es una de las auras más frecuentes. En relación a las manifestaciones visuales, por el año 80 aproximadamente en la facultad cursaba el 2° año de la carrera de Biología y en un teórico de Plantas Celulares, mientras el profesor hablaba de algas celulares cianofíceas (me acuerdo como si fuera hoy) y dibujaba como un experto dibujante, tanto que después daba pena borrar el pizarrón, lo mirábamos o admirábamos con tanta atención y en un momento se inicia otra aura en que lo veía pequeñito, se iba lejos, pero en realidad lo tenía a tres metros!, yo pestañeaba, me parecía que estaba drogada, era como que tenía un zoom en mis ojos, eso me sucedió unas 2 veces, lo alejaba y lo acercaba. Otro acompañante que precede los episodios migrañosos es que huelo un olor especial a cuero quemado o goma/neumático quemado. Este evento ocurre en menor medida podría decir que en un promedio del 40%. A veces si el vecino quema un neumático me desorienta, pero mi familia ya sabe y rápidamente me alertan, -no, no, mamá nosotros también olemos a goma quemada- ah!! me quedo más tranquila. Se suma como si fuera poco, una sensación muy extraña en que de repente desconozco mis manos, tengo que mirar la continuidad del brazo y ver que lo tengo pegado al hombro para razonar que esas manos son mías. Pocas veces se ha manifestado esta sensación pero asusta bastante, me intranquiliza. Me doy cuenta de repente, que cuando hablo muevo mucho las manos, gesticulo bastante, me desplazo de un lado a otro tanto en una reunión como en clase y zas! por ejemplo en clase a veces tomo la tiza y cuando escribo en la pizarra veo como si hubiera otra persona al lado mío escribiendo, aclaro que no veo la otra persona, sino esas manos como de otro ser, ahora con la cantidad de tiempo que ha pasado, ya lo tengo asumido pero las primeras veces me daba muchísima angustia, tristeza, cuando adolescente y más joven que ahora Ja! tenía miedo que me llevara a algún tipo de locura. Es una especie de desconocimiento, de amnesia de esa parte del cuerpo, siempre fueron las manos que es lo común que me mire, pero nunca probé mirarme los pies u otra parte del cuerpo como los hombros o el abdomen, quizá me de la misma sensación, pero sí puedo asegurar que es lo que enfocan mis ojos. Soy bastante racional y por lo tanto la lógica me dice que esas manos que no reconozco son las mías y por eso vuelvo a la lógica y miro la continuidad de la mano con el brazo y se une a mi cuerpo a través del hombro. Es como que al esquema corporal lo armo como sea, dentro del susto me las arreglo conciente o inconcientemente para la supuesta "normalidad". Esta aura es la que me da más angustia porque se siente como más abstracta, no sé, muchas veces ni lo comenté a no ser al médico o mis allegados familiares. Lo bueno que tiene que dura poco tiempo 10 minutos un poco más o un poco menos”.