LA Corte Internacional de Justicia

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“Año del Bicentenario del Perú: 200

Años de Independencia”
UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIS POLITICAS
GRUPO 4
TEMA:
LA CORTE INETERNACIONAL DE JUSTICIA
CURSO:
DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
DOCENTE:
DR. MARCO ANTONIO IYO VALDIVIA
INTEGRANTES:
-AMAYA AQUINO ROXANA DEL SOCORRO
-BENITES CHECA CHARLES JOSE ISRAEL
- BENITES PACHERRES SERGIO FELIPE
- IDROGO LOPEZ ALEXIS ERNESTO
-MORALES CORNEJO LESLY DEL ROSARIO
- TABOADA SILVA LISBETH LILIANA

CICLO:

VIII

PIURA – PERÚ
2021
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
PENSAMIENTO FILOSOFICO
Si se investiga en que consiste precisamente el
mayor bien de todos, que debe ser el fin de todo
sistema de legislación, se hallará que se reduce a
estos dos objetivos principales: La libertad y la
igualdad.

JEAN – JACQUES ROUSSEAU


(1712 _ 1778)
PENSAMIENTO FILOSOFICO DEL GRUPO
El ser humano está condenado a ser libre, ya que su libertad la toma como el más
importante principio que incluso rige toda una vida, el hombre esta enseñado a vivir en sus
valores, sus creencias, sus costumbres, donde los límites de su libertad los ponga el, donde
el mismo se glorifica por sus metas o logros obtenidos, sin embargo muchas veces cuando
siente que todo lo construido no tiene sentido o se entierra en su más vil depresión y siente
que todo se derrumba no sabe hacia dónde dirigirse, es allí donde cabe la incertidumbre,
donde la libertad no tiene sentido, pues no somos capaces muchas veces de dirigir nuestro
rumbo libremente, mientras que es ahí donde necesitamos de una fuerza, de unas ganas de
luchar, es así que cuando sientas que ya no puedes más, mira hacia tu interior ahí está tu
respuesta, sigue los anhelos de tu corazón, pisando firme en cada camino, escalando con
humildad, en silencio pero con fuerza en la razón, que la mente es el motor de todo tu ser,
pues acógete a una mentalidad positiva. El poder está en cada hombre, en cada mujer que
seamos capaces de manejar esa libertad para tomar decisiones en todo momento, frente a
diversas circunstancias, siempre con la rectitud que requiere cada camino por recorrer.
Inspira a todo tu ser a que sigas las huellas que marca la mente, que la libertad no tenga
límites para la construcción de personas capaces de transformar positivamente su vida,
aportar a la sociedad y por qué no cambiar a todo un país, así tendremos lideres capaces de
tomar decisiones conforme a sus valores.

AMAYA AQUINO ROXANA, BENITES CHECA CHARLES, BENITES


PACHERRES SERGIO, IDROGO LOPEZ ALEXIS, MORALES CORNEJO
LESLY, TABOADA SILVA LISBETH

}
INDICE
INTRODUCCION............................................................................................................................7
CAPITULO I: MARCO TEORICO - LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA...........9
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.........................................................................................9
2. DEFINICIÓN.......................................................................................................................11
3. LA JURISDICCIÓN............................................................................................................12
4. MIEMBROS........................................................................................................................13
5. COMPOSICIÓN..................................................................................................................13
CAPITULO II: ESTRUCTURA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE JUSTICIA.......15
CAPITULO III: CARACTERES DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA.........28
6. EL PROBLEMA DEL DERECHO INTERNACIONAL.....................................................28
7. EL INSTRUMENTO JUDICIAL: LA CIJ...........................................................................28
8. LA METODOLOGÍA DE LA CORTE................................................................................29
9. EL PAPEL DEL JUEZ AD HOC EN LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA.....29
10. LAS RAZONES DE LA DESIGNACIÓN DE JUECES AD HOC Y LAS REGLAS
INICIALES AL RESPECTO.......................................................................................................30
11. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA......32
12. CONTROVERSIAS ENTRE ESTADOS: CUÁNDO ACTÚA LA CORTE
INTERNACIONAL DE JUSTICIA.............................................................................................33
CAPITULO IV: CASOS PRESENTADOS POR ESTADOS LATINOAMERICANOS ANTE
LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA........................................................................35
CONCLUSIONES...........................................................................................................................39
RECOMENDACIONES..................................................................................................................40
EPÍLOGO........................................................................................................................................41
BIBLIOGRAFIA.............................................................................................................................42
LINKOGRAFÍA..............................................................................................................................43
INTRODUCCION

La gravedad de los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial llevó a


que los Estados tomaran conciencia en torno a la necesidad de establecer mecanismos
internacionales que sancionen tanto las vulneraciones a los derechos humanos como las
violaciones a las leyes y costumbres de la guerra. Las experiencias de los juicios de
Nuremberg (1948) y de los Tribunales Ad-hoc para la Ex-Yugoslavia (1993) y Ruanda
(1994) sirvieron de precedente para crear un tribunal autónomo y de carácter permanente
cuyo propósito sea investigar y sancionar a los principales responsables de ordenar o
cometer crímenes internacionales.

Uno de los postulados de las Naciones Unidas es «el ajuste y arreglo de las
controversias internacionales de conformidad con los principios de la justicia y del derecho
internacional.» Así, se hizo indispensable la creación de un órgano judicial de la
organización. La Corte Permanente de Justicia Internacional, establecida por la Sociedad de
las Naciones en 1920, había funcionado muy satisfactoriamente, y no solo zanjo varias
controversias que le fueron sometidas y emitió valiosos juicios consultivos, sino que
contribuyo mucho al perfeccionamiento del derecho internacional. En San Francisco se
decidió establecer una nueva corte, tomando como base el estatuto de la Corte Permanente.
El nuevo tribunal se denominó Corte Internacional de Justicia, y su estatuto es parte
integrante de la Carta de las Naciones Unidas. La Carta estipula que todos los miembros de
las Naciones Unidas son ipso facto partes en el estatuto de la Corte, lo que quiere decir que
ingresan automáticamente en el tribunal. Pero la prerrogativa de ser parte de la Corte no
queda limitada a los miembros de las Naciones Unidas. Los estados que no son miembros
pueden llegar a ser partes en el estatuto, según las condiciones determinadas en cada caso
por la Asamblea General, a recomendación del Consejo de Seguridad.

La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la Organización


de las Naciones Unidas. Está encargada de decidir conforme al Derecho Internacional las
controversias de orden jurídico entre Estados y de emitir opiniones consultivas respecto a
cuestiones jurídicas que pueden serle sometidas por órganos o instituciones especializadas
de la ONU.
El contenido total del sitio de la Corte está disponible en los dos idiomas oficiales
de ésta, francés e inglés. Sin embargo, un cierto número de documentos han sido puestos a
disposición del público en otros idiomas oficiales de las Naciones Unidas, tal como el
español. En el presente trabajo abordaremos acerca de la historia, competencia,
composición y otros puntos de vital importancia de la CIJ como el órgano más principal de
la ONU, más aun siendo estudiantes de la Facultad de Derecho.
CAPITULO I: MARCO TEORICO - LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

La Corte Internacional de Justicia es el órgano


judicial principal de la Organización de las
Naciones Unidas. Está encargada de decidir CAPÍTULO XIV
conforme al Derecho Internacional las De la Carta de las
controversias de orden jurídico entre Estados y Naciones Unidas
de emitir opiniones consultivas respecto a
cuestiones jurídicas que pueden serle sometidas
por órganos o instituciones especializadas de la
ONU.

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Poco después de la Conferencia de paz de La Haya surgió la iniciativa del


establecimiento de una verdadera Corte permanente, diferente de la Corte de Arbitraje que
ya existía. La conferencia a pesar de haber preparado un proyecto de convención al
respecto, no pudo llegar a un acuerdo sobre la manera de designar a los jueces.

El problema radicaba en que las grandes potencias insistirían en tener


permanentemente sus representantes en la Corte, mientras que los países menos
desarrollados pretenderían lo mismo argumentando el principio de la equidad.

Al preparar el Convenio de la Liga de Naciones, la Conferencia de Paz de París,


dispuso en el artículo 14, que el Consejo de la Liga debía formular propuestas para el
establecimiento de una Corte Internacional de Justicia y someterlas a sus miembros.

El Consejo, en 1920, designó a una comisión de juristas que logró preparar un


estatuto de la Corte. El nudo gordiano de la designación de los jueces fue cortado por
medio de lo que se conoce como el “Plan Root-Phillimore”.1

De acuerdo con dicho plan, los jueces debían ser elegidos conjuntamente por el
Consejo de la Liga y la Asamblea, lo cual satisfizo a las grandes potencias, pues cuatro de
ellas (entre ocho) eran miembros permanentes del Consejo y los países “menores” se
contentaron con ser mayoría en la Asamblea.
1
1. ÁLVAREZ, LUISFERNANDO, S.J., Historia del Derecho Internacional público, Pontificia Universidad,
Javeriana, Bogotá, 2000.Pág. 99.
Después de ser considerado por el Consejo y la Asamblea, el Estatuto fue aprobado
por los miembros mediante un Protocolo de Firma y entró en vigor en 1921 llegando
prácticamente a su fin en 1940 a consecuencia del estallido de la guerra, luego de la cual el
tema de la Corte formó parte de los temas principales de la Conferencia de San Francisco.

La Conferencia adoptó las sugerencias de que la Corte debía establecerse como uno
de los órganos principales de la Organización que había de constituirse y que su estatuto
debería ser parte de la Carta. La Conferencia decidió establecer la Corte como formalmente
independiente de la Corte Permanente anterior, la cual fue disuelta oficialmente por la
Asamblea General de la Liga en 1946.

Se aclaró expresamente que esa Corte se basara en el Estatuto de su predecesora. La


actual Corte Internacional de Justicia de la Haya inició labores el 18 de abril de 1946.

La Carta de las Naciones Unidas se firmó el 26 de junio de 1945 en San Francisco,


al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, y
entró en vigor el 24 de octubre del mismo año. El Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia es parte integrante de la Carta.

El 17 de diciembre de 1963 la Asamblea General aprobó enmiendas a los Artículos


23, 27 y 61 de la Carta, las que entraron en vigor el 31 de agosto de 1965. El 20 de
diciembre de 1971 la Asamblea General aprobó otra enmienda al Artículo 61, la que entró
en vigor el 24 de septiembre de 1973. Una enmienda al Artículo 109, aprobada por la
Asamblea General el 20 de diciembre de 1965, entró en vigor el 12 de junio de 1968. 2

La enmienda al Artículo 23 aumentó el número de miembros del Consejo de


Seguridad de once a quince. El Artículo 27 enmendado estipula que las decisiones del
Consejo de Seguridad sobre cuestiones de procedimiento serán tomadas por el voto
afirmativo de nueve miembros (anteriormente siete) y sobre todas las demás cuestiones por
el voto afirmativo de nueve miembros (anteriormente siete), incluso los votos afirmativos
de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

2
ÁLVAREZ, LUISFERNANDO, S.J., Historia del Derecho Internacional público, Pontificia Universidad,
Javeriana, Bogotá, 2000.pag. 118
La enmienda al Artículo 61 que entró en vigor el 31 de agosto de 1965 aumentó el
número de miembros del Consejo Económico y Social de dieciocho a veintisiete. Con la
otra enmienda a dicho Artículo, que entro en vigor el 24 de septiembre de 1973, se volvió a
aumentar el número de miembros del Consejo de veintisiete a cincuenta y cuatro.

La enmienda al Artículo 109, que corresponde al párrafo 1 de dicho Artículo,


dispone que se podrá celebrar una Conferencia General de los Estados Miembros con el
propósito de revisar la Carta, en la fecha y lugar que se determinen por el voto de las dos
terceras partes de los Miembros de la Asamblea General y por el voto de cualesquiera
nueve miembros (anteriormente siete) del Consejo de Seguridad.3

El párrafo 3 del mismo Artículo, que se refiere al examen de la cuestión de una


posible conferencia de revisión en el décimo período ordinario de sesiones de la Asamblea
General, ha sido conservado en su forma primitiva por lo que toca a una decisión de "siete
miembros cualesquiera del Consejo de Seguridad", dado que en 1955 la Asamblea General,
en su décimo período ordinario de sesiones, y el Consejo de Seguridad tomaron medidas
acerca de dicho párrafo.

2. DEFINICIÓN

La Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya (Países Bajos), es el órgano


judicial principal de las Naciones Unidas. Su Estatuto forma parte integral de la Carta de las
Naciones Unidas.

Pueden recurrir a la Corte todas las partes en su Estatuto, que incluye


automáticamente a todos los Miembros de las Naciones Unidas. Un Estado que no sea
Miembro de las Naciones Unidas puede llegar a ser parte en el Estatuto de la Corte en las
condiciones que en cada caso determine la Asamblea General, por recomendación del
Consejo de Seguridad. Suiza y Nauru son los únicos Estados no Miembros que son partes
en el Estatuto. Ninguna persona individual podrá recurrir a la Corte.

Todos los países que son partes en el Estatuto de la Corte pueden ser partes en los
casos que les sean sometidos. Otros Estados pueden encomendarle casos en las condiciones

3
BENNETT, LEROY, International Organizations: Principles and Sigues, Prentice Hall, New Jersey, 1995.pag.
52
que establezca el Consejo de Seguridad. Además, el Consejo puede recomendar que un
litigio se remita a la Corte.

Tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad pueden solicitar una


opinión consultiva de la Corte sobre cualquier cuestión jurídica. Otros órganos de las
Naciones Unidas y los organismos especializados, con autorización de la Asamblea
General, pueden solicitar opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas que correspondan
al ámbito de sus actividades.

3. LA JURISDICCIÓN

La jurisdicción de la Corte se extiende a todos los litigios que los Estados le


sometan y a todos los asuntos previstos en la Carta de las Naciones Unidas o en tratados y
convenciones vigentes. Los Estados pueden obligarse por anticipado a aceptar la
jurisdicción de la Corte en casos especiales, ya sea mediante la firma de un tratado o
convención en que se estipula que el caso sea sometido a la Corte o mediante una
declaración especial en ese sentido. Esas declaraciones de aceptación obligatoria de la
jurisdicción de la Corte pueden excluir ciertos tipos de casos.

De conformidad con el Artículo 38 de su Estatuto, la Corte, al decidir las


controversias que se le sometan, aplica:

 Las convenciones internacionales que establecen reglas reconocidas por los


Estados litigantes;
 La costumbre internacional como prueba de una práctica general aceptada
como ley, y;
 Las decisiones judiciales y la doctrina de los autores más calificados de los
distintos países, como medio subsidiario para la determinación de las reglas
jurídicas.

Si las partes convienen en ello, la Corte también puede decidir un litigio sobre la
base de la equidad.
4. MIEMBROS

La Corte está integrada por 15 magistrados elegidos por la Asamblea General y el


Consejo de Seguridad, en votaciones independientes. Se los elige por sus méritos y no por
su nacionalidad, y se intenta que estén representados en la Corte los principales sistemas
jurídicos del mundo. No puede haber dos magistrados que sean nacionales de un mismo
Estado. Los magistrados cumplen mandatos de nueve años y pueden ser reelegidos. No
pueden dedicarse a ninguna otra ocupación mientras dure su mandato.

Por lo común, la Corte celebra sesiones plenarias, pero también puede constituir
unidades más pequeñas, denominadas "salas", cuando las partes lo soliciten. Las sentencias
dictadas por las salas se consideran dictadas por la Corte en pleno. La Corte ha constituido
además una Sala de Asuntos Ambientales.
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5. COMPOSICIÓN

La Asamblea General y el Consejo de Seguridad elige quince jueces por un


período de tres años, los cuales fueron previamente nominados por la Corte Permanente de
Arbitraje. Las elecciones son escalonadas por anteriores cinco jueces electos, a los cuales
no se les haya agotado su período, para garantizar que el Órgano continúe funcionando.
Todo esto se explica en los artículos del IV al IX del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia.
Estos se distribuyen de la siguiente manera:

 Escaños para los países occidentales


 3 escaños para los Estados africanos (entre ellos un juez de derecho civil
francofónico, uno de derecho común anglofónico y otro árabe)
 Escaños para Europa del Este
 2 escaños para América Latina y el Caribe
 Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, poseen un juez
permanente sin embargo ocupan uno de los cupos de la región

Según el artículo VI de su Estatuto, cada magistrado o magistrada se elige por su


conocimiento moral y no por su nacionalidad, ya que son promovidos al cargo judicial más
alto en el mundo, conocido como el derecho internacional. Esto se explica detalladamente
en los artículos XVI, XVII y XVIII de su Estatuto. Los jueces y juezas no pueden ocupar
ningún otro cargo, inclusive de asesor o asesora.

Ellos meramente pueden ser destituidos por el voto unánime de la Corte, para así
asegurar una democracia absoluta. Sin embargo, se ha cuestionado numerosas veces la
independencia del Jurado de la Corte, como en el caso de Nicaragua: los Estados Unidos
emitieron un comunicado explicando que no podía presentar material sensible, debido a la
presencia de magistrados del bloque Oriental.

El Jurado podrá dictar Resoluciones conjuntas o emitir sus opiniones de manera


independiente. Todo se vota a través de mayoría simple, y en caso de empate, el voto
decisivo pertenece al Presidente o Presidenta de la Corte Internacional de Justicia. Sin
embargo, los jueces y juezas también pueden emitir dictámenes por separado.
CAPITULO II: ESTRUCTURA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE
JUSTICIA

La Corte Internacional de Justicia es el principal órgano judicial de la Organización


de las Naciones Unidas. Tiene su sede en el Palacio de la Paz en la Haya (Países Bajos) y
está encargada de decidir las controversias jurídicas entre Estados. También emite
opiniones consultivas sobre cuestiones que pueden someterle órganos o instituciones
especializadas de la ONU, Los idiomas oficiales son el inglés y el francés. De los seis
órganos principales de las Naciones Unidas (Asamblea General, Consejo de Seguridad,
Consejo Económico y Social, Consejo de Administración Fiduciaria y Corte Internacional
de Justicia) es el único que no se sitúa en Nueva York (Estados Unidos).

LA PRESIDENCIA

Los miembros de la Corte eligen al Presidente y al Vicepresidente cada tres años por
medio de votación secreta. Las elecciones se celebrarán en la fecha en que comiencen su
mandato los Miembros de las Corte que resultaran elegidos en las elecciones trienales, o
poco después. Se necesita la mayoría absoluta y no hay ningún condicionante en cuanto a la
nacionalidad. El Presidente y el Vicepresidente pueden ser reelegidos.

El Presidente preside todas las sesiones de la Corte, dirige sus trabajos y supervisa
la administración de la Corte, con la ayuda de un Comité Presupuestario y Administrativo y
otros comités, todos formados por miembros de la Corte. En caso de empate en las
deliberaciones, el Presidente tendrá el voto decisivo.

En La Haya, donde debe residir, el Presidente tiene precedencia sobre los decanos
de los cuerpos diplomáticos.

El Presidente percibe un estipendio anual especial, de 15.000 dólares, que se añade a


su sueldo.

El Vicepresidente sustituye al Presidente en su ausencia, en caso de esté impedido


de ejercer la Presidencia o en caso de que ésta esté vacante. Para este fin, percibe un
estipendio especial por cada día que desempeñe las funciones de Presidente. En ausencia
del Vicepresidente, será el juez decano el que desempeñe dichas funciones.
El 6 de febrero de 2009, la Corte eligió a Hisashi Owada (Japón) como Presidente y
a Peter Tomka (Eslovaquia) como Vicepresidente.

SALAS Y COMITÉS:

SALAS:

La Corte, por lo general, desempeña sus funciones en pleno (basta con un quórum
de nueve magistrados, sin contar los magistrados especiales, o ad hoc, para constituirla).
Sin embargo, puede formar también salas permanentes o provisionales.

La Corte tiene tres tipos de salas:

La Sala de Procedimiento Sumario: compuesta por cinco magistrados, incluyendo


al/a la Presidente y al/a la Vicepresidente, y dos suplentes. La Corte debe constituirla
anualmente, según estipula el Artículo 29 del Estatuto de la Corte.

Cualquier sala, compuesta de tres o más magistrados, que la Corte constituya


conforme al Artículo 26.1 del Estatuto para conocer de determinadas categorías de
negocios, como los litigios de trabajo y los relativos a las comunicaciones.

Cualquier sala que la Corte constituya, conforme al Artículo 26.2 del Estatuto, para
conocer de un negocio determinado, después de acordar formalmente con las partes el
número de miembros (e, informalmente, su nombre) que participarán en todas las fases
hasta la conclusión final, aunque en ese tiempo dejen de ser Miembros de la Corte.

Respecto a la constitución de una Sala de conformidad con el Artículo 26.1 del


Estatuto, hay que observar que, en 1993, la Corte creó la Sala de asuntos relacionados con
el medio ambiente, que se reconstituyó periódicamente hasta 2006. En los trece años de
existencia de la Sala, ningún Estado solicitó que ésta tratara un asunto. Por consiguiente, en
2006 la Corte decidió no convocar elecciones para el estrado de dicha Sala.

Las disposiciones del Reglamento relativas a las salas de la Corte probablemente


sean de interés para los Estados a los que se les requiere que presenten una controversia
ante la Corte, o que tienen razones especiales para hacerlo, pero que por la urgencia u otras
razones prefieren tratar con un cuerpo pequeño antes que con la Corte al completo.
A pesar de las ventajas que ofrecen las salas en algunos asuntos, su uso continúa
siendo excepcional, de acuerdo con las condiciones del Estatuto. Para constituirlas se
necesita el consentimiento de las partes. Mientras que, hasta la fecha, no se ha llevado
ningún asunto a los dos primeros tipos de salas, las salas ad hoc, o especiales, se han
encargado de seis.

Sala de procedimiento sumario: Esta Sala, que si lo requieren las partes verá y
decidirá sobre los casos por el procedimiento abreviado.

Las Salas previstas en el Artículo 26, párrafo 2 (salas ad hoc) :Ninguna de estas
salas está activa en la actualidad. La primera sala especial o ad hoc se constituyó en 1982
para tratar el asunto relativo a la Delimitación de la frontera marítima en la zona del Golfo
de Maine entre Canadá y los Estados Unidos, y la segunda en 1985 para tratar el caso de la
Disputa fronteriza entre Burkina Faso y la República de Malí. La tercera se creó en marzo
de 1987 para el caso relativo a Elettronica Sicula S.p.A (ELSI) entre los Estados Unidos de
América e Italia y la cuarta se constituyó en mayo de 1987 para tratar el asunto de la
Controversia relativa al límite terrestre, insular y marítimo entre El Salvador y Honduras.
El año 2002 vio la constitución de la quinta, para conocer de la causa Controversia
fronteriza (Benin/Níger), y la sexta, para ver la Solicitud de revisión del fallo de 11 de
septiembre de 1992 en la causa relativa a la controversia sobre fronteras terrestres, insulares
y marítimas (El Salvador contra Honduras: intervención de Nicaragua) (El Salvador contra
Honduras).

Cada Sala se compuso de cinco miembros. La Sala que se reunió para el asunto del
Golfo de Maine contaba con cuatro Miembros de la Corte (uno de ellos de nacionalidad de
una de las partes) y un magistrado especial elegido por la otra parte. La Sala que se
constituyó para el asunto de la Disputa fronteriza (Burkina Faso/República de Malí) estaba
integrada por tres Miembros de la Corte y dos magistrados especiales elegidos por las
partes. La Sala creada para el asunto de Elettronica Sicula S.p.A (ELSI) estaba compuesta
por cinco Miembros de la Corte (dos de ellos de la nacionalidad de una de las partes). La
Sala que vio el asunto relativo a la Controversia relativa al límite terrestre, insular y
marítimo estaba formada por tres miembros de la Corte y dos magistrados especiales
elegidos por las partes, al igual que las dos Salas que se constituyeron en 2002.4

COMITÉS:

El Comité Presupuestario y Administrativo

El Comité Presupuestario y Administrativo prepara las decisiones que tiene que


tomar la Corte respecto a cuestiones administrativas. Se compone del Presidente, el
Vicepresidente y de cuatro a cinco magistrados elegidos cada tres años.

El Comité de la Biblioteca:

Creado en 1970, el Comité de la Biblioteca supervisa el programa de adquisiciones


de la biblioteca de la Corte y la continua modernización de sus servicios.

El Comité del Reglamento

En 1979, la Corte creó un Comité del Reglamento permanente. Éste aconseja a la


Corte en asuntos de procedimiento y en métodos de trabajo.

Los magistrados especiales o ad hoc

Conforme al Artículo 31.2 y 31.3 del Estatuto de la Corte, un estado parte en un


asunto ante la Corte que no cuente con un magistrado de su nacionalidad entre los
miembros de la Corte podrá escoger a un/a magistrado/a especial, o ad hoc, para ese asunto
concreto, de conformidad con las condiciones previstas en los Artículos 35 a 37 del
Reglamento de la Corte. Antes de asumir sus funciones, el magistrado especial hace la
misma declaración solemne que el resto de los miembros de la Corte. No ha de tener
necesariamente (y con frecuencia no la tiene) la nacionalidad del mismo Estado que lo
designa.5

El magistrado especial participa en toda decisión relativa al asunto en plena


igualdad con sus demás colegas y percibe una remuneración de la Corte por cada día que

4
ÁLVAREZ, LUISFERNANDO, S.J., Historia del Derecho Internacional público, Pontificia Universidad,
Javeriana, Bogotá, 2000, pág. 195
5
ÁLVAREZ, LUISFERNANDO, S.J., Historia del Derecho Internacional público, Pontificia Universidad,
Javeriana, Bogotá, 2000,pag. 206
ejerza sus funciones, es decir, por cada día que haya pasado en La Haya trabajando en la
Corte, así como cada día que haya dedicado a estudiar el asunto fuera de La Haya.

SALA.:

Las partes deben anunciar cuanto antes si tienen intención de elegir un magistrado
especial. En los casos, que ocurren con frecuencia, en que las partes en litigio son más de
dos, se ha establecido que las que tengan el mismo objetivo no puedan tener más que un
solo magistrado especial para todas; o, en el supuesto en que una de ellas ya cuente con un
magistrado de su nacionalidad, no se les permitirá elegir ninguno especial. Por
consiguiente, existen varias posibilidades, de las que ya se han dado los siguientes casos:
que dos magistrados tengan la nacionalidad de las partes, que se elijan dos magistrados
especiales, que un magistrado ordinario tenga la nacionalidad de una de las partes y se elija
uno especial, y que ninguno de los magistrados ordinarios tenga la nacionalidad de una de
las partes y tampoco se elijan magistrados especiales.

De lo anterior se deduce que la composición de la Corte Internacional de Justicia


puede cambiar de un asunto a otro y que no es necesario que el número de magistrados que
participan en un asunto sea de quince. Podría ser inferior, en caso de que uno o más de los
magistrados electos no participen, o ascender hasta dieciséis o diecisiete magistrados si
intervienen magistrados especiales.

En teoría, puede haber más de diecisiete magistrados en el estrado si hay varias


partes en un asunto que no persiguen el mismo objetivo. La composición de la Corte
también puede variar de una etapa a otra del mismo asunto.

En otras palabras, la composición no tiene por qué ser la que se había previsto en las
medidas provisionales, excepciones preliminares y el fondo. No obstante, una vez que se ha
constituido la Corte respecto de una etapa determinada de un caso, es decir, desde la
apertura de los procedimientos orales hasta que se dicte la decisión respecto de esa etapa, la
composición de la Corte no cambia.

Los estudiosos del derecho no han puesto en duda el derecho de un magistrado


electo de nacionalidad de una de las partes de un asunto a participar en él. El resultado de
los votos de la Corte y de las opiniones independientes y en contra que han presentado estos
magistrados deja ver claramente que a menudo han votado en desacuerdo con su propio
país. El establecimiento de un magistrado especial, por el contrario, no ha recibido un
apoyo unánime.

La Comisión Interaliada de 1943 expuso que «de hecho, los países no confiarán
plenamente en la decisión de la Corte sobre un asunto que les concierne si no participa un
magistrado que ostente su nacionalidad, en especial si se incluye a uno de la nacionalidad
de la otra parte», mientras que algunos miembros de la Sexta Comisión de la Asamblea
General, durante los debates que se desarrollaron entre 1970 y 1974 acerca del papel de la
Corte, expresaron la opinión de que «el organismo, que es un vestigio de los antiguos
procedimientos arbitrales, sólo se justificaba por el carácter novedoso de las competencias
judiciales internacionales y sin duda desaparecería cuando dichas competencias se
establecieran de manera más firme». Sin embargo, numerosos autores son de la opinión de
que es útil para la Corte que en las deliberaciones participe una persona que esté más
familiarizada con las opiniones de una de las partes de lo que puedan estarlo a veces los
magistrados electos.

Funcionamiento de la Corte

La Corte desempeña una doble misión: el arreglo de las controversias de orden


jurídico entre los Estados que le sean sometidas por estos (procedimiento contencioso) y la
emisión de dictámenes consultivos sobre cuestiones jurídicas que le sometan los órganos u
organismos de las Naciones Unidas (procedimiento consultivo).

Procedimiento contencioso

Solo los Estados pueden ser partes en el procedimiento contencioso (los Estados
Miembros de las Naciones Unidas y otros Estados que sean partes en el Estatuto de la Corte
o que hayan aceptado su jurisdicción bajo ciertas condiciones).

La Corte solo tendrá competencia para conocer de un asunto si los Estados


implicados han aceptado su jurisdicción de alguna de las siguientes maneras: en virtud de
un acuerdo especial concluido entre los Estados con el propósito de someter su controversia
a la Corte; en virtud de una cláusula jurisdiccional.
Este es el caso en que los Estados son partes de un tratado en el que una de sus
cláusulas prevé que, en caso de que surja en el futuro una controversia acerca de la
interpretación o la aplicación de dicho tratado, uno de ellos la someta a la Corte; por el
efecto recíproco de declaraciones hechas por ellos bajo los términos del Estatuto, mediante
las cuales cada uno de ellos ha aceptado la jurisdicción de la Corte como obligatoria en
caso de controversia con cualquier otro Estado que acepte la misma obligación. Cierto
número de estas declaraciones, que deben depositarse en poder del Secretario General de
las Naciones Unidas, contienen reservas que excluyen determinadas categorías de
controversias.

Vista interior de la Sede.

Los Estados no tendrán representantes permanentes acreditados ante la Corte.


Dirigirán sus comunicaciones al Secretario a través del ministro de Asuntos Exteriores o el
embajador correspondiente en los Países Bajos. Cuando sean partes de un caso ante la
Corte, contarán con la representación de un agente. Los agentes desempeñan la misma
labor y tienen los mismos derechos y deberes que un abogado en un tribunal nacional. Sin
embargo, dado que en este caso se trata de relaciones internacionales, el agente también
actuará como si estuviera al frente de una misión diplomática especial y tendrá poderes para
comprometer a un Estado soberano. Recibirá comunicaciones del Secretario respecto al
caso y le enviará a su vez toda la correspondencia y los alegatos debidamente firmados o
certificados. En las audiencias públicas, el agente presenta los alegatos en nombre del
gobierno al que representa. En general, el agente se encarga de todos los actos formales que
tiene que realizar el gobierno al que representa. A veces recibe la asistencia de coagentes,
vice agentes o subagentes, y siempre dispone de consejeros o abogados, cuyo trabajo
coordina para que le ayuden en la preparación de los alegatos y de la exposición de los
mismos. Dado que no existe ninguna autorización especial para que los abogados participen
en los procesos ante la Corte Internacional de Justicia, los consejeros o abogados no tienen
que cumplir ninguna condición para hacerlo, excepto ser nombrados a tal fin por un
gobierno.

Los procedimientos podrán ser incoados de dos maneras: mediante la


notificación de un acuerdo especial: este documento, de naturaleza bilateral, podrá
presentarlo a la Corte cualquiera de los Estados partes del procedimiento o todos. El
acuerdo especial indicará el objeto preciso de la controversia y la identidad de las partes.
Dado que no habrá Estado «demandante», ni Estado «demandado», sus nombres aparecerán
al final del título oficial del caso separados por una barra en los documentos de la Corte.

Por ejemplo: Benin/Níger; mediante una solicitud: la solicitud, que es de naturaleza


unilateral, la presentará el Estado demandante contra el Estado demandado. Está prevista
para notificar a este último. Además, el Reglamento de la Corte contiene unos requisitos
más estrictos respecto a su contenido. Además del nombre de la parte contra la que se
presenta el alegato y el objeto de la controversia, el Estado demandante deberá, en la
medida de lo posible, indicar brevemente cuáles son los parámetros por los que dicho
procedimiento atañe a la jurisdicción de la Corte (un tratado o una declaración en la que se
acepta la jurisdicción obligatoria), así como, más sucintamente, los hechos y los motivos en
los que basa sus alegatos. En la versión inglesa, al final del título oficial del caso, los
nombres de las dos partes aparecerán separados por la abreviatura «v.» (Del latín versus),
como Nicaragua v. Colombia.

La fecha de incoación de los procedimientos, que será la de recepción, por parte del
Secretario, del acuerdo especial o la solicitud, indica la apertura de dichos procedimientos
ante la Corte. Los procedimientos contenciosos tienen una fase escrita, en la que las partes
presentan e intercambian los alegatos, que contienen una exposición detallada de los hechos
y fundamentos de Derecho en los que se basa cada parte, y una fase oral, que consiste en
audiencias públicas en las que los agentes y los consejeros se dirigen a la Corte. Como la
Corte tiene dos idiomas oficiales (inglés y francés), todo lo escrito o dicho en una de dichas
lenguas se traduce a la otra. Los alegatos escritos no se pondrán a disposición de la prensa,
ni se harán públicos, hasta la apertura de la fase oral y, entonces, solo se hará si las partes
no se oponen a ello.

Después de la fase oral, la Corte se reúne a puerta cerrada para deliberar y


posteriormente pronuncia la sentencia en audiencia pública. La sentencia es definitiva,
vinculante para las partes e inapelable. Como mucho, podría ser objeto de interpretación o
revisión. Si algún juez desea hacerlo, deberá adjuntar una opinión al fallo.
Al firmar la Carta, los Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometen a
cumplir con cualquier decisión de la Corte en los casos de los que sean partes. Además,
dado que un procedimiento solo competerá a la Corte y esta solo tendrá poder de decisión
sobre el mismo si las partes han aceptado su jurisdicción, es poco frecuente que no se
apliquen sus decisiones. Si un Estado defiende que la otra parte no ha cumplido con las
obligaciones derivadas de un fallo de la Corte, podrá presentar el asunto ante el Consejo de
Seguridad, que tiene poder para hacer recomendaciones o decidir qué medidas deben
adoptarse para que la sentencia tenga efecto.

LA CORTE

Lo que se ha descrito anteriormente es el procedimiento normal. Sin embargo,


algunas cuestiones pueden afectar a los procedimientos. Lo más habitual es que se
presenten excepciones preliminares para evitar que la Corte falle sobre el asunto (el Estado
demandado puede alegar, por ejemplo, que la Corte no tiene jurisdicción sobre el asunto o
que la solicitud es inaceptable).

En estos casos, es la Corte la que decide. También existen medidas provisionales,


que el Estado demandante puede solicitar si considera que los derechos que constituyen el
objeto de su solicitud están en peligro inmediato. También puede ocurrir que un tercer
Estado desee intervenir en una controversia entre otros dos, porque considere que la
decisión que vaya a adoptarse respecto a la controversia entre dichos Estados puede afectar
alguno de sus intereses de índole jurídica.

El Estatuto también prevé casos en los que el Estado demandado no comparece ante
la Corte, ya sea porque rechaza por completo la jurisdicción de la misma o por cualquier
otro motivo. Por lo tanto, el hecho de que una de las partes no comparezca no evita que los
procedimientos sigan su curso. Sin embargo, en estos casos la Corte deberá cerciorarse de
que tiene jurisdicción sobre el asunto en cuestión. Por último, si la Corte considera que las
partes de procedimientos distintos presentan los mismos alegatos contra un mismo Estado
respecto al mismo asunto, podrá ordenar la unión de dichos procedimientos.
La Corte desempeñará sus funciones en pleno, pero, si las partes lo solicitan,
también podrá establecer salas ad hoc para estudiar casos concretos. La Corte elegirá cada
año una Sala de Procedimiento Sumario de conformidad con su Estatuto.

Las fuentes de derecho que puede aplicar la Corte son: los tratados y las
convenciones internacionales en vigor; el derecho consuetudinario internacional; los
principios generales del Derecho; así como las decisiones judiciales y la doctrina de los
publicistas de mayor competencia. Además, si las partes están de acuerdo, la Corte podrá
decidir un asunto ex aequo et bono, por ejemplo, sin limitarse a los reglamentos de derecho
internacional existentes.

Un procedimiento podrá concluirse en cualquier fase del mismo mediante un


acuerdo entre las partes o por desistimiento. En este último caso, el Estado demandante
podrá informar a la Corte en cualquier momento de que no desea continuar con el
procedimiento, o bien las dos partes pueden declarar que han decidido retirar el caso. En
ese caso, la Corte lo eliminará de la lista.

Procedimiento consultivo

El procedimiento consultivo de la Corte está abierto exclusivamente a los cinco


órganos y los dieciséis organismos del sistema de las Naciones Unidas.

La Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podrán


solicitar dictámenes consultivos sobre cualquier cuestión jurídica. Otros órganos u
organismos de las Naciones Unidas que hayan recibido autorización para solicitar
dictámenes consultivos solo podrán hacerlo respecto a las cuestiones de derecho que se
planteen dentro del ámbito de sus actividades.6

Cuando recibe una solicitud de dictamen consultivo y para que este se base en el
pleno conocimiento de los hechos, la Corte podrá llevar a cabo procedimientos escritos y
orales, que se asemejan en algunos aspectos a los procedimientos contenciosos. En teoría,
la Corte puede no servirse de dichos procedimientos, pero nunca ha prescindido de ellos
por completo.

6
ÁLVAREZ, LUISFERNANDO, S.J., Historia del Derecho Internacional público, Pontificia Universidad,
Javeriana, Bogotá, 2000,pag.239.
Algunos días después de que se presente la solicitud, la Corte elaborará una lista de
los Estados y organizaciones internacionales que puedan aportar información sobre el
asunto. Dichos Estados no se encuentran en la misma situación que las partes de los
procedimientos contenciosos: sus representantes ante la Corte no se denominan agentes y
su participación en el procedimiento consultivo, en caso de darse, no hace que el dictamen
de la Corte sea vinculante para ellos. En general, los Estados que aparecen en la lista suelen
ser Estados Miembros de la organización que solicita el dictamen. Los Estados podrán
solicitar su participación en caso de que la Corte no les consulte.

Sin embargo, no es frecuente que la CIJ permita que las organizaciones


internacionales que no han solicitado el dictamen participen en los procedimientos
consultivos. En lo que respecta a las organizaciones no gubernamentales internacionales, la
única a la que la CIJ autorizó para proporcionar información decidió no hacerlo (Situación
jurídica internacional del África Sudoccidental). La Corte ha rechazado todas las solicitudes
de este tipo por parte de entidades privadas.

Los procedimientos escritos son de menor duración, pero igual de flexibles que en
los procedimientos contenciosos entre Estados. Los participantes pueden presentar
declaraciones escritas, que a veces reciben comentarios escritos por parte de otros
participantes. Dichos comentarios y declaraciones tienen carácter confidencial, aunque
suelen hacerse públicos cuando comienzan los procedimientos orales. Entonces, suele
invitarse a los Estados a presentar declaraciones orales en las audiencias públicas.

Un procedimiento consultivo concluye con la exposición del dictamen


correspondiente en una audiencia pública.

Estos dictámenes son consultivos por naturaleza. Es decir, que, a diferencia de los
fallos de la Corte, no son vinculantes. El órgano, organismo u organización solicitante
tendrá libertad para hacer efectivo o no el dictamen mediante cualquier vía para ello. Sin
embargo, algunos instrumentos o reglamentos pueden informar de antemano de que un
dictamen consultivo de la Corte puede ser vinculante (por ejemplo, las convenciones sobre
las prerrogativas e inmunidades de las Naciones Unidas).Sin embargo, la autoridad y el
prestigio de la Corte van unidos a sus dictámenes consultivos y, si el órgano u organismo
interesado acepta dicho dictamen, la decisión tendrá el mismo efecto que si hubiese sido
aprobada por el Derecho internacional.

Asistencia financiera a las partes

Fondo Fiduciario del Secretario General para asistir a los Estados en el arreglo
de controversias por conducto de la Corte Internacional de Justicia

En 1989, con vistas a animar a los Estados a someter sus controversias a la Corte, el
Secretario General de las Naciones Unidas estableció un fondo fiduciario para proponerles
ayuda financiera en determinadas circunstancias. Actualmente el fondo está abierto a los
Estados en todos los casos en que las competencias de la Corte (o la admisibilidad de la
solicitud) no son o ya no son el tema de la controversia de su parte. Un segundo objetivo
del fondo es asistir a los Estados partes en una controversia a acatar el fallo de la Corte.7

INFORMES ANUALES

Cada año, la Corte presenta un informe de sus actividades a la Asamblea General de


las Naciones Unidas. El Informe cubre desde el 1 de agosto hasta el 31 de julio del
siguiente año. En general, se compone de un resumen introductorio y de información
concerniente a la Corte, sus competencias, actividades judiciales, visitas, actividades y
conferencias; las publicaciones y documentos de la Corte, y asuntos administrativos y
presupuestarios.

Los Informes anuales de la Corte redactados a partir de 1985 están disponibles en


formato electrónico.

Los enlaces aquí presentados llevan al sitio del Sistema de Información


Bibliográfica de las Naciones Unidas (UNBISnet), y si bien la información se presenta en
inglés es posible obtener el documento deseado, en español, usando el enlace
correspondiente.

LA SECRETARÍA

7
DÍEZ DE VELAZCO, MANUEL, Instituciones de derecho internacional público, t. I, Tecnos, Madrid, 1982, pág.
182
La Secretaría es el órgano administrativo permanente de la Corte y sólo es
responsable ante ella. La encabeza el Secretario, a quien asiste un Secretario adjunto.

Dado que la Corte es tanto una corte de justicia como un organismo internacional,
las tareas de la Secretaría no consisten solo en las de un servicio para ayudar en la
administración de justicia (donde los litigantes son Estados soberanos), sino también en las
de una secretaría de una comisión internacional. Las actividades que realiza son tanto
judiciales como diplomáticas y administrativas.

La Secretaría consta de tres Departamentos (de Asuntos Jurídicos, de Cuestiones


Lingüísticas y de Información), de varias Divisiones técnicas (Administrativa y de
Personal; de Finanzas; de Publicaciones; de Documentos y Biblioteca; de Tecnologías de la
Información; de Archivos, Indización y Distribución; de Procesamiento y Reproducción de
Textos; y servicios generales) y las secretarías de los Miembros de la Corte. Actualmente
comprende alrededor de cien funcionarios, ya sean permanentes o contratados por un
periodo determinado, que son nombrados por la Corte o por el Secretario.

Antes de asumir sus funciones, los funcionarios de la Secretaría harán una


declaración de lealtad y discreción. Gozan, en general, de los mismos privilegios e
inmunidades que los miembros de las misiones diplomáticas en La Haya de categoría
comparable. Están sometidos al Estatuto del Personal, que es casi idéntico al Estatuto del
Personal de la Organización de las Naciones Unidas, y a las Instrucciones para la
Secretaría. Sus condiciones de trabajo, remuneración y derechos de pensión son los mismos
que los de los funcionarios de las Naciones Unidas de categoría equivalente. Las Naciones
Unidas corren con los gastos.

ESTATUTO DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia es un parte integrante de la Carta de


las Naciones Unidas, como viene en el Capítulo XXV de dicha carta. Los capítulos del
estatuto son:

Capítulo I: Organización de la Corte (Artículos 2 - 33)

Capítulo II: Competencias de la Corte (Artículos 34 - 38)


Capítulo III: Procedimientos (Artículos 39 - 64)

Capítulo IV: Opiniones consultivas (Artículos 65 - 68)

Capítulo V: Modificaciones al Estatuto (Artículos 69 y 70)

Bajo el artículo 38.2, la Corte puede decidir un caso de la forma ex aequo et bono
si las partes así lo establece:

La locución latina ex aequo et bono "de acuerdo con lo correcto y lo bueno" alude
a la facultad de los tribunales de resolver los litigios con la solución que consideren más
equitativa en el caso particular.

CAPITULO III: CARACTERES DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

6. EL PROBLEMA DEL DERECHO INTERNACIONAL

El Derecho Internacional Clásico fue forjado en Europa Continental en los siglos


XVIII y XIX. Y, en gran medida, tuvo por objeto consolidar las relaciones de dominación,
incluso el colonialismo, a favor de un pequeño grupo de potencias del Viejo Continente.
Fue un Derecho originado entre potencias cristianas, herederas del Imperio Romano de
Occidente. Y, como es de suponer, las normas jurídicas propias de otras culturas como la
musulmana, china, japonesa o africanas, no fueron tomadas en consideración. Sólo en
América Latina surgieron principios destinados a establecer reglas que limitaran la acción
del poderoso. Y es así que encontramos doctrinas como “La igualdad jurídica de los
Estados”, “El principio de no intervención”, “No cobro de las deudas por la fuerza” y otras
destinados a combatir la desigualdad que son hoy parte de la legislación de Naciones
Unidas. El fin del colonialismo ha llevado a una revisión del Derecho Internacional Clásico
y hoy está surgiendo una nueva normativa que se genera en grandes conferencias mundiales
promovidas por Naciones Unidas.

El nuevo Derecho introduce conceptos que forman parte de las culturas de las otrora
colonias. Y es importante aceptar la nueva realidad legal para actuar en las Relaciones
Internacionales del presente. Y es, también, un método para asegurar la paz.
7. EL INSTRUMENTO JUDICIAL: LA CIJ

Hemos señalado el papel de la ONU para ir eliminando los posibles focos de


conflicto. Su instrumento judicial es la CIJ que trata que todos los conflictos entre Estados
sean resueltos por la vía del Derecho. La tendencia es ir dando a la Corte mayores
atribuciones, precisamente para ir despejando las amenazas de violencia. No me
sorprendería que en el futuro el Consejo de Seguridad llame a dos Estados en disputa a
someterse a la CIJ. Y, más aún, que la Corte adquiera atribuciones para actuar de oficio, es
decir , en forma activa para llamar a los contendores a un juicio. Salvaguardar la paz es la
meta de la Humanidad y por ende de la ONU, en las décadas que vienen.

8. LA METODOLOGÍA DE LA CORTE

Para que los diversos Estados recurran a la vía judicial la CIJ tiene que dictar
sentencias que dejen medianamente insatisfechas a las partes. Fallos inclinados en gran
medida o en su totalidad a uno de los contendores, inhibirían a otros Estados a recurrir a la
vía judicial, por temor a un fracaso rotundo.

Ahora bien, los latinoamericanos hemos sido criados en el modelo jurídico francés
que tiene por objeto asegurar el dominio del Estado. Los jueces son funcionarios públicos y
no tienen libertad para fallar, sólo pueden aplicar la norma jurídica que se remita al caso,
incluso con el riesgo que la sentencia no sea la más justa. La ley manda. En el sistema
anglosajón, especialmente el estadounidense, la comunidad prima por sobre el Estado. De
ahí la existencia del jurado, es decir de representantes del pueblo, elegidos por sorteo, que
es quien falla. El juez, en estas condiciones, busca una norma que pueda aplicar. Y no se
remite a un Código. El magistrado puede usar sentencias judiciales, leyes y, más aún,
innovar y crear jurisprudencia.

El mecanismo más adecuado para el funcionamiento de la CIJ , en la actualidad, es


el americano y aspira a buscar la equidad por sobre el poder de una ley escrita. La Corte
está creando jurisprudencia como una de sus tareas. Recordemos lo que dijimos acerca del
Derecho Internacional Clásico, de las nuevas tendencias y saquemos las conclusiones para
el accionar de la CIJ. Ello no implica suponer que los jueces de la Corte son semi-
analfabetos en materia jurídica. Todo lo contrario. Se trata de juristas de alta calificación
que representan a las diversas regiones del mundo y que tratan de abrir espacios a sus
culturas nacionales mediante la creación de jurisprudencia. Por ello que sus fallos son
despegados del Derecho Internacional Clásico, en su versión francesa.

9. EL PAPEL DEL JUEZ AD HOC EN LA CORTE INTERNACIONAL DE


JUSTICIA

El arreglo pacífico de las controversias internacionales ha comportado tres tipos de


fórmulas: la negociación entre Estados y, por lo que se refiere a los métodos jurídicos, el
arbitraje y el arreglo judicial, que ha sido el más reciente. El arreglo judicial fue establecido
en 1920 por medio de la creación de la Corte Permanente de Justicia Internacional a la que
sustituyó, después de la Segunda Guerra Mundial, la Corte Internacional de Justicia. En el
seno de esos dos Tribunales, apareció un personaje, extraño en ciertos aspectos; se trata del
juez ad hoc del que voy a hablarles. Dicho personaje no fue ni mucho menos admitido con
entusiasmo. Durante mucho tiempo apareció, como un autor ha señalado, «mucho más
como un representante de una de las Partes que como un magistrado y como una
supervivencia del procedimiento arbitral»

La noción de juez ad hoc viene tratada por el artículo 31 del Estatuto de la Corte,
pero su naturaleza, o más exactamente la concepción de su naturaleza, ha evolucionado
sensiblemente en el transcurso de los años. Primero hay que precisar que el juez ad hoces
un juez que un Estado Parte en un asunto sometido a la Corte tiene el derecho de designar
cuando él no cuente con un nacional entre los 15 miembros regulares de la propia Corte.
Dicho juez ad hoc tiene los mismos derechos que los miembros normales de la Corte,
apenas con algunas pequeñas diferencias formales, pero su naturaleza y su situación son
evidentemente un poco especiales. Vamos así a examinar en primer lugar las razones de la
designación de los jueces ad hoc y las reglas que se han establecido a su respecto, e
inmediatamente la evolución de las disposiciones iniciales, de la práctica y de las
concepciones.

10. LAS RAZONES DE LA DESIGNACIÓN DE JUECES AD HOC Y LAS REGLAS


INICIALES AL RESPECTO

La concepción del juez ad hoc deriva, se ha afirmado con frecuencia, del sistema de
arbitraje, ya que ese tipo de juez se encuentra en la situación de un árbitro elegido por una
de las partes. Sin embargo, no constituye una simple supervivencia. Dos razones esenciales
habían inspirado esta concepción. La primera atañía a la noción de igualdad de las partes:
se había considerado que a partir del momento en que el artículo 31, párrafo 1 del Estatuto
de la Corte Permanente de Justicia Internacional, establecido en 1920 y revisado
posteriormente, había previsto que «los magistrados de la misma nacionalidad de cada una
de las partes litigantes (en un asunto llevado ante la Corte) conservarán su derecho a
participar en la vista del asunto de que conoce la Corte», era lógico que, con la
preocupación por la igualdad de las Partes, el párrafo siguiente estableciera que «Si la Corte
incluyere entre los magistrados del conocimiento uno de la nacionalidad de una de las
partes, cualquier otra parte podrá designar a una persona de su elección para que tome
asiento en calidad de magistrado». Así, la regla debía extenderse hasta sus lógicas
consecuencias, pero en realidad no fue únicamente la noción de igualdad de las partes, sino
una razón de fondo, es decir la preocupación por obtener la aceptación más genera] de una
fórmula, entonces nueva, de justicia internacional, la que constituyó la razón esencial de la
regla considerada.

De ese modo, el párrafo 3 de ese mismo artículo 31 prevé que, si la Corte no


incluyere entre los magistrados del conocimiento uno de la nacionalidad de una de las
partes, cada una de éstas podrá proceder a designar un juez. Hay que precisar que el artículo
31 del Estatuto no fue objeto de una aceptación fácil en 1920.

En efecto, en aquella época, durante la primera elaboración del proyecto de Estatuto


de la Corte Permanente de Justicia Internacional por un Comité de juristas, Lord
Phillimore, quien, junto con Elihu Root, fue uno de los autores del texto finalmente
adoptado, había estimado que sería deseable que las Partes en un litigio sometido a la Corte
estuvieran «representadas» en su seno por un miembro de su nacionalidad y ojo, «no sólo
para proteger sus intereses, sino para colocar a la Corte en la situación de entender ciertas
cuestiones que exigen un conocimiento especial de los diferentes sistemas jurídicos». Las
opiniones sobre esta cuestión estuvieron divididas. De ese modo, ciertos miembros del
Comité estimaron que un juez ad hoc siempre se pronunciaría contra una sentencia
desfavorable a su gobierno, lo que ocurriría en general, aunque no siempre, mientras que
Lord Phillimore opinó ya entonces que no siempre ocurriría así. También se subrayó -y el
argumento fue de un gran peso- que convenía obrar de modo que las Partes en un litigio
ante la Corte tuvieran el sentimiento de que su posición sería defendida como ellas
deseaban, lo que se lograría si uno de sus nacionales tomaba asiento en la Corte.
Finalmente, el plan propuesto fue adoptado por una amplia mayoría y el Consejo de la SDN
se atuvo a las propuestas del Comité.

Es evidente que la representación de los Estados partes en el seno de la Corte por


jueces ad hoc se orientaba a facilitar la aceptación por los Estados concernidos del
sometimiento de un litigio a la Corte y asimismo, si bien en realidad a modo de
justificación suplementaria, a que la Corte se beneficiara de los conocimientos que los
nacionales de los países en causa pudieran tener de las condiciones particulares del caso y
de los países en cuestión. Se ha dicho también que la participación de jueces ad hoc
contribuiría a que la sentencia referente al país que les hubiera designado fuera redactada en
términos más aceptables para ese país, en caso de que éste perdiera el caso. Pero ésta fue
una justificación presentada sobre todo después del lance.

11. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN DE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

La Corte Internacional de Justicia tiene una doble misión, que se traduce en dos
tipos de procedimientos:

- Procedimiento contencioso, para el arreglo de controversias jurídicas que los


Estados sometan a su consideración. Solo los Estados (ahora hay 193 en la ONU)
pueden recurrir a la CIJ y ser partes en este procedimiento, que no está permitido a
personas físicas y jurídicas ni a organizaciones internacionales. Las sentencias son
vinculantes para las partes.
- Procedimiento consultivo, para la emisión de dictámenes sobre cuestiones jurídicas
planteadas por cinco órganos de la ONU y 16 organismos especializados del sistema
de las Naciones Unidas, que son los únicos que pueden solicitarlo.

No hay que confundir a la CIJ con otras instituciones judiciales –la mayoría
penales– con sede en La Haya y alrededores, como el Tribunal Penal Internacional para la
Antigua Yugoslavia (TPIY, creado ad hoc por el Consejo de Seguridad), la Corte Penal
Internacional (CPI, el primero de carácter permanente y que no pertenece al sistema de
Naciones Unidas), el Tribunal Especial para Líbano (TEL, que tiene personalidad jurídica
independiente), o la Corte Permanente de Arbitraje (CPA, institución independiente que
facilita la constitución y da soporte logístico a tribunales arbitrales).

Audiencia del "Acuerdo con el derecho internacional de la Declaración de


Independencia unilateral por las instituciones provisionales de gobierno autónomo de
Kosovo"

PROCEDIMIENTO PROCEDIMIENTO
CONTENCIOSO CONSULTIVO

Resolver por medio de


Emitir dictámenes u
sentencias las disputas entre
opiniones consultivas
los Estados

12. CONTROVERSIAS ENTRE ESTADOS: CUÁNDO ACTÚA LA CORTE


INTERNACIONAL DE JUSTICIA

La Corte Internacional de Justicia puede examinar y decidir sobre un asunto solo si


los Estados implicados han aceptado su competencia. Esto puede materializarse por tres
vías:

- Por un acuerdo especial entre los Estados para someter su controversia a la Corte
Internacional de Justicia.
- Por una cláusula jurisdiccional de un tratado o convención (hay más de 300) que
prevea aceptar la jurisdicción de la Corte en caso de que surja una controversia
sobre la interpretación o aplicación del tratado en cuestión.
- Por el efecto recíproco de declaraciones (hay 73 en vigor) por las que, de
conformidad con el Estatuto de la CIJ, cada Estado acepta la jurisdicción obligatoria
de la Corte en caso de diferendo con otro Estado que también asuma tal obligación.
De todos modos, parte de ellas expresan reservas para excluir ciertas categorías de
controversias.

El procedimiento seguido por la Corte Internacional de Justicia está definido en su


Estatuto y en el posterior Reglamento adoptado en 1978. Este ha sido modificado varias
veces, y la última entró en vigor el 29 de septiembre de 2005.

El procedimiento contempla una fase escrita, con intercambio de alegatos entre las
partes, y una fase oral, con audiencias en las que agentes y asesores presentan sus
apreciaciones. Todo lo escrito o dicho deberá estar disponible en los dos idiomas oficiales
de la CIJ, francés e inglés.

Concluida la fase oral, la Corte Internacional de Justicia se reúne a puerta cerrada para
deliberar, aunque su decisión final debe pronunciarse en audiencia pública. La sentencia es
definitiva e inapelable, aunque en ciertos casos puede ser objeto de interpretación –si
alguna de las partes plantea dudas sobre su alcance y significado y así lo solicita– o
revisión, que sería posible si se descubriera un hecho desconocido para la Corte y que
pudiera resultar decisivo. Cualquier Estado que considere que la otra parte incumple un
fallo de la Corte Internacional de Justicia puede presentar el asunto al Consejo de
Seguridad, que puede hacer recomendaciones o imponer medidas para hacer efectiva la
sentencia.

El Estatuto de la CIJ también prevé la incomparecencia de un Estado demandado –ya


sea porque rechaza su jurisdicción o por otro motivo–, que no evita que los procedimientos
sigan su curso, aunque la Corte Internacional de Justicia debe asegurarse de que tiene
jurisdicción sobre ese asunto concreto. Las disposiciones iniciales, de la práctica y de las
concepciones. CORTE INTERNACIONAL
DE JUSTICIA

PRINCIPAL ÓRGANO
JUDICIAL DE LA
CAPITULO IV: CASOS PRESENTADOS POR ESTADOS LATINOAMERICANOS
ANTE LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA

1. Caso relativo al Derecho de Asilo


Partes: Colombia c/ Perú Fallo del 20 de Noviembre de 1950 Fuente: C.I.J. Recueil
1951, pág. 266

Los hechos materia de la controversia se generaron como consecuencia de una rebelión


militar que estallo en el Perú el 3 de Octubre de 1948 la cual fue reprimida ese mismo día.
Como consecuencia el gobierno peruano declaró fuera de la ley a la “Alianza Popular
Revolucionaria Americana” (A.P.R.A.), acusando a sus dirigentes del delito de rebelión. El
25 de Octubre de 1948 se dictaron órdenes de arresto contra esos dirigentes, incluyendo al
jefe del A.P.R.A., don Víctor Raúl Haya de la Torre. Poco después, un golpe militar
reemplazó al Gobierno del Perú. Las nuevas autoridades declararon el estado de sitio y
continuaron la persecución de los dirigentes apristas que se hallaban prófugos. El 3 de
enero de 1949 Haya de la Torre se presentó a la Embajada de Colombia en Lima y solicitó
asilo, que le fue otorgado. Al día siguiente el embajador colombiano notificó al gobierno
peruano la decisión de conceder asilo a Haya de la Torre, de acuerdo con el art. 2, párrafo
2, de la Convención de La Habana sobre asilo, de 1928, y solicitó un salvoconducto para
que el asilado abandonara el país. Por nota subsiguiente, el mismo embajador informó al
gobierno peruano que el Gobierno de Colombia había calificado a Haya de la Torre como
asilado político, de acuerdo con el art. 2 de la Convención sobre Asilo Político de
Montevideo (1933). El gobierno peruano objetó las facultades de Colombia para calificar
unilateralmente el delito y, en consecuencia, rehusó extender el salvoconducto que se le
solicitaba. Para solucionar la controversia ambos Estados suscribieron un compromiso, el
31 de agosto de 1949, llamado “Acta de Lima”, sometiendo la cuestión a la Corte.

En relación al derecho de calificar la naturaleza del delito a los fines del asilo, mediante
una decisión obligatoria para el Perú, Colombia invoco la aplicación del Acuerdo
Bolivariano sobre Extradición y la Convención sobre Asilo de la Habana de 1928. La Corte
señalo que en ambos acuerdos no se preveía norma explicita sobre calificación unilateral
por el Estado asilante, por lo que rechazo tal argumento. Colombia también invoco la
Convención de Montevideo de 1933 sobre Asilo Político. La Corte encontró que esta
convención no podía serle opuesta al Perú, pues éste no la ratificó. Finalmente, Colombia
también baso sus argumentos en el “Derecho internacional americano en general”,
indicando la existencia de una costumbre regional o local peculiar a los estados
latinoamericanos. En opinión de la Corte, el examen de los tratados presentados por
Colombia como prueba de la práctica revelaba, o que nada tenían que ver con la cuestión, o
no contenía disposiciones sobre la regla de calificación unilateral, o no fueron ratificados
por Perú. Consecuentemente, no podía deducirse de ello ninguna práctica uniforme y
constante aceptada como derecho. Por ello, la Corte no pudo admitir que Colombia tuviera
el derecho a calificar la naturaleza del delito por una decisión unilateral, definitiva y
obligatoria para el Perú.

En relación a la demanda de reconvención presentada por el Perú la cual se basa en la


prohibición contenida en el inc. 1º de la Convención de La Habana de conceder asilo a
“personas acusadas o condenadas por delitos comunes, la Corte determinó que el Perú no
había probado que los actos que se le imputaban a Haya de la Torre constituyeran delitos
comunes. Por ello, la Corte considero mal fundada la reconvención en este punto. La Corte
también concluyo que, al momento de otorgarse el asilo, no existía el peligro inminente o
urgencia de acuerdo con la Convención de 1928 ya que Haya de la Torre se asiló tres meses
después de fracasada la rebelión militar. Consecuentemente, la Corte declaro que el
otorgamiento de asilo por el Gobierno de Colombia a Víctor Raúl Haya de la Torre no se
realizó de conformidad con el art. 2º, pgfo. 2º, de la Convención de la Habana.

- PEDIDO DE INTREPRETACION DE LA SENTENCIA DEL 20 DE


NOVIEMBRE DE 1950:
El mismo día de conocerse la sentencia en el “Caso del Asilo” (20 de Noviembre de
1950), Colombia solicitó a la Corte la aclaración de esa sentencia señalando su
voluntad de cumplir con ella pero indicando que contenía ciertas lagunas que hacían
imposible su ejecución. La primera pregunta giraba en torno a la calificación hecha
por el embajador colombiano en relación al delito atribuido a Haya de la Torre, de si
esta fue correcta y, en consecuencia, si debía atribuirse efecto legal a esa
calificación. La Corte estimo que ese punto no le fue planteado en el curso del
proceso, por lo cual no podría aclarar un tema que no había resuelto. La segunda
pregunta era la relativa a la entrega de Haya de la Torre. Es decir si el gobierno
peruano no estaba autorizado a pedir la entrega del asilado y que, en consecuencia,
el gobierno colombiano no estaba obligado a entregarlo, ni aún en el caso que le
fuere solicitado. La Corte declaro que la sentencia del 20 de Noviembre de 1950 no
se refiere al tema, ya que no le fue planteado en el proceso y que las “lagunas” que
Colombia cree advertir en la sentencia son, en realidad, cuestiones nuevas que no
pueden resolverse por vía aclaratoria. En efecto, solo se le sometió la cuestión, en
términos abstractos y generales, del derecho que correspondería a Colombia, como
Estado asilante, de calificar el delito, y si su decisión debería ser obligatoria para el
Perú.
Finalmente, la Corte encuentra que el hecho que una parte estime oscura una
sentencia, mientras la contraparte la halle perfectamente clara, no puede
considerarse como un diferendo en el sentido del art. 60 del Estatuto. A decir de la
Corte, un diferendo implica una divergencia de puntos de vista sobre asuntos
concretos, como lo indica el art. 79, pgfo. 2º, del Reglamento al establecer que el
pedido de aclaratoria debe contener “la indicación precisa del o los puntos
controvertidos”. Esta condición no se lleno en el sub examine, y la fecha misma en
que Colombia ha recurrido a la Corte demuestra que ese diferendo no podría
haberse producido de manera alguna. Por todo ello, la Corte por 12 votos contra 1
declaro inadmisible el recurso de aclaratoria de la sentencia del 20 de Noviembre de
1950, planteado ese mismo día por el Gobierno de Colombia.
- CASO HAYA DE LA TORRE
Después del fallo emitido el 20 de noviembre de 1950, el Ministro de Relaciones
Exteriores del Perú pidió al encargado de Negocios de Colombia en Lima la entrega
de refugiado señalando que el asilo concedido a Haya de la Torre debía haber
terminado inmediatamente después de la sentencia del 20 de Noviembre de 1950.
Por nota del 6 de Diciembre de 1950, el ministro de Relaciones Exteriores de
Colombia rehusó acceder al pedido peruano. Planteada así la controversia,
Colombia la presento a la Corte el 13 de Diciembre de 1950. La Corte concluyo, por
13 votos contra 1, que Colombia no estaba obligada a entregar a Haya de la Torre a
las autoridades peruanas; y por unanimidad, que el asilo debía haber cesado una vez
pronunciado el fallo del 20 de noviembre de 1950. La Corte agrego que no había
contradicción entre ambas disposiciones, ya que la entrega del refugiado no era la
única manera de poner fin al asilo. La Corte señalo que no podía dar consejos
prácticos sobre los métodos que convendría seguir para poner fin al asilo, pues si lo
hiciera se apartaría de su función judicial. Sin embargo, podía presumirse que las
Partes estaban ahora en condiciones de hallar una solución satisfactoria al problema.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFIA
LINKOGRAFÍA

https://nacionesunidas.fandom.com/es/wiki/Corte_Internacional_de_Justicia

https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-72542/79SEPULVEDA.pdf

https://core.ac.uk/download/pdf/29404293.pdf

http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/2008/seguimientodemandaperuana/docum
entos/SOBRE_LA_CORTE.pdf

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