Cartilla de Pastoral Rural
Cartilla de Pastoral Rural
Cartilla de Pastoral Rural
Encuentro No. 1
“Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que, según su gran misericordia y por la Resurrección de Jesucristo
de la muerte, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva” (1 Pe 1, 3)
1. INTRODUCCIÓN AL ENCUENTRO
1.1. Invocación
Iniciamos nuestro encuentro, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
• V: Gracia y bendición a todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo.
• R: Porque Dios es fiel y Él nos llamó a la Esperanza en su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
1.3. Ambientación
El animador tiene preparado en el sitio de encuentro un altar con un crucifijo, una Biblia, un cirio y una hoja
carta que tenga escrito: Es tiempo de la Esperanza. Se abre en torno al signo el siguiente diálogo: ¿Qué
frutos espero recoger este año para mi vida? ¿Qué sentimientos despierta en mí hacer este itinerario? ¿Qué
expectativas en mi vida personal tengo para vivir este año de la esperanza?
“Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti. Tengo sed de Dios, del Dios de
la vida. R/
¿Cuándo volveré a presentarme ante Dios? Día y noche, mis lágrimas son mi alimento, mientras a
todas horas me preguntan: « ¿Dónde está tu Dios?» R/
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a
quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador! R/
De día el Señor me envía su amor, y de noche no cesa mi canto ni mi oración al Dios de mi vida. Le
digo a Dios, mi defensor: « ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué tengo que andar triste y oprimido por
mis enemigos?» R/
Hasta los huesos me duelen por las ofensas de mis enemigos, que a todas horas me preguntan: «
¿Dónde está tu Dios?» R/
¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a
quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!” R/
4. PARA NUESTRO PRÓXIMO ENCUENTRO: El animador tiene preparada una ponchera (palangana) para lavar las
manos con una toalla y una vela por cada miembro de la pequeña comunidad. Una caja de fósforos o encendedor.
Encuentro No. 2 “Cristo murió una vez por nuestros pecados, el justo por los injustos para
llevarlos a ustedes a Dios: sufrió muerte en el cuerpo y resucitó por el Espíritu” (1 Pe 3, 18)
La esperanza de la que nace una vida nueva: el Bautismo (1 Pe 3,18-22).
1. INTRODUCCIÓN AL ENCUENTRO
1.1. Invocación
Iniciamos nuestro encuentro, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
• V: Gracia y bendición a todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo.
• R: Porque Dios es fiel y Él nos llamó a la Esperanza en su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
1.3 . Ambientación
El animador tiene preparada una jofaina (palangana) para lavar las manos con una toalla y una vela por
cada miembro de la pequeña comunidad. En un ambiente de fraternidad, el animador lee el siguiente texto:
“Jesús se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en
una jofaina y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.
Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?» Jesús le respondió: «Lo que yo hago,
tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde». Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús
le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo». Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino
hasta las manos y la cabeza». Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio.
Y ustedes están limpios». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Terminado el texto, cada uno pasa y se lava las manos y se seca las manos en la toalla y toma su vela.
Al lavarse todos, con la vela apagada, la enciende el animador y de la luz del animador encienden todos su
vela. Con las velas encendidas, rezamos el Credo de los Apóstoles. Terminado, apagamos las velas y
dialogamos: ¿Somos conscientes de nuestro Bautismo? ¿Somos testigos de la esperanza? ¿Qué tiene que
ver mi bautismo con ser testigos de la Esperanza?
2 .3 . Meditemos la Palabra:
Recordando ahora el ejemplo de sufrimiento dado por Jesús, Pedro pone de relieve los efectos redentores de
su muerte y resurrección. Al padecer injustamente el cristiano imita, en alguna forma, a Jesucristo, el Justo
por excelencia, que murió por todos los pecadores. Su muerte, padecida una vez por todos (en contraste a los
sacrificios repetidos de la ley antigua), era señal de purificación de aquellos cuya unión con Dios había sido
rota por el pecado.
Pedro termina este sublime pasaje Cristológico con los artículos de una antigua confesión de fe: la
ascensión, el sentarse a la derecha del Padre y la sumisión a El de toda clase de espíritus. Las aguas del
diluvio son figura de las del Bautismo: como Noé y su familia se salvaron en el Arca a través de las aguas,
ahora los hombres se salvan a través del Bautismo, por el que son incorporados a la Iglesia de Cristo (vv.
20-22).
Señor es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién
tendré temor?
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, ellos, mis
adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. R/
Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de
mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo. R/
2 .6 . Contemplemos la Palabra
• Compromisos y actitudes que nos deja la Palabra
√ Compartamos en la pequeña comunidad sobre ¿qué aspectos de nuestra vida personal necesitan ser
lavados por la esperanza de Cristo?
3. Oremos por Nuestra Diócesis de Montería
Oh Santísima Trinidad, misterio de unidad y amor, te damos gracias por nuestra Iglesia particular de Montería,
que al recibir la misión del Padre: anuncia, celebra, ama y vive la palabra de Dios y los sacramentos en la fe.
Que la fuerza de tu Santo Espíritu nos ayude a comprometernos como verdaderos discípulos misioneros en la
acción pastoral de la Iglesia, que busca la construcción del reino de Dios, en comunión y conversión.
Que tú presencia guie la evangelización en cada una de nuestras comunidades, buscando siempre la mayor gloria para ti
y la salvación para todos los hombres y mujeres que peregrinamos de la mano de Jesucristo camino, verdad y vida.
Amén
1 . INTRODUCCIÓN AL ENCUENTRO
1 .1 . Invocación
Iniciamos nuestro encuentro, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
• V: A todos los que Dios amó y llamó a ser discípulos suyos, que se encuentran en la Iglesia de
Cartagena.
• R: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, nuestra
esperanza.
• 1 .2 . Canto: Yo edifiqué
Yo Edifiqué una Casa Y esa casa no se cae
Yo Edifiqué una Casa Porque está sobre la Roca
Sobre la Roca la Edifiqué Paséate Nazareno, Nazareno
Y Era Cristo La Roca Paséate.
Y Era Cristo La Roca Paséate Nazareno, Nazareno
Sobre la que Yo Edifiqué Paséate.
• Y esa casa no se cae
1.3 . Ambientación
El animador de la comunidad tiene preparada una mesa con una biblia abierta y una semilla germinando en
un vaso plástico con agua, o una planta que está retoñando. En torno al signo dialogamos: ¿Cómo debe ser
mi crecimiento en la vida como testigo de la esperanza? ¿Mi proyecto personal de vida contempla ser hombre/
mujer de esperanza?
• Memoricemos la Palabra
“Hermanos, esfuércense por asegurar su vocación y elección. Si obran así, no tropezarán nunca.” (2 Pe 1, 10)
2 .3 . Meditemos la Palabra:
Jesús nos participa de su vida en el Padre y participar de la vida divina excluye, por definición, esa
descomposición moral de la muerte espiritual que la pasión o la concupiscencia introducen en el mundo. Por
eso los cristianos deben esforzarse para ser dignos de tan gran promesa. Ellos ya tienen la fe. Su fe, sin
embargo, debe ser completada por aquellas virtudes que son sus frutos naturales. La primera de éstas, es la
firmeza moral nacida y a su vez confirmada por las creencias religiosas. El progreso en el valor moral asegura
el progreso en la sabiduría práctica de los corazones puros.
2 .4 . El Papa Francisco nos enseña
“Hoy es un lindo día para pensar en esto: el mismo Dios, que llamó a Abraham y lo hizo salir de su tierra
sin que supiera a dónde debía ir, es el mismo Dios que va a la cruz, para cumplir la promesa que había
hecho: Es el mismo Dios que en la plenitud de los tiempos hace que aquella promesa llegue a ser una
realidad para todos nosotros. Y lo que une aquel primer momento a este último momento es el hilo de la
esperanza; y lo que une mi vida cristiana a nuestra vida cristiana, de un momento al otro, para ir siempre
hacia adelante – pecadores, pero adelante – es la esperanza; y lo que nos da paz en los feos momentos,
en los momentos peores de la vida es la esperanza. La esperanza no decepciona, está siempre allí:
silenciosa y humilde, pero fuerte”. Papa Francisco, Homilía en Santa Marta, 17 de marzo de 2016.
2 .5 . Oremos con la Palabra
En un clima de mucha oración y recogimiento, vamos a leer suavemente el siguiente aparte del Salmo 1
(Sal1, 1-3), si alguno quiere hacer oración espontánea a partir del salmo lo puede hacer:
Bienaventurado el hombre que no anda en consejo de los malvados,
ni anda en camino de pecadores, ni se sienta en silla de escarnecedores…
será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se
marchita; y todo lo que hace prospera. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo…
2 .6 . Contemplemos la Palabra
• Compromisos y actitudes que nos deja la Palabra
√ ¿Cómo se vive la esperanza cristiana en nuestras familias, ya que está es el gran proyecto de Dios
para dar esperanza a todos los hombres y mujeres?