Taller de Masaje Antiestres y Relajacion
Taller de Masaje Antiestres y Relajacion
Taller de Masaje Antiestres y Relajacion
Puede dar masaje a su cónyuge, sus familiares o sus amigos. Sirve para las abuelas, los bebés;
para los que ama, y, si tiene el valor suficiente, para los que detesta: para cualquier persona con la que se
siente capaz de compartir un acto físico de solicitud.
Al revés de lo que se cree, el masaje es un arte curativo y no una técnica sexual avanzada. Sin que
esto último deje de ser una de las muchas posibilidades que ofrece.
El fondo profundo del masaje reside en su forma singular de establecer una comunicación sin
palabras. En sí mismo, esto no es del todo extraño; a menudo, tocando o abrazando a los que nos rodean,
por ejemplo, les hacemos saber que simpatizamos o que sufrimos con ellos, o que apreciamos y
respetamos lo que valen. Sin embargo, el masaje puede trasmitir este mensaje en una frecuencia nueva y
diferente. La persona que lo recibe participa de una experiencia física y mental difícil de describir: como
si penetrara en un recinto misterioso que hasta el momento se hallaba cerrado y oculto; una región cuya
existencia es probablemente conocida sólo por aquellos que practican alguna forma de meditación. Este
estado, en sí mismo, es un don. Sin embargo, el que da el masaje no debe necesariamente detenerse ahí,
pues mientras mejor pueda sintonizar con la agudizada conciencia de sí del sujeto, mejor podrá trasmitirle
algo de su propio ser interior y de su experiencia. El más ligero contacto se convierte en una forma de
comunicación: como deslizar una pluma delicada sobre un papel sensible. La confianza, la empatía y el
respeto, para no mencionar una sensación de pura y mutua existencia física, pueden ser expresados con
una plenitud jamás igualada por las palabras.
El masaje es algo esencialmente simple. Nos hace más plenos, más nosotros mismos. Las manos
tienen el poder de transmitir esta posibilidad a otros. Aprenda a confiar en él y pronto descubrirá mejor
que nadie cuál es el sentido profundo del masaje.
Fisiológicamente, los beneficios que produce el masaje en el organismo son, entre otros:
Movimientos circulares en el tobillo: Use los dedos medio y pulgar dar movimientos
circulares en el tobillo alternados es decir hacia adelante y hacia atrás.
Se hace presión: se toma el pie entre sus manos y con un pulgar sobre el otro
presione firmemente la planta del pie trabaje toda el área y en especial el área central
y la pelota del pie, se hace una pequeña Reflexología si el paciente lo amerita o va
hacerle tratamiento en sus órganos desde el reflejo del pie.
2. Masaje de la Pierna:
Masaje de la rodilla:
Sostener con los dedos y comenzar con los pulgares cruzando justo por debajo de la
articulación, por los cuatro lados de la rodilla. Y siempre en forma ascendente
Se hace fricción suave por los lados de la rodilla en forma ascendente y movimientos
continuos suaves. Se repite por 3 veces
Luego colocamos los dedos índice y pulgar juntos de cada mano encima de la rótula
y en forma circular con movimientos suaves, primero al lado derecho y luego al lado
izquierdo se repite por 3veces.
Luego se marcan costillas con las yemas de los dedos y que caiga la mano a la
camilla fuertemente.
Apretamos cintura, caderas y parte baja de las caderas: colocamos las manos
juntas encima del paciente en el pecho y las deslizamos suavemente y luego
cuando llegamos al ombligo las separamos y apretamos la cintura, igualmente
la cadera y parte baja de la cadera, se repite 3 veces.
Se hace drenaje linfático con el dedo índice y medio de cada mano, los de la
mano derecha adelante y los de la mano izquierda atrás, de cada lado del
abdomen, permitiendo arrastrar todas las toxinas hacia los ganglios
inguinales.
Luego se hace golpeteo con la mano medio cerrada, desde la parte del colon
ascendente, trasversal y descendente.
Se finaliza con masaje suave y en forma de corazón.
4. Masaje de las manos:
Luego con las falanges de su mano semicerrada, hacer fricción de nudillos en las
palmas de las manos del paciente.
Sostener la mano de su paraje con la palma hacia abajo y trabajar cada dedo por
separado. Frotar desde la punta hacia el nudillo.
Con una mano sostener el brazo de su pareja justo debajo de la muñeca y con la otra
flexione la muñeca adelante y atrás, y luego a cada lado. Rótela en ambas
direcciones 3 a 4 veces cuidando de forzar la articulación.
Luego con la mano del paciente en dirección de la palma hacia abajo agarre la
muñeca con sus dos manos que los dedos índice, medio, anular y meñique queden
en la parte interna y con los pulgares en la parte externa, presionando suavemente
pero con firmeza y bajarla teniendo sus codos hacia adentro, y luego se sube
abriendo sus codos, se hace para cerrar la mano si está abierta.
Sostenga la mano con sus dedos y friccione alrededor de la muñeca con sus pulgares.
Comience en el lado interno de la muñeca frotando hacia arriba y hacia afuera,
trabajar con ambos pulgares juntos y luego alternadamente. Gire la mano y trabaje de
igual forma en la cara externa de la muñeca. Presionar firmemente en dirección al
cuerpo y regresar deslizando.
.
Luego colocar la mano de su pareja sobre su hombro para levantarlo colocar el aceite
y hacer un precalentamiento al brazo empezando desde el codo hacia el hombro y
luego deslizarse ligeramente desde el hombro hacia el codo.
Masaje Lateral: Usar ambas manos a un mismos lado, trabajar desde el hombro
hasta la base del cráneo alcanzando la oreja, con una mano siguiendo la otra. Levante
la primera mano y regrese al hombro mientras la segunda fricciona el cuello en
forma ascendente. El movimiento de regreso debe ser rítmico de forma que la
secuencia sea fluida. Repetir varias veces y luego cambiar de lado.
Estiramiento lateral: Colocar una mano sobre el hombro y la otra en la base del
cráneo del mismo lado. Empuje el hombro gentilmente hacia abajo y jale la cabeza
sin tirar del cuello, simplemente estírelo con cuidado. Repita del otro lado.
Presión lateral: Con el dedo medio de cada mano presionar firmemente en forma
circular a ambos lados de la espina, detrás del cuello. Trabaje el cuello hacia arriba y
luego presione en la hendidura de la base del cráneo y en la ubicada a ambos lados.
Hacer presión circular en toda la base del cráneo: Presionar firmemente pero con
cuidado los muslos de esta área frecuentemente están rígidos y tensionados.
7. Masaje de la cara:
Con la yema de los dedos friccionar firmemente hacia arriba comenzando en la base
de la nariz y hacia afuera a lo largo de las cejas. Luego deslice hacia abajo muy
suavemente; masajee debajo de los ojos y regrese a la nariz. Las manos debes
moverse simultáneamente describiendo un círculo.
Luego usar el dedo anular de cada mano para hacer presión circular sobre todo el
parpado, tener siempre cuidado con la presión.
Se cierra en forma de corazón y hacia atrás estirando la cara.
8. Masaje de la cabeza:
Después del masaje de la cara pasar a la cabeza en forma fluida, sin interrupciones y
sin agregar más aceite ni cremas.
Básico de pulgares: usar las yemas de los dedos para realizar pequeños círculos
sobre el cuero cabelludo. Comenzar al frente y trabajar toda la cabeza. Acentuar el
masaje en las hendiduras de la base del cráneo.
Luego con los dedos índice y pulgar de cada mano, comprimir las orejas haciendo
presión circular. Después con el dedo anular explorar lentamente todas las rejillas o
surcos de cada oreja.
Luego colocar las manos detrás del cuello, con el dedo meñique en la base del
cráneo. Gentil y gradualmente jale la cabeza hacia usted estirando el cuello.
Mantener siempre le cuello recto y estirarlo lentamente.
9. Masaje de la Espalda:
Luego se hace básico de pulgares en toda la espalda que llegue hasta el hombro.
Continuamente se hace amasamiento. Repetir de 4 a 6 veces.
Con las manos agarrando los hombros le damos básico de pulgares con movimientos
circulares suaves en forma de abanico, primero con los pulgares y luego con la yema
de los demás dedos de cada mano.
Luego cambiamos a un costado y marcamos las costillas por 3 veces.
Con las palmas de las manos abiertas pero juntas desde la base del cuello se desliza
hasta llegar en dirección de la cintura y se aprieta. De igual manera se aprieta las
caderas y parte baja de las caderas.
Luego se hace masaje a la columna con la yema de los dedos índice y medio,
empezando desde el sacro hasta la base de la cabeza en forma de culebrilla. Repetir
por 3 veces.
Luego se hace alternado con los dedos pulgares encima de la columna haciendo un
masaje suave confortable, desde sacro hasta la cervical se repite por 3veces