Caso Ángelo
Caso Ángelo
Caso Ángelo
Fecha: 09/10/2014
1. Introducción
Tal como este título lo anticipa se desarrolla el tema del abordaje psicooncológico
de un paciente de la tercera edad, que atraviesa la etapa terminal de su
enfermedad oncológica, así como también la asistencia psicoterapéutica de su
familia. Con este fin se describe y analiza la situación de Ángelo, paciente de 83
años de edad, viudo, con dos hijos: Carlos y Néstor.
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Ahora bien, concretamente Ángelo recibe, tras varios estudios, el diagnóstico de
cáncer rectal con compromiso ganglionar y hepático, estadio IV. Se advierte que al
estar tan diseminado y sumado a la edad avanzada del paciente, estas son
condiciones que colaboran en la complicación del cuadro clínico. Así es que se
procede de inmediato al tratamiento con quimioterapia y radioterapia.
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soporte anímico, fortaleciendo las redes sociales secundarias del paciente que, en
su etapa de vejez, de ordinario se hayan restringidas.
Por otro lado, la pérdida de un ser querido por cáncer, hace que la familias hagan
frente al duelo de distintas maneras. La mayoría de las personas que
experimentan aflicción soportan bien la pérdida, siendo capaz de continuar
normalmente con sus vidas diarias aunque les resulte difícil, sin embargo, otras
tienen un proceso grave y pueden necesitar tratamiento.
Con respecto al tercer capítulo se realiza la Presentación del Caso Ángelo. Allí se
efectúa una breve descripción introductoria que se acompaña del genograma
correspondiente.
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El cuarto capítulo corresponde al Relato del Caso que incluye la descripción de
fragmentos de entrevista con el paciente y su familia. Para posteriormente, en el
quinto capítulo efectuar el análisis del estudio de caso, en el que se articula el
marco teórico con la información descriptiva del caso clínico.
Entonces, los cuidados paliativos son cualquier tipo de tratamiento que se dirige
en aliviar síntomas del paciente, mejorar su calidad de vida y ofrecer apoyo para
sus familiares. Hay que señalar que los cuidados paliativos no sólo se indican para
el paciente con enfermedad oncológica terminal sino también para cualquier otra
patología que conduzca a símil destino y en cualquiera de sus etapas. De común,
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los pacientes reciben tratamiento contra el cáncer y, en paralelo, trato para aliviar
los síntomas que se espera posible durante todas las fases de la enfermedad.
En definitiva estos cuidados ofrecen una mirada interdisciplinaria total, más allá del
paciente y de su familia en tanto entidades individuales de asistencia. Entre los
profesionales que integran un servicio de cuidados paliativos se cuentan: médico
paliativista, enfermera, asistente social, terapista ocupacional, psicooncólogo, etc.
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espirituales, de tal modo de facilitar al paciente no sólo el morir en paz sino
también el vivir tan activamente como sea posible hasta el momento final
La familia del adulto mayor es otro aspecto primordial a tratar. También hay que
señalar que cuando en la familia uno de sus miembros presenta una enfermedad
con evolución hacia la terminalidad pueden manifestarse sentimientos de angustia,
ansiedad, culpa, desesperación, incredulidad, confusión, etc. Es decir que si bien
la muerte de personas en edad avanzada es esperable, la repercusión en la
familia no deja de ser significativa
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El tratamiento de la enfermedad oncológica no sólo se da en el plano orgánico,
sino también en lo emocional y social. Las repercusiones en la familia no se hacen
esperar, desde el momento del diagnóstico, surgen distintas emociones que
pueden tomar distintas características según la persona y familia que se trate.
Con el fallecimiento del ser querido enfermo, la familia entra en un proceso normal
de reacción anímica que marca la pérdida de la persona, reacciones que son
particulares según los valores y la cultura dominante. Proceso necesario de
despedida que implica una desligazón afectiva paulatina, con desazón y tristeza,
expresiones del ánimo que intentan curar heridas por el desasimiento vincular.
Claramente cambia el curso normal de la vida de una persona y de una familia
pero es un proceso normal. Así comienza el duelo tras la muerte real, sin
embargo, también suele desencadenar una serie de comportamientos que lleva
tiempo superar y en los que muchas veces resulta complicado hallar respuestas.
De aquí se desprende la posibilidad de aparición de un cambio anímico que lleva a
un estado depresivo o a la aparición de sintomatología somática
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3. Materiales y Métodos
4. Resultados y Discusión
Se observa que Ángelo acepta y comprende su diagnóstico, como así también que
su enfermedad ha avanzado y se encuentra en una etapa irreversible. Asimismo
intenta apaciguar ciertos temores, como por ejemplo, la desolación y a morir solo.
Se advierte que siente angustia al no haber dialogado aún con sus hijos para
solucionar conflictos y dejar instrucciones póstumas.
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En la primera entrevista se destacan la preocupación por la trascendencia de su
ser, por la cercanía de la muerte y también las dificultades en el diálogo que tiene
con su familia.
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En la entrevista con su hijo se observa como la enfermedad de Ángelo provoca
cierta inestabilidad familiar, aunque, posteriormente, se empiezan a reordenar los
roles y funciones en beneficio del enfermo, a pesar de algunos desencuentros.
Se le indica que es una tarea difícil de aceptar los síntomas del padre, su
progresiva debilidad y dependencia, que generalmente les implica repartirse las
responsabilidades del cuidado del enfermo y las demás tareas del funcionamiento
familiar.
El dolor por una crianza rígida y los vínculos tensos entre Carlos, Néstor y su
padre, a lo largo de la historia familiar, es lo que se expresa durante el segundo
encuentro. Es importante considerar desde un principio al grupo familiar que
resulta frecuente que aparezcan crueles reproches y autoreproches, sentimientos
de castigo y de culpa, vivencias de haber sido disciplinados severamente, y todas
otras manifestaciones posibles que acompañan al sufrimiento.
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Luego de la muerte de Ángelo la familia, en especial los hermanos, sufren
emocionalmente la ausencia de su padre, por lo cual se los orienta
psicoterapéuticamente en la elaboración del proceso de duelo. Entonces y
recapitulando, la intervención psicooncológica se inicia con los familiares durante
el proceso de enfermedad y se extiende, una vez fallecido Ángelo con el
tratamiento de Carlos y Néstor.
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dolorosas de su vida; se los insta a comenzar a entender y a aceptar el duelo
anticipatorio. Finalmente se los acompaña en el proceso de duelo tras la defunción
de su padre con el propósito que sus hijos puedan transitar y aceptar el duelo por
la ausencia del ser querido.
5. Conclusiones / Recomendaciones
Aquellos psicólogos que eligen trabajar con adultos mayores, con enfermedades
crónicas y terminales, deben formarse bajo los ordenamientos teóricos que se
dictan en Cuidados Paliativos, en PsicoOncología y en el conocimiento de las
características de la franja etárea del geronte, su cosmovisión y sus frecuentes
trastornos físicos, cognitivos y anímicos y psicosociales
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Sin lugar a dudas, la promoción de los cuidados paliativos ha modificado la
manera de fallecer, y junto a ello, la visión de la Medicina sobre la enfermedad de
aquellos pacientes sobre los que ya no hay nada más por hacer, en términos de
curación.
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De esto último se desprende también el tratamiento de la aflicción en el duelo
familiar, lo que supone continuar con el apoyo psicológico una vez desaparecido el
ser querido. Si bien no es común que las familias prosigan con la orientación
psicológica tras la muerte del paciente, no obstante, resulta importante para
muchas hablar sobre la pérdida, hacer planes para el futuro, conversar sobre los
sentimientos, entre otros, trazando metas de recuperación.
Por último, y para dar por terminada esta conclusión, se acentúa la significación
que adquiere el encuentro del psicooncólogo frente al paciente agonizante y su
familia, que mediado muchas veces por tiempos apremiantes, fue siempre y en
primer lugar, un encuentro humano, de dos o más subjetividades-biografías-
emociones. En definitiva, se trata de un contacto compasivo, piadoso, caritativo y
humanitario, y siempre comprendiendo que es el enfermo y su familia los que
establecen en último término el camino a seguir…
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6. Bibliografía
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