Investigacion Educativa
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Los principale representantes de esta tendencia son Popper (1959) y Kuhn (1975) quienes señalan,
que cualquier análisis del método científico debe estar basado en un examen detallado de lo que
en realidad hacen los científicos y con ¿cuáles convicciones particulares están comprometidas?
Aunque las ideas de Popper, parecen ofrecer el marco epistemológico más coherente con el
enfoque hipotético deductivo, los análisis de Schawb (1962 – 1964), al parecer son los que
mayormente han ejercido influencia pues, él define la disciplina como un cuerpo de temáticas de
estudio con un conjunto coherente de estructuras sustantivas y sintácticas.
Hay un acuerdo mínimo generalizado en que la epistemología tiene que ver con el
conocimiento. De allí en adelante surgen no sólo las diferencias, sino también las dificultades y
los problemas.
Una diferencia que vale la pena destacar es que para unos la epistemología estudia el
conocimiento en general, desdeun punto de vista filosófico, con lo cual el término resulta
aproximadamente sinónimo de “gnoseología” (suele ser el caso en el mundo anglosajón, por
ejemplo), mientras que para otros la epistemología se restringe a uno de los tipos de
conocimiento: el científico (en general, suele ser el caso, por ejemplo, en Italia, Francia y
Latinoamérica), con lo cual el término pasaría a ser sinónimo de las expresiones “Filosofía de la
Ciencia”, “Teoría de la Ciencia”, “Teoría de la Investigación Científica”, etc. A lo largo de esta
exposición se asume el segundo de estos dos sentidos del término.
Pero una dificultad de primera magnitud está en lo que podría concebirse como la paradoja de
Gödel aplicada a la epistemología. Como se sabe, Kurt Gödel demostró la imposibilidad de
hablar de cualquier sistema de cosas utilizando los mismos recursos internos del sistema en
cuestión (es el caso célebre del mentiroso: “yo siempre miento” es una expresión paradójica).
Todos tenemos determinados filtros preteóricos, precognitivos, que condicionan el modo en que
conocemos y que implican ciertas preconcepciones sobre qué es el conocimiento y sobre cuáles
son sus vías legítimas de producción y validación. Entonces, al hablar sobre el conocimiento,
inevitablemente intervienen esos filtros y ocurre que hablamos sobre ‘conocimiento’ utilizando
los mismos recursos de nuestras propias formas y procesos de conocimiento, lo cual enturbia los
resultados y oscurece el asunto. Una solución clásica a la paradoja de Gödel (que se refiere al
caso de los sistemas lingüísticos en general y más específicamente a los sistemas formales) está
en crear un “meta-lenguaje” que nos permita hablar adecuadamente del “lenguaje-objeto”
(para el ejemplo del mentiroso, podría ser algo así como “la frase ‘yo siempre miento’ es
verdadera”). Pasando al caso de la paradoja epistemológica, esa solución consistiría en crear
algún sistema externo que considere los distintos filtros preteóricos o precognitivos, o sea, las
distintas perspectivas que condicionan nuestros propios procesos de conocimiento y que, por
tanto, nos permitan hablar de éste según tal o cual perspectiva.
Ese sería el único modo en que podríamos entender y manejar los debates entre, por ejemplo,
las investigaciones