Historia de Belgica

Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 17

Historia de Bélgica

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
La historia de Bélgica se divide tradicionalmente en dos grandes episodios. El
primero de ellos es aquel que comprende la historia del conjunto de territorios que
formaron en el año 1830 el Estado de Bélgica propiamente dicho (pues nunca fue
independiente de un modo estable antes de este año). El segundo retoma la sucesión
de acontecimientos a partir de esta fecha clave, que supone el nacimiento de
Bélgica en tanto que nación independiente política y territorialmente.

Índice
1 Generalidades
2 Prehistoria
3 Periodos celta y romano
4 La Edad Media
5 Los Países Bajos: 1384 - 1795
5.1 Los Países Bajos borgoñones
5.2 Los Países Bajos españoles
5.3 Los Países Bajos austriacos
5.4 El principado de Lieja: 970-1795
6 La era de las revoluciones (1795-1830)
6.1 La revolución de Lieja
6.2 La revolución brabanzona
6.3 Los Estados Unidos de Bélgica
6.4 El periodo francés
6.5 El periodo neerlandés
6.6 La revolución de 1830 y la independencia
7 La formación del estado belga (1830-1914)
7.1 Un estado en formación
7.2 Historia de las fronteras
7.3 La Revolución industrial
7.4 El imperio colonial
8 De la Primera a la Segunda guerra mundial
8.1 Primera guerra mundial
8.2 Segunda guerra mundial
9 Después de 1945
9.1 Papel europeo e internacional
9.2 La monarquía belga
9.3 La independencia del Congo
9.4 Evolución económica
9.5 Huelga de médicos en 1964
9.6 Federalismo y tensiones comunitarias
9.7 Muerte de Balduino I de Bélgica
9.8 Abdicación de Alberto II de Bélgica y ascensión de Felipe I
10 Referencias
11 Véase también
11.1 Algunas ciudades belgas importantes
11.2 Listas relacionadas con la historia de Bélgica
11.3 Las antiguas naciones belgas
11.4 Otros
Generalidades
La historia de Bélgica está ligada a la historia de los otros Estados del Benelux.
Poco a poco, los diversos Estados situados entre las futuras Francia y Alemania
habrían de fusionarse en un solo Estado por los Duques de Borgoña. Esta unificación
comenzó en 1384 y no finalizó sino hasta en 1443. Los territorios fueron llamados
Países Bajos (llamados "Bélgica" durante la dominación romana).

En el siglo XVI y como consecuencia de la Reforma Protestante, las provincias del


norte proclamaron su independencia. Desde entonces hay que distinguir entre:

Los Países Bajos del Norte: Estado protestante e independiente; lo que más tarde
sería Países Bajos.
Los Países Bajos del Sur: Estado católico gobernado por soberanos extranjeros hasta
1789 (por la casa de los Habsburgos: primero por los españoles, después por los
austríacos). Entre 1789 y 1830, estos Países Bajos del Sur fueron ocupados por los
franceses y por los neerlandeses, antes de terminar siendo independientes como
Estado belga. Finalmente, en 1839, una parte de Bélgica formaría un nuevo Estado:
el Gran Ducado de Luxemburgo.
Prehistoria

Cuchillos de sílex descubiertos en cuevas belgas


En el hoy territorio belga fueron descubiertos fósiles neandertales en 1829-1830 en
Engis, y en otros lugares, algunos que datan de al menos BCE.1

La temprana tecnología de cultivo neolítica más antigua de Europa del Norte, la


llamada cultura LBK, alcanzó el este de Bélgica en su punto más alejado hacia el
noroeste desde sus orígenes en el sureste de Europa. Su expansión se detuvo en la
región de Hesbaye, en el este de Bélgica, alrededor de 5000 a. C.. La LBK belga es
notable por el uso de muros defensivos alrededor de las aldeas, algo que puede o no
puede haber sido necesario debido a la proximidad de cazadores-recolectores.234

Las llamadas cerámica de Limburgo y cerámica de La Hoguette son estilos que se


extendieron por el noroeste de Francia y los Países Bajos, pero que serían según
algunos resultado de la propagación por cazadores recolectores de la tecnología de
la cerámica de la población original de agricultores LBK del noreste de Francia y
de Bélgica.5 Una cultura neolítica un poco más tardía se encuentra en el centro de
Valonia, el denominado «Grupo de Blicquy», que puede representar una rama de
colonos LBK. Un sitio arqueológico notable en esta región son las minas neolíticas
de sílex de Spiennes,3 declaradas en 2000 Patrimonio de la Humanidad.

La agricultura en Bélgica sin embargo no logró afianzarse permanente en un primer


momento. Las culturas LBK y Blicquy desaparecieron y hay un largo intervalo antes
de que una nueva cultura agrícola, la cultura Michelsberg, apareciera y se
generalizara. Cazadores-recolectores de la cultura Swifterbant aparentemente
permanecieron en el norte arenoso de Bélgica, pero parece que se vieron cada vez
más influidos por la agricultura y la tecnología cerámica.3

A finales del IV milenio a. C. y en el III milenio a. C., el conjunto de Flandes


muestra relativamente pocas evidencias de presencia humana. Aunque se considera que
hubo una presencia humana continua, los tipos de evidencias disponibles hacen muy
difícil valorar los detalles.6 La cultura Sena-Oise-Marnese se extendió por las
Ardenas, y se asocia con los sitios megalíticos encontrado allí (por ejemplo
Wéris), pero no se difundió por toda Bélgica. Al norte y al este, en los Países
Bajos, se ha propuesto la existencia de un grupo de agricultores semi-sedentarios,
el llamado complejo de Vlaardingen-Wartburg-Stein, que posiblemente se desarrollase
a partir de las culturas Swifterbant y Michelsburg antes mencionadas.7 El mismo
patrón continúa hasta finales del Neolítico y en la Edad del Bronce temprana. En la
última parte del Neolítico, se encuentran evidencias de las culturas de la cerámica
cordada y del vaso campaniforme en el sur de los Países Bajos, pero estas culturas
tampoco parecen haber tenido un gran impacto en Bélgica.

La población permanente de Bélgica comenzó a aumentar al final de la Edad del


bronce, desde alrededor de 1750 aC. Tres culturas europeas posiblemente
relacionadas llegaron en secuencia: primero llegó la cultura de los campos de urnas
(se encuentran túmulos en Ravels y Hamont-Achel en el Campine); luego, al entrar ya
en la edad de hierro, la cultura de Hallstatt, y la cultura de La Tène. Las tres
están asociadas con las lenguas indoeuropeas, asociándose específicamente las
lenguas célticas con la cultura material de Tène, y posiblemente con la de
Halstatt. A esto se debe que los registros históricos griegos y romanos de las
áreas en las que se estableció esta cultura muestren topónimos y nombres personales
celtas.

Sin embargo, es posible que en Bélgica, sobre todo en las zonas del norte, las
culturas de Hallstatt y de La Tène fueran llevadas por las nuevas élites, y que el
idioma principal de la población no fuera el celta. Desde 500 a. C. ya se asentaron
en la región tribus celtas que negociaban con el mundo mediterráneo y desde ca 150
a. C., entraron en uso las primeras monedas, bajo la influencia de ese comercio con
el Mediterráneo.

Periodos celta y romano

La provincia romana de la Gallia Belgica alrededor del 120 AD


Artículo principal: Gallia Belgica
Cuando Julio César llegó a la región, según consta en su De Bello Gallico, los
habitantes de Bélgica, del noroeste de Francia, y de la Renania alemana eran
conocidos como los belgae (de donde deriva el nombre de la Bélgica moderna), y
fueron considerados como la parte norte de la Galia. (La región de Luxemburgo,
incluyendo la provincia belga de Luxemburgo, estaba habitada por los tréveros, que
probablemente no se consideraban estrictamente belgae.) La distinción entre belgae,
al norte, y celtas, al sur, y los germanos a lo largo del Rin, es objeto de
controversia.8

César dice que los belgae estaban separados del resto de la Galia por idioma,
derecho y costumbre, y también dice que tenían ascendencia germánica, pero no entró
en detalles. Parece claro que la cultura y la lengua celtas fueron muy influyentes
entre los belgae, especialmente los de la Francia moderna. Por otro lado, los
lingüistas han propuesto que existen evidencias de que la parte norte de la
población de Bélgica habría hablado previamente una lengua indoeuropea relacionada
con, pero distinta de, la celta y germánica, y entre el norte belgae, el celta
nunca pudo haber sido la lengua de la mayoría. (Ver lengua belga y Nordwestblock.)8

Los líderes de la alianza belga a la que se enfrentó César estaban en la Francia


moderna, los suesiones, viromanduos y ambianos y tal vez algunos de sus vecinos, en
un área que él parece distinguir como la verdadera Belgium de los tiempos
clásicos.9 En relación al territorio de la moderna Bélgica, informó de que los
aliados más al norte de los belgas, de oeste a este, los menapios, nervios y
Germani cisrhenani, estaban económicamente menos desarrollados y eran más
belicosos, similares a los germanos al este del río Rin. Los menapios y germanos
vivían entre los bosques bajos espinosos, islas y pantanos, y las tierras belgas
centrales de los nervios fueron plantadas deliberadamente con setos, con el fin de
que fueran impenetrables a la caballería. También hay menos evidencias
arqueológicas de grandes asentamientos y de comercio en la zona. Según Tácito, que
escribió una generación más tarde, los Germani cisrhenani (que incluían a los
eburones) eran, de hecho, la tribu original llamada Germani, y todos los otros usos
del término derivaban de ellos, aunque en su tiempo el mismo pueblo se denominan
los Tungri.10

Los lingüistas modernos usan la palabra «germánico» para referirse a las lenguas,
pero no se sabe con certeza si los Germani belgas hablaban una lengua germánica, y
sus nombres tribales y personales son claramente celtas. Esto de hecho, también es
posiblemente cierto de las tribus que se relacionaban con ellos en ese momento al
otro lado del Rin. Los arqueólogos también han tenido dificultades para encontrar
evidencias de las migraciones exactas desde el este del Rin, de las que informa
César, y ha habido un escepticismo general debido a los motivos políticos de sus
comentarios. Sin embargo, el registro arqueológico da la impresión de que los
Germani belgas clásicos fueron una población relativamente estable que se remontaba
a los tiempos de la cultura de los campos de urnas, con una clase de élite,
inmigrada más recientemente, que habría sido del mayor interés para César.11

Murallas supervivientes de la época romana en Tongeren, la antigua ciudad de


Atuatuca Tongrorum
Los belgae occidentales y meridionales florecieron dentro de la provincia romana de
Gallia Belgica, junto con los tréveros. La Gallia Belgica incluía originalmente
seis capitales regionales, cuatro de ellas hoy en día en Francia —Nemetacum
(Arrás), Divodurum (Metz), Bagacum (Bavay) y Durocorturum (Reims)— una en Alemania
—Augusta Treverorum (Trier), cerca de Luxemburgo— y sólo una en la Bélgica moderna
—Atuatuca Tongrorum (Tongeren)—.

La esquina noreste de esta provincia, incluyendo Tongeren y el área de la temprana


Germani, se unió con la militarizada frontera del Rin para formar una nueva
provincia conocida como Germania Inferior.12 Sus principales ciudades eran Ulpia
Noviomago (Nijmegen, en los modernos Países Bajos), Colonia Ulpia Trajana (Xanten,
en la actual Alemania) y la capital Colonia Agrippina (Colonia, Alemania).12 Más
tarde, el emperador Diocleciano reestructuró las provincias alrededor de 300, y
dividió el resto de Bélgica en dos provincias: Belgica Prima y Belgica Secunda.
Belgica Prima fue la parte oriental y tenía Trier como su principal ciudad, e
incluía la actual provincia belga de Luxemburgo.

La Cristiandad también se introdujo por vez primera en Bélgica durante el período


romano tardío, y el primer obispo conocido en la región Servatius habría enseñado a
mediados del siglo IV en Tongeren.

La Edad Media

San Servacio, obispo de Tongeren y una de las primeras figuras cristianas en la


región. Relicario del siglo XVI

Parte meridional de los Países Bajos con las sedes episcopales y abadías en el
siglo vii. Las abadías dieron lugar al nacimiento de grandes pueblos e incluso a
algunas ciudades al reformar el territorio.
Cuando el Imperio Romano de Occidente colapsó durante los siglos V y VI, las tribus
germánicas lo invadieron y se establecieron en él. Uno de estos pueblos, los
francos, se establecieron en Germania inferior, y procedió a expandirse a un nuevo
reino que comprendía todo la Bélgica actual y gran parte de Francia, bajo el
gobierno de la dinastía merovingia, el corazón del primer reino franco, cuya
capital era Tournai. Clovis I fue el rey más conocido de esta dinastía. Gobernó
desde su base en el norte de Francia. Se convirtió al cristianismo hacia el año
500, y abandonó Tournai para ir a París. Eruditos cristianos, en su mayoría monjes
irlandeses, predicaron el cristianismo a la población y comenzaron una ola de
conversión (san Servacio, san Remacle, san Hadelin).

Los merovingios tuvieron una corta duración y fueron sucedidos por la dinastía
carolingia, cuya base de poder familiar se encontraba en la parte oriental de la
actual Bélgica. Después de que Carlos Martel se opusiera a la invasión musulmana
desde España (732, batalla de Poitiers), el rey Carlomagno (nacido cerca de Lieja,
en Herstal o Jupille) ejerció su dominio sobre una gran parte de Europa y fue
coronado «emperador del Sacro Imperio Romano» por el papa León III (800, en Roma).
El valle del Mosa devino el centro político y económico del Imperio carolingio. Más
tarde, dicho imperio sería dividido entre sus tres hijos mediante el Tratado de
Verdún (843).

La Lotaringia, la parte que le correspondió a Lotario II en calidad de emperador


era un ente artificial que incluía los Países Bajos, zonas de Francia como Alsacia
y Lorena, la Alemania al oeste del Rin e Italia. Sobre el futuro territorio de
Bélgica se desarrollan espacios casi independientes como los condados fruto de la
debilidad de este estado, que desapareció en 870 al morir sin herederos Lotario.
Bélgica quedó dividida entre Francia y Alemania en virtud del Tratado de Meersen
(870), con el río Escalda por frontera, reprto que cambió poco después por el
Tratado de Ribemont (880).

Los vikingos hicieron grandes incursiones a lo largo de este período, pero un


importante asentamiento que había causado problemas en la zona de Bélgica fue
derrotado en 891 por Arnulfo de Carintia, en la batalla de Lovaina.

Las tierras de los francos, divididas y reunificadas varias veces bajo las
dinastías merovingias y carolingias, al final quedaron firmemente divididas entre
Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico. Las partes del condado de Flandes
localizadas al oeste del río Escalda quedaron integradas en Francia durante la Edad
Media, pero el resto del condado y los Países Bajos pasaron a ser parte del Sacro
Imperio, específicamente estaban en el ducado raíz de la Baja Lotaringia.

A lo largo de la Edad Media, la parte norte de la actual Bélgica (que ahora se


conoce comúnmente como Flandes) fue una zona de lengua germánica, mientras que en
la meridional la gente había seguido estando romanizada y hablaba derivados del
latín vulgar.

Europa entre 919 y 1125.


A partir del siglo X, las ciudades comenzaron a desarrollarse, principalmente en el
condado de Flandes. La industria de la lana conoció un éxito crucial, y el comercio
marítimo alcanzó su punto más próspero con la Liga Hanseática. La región se
convirtió en uno de los motores de la economía europea, junto con Italia. La lana
era importada de Inglaterra, con la cual se tejen relaciones que tendrán gran
importancia una vez llegados los conflictos entre los Capetos y la Casa de
Plantagenet.

A medida que los emperadores romanos y los reyes franceses fueron perdiendo el
control efectivo de sus dominios en los siglos XI y XII, el territorio más o menos
correspondiente a la actual Bélgica, quedó dividido en varios estados feudales
relativamente independientes:

el condado de Flandes (866-1795);


el condado de Luxemburgo, a partir de 963;
el Principado-obispado de Lieja (980-1795) (territorio sobre el cual el obispo
gobernaba como un señor, que era más pequeño que la diócesis).
el condado de Namur (981-1795), creado por el emperador Otón III al investir a
Alberto I como primer conde de Namur.
el condado de Limburgo (1065-1106), luego ducado hasta 1794;
el condado de Henao (1071-1794), surgido de la refeudalización de tres condados
anteriores (condado de Mons, la parte sur del Landgraviato de Brabante y el
marquesado otoniano de Valenciennes);
el ducado de Brabante (1183-1795);
El condado costero de Flandes fue una de las partes más ricas de Europa en la Edad
Media, comerciando con Inglaterra, Francia y Alemania, y se hizo culturalmente
importante. Durante los siglos XI y XII, el movimiento artístico conocido como
reno-mosano o mosano floreció en la región desplazando su centro de Colonia y
Tréveris a Lieja, Maastricht y Aquisgrán. Algunas obras maestras de este arte
románico son el relicario de los Tres Reyes Magos en la catedral de Colonia, la
pila bautismal en la iglesia de San Bartolomé, Lieja por Renier de Huy, el Tríptico
Stavelot, el santuario de Saint Remacle en Stavelot, el santuario de San Servacio
en Maastricht o, el evangelio de Notger de Lieja.

Las principales ciudades eran entonces, en el oeste, Brujas, Gante, Ypres y


Tournai, y en el país mosano, Huy, Namur, Dinant y Lieja. Sin embargo la tendencia
a la urbanización es muy débil: solamente la ciudad de Nivelles se puede considerar
urbana. Situadas en el interior del país, las otras ciudades del Brabante como
Bruselas, Lovaina y Malinas, habrán de esperar al siglo X para desarrollarse. En
esa época, los afluentes del Escalda eran navegables y el tráfico comercial entre
el Mosa y el Rin aumentó considerablemente.

Hasta en el año 1300, la pujanza económica de las ciudades fue alimentada por una
coyuntura favorable. No obstante, esta expansión cesó en el siglo XIV a causa de
numerosas crisis y epidemias de peste. La población se estancó y en ciertos casos,
disminuyó. La mayoría de ciudades no lograron alcanzar de nuevo esos niveles de
población hasta la llegada del siglo XIX.

A partir del final del siglo XIII, varias batallas tienen lugar entre el rey de
Francia y las comunas de Flandes, estando los condes en uno u otro lado según les
convenía. El 18 de mayo de 1302, la guarnición francesa de Brujas fue masacrada
durante la revuelta de los Maitines de Brujas y la hueste real fue aniquilada el 11
de julio del mismo año por las milicias comunales en la batalla de Courtrai,
conocida también como La Batalla de las Espuelas de Oro. Esta batalla es hoy
considerada como el nacimiento de la nación flamenca, aunque la Región flamenca
actual y el condado de Flandes de la época no se correspondan más que parcialmente.
Felipe IV de Francia obtendrá su revancha en la batalla de Mons-en-Pévèle el 18 de
agosto de 1304.

Los Países Bajos: 1384 - 1795

Mapa de los Países Bajos borgoñeses en 1477.


Los Países Bajos borgoñones
Después de la Guerra de los Cien Años, los territorios de la futura Bélgica (con la
excepción del principado de Lieja) y los Países Bajos actuales pasan a las manos de
los duques de Borgoña. Borgoña es desmembrada después de la muerte de Carlos el
Temerario en 1477 y los Países Bajos borgoñones son controlados por los Habsburgo.
Carlos V nace en el 1500 en Gante, heredero al mismo tiempo de los Habsburgo y del
trono español. Él mismo se considera como flamenco y borgoñés. Cuando reparte sus
dominios entre su hermano y su hijo, las Diecisiete Provincias de los Países Bajos
pasan a ser dominio de la España de Felipe II, y son desde entonces llamadas Países
Bajos españoles.

En el siglo XV, luego del enarenamiento del Zwin, pero también por razones
económicas y políticas, Amberes sustituye a Brujas como principal puerto de
tránsito de la Europa occidental. Amberes se convierte entonces en una capital
económica y financiera del noroeste europeo.

Los Países Bajos españoles


Bajo el mandato de Felipe II, los Países Bajos del Norte, convertidos al
calvinismo, se rebelan y obtienen finalmente su independencia con el nombre de
Provincias Unidas. Los territorios que formarán más tarde Bélgica y algunas
provincias del Sur de los Países Bajos siguen siendo posesiones españolas tras
numerosos disturbios y el exterminio de los anabaptistas. (ver David Joris)

Estos disturbios privan a Amberes de su pujanza económica. La ciudad es abandonada


por la mayoría de su población, que huye hacia las Provincias Unidas o el Sacro
Imperio Romano Germánico. Será algo más tarde cuando Ámsterdam pase a ocupar su
lugar.

A lo largo del siglo XVII las guerras entre Francia de un lado y España y las
Provincias Unidas de otro, dibujan la frontera actual entre Francia y Bélgica. Tras
una serie de operaciones militares como la tercera batalla de Cassel en Noordpeene
en el año 1677, el tratado de Nimega otorga a los franceses la posesión de Cassel,
de Bailleul e Ypres. Esta última será devuelta al igual que Veurne y Tournai a
través del tratado de Utrecht en 1713

Por este mismo tratado, la corona de España pasa a los Borbones con Felipe V de
España, nieto de Luis XIV. Los Países Bajos del Sur, en este momento bajo el
control de la armada neerlandesa, vuelven al poder de los Habsburgo de Austria y se
convierten en los Países Bajos austriacos.

Los Países Bajos austriacos

Los Países Bajos austriacos en 1786.


Lode Wils en su Histoire des nations belges [Historia de las naciones belgas]
presenta los Países Bajos españoles/austriacos como un estado federal católico
gobernado por monarcas extranjeros. Este sentimiento de pertenencia a un estado-
nación conducirá a la emergencia de una "Historiografía nacional de los Países
Bajos meridionales" y por lo tanto a la Historia de los Belgas (Des Roches en 1782,
después Dewez en 1805 y De Smet en 1822).

Este sentimiento "belga" se confirma en 1757 en Viena, cuando fue suprimido el


Consejo supremo de los Países Bajos (aunque por motivos no nacionales), siendo
sustituido por una "Oficina Belga" dentro de la cancillería austriaca.

A menudo se recuerda que el término "belga" hace referencia a los Países Bajos del
sur, excluyendo el Principado de Lieja. Por lo tanto, en 1792, los patriotas de ese
principado y los belgas refugiados en París se reúnen en un "Comité de los Belgas y
Liejenses Unidos" (bajo la dirección de Walckiers). Pero pronto los ciudadanos de
Lieja terminarán considerándose como belgas durante las sucesivas revoluciones.

El principado de Lieja: 970-1795


El territorio actual de Bélgica comprendía dos países: los Países Bajos del Sur y
el principado de Lieja.

La era de las revoluciones (1795-1830)


La revolución de Lieja

Destrucción de la Catedral de Nuestra Señora y San Lamberto (Lieja).


La revolución de Lieja es el periodo comprendido entre los años 1789 y 1795, y que
conllevará la desaparición del principado de Lieja tras ocho siglos de existencia.

Según algunos historiadores, la revolución se desarrolló cuando el príncipe-obispo


estaba ausente, desde su partida durante la noche del 26 al 27 de agosto del 1789
hasta su vuelta el 12 de febrero de 1791. De acuerdo con esta interpretación, la
revolucíón liejense era la contrapartida de la Revolución Brabanzona en los Países
Bajos austriacos, que fracasó.

Según otros, la Revolución de Lieja era el reflejo de la Revolución Francesa o


incluso una parte de ella. La Revolución en Francia comenzó simultáneamente en 1789
y bajo este punto de vista la revolución en Lieja continuó después del regreso
temporal del príncipe; experimentó una segunda fase con la llegada de las tropas
revolucionarias en 1792, y una tercera en 1794 con el segundo retorno de los
franceses. La revolución llegó a su fin en 1795 como consecuencia directa de la
desaparición del principado y de su incorporación a la República Francesa.

Durante esta fase, la revolución mostró episodios extremos, como por ejemplo el de
la demolición de la Catedral de Nuestra Señora y San Lamberto (Lieja); pero también
prometedores: los diputados de la Convención liejense, que decidirán más tarde la
integración del Principado dentro de Francia, fueron elegidos en 1792 por sufragio
universal 13
Véanse también: François-Charles de Velbruck y César-Constantin-François de
Hoensbroeck.
La revolución brabanzona
Artículo principal: Revolución brabanzona
En 1789, las reformas políticas y religiosas que quiso imponer el emperador José II
provocaron una insurrección. Los Estados generales no reconocieron su autoridad.
Este levantamiento fue acompañado por la desintegración del ejército imperial tras
la derrota en Turnhout el 24 de octubre de 1789. Esta Revolución brabanzona provocó
el nacimiento de ideas independentistas en diferentes «Estados», y la creación de
la Confederación de los Estados Belgas Unidos el 11 de enero de 1790. La discordia
entre los partidos católico y liberal creó un clima inestable que favoreció el
retorno de las autoridades austriacas. Estas restablecieron su autoridad en octubre
del año siguiente.

En esta época, Louis de Potter, un periodista belga del Correo de los Países Bajos,
estaba encarcelado en Lille como consecuencia de sus escritos considerados
anticlericales y republicanos. Durante varios años escribió desde su celda
numerosos escritos divulgados secretamente en las provincias belgas. El profesor
Harsin, partícipe de la Revolución brabanzona y profesor en la Universidad de
Lieja, tuvo conciencia del advenimiento de la revolución flamenca e hizo posible la
puesta en libertad de Louis de Potter, delante de las narices de los austriacos.

Presionado por las poblaciones de Courtrai, Roubaix y de sus alrededores, Louis de


Potter fue llevado entonces en carruaje a Bruselas. Allí, cuenta Harsin que la
población misma desató a los caballos y tiró desde Gante el carruaje. Mientras era
llevado a hombros por los revolucionarios y ovacionado como el verdadero jefe de la
revolución belga, Louis de Potter pronunció aquella fase que se convertiría en el
emblema de los belgas: "La Unión hace la fuerza".

Louis de Potter no dejó de criticar el poder impuesto por terceros en las


provincias belgas unidas. Fue en cierto modo el inventor del "Movimiento liberal
social" y fue nombrado a la cabeza de un gobierno provisional en calidad de "primer
ministro/presidente" belga. Cuando las naciones decidieron nombrar, con el apoyo de
las "grandes familias", una familia real reinante, Louis de Potter cayó en
desgracia y partió al exilio en Italia, desprovisto de todo su poder popular. Allí
permaneció el resto de su vida.14

Los Estados Unidos de Bélgica


Enlace externo: Tratado de unión de las Provincias belgas (11 de enero de 1790) (en
francés)

Después de esta primera revolución belga, un primer estado independiente sale a la


luz. Su bandera consistía en tres franjas horizontales roja, negra y amarilla. Esta
bandera volverá a ser utilizada durante la revolución 1830.

El periodo francés

El Primer Imperio francés (1811)


En 1792, el principado de Lieja pide, a través de sus patriotas refugiados en París
y en los Países Bajos del Sur, la liberación de sus tropas luego de la Batalla de
Jemmapes. Los franceses organizan Bélgica bajo la dirección de Louis-Ghislain de
Bouteville du Metz, que comienza un pillaje sistemático del país, sobre todo para
conseguir financiación para la joven república. Las provincias belgas son
reconquistadas temporalmente por Austria en 1793 con la aprobación del pueblo
belga, exaltado por los excesos franceses.15

En 1794, los Estados belgas vuelven a formar parte de la República francesa el 1 de


octubre de 1795 y el Principado de Lieja se convierte definitivamente en «belga» a
través de su incorporación en tres departamentos: (Ourthe, Meuse-Inférieure y
Sambre-et-Meuse). Esta desaparición será confirmada en 1801 por el Concordato entre
Bonaparte y el Papa Pío VII.

Así pues, las reorganizaciones sistemáticas y organizadas por el Directorio se


reanudan. Cuando Napoleón se convierte en Cónsul, los «departamentos reunidos» de
la futura Bélgica como también una pequeña parte de la República Bátava son
integradas en el imperio francés. Estos departamentos se correspondían
aproximadamente a los antiguos "estados" de los Países Bajos austriacos, si bien
algunos de ellos fueron creados ex nihilo (al igual que los de Limburgo y Ourthe,
consecuencias del desmembramiento del ya inexistente Principado de Lieja).

Durante el periodo francés, la Valonia experimenta su propia revolución industrial


y emerge como una de las regiones más industrializadas de Europa. El resto de
Bélgica, particularmente Flandes, está retrasada en este aspecto.

Bélgica adopta en este momento el conjunto de instituciones de la Revolución


francesa: administración, Código Napoleón, presión fiscal en beneficio del Estado,
y justicia reformada entre otras. Sin embargo, el pueblo sufre, sobre todo en el
ámbito religioso y por culpa de la conscripción. Por lo tanto, en la actual
provincia de Lieja, el 6% de la población muere en los campos de batalla (6500
hombres). El uso de las lenguas locales como el flamenco es reprimido y las
publicaciones en dicha lengua son prohibidas por la instauración del decreto del 2
thermidor del año II.

El periodo francés llega a su fin en 1815 con la derrota de Napoleón en Waterloo.

El periodo neerlandés

El Reino Unido de los Países Bajos


En el congreso de Viena de 1815, los tres grandes vencedores se reparten Europa sin
tener en cuenta las ambiciones políticas locales. De este modo los territorios de
la futura Bélgica son unidos a los de los Países Bajos para formar un país en el
norte de Francia. Al frente de este Reino Unido de los Países Bajos estaba
Guillermo I

El 18 de julio de 1815, el rey promulgó una constitución en aras de la fusión de


los dos Países Bajos. En el norte, los Estados Generales aceptaron por unanimidad.
En el sur, dicha votación dependía de 1.603 notables belgas: 527 votaron "a favor"
y 796 "en contra" (de los cuales 126 votos lo fueron por motivos religiosos). El
resultado fue, por lo tanto, negativo con un 60% de los votos. Sin embargo, en el
escrutinio 280 abstenciones fueron consideradas "a favor", así como los 126 votos
"en contra" debidos a cuestiones religiosas. El nuevo resultado fue entonces de 933
"a favor" y 670 "en contra", de tal suerte que, el 24 de agosto, el gobierno
proclamó la aceptación de la constitución con un 58% de votos.

Por lo tanto, la oposición a los "Holandeses" ya era patente, de tal modo que, el 6
de marzo de 1814, más de un año antes del nacimiento del Reino Unido, un agente
británico ya anunciaba que en Bélgica "la casi totalidad de las clases de la
sociedad (...) rechaza de forma muy contundente Países Bajos y la Casa de Orange.16

En los hechos, la población asistió al restablecimiento de los Países Bajos


anteriores a 1581, con la sola diferencia de que ahora se trata de un Estado
protestante.17

El primer antagonismo fue, lógicamente, religioso, y la situación fue inversa a la


de 1581. Los 3,5 millones de belgas de las provincias del sur eran católicos y se
hallaban inmersos en un Estado dirigido por los 2 millones de protestantes de las
provincias del norte y por su rey. Además, se decretó la igualdad de religiones: el
clérigo católico se sentía entonces amenazado y sostenía la oposición en el campo.
Dicha oposición estaba sobre todo acentuada en Flandes, y dirigida por el obispo de
Gante. De este modo, al igual que en 1581, la religión sería una causa directa de
la escisión de los Países Bajos.

El segundo antagonismo era económico: los liberales ya no tenían acceso al mercado


francés, mientras que habían de subyugarse al libre comercio con Inglaterra y su
muy avanzada industria. Por otra parte, el gobierno favorecía las inversiones en el
norte y el rey llegaría incluso a frenar el desarrollo del puerto de Amberes para
favorecer a los del norte. 18Por estas razones, en 1816 los embajadores de Austria,
de Rusia y de Prusia habían perdido ya todo vestigio de confianza en la unión de
los dos Países Bajos. 19

Paralelamente a estos dos problemas, el gobierno era cada vez más autoritario,
sobre todo presionando a la libertad de prensa (con acusaciones de alteración del
orden público) y del clero católico. Éste, a su vez, conspiraba en contra del
dominio protestante. Esto provocó la radicalización de posiciones, que llevó a
reclamar al Parlamento responsabilidad ministerial y libertad de enseñanza.

Esta oposición católico-liberal sería predominantemente belga: los católicos del


norte no tenían mayor influencia (desde 1581) y pocos liberales del norte se unían,
prefiriendo seguir fieles al rey. Esto puede explicarse por el favoritismo pro
neerlandés del reino (en las funciones pública y militar),20 pero también por el
hecho de que los belgas eran mayoritarios. Hacerles demasiadas concesiones
significaría darles las riendas del país, algo que ni el rey ni la población del
norte aceptarían. La fidelidad al rey siguió muy presente en los Países Bajos: no
hubo cuestión real a la belga ni siquiera bajo el reinado de Guillermo III.

La sublevación de los belgas se exacerbó y el elemento que lo propiciaría fue la


segunda ola de revoluciones en Europa (en 1830). La burguesía obtendría el poder en
agosto de 1830 y sería sostenida, frente al soberano absolutista extranjero, por
todas las capas de la sociedad (desde la nobleza hasta los campesinos).21

Para concluir este periodo, convendría mencionar que así como hoy en día la
división lingüística constituye un serio problema para la integridad de Bélgica,
por aquel entonces también lo era. Aunque el decreto real del 15 de septiembre de
1819 establecía el neerlandés como lengua oficial (en las provincias
neerlandófonas) en lo referente a la justicia y la administración, las lenguas
vernáculas no estaban protegidas (como el alemán en Luxemburgo). Además, los
valones no se sentían amenazadas, ya que Guillermo I, a pesar de ser rey de los
Países Bajos, era francófono (como la mayoría de la burguesía europea de la época).

La puesta en marcha de una política lingüística pro neerlandesa fue tan gradual,
que en verdad continuaron los lazos culturales entre Flandes y los Países Bajos.21
La crisis propiamente dicha no aparecería hasta en 1829, cuando se acusó al rey de
imponer el uso del neerlandés por parte de las élites y la administración
(justicia, policía...). Para comprender mejor esta "rebeldía", menester sería decir
que en estas fechas ni siquiera se podía redactar el testamento en francés.

La revolución de 1830 y la independencia

Escena de las Jornadas de septiembre de 1830, en la Plaza del Ayuntamiento de


Bruselas (1835)
El 25 de agosto de 1830, poco después de la Revolución de Julio en Francia,
Bruselas se sublevó. Los disturbios se propagaron por todo el país y el 27 de
septiembre las tropas gubernamentales de los Países Bajos evacuaron la mayor parte
de las provincias del sur (sólo las ciudadelas de Amberes, Maastricht y de
Luxemburgo permanecieron en manos de los ejércitos lealistas.

Desde el 25 de septiembre se formó un gobierno provisional, que elaboró la


Constitución de Bélgica, optando por una monarquía. La corona belga fue ofrecida en
primer lugar a Luis de Orleans, duque de Nemours, hijo del rey Luis Felipe I de
Francia, que la rechazó por prudencia y para evitar conflictos diplomáticos.
Durante un tiempo incluso se barajó la posibilidad de situar a Bélgica como estado
independiente dentro de una unión personal en torno al rey de los Países Bajos,
pero finalmente fue rechazada por el gobierno belga, sobre todo ante el
recrudecimiento de los conflictos (el 27 de octubre el ejército neerlandés
bombardeaba la ciudad de Amberes).

La formación del estado belga (1830-1914)


Un estado en formación
El 4 de octubre de 1830, un gobierno provisional proclamó la independencia de
Bélgica y el 3 de noviembre fue elegido el Congreso nacional belga entre unos 30
000 electores. El 7 de febrero de 1831 se aprobó la constitución del nuevo estado.
La mayoría de los electores procedían de la burguesía y el francés fue elegido como
único idioma oficial. La opinión general era que los francófonos eran mayoría en
Bélgica, pues el francés era, durante esta época, la lengua de la élite y de la
clase dominante que se había apoderado del poder político. En Flandes, así como en
Valonia y Bruselas, el pueblo usaba sus lenguas regionales.

El 4 de noviembre de 1830 se inició una conferencia en Londres sobre el futuro de


Bélgica: finalmente las grandes potencias decidieron reconocer la independencia de
Bélgica el 20 de enero de 1831. Se estableció una monarquía y el trono fue
entregado por defecto al príncipe alemán Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha (tío de
la reina Victoria de Gran Bretaña), que se convirtió en Leopoldo I de Bélgica el 21
de julio de 1831. Bélgica declaró su neutralidad en la política internacional.

Historia de las fronteras


Ver el artículo detallado en Histoire des frontières de la Belgique.

Las fronteras de Bélgica no fueron definitivamente fijadas hasta 1839 con la


escisión de Limburgo (provincia creada en 1795 sobre el territorio del Principado
de Lieja) y la independencia de Luxemburgo como Gran Ducado (hasta el momento todo
Luxemburgo formaba parte de Bélgica, salvo la propia ciudad de Luxemburgo).

La Revolución industrial
En el siglo XIX, disponiendo de carbón y de hierro, Bélgica inició su Revolución
industrial y durante un tiempo fue la segunda potencia industrial del mundo, tras
Inglaterra. El centro de poder industrial del país se encontraba en Valonia, donde
ya existía una antigua tradición de extracción y metalurgia del hierro y del
carbón. El país también se convirtió en el segundo productor mundial de acero y
carbón. Experimentó un rápido desarrollo similar al inglés, gracias a la iniciativa
del Estado y al disponer de un sistema bancario favorable a las inversiones
industriales, que dotaron al país de uno de los mejores sistemas ferroviarios de
Europa. Los centros principales se encontraban en Gante y Lieja. Bélgica contaba ya
en 1830 con una industria textil muy desarrollada y una siderurgia en expansión.
Este crecimiento económico fue posible por la confluencia de varios factores.
Primero el notable incremento demográfico. Luego, la disponibilidad de unos medios
de transporte baratos (ríos y canales) y la abundancia de materias primas (carbón y
hierro), posibilitaron el desarrollo de la siderurgia. Además, el apoyo de las
sociedades crediticias y la banca completaban este juego de elementos favorables
para el desarrollo de las nuevas formas industriales.

El imperio colonial

Estado libre del Congo, posesión personal del rey Leopoldo II.
El rey Leopoldo II, hijo de Leopoldo I y rey desde 1865 dirigió a título privado la
colonización del Estado Libre del Congo con el objetivo de obtener una colonia
prestigiosa para Bélgica. El territorio de la actual República Democrática del
Congo (Congo-Kinshasa, antiguo Zaire), se convirtió en su dominio personal y no la
cedió al gobierno de Bélgica hasta 1908 ante la presión de la opinión pública
internacional por los crueles abusos cometidos sobre la población indígena
conocidos como el Genocidio congoleño (1885-1908).

La explotación de las riquezas del Congo fue confiada a los agentes y burócratas
belgas instalados en el territorio y a varias empresas concesionarias, cuyas
exacciones y crímenes contra la población congoleña se volvieron tristemente
célebres. Para obtener caucho, rubíes, diamantes, oro y marfil en grandes
cantidades, los indígenas fueron sometidos a trabajos forzados y a un régimen de
terror en el que se masacraron aldeas enteras. Aunque se desconoce un número
objetivo de víctimas se han hecho varias estimaciones (como en el libro Los
Fantasmas del rey Leopoldo, de Jean Stengers, y Congo: mitos, realidades, historia
de Duculot y Gembloux). Las estimaciones abarcan tanto las víctimas directas de las
masacres como las que fueron producidas por la desestabilización de la agricultura,
la huida de la población. Las estimaciones varían entre 6 y 10 millones de
personas.

En 1908, ante la presión internacional, el gobierno de Bélgica asumió la


administración del Congo. La constitución belga prohibía al gobierno invertir
dinero estatal en sus colonias. Todas las inversiones debían ser financiadas por
fondos privados o por la propia colonia. En 75 años Bélgica convirtió a la colonia
del Congo en un gigante agrícola y minero fuente de materias primas y divisas. Sin
embargo, la inmensa mayoría de la población congoleña quedó excluida del
crecimiento económico. Los salarios de la población eran ínfimos, el sistema de
formación tradicional fue sustituido por escuelas primarias. La forma de organizar
la coexistencia de negros y blancos de hecho confirmó la segregación racial, aunque
de forma menos rigurosa que el "apartheid" de Sudáfrica, y sin ser sostenida por
una ideología claramente vinculada al racismo. Se alzaron vivas críticas, sobre
todo desde el ámbito cristiano, contra el sistema colonial, notablemente en La
Revue nouvelle. Varias figuras blancas y negras son las que fomentan los gestos a
favor de la independencia del Congo, entre los que convendría destacar el Manifeste
de Conscience africaine (Manifiesto de la Conciencia africana), dirigido por el
cardenal Joseph-Albert Malula.

Por lo que se refiere a Bélgica, durante mucho tiempo se llevó a cabo una política
y propaganda paternalista sobre la colonia del Congo, reflejada en obras como
Tintín en el Congo (1931), que glorificaba la "misión civilizadora" de Bélgica.
Esta visión paternalista estaba muy extendida por toda Europa, sobre todo en la
década de 1930.

De la Primera a la Segunda guerra mundial


Primera guerra mundial

Mapa del cinturón fortificado de Lieja.

Árbol genealógico de los reyes de los belgas.


En 1914, en aplicación del plan Schlieffen, Alemania, que se encontraba en guerra
contra Francia, invadió Bélgica para atacar a los ejércitos franceses desde el
norte. Contrariamente a lo que se esperaban los militares alemanes, la resistencia
del ejército belga resultó fuerte. De hecho, en algunos momentos de los primeros
días de la invasión, el ejército alemán se vio obligado a retroceder, reduciendo la
rapidez establecida previamente en el plan Schlieffen. Se necesitaron quince días y
un ejército de 100.000 hombres para reducir las fortificaciones de Lieja. El
ejército belga, liderado por el rey Alberto I, finalmente se vio obligado a
retirarse, aunque contraatacó en Amberes en septiembre.

La imprevista resistencia de los belgas entorpeció los planes de los alemanes, cuyo
objetivo era atravesar en apenas unos días el territorio belga para atacar Francia,
que de esta forma ganó un tiempo valioso para movilizar sus tropas. En su avance
entre agosto y septiembre, los alemanes causaron numerosos destrozos y atrocidades
en territorio belga. La violación de la neutralidad belga provocó la entrada en
guerra del Reino Unido.

Sin embargo, a pesar de la resistencia, Bélgica terminó completamente ocupada


durante toda la guerra. El gobierno belga se exilió y refugió en Sainte-Adresse, en
El Havre. A instancias del gobierno belga, el ejército colonial del Congo declaró
la guerra a Alemania y atacó las colonias alemanas de Camerún y África Oriental con
la ayuda de los colonos franceses, británicos y portugueses. Después de la guerra,
Bélgica obtuvo de la Sociedad de Naciones la tutela sobre Ruanda y Burundi.

Durante el período de entreguerras (1918-1939), Bélgica, como el resto de Europa,


sufrió los efectos de la Gran Depresión económica.

Segunda guerra mundial


Artículo principal: Bélgica en la Segunda Guerra Mundial
En 1940, Bélgica fue nuevamente ocupada por Alemania. Después de librar un combate,
a menudo considerado como una resistencia desesperada contra un enemigo muy
superior, durante 18 días, en la batalla de Lys, donde pereció aproximadamente la
mitad del ejército belga, el rey Leopoldo III decidió capitular, contra el parecer
del gobierno belga exiliado en Londres. Muchos consideraron esta decisión del
monarca belga como una traición, mientras que otros lo vieron como un gesto de
solidaridad con los soldados capturados por los invasores. El rey permaneció en
Bélgica como prisionero de guerra, negándose a ejercer funciones oficiales, incluso
habiéndosele ofrecida por Adolf Hitler una posición en el nuevo régimen a finales
de 1940.

El rey Leopoldo III estuvo en contacto con los secretarios generales y burócratas
del gobierno de ocupación, que mantuvo en marcha la maquinaria administrativa del
país en el ámbito del orden legal, el abastecimiento, economía, asuntos internos.
En 1941 se desposó en secreto con Lilian Baels, un matrimonio sin validez jurídica
por la ley belga, y una decisión que fue mal recibida por los belgas.

También provocó malestar en el país el hecho de que la mayoría de los prisioneros


belgas valones permanecieron encarcelados hasta el fin de la guerra, mientras que
casi todos los prisioneros belgas flamencos fueron liberados tras la capitulación
del monarca. La monarquía perdió popularidad en Valonia y en Bruselas, mientras que
el VNV (nacionalistas flamencos próximos al fascismo), aumentaron su fuerza en
Flandes. La colaboración belga con los nazis estuvo marcada por la división entre
valones y flamencos. La SS formó una división en Valonia, pero la mayor parte de la
colaboración política e intelectual se concentró en Flandes, mientras que en
Valonia la resistencia belga concentraba sus fuerzas, realizando varias acciones de
sabotaje industrial contra objetivos estratégicos.

En Flandes varios elementos del nacionalismo flamenco vieron en la colaboración una


herramienta para avanzar en sus objetivos políticos. Por otra parte la
configuración del nacionalismo conservador flamenco se encontraba más próximo
ideológicamente al nacionalsocialismo alemán. Fue por esta razón que los alemanes
se atrajeron a los nacionalistas flamencos con medidas como la liberación de los
prisioneros de Flandes.

Por lo que se refiere a las colonias belgas, durante la Segunda Guerra Mundial el
Congo se desligó por completo del gobierno de ocupación y proporcionó materias
primas y recursos materiales a los Aliados, y en concreto el uranio con el que se
construyeron las bombas atómicas que pondrían fin a la Segunda Guerra Mundial.

Después de 1945
Papel europeo e internacional
Después de la Segunda Guerra Mundial, Bélgica se convirtió en uno de los miembros
fundadores de la OTAN, la Comunidad Económica Europea y la Unión Europea.

La monarquía belga
Debido al papel impopular del rey Leopoldo III durante la Segunda Guerra Mundial y
varias manifestaciones en su contra, en 1950 se celebró un referéndum sobre la
monarquía, y por un estrecho margen, el rey Leopoldo fue aceptado como monarca. No
obstante, la mayoría de los valones se pronunciaron en contra y su regreso fue mal
aceptado provocando varios disturbios en Valonia. Finalmente Leopoldo III decidió
abdicar en favor de su hijo Balduino I, lo que permitió la continuación de la
monarquía belga y un regreso a la calma, pero la cuestión monárquica marcó
definitivamente una ruptura entre las fuerzas políticas belgas.

La independencia del Congo


Después de varios años de efervescencia nacionalista tras la Segunda Guerra Mundial
el 4 de enero de 1959 el gobierno belga anunció reconocer la independencia del
Congo y decidió fijar la fecha del 30 de junio de 1960 para la independencia tras
una mesa de negociaciones en Bruselas. Los partidos más anticoloniales ganaron las
elecciones legislativas y presidenciales. Joseph Kasa-Vubu fue elegido presidente y
Patrice Lumumba Primer Ministro. El 30 de junio de 1960, la colonia belga accedió a
la independencia tras seis meses de preparativos.

El nuevo país sufrió varios disturbios internos, y Bélgica intervino para


asegurarse de que no se produjera una nacionalización de los recursos naturales,
apoyando la secesión de las dos provincias mineras de Katanga y Kasai del Sur.
Joseph-Désiré Mobutu se apoderó del poder en el Congo, y ordenó el encarcelamiento
de Lumumba, que fue asesinado en la cárcel con la complicidad de los servicios
secretos belgas. A partir de 1980 la corrupción y mala gestión del régimen de
Mobutu arrojaron al Congo en la miseria y la guerra civil. Después de 2005, Bélgica
se esforzó por ayudar a la nueva República Democrática del Congo en su marcha hacia
una verdadera democracia.

Evolución económica
En Bélgica las décadas de 1960 y 1970 destacaron por un cambio en el flujo
económico. Flandes se desarrolló poco a poco, convirtiéndose en la región más
productiva y próspera del país, en detrimento de Valonia, afectada por sucesivas
crisis industriales.

La crisis de Valonia, entre sus diversas causas, se debió al desinterés del sector
privado por invertir en la región, el radicalismo sindical y la debilidad de los
poderes públicos para salir de la crisis.

Huelga de médicos en 1964


Artículo principal: Huelga médica de 1964 en Bélgica

Pancarta sobre el doctor André Wynen en una manifestación de protesta por la huelga
médica de 1964
En 1964 se llevó a cabo una huelga de médicos para presionar al gobierno, que
pretendía la instauración de un sistema de sanidad público (Ley Leburton). Dicha
huelga duró del 1 al 18 de abril. El líder de los huelguistas fue el doctor André
Wynen. La protesta tuvo repercusión internacional, pues durante la huelga se
produjeron varias muertes achacables a la falta de asistencia médica.222324

Federalismo y tensiones comunitarias

Las 4 comunidades lingüísticas de Bélgica.


Debido a la presión conjunta de los nacionalistas flamencos y de los regionalistas
valones, Bélgica evolucionó progresivamente hacia un estado cada vez más
federalista. Las reformas institucionales convirtieron el antiguo estado unitario
en una estructura cada vez más centralizada de carácter federal, e incluso
confederal. Las leyes lingüísticas de 1963 definieron el ámbito y el uso de las
tres lenguas oficiales del país (francés, flamenco, alemán), estableciendo un
sistema lingüístico muy complejo y estricto. La constitución de 1994 introdujo
algunas reformas en el estado federal y en 2004 los nacionalistas flamencos
expresaron su deseo de modificar la constitución para crear un estado confederal
que permitiera la secesión de Flandes llegado el momento.

Muerte de Balduino I de Bélgica


El 31 de julio de 1993 se produjo la muerte del rey Balduino I en Motril (Granada),
en el sur de España. Todo el país sufrió ante la muerte del popular monarca y miles
de personas desfilaron por el palacio de Bruselas para despedir al monarca. A sus
funerales acudieron numerosos jefes de estado y de gobierno, así como miembros de
la familia Sajonia-Coburgo-Gotha. Por primera vez la reina Isabel II de Inglaterra
y el emperador Akihito de Japón acudieron a unos funerales en el extranjero.

Tras la muerte del rey Balduino I, su hermano se convirtió en rey de los Belgas con
el nombre de Alberto II. Su esposa se convirtió en la reina Paola. Actualmente
tienen tres hijos: el príncipe Felipe, la princesa Astrid y el príncipe Lorenzo.
Aunque el rey Alberto II ha conservado los mismos valores que su predecesor, ha
modernizado considerablemente la imagen de la monarquía belga, considerada muy
austera durante el reinado de Balduino y Fabiola. Asimismo, con sus hijos y nietos
le ha proporcionado un toque más familiar.

Abdicación de Alberto II de Bélgica y ascensión de Felipe I


El 3 de julio de 2013, el rey Alberto II anunció en un discurso televisado que
decidía abdicar en favor de su hijo el príncipe Felipe, duque de Brabante, hecho
que se realizó el 21 de julio, día nacional de Bélgica.

Referencias
«Descriptions of Fossil Neandertals». Bone and Stone. Consultado el 7 de noviembre
de 2012.
Boerderij uit de jonge steentijd ontdekt in Riemst.
Vanmontfort (2007), «Bridging the gap. The Mesolithic-Neolithic transition in a
frontier zone», Documenta Praehistorica 34, archivado desde el original el 2 de
abril de 2012, consultado el 4 de octubre de 2016.
«100,000 Year-old DNA Sequence Allows New Look At Neandertal's Genetic Diversity».
Sciencedaily.com. 7 de junio de 2006. Consultado el 7 de noviembre de 2012.
Constantin; Ilett; Burnez-Lanotte (2011), «"La Hoguette, Limburg, and the
Mesolithic"», en Vanmontfort; Kooijmans; Amkreutz, eds., Pots, Farmers and
Foragers: How Pottery Traditions Shed a Light on Social Interaction in the Earliest
Neolithic of the Lower Rhine Area, Amsterdam University Press.
Vanmontfort (2004), «Inhabitées ou invisibles pour l'archéologie», Anthropologia
et Praehistorica 115.
«Tussen SOM en TRB, enige gedachten over het laat-Neolithicum in Nederland en
België», Bulletin voor de Koninklijke Musea voor Kunst en Geschiednis 54, 1983,
archivado desde el original el 26 de julio de 2007, consultado el 4 de octubre de
2016.
Lamarcq, Danny, Rogge, Marc (1996). De Taalgrens: Van de oude tot de nieuwe
Belgen. Davidsfonds.
Wightman, Edith Mary (1985). Gallia Belgica. University of California Press. pp.
12-14.
Tacitus, Gaius Claudius. Germania 2.
Wightman, Edith Mary (1985). Gallia Belgica. University of California Press. p.
14.
«Povinzen». Antikefan.
Voir par exemple le site de la bibliothèque publique de Liège
En "Historia de Bélgica de 1830 a nuestros días", Prof. Harsin
Lode Wils, Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), capítulo
VI.
N. Van Sas, Onze natuurlijkste bondgenoot. Nederland, Engeland en Europa, 1813-
1831, p. 35-55, Groningen, 1985
Lode Wils, Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), p. 134,
Labor, 2005
J.L. Van Zanden, A. Van Riel, Nederland, 1780-1914. Staat, instituties en
economische ontwikkeling, Amsterdam, 2000.
Lode Wils, Histoire des nations belges (Historia de las naciones belgas), p. 141,
Labor, 2005
Aún después de la formación de Bélgica como Estado independiente, el 70% de los
funcionarios neerlandeses eran originarios de las 2 Holandas. Van IJsselmuiden,
Binnenlandse zaken en het ontstann van de moderne bureaucratie in Nederland 1813-
1840, Kampen, 1988.
Lode Wils, op cit.
«El enfermo como rehén». ABC. EFE. 5 de abril de 1964. p. 43. Consultado el 19 de
noviembre de 2017.
«Según el Bild Zeitung, tres personas han muerto en Bélgica a consecuencia de la
huelga de médicos». ABC. EFE. 8 de abril de 1964. p. 16. Consultado el 19 de
noviembre de 2017.
«Trágicas consecuencias de la huelga de médicos en Bélgica. Han muerto siete
enfermos por falta de asistencia». La Vanguardia Española. 5 de abril de 1964.
Véase también
Algunas ciudades belgas importantes
Amberes
Brujas
Bruselas
Gante
Lieja
Lovaina
Listas relacionadas con la historia de Bélgica
Lista de reyes belgas
Liste des princes-évêques de Liège
Lista de gobernadores de los Países Bajos españoles y austríacos
Las antiguas naciones belgas
El condado de Artois y el de condado de Zutphen también formaban parte de los
Países Bajos del sur.

El ducado de Brabante
El ducado de Limburgo
El ducado de Luxemburgo
El condado de Flandes
El condado de Hainaut
El condado de Namur
El marquesado de Amberes
El señorío de Malinas
A las que hay que añadir otras dos naciones independientes:

El principado de Lieja
El principado de Stavelot-Malmedy
Otros
Historia de la Unión Europea
Cronología de la Unión Europea
Congo belga
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q205317Commonscat Multimedia: History of Belgium
Categoría: Historia de Bélgica
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historialBuscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
En otros proyectos
Wikimedia Commons

En otros idiomas
‫العربية‬
English
Magyar
Bahasa Indonesia
Bahasa Melayu
Norsk bokmål
Português
Русский
中文
39 más
Editar enlaces
Esta página se editó por última vez el 2 jun 2021 a las 17:06.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.
Política de privacidadAcerca de WikipediaLimitación de responsabilidadVersión para
móvilesDesarrolladoresEstadísticasDeclaración de cookiesWikimedia FoundationPowered
by MediaWiki

También podría gustarte