Electromovilidad
Electromovilidad
Electromovilidad
Integrantes #5 Matricula
Luis García López 13-eisn-7-038
Kaina Corniel Aybar 19-SIST-7-004
Osualdo Expiver Martínez Mesón 15-EISN-7-016
Materia Profesor
Pensamiento Crítico & Creativo Erasmo Andrés Rosario Pichardo
Carrera
Ingeniería de Sistemas y Computación
Fecha
13/04/2021
introducción
nosotros no pretendemos llegar a una respuesta absoluta, sino brindar algunos elementos que
permitan al lector adquirir basto conocimiento sobre el tema para así tomar y obtener sus
propias decisiones y conclusiones
Un vehículo híbrido enchufable o PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle) puede recargar
sus baterías desde la red eléctrica a través de un conector, igual que un BEV. Sin
embargo, su banco de baterías es de menor capacidad (kWh) comparado con un
vehículo a baterías y, por tanto, se complementa con el motor a combustión interna
para incrementar la autonomía. Los híbridos enchufables se les indica como la
“tecnología de transición” entre los vehículos convencionales a combustión interna y
los vehículos 100% eléctricos.
VEHÍCULO CON CELDA DE COMBUSTIBLE DE HIDRÓGENO
Conocido por su sigla en inglés como FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle), utilizan
electricidad que se produce en el mismo vehículo a partir del hidrógeno. Un FCEV se
recarga entonces con hidrógeno en forma de gas y no con electricidad.
La autonomía de un vehículo con celda de combustible de hidrógeno o FCEV (Fuel Cell
Electric Vehicle) es similar a la que ofrece su equivalente en vehículo convencional, 500
km o más, dependiendo de la categoría vehicular y su capacidad de almacenamiento
de H2. La batería en un FCEV es de menor capacidad (kWh) que un BEV, ya que se
utiliza solo cuando el vehículo requiere torque adicional y para almacenar la
electricidad del freno regenerativo. Posee además un radiador para el control de
temperatura de todo el sistema de hidrógeno: punto de recarga, estanque de
almacenamiento y celda de combustible de hidrógeno, este último es el componente
donde reacciona el H2 con O2 generando electricidad, vapor de agua y calor.
El uso de FCEV será impulsado en nuestro país a partir de la producción de Hidrógeno
Verde, dada la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde del Ministerio de Energía.
PRINCIPALES COMPONENTES
Las tres tecnologías de vehículos eléctricos tienen en común un sistema de tracción o
propulsión que integra un motor eléctrico, un banco de baterías de mayor o menor
capacidad (kWh) y un sistema de freno regenerativo. Este último es clave para
incrementar la eficiencia en la conducción.
Motores Eléctricos
Encargado de entregar movimiento al vehículo. Se alimenta de
electricidad y existen distintos tipos de tecnologías, entre los más
conocidos: inducción, síncronos, reluctancia conmutada. Los
motores de los vehículos eléctricos son regulados
electrónicamente por un Sistema de Control de Potencia. El motor
eléctrico se conecta a las baterías mediante un circuito de alto voltaje, identificado con
color naranjo.
Varios tipos de motores de corriente alterna (AC) y corriente directa (DC) han sido
utilizados para la aplicación de vehículos eléctricos, los que comparten los bajos
requerimientos de mantención y similares características de control a velocidades
bajas, exhibiendo operación en zona de torque constante, al ser alimentados por
inversores con control por campo orientado. Para automóviles, el concepto más
prevalente es motores sincrónicos con imanes permanentes (PMSM, por sus siglas en
inglés) a veces identificado como su variante BLDC (brushless direct current,)
(OakRidge) (Doppelbauer & Winzer, 2017). Para un ejemplo específico y detallado, se
puede ver el análisis del motor del Toyota Prius, desarrollado por el Laboratorio
Nacional (US) Oak Ridge (Hsu, et al., 2007). Este tipo de motores tiene imanes
permanentes de tierras raras para producir el campo magnético.
De esta forma, los PMSM no requieren de corrientes adicionales de campo, lo que
resulta en construcciones simples, de muy alta eficiencia (cercanas al 97%)
(Doppelbauer & Winzer, 2017) y alta densidad de potencia.
Es reconocido que la mayoría de los vehículos eléctricos e híbridos actuales, usan
motores de imanes de tierras raras (OakRidge). Ejemplos de esto son: el Chevrolet
Volt, el Nissan Leaf, el BMW i3, entre otros (Doppelbauer & Winzer, 2017) (Kane,
2016). El uso de motores con imanes permanentes es ventajoso en muchos aspectos,
pero tiene desventajas a alta velocidad, donde se requiere de corriente adicional para
debilitar el campo y lograr operación de potencia constante (Jahns T. , 1987). Esto
afecta levemente la eficiencia completa del drive (inversor + motor) en alta velocidad.
En el caso del OEM BMW, se ha optimizado extensivamente la excitación permanente
de sus motores sincrónicos para mantener la eficiencia a alta velocidad, incorporando
cerca de 2 kilómetros de cableado de cobre en el estator, bobinados especialmente
para mantener dimensiones extra compactas.
Baterías
Los tres tipos de tecnologías tienen baterías que alimentan al motor
eléctrico, variando en su capacidad energética (kWh). Las tecnologías
más comunes son las baterías electro-estáticas y las electro-químicas.
La tipología más utilizada en movilidad eléctrica es la batería de Ión-Litio
(batería electro-química). Los flujos de entrada y salida de energía se controlan con
Sistema de Gestión de Batería (BMS o Battery Management System).
Una de las principales ventajas de un vehículo eléctrico es que sus costos de operación
y mantenimiento son más bajos que los de un vehículo convencional. Al tener menos
partes móviles, la complejidad y frecuencia con que se requiere de mantenimiento
disminuye en los vehículos eléctricos. En este sentido, entre vehículos eléctricos y
convencionales hay elementos en común y otros que no, los cuales se describen a
continuación.
PLAN DE MANTENIMIENTO
Un plan de mantenimiento es una secuencia de tareas preventivas, predictivas y
detectivas para la gestión de un equipo o un activo. En este caso, el plan de
mantenimiento de un automóvil considera varias tareas sobre cada uno de los
sistemas funcionales. Así, un plan de mantenimiento describe qué partes o piezas
deben reemplazarse y en qué período. Los planes de mantenimiento preventivo sirven
para hacer efectivas las garantías y mantener el funcionamiento óptimo del vehículo
durante largos intervalos de tiempo. Se puede abordar dos (2) tipos de planes según
las condiciones de operación del vehículo: 1. Operaciones en condiciones más severas
o 2. Operaciones en condiciones menos severas. Además, se debe ir controlando en
función del nivel de actividad (distancia recorrida en kilómetros) o por período de
tiempo.
A continuación, te presentamos un punteo simplificado del plan de mantenimiento del
vehículo eléctrico Nissan Leaf. Primero se define si el vehículo se somete a una
operación más o menos severa y luego se muestran las tareas de mantenimiento para
tres (3) controles de mantenimiento. A largo del tiempo, los planes de mantenimiento
en el segundo y tercer cuadro se van repitiendo periódicamente en el tiempo cada
12.000 km (o 6 meses) y 24.000 km (o 12 meses), respectivamente. En promedio, los
fabricantes estiman que, llevando a cabo estos planes de mantenimiento, garantizan
un correcto funcionamiento de la batería del vehículo eléctrico por alrededor de 8
años. Cabe destacar que los intervalos de tiempo y kilometraje son referenciales y
pueden ir cambiando según el fabricante.
Baterías
El punto más importante para considerar en la
mantención de un vehículo eléctrico (VE) es la batería.
Se debe tener cuidado de no exponerla a temperaturas
extremas (ni muy frías ni muy cálidas). Para ello, algunos
VEs cuentan con sistemas de gestión de temperatura, lo cual requerirá revisión de los
líquidos refrigerantes con cierta frecuencia. Actualmente los fabricantes ofrecen
garantías que rondan los 8 años o 160.000 km aproximadamente, tras lo cual la batería
puede ser reemplazada. Se estima que reemplazar la batería sería la mantención más
costosa de un vehículo eléctrico por lo que una adecuada gestión de recarga durante
su ciclo de vida y mantención periódica, son claves para extender en la mejor medida
su vida útil.
Algunos consejos para cuidar la batería de un VE:
Evitar estacionar el vehículo expuesto a temperaturas extremas durante
períodos de verano.
Evitar la descarga profunda (menor a 20%) o según lo recomienda el propio
fabricante.
Preferentemente, la carga cotidiana debe ser realizada con carga lenta y no
rápida.
MANTENIMIENTO CORRECTIVO
En caso de accidentes o fallas imprevistas muchos proveedores de vehículos eléctricos
cuentan con paquetes de asistencia y mantenimiento con técnicos especializados. Si se
quiere recurrir a un taller de forma independiente, el usuario debe asegurarse de que
éste cuente con personal capacitado para realizar las mantenciones necesarias.
Al igual que con el plan de mantenimiento, el mantenimiento correctivo es similar al
de un vehículo convencional salvo cuando la falla ocurrió en uno de los sistemas
propios del vehículo eléctrico: baterías y sistema de alimentación eléctricos, frenos
regenerativos y motores eléctricos que son los principales sistemas presentes en los
VEs. La integración de múltiples sistemas en un vehículo de combustión interna, como
el sistema de aire de admisión, sistema de aceite para lubricación, sistema de agua
para refrigerar, entre otros, los vuelve propensos a fallar. Estos últimos no existen en la
mayoría de los VEs o son de menor exigencia ya que cumplen funciones más simples.
Es importante mencionar lo valiosa que es la batería en un VE. Esta representa
aproximadamente el 50% del costo del vehículo nuevo, por lo tanto, fallas de
importancia en la batería podría hacer que el mantenimiento correctivo pueda
volverse muy costoso.
Si bien no se ha desarrollado en Chile un mercado alternativo de mantenimiento para
vehículos eléctricos, se espera que con la masificación de ellos se levantará tanto
oferta como demanda de mantenimiento.
Frenos Regenerativos
Otro punto en común son los frenos. Sin embargo,
buena parte del frenado en los vehículos eléctricos
serán regenerativos, es decir, recuperan energía mientras frena el vehículo, por lo que
el recambio de pastillas de freno será con menor frecuencia (dependiendo del uso y de
la configuración del freno regenerativo) en comparación con los vehículos
convencionales.
Se estima que en los vehículos eléctricos las visitas al mecánico por concepto de frenos
se reduzcan a la mitad. Para reducir el impacto en la autonomía del vehículo, se
recomienda la aceleración suave y evitar frenados repentinos, de esta forma sacar el
mejor provecho al sistema de freno regenerativo.
Lubricantes
En cuanto a los cambios de fluidos como aceites o refrigerantes, el vehículo eléctrico
sólo requiere cambios periódicos de refrigerantes que son destinados a cuidar la vida
útil de las baterías. En contraste, el vehículo convencional requiere visitas regulares al
mecánico para cambios de filtro y aceite que significan tiempo y dinero.
COSTOS
Es importante recordar que el vehículo eléctrico tiene menos partes móviles que un
vehículo convencional. Si bien la transmisión puede ser similar, un motor eléctrico solo
tiene una pieza móvil (el rotor), mientras que en un motor de combustión interna
existen cientos de piezas, como el cigüeñal, pistones, válvulas y otros sistemas
auxiliares, que rozan sus piezas unas con otras generando desgaste, requiriendo así el
uso de lubricantes. Muchas de estas partes y piezas móviles de vehículos a combustión
interna deben reemplazarse a lo largo de la vida del vehículo. Así los VEs tienen menos
necesidad de mantenimiento debido a la simplicidad de los motores eléctricos frente a
los de combustión interna.
En contraste, las baterías de VEs son uno de los sistemas más costosos. Representa
aproximadamente el 50% de la inversión del vehículo, y si bien, la tecnología requiere
poco mantenimiento el riesgo de falla de la batería podría ser muy costoso.
La mayor diferencia entre vehículos eléctricos y convencionales es la batería del
vehículo eléctrico. En cuanto a costos, ésta puede llegar en Chile a unos $9.000.000
(precio de referencia de repuesto para Hyundai Ionic). Otras fuentes estiman el
reemplazo completo de un banco de baterías en alrededor de $5.000.000 en
promedio, pero hay algunos casos en los que se deben reemplazar algunas celdas y no
el banco de baterías completo, por lo que el precio podría ser incluso menor.
En cuanto a los otros componentes del vehículo, sus costos serán muy similares a los
de vehículos convencionales, o incluso más bajos como por ejemplo el freno en el caso
de vehículos eléctricos, ya que, al ser regenerativo, el desgaste en las pastillas será
menor.
SISTEMAS DE CARGA
Los vehículos eléctricos a baterías (BEV) y los vehículos híbridos enchufables (PHEV)
requieren de suministro eléctrico mediante sistemas de carga o también denominado
infraestructura de carga. Éstos se conforman de múltiples cargadores eléctricos que
hacen de interfaz entre el vehículo y la red de suministro de electricidad.
Los cargadores eléctricos son los equipos que permiten recargar o almacenar energía
en las baterías de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables para permitir el
posterior uso de ella. Los vehículos eléctricos se pueden cargar con distintos tipos de
tecnologías de cargadores, ya sean en corriente alterna (AC) o corriente directa (DC).
Desde los primeros modelos comerciales de vehículos eléctricos en el mercado
automotriz en 2010, el proceso de recarga ha ido cambiando gradualmente, desde un
modelo que depende exclusivamente de la carga residencial, a uno mixto que está
exhibiendo una creciente dependencia en la carga utilizando infraestructura pública
(Electric Power Research Institute (EPRI), 2007) (J. T. Salihi, 1973) (Morcos, 2003) (K.
Qian, 2011) (J. Sexauer, 2013) (P. Fan, 2015) (D. Bowermaster, 2017).
Cada vez que se instala un punto de carga es importante poner atención a estos pasos
para lograr una instalación segura, económica y prever dificultades del proceso. Se
debe dimensionar la instalación, analizar las opciones, escoger el diseño más costo-
efectivo para luego ejecutar la instalación y la puesta en operación. Para ello es de
suma importancia el apoyo de un instalador electricista que sea un profesional
autorizado por la SEC. Revisa el proceso que te sugerimos para instalar un punto de
carga para vehículos eléctricos.
CARGADORES PÚBLICOS Y PRIVADOS
Los puntos de carga públicos son de vital importancia para que los usuarios de
vehículos eléctricos aseguren el suministro en sus desplazamientos. Sin embargo, la
mayoría de los cargadores son privados. Acá te presentamos las principales
características de cargadores públicos y privados para vehículos eléctricos.
INTEROPERABILIDAD
La interoperabilidad es un término que se aplica a la red o
sistemas de cargadores públicos y es considerada como una
característica fundamental para el correcto despliegue y
escalamiento de la electromovilidad en Chile. La interoperabilidad posee desafíos
técnicos, económicos y regulatorios, y además involucra tanto a los usuarios de
vehículos eléctricos como a actores provenientes de diversos sectores.
BENEFICIOS DE LA ELECTROMOVILIDAD
La electromovilidad genera múltiples beneficios que se alinean a las políticas de
desarrollo sustentable del país (ambiental, energético y económico).
Cada vez con mayor frecuencia ocurrirá que observarás un vehículo eléctrico
circulando por la ciudad o que tú mismo seas usuario de la electromovilidad, ya sea
como conductor o como pasajero. ¿Pero sabes cuáles son los beneficios de esta
tecnología? a continuación te mencionamos los 7 principales tipos de beneficios.
Cambio Climático
La electromovilidad utiliza como fuente energética la
electricidad, es decir, no ocurre combustión fósil (gasolina,
diésel, gas) y por tanto no se producen emisiones directas de
CO2 mientras un vehículo eléctrico se mueve, contribuyendo así a
combatir el cambio climático. Este beneficio se logra maximizar cuando la electricidad
es generada también con tecnologías de cero emisiones, como lo son las energías
renovables. Es más, si la electricidad que utiliza un vehículo eléctrico proviene en su
totalidad de generación con energías renovables, entonces ese vehículo eléctrico
tendría un ciclo de funcionamiento cero emisiones.
Contaminación Acústica
Los vehículos eléctricos casi no emiten ruido, esto se hace más relevante en flotas
numerosas de vehículos, en vehículos pesados con motores diesel o en vehículos
operando a velocidades por sobre los 50 (km/h). La Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda niveles de ruido para espacios al aire libre que no superen los 55
(dB) y el Ministerio del Medio Ambiente, en sus mapas de monitoreo de ruido ha
identificado puntos de acceso público que tienen niveles de ruido por sobre los 70 (dB)
e incluso llegando a 90 (dB), es decir, hasta un 64% por sobre el nivel recomendado.
Gestión de Residuos
Los mecanismos y tecnologías de los vehículos eléctricos no
requieren de lubricantes y filtros, lo que reduce el manejo de
residuos peligrosos. Por otra parte, los sistemas de freno sufren
menor desgaste dado que los vehículos eléctricos emplean un
sistema de frenos regenerativos. Las baterías eléctricas, luego de cumplir su ciclo de
vida en el vehículo (8 a 10 años) pueden seguir siendo usadas para aplicaciones
estacionarias (10 - 15 años) y posteriormente pueden ser recicladas. En particular para
el caso de las baterías, Chile ha promulgado la Ley de Responsabilidad Extendida del
Productor, que regula, entre otros residuos, la disposición final de las baterías y así
evitar externalidades negativas al medio ambiente una vez que se termina el ciclo de
vida de este componente clave en la electromovilidad.
Eficiencia Energética
Cuando logramos transportar una determinada cantidad de kilómetros a personas o
carga, pero utilizando menos energía, entonces estamos haciendo eficiencia energética
en el transporte. Un vehículo eléctrico gasta en torno a un quinto de la energía que un
vehículo a combustión equivalente, principalmente porque las eficiencias de un motor
de combustión interna no superan el 50% mientras que las de un motor eléctrico están
por sobre un 95%. Además, los vehículos eléctricos tienen la ventaja de recuperar
energía gracias a los sistemas de frenos regenerativos. Por lo tanto, para una misma
distancia y una misma condición de carga o pasajeros transportados, esta eficiencia
energética se traduce en un ahorro económico en la operación, lo cual puede llegar a
impactar favorablemente el negocio en aquellos dueños de flotas cuyo nivel de
actividad anual (kilómetros recorridos) es más elevado que en el caso del uso de un
vehículo particular.
Diversificación Energética
Como se ha dicho previamente, el 98% de la energía que consume
el sector transporte corresponde a petróleo y sus derivados, por lo
tanto, electrificar el parque vehicular de Chile significará diversificar la matriz
energética en este sector, hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles y de
la volatilidad de sus precios dado que somos un país importador. Chile ya inició el
camino de la diversificación energética en el sector de generación eléctrica, donde las
energías renovables vienen desplazando las centrales termoeléctricas convencionales
y donde se espera que al 2050 la participación de la generación con energías
renovables supere el 70% de la matriz. Si lo anterior se cumple, y si se lograse además
la meta al 2050 de tener un 40% de vehículos eléctricos livianos, se estima que se
evitarían 11 millones de toneladas de CO2 al año, lo que equivale a reducir el gasto en
energéticos del país en más de USD$ 3.300 millones anuales, equivalente a cerca del
1,5% del PIB del año 2016. Este gasto puede reinvertirse directamente en, por
ejemplo, capital humano para la electromovilidad a su vez en investigación y
desarrollo.
Ciudades Inteligentes
La electromovilidad contribuye también al desarrollo de ciudades
inteligentes o smart cities (en inglés), concepto que apunta al
desarrollo urbano sostenible, dando respuesta a las necesidades de
la sociedad, pero también de organizaciones y empresas, buscando la eficiencia
energética y la reducción de emisiones de CO2, al mismo tiempo que el desarrollo
económico y el cuidado del medioambiente. La electromovilidad, a través de la
innovación, infraestructura y tecnología pueden responder a necesidades de una
ciudad inteligente desde el ámbito de la movilidad, que es cero emisión, pero también
para disminuir los costos de uso de energía eléctrica pues las tecnologías de carga
bidireccionales inteligentes permiten a los vehículos eléctricos acumular energía en
periodos de baja demanda y con alta producción de electricidad por medio de recursos
renovables y luego entregársela, según su disponibilidad, a la red en periodos de alta
demanda. También, los vehículos eléctricos aportan al desarrollo de ciudades
inteligentes pues se consideran sensores móviles que capturan datos urbanos mientras
están en movimiento. Lo anterior, sumado al uso de las tecnologías de la información y
comunicación (TIC), el internet de las cosas (IOT, internet of things, en inglés), la
minería de datos (big data, en inglés), la inteligencia artificial y la conectividad permite
innovar y cambiar el paradigma de movilidad, apareciendo soluciones como la
conducción autónoma y semi autónoma, re-ruteos, conectividad de flotas y un gran
potencial de soluciones que apunten a una movilidad más eficiente y también más
segura.
Uso de energía
A pesar de que los vehículos eléctricos no emiten tanto dióxido de carbono, las
baterías aún necesitan ser recargadas regularmente. A medida que crece la demanda
de medios de transporte eléctricos, también lo hace la necesidad de energía, y no toda
la energía proviene de fuentes renovables. Por esta razón, muchos propietarios de
automóviles eléctricos optan por instalar paneles solares en sus hogares para cargar
los vehículos desde el interior de sus garajes a un costo mucho menor tanto en el
aspecto financiero como para el medio ambiente.
Antes de hacer esta comparación tenemos que hablar de que es un auto convencional.
Auto convencional
Un auto a combustión utiliza una sola fuente de potencia para generar movimiento en un
vehículo, este opera mediante la modalidad de gas natural, combustible o gas licuado con un
motor de combustión que genera una mono-energía para una sola fuente de potencia.
un motor de combustión interna, funciona así: a partir de una mezcla entre aire y
combustible, una chispa causa una explosión que acciona un pistón. Este pistón
acciona una manivela que hace girar el motor.
Mayor eficiencia del motor: los vehículos eléctricos utilizan entre 0.1 y 0.23
kW/h por kilómetro. Es un indicador muy bajo, pero lo será aún menor en poco
tiempo, ya que un poco más de la mitad de este consumo se deriva de la
ineficiencia en el proceso de carga de las baterías.
Cero emisiones: el vehículo eléctrico es la única solución que logra obtener cero
en emisiones de residuos, de gases efecto invernadero y de emisiones de
contaminantes.
Silencio total: los vehículos eléctricos ofrecen una experiencia de conducción,
que se caracteriza por el desplazamiento suave y silencioso. Esto se logra
gracias a la ausencia de piezas móviles en el motor, por la ausencia de
explosiones en el proceso de combustión, pero también gracias a poder
prescindir de un sistema de escape, que suele ser la principal fuente de ruido
en un automóvil convencional.
Costes de la energía: El coste de la energía utilizada en vehículos eléctricos,
equivale a un tercio del valor del combustible utilizado en los vehículos con
motor de combustión interna.
Menores costes de mantenimiento: los coches eléctricos tienen menos costes
de mantenimiento ya que no requieren cambios de aceite frecuente, y otras
operaciones de mantenimiento. En la medida en que sus motores no cuentan
con piezas móviles o que tengan roce entre sí, el desgaste es mucho menor.
Frenado regenerativo: un motor eléctrico funciona como un generador,
durante el frenado del coche. La salida de energía producida después de
convertida, se utiliza para recargar las baterías. Esto significa que el vehículo
devuelve energía al sistema.
Comodidad y confort: la conducción de los coches eléctricos es agradable y
suave. Se evita tener que presionar el pedal del embrague y se prescinde de la
caja de cambios.
El par, en los motores eléctricos es constante a cualquier rotación, proporcionando así
prestaciones interesantes.
Impuestos e incentivos: Actualmente, los coches eléctricos se benefician de incentivos
tributarios en varios países de la Unión Europea, en los cuales también se ofrecen
subsidios para lograr una mayor penetración de estos automóviles en el mercado.
Parece todo muy atractivo, ¿verdad?; pero, también existen desventajas. Y para ser
imparciales, debemos mencionarlas en esta comparativa.
En nuestro caso los integrantes del grupo 5 elegimos el auto eléctrico Porque nos brinda
mayor seguridad y cuidado de nuestro medio ambiente y nuestra salud.
Conclusión