La Fuerza de Voluntad en Los Adolescentes
La Fuerza de Voluntad en Los Adolescentes
La Fuerza de Voluntad en Los Adolescentes
Si trabajamos la fuerza voluntad con pequeñas pautas de conductas diarias, específicas y aparentemente
insignificantes, haremos de nuestros hijos personas esforzadas y disciplinadas, que conseguí ...
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¿Has intentado alguna vez perder peso, sacar un promedio de sobresaliente en un curso, que te escojan para
formar parte de un equipo deportivo, o te has planteado algún otro reto personal? En caso afirmativo, es posible
que, como le ocurre a mucha gente, empezaras con muchas ganas, dando lo máximo de ti mismo, pero luego
perdiste parte de la motivación y tuviste problemas para volverte a motivar como al principio.
¡No estás solo!
Todo el mundo se enfrenta al difícil reto de mantener la motivación cuando desea alcanzar sus objetivos. ¡Basta
con que te fijes en la cantidad de personas que empiezan dietas de adelgazamiento, pierden peso y luego lo
vuelven a ganar!
Lo cierto es que replantearnos las cosas, cambiar o empezar de nuevo, por pequeña que sea la faceta de nuestra
vida que queramos modificar, es algo que impone. Pero no es imposible. Con el enfoque adecuado, seguro que
lo puedes conseguir
La habilidad de retrasar la satisfacción, resistiendo las tentaciones a corto plazo para conseguir un
objetivo a largo plazo.
La capacidad de resistir ante un pensamiento, sentimiento o impulso no deseado.
La habilidad de poner en marcha un comportamiento "frío" basado en el sistema cognitivo antes que un "caliente" basado en un sistema emocional.
No se sienta culpable si piensa que lo ha intentado muchas veces y no lo ha conseguido. Si Ud. es uno de los que piensa que no tiene fuerza de voluntad para lograr algo, por favor, considere leer este artículo.
En mi labor como terapeuta me he encontrado muchas personas que desean librarse del poder de las adicciones. Hay diferentes tipos de adicciones: sexo, comida, bebidas, sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, drogas), juego, trabajo, compras. La adicción es cualquier
conducta compulsiva que se va fuera de nuestro control, es decir, que nos domina. El objeto de la adicción puede cambiar, puede ser un objeto inanimado, una actividad, una persona, con lo cual establecemos una relación de dependencia, generando el síndrome de
abstinencia, con todos los síntomas asociados, sobre todo, la ansiedad. Lo que tienen en común todos estos objetos adictivos es que nos causan placer, es decir, que satisfacen o mejor dicho, creemos que satisfacen una de nuestras necesidades, pues realmente nos hacen
olvidar la verdadera necesidad que está de base. Distorsionan nuestra esencia, en tanto, nos hacen reflejar ilusoriamente, que lo que necesitamos es comer, comprar, fumar, etc., para sentirnos bien, cuando en realidad lo que tenemos son otras carencias, mayormente de
índole psicológica, tales como, sentirse seguros, aceptados, queridos, reconocidos.
¿CÓMO SABER CUÁLES SON LAS VERDADERAS NECESIDADES Y CÓMO PODEMOS SATISFACERLAS?
Un niño cuyas necesidades fisiológicas están adecuadamente satisfechas, según libre demanda; cuando se siente protegido, seguro, aceptado, estimulado, comenzará a desarrollar una gran fuerza de voluntad, que no es otra cosa que la energía suficiente para decir NO
cuando tiene que rechazar lo que no desea, o defender sus necesidades con total convicción e independencia. No se trata de que sea un niño caprichoso al cual hay que complacerle en todo, sino se tratará de un niño tolerante, paciente, dispuesto y creativo, que puede
adaptarse perfectamente a las situaciones y aprende a jerarquizar sus necesidades, en tanto espera el momento más conveniente de satisfacerlas. Se ajusta a las condiciones de manera creativa porque está seguro que podrá satisfacerlas siempre. En cambio, el niño
berrinchudo y dominante, es un niño inseguro, que sabe que tiene que usar esos mecanismos si pretende satisfacer sus necesidades. Un niño adaptable es aquel que sabe que podrá satisfacer sus necesidades, sin tener que manipular a los demás.
En resumen, podemos decir que el reconocer nuestras verdaderas necesidades, sin autoengaños o racionalizaciones, y saber orientarnos dónde encontrar aquello que las satisface, es tener un plan, un objetivo, es otorgarle un sentido a nuestra vida. A menudo el
adicto carece de estas expectativas, o se traza planes inalcanzables, desconociendo sus posibilidades reales. Ocurre un bloqueo llamado postergación, es decir, la persona posterga cada cierre, y no podrá iniciar adecuadamente la satisfacción de una nueva necesidad, en
tanto haya alguna insatisfecha. Abraham Maslow, en su teoría de la Motivación humana, planteaba que las necesidades más elevadas no surgen hasta que las inferiores han sido satisfechas (3). El adicto es una persona que se desensibiliza, es decir, deja de sentir sus
verdaderas necesidades, deja de sentirse a sí mismo.
Referencias
1. Ibañez Cuadrado A. (2008): Genética de las adicciones. Revista Adicciones, no. 2, Vol. 20, enlace: http://www.adicciones.es/ficha_art_new.php?art=587
2. Zinker, J. (1979): El proceso creativo en Terapia Gestáltica. Buenos Aires. Paidós.
3. Maslow, A. H. (1943): A THEORY OF HUMAN MOTIVATION, Originally Published in Psychological Review, 50, 370-396. Enlace: http://www.altruists.org/f62
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