Aporte Luis de Actividad 2 Modulo 3
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Con frecuencia los autores creen tener una idea clara de lo que quieren
comunicar, pero cuando llega el momento de escribir se bloquean, y es que el lenguaje
escrito tiene una lógica y unas leyes particulares que es necesario conocer y
comprender para facilitar su uso.
Una vez se tiene claridad del tipo de artículo científico que se escribirá y el
público a quien se dirigirá, se debe comenzar a escribir, es decir, a convertir las ideas
que se tienen en lenguaje escrito, esto es traducirlas en oraciones que conformen un
texto coherente.
Se tiende a aplazar este momento con la idea de que aún falta revisar un poco
de literatura, precisar algún término o concluir otros asuntos más urgentes, etc. Lo
mejor es romper esta resistencia inicial que generalmente plantea una hoja en blanco,
pues una vez empiece se dará cuenta que escribir ayuda enormemente a organizar las
ideas y, en consecuencia, revela los asuntos que no están muy sólidos y que por tanto
se deben reforzar, o en otros casos, información que no es relevante para el propósito
del artículo.
Para comenzar a escribir un artículo científico sirve mucho responder una serie
de preguntas básicas como ¿qué investigó?, ¿por qué investigó sobre eso?, ¿cómo
realizó la investigación? La información que resulta formará parte de diferentes
apartados que componen el artículo.
Pues bien, existe un truco muy simple para comenzar este esbozo que puede
ayudar a que la escritura comience a fluir: escribir los subtítulos que corresponden a la
estructura básica planteada por las normas APA: