Ensayo - Gerencia de Talento Humano
Ensayo - Gerencia de Talento Humano
Ensayo - Gerencia de Talento Humano
Actividad I- Ensayo
Unidad I- Gestión del Talento Humano
El gerente de hoy debe aprender a gestionar y liderar las potencialidades de las personas que
constituyen su equipo de trabajo y las suyas propias, para hacer menos estresante la vida laboral y
llevar a su organización a los estándares de calidad que le permitan convertirse en una, en la que
las personas que trabajan en ellas no pierdan su trabajo, se encuentren motivadas y gestionen su
crecimiento personal, profesional y el de la empresa, y además logre mantenerse en el mercado sin
alterar su nómina.
El “manager” de hoy tendrá que centrar sus objetivos y su capacidad como líder en planear la
estrategia de desarrollo de su compañía y afinarla con la de las personas que la componen.
“En la actualidad se habla de estrategia de recursos humanos como utilización deliberada de las
personas para ayudar a ganar o mantener la ventaja autosostenida de la organización frente a los
competidores del mercado. La estrategia constituye el plan general o enfoque global que la
organización adopta para asegurarse de que las personas puedan cumplir la misión organizacional
de manera adecuada (Chiavenato, 2002)”.
“Algunos aspectos fundamentales son el poder transmitir a la gente la idea de que sus actos tienen
sentido y propósito, cuando casi todos los días se registran cambios importantes, el hacer que los
empleados son valorados y respetados, en una era de adelgazamiento de estructuras y de poca
seguridad de empleo, y el mantener un buen estado de ánimo y una gran motivación, ante la
incertidumbre y el estrés derivado de ella” (Daft, 2008).
Un líder deberá invertir entonces gran parte de su tiempo en acompañar a su gente, en enseñar, en
comprometer, para que sus ideales sean los de todos los miembros de la organización, para que los
ideales de los trabajadores y los suyos sean debatidos y asumidos como propios, por eso el pleno
de los trabajadores, en la medida de lo posible, debe estar enterado de la circunstancia de la
compañía y de sus planes estratégicos.
Las organizaciones, dependen directa e irremediablemente de las personas, para operar, producir
bienes y servicios y alcanzar sus objetivos generales y estratégicos (Chiavenato, 2002)”.
La psicología del potencial humano. Este tipo de estudios han surgido a mediados de la última
década del siglo pasado en autores como P. Baltes y Ursula Staudinger, quienes referencian el
desarrollo del potencial humano con el concepto de sabiduría y el optimismo, el crecimiento de la
personalidad, el envejecimiento exitoso y los aspectos positivos del funcionamiento humano, entre
otras cosas.
Ya Peter Senge nos había hablado de las organizaciones inteligentes como aquellas que a través de
las personas que trabajaban en ellas tienen una actitud permanente hacia el aprendizaje. “Cuando
abandonamos la idea de que el mundo está compuesto por fuerzas separadas y desconectadas
podemos construir organizaciones inteligentes, organizaciones donde la gente expande
continuamente su aptitud para crear los resultados que desea, donde se cultivan nuevos y
expansivos patrones de pensamiento, donde la aspiración colectiva queda en libertad, y donde la
gente continuamente aprende a aprender en conjunto” (Senge, 2006). La actitud hacia el
aprendizaje del equipo de trabajo y del líder, deber ser la actitud humilde del que en realidad quiere
aprender de los otros y de sus propios errores, reconociendo que no se puede saber todo, debe ser
la actitud del que en realidad reconoce a los otros en algunos eventos como el que sabe, el que se
constituye en la autoridad y merece ser escuchado y seguido puesto que tiene o se acerca a la razón,
puesto que una verdad construida mancomunadamente es más fácil de mantenerse en firme.
Conocimiento.
En tal sentido, las últimas tendencias en la gestión del talento humano afirman que además que
gestionar a las personas debemos gestionar el conocimiento. Un líder gestiona el conocimiento de
su equipo porque es lo que le indexa valor en mayor cuantía a la organización, pero un líder también
autogestiona su conocimiento, se obliga a pensar, induce su cerebro a circunstancias complejas en
las que se desarrolla; acometiendo el problema con inteligencia, escribiendo, leyendo,
argumentando, etc. La organización por sí misma no puede pensar, no puede decidir, lo hace por
intermedio de las personas.
Pensamiento Sistémico.
El pensamiento sistémico que Senge nos menciona en La Quinta Disciplina es una de las habilidades
que deben desarrollar los líderes de la actualidad. “En definitiva, hemos de ser más conscientes de
cómo las partes contribuyen al todo y también de las consecuencias, a corto y largo plazo, de
nuestras decisiones. Cuando encaramos un problema, y tras identificarlo con rigor, han de emerger
las circunstancias y causas subyacentes, y hemos de adoptar soluciones eficaces que no generen
nuevos problemas. He aquí, en el pensamiento sistémico, una habilidad cognitiva de incuestionable
necesidad, quizá especialmente en directivos de alto nivel” (Fernández, 2008).
Gestionar el talento humano implica considerarlo como una variable en permanente expansión y
sin limitaciones, gestionar el talento humano implica no sólo desarrollarlo sino hacerle ver a las
personas, a los integrantes del equipo de trabajo que tienen uno o varios talentos y que los pueden
conducir a situaciones óptimas de desarrollo. Los líderes también deben propiciar que otros
deliberen más, en lugar de ser irreflexivos. “Bernard Bass, estudioso del liderazgo carismático y
transformacional, habla del gran valor que tiene estimular el intelecto; es decir despertar las
imaginaciones y los pensamientos de los seguidores y estimular su capacidad para identificar y
resolver problemas con creatividad” (Bass, 1985). Gestionar el talento humano implica obligar a las
personas a pensar, porque a veces, a las personas en las organizaciones les gusta que piensen por
ellas, dado que esto resulta relativamente más fácil.
En el caso de los directivos habíamos hablado del autoconocimiento como aquella habilidad que les
permite ser conscientes de sus capacidades y de sus falencias para evitar el autoengaño.
“Autoengañarse puede llevar a los directivos a disfunciones como la siguientes: incapacidad para
reconocer errores, arrogancia, sed de poder, rechazo a las críticas, narcisismo, persecución de
objetivos poco realistas, huida hacia arriba, jactancia, juicio a las personas en términos de
blanco/negro, necesidad de parecer perfecto o hábito de trabajo compulsivo. Según un estudio de
Robert E. Kaplan, un directivo con estos rasgos está orientado al fracaso”. Pero un directivo que se
conozca bien a sí mismo difícilmente se caracterizará por asumir estos comportamientos. Tratamos
de dejar la idea final de que, solamente desde un buen conocimiento de nosotros mismos, podemos
abordar un plan de mejora.
Competencias.
“El tipo o nivel de competencia tiene implicaciones prácticas para el planeamiento de recursos
humanos. Las competencias de conocimiento y habilidad tienden a ser características visibles y
relativamente superficiales. Las competencias de concepto de sí mismo, características y
motivaciones están más escondidas más adentro de la personalidad” (Alles, 2007).
Estas últimas son en realidad las que se deben tener en cuenta a la hora de contratar los altos
ejecutivos de la empresa. Definiremos entonces lo que son las competencias: Las competencias
laborales pueden ser definidas como un conjunto identificable y evaluable de capacidades que
permiten desempeños satisfactorios en situaciones reales de trabajo, de acuerdo a los estándares
históricos y tecnológicos vigentes. Otra definición podría ser: Capacidad de una persona para
desempeñar, en diferentes contextos y con base en los requerimientos de calidad y resultados
esperados, las funciones inherentes a un empleo; capacidad que está determinada por los
conocimientos, destrezas, habilidades, valores, actitudes y aptitudes que debe poseer y demostrar
el empleado.
Para complementar la definición de lo que implica tener consciencia de sí mismos y ser dueños de
nuestro comportamiento podríamos mencionar los que nos saca de sí: la ira, la pérdida de la
memoria y de las facultades sensoriales por el alcohol o las drogas, la envidia, los celos compulsivos
y enfermizos, los celos profesionales, el afán de reconocimiento, entre otras cosas. Por esto es
necesario que gestionemos la conciencia de sí mismos y de lo que somos capaces de hacer, puesto
que nos permite incrementar la autoestima y acrecentar el valor que le atribuimos al trabajo.
Ventajas Competitivas.
Bholander afirma que las organizaciones pueden lograr ventajas competitivas sostenidas a través
del personal, si este personal es capaz de satisfacer los siguientes criterios: Primero que sea valioso,
segundo que sea único, tercero que sea difícil de imitar y cuarto que esté organizado.
Los recursos humanos deben ser valiosos. “Las personas son una fuente de ventaja competitiva
cuando mejoran la eficiencia o la eficacia de la empresa. El valor aumenta cuando los empleados
encuentran medios para disminuir costos, proporcionar algo único a los clientes, o alguna
combinación de estos dos puntos” (Bholander; Snell, 2001). ¿Qué hace valioso al recurso humano?
Lo hace valioso el desarrollo de un conjunto de competencias, habilidades, estudios y experiencia
laboral. Lo hace valioso la capacidad para trabajar en equipo, para resolver problemas de forma
creativa, para escuchar y enfocar la discusión sobre el problema y no sobre el trabajador de forma
consensuada y respetuosa, pero sobre todo que sea un buen ser humano. Un ser humano honesto,
sensible, comprometido, inteligente, creativo, un ser humano consciente de sus limitaciones y de
sus atributos, un ser humano consciente del recalentamiento del planeta, de las desigualdades
sociales, un ser humano dotado con una altísima conciencia de sí mismo.
“Habilidades: Las habilidades hacen referencia a las capacidades y a las potencialidades que tienen
las personas para procesar información y obtener resultados o productos específicos con dicha
información. Los aspirantes deberán poseer al menos las siguientes habilidades: Capacidad para
aprender. Se refiere a la habilidad para adquirir y asimilar nuevos conocimientos y destrezas y
utilizarlos en la práctica laboral. Las personas que poseen esta habilidad se caracterizan porque:
Captan y asimilan con facilidad conceptos e información. Realizan estudios regularmente. Tienen
una permanente actitud de aprendizaje y de espíritu investigativo. El conocimiento que poseen
agrega valor al trabajo”. (Diccionario Competencias Genéricas, 2009).
Referencia.
Cabrales O (2009). La Gerencia del Talento Humano bajo la Perspectiva de la Condición Humana.
Rev.fac.cienc.econ. Vol. XVII (1). 155-178. Recuperado de:
http://cimogsys.espoch.edu.ec/direccionpublicaciones/public/docs/books2019-09-17-222134-
gesti%C3%B3n%20del%20talento%20humano-comprimido.pdf
APORTE- ENSAYO
ALEXA GONZALEZ
C.I V-25069934
“En los momentos difíciles hay que estar acompañando y esto pasa por ser menos
corporativo” – María Luisa Benlloch, Responsable de Comunicación Interna,
Novartis –
Apoyados por los medios digitales, la revolución digital debe ser vista como
una oportunidad para liderar cambios en los procesos de gestión humana, y dotarse
de herramientas y procesos nuevos que garanticen agilidad para gestionar y retener
al tan valiosos talento humano.
REFERENCIAS