Yod y Wau

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LA YOD Y EL WAU

La influencia perturbadora de la yod y del wau

La yod es un elemento palatal, margen silábico (es decir, una /i/ en diptongo), que puede inferir
diversas modificaciones en las vocales y consonantes contiguas.

El wau es un elemento velar, margen silábico (es decir, una /u/ en diptongo), que puede inferir
diversas modificaciones en la vocal contigua.

Este elemento palatal vocálico (la yod) inflexiona la vocal tónica, es decir, la cierra un
grado (en el caso de la Ĕ y la Ŏ, impide la diptongación), de manera que:

/a/ > /e/ FĂCTU > hecho


/e/ > /i/ VĬNDĒMIA > vendimia
/o/ > /u/ CŬNEA > cuña

Ĕ breve tónica no diptonga, sino que > /e/ LĔCTU > lecho
Ŏ breve tónica no diptonga, sino que > /o/ ŎCTO > ocho

Los únicos fonemas que no se ven afectados son /i/ y /u/, ya que no hay ningún sonido más
cerrado que ellos mismos.

Cuanto mayor ha sido su permanencia mayor ha sido su influjo sobre las vocales: la yod 1ª sólo
palatalizó las consonantes, pero no inflexionó ninguna vocal; la yod 4ª duró más tiempo y, por
tanto, ejerció su influencia sobre todas las vocales.

LA YOD

La yod es la i semivocálica /i̯ / o semiconsonántica /j/ surgida en el latín vulgar. Su aparición, que
influye sobre los fonemas vocálicos y también sobre los consonánticos ayudando a la creación de
una serie de sonidos desconocidos en el latín (por ejemplo, las consonantes palatales), se
produce en cuatros contornos determinados:

1. Por la sinéresis (diptongación de hiatos):

1
VI-NE-A > VINIA > viña

2. Por la vocalización de una consonante velar implosiva (o postnuclear):

FACTU > [fái̯ to] > /fétʃo/ > /étʃo/ hecho

3. Por metátesis:

MONETARIU > [monetái̯ ro] > [monedéi̯ ro] > /monedéro/ monedero

4. Por síncopa vocálica o consonántica:

PLANTA(G)INE > [plantái̯ ne] > llantén

MAI(O)RINU > [mai̯ rínu] > merino

. YOD 1ª /tj/, /kj/ > /Ɵ/

→ NO inflexiona ninguna vocal

. YOD 2ª

2
/lj/, /k´l/, /g´l/ > /x/
/nj/, /gn/ > /ɲ/

→ Inflexiona algunas vocales. Ejemplos:

FŎLIA > hoja


VĔNIO > vengo
ŎCULU > ojo

. YOD 3ª

/gj/, /dj/ > /ǰ/


/bj/, mj/ > /ǰ/, [bj], [mj]

→ Inflexiona algunas vocales, no inflexiona o hay vacilación en otras. Ejemplos:

PŎDIU > poyo


FŬGIO > huyo
PULĔGIO > poleo

. YOD 4ª

/kt/ > /tʃ/


/ks/ > /x/

/rj/, /sj/, /pj/ > [i̯ r], [i̯ s], [i̯ p]

Síncopas

→ INFLEXIONA TODAS LAS VOCALES (EXCEPTO LA Ĭ/Ē EN LA /kt/: STRĬCTU > estrecho,
DERĒCTU > derecho). Ejemplos:

ŎCTO > ocho


LĔCTU > lecho
CŎXU > cojo
MATĔRIA > madera
GRĔ(G)E > grey

Consejos prácticos para el estudio de la yod

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1. Se trata de un elemento palatal que, cuando influye, tiende a cerrar la vocal influida. Hay que
pensar que el elemento palatal no se produce en su mismo origen etimológico, sino en su
evolución posterior. Es decir, en /kt/ no hay ningún elemento palatal: se trata de una secuencia
formada por consonante velar + consonante dental; la palatalalización aparece en las etapas
siguientes, cuando /k/ adelanta su lugar de articulación y /t/ lo retrasa, hasta convertirse en /tʃ/.
2. Es necesario conocer la cantidad vocálica y saber la evolución normal: si, por ejemplo,
sabemos que /ó/ breve tónica > /ué/ y nos encontramos el caso de FŎRTIA > fuerza, hay que
desechar el influjo de la yod, ya que ha sido su evolución normal. Si, por el contrario, nos
encontramos con FŎLIA > hoja, hay que pensar que la yod ha inflexionado la vocal tónica.

El WAU
El wau es un elemento velar, margen silábico (es decir, una /u/ en diptongo), que puede inferir
diversas modificaciones en la vocal contigua. El wau, al igual que la yod, puede ser un elemento
semivocálico [au̯] o semiconsonántico [wa], pero su influjo no es tan extenso como el de la yod,
pues no afecta a todas las vocales y no tiene efectos sobre las consonantes. Tiene cuatro
orígenes posibles:

1. Existía ya en latín (wau primario): AURU [áu̯ru] > /óuro/ > /óro/ oro.

2. De la vocalización de una consonante implosiva o postnuclear, generalmente /l/:


ĂLTĔRU > [áu̯tro] > /óu̯tro/ > /ótro/ otro

3. De una metátesis: VĬDŬA [wídua] > [βíu̯da] > /biúda/ viuda

4. De la diptongación románica: VĂRĬŎLA /waríola/ > [βarjóla] > [βai̯ róla] > /beruéla/ veruela
(med.) > /biruéla/ viruela

Los dos primeros orígenes ofrecen un diptongo /au/ que a través de un estadio intermedio /ou/,
que se mantiene en gallego y portugués, acaba monoptongando en /o/ (/au/ > /ou/ > /o/);
monoptongación que se podría explicar de igual manera que la de /ai/ > /ei/ > /e/, es decir, por la
tendencia a confluir en una abertura media.

El caso de VĬDŬA > viuda y el cuarto origen, VĂRĬŎLA > viruela, es decir, de la diptongación
románica, dan como resultado la inflexión del sonido vocálico de la sílaba anterior, aunque es
tardía, puesto que se da a finales de la Edad Media y principios de los Siglos de Oro.
El wau, que se perdía en el mismo latín, desaparece ante una consonante velar:

AUGŬSTU [au̯gústu] > /agósto/ > agosto


AUGŬRĬU [au̯gúrju] > [agói̯ ro] > /aguéro/ agüero

También cuando precede al grupo consonántico /sk/:

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AUSCŬLTĀRE [au̯skultáre] > *ASCŬLTĀRE /askoltáre/ (lat. vulgar) > /askutʃár/ ascuchar (med.) >
/escutʃár/ escuchar (el cambio /a-/ > /e-/, según Pidal, se debe a la confusión con el prefijo EX-;
aunque según Lloyd se debe a la analogía con las muchas voces que presentan una /e-/ protética
y que comenzaban por el grupo /sk/: SCALA > escala, SCHOLA > escuela, SCOPA > escoba…).

Puesto que esta semiconsonante [w] que surgió de la ruptura de hiatos en posición
posconsonántica (cons. + U + vocal) no se consonantizó como en el caso de yod, por lo general
se perdió: FĔBRŬĀRĬU /februáriu/ > [febrwárjo] > [febrái̯ ro] > /febréro/ febrero.

Las oclusivas sordas intervocálicas no sonorizan cuando van precedidas de wau: AUCA > oca
(excepto PAUPĔRE > pobre).

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