Semejanzas en Turbomaquinas

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Máquinas Hidráulicas.

T-3 55

TEMA 3: SEMEJANZA EN TURBOMÁQUINAS

1.- MÉTODOS PARA EL ESTUDIO DE LAS TURBOMÁQUINAS

Como es sabido el estudio de la dinámica de los fluidos es posible abordarlo


mediante tres procedimientos diferentes: El Lagrangiano, el Euleriano y el
Experimental. Los tres métodos representan la realidad mediante arquetipos con
mayor o menor fortuna, los dos primeros lo consiguen por medio de un análisis
matemático y el tercero mediante la contemplación del fenómeno real.

El método Lagrangiano, basado en la mecánica clásica de los sólidos,


estudia la trayectoria de las partículas; es un método científico, que intenta
aproximarse al máximo a la realidad, pero, por ahora, con escaso éxito y con
resultados prácticos poco significativos. Se puede afirmar que es un método que
promete más que lo que da.

El método Euleriano, teniendo en cuenta la difusividad de las partículas de


fluido y su escasa unidad temporal, considera lo que sucede en puntos fijos del
espacio a lo largo del tiempo; se trata de un procedimiento ingenieril muy práctico, con
un gran poder aplicativo. Al contrario que el método anterior este procedimiento da
más que lo que promete.

A pesar de todo, ante la incapacidad manifiesta de los dos métodos


precedentes de poder abarcar bastantes fenómenos de la dinámica de los fluidos,
incluso partiendo de hipótesis grandemente simplificadas, en determinadas ocasiones
se recurre al método Experimental, que no hace otra cosa que reproducir en
laboratorio o in situ el fenómeno real, observándolo con atención, haciéndole adoptar
diferentes situaciones, realizando mediciones de todos los parámetros medibles y en
una palabra conociéndolo en su propia realidad.

El primer objetivo del estudio del fenómeno que sucede dentro de una
turbomáquina es conocer el comportamiento del flujo y poder deducir el
desplazamiento de cada partícula de fluido en su seno.

Teóricamente todo proceso de dinámica de fluidos y en particular el que se


genera dentro de una turbomáquina, podría ser resuelto a partir de las ecuaciones
diferenciales del movimiento, la ecuación de la continuidad, la ecuación de estado y la
ecuación de la transformación termodinámica que sufra aquel, junto con las
condiciones en los límites.

Así se tendrían seis ecuaciones, las ya mencionadas, con seis incógnitas:


las tres componentes de la velocidad, la presión, la densidad y la temperatura.

Los resultados de las ecuaciones vendrían dadas en función de la posición de


la partícula en un determinado lugar y el instante en que el fenómeno se produce. Las
constantes de integración se determinan gracias a las condiciones en los límites. De
esta manera se habría conseguido el objetivo planteado.

En el caso concreto de las máquinas hidráulicas las cosas se simplifican al


comportarse el fluido como incompresible y ser el proceso cuasi isotérmico, con lo cual
las ecuaciones necesarias se restringen a las cuatro señaladas en primer término. Por

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otra parte si se estudia un régimen permanente el fenómeno es además independiente


del tiempo

A pesar de todo, incluso en las máquinas hidráulicas, las cosas en la realidad


son mucho más complejas a lo previsto en la teoría y ni las ecuaciones diferenciales
del movimiento son perfectamente conocidas, más que en contados casos, ni los
datos necesarios de partida son suficientemente fiables ni fácilmente trasferibles a las
ecuaciones.

Por todo lo anterior tanto el método Lagrangiano como el Euleriano fracasan


en el estudio de las turbomáquinas y es absolutamente imprescindible recurrir al
método Experimental si se desea conocer el fenómeno con cierta profundidad.

Se trata de un procedimiento indudablemente muy oneroso que requiere


mucho tiempo para obtener resultados y que por tanto se recurre a él en aquellos
casos en que los otros dos métodos han fracasado y el tema lo exige por su
trascendencia económica, por cuestiones de seguridad o por motivos importantes de
otra índole.

Las dificultades del método Experimental se agravan cuando el tamaño de los


fenómenos que han de reproducirse alcanzan grandes dimensiones, como es el caso
de muchas turbomáquinas, principalmente las turbinas hidráulicas. En estos casos no
sólo es un grave problema la construcción de grandes turbinas, que hay que ensayar y
modificar hasta conseguir un buen rendimiento, sino que es preciso construir
instalaciones anejas de grandes proporciones y trabajar con enormes caudales. Todo
lo anterior resulta prohibitivo y al borde de lo imposible.

Para resolver tal dificultad se recurre al estudio de modelos en tamaño


reducido y a aplicar entre la máquina real, denominada prototipo, y el modelo
determinadas relaciones de semejanza.

Fueron los franceses Charles de Bossut y el Conde de Buat, en el siglo XVIII,


los primeros que reprodujeron en laboratorio fenómenos hidráulicos y son
considerados los padres de los laboratorios hidráulicos de hoy en día. Sin embargo fue
más tarde, avanzado el siglo XIX, cuando el francés Frederic Reech y el inglés Willian
Froude establecieron los primeros criterios de semejanza, siendo los precedentes de
los grandes laboratorios de este siglo.

Para llevar a cabo el diseño de una turbomáquina de importancia se realizan


los pasos siguientes:

La turbomáquina que se trata de construir interesa que trabaje de manera


óptima con unas condiciones o parámetros predeterminados, como son el caudal, su
potencia, su velocidad de giro y el rendimiento deseado, entre otros. Con estos datos
de partida, con los conocimientos teóricos disponibles y sobre todo con datos y la
experiencia de anteriores construcciones, se efectúa un prediseño de la máquina.

Basado en este prototipo de partida se construye una turbomáquina semejante


a la diseñada, realizada a la escala conveniente, que se denomina modelo.

Esta máquina se ensaya en un laboratorio especial para comprobar sus


resultados; a la vista de estos se modifican determinadas partes de la turbomáquina
con el fin de mejorar su comportamiento y por lo tanto su rendimiento; así se continúa
hasta el momento en que se considere que se ha alcanzado un techo en su
perfeccionamiento.

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Una vez concluidos los ensayos se construye la máquina a escala real, que se
denomina prototipo, semejante al modelo definitivo que habrá recibido una serie de
mejoras sobre el modelo de partida.

Si se trata de diseñar y construir una turbomáquina de tamaño pequeño o


medio, que no permita económicamente la realización de ensayos, se podrá construir
semejante a una máquina realizada anteriormente cuyo buen comportamiento se
conoce a priori.

2 .- SEMEJANZAS GEOMÉTRICA, CINEMÁTICA Y DINÁMICA

Para realizar lo relatado en el apartado anterior, previamente se habrá de


contestar a una serie de preguntas: ¿Cómo habrán de ser las turbomáquinas
semejantes para poder aplicar los resultados de la una a la otra? ¿Cómo se
trasladarán los resultados de una máquina a su semejante? ¿Es suficiente con que
exista semejanza geométrica entre las dos máquinas? ¿Qué se necesita para que
haya semejanza de funcionamiento entre el comportamiento de dos máquinas? ...

Analizando la cuestión se deduce que indudablemente entre modelo y


prototipo, trabajando de manera semejante, deberán existir ciertas analogías, que
serán de orden geométrico, cinemático, dinámico, etc, las cuales reciben el nombre de
semejanzas y se explican a continuación.

Semejanza geométrica: La primera semejanza o analogía que ha de existir, que


resulta intuitiva y evidente, es la geométrica; habiendo de haber entre dos máquinas
semejantes una correspondencia biunívoca punto por punto. A estos puntos de una y
otra máquina los denominaremos, en una primera aproximación, puntos
correspondientes.

Esta vi univocidad o correspondencia punto por punto entre modelo y prototipo


lleva consigo lógicamente la de línea por línea, superficie por superficie, volumen por
volumen y masa por masa.

Si las máquinas se comportaran como esculturas y carecieran de movimiento


bastaría la semejanza geométrica para declararlas semejantes, siendo corriente, al
hablar de manera coloquial, considerar que solo existe esta clase de semejanza. Pero
hay que tener en cuenta que una máquina es capaz de funcionar en infinitos puntos
diferentes y que obviamente no en todos el comportamiento de las máquinas es
semejante aunque sean ellas geométricamente proporcionales e incluso se trate de la
misma máquina.

Semejanza cinemática: Por ello al comenzar la turbomáquina a desplazarse, a


producirse movimientos, es preciso introducir el concepto de correspondencia de
tiempos y posiciones.

Para que exista una semejanza cinemática es preciso que puntos


correspondientes ocupen posiciones correspondientes en instantes correspondientes,
lo cual exige además que aquellos estén sometidos a velocidades y aceleraciones
correspondientes, no siendo suficiente que sean sólo en módulo sino también en
dirección y sentido.
De lo anterior se deduce en primer término que puntos correspondientes han
de poseer diagramas de velocidades semejantes geométricamente y en segundo lugar
que partículas de fluido correspondientes deberán recorrer trayectorias igualmente

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semejantes geométricamente y que las líneas de corriente correspondientes han de


tener la misma cualidad.

Semejanza dinámica: Al producirse fuerzas en las turbomáquinas es necesario que


exista, además de las dos semejanzas señaladas en los párrafos precedentes,
semejanza dinámica, es decir que puntos correspondientes de la máquina o del fluido
estén sometidos a fuerzas correspondientes.

La palabra correspondiente en la semejanza geométrica tiene un significado


evidente, está claro que tienen que verificar una escala geométrica. En los otros casos
tiene que existir indudablemente una escala pero con un concepto algo diferente que
se analiza en las próximas preguntas.

En virtud de la segunda Ley de Newton, es decir dada la existencia de la


relación F = m.a, si entre dos máquinas se verifican dos semejanzas cualesquiera,
geométrica, cinemática ó dinámica, necesariamente se cumple la tercera.

Para conocer las correspondencias que existen entre otros procesos físicos es
necesario estudiarlos detalladamente con el fin de deducir las semejanzas que se han
de cumplir entre ellos, por si pudieran existir otro tipo de fenómenos que exigiera el
cumplimiento de otras analogías, como por ejemplo eléctricas o electromagnéticas.

3.- SEMEJANZA HIDRODINÁMICA ABSOLUTA

La ecuación diferencial que representa el movimiento de un fluido viscoso,


conocida como de Navier-Stokes, que comprende los términos correspondientes a las
fuerzas de la gravedad, de inercia, de presión y viscosas, se escribe:

→ → 1 → µ →
− g gra d z − j = gra d p − ∇V
ρ ρ
donde: g es la aceleración de la gravedad
grad z el gradiente de posición
j la aceleración del fluido
ρ la densidad del mismo
grad p el gradiente de presión
µ la viscosidad dinámica del fluido
∇V la laplaciana de la velocidad

Esta ecuación define el movimiento de un fluido, por tanto ha de representar


tanto el comportamiento del flujo existente en el prototipo como en el modelo.

Conocidas las dimensiones del prototipo y definido su flujo por la expresión de


Navier-Stokes reseñada, los términos de la ecuación que define el comportamiento del
modelo se obtendrán multiplicando los de la expresión correspondiente al prototipo por
ciertas relaciones denominadas escalas.
Adoptemos para las longitudes la escala geométrica λ, para los tiempos la
escala temporal θ, para las presiones cinemáticas (p/ρ) la relación α y para las
viscosidades cinemáticas (µ/ρ) la escala k.

La Norma UNE 1-026-83 denomina escala a la relación entre la medida lineal


de la representación de un elemento de un objeto sobre un dibujo original y la medida

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lineal del mismo elemento del objeto real. Tomando este punto de partida definiremos
como cualquier escala, bien sea de longitudes, tiempos, presiones cinemáticas o
viscosidades cine´maticas, a la relación entre el valor de cualquier parámetro en el
modelo y el valor del mismo parámetro en el prototipo. Es decir:

 p   µ 
ρ  m k = ρ  m
λ= θ = α = 
Dm tm
Dp tp  p   µ 
 ρ p  ρ p
Multiplicando cada término de la ecuación de Navier-Stokes de partida por las
relaciones correspondientes se obtendrá la ecuación que define el flujo en el modelo.

En el cálculo de dichas relaciones hay que tener en cuenta la ecuación


dimensional de cada término, considerando las escalas empleadas. Así se aprecia que
los dos primeros términos tienen dimensiones de longitud partido por tiempo al
cuadrado, dado que el gradiente de posición es adimensional, y el tercero de
presiones cinemáticas dividido por la longitud. El cuarto término posee dimensiones
de viscosidades cinemáticas multiplicadas por las correspondientes a la laplaciana de
V, siendo las dimensiones de ésta las de velocidad partidas por longitud al cuadrado.

Con todo ello se tiene como expresión que define el comportamiento del
modelo:

 λ  →  λ  1 → α  µ →  kλθ 
→ −1
− g grad z  2  − j  2  = grad p   − ∇V  2 
θ  θ  ρ λ  ρ  λ 

Para que las dos ecuaciones definan fenómenos físicos semejantes entre el
movimiento del fluido del modelo y del prototipo deben ser obligatoriamente iguales o
proporcionales, pues si así no fuese se trataría de hechos físicos diferentes, es decir
ni proporcionales ni semejantes.

Por tanto se habrá de verificar que:

 λ   λ  α   k 
 θ 2  =  θ 2  =  λ  =  λθ  = n
       

Si el valor de n fuese diferente de la unidad el gradiente de posición vendría


multiplicado por ng, lo que equivale a decir que el fenómeno físico habría de estar
sometido a una gravedad distinta de la terrestre, lo cual es imposible.

Para atestiguar lo anterior se remite al lector a la demostración de la ecuación


general de la Estática de fluidos, cuya expresión es:

→ 1 →
F− gra d p = 0
ρ

donde F representa las fuerzas de volumen por unidad de masa. Si estas fuerzas se
suponen derivadas de un potencial conservativo, se escribirá:

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→ 1 →
gra d U + gra d p = 0
ρ
y si el potencial conservativo es el gravitatorio se sabe que U = - gz, con lo que se
tiene:
→ 1 →
g gra d z + gra d p = 0
ρ
donde el factor que multiplica al gradiente de posición es la aceleración de la
gravedad, que obviamente no puede ser otra que la terrestre.

Por ello es necesario que n sea igual a la unidad. Resolviendo el sistema de


ecuaciones planteado, teniendo en cuenta que por una cuestión operativa de facilidad
de definición la primera escala que se elige es la geométrica, se deduce:

1 3
θ = λ 2
;α = λ ; k = λ 2
(A)

lo que significa que establecida una escala de longitudes Wquedan fijadas


automáticamente las escalas restantes, de tiempo, presiones cinemáticas y
viscosidades cinemáticas.

Con el cumplimiento de estas relaciones, así como que los fenómenos de


modelo y prototipo trabajen en el mismo campo gravitatorio terrestre, se obtiene entre
ambos lo que se denomina semejanza hidrodinámica absoluta.

Las relaciones anteriores indican que una vez fijada la escala de longitudes
queda determinada la dependencia entre las viscosidades cinemáticas del prototipo y
del modelo, lo cual afirma que los fluidos utilizados en ambas máquinas han de ser de
diferente viscosidad y por tanto tienen que ser fluidos distintos.

Abordado este problema se comprueba que en el caso de turbinas, tanto


hidráulicas como eólicas, en el de ventiladores y en ocasiones en el de bombas no es
fácil por no decir imposible encontrar fluidos alternativos, suficientemente económicos,
a los que emplean los prototipos . El ensayo de modelos de grandes turbinas
hidráulicas requiere, por otra parte, un caudal lo suficientemente importante como para
desechar toda solución que no utilice agua en los ensayos.

Entonces resulta que si la gravedad y la viscosidad de los fluidos a emplear en


prototipo y modelo han de ser iguales, la escala geométrica, según se observa de las
relaciones (A), habrá de ser la unidad, lo cual atestigua que no se puede obtener una
semejanza hidrodinámica absoluta entre máquinas de diferente tamaño, trabajando en
el mismo campo gravitatorio y con el mismo líquido, y por tanto no es factible ensayar
con modelos reducidos.

4.- SEMEJANZAS HIDRODINÁMICAS RESTRINGIDAS

Para salvar tal eventualidad, es decir para poder ensayar con una
turbomáquina de diferente tamaño al prototipo en el mismo campo gravitatorio y con el
mismo fluido, es preciso recurrir a lo que se denominan semejanzas hidrodinámicas
restringidas, las cuales desprecian y no consideran algunos de los términos de la
ecuación de Navier-Stokes.

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La primera de dichas semejanzas, llamada de Reech-Froude, supone que es


despreciable el término de la viscosidad, cosa que así resulta en regímenes muy
turbulentos, como sucede normalmente en las turbomáquinas. Entonces, no teniendo
en cuenta el ultimo término de la fórmula de Navier-Stokes, habrá de verificarse:

 λ   λ  α 
θ 2  = θ 2  =  λ  =1
     

de donde se deduce que:

θ =λ ; α =λ ; ademasde k =cualquier valor y n=1


2

de lo anterior se observa que elegida la escala geométrica, quedan definidas la de


tiempos y la de presiones cinemáticas, existiendo libertad para adoptar la relación de
viscosidades cinemáticas, siendo normal y lógico utilizar el mismo fluido en prototipo y
modelo.

Otra semejanza restringida es la de Reynolds, que desprecia el gradiente de


posición frente al de presión, cuestión que es cierta en la mayoría de las
turbomáquinas dado que la diferencia de cotas entre su entrada y salida es reducida
comparada con el gradiente de presiones.

En este caso no se considera el primer término de la ecuación de Navier-


Stokes y por tanto no es necesario que las ecuaciones resultantes sean iguales sino
tan solo proporcionales, pues no tiene incidencia la gravedad. Por tanto se cumplirá:

 λ  α   k 
θ 2  =  λ =  λθ =n

de donde se tiene:
λ 3 1 k2
α =λ n θ = k =λ 2 n 2 → n = 3
n λ
sustituyendonenlas dos primerasexp resiones,setiene :
k λ2
α= ; θ= ; teniendoncualquier valor
λ 2
k

Lo cual significa que esta semejanza hidrodinámica restringida permite elegir


arbitrariamente la escala de viscosidades cinemáticas, por lo que es posible emplear el
mismo fluido en prototipo y modelo, en cuyo caso se tendrá:

1
α= ; θ =λ 2 ademas de k =1
λ 2

En la semejanza restringida de Reynolds sucede lo mismo que en la de Reech-


Froude, que elegida la escala de longitudes quedan definidas las correspondientes a
tiempos y a presiones cinemáticas, existiendo libertad para elegir la de viscosidades
cinemáticas.

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Por último se pueden suponer despreciables ambos términos a la vez, es decir


el correspondiente a la viscosidad y el de la gravedad; en tal caso se denomina
semejanza hidrodinámica restringida geométrica; hipótesis que pueden
mantenerse en un buen número de turbomáquinas, que trabajen con regímenes muy
turbulentos y prácticamente en un plano horizontal.

En este caso no se consideran los términos primero y último de la ecuación de


Navier-Stokes, pudiendo adquirir n y k cualquier valor. Se habrá de cumplir:

 λ   α 
θ 2  =  λ  = n
   
lo que significa que:

α θ2 = λ2
En esta semejanza se produce otro grado de libertad adicional con respecto a
las anteriores ya que además de poder elegir arbitrariamente las relaciones de
gravedad y viscosidad y la escala geométrica habrá de adoptarse además la escala de
tiempos o la de presiones cinemáticas.

La relación entre las presiones cinemáticas (α) es igual a la relación de


presiones en el caso en que se utilice el mismo fluido en prototipo y modelo, como es
práctica cuasi universal, ya que entonces obviamente la densidad es la misma. Las
presiones vienen impuestas por las alturas netas Hn o energías másicas netas En con
que trabajan. Esta variable es fácil de adoptar como punto de partida en los ensayos
de turbinas mediante la bomba que produce el salto; en el caso de ensayo de bombas
serán las relaciones de las alturas manométricas las que proporcionan α Por este
motivo se elige libremente la escala de presiones cinemáticas, resultando, por tanto, la
de tiempos dependiente de la geométrica y de la de presiones.

5.- NÚMERO DE CAMERER O VELOCIDAD ESPECÍFICA DIMENSIONAL

Las variables de los fenómenos físicos que suceden en el interior de


turbomáquinas semejantes que tienen un funcionamiento igualmente semejante se
pueden relacionar entre si mediante determinaciones emanadas de la semejanza
hidrodinámica restringida geométrica que se acaba de estudiar.

Como se ha indicado en el apartado anterior se adoptan libremente las escalas


de longitudes y de presiones cinemáticas. Como también se ha adelantado esta última
escala se elige fijando la relación entre las alturas con que trabaja la turbomáquina,
neta en el caso de turbinas y manométrica en el caso de bombas.

Cuando se tienen dos máquinas geométricamente semejantes cuyo


funcionamiento es igualmente semejante se dice que tienen comportamiento
homólogo o que están trabajando homológicamente. Hay veces que de manera
indebida se dice que dos máquinas geométricamente semejantes son homólogas,
porque tienen posibilidad de serlo; pero esto no es correcto por que la semejanza
geométrica es una condición necesaria, pero no suficiente, para funcionar
homológicamente. Se advierte que, por lo tanto, una turbomáquina no es siempre
homóloga de si misma.

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Hasta ahora se ha hablado del prototipo y de su modelo, pero realizando un


tratamiento más general hay que referirse a la Familia de turbomáquinas que está
formada por infinitos miembros, todos ellos geométricamente semejantes entre si.

Realizadas estas consideraciones, a continuación se deducen las relaciones


existentes entre las principales variables de los fenómenos físicos estudiados en el
prototipo y en el modelo, o en cualesquiera miembros de la familia, cuando funcionan
homológicamente.

Previamente es bueno recordar que según Torricelli una velocidad es igual a


2 gH multiplicado por el coeficiente de velocidad correspondiente, donde H es la
altura que produce dicha velocidad. Los coeficientes de velocidad son iguales en el
caso de que se trate de flujos homólogos, ya que las velocidades o bien los diagramas
de velocidad tienen que ser semejantes para pintos correspondientes.

Todo lo anterior permite escribir:


1 1

c 2 gH  H  2 Q V .A  H  2 2
= =  = =  λ
c ′ 2 gH ′  H ′  Q′ V ′. A′  H ′ 
3 1

P Q.H  H  2 2 N V / L  H 2 1
= =  λ = = 
P′ Q ′.H ′  H ′  N ′ V ′ / L′  H ′  λ

donde c representa cualquier velocidad de cualquier punto de la turbomáquina, Q un


caudal, P una potencia, N la velocidad de giro y H la altura neta o manométrica, según
se trate de turbinas o bombas respectivamente. Este último valor puede ser sustituido
evidentemente por En/g, es decir por la energía másica neta dividida por la gravedad.
La escala λ es la relación entre cualquier longitud de la máquina del numerador y del
denominador. La relación de potencias tendría que ir multiplicado en el numerador y
en el denominador por los respectivos pesos específicos en el caso de que los fluidos
fuesen diferentes.

Los valores del numerador y del denominador han de pertenecer a dos


máquinas cualesquiera de la familia y en todo caso tienen que ser las dos variables
totalmente correspondientes.

Concretando ahora, el numerador lo referiremos al modelo y el denominador al


prototipo. Despejando λ de la cuarta ecuación sustituyendo su valor en la tercera se
obtiene:
5 1

 H  4  P′  2
N = N ′   
 H′  P 
donde N es la velocidad a que tendría que girar el modelo para trabajar
homológicamente con el prototipo, siendo las alturas y las potencias de ambas
máquinas las indicadas en dicha ecuación.

En el caso que se utilizaran diferentes fluidos en prototipo y modelo el segundo


término de la ecuación anterior iría multiplicado por el cociente entre el peso específico
del modelo y del prototipo

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64 Semejanza en turbomáquinas

5 1 1

 H  4  P′  2  γ 
2

N = N ′     
 H′  P  γ ′

Con el fin de relacionar los resultados de cualquier máquina de la familia y


teniendo en cuenta que distintos laboratorios podían trabajar con diferentes alturas,
Camerer propuso referirlos todos a una máquina ideal que tuviera la potencia de un
caballo y trabajara con un salto de un metro.

Al sustituir en la ecuación anterior P por 1 caballo y H por 1 metro el valor de la


velocidad de giro de dicha máquina ideal sería:
1
N P 2
ns = 5
H4

Este parámetro se denomina número de Camerer o velocidad específica y


se define como la velocidad de giro expresada en revoluciones por minuto a que
tendría que girar una máquina homóloga al prototipo y al modelo que bajo el salto neto
de un metro diera la potencia de un caballo. Este parámetro fue propuesto por
Camerer para turbinas pero es aplicable igualmente a bombas.

Se le denomina en ocasiones, también, velocidad específica dimensional para


distinguirla de otro parámetro que tiene las mismas misiones, cronológicamente más
tardío, que se estudiará más adelante.

Si los fluidos empleados en prototipo y modelo fuesen diferentes la velocidad


específica de Camerer tendría la siguiente expresión:

1 1
N P2  γ  2

ns = 5  
H 4 γ′

6.- CUALIDADES Y APLICACIONES DE LA VELOCIDAD ESPECÍFICA

El Número de Camerer tiene la cualidad de no contener el diámetro ni ninguna


magnitud longitudinal de la máquina, no necesitando, por tanto, particularizarlo para un
determinado miembro de la familia.

Si se ensayan las turbomáquinas de una familia y se calculan los Números de


Camerer y los rendimientos trabajando en una serie de situaciones diferentes se
puede representar en unos ejes coordenados la línea que relaciona tales variables (fig
3.1). Lógicamente la curva obtenida es la misma para todos los miembros de la familia
pues en cada uno de los puntos en que trabajan homológicamente tienen el mismo
rendimiento y también la misma velocidad específica ya que, como hemos dicho, no
depende de la magnitud de la máquina

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Fig 3.1 Variación del rendimiento en función de la velocidad específica

Si se ensayase otra familia de máquinas se obtendría otra curva rendimiento -


velocidad específica diferente.

Analizando las curvas de la figura 3.1 se observa que una turbomáquina puede
funcionar en infinitos puntos, entre los cuales destaca uno sobre los demás y
obviamente es aquel que proporciona el rendimiento máximo.

Pues bien, con arreglo a este factor, es decir según la velocidad específica que
proporciona el rendimiento máximo, se clasifican las turbomáquinas, denominándose
precisamente a este valor velocidad específica de la turbomáquina. Es cierto que la
máquina puede funcionar con otros valores de la velocidad específica pero estos serán
velocidades específicas de funcionamiento o de trabajo pero no reciben el nombre de
velocidad específica de la turbomáquina.

Si bien a cada velocidad específica le corresponde un determinado tipo de


turbomáquina, de una manera general se puede afirmar que a las que son de tipo
radial les corresponde una velocidad específica reducida, mientras que las axiales
alcanzan valores elevados (fig 3.2).

Por convención en turbinas es normal adoptar el salto neto como H, la


potencia efectiva como P y el caudal total. En bombas es usual utilizar la altura
manométrica, la potencia útil y el caudal igualmente útil. Debido a las unidades
empleadas y a la aparición posterior de la velocidad específica adimensional (4.5) el
uso del Número de Camerer va remitiendo poco a poco.

Por otra parte la velocidad específica ha resultado ser el parámetro definitorio


de una turbomáquina, el valor que mejor define su comportamiento y que de una
manera más completa la representa.

Lo anterior se confirma por el hecho de que las empresas fabricantes de


turbomáquinas y los investigadores que en ellas trabajan han realizado una base de
datos de enorme utilidad tomando este valor como punto de partida.

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66 Semejanza en turbomáquinas

velocidad específica reducida velocidad específica elevada

Fig 3.2 Tipos de turbomáquinas en función de la velocidad específica

A lo largo de los años estudiaron las máquinas que fueron construyendo cuyo
rendimiento consideraban bueno, de ellas calcularon su velocidad específica y
anotaron una serie de variables constructivas y funcionales. Con estos valores
realizaron una serie de gráficos en unos ejes coordenados, representando la velocidad
específica en abscisas y determinados parámetros en ordenadas. Era interesante que
estos últimos valores fuesen independientes del tamaño de la máquina y de la altura o
energía con que trabajasen para que tuviesen una posterior utilidad para todos los
miembros de la familia y su aplicación fuera lo más general posible. Por ello se trata de
ángulos, relaciones de magnitudes longitudinales de la máquina y coeficientes de
velocidad. (3.7)

Todos los datos obtenidos representados en ejes cartesianos constituyen una


serie de nubes de puntos que pueden ser sustituidas de manera aproximada por
curvas, lo que constituye una base de datos de gran trascendencia aplicativa. En el
momento de diseñar una nueva turbomáquina se calcula la velocidad específica,
mediante datos de partida absolutamente fundamentales, y a partir de los gráficos
mencionados se obtienen una serie de parámetros que permiten conocer unos valores
muy valiosos para el diseño de la nueva máquina.

7.- COEFICIENTES CARACTERÍSTICOS U ÓPTIMOS DE VELOCIDAD

La velocidad de un fluido circulando por un conducto es, según la ecuación de


Torricelli, como se ha recordado anteriormente, proporcional a
2 gH o bien a 2 E y equivalente a un coeficiente de velocidad multiplicado por
dicho factor, siendo H o E la energía estática, por unidad de peso o de masa
respectivamente, a que está sometido dicho punto.

Como consecuencia de ello cualquier velocidad existente en una turbomáquina


en cualquier punto sigue la mencionada expresión. Por otra parte sabemos que los
miembros de una familia de turbomáquina trabajando homológicamente tiene iguales
los respectivos coeficientes de velocidad.

A estos coeficientes de velocidad se les denomina en el caso de las


turbomáquinas coeficientes característicos de velocidad o coeficientes óptimos de
velocidad.

Siguiendo lo anterior se puede escribir:

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Máquinas Hidráulicas. T-3 67

c1 = k 1 2 gH c2 = k 2 2 gH
u1 = ξ 1 2 gH u2 = ξ 2 2 gH
: w1 = λ 1 2 gH w2 = λ 2 gH
cu 1 = µ 1 2 gH cu 2 = µ 2 2 gH
cm 1 = k m 1 2 gH cm 21 = k m 2 2 gH

donde k 1 , k 2 , ξ 1 , ξ 2 , λ 1 , λ 2 , µ 1 , µ 2 , k m1 y k m2 son los coeficientes característicos de las


diferentes componentes de velocidad a la entrada y a la salida de la turbomáquina.

Por otra parte se utilizan los coeficientes característicos para escribir


determinadas expresiones de manera diferente. En el caso de la ecuación
fundamental de las turbomáquinas se obtienen, en el caso de turbinas, las siguientes
ecuaciones:

ηm =
1
gH
(
(cu1 u1 −cu 2 u 2 )= 1 µ! 2 gH .ξ1 2 gH −µ 2 2 gH .ξ 2 2 gH
gH
)
dedonde :
η m = 2(µ! .ξ1 −µ 2 .ξ 2 )
y para el caso de turbobombas se tendrá análogamente:

1
ηm =
2 (µ ! .ξ 1 − µ 2 .ξ 2 )

8.- DIFERENCIA ENTRE LOS RENDIMIENTOS DEL PROTOTIPO Y DEL


MODELO

Teóricamente el rendimiento obtenido en el prototipo es igual al del modelo si


es que trabajan homológicamente; sin embargo en la práctica esto no es del todo
cierto, siendo el rendimiento de aquel algo superior al esperado.

Para que las cosas sucedieran tal como indica la teoría sería necesario que se
cumpliera con rigurosidad la semejanza geométrica, pero esto no es factible
conseguirlo en determinados puntos por muchas precauciones que se adopten para
obtenerlo. Nos estamos refiriendo fundamentalmente a la rugosidad de las superficies
de los álabes y otras zonas de las máquinas y a la magnitud de ciertos intersticios y
pequeños huelgos que poseen las máquinas, ya de por si muy reducidos en el
prototipo, por lo que no resulta fácil construirlos a la escala geométrica del conjunto.

Por estas causas, que algunos denominan "efecto de escala", las pérdidas
hidráulicas son relativamente menores en el prototipo que en el modelo y el
rendimiento de aquel alcanza un valor superior al de éste.

Algunos investigadores han obtenido fórmulas semiempíricas que facilitan el


rendimiento esperado del prototipo en función del correspondiente al modelo, donde
intervienen, entre otros factores, las rugosidades de las paredes y los radios
hidráulicos de los conductos de ambas máquinas.

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68 Semejanza en turbomáquinas

Fig 3.3 .- Coeficientes optimos de velocidad y dimensionamiento de turbinas en función de la


velocidad específica dimensional

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Máquinas Hidráulicas. T-3 69

Fig 3.4 .- Coeficientes optimos de velocidad y orden de magnitud de dimensionamiento distribuidor para
turbinas Francis en función de la velocidad específica dimensional

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70 Semejanza en turbomáquinas

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 71

TEMA 4: ANÁLISIS DIMENSIONAL APLICADO A LAS


TURBOMÁQUINAS

1.- FENÓMENO FÍSICO EXISTENTE EN UNA TURBOMÁQUINA

El capítulo anterior ha puesto de manifiesto las dificultades encontradas para


llegar a conocer de una manera suficientemente fehaciente los fenómenos físicos que
se verifican en las turbomáquinas, y que aunque la estricta teoría parece aportar las
ecuaciones necesarias para resolver el problema, al pasar a la práctica esto no es así
pues aparecen aspectos cuasi insalvables.

Al estudiar experimentalmente el problema se observa que el fenómeno


depende de un buen número de variables que dificulta extraordinariamente su estudio.
Por este motivo el método de tratamiento de los fenómenos físicos aportado por el
análisis dimensional resulta ser un auxilio casi imprescindible para investigar el
comportamiento de las turbomáquinas. En este tema se estudian las mismas
cuestiones contempladas en el capítulo precedente pero empleando esta herramienta,
que resulta tan importante que en algunos momentos llega a parecer un principio más
que un medio.

Como es conocido, la experiencia es la única forma válida que existe para


conocer cuales son las entidades que entran en juego en un fenómeno físico, así
como la relación de definición que las vincula.

Por otra parte, en un fenómeno físico existen variables independientes y


variables dependientes; las primeras son aquellas entidades que pueden sufrir
modificaciones sin que las restantes variables independientes se alteren. Obviamente
las variables dependientes son función de las independientes, función que
evidentemente existe, que es inalterable, que define el fenómeno físico, pero que en la
mayoría de los casos el ser humano la desconoce.

En los hechos físicos existen variables que son absolutamente determinantes y


definitorias, las cuales presiden el fenómeno y una ligera variación suya alteran
substancialmente el comportamiento de aquel. Sin embargo hay otras entidades de
menor importancia relativa que, aunque sean independientes, tienen un papel poco
significativo; estas entidades en un tratamiento del fenómeno riguroso habría que
tenerlas en cuenta, pero uno pragmático o posibilista prescindiría de ellas.

Pues bien, empezando a ceñirnos al estudio de las turbomáquinas, la


experiencia afirma que el fenómeno que se verifica en el interior de un miembro de
una familia de turbomáquinas podría definirse, en una primera versión, mediante siete
entidades, seis de ellas independientes, siendo totalmente desconocida la función que
las relaciona.

El fenómeno se concretará, en primer término por el tamaño de la máquina,


siendo obviamente el diámetro del rodete la magnitud más representativa de la
misma. Las restantes dimensiones de aquella, sean cuales sean, tendrán la misma
relación con el diámetro en todos los miembros de la familia.

Además el fenómeno estará definido por las características del fluido como son
la densidad y la viscosidad; por otra parte tienen relevancia en el fenómeno

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72 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

aspectos funcionales como el caudal y la velocidad de giro. Por último también


influye la aceleración de la gravedad.

Resumiendo y concretando, el fenómeno estudiado depende de las seis


variables independientes siguientes:

- Diámetro del rodete - D


- Densidad del fluido - ρ
- Viscosidad cinemática del fluido - ν
- Caudal – Q
- Velocidad de giro - N
- Aceleración de la gravedad - g

De estas seis variables independientes se derivan todas las restantes


entidades que entran en juego en el fenómeno, como puede ser la diferencia de
presiones entre a entrada y la salida de la máquina, la potencia, cualquier altura, la
energía por unidad de masa, el rendimiento, el par mecánico, etcétera.

Por ejemplo la diferencia de presiones ∆p vendrá expresada por:

∆p = f(D, ρ, ν, Q, N, g)

El estudio en profundidad de un fenómeno físico que depende de siete


variables resulta extraordinariamente laborioso y al borde de lo imposible, bien sea
realizado mediante ensayos experimentales o gracias a arquetipos matemáticos.

Para abordar el problema con mayor facilidad se recurre al análisis dimensional


y, principalmente, al teorema de π o de Vaschy-Buckingham, que permite que la
dependencia del fenómeno se limite a un número de variables menor.

Recordemos que dicho teorema expresa que si un fenómeno físico depende de


(m - 1) variables independientes, tal hecho puede ser estudiado con arreglo a las
variaciones que sufren (m - n) parámetros adimensionales, siendo n el número de
magnitudes fundamentales del sistema de unidades que se emplee.

Es decir que si un fenómeno físico se define mediante la expresión:

f(E1, E ,... E ) = 0
2 m
igualmente se definirá por:
f(π1, π ... π )=0
2, m-n

designando por π los parámetros adimensionales.

Según el teorema de π, los parámetros habrán de constituirse siguiendo las


siguientes observaciones:

- Obviamente habrán de ser adimensionales


- Habrán de estar formados por entidades que entren en juego en el hecho
físico, bien sean independientes o no.
- Serán independientes entre si. Su única ligazón será la que define el
problema físico
- Se pueden formar infinitos grupos de parámetros adimensionales.

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 73

- Cualquier entidad podrá ser sustituida por un producto de


entidades que posea la misma ecuación dimensional que aquella. Estas
variables deberán pertenecer al hecho físico.

Volviendo a nuestro caso concreto, se tiene que m = 7 y que el numero de


entidades fundamentales del Sistema Internacional de medidas es n = 3, con lo que el
número de parámetros adimensionales resultante es m - n = 4.

Esto significa que el fenómeno existente en una turbomáquina que en principio


había que estudiarlo teniendo en cuenta las variaciones que sufrían siete entidades
puede ser conocido gracias a las modificaciones que ofrecen tan sólo cuatro
parámetros adimensionales. El teorema de π afirma que existe una ecuación que
relaciona tales parámetros y que como tal representa el comportamiento del
fenómeno, pero dicha expresión sigue siendo desconocida.

2.- CÁLCULO DE LOS PARÁMETROS ADIMENSIONALES

Para conocer los parámetros adimensionales se sigue cualquiera de los


procedimientos conocidos. Aquí se utiliza el método de las ecuaciones, para ello se
empieza presentando el cuadro de dimensiones de cada una de las entidades que
aparecen en la ecuación que define el problema.

∆p D ρ ν Q N g
M 1 0 1 0 0 0 0
L -1 1 -3 2 3 0 1
T -2 0 0 -1 -1 -1 -2

Se adoptan como variables repetidas, D, r y N. Entre estas entidades acumulan


las tres magnitudes fundamentales, tal como es necesario.

Para el cálculo del primer parámetro adimensional se procede como sigue:

π 1 = ∆p D α ρβ N γ = M 1 L−1 T −2 Lα M β L−3β T −γ = M 0 L0 T 0 

de donde:
1 + β= 0
-1 + α - 3 β= 0
-2 - γ = 0

de donde α = -2; β = -1 y γ = -2 ; con lo que se obtiene el primer parámetro


adimensional:
∆p
π1 =
ρN 2 D 2

Continuando en el proceso:

π 2 = Q D α ρβ N γ = L3 T −1 Lα M β L−3β T − γ = M 0 L0 T 0 

de donde:
β= 0
3 + α - 3 β = 0

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74 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

-1 - γ = 0

es decir α = -3; β= 0 y γ = -1; con lo que se tiene:

Q
π2 =
ND 3
análogamente:

 π 3 = ν D α ρ β N γ = L2 T −1 Lα M β L−3β T − γ = M 0 L0 T 0

con lo que:
β= 0
2 + α - 3 β = 0
-1 - γ = 0

por lo que α = -2; β = 0 y γ = -1; y el tercer parámetro adimensional es:

ν
π3 =
ND 2
por último:

π 4 = g D α ρβ N γ = L1 T −2 Lα M β L−3β T − γ = M 0 L0 T 0
es decir:
β=0
1 + α - 3β = 0
-2 - γ = 0

con lo que α = -1; β = 0 y γ= -2; siendo por lo tanto:

g
π4 =
DN 2

A continuación se efectúan determinadas modificaciones en los parámetros


obtenidos permitidas por el teorema de π, con el fin de deducir otros parámetros más
conocidos y que la experiencia ha mostrado como más útiles.

∆p ρgH gH
π1 = ≡ =
ρN 2 D 2 ρN D 2 2
N 2 D2
ν ND 2 VD
π3 = ≡ ≡ = Re
ND 2
ν ν
g DN 2 D2 N 2 V2
π4 = ≡ ≡ ≡ = F
DN 2 g gD gD

Los parámetros adimensionales definitivos resultantes, conocidos con el


nombre de parámetros de Rateau, son , por lo tanto, los siguientes:

gH
µR =
N 2 D2

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 75

denominado parámetro de altura o altura específica, o también coeficiente de


presión si no se hubieran realizado las modificaciones anteriores. De manera análoga
el producto gH puede sustituirse por E, con lo que el primer parámetro también podría
escribirse así:
E
µR =
N D2
2

Q
δR =
ND 3

conocido como parámetro de caudal o caudal específico

VD
Re =
ν
que obviamente es el número de Reynolds, y por último:

V2
F =
gD

que representa el número de Froude.

Teniendo en cuenta el teorema de W expresado más arriba se sabe que existe


una ecuación que define el fenómeno físico que se verifica en una turbomáquina, que
responde a la siguiente relación de definición:

f (µ R ,δ R ,R e ,F )= 0
cuya expresión es desconocida. Con esto se ha conseguido poder estudiar el
problema con arreglo a las modificaciones que sufren cuatro variables en vez de las
siete de partida, con la consiguiente reducción de las dificultades de tratamiento del
problema.

Esta ecuación es equivalente, a efectos de definición del fenómeno físico, a


aquella que relaciona las siete entidades anteriores mencionadas más arriba y a la
ecuación de Navier-Stokes (3.3).

3.- TEOREMA FUNDAMENTAL DE LAS TURBOMÁQUINAS HOMÓLOGAS

Teniendo en cuenta lo anterior se está en condiciones de enunciar el Teorema


fundamental de las turbomáquinas homólogas o quizás, mejor dicho, el Teorema del
análisis dimensional aplicado a las turbomáquinas, conocido también con el nombre de
Combes - Bertrand - Rateau.

Pero antes de su enunciado es conveniente recordar el Principio de la


Homogeneidad que conduce al teorema que ahora interesa enunciar.

Un hecho físico es definido por una ecuación que relaciona las variables
independientes que entran en juego con una variable dependiente, tal como:

f(E1, E2 E3 ...,Em) = 0

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76 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

Esta ecuación se ha de verificar inexorablemente sea cual sea el sistema de


unidades elegido y sean cuales sean las magnitudes de las entidades del fenómeno,
ya que éste subsiste en todo caso.

Para que así sea se tiene que cumplir el mencionado principio de la


homogeneidad, es decir la ecuación debe ser homogénea con relación a las
entidades fundamentales del sistema de unidades adoptado; masa, longitud y tiempo
en el SI.

Si se utiliza para el estudio el teorema de π, el fenómeno se define por:

f(π1, π2, π3.........,πm) = 0

Pues bien, para que dos fenómenos físicos sean semejantes es necesario y
suficiente que los parámetros adimensionales sean iguales dos a dos, y si esto se
verifica las relaciones de definición serán iguales .

Esto se explica por el carácter adimensional de los parámetros y por el


principio de homogeneidad; cualquier parámetro adimensional está formado por un
numerador y un denominador que poseen la misma ecuación dimensional, lo que
significa que los parámetros quedan multiplicados o divididos por el mismo factor, y
por tanto no se alteran, cuando en el fenómeno se hace M veces más grande o más
pequeña la masa, L veces más grande o más pequeña la longitud o T veces más
grande o más pequeño el tiempo.

Una vez recordado lo anterior se está en disposición de enunciar el teorema


fundamental de las turbomáquinas homólogas que dice que si se tiene una familia
de turbomáquinas que poseen iguales los parámetros de Froude, de Reynolds y de
Caudal, tienen igual el de Altura y por lo tanto disfrutan de funcionamiento semejante,
es decir trabajan como máquinas homólogas.

La igualdad de los cuatro parámetros, de Altura, Caudal, Reynolds y Froude,


equivale a lo que en el capítulo anterior se ha denominado semejanza hidrodinámica
absoluta.

Como ya se mencionó en el primer apartado de este tema, existen unas


variables que influyen en un problema de una manera más decidida que otras y hay
unas fuerzas que tienen una incidencia tal que anulan prácticamente a otras; de igual
manera unos parámetros adimensionales son más importantes que otros, hasta tal
punto que algunos pueden despreciarse por su mínima influencia en el fenómeno.

Siguiendo este criterio y tal como se supuso en el tema precedente en el caso


de la denominada semejanza hidrodinámica restringida de Froude se prescinde de los
efectos de la viscosidad y por lo tanto no considera la influencia del número de
Reynolds, con lo que la ecuación que definiría el fenómeno de una turbomáquina con
tal hipótesis sería:

f (µ R ,δ R ,F )= 0
En este caso el teorema fundamental de las turbomáquinas homólogas se
expresaría diciendo que si se tiene una familia de turbomáquinas que tienen iguales
los parámetros de Froude y de Caudal tendrían igual el de Altura y sus
funcionamientos serían semejantes.

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 77

La semejanza hidrodinámica restringida de Reynolds estima que la variación


de la energía de posición es muy reducida en comparación con la diferencia de
presiones, por lo que se puede prescindir del efecto de la gravedad, es decir se puede
considerar que el número de Froude no participa de manera significativa en el
fenómeno. En tal caso la expresión que define el hecho será:

f (µ R ,δ R ,R e )= 0
y el teorema de fundamental de las turbomáquinas homólogas diría que si se tiene una
familia de turbomáquinas que poseen iguales los parámetros de Reynolds y de
Caudal, tendrán igual el de Altura y sus comportamientos serán semejantes.

Por último la semejanza hidrodinámica restringida geométrica, que es la


utilizada con mayor asiduidad, prescinde de las fuerzas de la gravedad y de
viscosidad, es decir no considera el influjo de los números de Reynolds y de Froude,
con lo que el fenómeno físico existente en una turbomáquina queda definido por la
sencilla expresión:

f (µ R ,δ R )= 0
Con esto el Teorema fundamental de las máquinas homólogas queda
expresado por: Si se tiene una familia de turbomáquinas que tiene igual el parámetro
de Caudal tienen también igual el de Altura y por tanto sus funcionamientos serán
homólogos.

4.- OTROS PARÁMETROS ADIMENSIONALES

Como ya se ha recordado más arriba, se pueden formar infinitos parámetros


adimensionales siguiendo las observaciones del análisis dimensional y del Teorema
de W, de los cuales, unos son más útiles o han alcanzado mayor fortuna que otros,
según el caso de que se trate. Sin embargo no aparecerán nuevos parámetros que
definan el fenómeno de manera conceptualmente diferente.

Pues bien, además de los coeficientes de Caudal y de Altura ya establecidos,


existen otros que adquieren gran importancia en algunos momentos y que es
interesante presentar.

La potencia es una entidad muy empleada en el estudio de las turbomáquinas y


por lo tanto es conveniente el cálculo de algún parámetro en que aparezca. Para ello
se multiplican los coeficientes de caudal y de altura tal como sigue:

gH Q ρgQH P
µ R .δ R = = ≡ = τR
2 2
N D ND 3
ρN D
3 5
ρN 3 D 5

parámetro que se conoce con el nombre de Coeficiente de Potencia.

De manera análoga se obtienen otros muchos parámetros adimensionales,


entre los que destacan los siguientes:

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78 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

C
Coefiiente de Par → γR =
ρN 2 D 5
Q
Coeficiente de apertura → φ R =
D 2 gH

y el que puede denominarse coeficiente fundamental, que no es otro que el


rendimiento:
Pe
η =
ρgQH

Lo acabado de conocer permite expresar de una manera más completa el


Teorema fundamental del análisis dimensional aplicado a las Turbomáquinas
afirmando que si se tiene una familia de turbomáquinas que tienen iguales
cualesquiera de los parámetros adimensionales, son iguales todos los demás y por lo
tanto el rendimiento, siendo su funcionamiento homólogo. Se entiende que esto es en
el caso en que no sean considerados los números de Reynolds y de Froude

Es usual representar en unos ejes cartesianos determinados parámetros


adimensionales, disponiéndolos en ordenadas, en función del coeficiente de Caudal,
situado en abscisas. Experimentando en una familia de máquinas se obtendrían
gráficos similares a los de la figura 4.1. Obviamente las curvas son iguales para
cualquier miembro de la familia.

Fig 4.1 Curvas características de una turbomáquina

Es conveniente aclarar que los puntos A y B de la curva rendimiento -


coeficiente de caudal (fig 4.1) no son homólogos aunque tengan el mismo valor
numérico de aquel, pues no poseen el mismo valor conceptual.

5.- EJEMPLOS DE TURBOMÁQUINAS HOMÓLOGAS

Teniendo en cuenta el teorema expresado en el apartado precedente se puede


conocer el comportamiento de un miembro de una familia de turbomáquinas conocido
el de otro miembro o el de si misma trabajando en otra situación, siempre que entre
ambos exista homología.

Si se estiman válidas las suposiciones de prescindir de la gravedad y de la


viscosidad, es decir si se puede adoptar la semejanza restringida geométrica, basta

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 79

con igualar cualesquiera de los parámetros adimensionales conocidos o las relaciones


de Camerer (3.4) para conseguir importantes deducciones.

De lo acabado de indicar y de los propios parámetros se deduce que entre


puntos homólogos existen, entre otras, las relaciones siguientes:

- Las alturas varían proporcionalmente al cuadrado del diámetro del rodete.


- Las alturas son proporcionales a la velocidad de giro al cuadrado.
- El caudal se modifica proporcionalmente al cubo del diámetro.
- El caudal es directamente proporcional a la velocidad de giro.
- La potencia varía según el diámetro a la quinta.
- La potencia es proporcional a la velocidad de giro a la tercera.

De esta manera, es decir igualando parámetros de Rateau o relaciones de


Camerer, se pueden hallar importantes relaciones que sirven para conocer de una
manera convincente el comportamiento de las turbomáquinas.

Procediendo así se puede resolver, por ejemplo, la cuestión siguiente: ¿Que


correspondencia habrá entre los puntos homólogos de una turbomáquina cuando gira
a diferentes velocidades?

Para resolver tal cuestión se igualan los parámetros de caudal y de altura,


teniendo en cuenta que se trata de la misma máquina, por tanto con el mismo
diámetro, trabajando en el mismo campo gravitatorio. Observando lo anterior se
escribirá:
Q1 Q2 Q3 Q
= = ==.....= =cons tan te
N1 N 2 N 3 N
H1 H 2 H 3 H
2
= 2 = 2 =.....= 2 =cons tan te
N1 N 2 N 3 N

Dividiendo, ahora, el cuadrado de la primera expresión por la segunda se


obtiene:
2 2 2
Q1 Q2 Q3 Q2
= = =.....= =cons tan te
H1 H 2 H 3 H
de donde :→ H = k Q 2

Lo que representa que los puntos homólogos se encuentran en una familia de


parábolas que pasan por el origen de coordenadas. En la figura 4.2 se representan las
curvas que relacionan la altura con el caudal, tomando la velocidad de giro como
parámetro.

Análogamente se podría conocer la relación que habría de tener la potencia


con el caudal o la que ligaría cualquier otro par de variables para que la misma
máquina a diferentes velocidades de giro trabajara de manera homóloga.

De manera similar se podrían resolver los problemas que se presentaran entre


miembros de una familia de turbomáquinas actuando en diferentes situaciones, pero
siempre haciéndolo de manera semejante; para ello se utilizará el mismo método de
igualación de parámetros adimensionales o de relaciones de Camerer (3.4).

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80 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

Fig 4.2 Curvas características altura-caudal para diferentes velocidades de giro y curvas de
igual rendimiento

A título indicativo exponemos al lector el enunciado siguiente para su


resolución: Si se tienen una serie de turbomáquinas geométricamente semejantes
funcionando a la misma velocidad de giro ¿qué relación habrán de tener los pares de
variables que se elijan, si se desea que las máquinas funcionen de manera homóloga?

Es importante advertir que en la resolución de cada cuestión hay que


contemplar el grado de influencia que pueda existir de las fuerzas de gravedad o
viscosas, para conocer si se puede prescindir o no de la necesaria igualación de los
parámetros de Reynolds o de Froude. Incluso en determinadas técnicas será preciso
contemplar otras entidades que aquí no se han tenido en consideración, pero que
pudieran tener un valor significativo en algún caso concreto y no podrían despreciarse
sin inducir a error.

Así por ejemplo si se trata de estudiar una turbomáquina que trabaje con un
fluido que se comporte como compresible influye de manera decisiva la
compresibilidad del fluido y al estudiar el fenómeno con el auxilio del teorema de W,
aparece el número de Mach: Μ = V / k ρ , siendo k el módulo de elasticidad
volumétrico.

Si se estudia un fenómeno con superficie libre puede haber casos en que


tenga incidencia la tensión superficial y aparezca como parámetro adimensional el
número de Weber: W = V2 Lρ /σ, siendo σ precisamente la tensión superficial.

6.- OBTENCIÓN DE LOS PARÁMETROS ADIMENSIONALES MEDIANTE


SEMEJANZAS

Tal como se ha reseñado al principio de este tema el análisis dimensional es


una magnífica herramienta para facilitar la resolución de muchos problemas físicos,
pero no supera la categoría de herramienta; esto significa que aquello que lo que con
ella se obtenga no es nuevo y normalmente puede ser conseguido por otros
procedimientos.

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Máquinas Hidráulicas. T- 4 81

Por tanto la deducción de que si existe homología los parámetros


adimensionales se igualan dos a dos se podrá deducir por otros métodos. A
continuación se demuestra tal aseveración mediante las semejanzas geométrica y
cinemática.

Si existe semejanza cinemática se verifica la proporcionalidad de los diagramas


vectoriales de velocidad (fig 4.3). Según esto se puede escribir:

2
C2
Cm2

2 Cu 2

w2 2
Fig 4.3 Diagrama de velocidades a la salida del rodete de una turbobomba

Cm
= cons tan te
U
Q
Q = C m .A ∝ C m .D 2 → C m ∝
D2
ΠDN
U= ∝ ND
60

sustituyendo Cm y U en la primera ecuación se tiene:

Q / D2 Q
= = cons tan te = δ R (1)
ND ND 3

Lo que significa que el coeficiente de caudal tendrá el mismo valor con


máquinas funcionando de manera homóloga.

El caudal Q y la altura H se relacionan entre si por la fórmula de Torricelli


Q = Cd A 2 gH , donde Cd es el coeficiente de gasto que permanece constante con
funcionamiento semejante y A es la sección transversal del paso del flujo. Esto permite
escribir:

Q Q
Cd = ∝ 2
= cons tan te =φ R (parámetro de apertura) (2)
A 2gH D gH
eliminando Q entre (1) y (2) se tiene:

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82 Análisis Dimensional aplicado a Turbomáquinas

gH
= cons tan te = µ R
N 2D 2

Lo que indica que si existe homología se verifica la igualdad del coeficiente de


altura. De análoga manera se podría obtener la igualdad de los restantes parámetros
adimensionales.

Con el mismo fin se pueden utilizar las relaciones de Camerer alcanzando


idénticos resultados.

7.- VELOCIDAD ESPECÍFICA ADIMENSIONAL

Entre los infinitos parámetros adimensionales que se pueden obtener hay unos
particularmente interesantes y son aquellos que no contienen el diámetro, es decir que
no dependen del tamaño de la máquina.

Por ejemplo se puede obtener un parámetro como tal de la siguiente manera:

δR
2
=
(Q ND ) 3
2

=
N 4Q 2
µ R  gH
3

 
3
(gH )3
 N 2D 2 

Como puede observarse en este parámetro no aparece el diámetro, pero es


más conocido el que se obtiene extrayendo su raíz cuarta.

1
NQ 2
Ns =
(gH ) 4
3

Recibe el nombre de velocidad específica adimensional por tener exactamente


el mismo contenido conceptual y las mismas aplicaciones que el número de Camerer
(3.4) y ser históricamente posterior a él. La velocidad específica adimensional tiene la
ventaja adicional de además de ser adimensional no depender del rendimiento de la
máquina. El número de Camerer depende del rendimiento al aparecer en su
numerador la potencia efectiva y de los pesos específicos en el caso de que se
utilizaran diferentes fluidos.

La Norma 41 3ª edición del Comité Electrotécnico Internacional (CEI) prescribe


que la velocidad de giro se exponga en revoluciones por segundo y se represente por
n; por otra parte, como ya se ha indicado más arriba, utiliza la energía por unidad de
masa E en vez de energía por unidad de peso H, recomendando la utilización de la
siguiente expresión para la velocidad específica:

n (Q )
1
2
N QE =
(E ) 4
3

Dto. Ing. Nuclear y Mecánica de Fluidos. E.U.Politécnica de Donostia-San Sebastián


Máquinas Hidráulicas. T- 4 83

En algunos casos se emplea la denominada velocidad específica científica que


introduce la velocidad de giro ω en rad/s, escribiéndose así:

ν=
( π)
ω Q
1
2

(2 E )
3
4

Todas las velocidades indicadas carecen del diámetro y no es necesario


advertir que le son aplicables todos los conceptos y particularidades señaladas para
cualquier número adimensional.

Los fabricantes de turbinas utilizan como parámetro nq que es un


parámetro dimensional:

1/ 2
Qm3 / s
nq = N rpm 3/ 4
Hn

Se puede obtener la relación con otras velocidades específicas:

1/ 2
P
ns = N af ( cv3 )/ 4
H
Suponiendo η del 90%: Pef(cv) = H,Q.1000.0,9 /75 = 12. H. Q ; sustituyendo:

ns =N
(12.H .Q ) 1/ 2

= 3,464 N
Q1 / 2
= 3,464.nq
H 5/ 4 H 3/ 4

nq = 0,2887. ns ≅ 0,3. ns

ns =N
(12.H .Q ) 1/ 2

= n(rps ).60
(12.H .Q )1 / 2 .g 3 / 4
= 1151,23 n
Q1 / 2
H 5/ 4 H 5 / 4 .g 3 / 4 ( gH ) 3 / 4

ns = 1151,23 N s → Ns = 0,00087 ns

Como puede deducirse existen muchas velocidades específicas


adimensionales o no, que emplean unas unidades u otras; por eso es conveniente e
incluso necesario cerciorarse al referirse a ellas, sobre todo si se habla de sus valor
numérico, de que expresión se trata y que unidades se utilizan, para evitar que se
produzcan errores de apreciación.

Dto. Ing. Nuclear y Mecánica de Fluidos. E.U.Politécnica de Donostia-San Sebastián

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