Capitalización Delgada
Capitalización Delgada
Capitalización Delgada
ANTECEDENTES
Los contribuyentes normalmente financian sus actividades comerciales por medio de
deuda y/o capital aportado por los socios, relacionados y/o terceros. El modo en que
los contribuyentes están capitalizados tiene un impacto significativo en su Renta Neta
Imponible para fines fiscales. En términos generales, las regulaciones tributarias
permiten la deducción de intereses pagados o pagaderos, por lo cual, a mayor nivel de
deuda, existirá una mayor deducción de gastos por intereses y, consecuentemente, la
Renta Neta Imponible sujeta a impuesto tenderá a ser menor. Debido a lo anterior,
resulta más eficiente para las corporaciones, desde la óptica fiscal, el financiamiento
mediante deuda que por medio de capital.
El movimiento de entidades económicas a lo largo del mundo ha traído consigo el flujo
de capitales entre las empresas pertenecientes a un mismo consorcio, pero ubicadas
en diferentes naciones. Este fenómeno ha repercutido en el ámbito tributario a tal
grado que desde la terminación de la segunda guerra mundial apareció una nueva
rama del Derecho Tributario: el internacional.
Los grandes objetivos del Derecho Internacional Tributario son el combate a la doble
imposición y que los actos o hechos que den origen a la imposición de tributos sean
gravados en su justa dimensión. Con ese propósito la normatividad tributaria
Internacional ha desarrollado medidas tendentes a evitar planeaciones fiscales
abusivas, es decir, la instrumentación de acciones perjudiciales para las haciendas
públicas fundadas en la internacionalidad de las transacciones económicas.
1
Cheverría, Z.: “La naturaleza jurídica de la norma de subcapitalización y su aplicación práctica como
norma doméstica antielusión en el Reino de España”, Contabilidad y Negocios Revista del Departamento
Académico de Ciencias Administrativas, n° 5, 2008.
Una de las principales medidas antielusorias son las normas sobre capitalización
delgada, pues las autoridades hacendarias han detectado conductas que pretenden un
tratamiento fiscal ventajoso impropio, a fin de disminuir cargas tributarias o el traslado
de utilidades a jurisdicciones tributarias más benéficas, disfrazadas como pago de
intereses por supuestas operaciones de financiamiento entre entidades vinculadas.
Las disposiciones legales en materia de capitalización delgada o subcapitalización
tienen su antecedente en la fiscalidad internacional con base en la distorsión de actos
o negocios de relevancia internacional. “En efecto, la planificación de grupos
económicos transnacionales busca que los gastos financieros disminuyan la base
imponible de aquellos estados en los cuales la tributación es elevada, de modo tal que
los ingresos financieros se sometan a imposición en jurisdicciones de baja imposición o
en jurisdicciones cuyo tratamiento resulta más favorable”2.
LEGISLACIONES NACIONALES
La Ley No. 253-12 sobre el Fortalecimiento de la Capacidad Recaudatoria del Estado
para la Sostenibilidad Fiscal y el Desarrollo Sostenible, en su artículo 26, modifica el
artículo 281 del Código Tributario de la Republica Dominicana para que, en lo adelante,
diga:
Párrafo III. Cuando se distribuyan gastos corporativos entre personas físicas, jurídicas o
entidades alcanzadas por las disposiciones de este artículo, y los mismos no se
correspondan con el valor o precio que por operaciones similares se cobren entre
partes independientes, la Administración Tributaria podrá impugnarlos. Dichos gastos
deberán de ser necesarios para mantener y conservar la renta de la persona o entidad
en el país. En particular:
a) La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) podrá impugnar como gasto
no necesario para producir y conservar la renta, el exceso que determine por las
cantidades adeudadas o pagadas por concepto de tasa de interés, comisiones y
cualquier otro pago, que provenga de operaciones crediticias o financieras
celebradas con la matriz o empresa relacionada a ésta. Dicho exceso se
determinará verificando el valor en exceso de la tasa de interés, comisión u otro
pago, que provenga de operaciones similares entre empresas independientes y
entidades financieras.
b) En ningún caso se admitirá la deducción de los pagos por concepto de intereses,
regalías o asistencia técnica si no se han pagado las retenciones previstas en los
artículos 298 y 305 de este Código.
Así las cosas, en República Dominicana con la Ley No. 253-12 para el Fortalecimiento
de la Capacidad Recaudatoria del Estado para la Sostenibilidad Fiscal y el Desarrollo
Sostenible, promulgada el 9 de noviembre del 2012 (“Ley No. 253-12”) y con el
Reglamento No. 50-13 para la aplicación de la Ley No. 253-12, se introdujeron por
primera vez limitaciones a la deducibilidad de intereses en el Impuesto sobre la Renta
corporativo, a pesar de su escasa discusión y debate.
Las Reglas de Subcapitalización o Capitalización Delgada (“Thin Capitalization Rules”)
limitan la deducibilidad de gastos por concepto de intereses cuando un contribuyente
se financia mediante un alto nivel de deuda en comparación con su capital y, por
tanto, tenga un “capital delgado”.
A la luz de esta limitación, se debe realizar una comparación entre los pasivos
promedio de una empresa con su capital contable o fondos propios promedio, de
manera que se pueda determinar el monto de los intereses que pueden ser deducibles
en la determinación del Impuesto sobre la Renta en un ejercicio fiscal.
Las regulaciones dominicanas establecen la restricción de 3:1, lo cual significa que por
cada RD$3 de deuda debe tenerse al menos un capital contable de RD$1 y el interés
causado por encima de dicho valor no será deducible en el ejercicio fiscal devengado.
La finalidad de estas regulaciones es evitar que los residentes puedan reducir su base
imponible del Impuesto sobre la Renta a través de un endeudamiento superior al que
hubieran podido obtener en condiciones normales de mercado entre partes
independientes.
Además de esta normativa, de igual forma La República Dominicana, a través del
Ministerio de Hacienda, se unió al Marco Inclusivo del Proyecto contra la Erosión de la
Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés).
La suscripción forma parte de los esfuerzos que el país viene realizando para aplicar los
más altos estándares internacionales en materia de transparencia tributaria y en la
lucha contra la evasión y la elusión fiscal.
La República Dominicana ha realizado grandes esfuerzos en el área de fiscalidad
internacional. En noviembre de 2013, el país se incorporó al Foro Global sobre
Transparencia e Intercambio de Información con Fines Tributarios, siendo evaluado a
través del mecanismo de revisión expresa en el año 2017.
Con la Convención Multilateral sobre Asistencia Administrativa Mutua en Asuntos
Tributarios, a la que el país se suscribió y que actualmente se encuentra en el Senado
de la República para su ratificación, el país estará en condiciones de intercambiar
información con fines tributarios de manera automática con más de 120 jurisdicciones.