Competitividad en El Sector Construcción

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COMPETITIVIDAD EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN

En el último periodo registrado, la construcción creció 18.2%, siendo uno de


los sectores más dinámicos de la economía, no sólo por su aporte a la
producción nacional, sino por la gran cantidad de empleos que se generan en
esta importante industria. Cabe destacar que la actividad de la construcción
generalmente funciona como un indicador de la buena salud de la economía,
ya que es el resultado de las inversiones (públicas y privadas) en busca de la
satisfacción de necesidades propias de los procesos de desarrollo urbano, los
cuáles serán más acelerados en la medida que existan más recursos tanto para
el consumo (edificaciones de uso propio) como para la inversión (obras de
infraestructura y edificaciones para uso comercial).

Algunos indicadores de la actividad y relacionados con el sector privado,


avisan que a pesar de que está creciendo en términos absolutos, es impulsada
principalmente por los megaproyectos que se encuentran en ejecución en estos
momentos (expansión del canal, metro urbano, saneamiento de la bahía,
reordenamiento vial, entre otros). Así por ejemplo, la producción de concreto
premezclado en el 2011, mostró un incremento de 9.2% respecto al período
anterior. Sin embargo, el valor de las construcciones, adiciones y reparaciones,
presentó una disminución de 20.9% durante el mismo período. Esta situación
refleja, como se dijo antes, que la actividad está siendo fuertemente impulsada
por las inversiones públicas en infraestructuras y el proyecto de ampliación
del canal, lo que se hace aún más notorio en el incremento de la producción de
concreto premezclado por la gran demanda que exigen estos megaproyectos.

Cabe destacar que dicho aumento de la participación en gran parte debe ser
atribuido a las grandes obras y megaproyectos que representan grandes
montos de inversión. Esta situación plantea un interesante reto para el futuro,
y es la sostenibilidad de los niveles de inversión en el sector construcción que
a su vez constituye una fuente de empleo muy importante. Es cierto que las
plazas de trabajo que se generan en la industria de la construcción son
transitorias. Sin embargo, mantener un ritmo de crecimiento sostenido en la
actividad garantizaría la generación de más empleos y por consiguiente el
aseguramiento de la continuidad laboral para los que se trabajan en la
actualidad.
Para lograr dicho objetivo, es necesario mantener los niveles de inversión
(principalmente privada) la cual se compone de los flujos que vienen del
exterior (IED) y la nacional. En ambos casos, mantener una imagen de país
atractiva, reglas claras y favorables, tasas impositivas adecuadas y equitativas,
estabilidad macroeconómica y fiscal, serán los indicadores más relevantes que
utilizarán los inversionistas para arriesgar sus capitales en el país.

Al igual que en el caso de la participación en el PIB, es notable la relación


existente entre la generación de nuevas plazas de trabajo y el crecimiento de la
actividad, donde se aprecia que los años con mayor crecimiento del PIB de la
construcción, es donde se ha incrementado la demanda por trabajadores en
este rubro. Esto le imprime un sentido lógico y predecible al comportamiento
de esta industria, pero además pone de manifiesto su gran influencia en la
distribución del ingreso por ser intensiva en mano de obra, ya que como se
muestra, la construcción ha llegado a absorber en el último período registrado,
más del 10% del empleo total del país, siendo una de las actividades que
mayor empleo genera en la economía solamente superada por el sector
agropecuario y el comercio al por mayor y menor.

En cuanto a los salarios devengados en la actividad de la construcción, se


registra que aproximadamente un 65% de los trabajadores perciben una
remuneración mensual de entre B/.400.00 y B/.1,000.00 por sus servicios. De
igual manera, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, los
trabajadores de la construcción tienen en promedio de 8 a 9 años aprobados en
el sistema educativo nacional lo cual explica de alguna manera los salarios que
devengan.

Indicadores de Competitividad de la Construcción en Panamá

Según el Doing Business, que es una medición objetiva que realiza en Banco
Mundial acerca de las normas que regulan la actividad empresarial y es
aplicado a 183 economías en todo el mundo, Panamá se encuentra en la
posición 71 en el indicador de Manejo de Permisos de Construcción, donde la
cantidad de procedimientos y el costo (como % del ingreso per cápita) son una
desventaja competitiva para obtener un permiso de construcción. En cuanto al
tiempo que debe transcurrir (en días) para obtener dicho permiso, el país
presenta una significativa ventaja competitiva respecto al resto de la muestra.
sector, como son la posición geográfica y conectividad existente que
disminuye los costos de importación de materias primas, la baja propensión a
eventos sísmicos que permite el diseño de estructuras menos rígidas y/o
reforzadas, lo que se traduce en menores costos para su construcción, la
presencia de un suelo con buena capacidad de soporte y existencia de roca
sana a poca profundidad que disminuye los costos de cimentaciones.

También puede mencionarse la afluencia turística que se traduce en una


ventaja competitiva para la construcción ya que se genera la necesidad de
construir edificaciones e infraestructuras para la atención de los visitantes
(hoteles, carreteras, puertos, etc), al igual que la existencia del canal y todo el
conglomerado portuario y comercial que requiere cada día de mayor
infraestructura para las actividades de logística, comercio y transporte
multimodal.

La importancia de la industria de la construcción y su rol en la actividad


económica será en todo momento importante para el país por su impacto en el
bienestar de la población mediante el desarrollo de obras de infraestructura y
proyectos residenciales y por la dinamización del mercado (obras de uso
comerciales), siendo una de las principales fuentes de empleo y reflejo del
desarrollo de las ciudades.

Para sostener un buen ritmo de crecimiento de la construcción son necesarias


políticas públicas que generen incentivos y protección a los inversionistas
mediante reglas claras e impuestos adecuados y crear estímulos al mercado
mediante la generación de un ambiente macroeconómico y fiscal estable que
permita la formulación de expectativas positivas en cuanto a la predicción de
la trayectoria futura de la actividad económica. Es decir, cuando los agentes
del mercado perciben que el panorama a futuro es optimista, las decisiones de
consumo e inversión estarán más propensas al riesgo debido a que se espera
un adecuado flujo de recursos en el mercado y por ende habrá disponibilidad
de los mismos para endeudarse y afrontar los compromisos futuros.

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