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Reparación de Pipas.

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RESTAURAR UNA PIPA

INTRODUCCION

Muchas veces, se nos planteara la posibilidad de conseguir una pipa de segunda mano a buen
precio.

Aunque su estado no sea el mejor posible, esto no debe suponer un problema a la hora de
hacernos con una vieja joya o una pipa de calidad que ha sido maltratada.

En esta sección, voy a intentar exponer los conocimientos que yo he adquirido para dejar una
pipa como nueva y mis opiniones y valoraciones de cómo actuar en función de distintos
factores.

CONCEPTO

Restauración: cualquier método, que resulte eficaz para mantener un objeto en las
condiciones más cercanas posibles a su estado original, durante el mayor tiempo posible.

Pautas:

- Mínima intervención.

- Materiales apropiados.

Medidas:

-La conservación preventiva: consiste en todas aquellas medidas y acciones que tengan como
objetivo evitar o minimizar futuros deterioros o pérdidas.

-Conservación curativa: son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa sobre un
bien o un grupo de bienes, que tengan como objetivo detener los procesos dañinos
presentes o reforzar su estructura. Estas acciones sólo se realizan cuando los bienes se
encuentran en un estado de fragilidad notable o se están deteriorando a un ritmo elevado,
por lo que podrían perderse en un tiempo relativamente breve.

Estas bases, que son las aplicadas en cualquier restauración, tienen que ser tomadas en cuenta
también a la hora de "restaurar" una pipa. A lo largo del tema, podremos ir viendo en los
distintos casos, como se relacionan.

Aunque a un profano esto le puede sonar a chiste, tenemos que tener en cuenta que, si bien
una pipa no es un cuadro famoso o una obra de arte al uso e independientemente de que por
nuestra afición lo tomemos como un objeto de culto, hay piezas que tienen un gran valor
económico bien sea por su calidad, su rareza o su exclusividad.
LOS MATERIALES

Para hacer un trabajo de restauración, es conveniente tener a mano un mínimo de útiles,


accesorios, y productos.

Herramientas y accesorios:

- Taladro, si es con velocidad regulable mucho mejor.

- Accesorio para poder dejarlo fijo y en posición horizontal.

- Disco de fieltro con adaptador al taladro, para pulido. Es conveniente tener dos, uno para la
madera y las boquillas y otro para el metal. Nunca uséis uno que se haya usado para pulir
metal, en la madera.........la manchara y tendréis que lijarla para quitarlo.

- Disco de cuerda con adaptador al taladro, para limpieza. Este os vendrá muy bien a la hora de
limpiar pipas arenadas o rusticadas.

- Disco de algodón con adaptador al taladro, para encerado.

- Escariador o en su defecto, una navajita.

- Pincel de acuarela.

Materiales:

- Lijas al agua, de los siguientes granos: 320; 400; 600; 800 y 1000............algunos artesanos
usan también 1200 ó 1500.......yo francamente, a partir de 1000 no veo la diferencia en el
resultado.

- Pasta de pulido. Se suele vender con el disco de fieltro y el de algodón en un pack.

- Cera de carnauba pura en bloque. Para el abrillantado, nada deja mejor resultado........se
puede comprar en discos. Con un disco de unos 5cm de diámetro por 1cm de espesor, tendréis
tranquilamente para unas 400 ó 500 pipas.

- Limpiapipas, suaves y de escariado.

Productos:

-Lejía.

-Acetona.

-Alcohol 96º

-Esmalte de uñas con pincel de aplicación.

-Loctite, con pincel de aplicación.

-Tintes para madera. Siempre se han usado tintes de anilinas al alcohol........en un principio se
supone que tienen mayor poder de penetración, se fijan mejor y no se ven afectados por la
transpiración de la pipa. Yo los uso al agua, nunca me han dado ningún problema y me
permiten limpiar el borde del hornillo con alcohol sin miedo a que se destinte.

Si la idea es tintar la pipa con un tono fuerte, posiblemente vayan mejor los de alcohol.

Dos tonos básicos, son el cerezo y el castaño........en cualquier pipa antigua, podremos
conseguir un tono igual o muy parecido al que tenía originalmente con esos dos.

LA RESTAURACION

Primer paso: Valorar la pipa

Cuando llega a nuestras manos una pipa y nos planteamos o hace falta restaurarla, tenemos
que tener en cuenta las circunstancias de la pipa.

- ¿Es una pipa artesanal?

- ¿Es una pipa antigua?

- ¿Cual es su cotización?

- ¿Como de importante es la pieza?

Estas preguntas deben ser tomadas en cuenta a la hora de decidir qué le vamos a hacer, hasta
donde podemos llegar en el trabajo, y cuando puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Hay que tener en cuenta que un borde de hornillo quemado, golpes fuertes o arañazos......no
tienen más solución que lijar. Un lijado, obliga a un retintado y todo ello, es una molificación
de la pieza original. Esto, en una pieza artesanal, antigua o rara, o de especial valor, se debe
sopesar si compensa hacerlo o no. En un momento dado, puede ser preferible limpiar el borde
del hornillo con alcohol y dejarlo ahumado, que lijar y dejarlo como nuevo.

Por ejemplo. Esta antigua Barling's pre-transición, tenia fuertes golpes y la boquilla muy
oxidada.
Eliminar completamente los golpes, hubiera obligado a hacer un lijado excesivo para mi gusto.
Hay que tener en cuenta, que cuanto más lijemos mas debilitamos la cazoleta y más fácil es
que deformemos la pipa.

Así mismo, quitar todo el oxido de la boquilla implicaría lijar la zona del logo, que está ya muy
gastado, con lo cual lo hubiéramos eliminado completamente.

En esas circunstancias, es preferible que quede alguna pequeña marca en la cazoleta y una
pequeña zona oxidada en la boquilla, pero que conservemos el logo que siempre supone un
valor para la pipa.
Distinto será, si es una pipa hecha en serie, de gama media o baja o sin ningún interés en
particular, donde prima más la funcionalidad y el que la pipa tenga un buen aspecto. En ese
caso, desde mi punto de vista, podemos tener más libertad de movimiento pero siempre
intentando modificar la pipa lo menos posible.

Segundo paso: Valorar los daños.

Antes de hacer nada, tenemos que revisar bien la pipa. Ver que daños y en qué grado los tiene.
Plantearnos cómo y en qué medida los podemos solucionar.

En función de si podemos eliminarlos completamente o únicamente minimizarlos, iniciaremos


el trabajo de una manera o de otra. Intentando respetar el principio de mínima intervención.

En un momento dado, una pipa que puede parecer a priori estar en mal estado, igual con un
trabajo mínimo, queda como nueva.

Por ejemplo esta Dunhill cumberland, originalmente estaba así.......

Con un simple escariado, pulido y posterior abrillantado, quedo así.....


Tercer paso: Restaurar una pipa

Como ejemplo práctico de una restauración, vamos a restaurar completamente una Savinelli
punto oro 824 ks adquirida en eBay.

La pipa, ha llegado en estas condiciones........

Como se puede observar tiene una costra alrededor del borde del hornillo, la boquilla oxidada
y aunque no se aprecien en las fotos, varios arañazos y pequeños golpes.

Es una pipa, mecanizada, de gama media. En esas circunstancias, tenemos más margen a la
hora de trabajar en ella. Respetando lo máximo posible la pipa, podemos tomarnos la libertad
de cambiar el tintado sin que esto influya en el valor de la pieza.

Lo primero que hacemos, es poner la boquilla en un baño de lejía durante media hora, con el
fin de desinfectarla y quitar la oxidación que pueda tener.
Este proceso, no genera ningún problema en boquillas de ebonita o metacrilato. Si tenemos
dudas de que la lejía pueda afectar a algún logotipo o marca, que haya en la boquilla, se puede
aplicar una fina pincelada de esmalte para uñas incoloro, sobre dicho logotipo, para
protegerlo. Esto último solo se debe hacer en boquillas de ebonita, pues para quitar el esmalte
después hay que usar acetona y las boquillas de metacrilato, la acetona ni verla. Tampoco es
recomendable con logos impresos, es posible que la acetona los elimine al limpiar el esmalte.

En ocasiones, las boquillas de ebonita salen del baño blanquecinas. Es posible que sea un
efecto de reflexión de la luz. La lejía se come el oxido y deja la superficie como porosa. En el
paso posterior, al lijar la boquilla, ira quedando más y más fina y el tono blanco desaparece
volviendo a su color original.

Mientras tenemos la boquilla en lejía, nos metemos con la cazoleta.

Lo primero es quitarle todo el exceso de culote que tiene.

Para ello, existen unos aparatos llamados escariadores. Si no disponemos de uno, una pequeña
navaja valdrá. Un escariador no tiene mayor misterio que el usarlo con cuidado, se debe evitar
que ajuste mucho contra el hornillo, pues puede llegar a comer la madera.
En caso de usar una navaja, intentaremos introducirla en el hornillo con la hoja pegada a un
dedo. De esa manera, podremos ajustar el filo contra el interior del hornillo y tener un cierto
control sobre ella. Una vez colocada en el interior del hornillo, con la otra mano giramos la
cazoleta en el sentido contrario de como este situado el filo de la navaja, de manera que se
vaya haciendo un raspado lo más homogéneo posible del culote. No conviene quitarlo todo,
pues entonces habría que volver a aculotar el hornillo y tenemos que tener cuidado de que la
punta de la navaja, no dañe el fondo del hornillo.

Una vez consideremos que hemos acabado con la navaja, le pasamos una lija de un grano un
poco grueso, 320 ó 400, al interior del hornillo para dejarlo completamente homogéneo y
corregir cualquier posible muesca que haya dejado la navaja.

Acabado este paso, limpiamos bien los conductos del humo, tanto en el caño como en la
boquilla. Para ello usaremos limpiapipas escarificadores empapados en alcohol.

Pasamos tantos, como haga falta hasta que salgan limpios.

Bien, ya tenemos la pipa lista para el paso que mas trabajo nos va a llevar. El lijado.
Para realizar este paso, debemos tener la pipa montada, con el fin de que quede
perfectamente rematado el encastre caño-boquilla.

Recordad, que no es conveniente lijar las zonas de marcado de la cazoleta hasta que
empecemos con los granos finos, pues podemos borrar las marcas. Si no tenemos un buen
pulso o costumbre, podemos cubrir dichas marcas, con una pincelada de esmalte, como
comente antes. Eso las protegerá de alguna pasada que demos sobre ellas por error.

En función de si la pipa tiene golpes o arañazos y de cómo sean de profundos, empezaremos


con un grano más grueso o uno más fino. Como en este caso, aparte de tener el borde del
hornillo quemado, tenemos algún pequeño golpe y varios arañazos, empezaremos con un
grano de 400 para que nos resulte más fácil eliminarlos

La boquilla solo la lijaremos en la parte que se une al caño, haciendo el trabajo desde el caño
hacia la boquilla y disminuyendo la presión sobre la lija, según vayamos acabando el recorrido.
De esta manera, la unión quedara perfecta y el desgaste en la boquilla será mínimo.

Intentaremos, lijar en el sentido de la veta y asegurarnos de que el lijado se hace


uniformemente por toda la superficie de la pipa. Con esta primera lija, es con la que hay que
intentar eliminar todos los golpes o arañazos que encontremos.

Para lijar el borde del hornillo, intentaremos adaptar la lija a la forma del borde y hacerlo de
manera homogénea. Cuando la coronación de la cazoleta es plana, la forma correcta de lijarla
es extender la lija en una superficie plana y pasar la corona del hornillo por encima, bien
asentada. Aunque la tengamos bien asentada, la mano suele ejercer más presión de un lado
que de otro, con lo cual es conveniente girar la pipa cada pocas pasadas. Tenemos que tener
mucho cuidado con el borde del hornillo al lijar, es una de las partes más fáciles de deformar y
como nos descuidemos quedara desnivelado u ondulado.

Una vez creamos que hemos acabado, limpiamos la madera con un papel o un paño y vemos el
resultado. Si es el apetecido, pasaremos al siguiente grano, si no volvemos a repetir.

Empecemos del grano que empecemos, hay que pasarlos todos hasta el 1000. Quiero decir
que si empezamos por 400, luego habrá que pasar el de 600, después el de 800 y luego el de
1000. Si empezásemos por el de 600, luego tendremos que pasar el de 800 y posteriormente el
de 1000. De esta manera, iremos afinando el acabado hasta dejar el brezo perfectamente liso y
listo para el pulido.

Cuando llegamos al grano de 800, empezaremos a lijar toda la boquilla, para ir eliminando la
aspereza que nos dejo la lejía e ir puliéndola. Respetad los logotipos de la boquilla.

Antes de empezar con la lija de 1000, quitamos el esmalte que hayamos puesto a los marcados
de la pipa, si es el caso, con un papel empapado en un poco de acetona (insisto en que la
acetona, nunca debe tocar boquillas de metacrilato, las deshace). La lija de 1000 básicamente
nos va a hacer un pulido de la madera, con lo cual las podemos pasar por encima de las
marcas, pero con cuidado y sin presionar en exceso.
Una vez hemos acabado, la pipa queda prácticamente con su color y brillo natural. Más o
menos así.

Podríamos pasar a pulir tal y como esta. Pero en el caso que nos ocupa, tiene un bonito
veteado así que la retintaremos para resaltarlo.

Es conveniente usar guantes de látex para el tintado.

Como hemos comentado, normalmente se usan tintes de anilinas disueltas en alcohol. En esta
pipa usaremos un tinte al agua de alta calidad usado en ebanistería, se puede encontrar en
cualquier comercio especializado.

Para contrastar un veteado, hay que hacer por lo menos dos aplicaciones. La primera con un
tinte negro o un marrón muy oscuro. La segunda con un tono claro que nos haga el contraste
de la veta. Se hace de la siguiente manera.

Lo primero, es desmontar la pipa. Después, la caliento con un secador de pelo para abrir el
poro y que la absorción del tinte sea la mayor posible y con un pincel empapado en el tinte
negro, lo paso por toda la superficie de la madera. Los tintes al agua, secan en cuestión de
minutos. La pipa quedara de la siguiente manera.
Cuando esté bien seca, volvemos a montar la boquilla y con la lija de 1000, la pasamos otra vez
por la superficie de la pipa hasta que vayan apareciendo las zonas claras entre el veteado.
Estas zonas es donde menos penetra el tinte, y son las que darán el contraste al veteado.

Ahora, la volvemos a calentar otra vez con el secador para quitar cualquier humedad y volver a
abrir el poro. Hacemos el mismo proceso de tintado, pero con un tono claro (si queremos
hacer un contrastado alto, podemos usar un amarillo) y dejamos que seque unas horas.

Habrá ocasiones, sobre todo en pipas antiguas, que el tinte original haya penetrado tanto en el
veteado que no lo hayamos eliminado con la lija. En esos casos, con el tintado final
obtendremos también un buen resultado.

Por ejemplo, en esta GBD century, se hizo un lijado suave con una lija de 800 y posteriormente
una de 1000. Luego se ha tintado con un tono cerezo un poco diluido. El resultado es una veta
realzada y el mismo tono que tenia la pipa originalmente.

Una vez tintada y seca la pipa, pasamos a pulirla y abrillantarla.

Para el pulido de la pipa, nos hará falta un banco para dejar el taladro fijo y un kit de los que se
venden en ferreterías o tiendas de bricolaje para el pulido de metales.

Este kit, consta de dos discos de algodón adaptables al taladro, así como dos pastillas de un
material pulidor y otro abrillantador.

Primero colocamos el disco de pulir en el taladro. Viene indicado cual es, pero por si acaso, es
el más denso y ancho. Una vez colocado, ponemos en marcha el taladro en modo fijo y
arrimamos al disco la pastilla del pulido, que es la marrón. Cuando se haya impregnado el disco
de la pasta (ojo, que solo hay que rozar la pastilla contra el disco un poco, no la gastéis de una
vez) cogemos la pipa y la pasamos con cuidado contra el disco, intentando pasar toda la
superficie de la madera, así como la boquilla. Veréis, como el pulido va eliminando el exceso
de tinte e igualando el color de la pipa, a la vez que le saca brillo.
Cuando este todo el pulido uniforme, cambiamos el disco de pulir por el de abrillantar. Es el
más fino, que parece que esta deshilachado por el borde. Yo la pastilla de abrillantar la
deshecho, y uso cera de carnauba, los resultados no tienen comparación.

Hacemos como la vez anterior, con el taladro en marcha acercamos la pastilla de cera al disco
hasta que este la roce y la caliente lo suficiente, como para que se deshaga y impregne el
disco.

Aunque parezca que no ha cogido nada de cera, probad a abrillantar la pipa, veréis como si
que tiene.

Pasamos la pipa con cuidado por el disco, hasta que tenga el brillo adecuado. Y, si hemos
hecho las cosas más o menos bien, este será el resultado.....
Nota:

Aunque esta restauración se ha realizado tal y como se ha expuesto, considero conveniente


aclarar alguna cosa.

Para un contrastado lo más alto y correcto posible, creo preferible usar tintes de alta calidad
para cuero. Así mismo posiblemente sea conveniente dejar secar un día entre tintado y
tintado, de manera que el tinte se fije lo mejor posible.

Para el pulido y la eliminación del tinte no absorbido por la madera una vez realizado todo el
proceso, pienso que es mejor hacerlo con lijas muy finas (1500 ó 2000), lijando con cuidado
hasta obtener el equilibrio correcto en el contraste. En caso de realizar un pulido final con el
disco de fieltro, hacerlo con un disco limpio, sin pasta y suavemente.

Creo que la utilización del disco y la pasta de pulido para eliminar el exceso de tinte, genera
una mezcla del mismo y que la pipa se manche, desvirtuando el contrastado.

RESTAURACION DE UN PISADIENTES ROTO (Por Sergio Aguilera)

Esta restauración ha sido realizada por Sergio Aguilera (Elsergi), quien ha tenido el detalle de
mandarme los distintos pasos a seguir y las correspondientes fotos. Como podéis ir viendo, el
resultado es estupendo.

Una vieja Clipper llega con la boquilla en este estado.

Para repararla utilizaremos una mezcla de resina bicomponente araldit y pigmento oxido negro
de Vallejo. El color quizás debiera ser un número mas, es decir, acabaría la referencia en 16
que se corresponde con el negro de humo y probablemente se conseguiría una similitud mayor
con respecto al color de la boquilla.
Se mezclan primero los dos componentes y luego, con la paletina, se pasa la mezcla por
encima del pigmento amasándola con él.

Para mantener el orificio del tiro durante la restauración, uso un palillo de los oídos aplastado
y sujeto con un pequeño invento que a la vez sirve de encofrado para verter la mezcla. Tanto el
palillo de los oídos como la sujeción, hay que untarlos con vaselina o algún tipo de crema que
evite que se quede pegado a la mezcla de resina.
Así queda una vez aplicada la mezcla.

Hay que dejarlo secar durante un mínimo de 48 horas. Una vez seco y retirados los palillos,
este será el resultado.

Después lijamos con una lija al agua de 400 hasta igualar la reparación con el resto de la
boquilla.

Es importante asegurarse de que el orificio del tiro está perfectamente libre y que no nos ha
quedado demasiado estrecho. Para ello probamos el paso de una escobilla limpiapas.
Para acabar de reparar el pisadientes, uso otro "encofrado" realizado con un palo de polo y
unos palillos tal y como se ve en las fotos.

Una vez vertida la mezcla, seca y retirado el "encofrado", la volvemos a repasar con la lija.
Para hacer la forma del pisadiente le volvemos a dar grosor simplemente poniendo araldit y
lijando. Cuando la mezcla lleva 15 ó 20 minutos realizada, nos permite moldearla un poco, con
lo cual la podemos aplicar directamente sin necesidad de ningún molde.

Si vemos que nos va ha hacer falta algo más de materia en algún sitio, repetimos el proceso en
esa zona.

Para formar la parte del pisadientes que da a la boquilla, uso una lima de las que se utilizan
para las uñas. Con ella quedara el corte más definido.
Después es cuestión de darle forma al  pisadientes, lijando hasta obtener un resultado
satisfactorio.

Y este es el resultado final..........

REPARACIONES SENCILLAS

En alguna ocasión, tendremos que hacer pequeñas restauraciones o reparaciones sencillas,


que nos evitaran a la larga males mayores.

Voy a mostrar algunas reparaciones de pequeños problemas y que cualquiera puede hacer en
su casa.

Fondo del hornillo estropeado

En este caso, tenemos una pipa antigua en muy buenas condiciones, pero a la que parece que
han limpiado continuamente con un punzón. Un buen consejo, a la hora de vaciar vuestras
pipas después de fumar, es usar un rascador con forma de cuchara y siempre hacerlo
suavemente, no hay que pretender escariar la pipa.
Como podéis ver, el fondo del hornillo está muy estropeado.........

Hasta tal punto se ha comido la madera por dentro, que la base de la cazoleta corre serio
peligro de acabar perforada. De hecho, ya se empieza a ahumar por fuera.........

Si no ponemos remedio, cualquier día se puede acabar de quemar.


La idea, es reforzar el fondo del hornillo y reponerlo de manera que haya material entre la
brasa de la fumada y la fina capa de brezo que resiste.

Una solución muy practica, es el aquaplast. Es parecido al antiguo yeso parís. Es un producto
usado por los pintores para reparación de grietas y lucido de faltas. Tiene una alta resistencia
al calor, se agarra muy bien a cualquier superficie y una vez seco es muy duro.

Para proceder a la reparación, limpiamos el interior del hornillo con un papel humedecido en
alcohol, de esta manera quitaremos restos de ceniza sueltos que pueda haber y parte de la
suciedad que haya. Después amasamos una pequeña cantidad de producto (lo mejor es
comprarlo en polvo, lo podremos conservar indefinidamente mientras no se humedezca) hasta
que tenga una consistencia muy pastosa y la introducimos en el hornillo con cuidado de
manchar lo menos posible. Con el dedo, intentaremos presionarla para que se adapte
perfectamente al contorno del hornillo y la moldearemos por arriba como si fuera el fondo del
hornillo original.

Podemos echarle un poco de ceniza por encima y la aplastaremos para que se incruste en el
aquaplast. Cuando haya secado un poco, hay que meter un limpiapipas por el tiro, con cuidado
y girándolo según penetra en el hornillo. Con esto evitaremos que quede el tiro obstruido.

Una vez seco, el hornillo quedara protegido y con mucho mejor aspecto.

Holgura en la mortaja de la espiga

Como todos debéis saber, la manera correcta de montar y desmontar la boquilla, es girándola
como si la estuviéramos atornillando. Cuando la desmontemos, la giraremos en el sentido
contrario al que usamos normalmente para montarla.

Debido al uso y a montar y desmontar la boquilla de la pipa, aunque lo hagamos


correctamente, con el tiempo se puede ir generando una holgura dentro de la mortaja, que
ocasionara que la espiga no ajuste y la boquilla quede suelta.
Hay dos maneras de solucionar este problema.

La primera nunca la he puesto en práctica, pero paso a detallarla para que la tengáis en
cuenta. Desmontamos la boquilla y calentamos la zona de la espiga en agua hirviendo durante
un par de minutos (solo la zona de la espiga, si metemos toda la boquilla en el agua, se pondrá
recta y perderá el curvado que tenga. Si nos pasase eso, tendremos que volver a curvarla a ojo,
mientras esté caliente). Una vez consideremos que la espiga está lo suficientemente caliente
como para deformarla, la pondremos completamente vertical sobre una superficie plana y
ejerceremos una ligera presión hacia abajo......

.....de esta manera, se achatara ligeramente engrosándose un poco y volverá a ajustar en la


mortaja.

Este sistema, lo veo un poco arriesgado y creo que hay que hacerlo con extremo cuidado. No
obstante si se hace bien, quedara perfecta.

La segunda opción que tenemos es la que yo uso habitualmente. Es práctica, rápida y no corres
el riesgo de estropear la espiga. Desmontamos la pipa y con loctite y un pincelito de aplicación,
damos una pincelada en la mortaja en el sentido del caño, de dentro a afuera. Dejamos que
seque perfectamente.

Una vez seca, queda una película que disminuye la sección de la mortaja y que hace que la
espiga ajuste perfectamente. Si no fuese suficiente, podemos repetir la operación.

Boquilla con un ajuste excesivamente duro

A veces nos pasara justamente lo contrario que en el caso anterior. La boquilla cada vez nos
cuesta más montarla o desmontarla. Si no lo corregimos, corremos el riesgo de llegar a
romperla en un momento dado y dejar la pipa inservible.

Arreglaremos este problema de una manera muy sencilla. Manchando con el carbón de un
lápiz la espiga, esta entrara y saldrá de la mortaja mucho más suavemente.

Eliminar y disimular golpes y puntos negros

Cuando nos encontremos con una pipa que vayamos a restaurar y que tenga golpes o puntos
negros, hay algún truco que nos puede servir de ayuda.

En caso de pequeños golpes, podemos humedecer bien la zona del golpe y luego ponerle un
paño por encima y pasarle una plancha bien caliente. Esto es un truco de ebanista y en algunos
casos la madera hinchara y sacara el golpe. No siempre da resultado, solo en el caso de que el
golpe sea pequeñito y no se haya roto la fibra de la madera.

Otra solución en el caso de que vayamos a lijar la pipa y tenga puntos negros o punzadas en la
madera, es aplicar un poquito de loctite sobre el punto o el punzonamiento en la madera. Una
vez seco, hacemos el proceso de lijado habitual, asegurándonos de que eliminamos todo el
loctite seco fuera de la zona que queremos reparar. Una vez tintada y acabada la pipa, veréis
que el resultado mejora bastante.

Esta ultima solución, es aconsejable en caso de que el picado en la madera sea profundo y nos
obligue a lijar mucho y siempre y cuando sea una superficie muy pequeña. Tened en cuenta
que el loctite no absorberá el tinte, con lo cual si la superficie es grande, se va a notar
demasiado y va a parecer como un masillazo.

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