Educacion Superior en Venezuela

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República Bolivariana de Venezuela 

Ministerio del poder popular para la Educación Universitaria


Universidad Politécnica Territorial José Antonio Anzoátegui 

Educación Superior en Venezuela.

Ensayo

Brazón G. Emilio A
Que es universidad
La palabra universidad nace de la expresión en latín universitas magistrorum et
scholarium que puede traducirse en gremio o unión de maestros y estudiantes;
así que podemos definir la universidad como una institución donde los maestros
imparte educación superior a un grupo determinado de personas (estudiantes) que
han cumplido como requisito previo con un nivel de estudios básicos (primaria y
secundaria).

Que es universidad politécnica


La palabra politécnico tiene un origen etimológico en el griego y está conformada
por los siguientes términos:
El prefijo “Poli”, que es sinónimo de muchos.
El sustantivo “Techne”, que es equivalente a técnica.
El sufijo “Ico” que se puede traducir como relativo a.
Es un adjetivo que se utiliza para referirse a aquello relacionado con diversas
disciplinas artísticas o ciencias, este se emplea habitualmente en instituciones
educativas. Podemos decir entonces que una universidad politécnica son
instituciones de educación superior que se orientan a la formación tecnológica de
sus estudiantes.
Modelo de Universidad Politécnica
El modelo de las universidades politécnicas rompe con la formación tradicional de
los ingenieros en el país, El modelo de las nuevas universidades politécnicas se
ha ido construyendo y definiendo en los últimos años. Las universidades
politécnicas están diseñadas en tres etapas: una que otorga el grado de técnico
superior universitario en tres años; otra, en un año más que da la licenciatura, y la
última, en un cuarto año que otorga la especialidad.
Educación superior en Venezuela
El desarrollo de la educación superior en Venezuela da cuenta de la impronta que
ha marcado su vínculo con el poder. En el siglo XX ello se expresó en su papel
legitimador de la democracia y en su consolidación como mecanismo de ascenso
social.

El sector universitario incluye todas las universidades nacionales autónomas,


experimentales y las privadas. Las universidades nacionales autónomas se rigen
por la Ley de Universidades y las experimentales de carácter nacional funcionan
mediante un régimen de excepción que la propia ley autoriza. Este régimen se
aplica según los reglamentos de cada una de estas universidades. Las privadas se
rigen por lo establecido en el capítulo IV de la Ley de Universidades y por los
Estatutos internos de las mismas. Las universidades autónomas constituyen el
grupo de instituciones de educación superior más antiguo y las constituyen cinco
instituciones. Ellas son: Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de
los Andes (ULA), Universidad del Zulia(LUZ), Universidad de Carabobo (UC) y
Universidad de Oriente(UDO). Estas instituciones universitarias están ubicadas a
razón de una universidad por región político territorial. Las universidades
experimentales la conforman doce instituciones, entre las cuales se encuentra la
Universidad Nacional Abierta (UNA). Esta institución ofrece un régimen de estudio
a distancia para carreras cortas. Asimismo, tenemos la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador (UPEL), encargada de la organización y administración de
los Institutos Pedagógicos, a nivel nacional. Las universidades privadas están
conformadas por quince instituciones en todo el país; sin embargo, el mayor
número de ellas, está concentrado en la capital de la República. Las universidades
ofrecen estudios en todos los campos del conocimiento y a distintos niveles. La
mayoría de los programas de estudio de pregrado tienen entre cinco y seis años
de duración y conducen al título profesional de Licenciado o uno equivalente
como, por ejemplo: Abogado, Economista, Médico, Ingeniero, etc. Las
universidades también ofrecen programas de postrado a nivel de especialización,
maestría y doctorado con una duración de 3 años y se obtiene el título de
especialista, magister o doctor. Así como los programas extensión o educación
continua en especialidades científicas, técnicas, humanísticas y deportivas, entre
otros.

Cuáles son los fines de la educación superior en Venezuela.


En Venezuela, la década de los noventa fue de pocas realizaciones en respuesta
a los cambios exigidos a la educación superior, y en especial a la universidad. Con
el advenimiento de un gobierno que se califica a sí mismo de revolucionario se
han producido cambios en las políticas públicas en educación superior. Sus
objetivos, propuestos para superar los rezagos y las carencias anteriores, pueden
resumirse básicamente en tres: lucha contra la exclusión y logro de la equidad;
pertinencia social y calidad. En su implementación ha prevalecido un enfoque
ideológico-político, evidenciado en programas como la Misión Sucre y la
Universidad Bolivariana, lo cual plantea varias interrogantes en torno a sus
implicaciones para el logro de la calidad de la educación y el reconocimiento de la
libertad académica consustancial a la universidad como institución en la cual debe
prevalecer la independencia de cualquier forma de poder que pretenda controlar
su proceso creativo.
En 1999 se inicia en Venezuela un nuevo periodo histórico, marcado por una
orientación que implicaba la ruptura del deteriorado modelo político, incapaz ya de
responder a las exigencias de la sociedad venezolana. Este nuevo modelo,
autocalificado como "revolucionario" y "socialista", propone un cambio institucional
de fondo, como el objetivo final del "proceso", cuya singularidad ha sido objeto de
numerosos análisis de diversa índole. Tal cambio comenzó con la aprobación de
una nueva Constitución Nacional, que le dio legalidad al desmantelamiento
progresivo de las formas institucionales existentes hasta el momento.
En el ámbito de la educación superior tres fueron los objetivos planteados: 1)
lograr la inclusión y la equidad ante el reconocimiento de la exclusión de los más
desfavorecidos, a pesar de la gratuidad garantizada por la Constitución Nacional
en las instituciones oficiales; 2) hacer que la formación profesional y la generación
de conocimiento como funciones eminentes de la educación superior y, en
particular de las universidades, respondiera a necesidades y problemas de la
sociedad venezolana, lo cual garantizaría además el empleo de los egresados y la
solución de los problemas detectados en las comunidades; 3) que estos dos
objetivos estuviesen atravesados por la calidad de las instituciones.

Vistos así, se entiende que lo fundamental era enmendar los errores cometidos
durante los años precedentes y recuperar -en la medida de lo posible- el tiempo
perdido, sobre todo en las dos últimas décadas del siglo, cuando tal como ya
señalamos prevaleció la indiferencia por las reformas necesarias, en los medios
gubernamentales, para los cuales no sólo hubiese sido factible implementarlas, si
hubiese habido voluntad política para llevarlas a cabo, pero también hubiese sido
posible además avanzar en la reforma universitaria que apuntara "hacia una
transfiguración de fondo de los modelos heredados de la modernidad,
específicamente en los modos de pensar que se ubican en la cúspide de la crisis
paradigmática".

Con este telón de fondo, la propuesta de reforma y su implementación empírica


por parte del gobierno ha estado circunscrita a:
una dinámica marcada por la creación de un nuevo sector público terciario que
elimina restricciones para el ingreso, altamente descentralizado geográficamente y
con menores niveles de autonomía de gestión. Mayor peso de la regulación
gubernamental a partir de la creación de un Ministerio de Educación Superior
orientado a instrumentar políticas de incremento de la equidad en el acceso y
políticas más rígidas de supervisión y fiscalización tanto del sector público como
del privado.
Otra de las medidas importantes, en el contexto de la tarea propuesta por el
gobierno a partir de 1999 con el fin de producir los cambios institucionales
considerados como urgentes para recuperar el tiempo perdido en la educación
superior, saldar la deuda con la población excluida y así realizar el "proceso
revolucionario", fue la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela, con el
objetivo de "formar un ejército de profesionales con criterio de autodeterminación y
sentido patriótico que pueda ayudar a construir la Venezuela bolivariana". En esta
formulación es evidente la orientación militarista, sin embargo, no es ello lo más
importante a resaltar en esta propuesta.

El modelo universitario venezolano, tal como se ha señalado, ha venido


presentando signos de deterioro, los cuales constituyen oportunidades que hacen
viable el proyecto de la UBV: gran número de excluidos del SES y, al mismo
tiempo, masificación de las universidades, alto costo del SES, sensación de
discriminación social y económica, escasa o nula pertinencia social y calidad, así
como elevado cobro de matrícula en las universidades privadas. Frente a este
panorama, el proyecto de la Universidad Bolivariana parte de las siguientes bases
conceptuales, formuladas de acuerdo con criterios de orden sociopolítico, ético-
pedagógicos y epistemológicos:

• Responsabilidad con lo público


• Equidad social
• Pertinencia social
• Democracia participativa
• Calidad e innovación
• Autonomía responsable
• Ejercicio del pensamiento crítico
• Formación integral
• Humanista y ética
• Educación a lo largo de la vida
A partir de allí, la propuesta pretende no sólo superar el modelo tradicional de la
universidad venezolana, con sus deficiencias y limitaciones, sino que se presenta
como: un proyecto educativo, cultural y social que implica la apertura a la
posibilidad de experiencias inéditas en los ámbitos de formación, investigación y
proyección social, para el cumplimiento de sus responsabilidades públicas.
En síntesis, Venezuela fue uno de los pocos países de la región en los cuales
prácticamente no se produjeron reformas importantes en el SES en la década de
los noventa, cuando la mayoría de los estados latinoamericanos implementaron
medidas que, con éxito o no, buscaban superar las deficiencias y rezagos
presentes en sus sistemas de educación superior. En consecuencia, al inicio del
periodo de gobierno (1999) había no sólo un clima favorable para que se
implementaran las reformas, sino la exigencia planteada por importantes grupos
de presión, dentro y fuera de las instituciones, para que se hicieran efectivas las
transformaciones que la realidad imponía, siendo justamente voceros de algunos
de esos grupos los que en principio concibieron y dirigieron la implementación de
las políticas y programas, que el nuevo gobierno debía impulsar para la educación
superior. Sin embargo, una de las características de este gobierno ha sido el
constante cambio de medidas y suplantación de políticas, sin que su
implementación haya hecho posible evaluarlas.
Así, una de las políticas de educación superior que no pudo ser concluida para
determinar sus logros y fracasos fue el Programa Alma Mater -el cual
correspondía a la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) dirigir-,
desaparecido para ser sustituido por otro conjunto de medidas, atribuidas ahora al
Ministerio de Educación Superior en el cual se centralizan todos los asuntos y
políticas vinculadas al sector, sin que haya la participación de los actores
involucrados, especialmente si se trata de las universidades autónomas.

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