Apelacion Cado Sipeb

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CIUDADANA

JUEZ DEL TRIBUNALSEGUNDO DE CONTROL

DEL ESTADO BOLIVAR, EXTENCIÓN PUERTO ORDAZ

SU DESPACHO.-

Yo, Elba Leonor Molina M., Abogada en ejercicio, de este domicilio,


debidamente inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el
Número 69.222, actuando como Defensora de confianza de los ciudadanos
Imputados RONIER GÁMEZ PEREIRA, FRANKLIN RODRÍGUEZ CARVAJAL,
WILMER PEÑA PULIDO y FRANK JOSÉ GÁMEZ MEZONES, titulares de las
Cédulas de Identidad Números V- 14.145.676, V- 14.516.731, V- 26.030.066 y
V- 19.369.023, respectivamente, Imputados en la presente causa, ante Usted
ocurro para exponer:

Al amparo de lo que establecen los Artículos 26 y 51 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela y estando dentro del lapso previsto en el
Artículo 439 numeral 5 del Código Orgánico Procesal Penal, procedo a presentar
formal APELACIÓN en contra de la decisión dictada en la AUDIENCIA DE
PRESENTACIÓN realizada por ante este Tribunal de Control en fecha 09-05-2020,
en contra de mis defendidos. La presente averiguación penal se inicia por una
arbitraria intromisión de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia
Militar (DGCIM), en un procedimiento policial que estaban realizando funcionarios
adscritos a la Policía del Estado Bolívar, en razón de una denuncia de hurto, cuyas
investigaciones ya tenían un mes en desarrollo. En la oportunidad de la ocurrencia
de los hechos que dan origen a esta causa, cuando los funcionarios policiales
solicitaron entrada a un Galpón ubicado en la UD-321 en Puerto Ordaz y que les
FUE PERMITIDO EL ACCESO, se encontraron con una gran cantidad de
combustible en tambores (GASOLINA), por lo cual solicitaron información acerca de
la misma a la ciudadana CARMEN JIMÉNEZ, quien les manifestó que ella era sólo
empleada y que le preguntaran al dueño, interviene otro ciudadano de nombre
YORBIS CENTENO (que es quien autoriza la entrada de los funcionarios), que se
comunica telefónicamente, supuestamente, con el dueño, un tal Carlos Maldonado,
afirmando que la gasolina era para surtir los camiones y los vehículos de los
ejecutivos de venta de la empresa, manifestándole mi defendido RONIER GÁMEZ,
que eso era un problema porque tenían material estratégico acaparado, solicitando
que prendieran uno de los camiones que allí se encontraban para trasladar la
gasolina hasta el Comando Policial, lo cual hicieron luego de tomar fijaciones
fotográficas y se llevaron detenida a la ciudadana CARMEN JIMÉNEZ, quien fue
trasladada con el chofer del camión, por el funcionario FRANKLIN RODRÍGUEZ,
quedando en el sitio el Supervisor GÁMEZ con el otro detenido YORBIS CENTENO,
continuando con la Inspección del Galpón. Es en este espacio de tiempo, es que
intempestivamente se presentan el General JULMER RAFAEL OCHOA ROMERO,
Comandante de la Dirección de Contrainteligencia Nº 6, con otros funcionarios a su
mando, interviniendo e interrumpiendo el procedimiento, deteniendo a los
funcionarios que encontró dentro y fuera del Galpón y trasladándose a la Sede del
Comando del Servicio de Investigaciones de la Policía del Estado, donde amedrenta
al Comisionado Director de la Unidad, habla por teléfono con alguien que
supuestamente ordena al Comisionado hacer entrega del procedimiento, quien
procede a obedecer y se llevan detenido al funcionario FRANKLIN RODRIGUEZ,
junto con las evidencias y las personas detenidas, hacia la sede del Comando
DGCIM.

Del Acta Policial consignada en la audiencia y del Acta Policial levantada por
los funcionarios adscritos a DGCIM, donde convenientemente se omite dejar
constancia de la presencia en la comisión, del General de Brigada Julmer Ochoa, se
puede evidenciar que en efecto existía un PROCEDIMIENTO POLICIAL, que desde
el comienzo, los militares pudieron constatar que los detenidos eran
FUNCIONARIOS POLICIALES, pero a lo cual hicieron caso omiso y luego de
detenerlos los tratan como delincuentes, alegando una supuesta solicitud de dinero y
privándolos de libertad, donde no le permitieron el acceso a ningún familiar, ni al Jefe
de su Unidad, ni mucho menos a la defensa, pues es así como se maneja este
estamento militar al mando del General (B) JULMER OCHOA. En el Acta levantada
por los funcionarios adscritos a DGCIM, se deja constancia de la intervención en el
procedimiento, de cuales fueron los funcionarios actuantes, omitiendo la presencia
del General Ochoa y se plasma la declaración de los detenidos en el Galpón,
ciudadanos YORBIS CENTENO y CARMEN JIMÉNEZ, como supuestos
denunciantes, pero de cuyas declaraciones se evidencia que quien AUTORIZÓ la
entrada de los funcionarios al Galpón fue el ciudadano YORBIS CENTENO, que
luego se hizo presente la ciudadana CARMEN JIMÉNEZ, que es quien abre la
puerta interna del lugar donde se encontraban los tambores de gasolina y es quien
afirma que fue llevada al Comando Policial, donde permaneció sentada en una silla,
hasta que llegaron los funcionarios adscritos a DGCIM. Honorable Jueza, tal
como fue señalado en la Audiencia de Presentación de mis patrocinados, surgen una
serie de interrogantes que emanan de la propia Acta Policial levantada en DGCIM,
pues allí señalan que a las 11:40 HORAS del día 06-05-2020, cumpliendo
instrucciones del G/B JULMER RAFAEL OCHOA ROMERO, Comandante de la
Dirección de Contrainteligencia Militar Nº 6, se trasladaron a bordo de 3 vehículos
orgánicos “YA QUE MEDIANTE LABORES DE CONTRAINTELIGENCIA,
VIGILANCIA Y SEGUIMIENTO” se pudo obtener información “MEDIANTE UNA
FUERZA NO PROFESIONAL”, de un presunto hecho punible que se estaba
cometiendo en contra de los representantes de la empresa Distribuciones Confisur
C.A., por unos sujetos haciéndose pasar por funcionarios de un cuerpo de seguridad
del estado, en uso de sus cargos, estaban exigiendo una contribución. Esta
afirmación deja evidenciado que, desde el inicio de sus actuaciones los funcionarios
de DGCIM estaba claros que se trataba de funcionarios, lo cual comprueban al
llegar, pues también se señala que mi defendido RONIER GÁMEZ se identificó,
como todos los demás, también se señala que fueron al Comando SIPEB, es decir
que no les importó absolutamente nada del procedimiento policial, sólo llevarse el
procedimiento junto con los detenidos y la evidencia colectada, lo cual está probado
con la presencia de los ciudadanos CARMEN JIMÉNEZ Y YORVBIS CENTENO en
la sede DGCIM, donde el acceso es casi imposible. Llama la atención en este
asunto, la omisión acerca del delito que se cometía flagrantemente en el Galpón,
pues allí se encontraba una gran cantidad de combustible, sin la debida
documentación, en un país donde el problema de la gasolina es del dominio público;
qué pasó con el procedimiento policial, cuál fue el destino de las evidencias que se
llevaron los funcionarios DGCIM?, tampoco fue colocado en las Cadenas de
Custodia, ni las pertenencias de los funcionarios policiales, sólo los teléfonos y
vehículos. Llama también la atención el hecho cierto de que las actuaciones del
procedimiento fueron consignadas por ante la Unidad de Recepción de Documentos
del Palacio de Justicia, a las 3:30 p.m del día 08-05-2020, pero en el Acta Policial
de DGCIM se plasma que la aprehensión se produce a las 11:40 horas del día 06-
05-2020, por lo cual las 48 horas que establece el numeral 1 del Artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya estaban vencidas en
exceso, sumado a que mis defendidos NO ESTABAN COMETIENDO NINGÚN
DELITO, lo cual también violenta el contenido del referido numeral del Artículo 44 y
lo que constituye una violación a los postulados constitucionales, que vicia de nulidad
todo este arbitrario procedimiento. En las actuaciones de DGCIM, no consta
ninguna cantidad de dinero, que el ciudadano YORBIS DARWIN CENTENO
LIZCANO, titular de la Cédula de Identidad Nº V- 12.000.762, afirma haber
cancelado, pero que no fue señalada su existencia dentro de las evidencias
colectadas de los funcionarios militares, afirmación esta que consta en las
actuaciones y que ha debido traer como consecuencia, no sólo la aprehensión del
referido ciudadano, sino la respectiva fijación fotográfica de los billetes y su
consignación en las evidencias.

Aportan los funcionarios al Ministerio Público, como elementos de convicción:


el Acta policial levantada por ellos, la declaración de YORBIS CENTENO, la
declaración de CARMEN JIMÉNEZ, la declaración de dos testigos del procedimiento,
los derechos de los imputados, los datos filiatorios de los detenidos, unas Actas de
No Vejación, unas Cadenas de Custodia incompletas donde reflejan los teléfonos,
unas supuestas gorras, una pistola Glock, un C.D. que supuestamente contiene un
vaciado telefónico que no fue visualizado en su contenido, unos captures de
conversaciones, el Acta de Inicio de la Averiguación emanada de la Fiscalía Contra
la Corrupción del Ministerio Público.
En la Audiencia de Presentación, la representante de la Fiscalía de Flagrancia
imputó a mis defendidos los delitos de: CONCUSIÓN, CORRUPCIÓN PROPIA,
PRIVACIÓN ILEGÍRIMA DE LIBERTAD y AGAVILLAMIENTO, delitos previstos y
sancionados en los Artículos 62 y 64 del Decreto con Rango Valor y Fuerza de Ley
Contra la Corrupción, los dos primeros y en los Artículos 176 y 286 del Código Penal
los dos últimos. La defensa solicitó la NULIDAD ABSOLUTA con fundamento en los
Artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal, por violación del lapso de
las 48 horas, así como los preceptos del numeral 1 del Artículo 44 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, referidos a la aprehensión de los
funcionarios policiales; de igual manera fue señalado el hecho de que los Registros
de Cadena de Custodia anexados a las actuaciones, estaban incompletos y por lo
tanto eran nulos; señaló la defensa el grave error en la tipificación de los delitos que
imputaba el Ministerio Público, por lo cual difería y solicitaba a la Juez, que con
fundamento en las graves contradicciones que presentaban las actuaciones, de
donde se evidenciaba que desde el inicio los funcionarios se identificaron como
funcionarios policiales, por lo cual era ilógico suponer que estuvieran cometiendo
algún delito y solicitó que, en caso de que la Juez no coincidiera con los alegatos de
la defensa, se les impusiera a mis defendidos una medida menos gravosa que la
privativa de libertad que solicitaba la Fiscalía. Ninguno de estos alegatos fue tomado
en consideración, admitiendo todo lo solicitado por la Fiscal y decretando en contra
de mis defendidos una medida privativa de libertad.

Honorable Jueza Segunda de Control, de las propias actuaciones presentadas


por los funcionarios adscritos a DGCIM, se desprende la inocencia de mis
patrocinados, los cuales NO ESTABAN COMETIENDO DELITO ALGUNO, sólo
cumplían labores propias de su función policial, no existe evidencia de que
estuviesen pidiendo o recibiendo dádivas, pues sólo el dicho del ciudadano YORBIS
CENTENO, quien además asegura haber pagado, no puede ser considerado sin
sustento físico en las actuaciones; tampoco mis defendidos estaban retardando u
omitiendo actos propios de sus funciones, pues en pleno desarrollo de un
procedimiento policial fueron interrumpidos por la arbitraria actuación de DGCIM, por
lo cual los delitos de CONCUSIÓN y CORRUPCIÓN PROPIA no existen en este
caso. En relación al delito de PRIVACIÓN ILEGÍTIMA DE LIBERTAD, no fue
especificado por la representación fiscal, a quién supuestamente privaron
ilegítimamente de libertad, por lo cual tampoco aplica en este asunto, lo que deviene
en que el delito de AGAVILLAMIENTO no cuenta con ningún fundamento, ni con
ningún elemento para que pueda ser demostrado en el proceso.

En el caso que nos ocupa, mis defendidos se identificaron desde el inicio, a su


llegada al Galpón de la empresa , como Funcionarios Policiales, lo cual se evidencia
de las actuaciones y que de haber revisado concienzudamente las actuaciones
presentadas por la representación fiscal y el fundamento jurídico que estaba
esgrimiendo la defensa, Usted, quien está plenamente facultada por imperio del
contenido de los numerales 1 y 2 del Artículo 21 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, concordados con los Artículos 5 y 19 del Código Orgánico
Procesal Penal, aplicar la Ley y otorgar a mis defendidos, sino una libertad sin
restricciones, por lo menos una medida menos gravosa que la privativa de libertad,
que permitiera evitar el GRAVE DAÑO que se les está causando a unos
FUNCIONARIOS POLICIALES, por la arbitrariedad de otros funcionarios de un
cuerpo de seguridad diferente a la Policía del Estado Bolívar y que se haga una
investigación exhaustiva de estos bochornosos hechos y con fundamento en lo que
se denomina “tipo penal”, verificar si la supuesta conducta desplegada por mis
defendidos, podía ser encuadrada en lo que alegaba el Ministerio Público.

Establece el Artículo 4 del Código Orgánico Procesal Penal:

“En el ejercicio de sus funciones los jueces y juezas son autónomos e


independientes de los órganos del Poder Público y sólo deben obediencia a la
ley, al derecho y a la justicia.

En caso de interferencia en el ejercicio de sus funciones los jueces y juezas


deberán informar al Tribunal Supremo de Justicia sobre los hechos que
afecten su independencia, a los fines de que la haga cesar.”

En este orden de ideas ciudadana Jueza, esta defensa obligatoriamente debe


apelar de esta aberración jurídica, pues después de la vida, la libertad es el derecho
más preciado por el ser humano y enviar indiscriminadamente a la cárcel a personas
inocentes no es el propósito de los procesos penales y que es lo que ha ocurrido en
este caso, donde lo más grave no es la errónea calificación jurídica, sino que este
error sea convalidado por un Juez de Control, lo cual genera medidas drásticas,
como lo es una privación de libertad a personas que no han hecho nada más que
cumplir con sus funciones.

Ciudadana Jueza de Control, un delito  o hecho punible, implica una


violación de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena, lo cual
no ha ocurrido en el caso de marras. La conducta es el primer elemento básico
del delito, y se define como el comportamiento humano voluntario, positivo o
negativo, encaminado a un propósito y que para demostrar este comportamiento, se
requiere que el Ministerio Público cuente con elementos que vinculen la conducta
desplegada por el sujeto activo, con lo establecido en la norma y que se cuente con
pruebas suficientes para que se pueda presumir o demostrar la posible participación
del encausado en los hechos que se le pretendan acreditar. En el caso que nos
ocupa, ninguno de los elementos aportados por la representante Fiscal, establecen
vinculación de mis defendidos con hecho punible alguno, sólo estaban realizando un
procedimiento policial y no cometiendo los delitos traídos al presente proceso

Por los razonamientos precedentemente expuestos, APELO de la decisión


dictada en fecha 09 de Mayo de 2020, al finalizar la audiencia de presentación de
mis defendidos RONIER GÁMEZ PEREIRA, FRANKLIN RODRÍGUEZ CARVAJAL,
WILMER PEÑA y FRANK GÁMEZ MEZONES, ya que todo el procedimiento aplicado
en el presente asunto está viciado de nulidad absoluta y en las actuaciones los
elementos de convicción, no son suficientes para suponer que mis patrocinados
estuvieran cometiendo los delitos que les fueron imputados. Solicito que el presente
recurso sea tramitado conforme a derecho, jurando no proceder falsa, ni
maliciosamente. Es Justicia, en Puerto Ordaz, a los doce (12) días del mes de
Mayo de 2.020.

FP12-P-2020-2433

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