Diapositivas La Jurisdicción y La Competencia Modulo 1

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 36

LA

JURISDICCIÓN Y
LA
COMPETENCIA
Noción de competencia

○ Tradicionalmente se ha dicho -erróneamente- que la


competencia es el límite de la jurisdicción, cuando, en realidad
es el “conjunto de reglas que determina la atribución de un
asunto concreto a un órgano jurisdiccional particularizado”. o "el
ámbito sobre el que un órgano ejerce su potestad
jurisdiccional”. (Juan Montero Aroca, El procedimiento laboral).
○ Juan Montero Aroca visualiza la competencia desde dos puntos
de vista: el objetivo y el subjetivo (del juez y de las partes).
Desde el punto de vista "objetivo", la competencia es el
conjunto de pretensiones sobre las que un órgano jurisdiccional
ejerce su jurisdicción. Desde el "subjetivo”: a) con referencia al
órgano jurisdiccional es la facultad de ejercer su función con
relación a pretensiones determinadas; y b) con referencia a las
partes, es tanto el derecho de que sus pretensiones-resistencias
sean conocidas por un órgano determinados como el deber de
someterse al mismo.
Consideraciones

○ La competencia en el ámbito procesal del trabajo se


constituye en el ámbito geográfico dentro del cual el
juez de trabajo y previsión social va ejercer la facultad de
juzgar que le ha sido delegada por el Estado por
ministerio de la ley.
○ Esta definición se extrae de que como se podrá corroborar
más adelante, la competencia en materia procesal del trabajo
está determinada en su casi totalidad por razón de orden
territorial, de consiguiente está será la actividad jurisdiccional
del juez pero ejercida dentro del marco territorial que le ha
sido atribuido por la Corte Suprema de Justicia de conformidad
con los factores que se determinan el Artículo 288 del Código
de Trabajo y que son los que a su vez obligan a que aquella
Corte deba de dividir el territorio de la Republica para el efecto
del conocimiento de los tribunales de trabajo y previsión social
en zonas económicas Con base en ello, los aspectos antes
relacionados que obligan a la distribución del territorio en
zonas económicas son los siguientes:
a) La concentración de trabajadores que exista en cada área
geográfica del territorio;
b) La industrialización o número de industrias que exista en
cada área geográfica del territorio;
c) El número de organizaciones sindicales tanto de
trabajadores como de patronos que existen en cada área
geográfica del territorio y
d) El informe que en relación a todos estos aspectos debe
rendirá la Corte Suprema de Justicia el Ministerio de
Trabajo y Previsión Social después de oír a la Inspección
General de Trabajo. Con base en todos estos factores la
Corte Suprema de Justicia ha emitido distintos acuerdos
desde el año de 1984 hasta la presente fecha, con los que
ha distribuido la competencia por razón de territorio de los
tribunales de trabajo y previsión social en materia procesal
individual y en materia procesal colectiva del trabajo. Para
una mayor ilustración todos estos acuerdos se contienen
en los anexos de esta obra.
Naturaleza jurídica de la
competencia
○ Siendo la competencia una actividad eminentemente
procesal por medio de la cual el juez de trabajo y
previsión social se avoca el conocimiento de un
asunto que ha sido sometido a su jurisdicción, su
naturaleza es precisamente esta, por cuanto como ya
se analizó, se traduce en la facultad de conocer y
resolver el trámite de un conflicto de intereses que ha
sido sometido a la jurisdicción privativa del trabajo.
Caracteres de la competencia

○ En cuanto a los caracteres de la competencia y


fundado en lo que para el efecto establece el Código
de Trabajo en sus Artículos 309, 310, 312, 314 y 315
Reglas de la competencia

○ Las reglas de la competencia constituyen los


dispositivos que rigen la avocación del conocimiento
que los jueces de trabajo y previsión social hagan en
relación a los asuntos que les compete conocer, pero
atendiendo a cada caso en concreto determinado por
aquellos dispositivos, estas reglas pueden dividirse en
reglas de orden general y reglas de orden especial.
Regla de orden general

La regla de orden general se encuentra normada en el literal a) del


Artículo 314 del Código de Trabajo; y es la que regula que es
competente y preferido a cualquier otro juez de trabajo y previsión
social, aquel de la zona jurisdiccional a que corresponda el lugar de
ejecución del trabajo. En este caso se aprecia que por regla general
deberá instaurarse la demanda indistintamente del objeto del juicio,
ante el juez del lugar en donde el trabajador ejecutaba los servicios.
Como ejemplos gráficos pueden citarse la demanda que se instaura
por despido injustificado. la que se instaura para reclamar el pago
de prestaciones retenidas, la que se instaura por mujer trabajadora
que encontrándose en estado de gravidez ha sido despedida y la
demanda que se promueva con el objeto de obtener la declaración
de nulidad de la tergiversación o disminución de las condiciones de
contratación pactadas en el contrato individual de trabajo.
Reglas especiales

○ Las reglas especiales de competencia en el derecho


procesal del trabajo se regulan en los literales b), c) y
d) del Artículo 314 del Código de Trabajo, así como en
el Artículo 315 de ese mismo normativo.
Criterios para definirla: a)
Competencia objetiva: 1. Por
la materia. 2. Por la cuantía. b)
La competencia funcional y, c)
Territorial.
○ Se hace necesario determinar el ámbito de conocimiento de
cada uno de los jueces del país, para ello se toman en cuenta
tres factores: objetivo (materia y cuantía), el territorial y la
función. Al efecto es ilustrativo lo que al respecto de la
competencia indica el art. 62 de la LOJ: "Los tribunales sólo
podrán ejercer su potestad en los negocios y dentro de la
materia y el territorio que se les hubiese asignado, lo cual no
impide que en los asuntos que conozcan puedan dictar
providencia que hayan de llevarse a efecto en otro territorio"; y,
el art. 86 al referirse a la competencia de las Cortes de
Apelaciones, indica que “La corte de apelaciones se integra vero
de salas que determine la Corte Suprema de Justicia, la cual
fijara también sede, materias de que conocerán y la
competencia territorial de cada una de ellas”.
○ Respecto a la competencia de los jueces de primera instancia, en
su art. 94 indica que “La Corte Suprema Justicia determinara la
sede y distrito que corresponde de corresponder a cada juez de
primera instancia fijará su competencia a cada juez de primera
instancia y en donde hubiere más de uno, les fijara su
competencia por razón de la materia, la cuantía y del territorio".
A continuación, se distinguen las tres clases de competencia que
hemos mencionado: Objetiva (incluye la materia y la cuantía),
funcional y territorial.
Competencia Objetiva

○ Al respecto el segundo párrafo del art. 103 de la Constitución


Política de Guatemala, indica que "Todos los conflictos relativos
al trabajo, están sometidos a jurisdicción privativa. La ley
establecerá las normas correspondientes a esa jurisdicción y los
órganos encargados de ponerlas en práctica”.
Competencia Funcional

○ La competencia funcional nos va a servir para determinar con


exactitud quién es el órgano jurisdiccional competente para
conocer de los actos procesales, de los incidentes, de las fases,
de los remedios procesales y de las instancias de un proceso
○ Hemos visto que de conformidad con el art. 292 del CdeT, los
Trabajo conocen en primera instancia, dentro de sus respectivas
jurisdicciones (competencia territorial) de todas las cuestiones
que se susciten con ocasión del trabajo. Y que el art. 291 del
mismo código, se refiere a la competencia de los juzgados de
Paz, en lo que podríamos llamar menor cuantía (que no exceda
de 6.3,000.00), que también conocen en primera instancia.
Competencia Territorial
○ Indica Montero Aroca (Derecho jurisdiccional, II) que una vez
determinada la competencia objetiva del órgano, la norma territorial
distribuye las causas entre los distintos tribunales de un mismo tipo. Al
respecto, el art. 288 del Cdet determina que "Se deben establecer
Juzgados de Trabajo y Previsión Social con jurisdicción (en rigor
competencia) en cada zona económica que la Corte Suprema de
Justicia determine, atendiendo a:
○ Concentración de trabajadores,
○ Industrialización del trabajo;
○ El informe que previamente debe rendir el Ministerio de Trabajo y
Previsión Social. oyendo de previo a la Inspección General de Trabajo.
El número de juzgados debe ser determinado por la Corte Suprema de
Justicia, la cual puede aumentarlo o disminuirlo cuando así lo estime
necesario".
LA
JURISDICCIÓN
PRIVATIVA
DEL TRABAJO
Consideraciones

○ Antes de abordar el significado del término jurisdicción


privativa, resulta importante proponer una definición de lo que
debe entenderse por jurisdicción en el ámbito del derecho
procesal del trabajo. En esta dirección puede afirmarse que la
jurisdicción corresponde a la facultad recaída en los jueces de
trabajo por delegación del Estado a través de la ley para poder
juzgar en el ámbito del derecho procesal del trabajo. Con base a
la anterior definición puede ahora afirmarse que el término
privativo se refiere a que el ejercicio de la jurisdicción en este
ámbito debe corresponder exclusivamente a los jueces de
trabajo y previsión social a quienes debe facultarse para impartir
la justicia exclusivamente en ese ámbito, así se desprende de lo
normado en el Artículo 283 del Código de Trabajo.
Naturaleza de la jurisdicción
privativa

○ Siendo la función jurisdiccional una actividad eminentemente


procesal, su naturaleza es precisamente esta, por cuanto como
ya se analizó, se traduce en la facultad de que es investido al
juzgador para impartir justicia, facultad que deriva de la ley,
pero que se transmite por delegación del Estado a quienes
ejercen la jurisdicción.
Caracteres de la jurisdicción
privativa

○ En cuanto a los caracteres de la jurisdicción y fundado en lo que


para el efecto establece el Código de Trabajo en sus Artículos
307 y 308
¿Jurisdicción laboral?

○ El párrafo segundo del art. 102 de la Constitución Política de


Guatemala prescribe que “Todos los conflictos relativos al
trabajo están sometidos a jurisdicción privativa. La ley
establecerá las normas correspondientes a esa jurisdicción y los
órganos encargados de ponerla en práctica". Por su parte, el
CdeT en el art. 283, prescribe: "Los conflictos relativos a Trabajo
y Previsión col están sometidos a la jurisdicción privativa de los
Tribunales de Trabajo y previsión Social, a quienes compete
juzgar y ejecutar lo juzgado". Lo afirmado por nuestra
Constitución Política y el Cdet, nos lleva a preguntarnos si
efectivamente existe una jurisdicción" del trabajo, o si por el
contrario dicho concepto es utilizado por el constituyente y el
legislador como sinónimo de competencia y si así debemos
entenderlo.
○ Hablar de "jurisdicción del trabajo”, es confundir jurisdicción con
competencia, olvidando la unicidad del concepto. Su uso
indiscriminado no justifica la confusión. Es por ello que Luigi De
Lítala (Derecho procesal del trabajo,1) afirma que "la función
jurisdiccional es única, pero pueden ser diversas las formas en
las cuales la misma se manifiesta. Si se atiende solamente a la
forma procesal diferente que el juez de trabajo aplica, no puede
contemplarse en el mismo una función autónoma y distinta de
aquella del juez civil”.
○ De lo expresado por el profesor italiano se desprende que
siendo la jurisdicción un concepto unitario, no es susceptible de
división. Sin embargo, lo que sí es susceptible de distribuirse es
la competencia; por lo que hay que resaltar que cuando los
autores se refieren a la división de la jurisdicción en tantas como
ramas jurídicas existan, lo que están distribuyendo es la
competencia, no la jurisdicción.
Excusas,
impedimentos
y recusaciones
○ Conviene precisar la diferencia que existe entre las excusas, los
impedimentos y las recusaciones, previo a relacionar las
disposiciones de naturaleza especial que el Código de Trabajo
prevé en relación a estas instituciones, que únicamente en lo
relacionado a las causas de impedimento, excusa y recusación
deben de regularse en lo dispuesto en los Artículos del 122 al
134 de la Ley del Organismo Judicial. Para el efecto, veamos la
definición de cada una de ellas.
Las excusas

○ La excusa es la facultad que tienen las partes de pedir al juez de


trabajo y previsión social que deje de conocer de un asunto que
ha sido sometido a su conocimiento, con fundamento en
considerar que la actuación de éste se encuadra en alguna de las
causales de excusa normadas en el Artículo 123 de la Ley del
Organismo Judicial. La excusa también puede ser dispuesta por
el propio juez de trabajo y previsión social, si este establece que
tiene causal para excusarse y dejar de conocer del proceso.
Como puede advertirse de lo relacionado la excusa constituye
un medio para separar del conocimiento del proceso al
juzgador, debiéndose tomar en cuenta que, en todo caso, la
excusa es una facultad de juzgador que se encuentra en su
derecho de aceptarla o no. Por consiguiente, el auto en que se
resuelve la solicitud de excusa presentada por alguna de las
partes no es susceptible de impugnación.
Los impedimentos

○ Los impedimentos constituyen también otro medio por el cual el


juez de trabajo y previsión social se inhibe de seguir conociendo
el trámite del asunto que ha sido sometido a su conocimiento,
por considerar que su actuación podría enmarcarse dentro de
las causales de impedimento contenidas en el Artículo 122 de la
Ley del Organismo Judicial. La particularidad de los
impedimentos radica en que estos solo pueden ser resueltos por
el propio juez de trabajo y previsión social, quien es el que, en
todo caso, hace del conocimiento de las partes la causal de
impedimento que tiene para seguir conociendo y con base en
ella se inhibe de continuar dentro del proceso.
Las recusaciones

○ La recusación constituye en el ámbito del Derecho Procesal


guatemalteco, el medio que la ley prevé para que las partes
puedan intentar separar del conocimiento del proceso al juez,
fundadas en cualquiera de las causales que para alegar la
recusación contempla de la Ley del Organismo Judicial en su
Artículo 125. Importante es advertir que se estima como
causales de recusación las mismas que se contemplan como
impedimentos y las que se prevén como causales de excusa.
Tramitación de los impedimentos, excusas y
recusaciones de acuerdo con el Código de
Trabajo
○ El procedimiento para el trámite de los impedimentos,
excusas y recusaciones en el ámbito del Derecho Procesal
del Trabajo se norma en los Artículo del 316 al 320 del
Código de Trabajo, y al respecto refiere para el caso de los
impedimentos y de las excusas la obligación que tiene el
juez de trabajo y previsión social para una vez aceptada la
excusa promovida por alguna de las partes de remitir en
forma directa al juzgado de trabajo y previsión social de
igual categoría más próximo las actuaciones a fin de que
sea éste el que continúe conociendo. Adviértase aquí que
la disposición especial apronta el trámite de la excusa
porque permite al juzgador trasladar los autos
directamente al juez de la misma categoría que debe seguir
conociendo, sin que sea necesario el que se haga del
conocimiento de la sala de apelaciones lo resuelto en la
excusa promovida por alguna de las partes; Ahora bien, si
se trata de una excusa adoptada por el mismo juzgador
existirá obligación de que este remita las actuaciones a la
sala de trabajo jurisdiccional, para que sea ésta la que
designe al tribunal de trabajo que deba seguir conociendo.
○ Este trámite se realiza inaudita audiencia a las partes
que figuran dentro del proceso. Por otro lado, y en el
caso de que exista algún impedimento que obstaculice
el conocimiento del juzgador en la causa sujeta a su
jurisdicción este debe dictar la resolución en la que se
inhiba de seguir conociendo y posteriormente remitir
las actuaciones a la sala jurisdiccional para que sea
ésta la que designe el tribunal de trabajo que deba
seguir conociendo.
○ Finalmente, y en relación a la recusación las
disposiciones especiales que van de los Artículos 316
al 320 del Código de Trabajo, regulan dos tipos de
trámite para ésta, según si la misma es aceptada como
cierta por el juzgador o según si el juzgador niega la
certeza de la causal de recusación afirmada por la
parte que la promueve.

○ En el primero de los casos, es decir si el juzgador


acepta la causal de recusación invocada, el mismo
dictará la resolución en la cual resolverá dándose por
recusado y ordenará que las actuaciones pasen al juez
más próximo de la misma categoría, siendo
importante resaltar que en este caso no cabe recurso
alguno contra esta resolución.
○ En el segundo caso, al estimar el juez que la causal de
recusación no es cierta, el mismo deberá dictar el auto
en el que razone la negativa a aceptar la causal de
recusación y en ese mismo auto ordenará trasladar el
expediente a la sala jurisdiccional de trabajo, la que
deberá resolver dentro de las veinticuatro horas
siguientes de recibidos los autos si no existe
propuesta dentro de ese mismo plazo para la
recepción de pruebas por alguna de las partes.
○ Si este último fuera el caso, la sala de apelaciones
debe recibir las mismas en audiencia oral que debe
verificarse dentro del plazo de tres días posteriores a
haberse señalado, finalmente, y después de haberse
recibido la prueba la sala deberá dictar la resolución
de la recusación dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes. Importante es mencionar que el trámite de
la recusación, cuando ha sido negada la causal
invocada, no es incidental y no tiene efectos
suspensivos sobre el trámite del proceso, a menos
que dentro del trámite las actuaciones lleguen a estar
en estado de resolver sin que se hubiere resuelto la
recusación, en cuyo caso deberá suspenderse el
trámite del procedimiento hasta que se resuelva en
definitiva lo relacionado a la recusación.
○ El anterior es el trámite que presenta la recusación de
manera general en el Derecho Procesal del Trabajo,
más sin embargo, queda exceptuada de este trámite
la recusación que se haga contra los miembros de los
tribunales de conciliación y arbitraje, la que debe
sustanciarse de acuerdo con los Artículos 383 y 400
del Código de Trabajo, que norman por un lado, que
los miembros del tribunal de conciliación son
irrecusables y que los del tribunal de arbitraje
únicamente pueden excusarse además de las causales
establecidas en la Ley del Organismo Judicial, por
haber conocido como vocales en el mismo asunto en
el tribunal de conciliación, respectivamente.
○ Esto último tiene su fundamentación en la finalidad
que para los tribunales de arbitraje y conciliación
guarda la legislación laboral guatemalteca, que busca,
por un lado, impedir que las partes puedan
obstaculizar la fase de conciliación dentro del trámite
del proceso colectivo mediante el trámite de la
recusación; y por el otro obstaculizar el conocimiento
del tribunal de arbitraje para evitar que este pueda
dictar la sentencia o laudo arbitral que será el
instrumento que permita concluir el conflicto surgido
y a la vez regular de manera más favorable las
relaciones laborales en el centro de trabajo.

También podría gustarte