Este documento introduce el concepto de etnociencia y su desarrollo en la antropología. La etnociencia se centra en los sistemas de conocimiento propios de cada cultura y cómo clasifican y organizan los fenómenos de su mundo. Inicialmente estuvo ligada al estructuralismo francés, pero luego se enfocó en las reglas gramaticales específicas de cada cultura. Exponentes como Goodenough y Tyler buscaron leyes universales sobre cómo los pueblos organizan fenómenos materiales. La etnociencia estudia la cult
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Este documento introduce el concepto de etnociencia y su desarrollo en la antropología. La etnociencia se centra en los sistemas de conocimiento propios de cada cultura y cómo clasifican y organizan los fenómenos de su mundo. Inicialmente estuvo ligada al estructuralismo francés, pero luego se enfocó en las reglas gramaticales específicas de cada cultura. Exponentes como Goodenough y Tyler buscaron leyes universales sobre cómo los pueblos organizan fenómenos materiales. La etnociencia estudia la cult
Este documento introduce el concepto de etnociencia y su desarrollo en la antropología. La etnociencia se centra en los sistemas de conocimiento propios de cada cultura y cómo clasifican y organizan los fenómenos de su mundo. Inicialmente estuvo ligada al estructuralismo francés, pero luego se enfocó en las reglas gramaticales específicas de cada cultura. Exponentes como Goodenough y Tyler buscaron leyes universales sobre cómo los pueblos organizan fenómenos materiales. La etnociencia estudia la cult
Este documento introduce el concepto de etnociencia y su desarrollo en la antropología. La etnociencia se centra en los sistemas de conocimiento propios de cada cultura y cómo clasifican y organizan los fenómenos de su mundo. Inicialmente estuvo ligada al estructuralismo francés, pero luego se enfocó en las reglas gramaticales específicas de cada cultura. Exponentes como Goodenough y Tyler buscaron leyes universales sobre cómo los pueblos organizan fenómenos materiales. La etnociencia estudia la cult
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Ministerio del Poder Popular para La Salud
Viceministerio de Recursos, Tecnologías y Regulación
Dirección de Línea Etnotecnologías para la Salud
Taller de CONAPLAMED: HAGAMOS DE LA
INTERCULTURALIDAD UNA REALIDAD DE TODOS LOS DÍAS Las Huertas de la mesa- Salón del Sol Moconoque (Mucuchíes - Estado Mérida). 02 de mayo de 2015
Introducción a las ETNOCIENCIAS
Omar González Ñáñez wamudana@gmail.com
1. La etnociencia como un orden de conocimiento del universo
1.1. Desarrollo de la etnociencia
El discurso de la etnociencia aparece en el mundo académico de la
antropología social y cultural a finales de la década de 1970, como una nueva forma de hacer etnografía en donde se priorizan los enfoques emic y etic, términos acuñados en la antropolingüística por Kenneth 1967Pike (1954) en su obra Language in relation to a unified theory of the structure of human behavior (2nd. ed.). The Hague: Mouton. Estos términos han sido traducidos al español como “émico” y “ético”
A la hora de observar una cultura. Lo etico hace referencia al análisis
que hacemos nosotros como investigadores, el punto de vista del investigador – observador y lo emico se refiere al análisis que hacen de su propia cultura los integrantes de los pueblos estudiados, estos aspectos no eran muy tenidos en cuenta en la etnografía tradicional por lo cual fue denominada inicialmente como la “nueva etnografía”, también ha recibido otras denominaciones a través de la historia y en diferentes contextos, tales como “etnosemantica”, por su fuerte componente semántico en la realización de los análisis y de las observaciones de los diferentes fenómenos socioculturales; “etnoconocimiento”, en el sentido del abordaje que se hace a la forma de conocer el mundo que poseen diferentes pueblos en diversas partes del mundo.
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La etnociencia en sus inicios se encuentra fuertemente ligada al
estructuralismo francés con los planteamientos de su principal exponente el antropólogo Claude Levi-Strauss sobre las estructuras de conocimiento y el interés por incluir los modelos fonológicos de la lingüística en estos estudios, mostrando que las estructuras son conceptos que están en la mente humana y que se materializan en la vida de los pueblos a través de un sistema de nominaciones y clasificaciones del mundo, lo cual es llevado a la práctica a través del manejo de los diferentes elementos que conforman el universo. El libro "El Pensamiento Salvaje" de Claude Leví-Strauss (1982), recoge el ejemplo de esta teoría, la cual ha dado origen a términos como sistemas clasificatorios, clasificaciones folk, etnociencia, entre otros.
La gran diferencia que existe entre la antropología estructural y la
etnociencia es que la primera intenta buscar reglas gramaticales que gobiernan o rigen la totalidad de los intercambios sociales y que son válidas para todas las culturas, mientras que la etnociencia busca encontrar las reglas gramaticales que rigen cada cultura en concreto, específicamente haciendo referencia a cada sistema de organización de los diferentes fenómenos dentro de un sistema de conocimiento que obedece a las particularidades de cada una.
Entre los principales exponentes de esta tendencia se encuentran W.
Goodenough (1964) y S. Tyler (1969), en sus trabajos intentan llegar a encontrar leyes universales sobre la forma en que los pueblos organizan sus fenómenos materiales, al respecto encontramos que: "La antropología cognitiva es una orientación teórica nueva - centrada en descubrir como los diferentes pueblos organizan y usan sus culturas" (Tyler, 1960:2). Es decir, "Se asume que cada pueblo tiene un sistema único de clasificación, de percibir y organizar los fenómenos materiales - cosas, eventos, conductas, y emociones- (Goodenough, 1957. En Tyler, 1960:2). Entonces, el objetivo e interés de este estudio son las maneras en que se organizan los fenómenos materiales en la mente de los seres humanos o los pueblos a los que pertenecen, es decir, la forma en que cada cultura percibe, conceptualiza, organiza y le da valor a su universo a partir de los acontecimientos naturales y sociales: La antropología cognitiva basa su análisis sobre los fenómenos materiales que tienen significación para los pueblos humanos los cuales son organizados subjetivamente y de diferentes maneras, estableciéndose diferencias entre los tipos de fenómenos organizados y el valor que se les da a cada uno de ellos, intentando dar cuenta de la manera en que las personas conceptualizan y ponen orden sobre ellos. Los estudios en etnociencia parten de considerar la cultura como un sistema cognitivo – un sistema de ideas y concepciones sobre la vida y sobre el universo.
Inicialmente los intereses de la etnociencia estaban dirigidos hacia
estudios que dieran descripciones exactas de las realidades sociales y culturales estudiadas centrando su atención sobre el descubrimiento de las formas como los individuos pertenecientes a una cultura perciben, ordenan y clasifican el mundo donde viven, pero con el tiempo los intereses y la forma de ver el estudio etnocientifico fue cambiando, aquí entran a tomar importancia las investigaciones de tipo taxonómico, intentando penetrar y describir aspectos de la concepción del mundo de las sociedades estudiadas y como ésta se ve reflejada a través de los sistemas de nomenclatura y clasificación de los elementos que conforman su universo social, cultural y ecológico
En la academia antropológica venezolana, fue el antropólogo
(Universidad Central de Venezuela, 1995) el primero en introducir la discusión sobre el tema de la ETNOINVESTIGACIÓN, en su artículo “Etnoinvestigación: el Conocimiento Científico Indígena a la luz de la diversidad cultural”. Revista Economía y Ciencias Sociales. No. 1:75-89. Revista del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales “Dr. Rodolfo Quintero” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela.Caracas).
Este ensayo fue el trabajo pionero en Venezuela para centrar el
conocimiento indígena dentro de las llamadas Ciencias. Morales, partiendo de un análisis crítico de la obra del antropólogo Lucièn Levy- Brühl (“La Mentalidad Primitiva”, ediciones Península, Argentina, 1978) y reafirmando las posiciones de dos clásicos de la antropología, Franz Boas (1911) y Claude Levi-Strauss (“El Pensamiento Salvaje” Breviarios 173.FCE-México, 1964). Según Boas (citado por Lévi-Strauss (1964:11) “...una de las lenguas que utiliza más palabras abstractas es la lengua chinook (del noroeste de Norteamérica)...”; mientras que Lévi-Strauss “...considera errónea la apreciación de que los indígenas no tienen conceptos abstractos, pensamiento abstracto. Al hablar de la producción cerámica, por ejemplo, llama la atención sobre la sistematicidad de la actividad indígena, que va, desde la escogencia de la arcilla, del desengrasante, del combustible y de la temperatura y tiempo de cocción adecuados, hasta el grado de oxidación eficaz. Todo esto, afirma Lévi- Strauss, sólo se puede explicar si aceptamos que existe entre los indígenas una actitud mental verdaderamente científica” (Morales Págs. 78-79). Según Morales: “Son cada vez más numerosos los investigadores que se dan a la tarea de descubrir la visión científica del indígena del mundo y de la naturaleza y cuyos resultados están recogidos en revistas internacionales calificadas de etnobiología (Etnobotánica, etnozoología, etnofarmacología, etc.), etnohistoria, etnomedicina, antropología, etc. Según dichas investigaciones, la observación del ecosistema se caracteriza por ser detallada, global y participada por todos los miembros de la comunidad. La experimentación es fruto de muchas generaciones y se fundamenta en un conocimiento participado, lo cual asegura su continuidad y eficacia; su gran particularidad es tratar de conocer el objeto dentro de su contexto natural y sin destruirlo para estudiarlo ya que prefiere hacerlo, por ejemplo, sobre plantas y animales interactuantes dentro de la totalidad del ecosistema. Logran así un conocimiento perfecto del medio ambiente, que aunado al hecho de la no explotación sino utilización de los recursos naturales, da como resultado una práctica lógicamente derivada de su teoría” (Pág. 79) Morales, al hablar de práctica científica indígena señala que “Los indígenas, a diferencia de la concepción científica occidental, conciben el mundo como una totalidad integrada, donde las partes no tienen sentido sino en el todo...” (Pág. 79). __________________
La etnociencia enfoca su interés sobre los aspectos de la cultura que
reflejan con mayor claridad la concepción que tienen las sociedades sobre el entorno social y ambiental que los rodea. En este sentido es muy importante para este enfoque conocer y abordar los sistemas clasificatorios que poseen las sociedades y la forma como son incluidos en el lenguaje a través de sistemas terminológicos empleados para designar atributos y características que permitan introducir un tipo de orden al “caos” del mundo, con el objetivo de poder comprender con mayor claridad las funciones de las cosas y los sentidos de su existencia.
De acuerdo con Sturtevant (1964), el prefijo Etno hace referencia a los
sistemas de conocimiento y de cognición propios de una cultura dada, también plantea que es un término adecuado porque incluye la interpretación de conceptos como etnobotánica, etnogeografía, etnoecología, etnomedicina, entre otros. Por ejemplo, la etnobotánica es un concepto especifico que se refiere a las formas como cada cultura organiza los conocimientos que posee sobre el mundo vegetal. El objetivo no es solo agregarle el prefijo etno a las diferentes ramas que conforman la vida, las técnicas, la ciencias y las artes de las sociedades estudiadas, sino otorgarle importancia a las formas propias que tiene cada sociedad de conocer e interpretar los elementos que conforman su mundo.
Existen diversos planteamientos sobre la forma como se debe hacer
trabajo de campo desde la perspectiva etnocientifica, en ellos se resalta la importancia de conocer la tradición oral de las sociedades estudiadas a través de variados métodos, uno de ellos es la entrevista abierta a través de la cual se puede explorar y ahondar sobre los diferentes temas que se quieren tratar, se hace especial énfasis en la profundidad que se debe tener en el análisis del discurso y la importancia que se le debe dar a la interpretación de las significaciones y de las representaciones sociales. En cuanto a el análisis del discurso es necesario tener en cuenta el discurso implícito y el discurso explicito, el primero está basado sobre la realidad que el individuo experimenta y sobre la cual no quiere hablar ni dar a conocer directamente al investigador, para lograr develar este discurso es necesario recurrir a técnicas tales como la narración, el dialogo de saberes entre el investigador y el informante, para tratar que de esta manera éste verbalice sus concepciones y opiniones sobre el fenómeno estudiado; el discurso explicito es aquel que se hace evidente claramente cuando el investigar comienza a indagar sobre algún tema específico, esto es lo que la gente expresa abiertamente sobre ciertos fenómenos que son abordados en el transcurso de la investigación.
Ciencia occidental y Etnociencia
Existen múltiples diferencias entre estos dos conceptos, uno de los
argumentos principales es el reclamo de sistematización por parte de la ciencia de occidente contra la etnociencia, occidente busca sistematizar para conocer cómo funciona cada cosa separada de las demás, obedeciendo a normas y leyes preestablecidas, mientras que la etnociencia basa su carácter en lo holístico, buscando interrelaciones entre los elementos como un gran sistema funcional, pero se ha observado a través de las investigaciones que el conocimiento indígena es sistemático y también obedece a leyes, solo que estas leyes están formuladas para un espacio y un tiempo determinados ya que no se pueden formular leyes generales ni modelos universales para el estudio de las culturas, porque las culturas son dinámicas y cambiantes, en este sentido lo que se puede hacer es determinar tendencias y principios generales para hallar relaciones sobre el comportamiento de las sociedades en momentos y espacios determinados.
Otra gran diferencia es que en occidente la ciencia aparece y surge
como un proceso de secularización, mientras que en el imaginario indígena se mantiene un proceso de conocimiento del mundo ligado muy fuertemente con lo sagrado – cosmovisión, este es un elemento fundamental de la etnociencia como sistema del conocer.
En occidente la ciencia tiene que materializarse, tiene que estar
plasmada a través de la escritura, la ciencia debe ser medible – cuantificable, mientras que para la etnociencia la oralidad es fundamental, pues las comunidades indígenas y afrodescendientes principales grupos a los cuales les es atribuido este tipo de desarrollo epistemológico, tienen una tradición netamente oral, no escrita – cualitativa; por medio de la cual han transmitido sus conocimientos a través del tiempo, el conocimiento indígena está fundamentado sobre la base de la mitología la cual ayuda a explicar, entender y conocer el mundo en el que viven, la cosmovisión como el sistema de creencias, mitos y ritos que están relacionados con el mundo y el lugar de los seres humanos en él, nos muestra un rico entramado de saberes que nos ayudan a comprender y a profundizar en la concepción y la percepción que tienen los pueblos sobre ellos mismos.
Levi-Strauss (1982), pone en evidencia y resalta la importancia de las
creencias como una forma de percibir la realidad, al respecto sugiere que los mitos son una forma de preservar y trasmitir conocimientos sobre el mundo y la naturaleza:
…los mitos y los ritos ofrecen como su valor principal el preservar
hasta nuestra época en forma residual, modos de observación y de reflexión que estuvieron (y siguen estándolo sin duda) exactamente adaptados a conocimientos de un cierto tipo: los que autorizaba la naturaleza, a partir de la organización y de la explotación reflexiva del mundo sensible en cuanto sensible. (Levi- Strauss, 1982: 34,35)
Para la ciencia occidental el mito carece de valor y de rigor para
representar un proceso de conocimiento, y al hacer parte fundamental de la etnociencia ésta pierde estatus frente a las otras formas de conocimiento que se erigen como ciencia, en el único campo del saber que el mito adquiere valor como proceso y fundamentación del conocimiento es en la antropología.
En cuanto a las clasificaciones
En términos generales el objetivo de la etnociencia basa su atención en
la identificación de criterios bajo los cuales las culturas perciben, organizan y clasifican el universo social y natural donde se desarrollan, es importante aquí señalar que bajo el análisis de los sistemas lingüísticos se pueden determinar las formas como los seres humanos ordenan su universo conceptual y los objetos de su realidad. Se plantea que los seres humanos tendemos a clasificar los fenómenos del mundo que nos rodea como una forma de ordenarlos mentalmente.
Existe un planteamiento según el cual los “salvajes” solo nombran a los
elementos que tienen una utilidad práctica en su vida, pero al respecto Levi-Strauss (1982), responde que este planteamiento es falso, que los seres humanos a través de la observación y la experimentación conocen, ordenan y clasifican estos conocimientos y que luego los incluyen en su vida practica: “Se objetará que tal ciencia no puede ser eficaz más que en el plano de lo práctico. Pero, da la casualidad de que su objeto primero no es de orden práctico. Corresponde a exigencias intelectuales antes, o en vez, de satisfacer necesidades” (p, 24).
Este autor también resalta la importancia de la observación y la
experimentación como principios fundamentales del conocimiento y de los sistemas de clasificaciones en medio de un afán por conocer que ha movido a los seres humanos a través de la historia:
...no nos quepa la menor duda de que se requirió una actitud
mental verdaderamente científica, una curiosidad asidua y perpetuamente despierta, un gusto del conocimiento por el conocer, pues una pequeña fracción solamente de las observaciones y de las experiencias (de las que es necesario suponer que estuvieron inspiradas, primero y sobre todo, por la afición al saber) podían dar resultados prácticos e inmediatamente utilizables (Levi-Strauss, 1982: 32).
Se plantea también que toda clasificación es superior al caos, pues en
un paso en la etapa hacia el orden racional, se pueden dar clasificaciones a nivel de las propiedades sensibles (color, olor, sabor, textura, forma) del objeto clasificado y ligarlo o buscarle conexión con las propiedades, aunque no existan efectivamente relaciones entre las cualidades sensibles y las propiedades del objeto, pero esta relación es efectiva, es un principio clasificatorio y en algunos casos funciona cumpliendo su doble objetivo: en los planos inteligible y práctico, “la naturaleza está hecha de tal manera que es más lucrativo, para el pensamiento y para la acción, proceder como si una equivalencia que satisface al sentimiento estético corresponde también a una realidad objetiva” (Levi-Strauss, 1982: 34).
Al ligar caracteres sensibles con propiedades singulares, se da una
generalización que aunque no racionalmente, puede ser que funcione en la práctica, puede ser que de resultados, por ejemplo en el caso de cierto tipo de curaciones para cierto tipo de enfermedades, es decir que en casos determinados es de mayor ayuda al pensamiento y a la clasificación tener en cuenta las relaciones y conexiones, que negarlas totalmente “pues la clasificación, aunque sea heteróclita y arbitraria, salvaguarda la riqueza y la diversidad del inventario: al decidir que hay que tener en cuenta todo, facilita la constitución de una ‘memoria’”(p, 34). El conocimiento del universo surge a partir de la observación y la experimentación de las características sensibles del mundo, estas pueden ser aprehendidas por el ser humano y encuentran su fundamentación teórica y cognitiva a través de los mitos (teórica) y ritos (práctica), esta sería la ciencia de lo concreto.
La etnobotánica como etnociencia
La etnobotánica como una construcción interdisciplinaria se encuentra
situada entre dos disciplinas científicas: la botánica y la antropología, y por otro lado basada sobre el conocimiento tradicional de las comunidades que aportan sus experiencias para el análisis académico.
Podríamos definir a la etnobotánica como: “el campo científico que
estudia las interrelaciones que se establecen entre el hombre y las plantas, a través del tiempo y en diferentes ambientes” y que “las interrelaciones hombre – planta... están determinadas por dos factores: a) el medio (condiciones ecológicas) y b) por la cultura.” (Hernández-X, 1983:13). En este sentido vemos como el etnobotánico se mueve entre una ciencia natural y una ciencia social, es importante plantear la necesidad de incluir lo sagrado en los estudios de este tipo, ya que intentamos hacer etnobotánica y no la suma de dos factores: etno + botánica, buscando resaltar las relaciones existentes entre los dos elementos viéndolos de una manera integral, holística y no separadamente como se ha hecho en la mayoría de los estudios clásicos en esta disciplina, en donde se han realizado colecciones botánicas y recopilaciones de nombres vernáculos y usos de plantas en contextos étnicos.
El objetivo de la etnobotánica en el plano de las etnociencias es dar
cuenta de un sistema de conocimiento existente de cómo las sociedades conocen, ordenan y clasifican el medio ambiente en el que viven y muy específicamente el universo vegetal que los rodea, para esto es necesario tener en cuenta todo el sistema de relaciones simbólicas, culturales, sociales, políticas, históricas que se unen para dar forma al conjunto del escenario de uso y manejo de plantas por determinado grupo social, en este sentido la etnobotánica tiene que verse como una disciplina integradora de todos los elementos que conforman el contexto social ligado al conocimiento, uso y manejo de las plantas.
La etnobotánica como disciplina explicativa tiene que apoyarse en áreas
como la historia, la política, la economía, entre otras, para poder cumplir con su objetivo: develar y dar pistas para conocer la forma como las diversas sociedades conocen y perciben las plantas -ya sean indígenas, afrodescendientes, campesinas, urbanas, etc. Otros antecedentes de la Etnociencia en Venezuela
En nuestra opinión y conscientes que no es fácil hablar de los
precursores de cualquier disciplina o área del conocimiento, especialmente cuando tomamos muy en cuenta los conocimientos indígenas y campesinos o rurales; así, por ejemplo, pioneros como Marc de Civrieux (1974), Francisco Tamayo (1993) Morales F. (1995) entre otros.
Podríamos tentativamente señalar que entre las primeras
investigaciones realizadas por no indígenas, acerca de las ciencias indígenas y las campesinas, es decir, sobre las etnociencias de esos pueblos, incluimos a los siguientes autores
González Ñáñez, Omar
1980 Mitología Guarequena. Monte Ávila editores.
Es un ensayo que explora la cosmovisión, la etnovisión, la
mitología y la etnohistoria de la sociedad Guarequena desde su propia perspectiva. Los WAREKENA son indígenas de filiación lingüística Maipure-Arawakos habitantes del río Guainía en la frontera colombo-venezolana. La aldea principal donde se realizó la investigación durante los años ´70 fue la de “Guzmán Blanco”, situada a escasos 20 minutos a motor de la población de Maroa, Municipio Autónomo Guainía del Estado Amazonas. El ensayo, siguiendo los planteamientos de Mircea Eliade (1972) concluye que esta sociedad configura una tipología no occidental cuya visión de la historia es circular y no lineal. Esta característica es comprobada especialmente en el mundo chamánico warekena aun cuando existe en casi todos los órdenes de su mundo de vida tradicional. González (pág. ), en el análisis de los mitos de esta sociedad, más concretamente, en sus mito-lógicas explica que está contenida parte del conocimiento de sobre su sociedad y el universo. El estudio da un perfil de cómo los warekena categorizan su mundo y el de los criollos ya que es una sociedad bastante intervenida por la cultura dominante o criolla, es pues el mundo de vida de los warekena tradicionales. López del Pozo, Egleé 1994 “Etnobotánica de los Páramos de Venezuela” Boletín Arqueológico de Quibor. Homenaje a Erika Wagner, Edición Especial. Quibor. FUNDALARA.
En este trabajo la autora se basa más en los enfoques que tienen
que ver directamente con las categorías cognitivas de clasificación desarrolladas por los parameros de la misma región donde ella había llevado adelante trabajo de campo, es decir, en las Sierras Norte y Sur entre 1997 y 1988. al distinguir tres órdenes clasificatorios que dan los parameros merideños a las especies parameras: morfológicas, contextuales y utilitarias, introduce una noción siguiendo al etnólogo Emilio Fuentes, quien trabajó entre los Yanomami (Revista Antropológica No. 54:35-45 Fundación La Salle, Caracas, 1980) la cual es la de etnobotanicidad que “...alude a las relaciones funcionales entre los mundos vegetales y humanos, integrando en la funcionalidad nociones y conceptos asociados a creencias culturales (mágicas, rituales) no estrictamente relacionadas a la subsistencia o reproducción de las condiciones materiales diarias” (Pozo, Pág. 72). Pozo también utiliza esta vez una importante bibliografía y metodologías etnosemánticas (Berlin Brent, 1976; Paul Kay, 1971) que—como citamos anteriormentefueron pioneras en este género de estudios. Pozo señala que “La productividad dada por la interacción de conocimiento en las tres áreas de ordenamiento posibilita a los parameros añadir juicios y criterios de agrupamiento en la enciclopedia Cognitiva de la experiencia factual (extrínseca a la lógica). Los parameros poseen un conocimiento nuclear estructural acerca de las plantas de su ambiente. El juicio clasificatorio del perceptor individual varía según su experiencia con el dominio botánico” (Págs. 83-84). Ahora bien, ¿Por qué Pozo, sin explicarlo califica a la enciclopedia COGNITIVA factual como”extrínseca a la lógica”?... por el contrario, lo que hay que entender es que esa es la lógica del paramero. Sin incluir a una pléyade de autores, queda por considerar e incluir las concepciones de los Pueblos por Indígenas y Campesinos sobre sus propios saberes ancestrales. Quizá debí comenzar por esta parte, pero resulta obvio que nuestro pensamiento sigue atrapado por la Colonialidad, sin embargo prefiero que sean ellos mismos los que se ocupen de enseñarnos lo que sea permitido conocer, de sus saberes ancestrales. Considero a este respecto que a la pionera Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a su “Cruzado”, el Comandante Hugo Chávez Frías, ellos están parcialmente visibilizados, para que sean sus propios narradores etnocientíficos. Nosotros solo cumplimos una etapa de ese proceso.
BIBLIOGRAFIA
Bonfil Batalla, Guillermo
1989 “La Teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos” Revista Arinsana. N° 10:5-36. Caracas. Civrieux, Marc de (1974): El hombre silvestre ante la naturaleza; Monte Ávila Editores; Colección Científica (Caracas, Venezuela)
González Ñáñez, Omar. 1980. Mitología Guarequena. Monte Ávila
Editores. (ver Lévi-Strauss, Claude 1982 “La ciencia de lo concreto”, en El pensamiento salvaje, México, Fondo de Cultura Económica, pp. 11- 59.) Hernández-X, E. (1976). El concepto de Etnobotánica. Simposio de Etnobotánica en México. INAH. México D.F Hernández-X, E. ( 1987/2001) Exploración etnobotánica y su metodología. Universidad Autónoma de Chapingo, México. Levi-Strauss, Claude. 1982. El pensamiento salvaje. Fondo de cultura económica. México. López del Pozo, Eglee, 1994 “Etnobotánica de los Páramos de Venezuela” Boletín Arqueológico de Quibor. Homenaje a Erika Wagner, Edición Especial. Quibor. FUNDALARA.
Sturtevant, William. 1964. “Estudios en etnociencia”. Tomado de Studies
in ethnoscience. American Anthropologist. 66(2). Traducción de Olga Ma. Hurtado. Tamayo, Francisco, 1933 El hombre frente a la naturaleza. Caracas: Monte Ávila, 1993;