Escrito de Informe Tributario

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SNAT-GGSJ-GR-DRJAT-2016-

Ciudadana:
JUEZ SUPERIOR PRIMERO DE LO CONTENCIOSO TRIBUTARIO
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA
DE CARACAS.
Su Despacho.-

Yo, xxxxx, venezolano, mayor de edad, domiciliado en Caracas, titular de la cédula de


identidad No. V.- xxxxxx, abogado inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado
bajo el N° xxxxxx, actuando con el carácter de representante judicial de xxxxxxxxx, tal
como se evidencia en Instrumento Poder debidamente autenticado por ante la Notaría
xxxxxxx Libros de Autenticaciones llevados por esa Notaría, que consigno en copia simple
marcada con la letra “A”; siendo la oportunidad procesal para que tenga lugar el acto de
informes en el juicio que cursa bajo el expediente N° xxxxxxxxxxx, contentivo del recurso
contencioso tributario interpuesto por el representante legal de la Sociedad Mercantil
xxxxxxxxxxxx, inscrita bajo el R.I.F. Nro. xxxxxxxxxxxxx, contra la Resolución de
Imposición de Sanción Nº xxxxxxxxxx, de fecha xxxxxxxxxxxx, notificada en fecha
xxxxxxxxx, y la Resolución de Jerárquico Nº xxxxxxxxxx de fecha xxxxxxxxxxx,
notificada en fecha xxxxxxxxxx, ambas emanada de la Gerencia Regional de Tributos
Internos de la Región xxxxxxxxxxxxx del Servicio Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (en lo sucesivo SENIAT). Para tales efectos de inmediato procedo a
exponer las respectivas conclusiones escritas.
I
FUNDAMENTOS DEL ACTO RECURRIDO

El Acto Administrativo impugnado, fue iniciado por el procedimiento de verificación


practicado a la contribuyente en materia de Impuesto al Valor Agregado, mediante el cual
fueron efectuados ajustes u objeciones para el período fiscal comprendido entre el 01 de
noviembre al 30 de noviembre de 2006; por el incumplimiento de los deberes formales por
parte de la contribuyente por contravenir con los requisitos establecidos en el artículo 56 de
la Ley de Impuesto al Valor Agregado, y los artículos 70, 72, 75, 76, 77 y 78 de su
Reglamento, toda vez que la contribuyente presentó Libros de Compras y de Ventas que no
cumplen con los requisitos del Impuesto al Valor Agregado.

Con referencia a lo anterior, la Gerencia Regional de Tributos Internos de la Región


xxxxxxx, procedió a imponer la sanción establecida en el artículo 102 numeral 2, Segundo
Aparte del Código Orgánico Tributario de 2001, por la cantidad de 75,00 Unidades
Tributarias, expidiendo planilla de liquidación Nº xxxxxxxxx de fecha xxxxxxxxxx por la
cantidad de Bs. 2.822,40.
Ahora bien, mediante la Resolución Nº xxxxxxxxxx, la Gerencia Regional de Tributos
Internos de la Región xxxxxxxxxxxxx, declaró SIN LUGAR el Recurso Jerárquico
interpuesto por la contribuyente, y confirmó la planilla Nro. xxxxxxxxxx de fecha
xxxxxxxxx, por el monto de Bs.F. 2.822,40; por concepto de multa y emitió nueva planilla
por la diferencia en los términos expresados en esa decisión que deberán ser pagadas en
una oficina receptora de fondos nacionales, de la siguiente manera:

Dife re nc ia d e m ulta
Multa c o n Va lo r To ta l m ulta e n
Inc um p lim ie nto Multa ( U.T.) p la nilla a e m e tir
a nte rio r d e U.T. Bs.F
( Bs.F.)
No lle v a lo s Lib ro s d e
C o m p ra s y d e Ve n t a s 7 5 U.T. ( Art . 1 0 2
2 .8 2 2 ,4 0 3 .4 5 0 ,0 0 -6 2 7 ,6
d e l Im p u e st o a l Va lo r d e l C .O .T.)
Ag re g a d o , n o c u m p le n

II
ARGUMENTOS DE LA RECURRENTE

Para tratar de desvirtuar los fundamentos de los actos administrativos dictados por la
Administración Tributaria, el representante de la contribuyente expuso en el escrito del
recurso contencioso tributario que le fue violado a la compañía el derecho a la defensa
previsto en el numeral 1 del artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y también el artículo 25 eiusdem.

Asimismo, manifiesta que el acto recurrido adolece del vicio de falso supuesto, porque su
representada no infringió lo consagrado en el artículo 56 de la Ley de Impuesto al Valor
Agregado aplicable y tampoco los artículos 70, 72, 75, 76, 77 y 78 de su Reglamento.

III
OPINIÓN DE LA REPÚBLICA

Luego de analizados tanto el escrito del recurso contencioso tributario, como los actos
administrativos recurridos, esta representación de la República de inmediato expone su
opinión, en los siguientes términos:

PUNTO PREVIO

DE LA EXTINCIÓN DEL PROCESO


POR PÉRDIDA DEL INTERÉS DEL RECURRENTE

Es importante destacar en esta oportunidad procesal, que la recurrente luego de haber


consignado su escrito recursivo, prácticamente lo abandonó perdiendo su interés en
continuar con dicha acción, por las razones siguientes:

La contribuyente xxxxxxxxxx, posteriormente haber consignado su recurso en fecha


xxxxxxxx; por ante la Oficina de donde emanó el acto recurrido, quedó debidamente
notificada del Auto de Entrada al Tribunal, según la boleta de Notificación consignada al
expediente, en fecha xxxxxxxx

2
Esta circunstancia de abandono fue advertida por ese Juzgado, en una primera oportunidad,
por auto dictado en fecha xxxxxxx, mediante el cual se instó a la representación judicial de
la recurrente, quien ya se encontraba a derecho, a consignar copias simples del escrito
recursivo y sus anexos, con el objeto de elaborar la compulsa respectiva que se remitiría a
la Procuraduría General de la República, anexa al Oficio que se acordó librar en dicho auto.

Así mismo, el a quo en fecha xxxxxx; emitió Sentencia Interlocutoria Nº xxxx/2015, a


través de la cual el Tribunal ordenó la notificación de la contribuyente para que expusiera
en un plazo de treinta (30) días continuos, contados a partir de su notificación y de la
constancia en autos de haberse practicado la misma, su interés en este proceso;
estableciendo el Juzgado de la causa en ese auto, que una vez transcurrido dicho lapso sin
que la parte manifieste su interés de continuar la presente causa, el Tribunal declarará
extinguida de pleno derecho la acción por pérdida sobrevenida del interés procesal.

El Tribunal ordenó librar Comisión a los fines de practicar la Notificación de la


contribuyente, dirigida al Juzgado de Municipio Ordinario y Ejecutor de Medidas de los
Municipios Juan Germán Roscio y Ortíz de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico,
en fecha xxxxxx, siendo devuelta en fecha xxxxxx y agregada en el expediente en fecha
xxxxxxx.

Se observa, que a partir del día xxxxx, fecha en la que fue consignada al expediente la
boleta debidamente recibida por el representante legal de la recurrente hasta el día de hoy
inclusive, ha transcurrido un lapso superior a cinco (5) meses, sin que la recurrente haya
intervenido y manifestado su interés en el referido asunto, lo que evidencia una falta de
interés en continuar con el proceso.

En este sentido, es importante señalar el criterio sostenido por nuestro máximo Tribunal de
la República, en Sentencia Nro. 00193, dictada en fecha 04 de marzo de 2015, en el
expediente Nro. 2012-1751, en la cual ha establecido:

“(…) Ante esta circunstancia, considera esta Sala necesario referirse a su


decisión N° 00075 del 23 de enero de 2003, en la cual se estableció que
cuando el justiciable estime que sus derechos se encuentran insatisfechos,
puede acudir a los órganos jurisdiccionales para solicitar la tutela judicial
a su pretensión esto es, cuando tenga interés procesal para accionar a fin
satisfacer la pretensión demandada. Se trata del denominado derecho de
acción procesal, previsto y garantizado expresamente en el artículo 26 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por otra parte, la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal (decisión


N° 416 del 28 de abril de 2009) dejó sentado que el derecho de acceso a
los órganos de administración de justicia, se cumple mediante
la acción cuyo ejercicio se concreta en la proposición de la demanda y la
realización de los actos necesarios para el debido impulso del proceso. El
requisito del interés procesal como elemento de la acción deviene de la
esfera del derecho individual del solicitante, que le permite elevar el
conocimiento de la infracción constitucional o legal ante los órganos de
administración de justicia. No es una abstracción para el particular que lo
invoca, mientras que puede ser una abstracción para el resto de la

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colectividad. Tal presupuesto se entiende como requisito de un acto
procesal cuya ausencia imposibilita el examen de la pretensión.

Igualmente, destacó la Sala Constitucional que el interés procesal surge


así de la necesidad que tiene una persona, por una circunstancia o
situación real en la que se encuentra, de acudir a la vía judicial para que
se le reconozca un derecho y se le evite un daño injusto, personal o
colectivo y que ha de manifestarse en la demanda o solicitud y
mantenerse a lo largo del proceso. De allí que la pérdida del interés
procesal se traduce en el decaimiento y extinción de la acción. Como
requisito que es de la acción, ante la constatación de la falta de interés, la
pérdida del interés procesal puede ser declarada de oficio, pues no hay
razón para que se movilice el órgano jurisdiccional si la acción no existe.

Conforme a los criterios jurisprudenciales señalados, la pérdida de interés


debe ser declarada por el órgano jurisdiccional cuando la inactividad
procesal se produzca antes de la admisión o después de que la causa entre
en estado de sentencia; mientras que la perención de la instancia se
produce cuando la paralización se verifica entre la admisión y hasta la
oportunidad en que se dice “Vistos” y comienza el lapso para pronunciar
la sentencia de mérito.

En el caso de autos, de la revisión del expediente se observa que la causa


aún no ha sido admitida y la parte accionante actuó por última vez el 26
de abril de 2005, habiendo transcurrido más de ocho (8) años.

En consecuencia, dado que en el caso bajo análisis la Sala aprecia que en


fecha 19 de junio de 2014 se dejó constancia de que la parte actora fue
notificada a los fines de que manifestase su interés en la continuación del
proceso, y habiendo fenecido el lapso otorgado para la comparecencia de
la misma sin que ésta hubiese acudido ante esta instancia jurisdiccional,
conforme a los criterios jurisprudenciales aludidos, se procede a declarar
extinguida la acción por pérdida del interés. Así se decide.”.

De los hechos y fundamentos narrados, así como de la sentencia transcrita, se observa que
es clara y perfectamente procedente la Extinción de la Acción por Pérdida del Interés
Procesal de la Recurrente en el presente asunto, la cual puede ser declarada, inclusive de
oficio por el órgano jurisdiccional. Y así formalmente se solicita al Tribunal sea
declarado.

Ahora bien, en el supuesto negado que no sea aceptada la tesis anterior expuesta, en cuanto
al fondo del asunto debatido en el presente caso, los funcionarios adscritos a la Gerencia
Regional de Tributos Internos de la Región xxxxxxx del SENIAT, que practicaron la
verificación fiscal a la contribuyente pudieron constatar la infracción del deber formal
contenido en los artículos 56 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado y 70, 72, 75, 76, 77
y 78 del Reglamento del Impuesto al Valor Agregado, descrito al inicio del presente escrito.

En efecto, el artículo 56 antes nombrado dispone que los contribuyentes deben llevar los
libros, registros y archivos adicionales que sean necesarios para el control del cumplimiento
de las disposiciones legales y reglamentarias; mientras que el artículo 70 reglamentario,
prescribe que los contribuyentes deben llevar, además de los libros que exige el Código de
Comercio, un Libro de Compras y otro de Ventas, los cuales tienen que reunir ciertas
condiciones y formalidades, entre ellas, la de registrar cronológicamente y sin atrasos las
informaciones relativas a sus operaciones en el mercado interno, importaciones,
exportaciones, etc.

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Por su parte, en el artículo 76 del Reglamento de la Ley de Impuesto al Valor Agregado se
establecen expresamente los requisitos que deben ser registrados cronológicamente y sin
atrasos en el Libro de Ventas, entre los cuales están:
a) Fecha y número de la factura o documentos equivalentes, nota de débito o crédito, guía y
declaración de aduanas en caso de exportación.

b) Nombre y apellido o razón social del vendedor o comprador de los bienes o prestador de
servicios.

c) Número del RIF del vendedor o comprador o de quien preste o reciba los servicios.

Así las cosas, se desprende del contenido de la norma la obligación de registrar en orden
cronológico y sin atraso las operaciones realizadas con contribuyentes del tributo de marras
o no contribuyentes, detallando una a una cada factura, en orden correlativo, consecutivo y
único por cada establecimiento que posea.

En ese mismo sentido, el artículo 77 eiusdem, dispone que los contribuyentes deben
registrar cronológicamente y sin atrasos en el Libro de Ventas las operaciones realizadas a
los no contribuyentes, detallando por cada día dichas operaciones con la primera y la última
factura emitida, manteniendo la numeración correlativa, consecutiva y única por cada
establecimiento que posea.

Y el artículo 78 Reglamentario, también señalado por la actuación fiscal como infringido


por la recurrente, prevé la forma como deben registrarse las operaciones de ventas o
prestaciones de servicio cuando el sujeto pasivo realiza operaciones con ambas categorías
de sujetos, es decir, con contribuyentes y no contribuyentes, exigiendo que se contabilicen
en el Libro de Ventas en forma separada, de acuerdo con los requisitos correspondientes a
cada documento, especificados en los artículos 76 y 77 del Reglamento.

En ese sentido, resulta evidente que la intención del reglamentista fue la de resaltar la
distinción existente entre el registro de las operaciones con ambas categorías de sujetos,
impidiendo así que sean efectuadas en un solo registro.

Realizadas las anteriores consideraciones acerca de las infracciones cometidas por la


contribuyente, es pertinente destacar que con ellas se configuró el ilícito formal relacionado
con el deber de llevar libros y registros especiales contables sin cumplir con las
formalidades y condiciones establecidas en las normas correspondientes, previsto en el
numeral 2 del artículo 102 del Código Orgánico Tributario de 2001, sancionado conforme a
lo dispuesto en el segundo aparte de ese mismo artículo 102 eiusdem.

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Sobre la infracción de este tipo de deberes, se ha dicho que es -en esencia- una
contravención por omisión de disposiciones administrativas tributarias y se derivan de la
relación jurídico-tributaria, la cual, como vínculo complejo que es, comprende además de la
obligación material o sustancial de satisfacer la exacción o prestación patrimonial por
disposición normativa formal, el cumplimiento de obligaciones accesorias o secundarias
establecidas en las leyes, reglamentos o resoluciones de la Administración Tributaria.

Estas obligaciones se establecen con la finalidad de facilitar la determinación y percepción


de los tributos previstos en las normas sustantivas y también las actividades de fiscalización
y control de los contribuyentes asignadas a la Administración Tributaria. Pueden
presentarse de diferentes maneras, de acuerdo con el tipo de tributo de que se trate, pero,
generalmente, se resumen en obligaciones de hacer o de no hacer.

Así, tales obligaciones tienen un carácter instrumental o adjetivo y su incumplimiento


constituye por ende “una infracción de tipo objetivo cuya configuración no exige la
investigación del elemento intencional”.1

Esto significa, como ya se señaló, que el incumplimiento de estos deberes constituye una
omisión de disposiciones administrativas tributarias, cuya materialización no admite ningún
elemento de valorización subjetiva cuando tales ilícitos se configuran y son constatados por
la Administración, surgiendo por efecto del acto omisivo, la inmediata consecuencia
desfavorable para la contribuyente, como lo es la sanción de carácter patrimonial o multa.

En el presente caso, como ya señalamos, esa sanción es la contemplada en el segundo


aparte del artículo 102 del Código Orgánico Tributario de 2001, esto es, multa de
veinticinco unidades tributarias (25 U.T.), pero en el supuesto bajo análisis fue aplicada por
el monto de cien unidades tributarias (100 U.T.), pues era la cuarta vez que la compañía
verificada incurría en esa infracción.

Ahora bien, de la lectura detallada del recurso se puede advertir que la contribuyente no
desarrolla sus alegatos de indefensión y falso supuesto, pues solo se limita a enunciarlos y a
manifestar que anexa a su recurso los Libros de Compras y de Ventas del período
investigado, los cuales fueron producidos en copia simple y son, esencialmente,
instrumentos privados sin fuerza probatoria que no desvirtúan los fundamentos del acto
administrativo recurrido y que no fueron apreciados por la Administración Tributaria al
momento de dictar la decisión del recurso jerárquico, pues no se promovieron durante el
lapso correspondiente.

Igualmente, nos permitimos hacer valer la presunción de legalidad, veracidad y legitimidad


que ampara al acto administrativo recurrido, el cual es plenamente válido y está ajustado a

1
GIULIANI FONROUGE, CARLOS. DERECHO FINANCIERO. Volumen II, 4ta. Edición. Edic. Depalma, p. 773.

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derecho, pues para su emisión la Administración Tributaria actuó de conformidad con la
competencia legal que ostenta para la realización de este tipo de procedimientos.

Justamente, el numeral 2 del artículo 121 del Código Orgánico Tributario de 2001,
establece entre las funciones de la Administración Tributaria la aplicación de las leyes
tributarias y la ejecución de los procedimientos de verificación, fiscalización y
determinación de la obligación tributaria.

Por su parte, el primer aparte del artículo 172 eiusdem, permite a la Administración
Tributaria verificar el cumplimiento de los deberes formales previstos en dicho Código y
demás disposiciones de carácter tributario e imponer las sanciones a que haya lugar en los
casos de imposición de sanciones por incumplimiento de deberes formales, como sucedió
en este caso. De allí que la actuación administrativa está plenamente ajustada a derecho.

Si lo dicho anteriormente no fuese suficiente, debemos insistir en que la contribuyente no


explicó ni siquiera sucintamente sus alegatos y tampoco produjo pruebas idóneas que le
permitiesen enervar la presunción de legitimidad de que goza el acto administrativo. En ese
sentido, cabe recordar que recae sobre ella la carga probatoria para demostrar los
argumentos que invoca en su defensa y ha debido consignar las probanzas suficientes
contra los hechos asentados en los actos administrativos emitidos, lo cual no hizo, por lo
que se mantuvo inalterada la presunción de legitimidad antes mencionada ante su ineficaz
actividad probatoria.

Por tanto, estima esta representación de la República que deben ser desestimados los
argumentos expuestos en el recurso contencioso tributario por carecer de fundamentos y así
pedimos respetuosamente que sea declarado.

IV
PETITORIO

Por último, para el supuesto negado de que el presente caso sea declarado con lugar,
solicito se exima de las costas procesales a la República, no sólo por haber tenido motivos
racionales suficientes en sus planteamientos como ha quedado demostrado a lo largo del
presente escrito, sino también en aplicación del criterio sentado por la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, a través de la sentencia N° 1238 de fecha 30 de
septiembre de 2009 (caso Julián Isaías Rodríguez), en la cual se puede leer textualmente lo
siguiente:

“Según este criterio, el privilegio procesal de la República que le exime


de ser condenada en costas procesales cuando resulta vencida en juicio
está plenamente justificado por los objetivos que constitucionalmente
se le han asignado, lo cual resulta coherente y proporcional con los
fines perseguidos que han sido delimitados en cada una de las leyes
que lo establece, situación que no varía en materia penal, donde la

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acción está atribuida al Estado a través del Ministerio Público, según
lo previsto en los artículos 285 de la Carta Magna y 11 del Código
Orgánico Procesal Penal.

En virtud de los criterios jurisprudenciales expuestos, esta Sala


considera que el enunciado normativo de prohibición de condenatoria
en costas a la República encuentra una justificación constitucional por
lo que debe prevalecer como privilegio procesal cuando ésta resulta
vencida en los juicios en los que haya sido parte por intermedio de
cualquiera de sus órganos, incluso en aquellos de carácter penal en
todos los supuestos previstos en el artículo 268 del Código Orgánico
Procesal Penal…”.

Criterio adoptado por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en
la sentencia N° 00113 de fecha 03 de febrero de 2010, Caso: CITIBANK, C.A., (cuyo
criterio ha sido reiterado en múltiples decisiones posteriores), en la que se señaló lo
siguiente:

“No obstante lo anterior, debe la Sala pronunciarse respecto a la


condenatoria en costas proferida por el a quo contra el Fisco Nacional,
para lo cual resulta pertinente hacer referencia al criterio sostenido
por la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal en la reciente
sentencia N° 1238 del 30 de septiembre de 2009, caso: Julián Isaías
Rodríguez Díaz, el cual es del tenor siguiente:

Con base en lo expuesto, se concluye que las disposiciones que


contienen los artículos 10 de la Ley Orgánica de la Hacienda Pública
Nacional, 76 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, anteriormente 47, y en la última frase del 287 del Código de
Procedimiento Civil, que establecen la prohibición de condena en
costas contra la República, no son contrarias a la Constitución, en
consecuencia, debe declararse sin lugar la pretensión de nulidad de las
referidas disposiciones normativas. Así se declara.’(Subrayado de este
fallo).

Según este criterio, el privilegio procesal de la República que le exime


de ser condenada en costas procesales cuando resulta vencida en juicio
está plenamente justificado por los objetivos que constitucionalmente
se le han asignado, lo cual resulta coherente y proporcional con los
fines perseguidos que han sido delimitados en cada una de las leyes
que lo establece, situación que no varía en materia penal, donde la
acción está atribuida al Estado a través del Ministerio Público, según
lo previsto en los artículos 285 de la Carta Magna y  11 del Código
Orgánico Procesal Penal.

En virtud de los criterios jurisprudenciales expuestos, esta Sala


considera que el enunciado normativo de prohibición de condenatoria
en costas a la República encuentra una justificación constitucional
por lo que debe prevalecer como privilegio procesal cuando ésta
resulta vencida en los juicios en los que haya sido parte por
intermedio de cualquiera de sus órganos, incluso en aquellos de
carácter penal en todos los supuestos previstos en el artículo 268 del
Código Orgánico Procesal Penal; y así se decide”. (Destacado de la
Sala)

Conforme al criterio expuesto, se revoca la condenatoria en costas


impuesta al Fisco Nacional. Así se declara.”

8
Por las razones expuestas, solicita esta representación de la República se declare sin lugar
el recurso contencioso tributario interpuesto por el ciudadano xxxxxx, en su carácter de
representante de Empresa xxxxxxxxxx, asistido por el abogado xxxxxxxxxx, contra los
actos administrativos emanados de la Gerencia Regional del Tributos Internos de la Región
xxxxxxx, contenidos en las Decisiones Administrativas ampliamente identificadas en autos.
En Caracas, a la fecha de su presentación.
xxxxxxxxxxx
Abogado
IPSA: xxxxxxx

xxxxxxxxxx, xxxx.
Expediente N° xxxxxxxxxxxxx

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