975-2669-1-SM Analisis de Los Santos Inocentes.
975-2669-1-SM Analisis de Los Santos Inocentes.
975-2669-1-SM Analisis de Los Santos Inocentes.
Resumen
En este ensayo se pretende estudiar las relaciones entre la novela de Miguel Delibes, Los santos inocentes
(1981) y su exitosa adaptación cinematográfica de Mario Camus en 1983. Se verá cómo la calidad de la novela
(la combinación de realismo descarnado y lirismo emotivo) se acomoda perfectamente al lenguaje fílmico,
especialmente gracias a la labor actoral, aunque sin restar por ello originalidad a la película. La crítica del
pasado español y su alcance universal en la novela justifican su adaptación en la joven Democracia, cuyos
objetivos sociales y políticos explican también en parte el refuerzo de diferentes aspectos en la novela y en
la película.
Abstract
This essay intends to study the relationship between Miguel Delibes’ novel, Los santos inocentes (1981) and its
successful film adaptation by Mario Camus in 1983. We will find how the quality of this novel (the combination
of straightforward realism and emotional lyrism) fits perfectly the film language, thanks especially to the work
of the supporting cast, although without taking originality away from the film. The novel’s criticism about the
Spanish past along with its universal meaning explain why it was adapted in the young Democracy, whose social
and political purpose led to strengthen different aspects in the film as well as in the novel.
Key words: Los santos inocentes, social criticism, novel and adaptation.
112 PEDAGÓGICA No. 9 - enero/diciembre de 2008
E
PRAXIS
n la larga lista de adaptaciones cine- verano (1984), etc. En estas leyes se prima el contenido
matográficas para cine y/o televisión sobre la innovación experimental, de tal manera que
de obras relevantes de la literatura se preferirán las adaptaciones literarias que puedan
española, bien por su éxito comer- ser conocidas por el público quien a su vez se sienta
cial o bien por su reconocimiento reconocido en esta tradición
como clásico, no siempre se da una
correspondencia equilibrada entre la calidad de heredada y de calidad2. Aunque hay excepciones,
ambas manifestaciones artísticas. Las razones son como Los santos inocentes, a veces la exaltación
múltiples: falta de consistencia del texto, pérdida de de lo local supuso en la práctica una lacra para su
esta en el guión, capacidad relativa del director o exportación fuera de las fronteras nacionales. Del
diferente perspectiva (e ideología) que la manifiesta mismo modo, aunque se aprovechó para rescatar a
en el texto, etc. En todo caso, para el presente ensayo todos aquellos autores que habían sido (y eran) casi
he decidido comentar la adaptación para el cine de o totalmente obviados en el cine, como era el caso de
Los santos inocentes de Miguel Delibes, esbozada Delibes3, rara vez, como dijimos al comienzo, coin-
por primera vez en los años sesenta (cuando se sitúa cidió la calidad literaria con la cinematográfica. Al
la trama) pero publicada ya en la democracia (1981) fin y al cabo, el mercado y el éxito comercial también
y llevada a la gran pantalla por Mario Camus en imponían sus propias leyes, tendencia que sigue en
1983. Como veremos, tanto la crítica como el propio auge hoy en día con la adaptación de best-sellers como
Delibes reconocen el éxito de la adaptación que supo es el caso de Alatriste de Agustín Díaz Yanes, basado
conservar el espíritu del libro incluso en aquellas en las novelas de Arturo Pérez Reverte.
escenas creadas ex profeso para la película.
Decíamos al comienzo de esta exposición, que el
Tras la muerte de Franco, la transición democrática caso de Los santos inocentes es una de estas rarezas
y la UCD, el PSOE gana las segundas elecciones ge- en las que la excelencia del texto se mantuvo en la
nerales en 1982, asumiendo en el campo cultural la película. Condicionada por los factores que hemos
tarea de reconstruir el pasado nacional desde otras ido enumerando (subvenciones, presión política, etc.),
perspectivas, rechazando o cuestionando la postura Mario Camus consiguió trasladar la universalidad
franquista imperante durante la larga dictadura del mensaje de una trama tan localizada (universa-
(1939-1975) con la intención, además, de redefinir lidad que ya estaba en la novela) al lenguaje fílmico,
la imagen presente y pasada de España para hacerla apoyado en un guión revisado por el propio Delibes,
exportable a nivel internacional donde el país inten- una mirada poética y técnicamente acertada y sobre
taba poco a poco reincorporase (entrada definitiva todo una dirección actoral excelente, que se vio reco-
en la OTAN y en la CEE en 1986)1. La supresión de nocida, esta vez sí, en Europa con la palma de oro en
la censura en 1978 ya había abierto el camino a esta Cannes ex aequo para Alfredo Landa (Paco, el Bajo)
revisión nacional e histórica en el campo cultural que y Francisco Rabal (Azarías). En general, podemos
fue promovida desde las instituciones políticas, con- decir que Mario Camus fue uno de los directores que
tinuando en este sentido la tradición de la dictadura más ayudó a la recuperación y mejora del cine español
con el fin último de educar a la población en la nueva tras la dictadura. La experiencia como adaptador de
realidad política. Didactismo y propaganda ideológica Camus de obras de gran calidad humana y literaria
se dan la mano en la concesión de estas subvenciones por ejemplo La colmena de Cela (1982), Los santos
para cine y televisión: los llamados decreto de los 1300 inocentes de Delibes (1983), La casa de Bernarda
millones de la UCD y la Ley Miró en 1982, de la que se Alba de Lorca (1987) o Fortunata y Jacinta de Galdós
beneficiaría la película que nos ocupa y otras como La (1980), contribuyó a que este cine desarrollara “téc-
colmena (1982), El sur (1983), Las bicicletas son para el nicas expresivas tan exquisitas y convincentes como
Los santos inocentes
113
la de los hermosos textos que los inspiraron; así, el Por tanto, estamos ante lenguajes diferentes (el
contacto privilegiado con una literatura de talento literario y el visual) que convergen en este caso en
aceleró el proceso de mejora de las prácticas artísti- contar una misma historia respetando no sólo su
cas en el cine español de estos últimos veinte años.” temática sino sobre todo, la universalidad de las
(Jaime, 2000, 321). relaciones entre el opresor y el oprimido dentro de
un realismo descarnado narrado de forma lírica y
Antes de describir los logros, las diferencias funda- estilizada, presentes también en el caso fílmico.
mentales y mi opinión respecto a ellas que he obser-
vado entre el libro y la película, considero que no está La técnica narrativa que domina Delibes en Los
de más repetir que estamos ante una de la mejores santos inocentes no es especialmente experimental
adaptaciones del cine español, reconocida como tal ni arriesgada. No obstante, la sencillez aparente es
tanto por el público como por el propio autor, lo que no la idónea para construir unos personajes cercanos
suele ser muy frecuente ya que lo habitual es que unos al lector, los desheredados a los que casi oímos ha-
y/u otros tiendan a considerar la película como inferior blar, no sólo cuando el narrador les cede la palabra
e incluso como una traición al texto. En este caso, Ar- sin avisar, prescindiendo de los guiones con el estilo
bona Abascal (2002, último párr.) afirma que: indirecto, sino sobre todo cuando adopta su lenguaje
y su voz consiguiendo al mismo tiempo manipular la
De entre ellas probablemente su película favorita sea Los presentación de los mismos en una omnisciencia que
santos inocentes de Mario Camus. En palabras de Delibes es profundamente crítica con lo que está narrando:
se adivina la hermandad de dos artes: “de Camus es la
versión de Los santos inocentes. Logró una excelente ... de malos modos, así que ella [Régula], aunque la
película. Creo que acertó a llevar a la imagen ese halo de sorprendieran cambiando las bragas a la Niña Chica,
poesía que pretendía dar a la novela. Yo quise narrar como acudía presurosa a la llamada del claxon, a descorrer el
un poema en prosa y eso lo ha logrado. Su película me cerrojo del portón, sin lavarse las manos siquiera, y, en
parece una obra de arte. [Respecto a la pérdida literaria esos casos, la Señora Marquesa, tan pronto descendía
inevitable en las adaptaciones] Pero puede ganar otros del coche, fruncía la nariz, que era casi tan sensible de
matices. No, en esto no estoy nada de acuerdo. Hay otros olfato como Paco, el Bajo, y decía, esos aseladeros, Ré-
matices de luz, de amaneceres y de atardeceres en Los gula, pon cuidado, es muy desagradable este olor, o algo
santos inocentes, por ejemplo que en el libro no los veo. por el estilo, pero de buenas maneras, sin faltar, y ella, la
Se cambian unos matices por otros matices. Yo parto de Régula, avergonzada, escondía las manos bajo el mandil
la base de que son manifestaciones artísticas diferentes y, sí, Señora, a mandar, para eso estamos, y la Señora
y creo que lo que no va en lágrimas va en suspiros (...) El recorría lentamente el pequeño jardín, los rincones de la
cine me parece un arte y el hecho de que intenten hacer corralada con mirada inquisitiva y, al terminar, subía a la
una obra de arte de una novela mía, me satisface.” 4
Casa Grande, e iba llamando a todos a la Sala del Espejo,
uno por uno, empezando por don Pedro, el Périto, una pasión”, según su conocida definición de la no-
y terminando por Ceferino, el Porquero... (Delibes, vela”. En efecto, los planos cortos de las miradas de
1999, 60-1). Paco, el Bajo o la sonrisa de Azarías, por ejemplo, las
panorámicas de las tierras escenarios y partícipes de
El tema y el tratamiento de esta obra tienen su las cacerías o de la vida en la marca, o la presencia
correspondencia, repetimos, en la adaptación de casi perpetua de los silencios resaltan y transmiten la
Mario Camus. Esta unidad y reconocimiento mutuo pasión desgarradora definitoria de la novela y ahora
depende en gran medida del trabajo en equipo entre también de su película.
Camus y Delibes. Sobre esta estrecha colaboración,
Antoine Jaime comenta que: Delibes divide Los santos inocentes en seis libros,
titulados en este orden, Azarías, Paco el Bajo, La
El éxito no fue fortuito. Delibes en persona retocó milana, El secretario, El accidente y El crimen. La
cuidadosamente el guión, sugiriendo la supresión de relación de Azarías con la milana y de Paco con Iván
añadidos no sólo superfluos sino contrarios a la lógica como secretario son el eje argumental de la obra:
interna de los personajes y a la fluidez del ritmo narra- cuando esta relación, narrada alternativamente en
tivo, reescribiendo las contribuciones de los guionistas la novela, se rompa, Azarías entrará en contacto
para asegurar la unidad de estilo, así como la coherencia con Iván, y se producirán el crimen, el de la mila-
de la estructura global. na y, quizá discutible desde el punto de vista de la
justicia poética, el de Iván. Se trata por tanto de un
Llegó incluso a proponer la idea de poner en pers- desarrollo equilibrado conducente de manera natural
pectivas la historia con la que había escrito su novela, al desenlace trágico.
incluyendo un segundo nivel narrativo, el del relato
evocado desde el recuerdo, como manera de sugerir Esta distribución cambia en la película. En ella, como
que todos estos dramas pertenecen al pasado y que veremos, estamos ante la misma situación, el abuso de
los jóvenes –los hijos de los santos inocentes- están los poderosos y el servilismo, pero se potencia la espe-
integrados en la sociedad moderna (el muchacho ranza, puesta en las nuevas generaciones, en los des-
regresa del servicio militar, la hija trabaja en una cendientes de los inocentes. De este modo, la historia
fábrica). Sobre este sólido lienzo literario, Camus estará narrada desde el futuro, desde los recuerdos de
desplegó sus talentos forjados a lo largo de unos Quirce. Las divisiones serán entonces: Quirce, Nieves,
veinte largometrajes anteriores. Lo que llama la Paco, el Bajo y Azarías. La incorporación destacada de
atención es la precisión y la sencillez de las técnicas los hijos modifica, como veremos, el orden de exposi-
empleadas con respecto a las necesidades expresivas, ción de la historia, aunque el núcleo, lo correspondien-
para mostrar la fuerza y la sensibilidad de la novela. te a Paco, el Bajo y Azarías e Iván se mantendrá igual.
(Jaime, 2000, 156-7) En realidad, los episodios correspondientes a Quirce
y a Nieves corresponden al futuro de estos fuera del
Quizá la razón por la que la adaptación de Mario cortijo y a la ambientación de la novela: la llegada al
Camus conserva el espíritu de la novela de Delibes cortijo, la distribución de funciones, la relación de la
sin renunciar a la originalidad ni verse encorsetada mujer de Pedro con Iván y la comunión del hijo de la
por la obra literaria, es porque cualquier espectador marquesa. De algún modo, ese es el mundo que Quirce
reconoce en ella los pilares básicos de la novela según y Nieves parecen destinados a perpetuar pero que
Delibes y que Sanz Villanueva recuerda en el prólogo rechazan con sus silencios y miradas desprovistas de
a Los santos inocentes (1999, 2): “Miguel Delibes siem- cualquier interés y menos de subordinación5, dando
pre ha defendido un relato tradicional basado en tres paso a continuación al servilismo asumido de Paco
componentes inexcusables, “un hombre, un paisaje y respecto a Iván y el desenlace violento con Azarías,
Los santos inocentes
115
consecuencia extrema de un sistema de relaciones del de Alfredo Landa para transmitir toda la fuerza
que Quirce y Nieves, de forma explícita en la película, emotiva de su personaje con el rostro, con unos
logran escapar. poderosos primeros planos.
La película de Mario Camus comienza con la llegada y, enojada, se iba en busca de la Niña Chica y, sentado
de Quirce6 del servicio militar. Se entrevista con su en el poyo de la puerta, la arrullaba y la decía a cada
hermana, que trabaja en una fábrica, y va a visitar a paso, con voz brumosa, ablandada por la falta de
sus padres, que viven en una choza miserable en medio dientes, milana bonita, milana bonita, hasta que los
del campo. Los recuerdos reaparecen y poco a poco va- dos, casi simultáneamente, se quedaban dormidos
mos conociendo la historia del cortijo, Iván y Azarías. a la solisombra del emparrado, sonriendo como dos
Quirce se marcha a la ciudad a las pocas horas y ni ángeles... (Delibes, 1999, 42)
siquiera se despide de su padre, en un marcado gesto ... y miraba ansiosa, angustiosamente, para la copa
de rechazo por ese tipo de vida. En la ciudad visita a del sauce y la grajilla volvía sus ojos aguanosos a los
su tío Azarías, interno en un psiquiátrico. Cuando sale, lados, descubriendo nuevas perspectivas, y, después,
le acompaña una bandada de pájaros en libertad. Así, giraba la cabeza y se picoteaba el lomo, despiojándose
el núcleo de la novela pertenece a un pasado que las y el Azarías, poniendo en sus palabras toda la unción,
nuevas generaciones quieren olvidar. todo el amor del que era capaz, decía, milana bonita,
milana bonita […] y el Azarías la miraba con los lagri-
Tal marco no existe en la novela. La historia comienza mones colgados de los ojos, como reconveniéndola por
en esta con la vida de Azarías en el cortijo vecino al su actitud, no estaba a gusto conmigo […] el Azarías
de Paco y Régula. Conocemos las costumbres de este repitió fervorosamente, ¡quiá! y, de pronto, sucedió
inocente, las repeticiones, la perezosa, el amor por una lo impreviso, y como si entre el Azarías y la grajilla se
primera milana, que casi no aparece en la película, y hubiera establecido un fluido, el pájaro se encaramó
su devoción por el señorito, la representación de un en la flecha de la veleta y comenzó a graznar alboroza-
mayor señorito Iván. En la película esta vida anterior damente, ¡quíá, quiá, quiá! y en la sombra del sauce se
de Azarías apenas tiene importancia, salvo cuando hizo un silencio expectante y, de improviso, el pájaro se
Paco va a pedir explicaciones a su señorito, porque este lanzó hacia delante, picó, y ante la mirada atónita del
personaje se define por sí sólo en la primera escena, grupo, describió tres amplios círculos sobre la corrala-
cuando está corriendo el cárabo, antes incluso de los da, ciñéndose a las tapias y, finalmente, se posó sobre
títulos de crédito. Esta conducta extraña, irracional el hombro derecho del Azarías y comenzó a picotearle
y al mismo tiempo emotiva (vista la felicidad del insistentemente el cogote blanco como si lo despiojara
corredor), se va poco a poco explicando en los com- y Azarías sonreía, sin moverse, volviendo ligeramente la
portamientos posteriores: cómo intenta ayudar en las cabeza hacia ella y musitando como una plegaria, milana
labores del campo y su amor por la niña chica y una bonita, milana bonita. (Delibes, 2000, 48-9 y 50)
nueva milana. A estos momentos pertenecen algunas
de las escenas más poéticas de la película, incluso En el caso de Azarías, además de los mencionados,
más líricas que las correspondientes en la novela: la podemos destacar otros dos: la indiferencia del an-
imagen de Azarías durmiendo a la sombra del árbol ciano, refugiado en su mundo, ante las verjas del psi-
con la niña chica en brazos, como si se tratara de una quiátrico, y sobre todo, la composición de las escenas
piedad, y la expectación ante el primer vuelo de la de la muerte de la milana y el asesinato de Iván. La
milana, en una alternancia de planos entre el vuelo de alternancia de la cámara entre el rostro de Iván y el de
esta y el paso de la desesperación al agradecimiento en Azarías cuando llega la milana y aterriza compensa la
el rostro de Azarías. En general, la película se beneficia falta de crueldad respecto a dicha escena en la novela
de la maestría de Francisco Rabal, y como veremos, (en ella la milana desciende en picado e Iván prepara
116
PRAXIS PEDAGÓGICA No. 9 - enero/diciembre de 2008
el tiro con una estudiada calma), a lo que le sigue las ... y su cuerpo [el de Iván] penduleó un rato en el vacío
disculpas de Iván (en la novela acompañadas de risas hasta que, al cabo, quedó inmóvil, la barbilla en lo alto del
macabras) y sobre todo, de una cuidada imagen de pecho, los ojos desorbitados, los brazos desmayados a lo
Azarías dando la espalda a la cámara y acunando a la largo del cuerpo, mientras Azarías, arriba, mascaba sali-
milana. A los pocos minutos Azarías, rápidamente en villa y reía bobamente al cielo, a la nada, milana bonita,
la película, ahorca a Iván, y en ambos casos se recu- milana bonita repetía mecánicamente, y, en ese instante,
pera la imagen de ese rostro risueño mirando al cielo. un apretado bando de zuritas batió el aire rasando la copa
La fuerza de esta imagen es muy simbólica en ambos de la encina en que se ocultaba. (Delibes, 1999, 95)
casos, sobre todo en la novela, porque ella, junto a los
pájaros que rozan el árbol, cierra la historia.
Los santos inocentes
117
Aunque en la novela se dice que la la novela, como es el deseo de Nieves de hacer la
familia había vivido ya antes en el primera comunión y cómo es objeto de burla por
cortijo (Delibes, 1999, 22), en la pelí- ello, no se recoge en la película, sí que se refuerzan
cula este dato se ignora y explota en otros con acciones que reflejan de manera aún más
este sentido las esperanzas de los pro- dura el servilismo. Un ejemplo muy destacado es
tagonistas y su evidente mejora con la la llegada de la marquesa al cortijo: cuando está
nueva casa, por ejemplo, mostrando repartiendo limosna por motivo de la comunión
su asombro por la luz eléctrica. Su de su sobrino (que, quizá para compensar al au-
fracaso se verá también escenificado sencia del pasaje sobre Nieves, se extiende en la
en la película con la vuelta a la choza película mostrando la crítica y el decadentismo
de dos personajes abandonados sin de la parafernalia), se incorpora un diálogo entre
merecerlo por sus hijos (la niña chica, ella y sus siervos, comenzando por el porquero,
que había vivido siempre en un cajón del que pregunta por los hijos y por los cerdos sin
semejante a un ataúd, muere, como distinción. Esta hipocresía de cristianismo fariseo
no podía ser otro modo desde el pun- se representa también en la escena del saludo a los
to de vista emotivo-poético cuando mismos trabajadores desde el balcón del cortijo,
desaparecen Azarías y la milana) y hablando en tono paternalista, saludando en soledad
sobre todo por sus patrones, lo que y retirándose andando hacia atrás, gestos propios
es especialmente doloroso en el caso de los dictadores, incluido el recientemente falleci-
de Paco cuya vida estará ya marcada do Franco7. En otra escala social, en la película se
por la cojera. añade una escena en la que Nieves conoce a la mujer
de Pedro, a la que se supone que va a ayudar. Esta
Decíamos que el mensaje propagan- mujer trata a Nieves como si fuera su criada en una
dístico era más explícito en la película cadena de mandato equivalente a la que Pedro ejerce
que en la novela, y aunque la inserción sobre Paco e Iván sobre él mismo, llegando incluso
del futuro de los hijos es la acción más a robarle a su mujer. Se trata en ambos casos de la
destacada, no es la única. No se trata famosa jerarquía que pregona Iván quien, dicho sea
sólo de que situaciones descritas en de paso, apela a una guerra que por edad y posición
la novela, como cuando Paco sigue el social, apenas pudo haber vivido.
rastro de un ave por el suelo como si
fuera un perro ante la mirada compla- los jóvenes, digo, Ministro, no saben ni lo que quieren,
ciente de su amo, o cuando se rompe que en esta bendita paz que disfrutamos les ha resultado
la pierna por segunda vez y sufre el todo demasiado fácil, una guerra les daba yo, tú me dirás,
desprecio de Iván, por no hablar de que nunca han vivido tan bien como hoy, que a nadie
los desgarradores gritos de la niña chica, impacten de le faltan cinco duros en el bolsillo, que es lo que pienso
forma más directa en la pantalla que, quizá, en nuestra yo, que el tener les hace orgullosos [Cuenta que Quirce
imaginación, donde es más breve y es una más en la rechazó su propina] que yo recuerdo que antes, bueno,
recitación continuada de la historia (contrarrestada hace cuatro días, su mismo padre, Paco, digo, gracias,
por otro lado por las repeticiones constantes de acti- señorito Iván, otro respeto, que se diría que hoy a los
tudes o frases caracterizadoras de todos y cada uno jóvenes les molesta aceptar una jerarquía, pero es lo que
de los personajes: milana bonita (Azarías), a mandar yo digo, Ministro, que a lo mejor estoy equivocado, pero
(que) para eso estamos (Régula), maricón (Iván), etc., el que más y el que menos todos tenemos que acatar una
o las risas sádicas de los señoritos ante la ignorancia jerarquía, unos debajo y otros arriba, es ley de vida, ¿no?8
de sus subordinados. Si bien un pasaje tan crítico en (Delibes, 1999, 80)
118
PRAXIS PEDAGÓGICA No. 9 - enero/diciembre de 2008
No obstante, la actitud más despótica de la novela que sabe a Quirce (aunque reconoce la inteligencia
la encarna el señorito Iván, un personaje descrito de su hija), y sobre todo, la llamada de Iván para que
de una forma un tanto maniquea, pero que sin firmen en presencia del embajador francés. De nuevo,
embargo, es fácilmente reconocible. El asesinato una manifestación de hipocresía semejante a la de su
de Iván parece justo no sólo como ley del Talión por madre, la marquesa:
matar por capricho y completamente a propósito a
la milana, sino sobre todo por su comportamiento mira,René, a decir verdad, esta gente era analfabeta en
hacia Paco. Además de las citadas escenas, en la tiempos, pero ahora vas a ver, tú, Paco, agarra el bolígrafo
película se recalca la subordinación afectiva de y escribe tu nombre, haz el favor, pero bien escrito, es-
Paco, perruna, con pequeños gestos de Iván: cómo mérate, (Delibes, 1999, 59)
cuando va de caza Paco debe sujetarse a la puerta
por fuera, cómo cuando regresa a casa con la pierna lo creas o no, René, desde hace años en este país se está
rota debe aproximarse de nuevo a contestar a Iván haciendo todo lo humanamente posible para redimir a
en vez de acercarse éste a Paco, que ya había sido esta gente (Delibes, 1999, 59)
acogido por su familia, o cuando regresa a casa tras
la escapada con la mujer de Pedro e ignora la mirada [Asegura que Régula antes firmaba con el dedo, y le obliga
suplicante de Paco, que ha salido en seguida a reci- a enseñarlo. El embajador mira asombrado cómo está de
birlo. La falta de escrúpulos ante un hombre que le deforme]!ah, bien!, ésta es otra historia, los pulgares de
ha servido toda la vida (en la película se deja a Paco las empleiteras son así, René, gajes del oficio, los dedos se
recordar la infancia de Iván y su afición a la caza deforman de trenzar esparto, ¿comprendes?, es inevitable
como si de otro hijo-padre e incluso dios se tratara), (Delibes, 1999, 60)
es potenciada en la película con estos gestos, aunque
se omite uno que en la novela es aún más ofensivo, la Los santos inocentes de Mario Camus, pese a las di-
intención de Iván de ejercer una especie de derecho ferencias mencionadas y otras muchas que cabrían
de pernada, semejante al de Purita, sobre Nieves (De- en un estudio más extenso, mantienen la universa-
libes, 1999, 80-1). En todo caso, ni siquiera cuando es lidad de los personajes de Delibes y consiguen que
incapaz de cazar nada sin la ayuda de Paco, es capaz la fotografía que retrata a la familia, la posición de
de reconocer su vinculación y cierta dependencia cada miembro en ella y su gesto, pertenezca a todos
con este hombre. Por el contrario, la vinculación los tiempos y lugares del mundo. La tragedia de Los
de Paco con Iván a través de la caza puede que sea santos inocentes, más incluso que en la pureza de
una de las razones que lo alejan de Quirce, quien se Azarías, está contenida en los ojos serviciales de
muestra indiferente a la actividad en la película y en Paco el Bajo o/y Alfredo Landa, que traslada todo
la novela y que en la película rechaza consciente y sin su orgullo, en cuerpo y alma, a engrandecer el de
remordimientos, las presas que su padre caza para él su señorito Iván. No obstante, tanto él como Régula
a su regreso. aspiran a una educación y mejor vida para sus hijos,
en un cuidado equilibrio entre la aceptación de una
Tanto en la película como en la novela se hace referen- subordinación por deber e incluso por afecto aplicada
cia a la supuesta labor educadora de estos amos sobre a sí mismos pero no a los demás, sirva por ejemplo el
sus trabajadores. Aunque en la novela se explica cómo intercambio de miradas entre Régula y Paco cuando
se envió a dos profesores a enseñar a leer y a escribir en don Pedro les pide a su Nieves como criada. Por ese
veranos y a grupos enormes de auténticos analfabetos, motivo, en mi opinión, Los santos inocentes de Camus
este dato se obvia en la película, prefiriéndose desta- bajo la supervisión de Delibes, aciertan al incorporar
car dos escenas: cómo Paco intenta enseñar lo poco el regreso de Quirce a la choza y la relación algo tensa
Los santos inocentes
119
e indiferente con sus padres. Cuántas decepciones y 7 En relación al régimen franquista, las alusiones al hermano muerto de Azarías, el
Ireneo, en la Guerra Civil son omitidas en la película, aunque a cambio la marquesa
cuánta soledad está contenida en la mirada de Alfredo se presenta de la manera descrita y la cámara se posa, en un momento de la
Landa o de Paco el Bajo, cuando ve (y huele) alejarse película, sobre el retrato de Franco encima de la chimenea del salón (Huici, 1999,
78-9).
a su propio hijo entre las brumas de la mañana de 8 Iván sabe que si bien él está en la cúspide en la relación de poder en su cortijo,
una nueva España que, desagradecida, también ha para ser alguien fuera de él necesita ganarse la aprobación de sus superiores,
representados en este caso en la figura del Ministro.
prescindido de él.
Bibliografía
NOTAS
1 Un ejemplo es Bodas de sangre de Saura, basado en la obra de Lorca, en el que se Fuentes primarias.
intentó reinventar un flamenco alejado de la España cañí franquista para darle un DELIBES, Miguel, Los santos inocentes. Madrid: Bibliotex S.L,
prestigio internacional. 1999.
2 Un caso de esta primacía de la crítica reflexiva sobre la estética fue la adaptación
CAMUS, Mario (director), Los santos inocentes. Madrid: Suevia
de Ricardo Franco de La familia de Pascual Duarte, de Cela (novela 1942, película
1976). Films, 1984. DVD.
3 Delibes es uno de los autores más adaptados en la Democracia: El camino de Ana
Mariscal (novela 1950, película 1962); Retrato de familia de Antonio Jiménez Fuentes secundarias.
Rico (Mi idolatrado hijo Sisí, 1953, película, 1976); La guerra de papá de Antonio Arbona Abascal, Guadalupe (2002), “Delibes y el cine, una
Mercero (El príncipe destronado, 1973; película, 1977); Los santos inocentes de
aproximación sin polémicas”, Espéculo. Revista de Estudios
Mario Camus (novela 1981, película 1983); El disputado voto del señor Cayo de
Antonio Jiménez Rico (novela 1978, película 1986); El tesoro de Antonio Mercero Literarios, Madrid: UCM. En línea: http://www.ucm.es/info/
(1988, novela y película); La sombra del ciprés es alargada de Luis Alcoriza (novela especulo/delibes/cine.html
1947, película 1990); Las ratas de Antonio Jiménez Rico (novela 1962, película CAPARRÓS LERA, J. M., El cine español de la democracia:
1997), Una pareja perfecta de Francisco Betriu (Diario de un jubilado, 1995, película De la muerte de Franco al “cambio” socialista (1975-1989).
1998). A estas adaptaciones cabrían sumarle diversos trabajos para televisión,
Barcelona: Anthropos, 1992.
adaptaciones para el teatro (por ejemplo, Cinco horas con Mario protagonizada por
Lola Herrera, obra de 1994, representación citada de 2004), etc. GARCÍA DOMÍNGUEZ, Ramón, Miguel Delibes: La imagen escrita.
4 Cita desde: DELIBES, Miguel, Pegar la hebra. Madrid: Destino, 1990 Valladolid: Semana Internacional de Cine de Valladolid, 1993.
5 Por ejemplo, en un momento de la película y de la novela, la marquesa de fija en HUICI, Adrián, Cine, literatura y propaganda. De “Los santos
Nieves y se plantea hacerla su primera doncella en el futuro. Nieves no contesta (no inocentes” a “El día de la bestia”. Sevilla: Alfar, 1999.
ha sido preguntada) pero no hace falta. De hecho, se desprende ese mundo mucho
JAIME, Antoine, Literatura y cine en España (1975-1995). Madrid:
antes que su hermano (y eso siendo mujer) porque se negaba a ser la criada de
nadie. De este modo, en mi opinión, Nieves se confirma como el personaje más Cátedra, 2000.
observador y avispado de los dos. En este sentido, un estudio sobre la figura MARTÍNEZ-CARAZO, Cristina, Novela española y cine a partir
femenina en Los santos inocentes, tanto en la novela como en la película, podría de 1939. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes,
ser muy interesante. 2008. En línea: http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/
6 En Los santos inocentes, Paco y Régula tienen dos hijos varones, Rogelio y Quirce.
sirveobras/34692843210125086521457/029293.pdf?incr=1
En la película sólo aparece Quirce. Realmente Rogelio apenas tiene peso en la
novela, y es Quirce, el muchacho callado que ayuda a Iván en lugar de su padre [8 ago. 2008]
pero que no se somete a su voluntad, el que acapara toda la atención. La economía SANZ VILLANUEVA, Santos, “Prólogo”, Miguel Delibes, Los
fílmica, por tanto, está plenamente justificada. santos inocentes. Madrid: Bibliotex S.L., 1999.