Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano del siglo XVIII que consideraba la historia como un proceso sujeto a leyes del desarrollo social humano. Propuso que las sociedades pasan por tres etapas cíclicas de "corsi" y "ricorsi": la divina, la heroica y la humana. Aunque su teoría del movimiento circular ha sido criticada, introdujo la idea de que la historia puede estudiarse científicamente e influyó en pensadores posteriores como Marx. Sus principales obras fueron "Princip
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
162 vistas5 páginas
Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano del siglo XVIII que consideraba la historia como un proceso sujeto a leyes del desarrollo social humano. Propuso que las sociedades pasan por tres etapas cíclicas de "corsi" y "ricorsi": la divina, la heroica y la humana. Aunque su teoría del movimiento circular ha sido criticada, introdujo la idea de que la historia puede estudiarse científicamente e influyó en pensadores posteriores como Marx. Sus principales obras fueron "Princip
Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano del siglo XVIII que consideraba la historia como un proceso sujeto a leyes del desarrollo social humano. Propuso que las sociedades pasan por tres etapas cíclicas de "corsi" y "ricorsi": la divina, la heroica y la humana. Aunque su teoría del movimiento circular ha sido criticada, introdujo la idea de que la historia puede estudiarse científicamente e influyó en pensadores posteriores como Marx. Sus principales obras fueron "Princip
Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano del siglo XVIII que consideraba la historia como un proceso sujeto a leyes del desarrollo social humano. Propuso que las sociedades pasan por tres etapas cíclicas de "corsi" y "ricorsi": la divina, la heroica y la humana. Aunque su teoría del movimiento circular ha sido criticada, introdujo la idea de que la historia puede estudiarse científicamente e influyó en pensadores posteriores como Marx. Sus principales obras fueron "Princip
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5
JUAN BAUTISTA VICO (1668 - 1744)
¿En qué se fundaba la filosofía de Vico en relación al hombre y el estudio crítico de la
historia?
La filosofía de Vico consideraba que la evolución histórica implica el retorno de ciclos
idénticos. Según él todos los pueblos estan destinados a pasar por las mismas edades sucesivas, era enemigo del racionalismo cristiano, sustituyó el análisis abstractos por datos concretos aportados por hechos verdaderamente permanentes y aportados por el estudio crítico de la historia, es decir aquellos que conciernen a la evolución de las mentalidades y sobre todo por la evolución del lenguaje. Así el incorpora un nuevo método basado en la filosofía. Su filosofía era nueva y trataba de demostrar que “la providencia había ordenado para bien de la civilización las pasiones y los defectos de los hombres”. Estudio crítico de la historia.
¿De quién recibio Vico su influencia y cuáles fueron las obras principales?
Vico recibe su influencia de autores antiguos como Montesquieu, Spencer y Rousseau,
su obra “PRINCIPIOS DE UNA CIENCIA NUEVA”. Aunque se le considera el precursor de la teoría de las clases sociales, como de algunos métodos sociológicos.
JUAN BAUTISTA VICO, Y SU LEY DE LOS “CORSI” Y “RICORSI”
La idea de los ciclos y retornos, cualesquiera que sean sus formas y caracteres, ha gozado de extensa afección en ciertos períodos. Pasó por los estoicos, participó de ella Maquiavelo,,y más tarde la hallamos en quien merece con pleno título el nombre de primer gran constructor de filosofía histórica: Juan Bautista Vico, un napolitano que vivió entre los siglos XVII у XVIII y cuyo pensar opera con independencia del credo religioso. Se debe a Vico la teoría de los cor si y ricorsi, que recuerda, en cierto modo, el proceso de las épocas «Kitra» y «Kali» de los «Puranas» Indios. Vico pretende responder a esta pregunta: ¿Cuál es la ley esencial de la historia humana? Para él, la historia es la sucesión indefinida de tres etapas de cultura, que las sociedades han de recorrer primero en sentido ascendente o progresivo, y luego en sentido descendente o regresivo. Cerrado este como itinerario histórico, se abre otro, y vuelve a repetirse un proceso análogo al anterior: «Corsi» y «Ricorsi». Comparada esta concepción con la de los «Puranas», los períodos de ascensión corresponderían a las épocas «Kitra», y los de regresión o descenso, a las épocas «Kali». En la filosofía india es Brahma quien vigila, crea y luego cae en letargo, para despertar otra vez. En la filosofía de Vico el protagonista de este drama es el espíritu humano. Las tres etapas o edades de este proceso conducen desde el reinado de la pura sensación hasta el estadio de la inteligencia, para volver desde éste a la sensación primitiva. «Las sociedades —dice Vico—pasan por tres edades: la edad de oro, divina o de Saturno; la edad heroica, y la edad de los hombres. La primera es el reino de la sensación y la violencia; la segunda, el de lo fantástico universal; y la tercera, el de lo universal inteligible.» Cada una de estas tres edades encierra un cuadro peculiar de costumbres, de derechos naturales, de caracteres, de lenguas, de jurisprudencia, de gobiernos, de moral. En la primera dominan la piedad y la religión, y los gobiernos son teocráticos. En la segunda se acentúa el honor, y rigen gobiernos aristocráticos. En la tercera surgen el deber, la equidad, la inteligencia. Entonces las formas políticas están constituidas por Estados humanos libres. Contrariamente a lo que después va a hacer Hegel, Vico acepta la República, pues en su tercera y más alta edad, «la masa del pueblo ha llegado a ser parte integrante de la comunidad». Hasta aquí, la doctrina de Vico no parece ser una concepción del progreso humano, como no lo es, en rigor, la de los Puranas. Salir del estadio de la violencia y de la pura sensación, y ascender al de la inteligencia, para recaer luego en el punto de partida, es un movimiento ilusorio, un círculo estático. Así, pues, se reprochó a la ley de los “corsi” y “ricorsi” de ser antiprogresista— grave reproche. Para su tiempo. — Mas el reproche era infundado. La teoría de Vico acepta un enriquecimiento de los distintos estadios en el sucederse de sus repeticiones, de modo que, a lo largo de éstas, percibe un progreso cuya línea se traza en una tenue espiral. Tan pronto como Vico formuló su teoría, hubo de reconocer que ciertos pueblos no parecían regirse por ella enteramente. Unos no volvían a elevarse después de su vuelta al estadio de la sensación. Otros se disolvían sin haber salido de él, o después de haber recorrido sólo una parte del camino. Otros, en fin, progresaban fuera de la sucesión prevista. También se objetó que la ley «corsi» y «ricorsi» no miraba al conjunto de la humanidad, pues limitaba su ciclo a cada nación o grupo social, en particular, como categorías únicas, sin relación. Esto se halla refutado en parte por la aceptación de una idea de progreso—la línea espiral—. Pero además pudiera hoy responderse, mostrando en la mano el caso de Spengler, que tal particularismo cabe como rasgo expreso de una filosofía de la historia. Con todo, ya vemos que no fué ése el pensamiento de Vico. La doctrina del filósofo napolitano ha sido significativa y fértil. En nuestros días veremos reaparecer la idea de los ciclos históricos, con sus climas o panoramas culturales característicos. La noción de correspondencias u homologías entre estadios históricos análogos de pueblos distantes, correspondencias que suelen aparentar un retorno a formas pasadas, es asimismo un hecho que otros interpretarán diversamente pero que nadie refutará. Así es, por ejemplo, como Le Bon ha podido decir que la identidad de los retornos de las civilizaciones pasadas es tal, que hay fundamento para preguntarse si la historia, que consta de tantos libros, no podría escribirse en una sola , página. Sin embargo, no parece que desde su tiempo hasta muy poco, se haya hecho justicia a la obra de Vico. La concepción de los retornos y la de los ciclos y cuadros culturales quedan en la obscuridad durante el resto del siglo XVIII y todo el siglo XIX, hasta que los trabajos relativamente recientes de Frobenius obligan a recordarlos. Luego Spénglerdará una nueva forma a estas mismas ideas, y a pesar de ello ni siquiera escribirá el nombre de Juan Bautista Vico ni hará alusión alguna a su teoría en el fabuloso océano de nombres, citas y referencias de que están anegados los volúmenes de La Decadencia de Occidente. Vico es, con amplia propiedad, el padre de la filosofía de la historia, pues, si no fué el primero en discurrir una interpretación de la historia, lo fué, en cambio, al indagar en ésta una coherencia independiente del dogma. Vico fue un filósofo, historiador y jurista italiano. Considerando la historia como un proceso, sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad humana, refutaba la idea imperante en su tiempo acerca de la ciencia histórica como una simple descripción de reinados, batallas y vidas de héroes. En el terreno filosófico no fue consecuente. Experimentando la influencia de la filosofía materialista, reconocía al mismo tiempo la existencia de un dios que comunica sus leyes a la historia. Pero a eso solamente, según él, se limita el papel de dios. Más adelante, dios no tiene injerencia en el curso de la historia y la humanidad se desenvuelve en virtud de las causas internas que la naturaleza humana lleva implícitas. La vida de la sociedad reproduce, a juicio de Vico, la vida del hombre individual. Vico establece para cada nación tres fases de desarrollo: la fase divina (la infancia de la humanidad), cuando no hay Estado y los hombres acaban de salir del salvajismo primitivo; la fase heroica (la juventud de la humanidad), cuando nacen los Estados; las repúblicas aristocráticas de Grecia y Roma, el feudalismo temprano de la Europa Occidental; y la fase humana (la madurez de la humanidad); el imperio de la democracia, de la igualdad civil y política y del florecimiento de las ciencias. La “madurez” pasa a la “vejez”, comienza la degradación, la vuelta al estado primitivo, a la “segunda barbarie”, y el ciclo de desarrollo comienza de nuevo. A pesar de su inconsecuencia, esta teoría del movimiento circular era una tentativa de fundamentar el proceso histórico como un proceso sujeto a leyes. Los “filósofos” burgueses reaccionarios tratan de resucitar en nuestros tiempos esta teoría, desde hace mucho caduca, del movimiento circular (la vuelta inevitable hacia el salvajismo primitivo). Vico emitió toda una serie de ideas que posteriormente se transformaron en patrimonio de la ciencia. Marx escribe que en Vico “tenemos una interpretación filosófica del espíritu del derecho romano en oposición a la interpretación que le dan los filisteos del derecho”. (Vico hace notar la influencia de la lucha de los grupos sociales sobre la elaboración de las leyes). Vico fue el primero que enunció la idea de que Homero, como persona, no había existido y que sus canciones son el reflejo de la conciencia popular. Trata de abordar científicamente el problema relativo al origen de las religiones y de los mitos (el miedo es la primera fuente del sentimiento religioso). Marx dice que en Vico están ya en germen “...los fundamentos (aunque fantásticos) de la filosofía comparada, y en general no pocos atisbos de genialidad”. Las ideas fundamentales de Vico están expuestas en el libro “Principios de una ciencia nueva acerca de la naturaleza común de la razón”, 1725, traducido por primera vez completamente al ruso en 1940.