Curso de Antropología Filosófica
Curso de Antropología Filosófica
Curso de Antropología Filosófica
UNIDAD 1
-INTRODUCCIÓN A LA
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA-
.
UNIDAD 1 – Introducción a la Antropología Filosófica 2
Índice
PRESENTACIÓN DEL CURSO DE ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA ..................................................4
Sócrates .................................................................................................................................. 20
Contra el relativismo..............................................................................................................................20
Las fuentes ............................................................................................................................................20
Sócrates: su personalidad .....................................................................................................................21
“Solo sé que no sé nada” ......................................................................................................................21
El juicio contra Sócrates ........................................................................................................................22
El método socrático ...............................................................................................................................23
Ética socrática .......................................................................................................................................24
La Filosofía como Búsqueda Metafísica: La Teoría del Mundo de las Ideas ............................ 25
La filosofía como Contemplación del Cosmos. Crítica al mundo de las Ideas .......................... 32
Bibliografía ......................................................................................................................................... 36
Ahora bien, antes que el lector se sienta impulsado a cerrar el libro pues leerlo no le
sirve para nada, tenemos que aclarar algunos conceptos.
Es casi seguro que al haber leído ese primer párrafo y encontrarse con que está
haciendo algo inútil, espontáneamente haya asociado esto a algo malo, es decir, lo
inútil, lo que no me sirve, es algo malo, o al menos no puede ser algo bueno algo que
resulte inútil. He aquí un primer llamamiento pues sin darnos cuenta, y sin decisión
propia hemos asociado todo lo bueno a aquello que resulta útil, y lo malo a lo inútil. O
sea, sólo puede ser bueno aquello que me resulte útil.
Este pensamiento por más que se nos haya ocurrido al momento de la lectura no es
originalmente nuestro, sino que es propio de la época utilitarista y práctica en la que
vivimos y estamos insertos a tal punto que no distinguimos qué pensamos por
nosotros mismos y qué nos viene impuesto por la época, o tal vez por la moda.
Pues bien, resulta que ni todo lo útil es bueno, ni todo lo inútil es malo. La vida del
hombre inserto en el mundo de lo útil suele ser tan vacía como la vida del esas
pequeñas alimañas domésticas (hamsters) que corren sin parar en la rueda
convencidas de que avanzan y que lograrán escapar (no nos pensemos que el
animalito corre para mantenerse en “estado” por si llega a aparecer algún otro
exponente para resultarle atractivo). Las cosas útiles son todas aquellas cosas que me
“sirven” para algo distinto de ellas mismas, es decir son un medio, son el puente
obligado para alcanzar algo más. Y una vez que cumplieron con su utilidad son
descartadas como si nunca hubieran existido.
Se trata del “amor a la sabiduría”, por la sabiduría misma, es decir, sin ninguna
finalidad práctica o técnica precisa. En efecto, todos tenemos una visión filosófica de
las cosas, del mundo, de Dios y del hombre. Y tener una visión adecuada de cada una
de estas realidades tal vez no me solucione el tener que estudiar, ni el tener que
trabajar, pero tendré un conocimiento más fino y acabado de quién soy, de dónde
vengo y a dónde voy, de qué es el bien y qué el mal… todas estas, nociones que
necesitan una respuesta en la vida para transitarla con madurez. Incluso hasta es
importante reconocer qué visión ya tengo de cada uno de estos aspectos.
Más allá de esto, la filosofía no sirve para nada, y eso la hace exclusiva e
interesante. Al menos una vez en la vida tendré la valentía de buscar algo bueno por sí
mismo.
Ahora bien, se entiende que en este curso, antes que arribar a la filosofía como No me puedo
actitud, intentaremos abordarla en tanto ciencia. imaginar un primer
examen
Estudiaremos la ciencia filosófica y sus respuestas a los grandes temas, luego si a preguntando ¿Ama
causa de la profundidad de los temas surge el amor a la sabiduría… será bienvenido. usted la sabiduría?...
¿Cuánto?... ¿Cómo
se lo demuestra? Y
encima calificar
numéricamente las
respuestas con
La filosofía como actitud notas de uno a diez.
Admirado por la realidad, el hombre comienza a hacer filosofía pero el filósofo será
quien se mantenga asombrado y realice de manera formal una reflexión que trate de
explicar el porqué de la realidad.
Para abordar la actitud filosófica trabajaremos un texto de Pablo Marini que nos
explica la relación entre el saber filosófico y nuestra realidad cotidiana:
“Cuenta un gran filósofo. Platón, una anécdota sobre otro gran filósofo, muy
anterior a él: el presocrático Tales, contemplando un día el cielo, como solía, para
seguir el curso de los astros, cayó en un pozo, lo que hizo reír mucho a una joven
criadita. Como vemos, desde el comienzo la gente ha solido ver en el filósofo a un
personaje que, absorto en sus pensamientos, pierde contacto con la realidad. Pero...
¿qué "realidad"? Responderemos sin duda que la de todos los días: esos árboles, esta
mesa, la piedra, o el pozo donde cayó Tales. Sin embargo, para poder manejar esa
realidad, para hacer industria o arte, necesitamos conocer ciertas cosas (por ejemplo:
cómo calcular superficies, volúmenes y fuerzas; de qué están compuestos los
minerales, para poder trabajarlos químicamente: qué período sigue la Luna en sus
fases, para predecir las mareas...). Y tenemos que estar seguros de que este
conocimiento sea exacto: si no, los edificios se derrumbarían, ocurrirían en los
laboratorios explosiones desastrosas, naufragarían los barcos... Pero, para poder estar
seguros de nuestro conocimiento, tenemos que establecer reglas exactas para el recto
pensar: reglas abstractas, que no pertenecen al "mundo de lo sensible" de nuestra
vista, oído y tacto, pero que sirven para relacionarnos con ese aspecto del mundo real
y manejarnos en él. En una palabra, precisamos una lógica, o ciencia y arte del recto
pensar, complementada por una teoría del conocimiento o gnoseología, para saber
discriminar el conocimiento verdadero del erróneo. Y esas ciencias son ramas de la
filosofía. Pero hay más. Se ha hecho la experiencia de que uno de los castigos más
desesperantes que se pueden imponer a un prisionero es, por ejemplo, hacerle
transportar bolsas cargadas de arena, hacérselas vaciar, luego llenar de nuevo, volver
a transportarías, y así seguido, para volver finalmente a dejarlas como estaban. Sin
embargo, esto es, en el fondo, el mismo trabajo que se hace en una construcción:
acarrear arena; lo que bien puede ser cansador, pero no desesperante. La
desesperación de los prisioneros era que ese trabajo no tenía objeto: el hombre no
puede vivir haciendo cosas en vano, sin una finalidad que considere posible de
De esta manera vemos que todos los hombres tienen una postura filosófica
determinada ya sea de manera explícita o de manera implícita.
Y continuamos la reflexión:
¿Por qué existe este todo? ¿De dónde ha surgido? ¿Cuál es su razón de ser?
Se trata de problemas que equivalen al siguiente interrogante: ¿por qué existe el ser y
no la nada? Un caso particular de este problema general es la pregunta: ¿por qué
existe el hombre? ¿Por qué existo yo?
1 Marini, P., Apuntes de Filosofía. Introducción a una Filosofía realista. Vol. I. Cap. 1: Introducción al
conocimiento filosófico. Ed.: Universidad libros. Bs. As., 2006. pp. 7–9.
2 Reale, G. y Antiseri, D. Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. Vol. 1, Herder. Barcelona. 2001,
p. 31.
Antiguamente se llamaba sabios a los primeros pensadores griegos que “se Según una
dedicaban al conocimiento de las cosas divinas y humanas y de los orígenes y causas venerable tradición
de todos los hechos; pero Pitágoras, habiendo sido interrogado acerca de su oficio, se le atribuye a
respondió que no sabía ningún arte, sino que era, simplemente filósofo; y comparando Pitágoras esta
definición
la vida humana a las fiestas olímpicas, a las que unos concurrían por el negocio, otros etimológica.
para participar de los juegos, y los menos, en fin, por el puro placer de ver el
espectáculo, venía a concluir que solo éstos eran los filósofos”.3
3 Millán Puelles, A. Fundamentos de Filosofía. Cap I., RIALP. Madrid, 1969. p. 15.
4 Pieper, J. ¿Qué significa filosofar?, El ocio y la vida intelectual, RIALP, Madrid, 1962, p. 137.
5
Berthoud, L. A., y Berthoud, L. M., Módulo: Antropología Filosófica, Universidad FASTA, p. 22.
1- EL ASOMBRO
2- LA DUDA:
Pero no es una duda metódica, es decir que duda de todo, por el simple hecho
de dudar, como si no pudiera estar seguro de nada, sino que surge de una
contemplación profunda de la realidad, y parte de la certeza tan simple y profunda de
lo “lo real es real”, sobre eso no hay duda.
3- SITUACIONES LÍMITE:
Por ejemplo, la muerte, ya sea de un ser querido o cercano, sobre todo cuando
es repentina, no avisa, y no deja tiempo para un último compartir o para la
reconciliación. La guerra, en donde aparecen las inclinaciones más bajas y más altas
del hombre, donde no prevalece el orden ni la racionalidad. La enfermedad, ya que el
dolor afecta no sólo el organismo sino que compromete la vida humana misma los
pensamientos y las inclinaciones y los sentimientos. Las catástrofes, que nos dejan sin
aparentes explicaciones frente a la pérdida de todo lo material y de lo más importante,
las vidas humanas. Las grandes injusticias, que nos hacen preguntarnos por el origen
del mal y en definitiva por el bien.
Para abordar este tema nos guiaremos por las reflexiones de Giovanni Reale.6
La filosofía data del Siglo VI aC., y es una invención de los griegos, pero ¿por
qué afirmar que es un invento griego y no de los pueblos de oriente?
Por último, los conocimientos científicos y técnicos tanto de los egipcios como de
los caldeos tenían una finalidad práctica y no teorética (la construcción, la medición) es
decir no racional y por el sólo amor a la sabiduría.
1- El Arte
6 Reale, G. y Antiseri, D., Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, vol. I, Herder, Barcelona, 1985.
b- Por otro lado, los poemas buscan las causas y la razones de las cosas
(tratan sobre el mundo, el hombre, el tiempo), dando una respuesta mítica,
pero alcanzó para poner la razón griega en tensión hacia búsqueda
racional de esas mismas realidades.
2- La Religión
Aquí, en primer lugar, cabe distinguir entre la religión pública y la religión privada o
de los misterios como se denominó. Es esta última la que tuvo una influencia decisiva
para la gestación del pensamiento filosófico. La distinción quedará establecida con
claridad a continuación:
a- La Religión Pública:
Surge por la influencia del Orfismo, y tiene el formato de una religión sectaria, es
decir que sólo unos pocos iniciados y elegidos podían acceder a aquellas sesiones
donde se compartían las reflexiones y un culto particular. De allí surge Pitágoras
quien era considerado como un profeta de esta religión órfica. Esta religión de los
misterios, era de una elite cerrada, que compartían ritos, y se diferenciaban de la
religión pública.
Con los ritos buscaban poner fin a las reencarnaciones (liberándose del
cuerpo), para que así viva plenamente el alma separada, pues para que
lograra la purificación, lo esperaría un premio en el más allá.
3- La Situación socio-política-económica
Lograron instituciones políticas libres por primera vez (polis), es decir la vida
No todos
social y política no dependía de estar subsumido bajo la voluntad de un emperador, un gozaban de esta
monarca o un dictador de origen divino. libertad, ni del
tiempo libre, sino
La Polis griega fue un gran centro de comercio (intercambio) y donde confluyeron sólo los que eran
los más variados artesanos, esto generó el aumento de la población, un aumento de la considerados
ciudadanos,
fuerza económica y por lo mismo de disposición de riqueza que al tener cierta categoría bajo la
distribución y no estar concentrada en unos pocos generó la desconcentración del cual no entraban ni
poder político. los niños, ni las
mujeres, ni los
esclavos, ni los
soldados.
7 Recomendamos la lectura estos dos textos que seguiremos en su desarrollo: Gambra, R., Historia
Sencilla de la Filosofía, RIALP, 1996. Armstrong, A., Introducción a la filosofía antigua. Eudeba, 1993.
TALES DE MILETO
El mapa pertenece
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Se hizo conocido en su época por ser el primero en predecir un eclipse. Tuvo otros
pensadores importantes con los que compartió su espacio y tiempo, Anaximandro, que
inventó el reloj de arena y Anaxímenes, inventor de la cartografía.
¿Por qué las cosas son como son y acontecen como acontecen?
Y sin dudas que lo que los atrajo fue la meteora es decir los fenómenos de la
región celeste (de aquí comprendemos en la actualidad a qué se refiere la
meteorología). Pero no se interesaron simplemente en realizar mediciones y cálculos,
la pregunta apunta a algo mucho más profundo ¿Cómo sucedió el mundo? Puesto que
todo lo que acontece se da por alguna razón (lo que los griegos llamaron: Logos) y
siguiendo algún orden.
En ese contexto Tales afirma que el hombre mismo participa de esa razón, es decir
que no sólo participa como algo más del mundo, sino que además puede comprender
la razón, el logos, el sentido del mundo.
Por tanto, el hombre debe explicar la realidad con la razón y no ya con mitos. Es
por esto que situamos el comienzo de la filosofía con Tales.
Hoy se busca conocer para hacer algo con eso que conozco, sino considero que no
vale la pena aprender.
PITÁGORAS DE SAMOS
Su planteo fundamental dista mucho del de Tales, pues el contexto del que surge
es diferente, se dice que Pitágoras fue uno de los máximos representantes del orfismo,
esta religión privada que analizamos anteriormente. Y su pensamiento fue de una gran
influencia sobre todo en Platón.
Por tanto, si lo que hace al alma divina es el intelecto, desarrollando este y viviendo
para este lograría despojarse de este definitivamente.
Por último, vale aclarar que los desarrollos matemáticos de los pitagóricos
no tuvieron una finalidad práctica, como sucedió por ejemplo con la
matemática de los egipcios que la necesitaron por ejemplo para realizar
cálculos exactos para la construcción de sus pirámides, o para calcular las
reservas de alimentos para las épocas de sequía y escasez, sino que la
finalidad fue libre, conocer por conocer, pues consideraban que para
aquellos que se libraran del mundo físico obtendrían una recompensa en el
más allá.
8 Reale G. y Antiseri, D., Historia del Pensamiento Filosófico y Científico. Vol 1, Herder. Barcelona. 2001.
p. 85.
Breve contextualización
Entre el V y el IV se halla el Siglo de Oro de la filosofía griega. Es el período ático,
que producirá, además de a Sócrates, a las dos figuras quizá más grandes de la
filosofía de todos los tiempos: Platón y Aristóteles. Una característica fundamental
señala el límite de su comienzo: el espíritu reflexiona sobre sí mismo, y abandona, por
el momento, el estudio del mundo exterior. ¿Para qué conocer el mundo—se pregunta
Sócrates—si no me conozco a mí mismo? - ¿Qué soy yo mismo y qué mi razón, ese
instrumento de que me valgo para conocer? Tal es el problema para este período, que
se ha llamado humanístico, de la filosofía griega.
Grecia no tuvo unidad política hasta los tiempos de Alejandro, que son los de su
decadencia. Se gobernaba por ciudades (polis) independientes, y en forma
democrática, con la espontánea democracia de los pequeños grupos sociales. En el
ágora se administraba justicia públicamente, y cada ciudadano, defendía su propia
causa. En estas condiciones, puede comprenderse la inmensa importancia que para
todos tenía el saber exponer brillantemente y convencer a los jueces. Pues bien, los
sofistas fueron precisamente maestros dedicados a la enseñanza de retórica y
dialéctica, esto es, del arte de exponer, defender y persuadir públicamente.
Lo que hasta esa época había sido el libre y desinteresado ejercicio de la más
noble dedicación, se convirtió entonces en una actividad mercantil; éste fue el
primer sentido peyorativo que, en la época, adquirió la palabra sofista: el que
cobra por enseñar o, mejor aún, enseña por cobrar.
Este movimiento social fue la ocasión de que el espíritu griego se apartase de los
temas objetivos —metafísicos o cosmológicos—para polarizarse en la contemplación
de lo interior, del hombre mismo y su intelecto. ¿Qué es la verdad, eso que los sofistas
ponen en entredicho? ¿Qué es la razón, eso que nos sirve para el descubrimiento de
la verdad?
Si pretendiésemos resumir diríamos que los sofistas son caracterizados por ser9:
Sócrates
Contra el relativismo
En el seno del movimiento sofístico surge una figura que conmovió profundamente
aquel ambiente, y que habrá de ser inspiradora y maestra de los más grandes filósofos
griegos de la Edad de Oro: Sócrates. Este filósofo no escribió nada, ni tuvo tampoco
un círculo permanente donde expusiera y sistematizara su pensamiento; él negaba su
inclusión entre los sofistas «porque no cobraba por enseñar». Sócrates habló
únicamente; habló con sus amigos, con sus conciudadanos, libremente, con la
espontaneidad del diálogo.
Sócrates afirmó la razón como medio adecuado para penetrar la realidad. Y hubo
de sostener esta afirmación frente a dos clases de contradictores.
Primeramente, contra los sofistas: La razón bien dirigida sirve para alumbrar la
realidad, no es una linterna mágica que forja visiones a capricho sin relación con lo
que es.
Después, contra los irracionalistas, contra los filisteos de la cultura. Mucha gente en
Atenas, como en todas partes, pasaba por especialista o profesional en una materia
sin que una verdadera comprensión de la misma cimentase aquel conjunto de
conocimientos. Sabían cosas porque se las habían enseñado, pero a poco que se
escarbase en su saber se descubría en seguida que estaba montado en el aire. En el
fondo, todos éstos, como los pueblos orientales y los bárbaros, sabían de un modo
irracional, basado en una revelación particular o en el mito.10
Las fuentes
9 Berthoud, L. A., y Berthoud, L. M., Módulo: Antropología Filosófica, Universidad FASTA, p. 33.
una relación muy estrecha con Sócrates y escribió sus recuerdos sobre éste muchos
años más tarde, en vindicación de su memoria y probablemente con la ayuda de otros
escritos socráticos ya existentes. Nadie preferiría hoy, allí donde ambos disienten, el
retrato que de Sócrates nos hace Jenofonte al que del mismo nos ofrece Platón, si
bien Jenofonte resulta a menudo útil para corroborar y, en lo que toca a algunos
hechos, para completar a Platón. Pero sólo a través de este último aprendemos
realmente a conocer al viejo Sócrates -viejo, puesto que Platón lo conoció ya hacia el
final de su vida-, y en cuanto a la mayor parte del largo proceso evolutivo anterior,
tanto de sus ideas como de su carácter, que lo llevó a ser lo que fue únicamente
podemos hacer conjeturas”.11
Sócrates: su personalidad
“Era un vejezuelo feo con cara de sátiro o de Sileno y mirada extrañamente fija.
Poseía una resistencia física y una vitalidad asombrosa; mostrándose absolutamente
indiferente a las necesidades de su cuerpo, aunque no practicaba un deliberado
ascetismo y podía sobrepujara en el beber a cualquier hombre de letras ateniense, si
la ocasión así lo requería. Su coraje físico y moral era acabado y el modo como Platón
nos lo describe retirándose de la batalla es inolvidable, "marchando con aire altivo,
como, un pelícano", con la misma manera de andar que le era habitual y echando
unas miradas tan formidables, que nadie se hubiera atrevido a atravesarse en su
camino. Su coraje moral y absoluta rectitud e integridad, el modo como
invariablemente decía y hacía aquello que le parecía justo, y verdadero, sin tener en
cuenta las consecuencias que ello pudiera acarrearle, se pusieron particularmente de
manifiesto en sus renuentes contactos con la vida política de la ciudad. Cuando la
democracia le pidió su cooperación en los preliminares ilegales de un histérico juicio
por traición, o bien cuando la oligarquía de los "Treinta tiranos" requirió su asistencia
para uno de sus crímenes disfrazados con formas legales, Sócrates se negó de plano,
si bien en cada uno de esos casos la negativa pudo haberle costado la vida.
Estrechamente relacionado con su integridad moral se hallaba su asombroso poder de
concentración intelectual, del que dio notable muestra en Potidea, mientras servía en
el ejército ateniense, cuando se quedó de pie sin moverse, durante un día y una
noche, reflexionando en un problema y, al parecer, totalmente insensible a cuanto lo
rodeaba y a sus propias necesidades físicas”.12
autoridad divina, a cuantos podía abordar que tuvieran fama de sabios, a fin de
descubrir qué había querido significar el oráculo.
“Acerca del proceso y muerte de Sócrates, nada diré que pueda dispensar a mis
lectores de la obligación imperiosa de leer la Apología, el Critón y el Fedón, de Platón,
obras que, especialmente la última, representan lo más grande de la prosa griega y de
las, que existen muchas y admirables traducciones. Importa, sin embargo, hacer notar
dos cosas. En primer lugar, los cargos formulados contra Sócrates, de introducir en la
ciudad nuevas divinidades y corromper a los jóvenes, fueron tan manifiestamente
absurdos, que no cabe ver en ellos sino un pretexto para otros cargos que no podían
ser abiertamente formulados. Detrás de la acusación oficial yacía la vieja hostilidad
ateniense hacia los intelectuales, a quienes el hombre común consideraba en cierto
modo responsables de los recientes desastres y zozobras de la ciudad; luego estaba
el resentimiento de prominentes figuras políticas, cuya necedad había sido
eficazmente demostrada por los métodos socráticos de indagación y que, por lo tanto,
veían en Sócrates, una influencia subversiva. Más abrumador fue el recuerdo de la
amistad de Sócrates con Alcibíades y Critias, es decir, con el traidor que había
contribuido más que nadie a la derrota de Atenas y con el caudillo de la execrable
tiranía de los Treinta. De un modo confuso, los ciudadanos, o un grupo de ellos,
tuvieron a Sócrates por responsable de los delitos cometidos por esos hombres. Sin
embargo, más importante que el hecho de apreciar cabalmente los cargos que se le
hicieron, importa comprender que, la muerte de Sócrates fue en un sentido muy
particular el fruto y coronamiento de su integridad moral. Si él no hubiese insistido en
decir exactamente lo que creía ser la verdad sobre sí mismo y hubiese estado más
dispuesto a confesarse culpable y, en consecuencia, a marchar al destierro bajo su
El método socrático
La ironía
“La ironía era para Sócrates la mejor manera de purificar la mente humana y
consistía en tomar en serio la falsa opinión del contrincante (de ahí la ironía), para
después, con preguntas sutiles obligarlo a pronunciar una tesis contraria a la inicial,
cayendo de ese modo en contradicciones.
La mayéutica
“Mi arte mayéutica tiene las mismas características generales que el arte de las
comadronas. Pero difiere de él en que hace parir a los hombres y no a las
mujeres, y en que vigila las almas, y no los cuerpos, en su trabajo de parto. Lo
mejor del arte que practico es, sin embargo, que permite saber si lo que
engendra la reflexión del joven es una apariencia engañosa o un fruto
verdadero”. (150b)
15 Berthoud, L. A., y Berthoud, L. M., Módulo: Antropología Filosófica, Universidad FASTA, pp. 35-36.
16 Ibid., p. 36.
De este modo, mediante las preguntas correctas, llevaba a sus interlocutores a una
verdad firme, a un concepto preciso.
Ética socrática
La salud del alma es lo más importante de ahí todo el afán de Sócrates para guiar a
otros hacia la verdad mediante su método.
El hombre debe conocer lo que es bueno para obrar bien. El conocimiento del bien
es condición necesaria.
Sin embargo, también afirmaba que el conocer el bien era condición suficiente para
obrar bien. En este aspecto la ética socrática no tiene en cuenta el papel de la
voluntad. Sabemos por experiencia que no siempre hacemos lo que sabemos que es
bueno porque nuestra voluntad muchas veces es débil. Solo conociendo el Sumo
Bien, que es Dios, nuestra voluntad se vería atraída de tal manera en la que sería
imposible, absurdo elegir otro bien menor en su lugar.
Platón, nace en Atenas en el año 428 a.C. y muere allí mismo en el 347 a.C. Fue
discípulo de Sócrates desde los 21 años aproximadamente. De él nos han llegado
varios escritos en los cuales conserva la forma de expresión propia de su maestro: el
Diálogo. Es decir que en sus escritos expone sus ideas en diálogos imaginarios donde
el principal protagonista es un personaje llamado Sócrates.
Fundó una escuela filosófica: la Academia, que perduró por más de nueve siglos, y
que debe su nombre a que se reunión en las afueras de Atenas, cerca de un templo
dedicado a un héroe griego: Academos. Esta escuela fue abolida en el S. VI por Platón
Justiniano. 428 a.C. – 347 a.C.
Pero antes de abocarnos a esta tarea debemos considerar dos aportes que Platón
recibe de otros dos pensadores y que marcan una fuerte influencia en sus teorías:
Por eso no resulta llamativo que su filosofía sea una respuesta al relativismo
imperante de su época, un intento de superación intelectual y moral para su
época donde la democracia directa comenzó a resquebrajarse a causa de los
discursos cargados de retórica y vacíos de contenidos de estos personajes
siniestros de la historia como han sido los sofistas.
Platón siente la necesidad de volver a fundar las bases del pensamiento, pero de
un pensamiento que sea cierto y verdadero, que sea objetivo y superador de cualquier
opinión subjetiva y relativa. Pero se da cuenta que un saber de ese tipo: objetivo,
cierto, verdadero, inopinable, explicativo de la realidad por sus causas… como el que
él busca es el tipo de saber propio de la CIENCIA. Y la certeza de la ciencia se vuelve
exacta en sus descubrimientos no desde el plano de los objetos sensibles que son
múltiples y cambiantes, y que son percibidos por los sentidos de cada uno a su
manera, sino desde el plano de las ideas y de la razón, desde la matemática y sobre
todo desde los postulados de la filosofía (a la que Platón llamará Dialéctica). Este
intento de reformular las bases del pensamiento no fue vano sino que marcó todo un
modo de pensar durante muchos siglos e incluso se sigue replicando en diversos
aspectos en la actualidad.
Ahora bien, para poder entender la concepción de Platón sobre estas cuestiones
les proponemos que miren el video del siguiente enlace, allí veremos una exposición
de tal vez la más famosa explicación del maestro Platón: El Mito de la Caverna.
http://www.youtube.com/watch?v=nxVwsKNv08Q
Luego del video, y si fuera posible, de la lectura del mito entenderemos que la
respuesta de Platón al relativismo de su tiempo fue una explicación metafísica de la
realidad: La Teoría del Mundo de las Ideas, o la Teoría de los Dos Mundos.
Bien podríamos representar las características del mundo según Platón y la forma
de conocerlo, con el siguiente esquema:
Queda expuesto con claridad que Platón sostiene que hay una nítida diferencia
entre los diversos tipos de conocimientos de la realidad:
Luego, la dificultad o la crítica que se le puede presentar a Platón con su teoría del
Mundo de las Ideas consistirá en que no es necesario separar a cada cosa de su
esencia y poner a esta misma en un mundo separado para afirmar su existencia. Pues
para Platón, la esencia de las cosas no está en las cosas mismas sino que las cosas
del mundo físico participan de manera imperfecta de su esencia, tal como lo muestra
el gráfico de la página anterior.
Desde esta perspectiva el hombre que se identifica a sí mismo con su cuerpo, vivirá
entregado al placer y a todo aquello que proporcione una satisfacción física. Pero para
aquel hombre que liberado por la filosofía se identifique a sí mismo con su alma,
dedicará su vida a aquellos valores que indica la razón como los superiores, es decir,
la virtud y la vida virtuosa en sí mismo como modo de realización y liberación del
cuerpo. Así entendemos que la filosofía para Platón representa un modo de
superación de la vida corporal y sus valores, ya que el filósofo es un amante de las
cosas del espíritu.
El hombre es definible como una unión accidental del alma inmortal, y el cuerpo, Esta postura
material y corruptible. Son dos realidades distintas que se encuentran unidas en antropológica es
un solo ser de modo provisional; por ello, lo más propiamente humano que hay conocida como
Dualismo
en el hombre es su alma, a la que le corresponde la función de gobernar y dirigir Antropológico.
la vida humana, y por la teoría de la reminiscencia se afirma que su tarea es la de
“recordar” lo que conoció en el mundo de las ideas.
Pero Platón no se limita a afirmar la existencia del alma sino que la dota también
de otras características que es donde se encuentra la originalidad de la interpretación
platónica. El alma es inmortal, transmigra de unos cuerpos a otros y es principio de Se evidencia con
claridad la influencia
conocimiento. En la medida en que conocemos por el alma, ésta ha de ser de Pitágoras como
homogénea con el objeto conocido, es decir, con las ideas, por lo que no puede ser precursor de la
material. La idea de que el alma es inmortal y transmigra le viene a Platón, de los filosofía platónica.
pitagóricos como señalamos anteriormente. A su vez, éstos la habían tomado con
probabilidad del orfismo, movimiento de carácter religioso y mistérico que se desarrolla
en Grecia a partir del siglo VIII y cuya creación fue atribuida a Orfeo.
¿Por qué el verdadero filósofo no teme la muerte? Porque ella lo libera del cuerpo,
que es un obstáculo para el alma en la búsqueda de la verdad. Pero, para que el
filósofo, liberado del cuerpo pueda alcanzar la verdad únicamente con su alma, es
necesario que ésta sea inmortal.
A su vez, Platón plantea la división del alma en tres partes: razón, sentimientos y
pasiones. La parte racional es la encargada de dirigir y controlar la actividad del
hombre; la parte irascible es la responsable de los buenos sentimientos del hombre al
bien arduo o difícil de conquistar, y la parte concupiscible es la que se manifiesta en
las pasiones.
Para concluir con esta explicación de la filosofía como esfuerzo moral es necesario
entender que para Platón la filosofía como búsqueda de la verdad implica un ascenso
en la vida virtuosa, es decir que comprende que el sabio además es virtuoso, esto es
lo propio del filósofo, y por tanto se diferencia de los filosómatos (filo: amor – soma:
cuerpo) que son los amantes del mundo corporal y sus valores relativistas.
De aquí, podemos inferir que para Platón, el servicio político (la conducción de
la Polis) es una obligación inherente a la tarea del filósofo. En efecto, si es el
filósofo quien ha logrado contemplar la idea de Bien (y alcanzado la vida
virtuosa), debe valorar estos conocimientos para el bien de la Polis.
Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.) nació en el año 384 a.C. en una pequeña
localidad de Macedonia cercana al monte Athos llamada Estagira, de donde proviene
su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas
III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la
familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la
medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar
que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su
afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva, sobre todo en biología.
Huérfano de padre y madre en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual Aristóteles
pudo mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor. En 384 a.C. – 322 a.C.
el año 367 a.C., es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a
Atenas para estudiar en la Academia de Platón.
Cuando muere Platón (347 a.C.), Aristóteles contaba treinta y seis años de edad.
Por ese entonces, Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego que se había
apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos
a cuantos discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la helenización de
sus dominios. Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de
Calcedonia, un colega académico, y de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del
legado aristotélico. El Estagirita pasaría allí tres años apacibles y fructíferos,
dedicándose a la enseñanza, a la escritura (gran parte de su Política la redactó allí) y a
formar familia con una sobrina de Hermias llamada Pitias, con la que tuvo una hija.
Pitias debió de morir muy poco después y Aristóteles se unió a otra estagirita, de
nombre Erpilis, que le dio un hijo, Nicómaco, al que dedicaría su Ética. Tras el
asesinato de Hermias, en el 345 a.C., Aristóteles se instaló en Mitilene (isla de
Lesbos), dedicándose, en compañía de Teofrasto, al estudio de la biología.
Dos años más tarde, en el 343 a.C., fue contratado por Filipo de Macedonia para
que se hiciese cargo de la educación de su hijo Alejandro, que tenía entonces trece
años de edad. Poco después de la muerte de Filipo (año 336), Alejandro hizo ejecutar
a un sobrino de Aristóteles, Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor.
Aristóteles se retiró entonces un año a Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas
para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica
que durante años habría de competir con la Academia platónica, dirigida en ese
momento por su viejo camarada Xenócrates de Calcedonia. Desde ese momento y
hasta la muerte de Alejandro, en el 323, Aristóteles se dedicó a enseñar y a culminar
su obra filosófica.
debe, por ejemplo, la invención del término «metafísica» (los libros que están después
de la física).
Con la caída del Imperio romano, las obras de Aristóteles, como las del resto de la
cultura grecorromana, desaparecieron hasta que, bien entrado el siglo XIII, fueron
recuperadas por el árabe Averroes, quien las conoció a través de las versiones sirias,
árabes y judías. Del total de 170 obras que los catálogos antiguos recogían, sólo se
han salvado 30, que vienen a ocupar unas 2.000 páginas impresas. La mayoría de
ellas proceden de los llamados escritos «acroamáticos», concebidos para ser
utilizados como tratados en el Liceo y no para ser publicados. En cambio, todas las
obras publicadas en vida del propio Aristóteles, escritas para el público general en
forma de diálogos, se han perdido.
En el siglo XIII fue Santo Tomás de Aquino quien introdujo a Aristóteles en el Santo Tomás de Aquino
occidente cristiano, inspirándose en su doctrina filosófica como instrumento de 1224/25 - 1274
su colosal obra teológica.
Aristóteles define la ciencia como “conocimiento cierto por las causas”. Para
llegar a esta definición, parte del supuesto que el hombre realmente puede
conocer la verdad de las cosas con su razón, puede “leer dentro” (intus legere)
de las apariencias de las cosas para encontrar su esencia, lo que no cambia.
Coincide con Sócrates y con Platón en que la filosofía puede ser una verdadera
búsqueda de la verdad mediante la razón, y avanza un paso más al darle a esta
búsqueda un método científico, transformándola entonces en una búsqueda científica
de la verdad.
• Según el objeto:
• Según el fin:
1. Ciencias teoréticas: Son aquellas que tienen por finalidad el saber por el
saber mismo, con el solo fin de conocer la verdad. Es la filosofía por excelencia. Se
ordenan a su vez según el grado de abstracción:
i. Física: Estudia el mundo sensible por sus principios propios (1er grado de
abstracción).
2. Ciencias prácticas: Son las ciencias que tienen por finalidad conocer la
verdad pero con el fin práctico de orientar la conducta humana, sea en la dimensión
individual (ética), en el gobierno de la casa (economía) o en el gobierno de la
ciudad (política).
3. Ciencias poiéticas: Son las ciencias que tienen por finalidad conocer la
verdad, para orientar este conocimiento a la producción de objetos exteriores. Son
la técnica y el arte.
De este modo, para Aristóteles la filosofía no es solo un área del conocimiento, sino
un estilo de vida definido por la actitud contemplativa. Una vida entregada a la pura
contemplación, a la especulación, a la reflexión desinteresada. Para este estilo de vida
“son necesarios el ocio y el solaz”. No cualquiera puede ser filósofo.
experiencia; del empírico a la técnica, que capta las relaciones de las cosas, y de la
técnica a la filosofía, que es el único tipo de conocimiento que busca las causas de las
cosas y por lo tanto, puede ser enseñado: ya que para enseñar es necesario conocer
las causas de lo que se enseña.
Bibliografía
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Equipo editorial
Corrección de estilo: Lic. Matías Castro Videla, Lic. Eduardo Lloveras, Prof. Gabriel Castro