Acceso A La Justicia Según Cidh
Acceso A La Justicia Según Cidh
Acceso A La Justicia Según Cidh
María de la Colina*
(08/06/2008)
ABSTRACT: the work analyzes the right of access to justice and judicial guarantees not
only like procedural rights but like substantial rights, comparing the American
jurisprudence with the European.
I. INTRODUCCIÓN
1
Analizaremos al respecto los casos en los que la Corte consideró que una violación de plazo
razonable en el proceso significaba per se una violación de la Convención.
1
Es así como los dos tratados internacionales de protección de Derechos
Humanos contemplan en su articulado el acceso a la justicia y su consecuencia
innata, el debido proceso como las garantías judiciales o los recursos internos
efectivos2, siendo los mismos, sin embargo considerados por la jurisprudencia en
algunas oportunidades como dependientes de los derechos sustanciales reconocidos
en las convenciones.
Tanto la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en adelante “la Corte”, “la
Corte Interamericana”) como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a lo largo
de su jurisprudencia contenciosa se han visto marcados, debido a la naturaleza
subsidiaria de su jurisdicción, por el tratamiento del acceso a la justicia y de las
garantías judiciales que deben proporcionar los Estados a fin de operativizar los
derechos reconocidos. Es así como la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha sostenido en numerosas situaciones que “en una sociedad democrática los
derechos y libertades inherentes a la persona, sus garantías, y el Estado de Derecho
constituyen una tríada, cada uno de cuyos componentes se define, completa y
adquiere sentido en función de los otros”3. El Tribunal Europeo por su parte remarca
que el Convenio Europeo de Derechos Humanos está orientado a garantizar los
derechos de manera práctica y no meramente teórica, poniendo principal acento en
aquellos derechos que hacen al derecho de defensa en el seno de una sociedad
2
La Convención Interamericana de Derechos Humanos en su artículo 25 utiliza la expresión
garantías judiciales mientras su par europea menciona en su artículo 13 a los recursos efectivos.
Creemos que el término garantías es más amplio y brinda por esto una mayor protección. Por el
mismo no deben entenderse únicamente los recursos propiamente dichos sino todas las garantías del
debido proceso adjetivo.
3
Corte I.D.H, Opinión Consultiva El Habeas Corpus bajo suspensión de garantías (arts. 27.2, 25.1
y 7.6 Convención Americana sobre Derechos Humanos). OC-8/87 del 30 de enero de 1987. Série A
Nº 8, párr. 26.
2
democrática4 ya que la confianza de los particulares en los tribunales constituye uno
de sus pilares fundamentales5.
3
Veremos como la jurisprudencia de la Corte Interamericana responde a una clara
línea progresista, característica del sistema de protección de los derechos humanos,
que intenta consagrar en algunas oportunidades derechos consuetudinarios sin la
adecuada prueba de la práctica que se requiere a fin de demostrar la existencia de
una costumbre en el ámbito internacional. Este desarrollo progresivo se lleva
adelante fundamentado en la tarea hermenéutica de la Corte, guiada por el principio
de interpretación pro homine7. Veremos, incluso, como algunos jueces de la Corte
“consagran” nuevos derechos como pertenecientes al derecho imperativo del
derecho internacional (Jus Cogens)8. Creemos que esto responde a una conciencia
colectiva centrada en no dejar impunes crímenes de gravedad que tiene como base
una fuerte presión política de los Estados latinoamericanos. Sin embargo, esta
conciencia colectiva, que marca de alguna forma la dirección hacia la que se dirige
la Sociedad Internacional, podría ser considerada parte de una incipiente opinio
juris pero no reúne, aún, las características de una norma perentoria derecho
internacional con las características establecidas en el Art. 53 de la Convención de
Viena sobre el derecho de los tratados como lo sostienen algunos de sus precursores.
4
PRIMERA PARTE:
LA JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS EN MATERIA DE GARANTÍAS JUDICIALES
“8.1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad a la ley, en las
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones en orden civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro carácter”.
5
de debido proceso, originariamente entendido en el marco de un proceso judicial y
cuyo análisis culminaba con la sentencia definitiva, ha ampliado su proyección.
Actualmente, la Corte considera que el mismo no se agota en los procedimientos en
si mismos sino que, en virtud del Art. 8 de la Convención, el Estado debe asegurar
en un plazo razonable el derecho de la presunta víctima a obtener un control
jurisdiccional que le permita verificar que los actos de las autoridades sean acordes
a los establecido por la Convención15.
Los elementos más tratados por la Corte, que serán por lo tanto objeto de nuestro
análisis, son el plazo razonable y la interpretación del concepto de juez o tribunal
competente independiente e imparcial.
A. El plazo razonable
La Corte se pronuncia por primera vez acerca del plazo razonable en el Caso
Genie Lacayo en el cual define de manera precisa cuales son los elementos a tener
en cuenta para determinar la razonabilidad del mismo16. En esta oportunidad, bajo la
inspiración de su par europea17 establece que se tendrán en cuenta para este fin: la
complejidad de asusto, la actividad procesal del interesado y la conducta de las
autoridades judiciales. Estos criterios serán evaluados según las circunstancias del
caso, prescindiendo de la consideración de un plazo determinado de tiempo, y el
plazo será analizado a través de las distintas etapas del proceso. Una vez realizado el
análisis por fase, debe considerarse la duración global del proceso. Esta tesis,
dominante tanto en la jurisprudencia de la Corte Interamericana como en la de su
par europeo, ha sido llamada por la doctrina como la tesis del “no plazo” debido a su
reticencia de determinar un plazo concreto18.
En el Caso Suaréz Rosero vs Ecuador la Corte señala que la finalidad del plazo
razonable es impedir que el acusado permanezca en dicha situación un largo
tiempo19. Señala el Tribunal, en el Caso Blake, que el fundamento principal del
plazo razonable es evitar dilaciones que se traducen en privación o denegación de
Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C Nº 126 Voto Juez García Ramírez párr. 127 y 150.
15
Corte I.D.H Caso Palamara Iribarne vs Chile Sentencia del 22 de noviembre de 2005. Serie C Nº
135 párr. 188.
16
Corte I.D.H Caso Genie Lacayo vs Nicaragua Sentencia del 29 de enero de 1997. Serie C Nº 30.
Párr. 77.
17
La Corte I.D.H cita el caso Motta de 1991 Serie A Nº 195 párr. 30 Corte Europea de Derechos
Humanos.
18
Algún sector de la doctrina penalista argentina la considera como un criterio peligroso, ya que su
ambigüedad la haría apta tanto como para proteger al imputado en un proceso, como para avalar
conductas provenientes del aparato estatal en el sentido contrario. Es así, que quienes siguen esta
línea consideran que al no establecerse criterios concretos, no sólo se vulnera la garantía objeto del
análisis, sino que se crea una situación de inseguridad jurídica. De esta manera, una tesis que, a
simple vista podría pensarse que es pro imputado, podría servir para vulnerar los derechos del
mismo. Sostienen los defensores de esta postura que carecería de sentido establecer un plazo legal
en los procesos penales, a fin de adecuar la legislación interna a lo pactado internacionalmente, si
los organismos encargados de la protección de los derechos humanos vulneran esta garantía
estableciendo criterios abstractos y ambiguos. Basile L.G y Diez Azconegui M. B. Plazo razonable
de duración del proceso penal. ( http://www.espaciosjuridicos.com.ar).
19
Corte I.D.H Caso Suaréz Rosero vs Ecuador Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C. Nº
36 Párr. 70.
6
justicia20.
Los fallos de la Corte Interamericana en esta materia tienen en sus inicios como
eje los problemas surgidos a raíz de la separación, o mejor dicho de la falta de
claridad en esta, de la justicia civil y militar en el Perú. Sin embargo, luego su
20
Corte I.D.H Caso Blake vs Guatemala Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C Nº 36, párr. 91.
21
Idem.
22
Corte I.D.H Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua y otros) vs. Guatemala Sentencia de 8 de
marzo de 1998. Serie C Nº 37. Párr. 152, Caso Ricardo Canese vs Paraguay Sentencia de 31 de
agosto de 2004. Serie C Nº 111, párr. 141 Caso Comunidad Indígena de Yakye Axa vs Paraguay
Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C Nº 125, párr 65, Caso de la “Masacre de Mapiripán” vs
Colombia Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C Nº 134, párr 217 Caso García Asto y
Ramírez Rojas vs Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C Nº 137 párr 166.
23
Corte I.D.H Caso de la “Masacre de Mapiripán” vs Colombia Sentencia de 15 de septiembre de
2005, Serie C. Nº 134.
24
Idem, párr. 218.
25
Idem, párr. 221.
26
Corte I.D.H Caso Ricardo Canese vs Paraguay. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C Nº
111, párr 142, Caso de la Comunidad de Moiwana vs Suriname. Sentencia de 15 de junio de 2005.
Serie C Nº 124. Párr 160, Caso García Asto y Ramírez Roja vs Perú. Sentencia de 25 de noviembre
de 2005. Serie C Nº 137, párr 162.
7
desarrollo se dará a través de una serie de fallos en los que varía el Estado juzgado,
demostrando que es una materia que atraviesa de forma transversal a la mayoría de
los Estados parte del sistema.
La Corte trata esta cuestión por primera oportunidad en el Caso Loayza Tamayo
de sentencia de 17 de septiembre de 1997. En esta oportunidad, la Corte afirma que
los tribunales militares por sus características no alcanzan los estándares del juicio
justo ya que en los mismos se prescinden de garantías fundamentales del debido
proceso como la presunción de inocencia. El Tribunal atacará asimismo la
adecuación de estos tribunales a la normativa de la Convención, ya que en los
procedimientos llevados a cabo en los mismos no se puede contradecir la prueba y
en la mayoría de los casos el abogado defensor no puede comunicarse con su
defendido27.
La Corte avanza asimismo sobre los sujetos plausibles a ser juzgados por
tribunales militares, sosteniendo que los militares retirados estarán sujetos a la
justicia ordinaria32 y reafirmando de esta forma el carácter restrictivo y excepcional
27
Corte I.D.H Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C Nº 33,
párr 62.
28
Corte I.D.H Caso Castillo Petruzzi y otros vs Perú Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C Nº
52.
29
Idem, párr 128.
30
Corte I.D.H Caso Castillo Petruzzi op. cit, párr 133.
31
Corte I.D.H Caso Durand Ugarte vs Perú. Sentencia de 16 de agosto de 2000, serie C Nº 68, párr
117 y Caso Cantoral Benavides vs Perú. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C Nº 69, párr
113.
32
Corte I.D.H Caso Cesti Hurtado vs Perú. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie C Nº 56,
párr 151, Caso Palamara Iribarne vs Chile. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C Nº 135
párr 128.
8
de esta jurisdicción33.
C. La presunción de inocencia
33
Corte I.D.H Caso Durand Ugarte op cit párr 117, Caso Palamara Iribarne op. cit, párr. 124.
34
Corte I.D.H Caso de la “Masacre de Mapiripán” vs Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de
2005. Serie C Nº 134, párr 202.
35
Corte I.D.H Caso Palamara Iribarne vs Chile. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C Nº
135.
36
Idem, párr 145.
37
Idem, párr 147
38
Idem, párr 155.
39
Idem, voto Juez S. García Ramírez, párr 9.
40
Idem, párr. 12.
9
Este principio constituye una de las garantías esenciales en materia penal. El
mismo ha sido denominado por la doctrina como “presunción de inocencia” o
“principio de inocencia”41 y Ulpiano en su Digesto lo expresaba de la siguiente
forma: “Satius esse impunitum relinqui facinus nocentis quam innocentme
damnari” (es preferible dejar impune al culpable de un hecho punible que perjudicar
a un inocente). Es una de las garantías que inspira el proceso penal en un Estado de
Derecho42 y se lo considera como un logro alcanzado por la modernidad,
constituyendo una de las condiciones esenciales del debido proceso43.
41
D´ALBORA, Francisco J. Código Procesal Penal de la Nación, pág. 25, Ed. Lexis Nexis, año
2002.
42
CALVO SUÁREZ D. G. Presunción de Inocencia (http://www.espaciosjuridicos.com.ar).
43
TIGROUDJA H. Y PANOUSSIS I. La Cour Interamericaine des Droits de l´Homme, op. cit pág
259.
44
Corte I.D.H Caso Loayza Tamayo vs Perú sentencia de 17 de diciembre de 1997. Serie C Nº 33 .
45
Corte I.D.H Caso Suárez Rosero vs Ecuador sentencia de 17 de noviembre de 1997. Serie C Nº
35.
46
Idem, párr. 77.
10
La Corte Interamericana afirma asimismo en esta sentencia que el principio de
inocencia, en virtud del cuál la prisión preventiva tiene una naturaleza excepcional,
está contenido en el Art. 9 inc.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, artículo que sirve a la Corte como regla de interpretación de la
Convención47. Es importante, a los fines de este análisis mencionar, que la Corte
considera a esta regla como un principio general del Derecho Internacional. Basado
en estos argumentos, el Tribunal concluye que una prisión preventiva con una
duración de cuatro años viola el principio de presunción de inocencia ya que dicha
medida significa una pena antes del juzgamiento y por lo tanto una violación al
debido proceso. En ocasión de este fallo, la Corte sostiene que el principio de
inocencia subyace en el propósito mismo de las garantías judiciales del Art. 8. 2 de
las que se deriva la obligación de no restringir la libertad más allá de los límites
estrictamente necesarios, reafirmando la naturaleza cautelar de la prisión
preventiva48.
“Está más allá de toda duda que el Estado tiene el derecho y el deber de
garantizar su propia seguridad. Tampoco puede discutirse que toda la
sociedad padece por las infracciones a su orden jurídico. Pero por graves
que puedan ser ciertas acciones y por culpables que puedan resultar los reos
de determinados delitos, no cabe admitir que el poder pueda ejercerse sin
límite alguno o que el Estado pueda valerse de cualquier procedimiento para
alcanzar sus objetivos, sin sujeción al derecho o a la moral”49.
La Corte sostiene que una persona no puede ser condenada mientras no exista
plena prueba acerca de la responsabilidad penal y remarca una vez más que el
47
El Pacto Internacional Derechos Civiles y Políticos el su artículo 9 inc.3 afirma que: “Toda
persona detenida o presa a causa de una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las
personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar
subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en
cualquier momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo”.
48
Corte I.D.H Caso Suárez Rosero op cit., pág. 77.
49
Corte I.D.H Caso Castillo Petruzzi y otros vs Perú. Sentencia de 30 de mayo de 1999 Serie C Nº
52 párr 204.
50
Corte I.D.H Caso Cantoral Benavides vs Perú. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C Nº 69
párr. 120.
11
principio de inocencia hace al fundamento de las garantías judiciales51, este
principio constituye un elemento esencial e indispensable para la realización
efectiva del derecho de defensa y el mismo permanece durante todo el proceso.
12
La Convención Americana de Derechos Humanos enuncia una lista de las
garantías que deben ser respetadas en todo proceso judicial. Sin embargo lejos está
dicha enumeración de ser taxativa ya que establece el mismo artículo 8.2 que se
trata de garantías mínimas a tener en cuenta.
13
más de un imputado implica una restricción a la elección del defensor por parte del
individuo, este hecho no constituye per se una violación del Inc. d del Art. 859.
14
Benavides65. En el primero de estos fallos, el Tribunal Interamericano estableció
que la ausencia del abogado defensor al momento en que un individuo realiza su
testificación no constituye violación del Artículo 8.3 si la persona no ha sido
víctima de coacción alguna66. En el caso Cantoral Benavides declarará inválidas
declaraciones obtenidas por medio de la tortura, determinando que las mismas en
ninguna circunstancias servirán para incriminar al individuo.
“El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio
por los mismos hechos”.
67
CABANELLAS, Guillermo. Repertorio jurídico de principios generales del derecho, locuciones,
máximas y aforismos latinos y castellanos, 4ª. Edición ampliada por Ana María Cabanellas, Heliasta
S.R.L. Buenos Aires, Argentina, 1992, pág. 175.
68
BARRENA ALCARAZ, Adriana E. y otros. y otros. Diccionario Jurídico Mexicano. Suprema
Corte de Justicia de la Nación. México, 1994, pág. 2988.
69
DE LEÓN VILLALBA, Francisco Javier. Acumulación de sanciones penales y administrativas:
Sentido y alcance del principio “ne bis in idem”, Bosch, Barcelona-España, 1998, págs. 388 y 389.
70
MAIBER, B. J. Inadmisibilidad de la persecución penal múltiple (Ne bis in Idem). Doctrina penal
No. 35, 1986, pág. 415, nota 1, citada por Francisco Javier de León Villalba. Op. Cit. Pág. 35, nota
8.
71
Según la opinión de la doctrina, podemos ubicar el origen del principio ne bis in idem, en Roma.
En los procesos judiciales que se instauraban en la Roma clásica, estaba prohibido iniciar un nuevo
juicio a través de la promoción de una segunda demanda sobre la misma materia, por la misma o
diferente acción, una vez nacida la relación jurídica procesal. La doctrina Alemana lo configura
como un principio íntimamente unido a la cosa juzgada, sobre la cual, con independencia de la
decisión que se adoptara en un juicio, el poder judicial sólo podría ocuparse una vez respecto de la
misma cosa. Sin embargo, existen otros autores que sitúan el origen de este principio en diversos
pasajes del antiguo derecho griego y citan a tal efecto pasajes de Platón y Demóstenes que
recogerían el significado de la máxima. El contenido inicial de este principio consistía en que una
misma acción no podía hacerse valer en dos ocasiones cualquiera que fuese el resultado del primer
procedimiento que le fuera iniciado al acusado. Esta prohibición no operaba automáticamente
después de la contestación de demanda y fijación de la litis, sino que el demandado debía ejercitarla
en vía de excepción. Esta máxima se desarrolló en la mayoría de los sistemas jurídicos de origen
latino o que en un momento dado sintieron su influencia desde su inicio, por la unificación llevada a
15
En el marco interamericano, la doctrina ha expresado que este principio significa
el derecho de una persona de no ser juzgado dos veces por la misma causa (“same
cause”)72. La Corte, en la sentencia de 17 de diciembre de 1997, en el Caso
Loayza Tamayo73 resalta el carácter amplio de la “misma causa” para la aplicación
de este principio, sosteniendo que la amplitud del término actúa en pos de la
protección de los derechos del individuo acusado. En este fallo, el Tribunal resalta
que se trata de una definición ventajosa por sobre aquella contenida en el artículo
14.7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ya que puede llevar a
un resultado más favorable para el individuo. En el fallo, la Corte estima que se
violó el principio de non bis in idem ya que el individuo ha sido juzgado dos veces
por los mismos hechos74. Si bien en este caso los hechos que dan base a los
procesos son los mismos, estamos ante juzgamientos por crímenes distintos en
distintas jurisdicciones. Esta violación resulta, según el Tribunal, de la proximidad
en la tipicidad de los crímenes de traición y de terrorismo, producto de una mala
técnica legislativa peruana.
Si bien las razones de fondo, poca delimitación de los delitos, que motivan el
caso son las mismas, en el Caso Cantoral Benavides el Tribunal adopta un postura
algo diferente respecto a la materia. La Corte reafirma el problema existente en la
legislación peruana y remarca asimismo que esta otorga competencia en la misma
materia a dos órganos judiciales distintos. Sin embargo, más allá de considerar esta
falta de claridad como una violación al principio de non bis in idem, considera esta
situación violatoria del principio de independencia, imparcialidad y competencia
del tribunal establecida en el Art. 8.1, otorgándole de esta forma el carácter
accesorio a la violación del principio consagrado en el Art.. 8.4.
cabo por el Derecho Canónico y, posteriormente, en el Derecho Español con el Rey Alfonso X y
Las Siete Partidas, 6 así como, con el Derecho Inglés y Alemán, al establecerse en el primero, el
principio o aplicación de la cláusula double jeopardy o doble juego, y en el segundo, al establecer
que quien a otro acusa por una causa que ya antes había sido procesado y condenado, debe
someterse a la mejora. No fue sino hasta la Revolución Francesa como se hizo notar el primer
cambio en el derecho positivo, al formularse la frase non bis in idem, respecto de la cosa juzgada, la
cual, sería repetida constantemente en leyes posteriores, en el Código de Merlín o de Brumario, el
Código de Instrucción Criminal, hasta su reconocimiento e inclusión en la quinta enmienda de la
Constitución de los Estados Unidos de América y dentro de los derecho de los ciudadanos “Bill of
rights”. Paula del Sagrario Núñez Villalobos "El principio non bis in idem en el derecho
administrativo sancionador".Publicaciones de becario de la Suprema Corte de Justicia de México
(http://200.38.86.53/PortalSCJN/).
72
TIGROUDJA H. Y PANOUSSIS I. La Cour interamericaine op. cit., pág 266.
73
Corte I.D.H Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de diciembre de 1997. Série
C No 33.
74
Idem párr. 76- 77.
75
TIGROUDJA H. Y PANOUSSIS I. La Cour interamericaine des droits de l´homme. op. cit., pág
267.
16
G. La publicidad de los debates (Art. 8.4)
“El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses de la justicia”.
76
Corte I.D.H Caso Castillo Petruzzi y otros vs Perú. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C Nº
52.
77
Corte I.D.H Caso Cantoral Benavides vs Perú. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C Nº 69.
78
Corte I.D.H Caso Gutiérrez Soler vs Colombia. Sentencia de 12 de septiembre de 2005. Serie C Nº
132.
79
Corte I.D.H Caso Castillo Paez vs Perú. Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C Nº 34,
17
Encontramos una disposición equivalente a la presente, en el art.13 de la
Convención Europea con la diferencia de que, según esta última, la violación de las
garantías judiciales debe estar ligada a algún derecho de naturaleza sustancial 80.
Veremos más adelante como esta pequeña diferencia permitió a algunos jueces de
la Corte Interamericana desarrollar la “autonomía” del Art. 25 y de su naturaleza
sustancial, basados en una lectura simple y autónoma de la disposición.
Caso Suárez Rosero vs Ecuador. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C Nº 35, Caso
Blake vs Guatemala. Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C Nº 36, Caso Castillo Petruzzi vs
Perú. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C Nº 52, Caso Durand Ugarte vs Perú. Sentencia de
16 de agosto de 2000. Serie C Nº 68, Caso Cantoral Benavides vs Perú. Sentencia de 18 de agosto
de 2000. Serie C Nº 69.
80
El origen de dicho derecho está en la Declaración Americana de Derechos del Hombre, en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y la encontramos en el Pacto de Derechos Civiles
y Políticos en su art. 3 Voto en disidencia Juez A. Cançado Trindade Corte I.D.H Caso Genie
Lacayo vs Nicaragua. Solicitud de Revisión de la Sentencia de 29 de enero de 1997. Resolución de
la Corte de 13 de septiembre de 1997. Serie C 45, párr 19.
81
TIGROUDJA H. Y PANOUSSIS I. La Cour interamericaine des droits de l´homme. op. cit., pág.
271.
82
Artículo 1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté
sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
83
Corte I.D.H Caso Castillo Paez vs Perú Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C Nº 34
párr. 83.
84
Corte I.D.H Caso Genie Lacayo vs Nicaragua Sentencia del 29 de enero de 1997. Serie C Nº 30.
85
Corte I.D.H Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs Guatemala. Sentencia de
8 de marzo de 1998. Serie C Nº 37.
18
alcanzada a través de recursos sencillos a los que puedan acudir los individuos en
caso de vulneración de sus derechos86. En su voto en disidencia en el Caso Genie
Lacayo a la sentencia de 13 de septiembre de 1997 Cançado Trindade afirma que
el Art. 25 es la contracara de la regla de agotamiento de los recursos internos del
Estado a fin de acceder a la jurisdicción internacional87. Sostiene el magistrado que
el derecho a un recurso sencillo rápido y efectivo ante los jueces o tribunales
nacionales competentes, consagrado en el Art.25, es una garantía judicial mucho
más importante de lo que se pueda suponer a prima facie88.
86
Corte I.D.H Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs Guatemala. Sentencia de
8 de marzo de 1998. Serie C Nº 37 párr. 37, Caso Bámaca Velásquez vs Guatemala. Sentencia de 25
de noviembre de 2000. Serie C Nº 70 párr 191.
87
Corte I.D.H Caso Genie Lacayo vs Nicaragua. Sentencia de 13 de septiembre de 1997. Serie C
Nº 45 Voto en disidencia del Juez A. Cançado Trindade párr 12.
88
Idem párr, 18.
89
Art. 7 inc 6 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos: “Toda persona privada de
libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin
demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención
fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se viera amenazada
de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que
éste decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los
recursos podrán interponerse por sí o por otra persona”.
90
Corte I.D.H Caso Neira Alegria y otros vs Perú. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C Nº
20, Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de septiembre de 1997 Serie C Nº 33.
91
Corte I.D.H Opinión Consultiva Garantías Judiciales en Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25.1 y
7.6 Convención Americana sobre Derechos Humanos). OC-8/87 del 30 de enero de 1987 Serie A Nº
8.
19
El Tribunal ha realizado un vasto desarrollo de las garantías judiciales
sosteniendo que el propósito de las mismas es obtener una decisión pronta sobre la
legalidad de lo actuado92. Estas garantías, cuya manifestación en el derecho interno
son los recursos, regirán tanto en situaciones normales como en circunstancias
excepcionales93 ya que los Estados tienen la obligación de garantizar en todo
momento, incluso cuando el imputado se encuentra incomunicado, el recurso de
habeas corpus94. La suspensión de las presentes garantías sólo será admitida en
casos excepcionales y no deberá exceder lo estrictamente necesario, debiendo
subsistir los medios idóneos para el control de las disposiciones que se dicten95.
92
Corte I.D.H Caso Cesti Hurtado vs Perú. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie C Nº 56,
párr. 125.
93
Corte I.D.H Caso Castillo Petruzzi y otros vs Perú Sentencia de 30 de mayo de 1999.
Serie C Nº 52 párr.186.
94
Corte I.D.H Caso Cesti Hurtado vs Perú. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie
C Nº 56, párr. 123.
95
Corte I.D.H Caso Durand Ugarte vs Perú. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C Nº 58 párr
99.
96
Corte I.D.H Caso Comunidad Indígena Yakye vs Paraguay. Sentencia de 17 de junio de 2005.
Serie C Nº 125 párr. 62.
97
Idem, párr. 63.
98
Corte I.D.H Caso Acosta Calderón vs Ecuador. Sentencia de 24 de junio de 2005. Serie C Nº
129.
99
Voto Jueza Medina Quiroga Corte I.D.H Caso García Asto y Ramírez Rojas vs Perú. Sentencia
de 25 de noviembre de 2005. Serie C Nº 137.
20
Antonio Cançado Trindade en su voto en disidencia en el Caso Genie Lacayo100.
21
una obligación internacional adquirida con anterioridad. En virtud de dicha
responsabilidad se genera la obligación de reparar. Como observamos, la Corte no
tiene entre sus facultades originales, la posibilidad de declarar inaplicable
normativa interna del Estado y hacer por lo tanto cesar su vigencia. En virtud de las
competencias de la Corte, según el sistema, esta podría declarar que el Estado en
cuestión ha incurrido en responsabilidad internacional, violando, en este caso los
artículos 8 y 25, por la creación de una disposición, ya que la responsabilidad puede
surgir de cualquier órgano del Estado, incluso del poder legislativo. Sin embargo no
se encuentra entre las funciones originarias de la Corte declarar inaplicable una
disposición de derecho interno la cual deberá ser derogada por el órgano
constitucionalmente dispuesto para ello.
22
no habilitaría, según nuestra opinión, a que la Corte Interamericana declare la
ineficacia de una disposición en el sistema jurídico interno. Estando limitado el
Tribunal internacional a solicitar al Estado que derogue dicha disposición como una
forma de reparación.
23
utile de la Convención. La creación de este derecho, con la característica de la
autonomía, es exclusiva del ámbito interamericano ya que Cançado Trindade
rechaza de forma explicita la jurisprudencia de su par europeo en la materia por
considerarla atrasada respecto a la jurisprudencia Interamericana116.
116
Idem párr 33.
117
Corte I.D.H Caso Bámaca Velásquez vs Guatemala. Sentencia de 25 de noviembre de 2000.
Serie C Nº 70 Voto Juez Hernán Salgado Pesantes.
118
Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C Nº 75. Párr
48.
119
Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C Nº 75. Párr
48 Voto Juez A. Cançado Trindade párr. 5.
24
pacificar su sociedad leyes de amnistía a lo largo de la historia, hasta el presente.
De esto se desprende, más allá de las consideraciones personales de tinte político
hacia dicha acción, que la Comunidad Internacional actualmente no considera el
Derecho a la Verdad como una norma de Jus Cogens. Si así lo hiciere, creemos que
tampoco sería oportuno y de alguna manera representante de una opinio juris
general, que una corte de carácter especial y regional como es la Corte
Interamericana de Derechos Humanos identificara las nuevas normas de Jus
Cogens120.
V. ALGUNAS CONCLUSIONES
121
Corte I.D.H Caso 19 Comerciantes vs Colombia. Sentencia 5 de julio de 2004. Serie C Nº 109
Voto jueza Medina Quiroga.
122
v. Corte I.D.H Caso de los Hermanos Caso de los Hermanos Gómez Paquiyari vs Perú.
Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie C Nº 110, Voto Jueza Medina Quiroga, Caso García Asto y
Ramírez Rojas vs Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2005 párr 78 y Voto de la Jueza Medina
Quiroga.
123
Corte I.D.H Caso Blanco Romero y otros vs Venezuela. Sentencia de 28 de noviembre de 2005.
Serie C Nº 138 párr 62.
124
Corte I.D.H Caso Fermín Ramírez vs Guatemala Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C Nº
126 Voto Juez García Ramírez párr. 127 y 150.
25
por la Corte Europea de Derechos Humanos125, que han sido aplicados en la
mayoría de los casos analizados por el Tribunal, a excepción de aquellos en los
cuales las circunstancias especiales meritaban, para su justo tratamiento, apartarse
de estos criterios126. La violación del plazo razonable ha sido considerado en
numerosas oportunidades como una violación per se del Art. 8 de la Convención127.
En cuanto a la noción de independencia, imparcialidad y competencia del tribunal,
el estudio de este elemento se ha centrado, en la jurisprudencia del Tribunal
Interamericano, en el análisis de las jurisdicciones militares. En esta materia, vemos
un desarrollo bastante progresivo que admite cada vez menos este tipo de
jurisdicción. Dicho tema ha sido tratado en profundidad, por un fallo que a nuestro
entender recoge el desarrollo de la Corte en el Caso Palamara Iribarne 128.
26
corpus, el Tribunal ha hecho un análisis de la violación del Art.. 25 en conjunto con
la violación del Art.. 7.6133. Uno de los temas en los que encontramos una labor
creativa de la Corte es el referido a las leyes de amnistía o autoamnistía,
consideradas por el Tribunal incompatibles con la Convención Americana e incluso
habiendo llegado este a declararlas ineficaces al interior del sistema jurídico en
cuestión134.
SEGUNDA PARTE:
JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE
DERECHOS HUMANOS EN MATERIA DE GARANTÍAS
JUDICIALES
8 de marzo de 1998. Serie C Nº 37 párr. 37, Caso Bámaca Velásquez vs Guatemala. Sentencia de 25
de noviembre de 2000. Serie C Nº 70 párr 191.
133
Corte I.D.H Caso Neira Alegria y otros vs Perú. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C Nº
20, Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de septiembre de 1997 Serie C Nº 33.
134
Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C Nº 75. párr
41 y 44, Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Interpretación de la Sentencia de Fondo (art. 67
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Sentencia de 3 de septiembre de 2001. Serie C
Nº 83. Punto resolutivo Nº 2. Corte I.D.H Caso Comunidad Indígena Yakye Axa vs Paraguay.
Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C Nº 125 párr 167.
135
Idem Voto Juez A. Cançado Trindade, párr 30.
136
Corte I.D.H Caso Bámaca Velásquez vs Guatemala. Sentencia de 25 de noviembre de 2000.
Serie C Nº 70 Voto Juez Hernan Salgado Pesantes.
137
Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C Nº 75. Párr
48 Voto Juez A. Cançado Trindade párr. 5.
138
Corte I.D.H Caso 19 Comerciantes vs Colombia. Sentencia 5 de julio de 2004. Serie C Nº 109
Voto jueza Medina Quiroga, Caso de los Hermanos Caso de los Hermanos Gómez Paquiyari vs
Perú. Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie C Nº 110, Voto Jueza Medina Quiroga, Caso García
Asto y Ramírez Rojas vs Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2005 párr 78 y Voto de la Jueza
Medina Quiroga.
139
Corte I.D.H Caso Blanco Romero y otros vs Venezuela. Sentencia de 28 de noviembre de 2005.
Serie C Nº 138 párr 62 .
27
acusación en materia penal dirigida contra ella. La sentencia debe ser
pronunciada públicamente, pero el acceso a la sala de audiencia puede ser
prohibido a la prensa y al público durante la totalidad o parte del proceso
en interés de la moralidad, del orden público o de la seguridad nacional en
una sociedad democrática, cuando los intereses de los menores o la
protección de la vida privada de las partes en el proceso así lo exijan o en la
medida en que será considerado estrictamente necesario por el tribunal,
cuando en circunstancias especiales la publicidad pudiera ser perjudicial
para los intereses de la justicia”.
28
Art. 6 y por consiguiente de los elementos del proceso equitativo. Remarca el
Tribunal europeo, en el caso John Murray vs Reino Unido145, que dicho artículo se
aplica a la instrucción preliminar ya que considera que el mismo en algunas
circunstancias puede jugar un rol fundamental sobre el juzgamiento del fondo146 y a
toda fase anterior al proceso propiamente dicho147. La inobservancia inicial de
dichos elementos puede comprometer gravemente el proceso equitativo. Sin
embargo, incluso esta afirmación se ve atenuada por el Tribunal europeo, ya que
este señala que su aplicación a la instrucción preliminar dependerá de las
circunstancias de la causa148.
El derecho del sospechoso o imputado, según sea la fase del proceso en la que
nos encontremos, de comunicarse con su representante legal, constituye sin lugar a
dudas para el Tribunal Europeo una regla de toda sociedad democrática 152.Si el
abogado no se puede reunir con su defendido sin la presencia de vigilancia, este
derecho pierde utilidad ya que el mismo busca garantizar que los derechos sean
prácticos y efectivos153.
145
Caso 593 sentencia de 8.2.1996.
146
Caso Kişmir c. Turquie/v. Turkey, de sentencia de 31.5.2005no/no. 27306/95 (Sect. 2)
(Eng),párr 62.
147
Caso Okçuoğlu c. Turquie/v. Turkey sentencia de 8.7.1999 [GC], no/no. 24246/94, párr 135
148
Idem 144.
149
29
En la sentencia dictada en el Caso Magee vs Reino Unido158 de 6 de junio de
2000 el Tribunal declara que el Art.6 tiene como finalidad en lo penal asegurar el
debido proceso ante “un tribunal” competente para decidir sobre el bien que se
funda la acusación159, sin embargo el mismo no debe desinteresarse de los procesos
previos al juzgamiento ya que los mismos pueden jugar un rol importante antes del
juzgamiento en la medida de que su inobservancia inicial pueda comprometer el
carácter equitativo del proceso160.El Tribunal en el Caso Eliazer vs Países Bajos 161
remarca la importancia de la presencia del imputado en todas las fases del proceso
penal, ya que el mismo controla la exactitud de las afirmaciones y los dichos de la
contraparte162, tornando al proceso en contradictorio.
La Corte claramente establece que el Art.6.1 de ninguna forma garantiza que una
cuestión sea reenviada a un tribunal nacional o internacional169. En su
jurisprudencia, el Tribunal Europeo se refiere a un “derecho a la Corte” en el cual el
derecho de acceso a un tribunal es sólo un aspecto, lo que lo convierte en un
158
Caso Magee c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom, de sentencia de 6.6.2000 no/no. 28135/95
(Sect. 3) (bil.),CEDH/ECHR 2000-VI.
159
Idem, párr 41.
160
Idem.
161
Caso Eliazer c. Pays-Bas/v. the Netherlands, sentencia de 16.10.2001 no/no. 38055/97 (Sect. 3)
(bil.),CEDH/ECHR 2001-X.
162
Idem, párr 32.
163
V. nota 12.
164
47 Caso Menteş et autres c. Turquie/and Others v. Turkey (au principal/on the merits) sentencia
de 28.11.1997, párr 86.
165
Idem.
166
Esto es reafirmado por la Corte en el Caso Osman c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom1018
28.10.1998 , párr 136 en caso 25, párr 48.
167
Caso Kaya c. Turquie/v. Turkey sentencia de 19.2.1998, párr 104.
168
Caso Fogarty c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom [GC] sentencia de 21.11.2001, no/no.
37112/97, CEDH/ECHR 2001-XI, párr 32.
169
Caso Öcalan c. Turquie/v. Turkey sentencia de 12.5.2005 [GC], no/no. 46221/99, CEDH/ECHR
2005-IV , párr 131, Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de
22.6.2000 nos/nos. 32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.),
CEDH/ECHR 2000-VII , párr 114.
30
derecho absoluto de carácter relativo170. Sin embargo, a pesar de las limitaciones
admisibles en el sistema europeo, el Tribunal enfatiza la importancia de este
derecho cuando establece que la renuncia a las garantías establecidas en el Art.. 6
debe hacerse de manera inequívoca a fin de que la misma cuente con validez171.
170
Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de 22.6.2000 nos/nos.
32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.), CEDH/ECHR 2000-VII, párr
114.
171
Caso Kolu c. Turquie/v. Turkey, de sentencia de 2.8.2005 no/no. 35811/97 (Sect. 4) (fr), párr 53.
172
Caso Fogarty c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom [GC] sentencia de 21.11.2001, no/no.
37112/97, CEDH/ECHR 2001-XI, párr 32.
173
Caso John Murray c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom de sentencia de 8.2.1996,párr 63,
Caso Osman c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom.
1018 28.10.1998, párr 147, Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de
22.6.2000 nos/nos. 32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.),
CEDH/ECHR 2000-VII párr 114, entre otros.
174
Caso Osman c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom1018 28.10.1998, párr 147.
175
Idem, párr 147 Caso Başkaya et/and Okçuoğlu c. Turquie/v. Turkey [GC], sentencia de 8.7.1999
nos/nos. 23536/94 et/and 24408/94, CEDH/ECHR 1999-IV, párr 78.
176
Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de 22.6.2000 nos/nos.
32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.), CEDH/ECHR 2000-VII.
177
Idem, párr 114.
178
Caso Ernst et autres/and Others c. Belgique/v. Belgium, sentencia de 15.7.2003 no/no. 33400/96
(Sect. 2) (fr), párr 51.
179
Idem.
31
abstracto, sino en la forma en que su implementación atenta contra la
Convención180. El tribunal en ningún caso, y así lo establece, puede sustituir las
jurisdicciones internas181. Vemos una semejanza clara con la primer jurisprudencia
en materia de leyes de amnistía y autoamnistía de la Corte Interamericana182, que
como ya lo hemos señalado a partir del Caso Barrios Altos, da un giro ya que la
Corte Interamericana se ubica como una “corte constitucional” del sistema con
facultad de declarar la invalidez de una normativa de derecho interno. Creemos que
la postura del Tribunal Europeo es más acorde a las funciones de un Tribunal
especializado de Derecho Internacional que sólo tiene competencia en la esfera
internacional otorgada por los Estados integrantes del sistema que han firmado y
ratificado el tratado constitutivo.
32
A. El plazo razonable
Los fallos que han sido objeto del presente análisis no presentan un amplio
desarrollo jurisprudencial en materia de plazo razonable ya que la teoría del
Tribunal Europeo acerca de la materia, denominada por la doctrina “no plazo” es
anterior a 1995. Por esta razón el Tribunal, no hace más que reafirmar lo ya dicho
en sus fallos, precisando en algunas oportunidades aspectos no tratados con
anterioridad.
33
Derecho Interno196. Dichas Cortes, situadas en las ciudades más importantes de este
Estados estaban previstas para juzgar los delitos relacionados con el terrorismo y en
virtud de este hecho, y escudándose en la especialidad requerida por la materia,
estaban integradas tanto por jueces civiles como por jueces militares. La función de
las mismas ha sido básicamente el juzgamiento de del accionar del actual PKK
(Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Sin entrar en consideraciones de tipo
políticas respecto a este delicado y sensible tema, nos limitaremos a analizar lo
dicho por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya que consideramos que
toda apreciación fuera de una estrictamente jurídica, excede ampliamente el
presente estudio.
196
Sin embargo, no podemos dejar de mencionar que la teoría de las apariencias a la que haremos
referencia en el análisis de los fallos nace en la sentencia dictada en el caso Delcourt vs Bélgica de
17 de enero de 1970 y fue reafirmada en una versión más tenue en la sentencia en el Caso
Hauschildt c. Dinamarca de 24 de mayo de 1989. Según el Tribunal Europeo, en una sociedad que
se llame asimismo democrática, las apariencias en algunas circunstancias son más importantes que
la realidad objetiva, ya que de ellas depende la confianza del pueblo en las instituciones
establecidas.
197
Case Incal c. Turquie/v. Turkey de sentencia de 9.6.1998.
198
Idem, párr 65.
199
Esto es reafirmado en Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de
22.6.2000 nos/nos. 32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.),
CEDH/ECHR 2000-VII, párr 121.
200
Esta línea será reafirmada por el Tribunal en el Caso Chypre c. Turquie/Cyprus v. Turkey [GC],
sentencia de 10.5.2001 no/no. 25781/94, CEDH/ECHR 2001-IV, párr 228, sentencia en la cual el
Tribunal sostiene que la confianza en la cortes es uno de los pilares fundamentales de una sociedad
democrática.
201
Idem.
202
Idem, párr 68, Caso Başkaya et/and Okçuoğlu c. Turquie/v. Turkey [GC], sentencia de 8.7.1999
nos/nos. 23536/94 et/and 24408/94, CEDH/ECHR 1999-IV , párr 78, Caso E.K. c. Turquie/v.
Turkey, de sentencia de 7.2.2002 no/no. 28496/95 (Sect. 3) (fr)párr 96, 97 y 98, Caso Orhan Aslan
c. Turquie/v. Turkey, de sentencia de 20.10.2005 no/no. 48063/99 (Sect. 3) (fr) párr 57 y 58, Caso
Gullu c. Turquie/v. Turkey, sentencia de 10.11.2005 no/no. 18889/04 (Sect. 3) (fr)párr 43 Caso
Öncü et autres c. Turquie/and Others v. Turkey, sentencia de 29.11.2005 no/no. 63357/00 (Sect. 2)
(fr) párr 21, 22 y 26, Caso Mahsun Tekin c. Turquie/v. Turkey, de sentencia de 20.12.2005 no/no.
52899/99 (Sect. 2) (fr) párr 32 y 36.
34
magistrado militar de carrera. Gozan asimismo, de las mismas garantías
constitucionales y juzgan a los procesados a título individual y no como miembros
de un poder del Estado. Ningún poder público tiene facultades para darles
instrucciones relativas a sus actividades jurisdiccionales o influenciar sus tareas203.
203
Idem.
204
Caso Başkaya et/and Okçuoğlu c. Turquie/v. Turkey [GC], sentencia de 8.7.1999 nos/nos.
23536/94 et/and 24408/94, CEDH/ECHR 1999-IV , párr 79, Caso Okçuoğlu c. Turquie/v. Turkey
sentencia de 8.7.1999 [GC], no/no. 24246/94, párr 58 .
205
Case Incal c. Turquie/v. Turkey de sentencia de 9.6.1998, párr 70.
206
Idem,párr 71.
207
Caso Öcalan c. Turquie/v. Turkey sentencia de 12.5.2005 [GC], no/no. 46221/99, CEDH/ECHR
2005-IV, párr 115.
208
Caso Orhan Aslan c. Turquie/v. Turkey, de sentencia de 20.10.2005 no/no. 48063/99 (Sect. 3)
(fr), párr 57.
209
“Artículo 6. Derecho a un proceso equitativo1 .Toda persona tiene derecho a que su causa sea
oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por un tribunal independiente e
imparcial, establecido por la ley, que decidirá los litigios sobre sus derechos y obligaciones de
carácter civil o sobre el fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella.
La sentencia debe ser pronunciada públicamente, pero el acceso a la sala de audiencia puede ser
prohibido a la prensa y al público durante la totalidad o parte del proceso en interés de la
moralidad, del orden público o de la seguridad nacional en una sociedad democrática, cuando los
intereses de los menores o la protección de la vida privada de las partes en el proceso así lo exijan
o en la medida en que será considerado estrictamente necesario por el tribunal, cuando en
circunstancias especiales la publicidad pudiera ser perjudicial para los intereses de la justicia”.
210
Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de 22.6.2000 nos/nos.
32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.), CEDH/ECHR 2000-VII, párr
98.
35
dentro de su competencia, basada en el imperio del derecho. Los procedimientos
posteriores a dicha determinación legal serán conducidos de manera prescripta y
buscaran satisfacer condiciones como la independencia de sus miembros, la
duración de sus cargos, su imparcialidad y los remedios procesales existentes211.
36
del imputado o su silencio, según sea el caso, no podrán ser usadas en su contra en
ninguna oportunidad o si en algunas oportunidades se le puede informar que su
silencio será usado a posteriori219. El Tribunal al analizar este derecho sostiene que
basar una convicción de culpabilidad sólo en el silencio resulta evidentemente
contrario al Convenio. Sin embargo, resalta que es también evidente que en algunas
circunstancias particulares es necesaria una expresión por parte del imputado220.
Esto quiere decir que el derecho a permanecer el silencio no es un derecho de
carácter absoluto y como el derecho a un tribunal, deberá evaluarse caso por
caso221.
37
armas. La igualdad o paridad de armas requiere que cada parte tenga la oportunidad
razonable para presentarse en el caso en condiciones tales que no se ubique en
desventaja vis à vis con el oponente. El objetivo principal de las normas de
procedimiento es proteger al imputado contra el abuso de autoridad ya que siempre
será la defensa del mismo la que sufrirá las omisiones y falta de claridad de las
reglas227.
227
Caso Coëme et autres c. Belgique/and Others v. Belgium, sentencia de 22.6.2000 nos/nos.
32492/96, 32547/96,32548/96, 33209/96 et 33210/96 (Sect. 2) (bil.), CEDH/ECHR 2000-VII párr
102.
228
Caso Ernst et autres/and Others c. Belgique/v. Belgium, sentencia de 15.7.2003 no/no. 33400/96
(Sect. 2) (fr).
229
Idem, párr 60.
230
Idem.
231
Caso Öcalan c. Turquie/v. Turkey sentencia de 12.5.2005 [GC], no/no. 46221/99, CEDH/ECHR
2005-IV, párr 146.
232
“Art.6.1 La sentencia debe ser pronunciada públicamente, pero el acceso a la sala de audiencia
puede ser prohibido a la prensa y al público durante la totalidad o parte del proceso en interés de
la moralidad, del orden público o de la seguridad nacional en una sociedad democrática, cuando
los intereses de los menores o la protección de la vida privada de las partes en el proceso así lo
exijan o en la medida en que será considerado estrictamente necesario por el tribunal, cuando en
circunstancias especiales la publicidad pudiera ser perjudicial para los intereses de la justicia”.
233
Caso Ernst et autres/and Others c. Belgique/v. Belgium, sentencia de 15.7.2003 no/no. 33400/96
(Sect. 2) (fr), párr 65.
234
Idem.
38
Siguiendo su línea tradicional, el Tribunal señala que esta obligación tiene una
excepción, derivada del mismo Art.6.1 y que el acceso a la sala de audiencia puede
prohibirse a la prensa y al público en general durante la totalidad o parte del
proceso en interés de la moralidad, el orden público o la seguridad nacional.
Menciona como posibles casos de excepción la protección de menores o de testigos
en la causa235. Incluso el carácter secreto de la instrucción puede estar justificado
para la protección de la vida privada de las personas involucradas236.
235
Idem, párr 66.
236
Idem, parr 68.
237
V. Título III de la primera parte de este estudio.
238
Caso Menteş et autres c. Turquie/and Others v. Turkey (au principal/on the merits) sentencia de
28.11.1997.
239
Idem, párr 88.
240
Idem, retomado en Caso Öneryıldız c. Turquie/v. Turkey [GC], de sentencia de 30.11.2004
no/no. 48939/99, CEDH/ECHR 2004-, párr 145.
241
Idem, párr 89.
39
ningún diseño en particular242-243. El recurso deberá ser efectivo tanto en la práctica
como en derecho y su ejercicio no debe ser impedido por actos u omisiones de
autoridades del Estado244. Este caso sentará la línea del Tribunal en la materia ya
que en los sucesivos fallos mantiene esta postura245 y se limita a ampliarla cuando
las circunstancias del caso lo requieren.
242
Esta es otra de las diferencias principales con la jurisprudencia interamericana, la que
frecuentemente hace referencia al Habeas Corpus y a su efectividad. V. nota 86 en la primera parte
de este trabajo.
243
Reafirmado en el Caso Öneryıldız c. Turquie/v. Turkey [GC], de sentencia de 30.11.2004 no/no.
48939/99, CEDH/ECHR 2004-párr 146.
244
Caso Menteş et autres c. Turquie/and Others v. Turkey (au principal/on the merits) sentencia de
28.11.1997, párr 89.
245
Caso Kaya c. Turquie/v. Turkey sentencia de 19.2.1998,párr 106, Caso Kişmir c. Turquie/v.
Turkey, de sentencia de 31.5.2005 no/no. 27306/95 (Sect. 2) (Eng), párr 137, Akdeniz c. Turquie/v.
Turkey, sentencia de 31.5.2005.
no/no. 25165/94 (Sect. 4) (Eng), párr 139, Caso Hamiyet Kaplan et autres c. Turquie/and Others v.
Turkey, de sentencia de 19.9.2005 no/no. 36749/97 (Sect. 2) (fr) párr 72, Caso Dizman c. Turquie/v.
Turkey, de sentencia de 20.9.2005 no/no. 27309/95 (Sect. 2) (Eng)párr 94, Caso Belkıza Kaya et
autres c. Turquie/and Others v. Turkey, de sentencia de 22.11.2005 nos/nos. 33420/96
et/and36206/97 (Sect. 4) (fr), párr 112 y 113.
246
Caso Kaya c. Turquie/v. Turkey sentencia de 19.2.1998.
247
Idem, párr 106.
248
Caso Wille c./v. Liechtenstein [GC], de sentencia de 28.10.1999 no/no. 28396/95, CEDH/ECHR
1999-VII.
249
Caso Wille c./v. Liechtenstein [GC], de sentencia de 28.10.1999 no/no. 28396/95, CEDH/ECHR
1999-VII párr 79, reafirmado en el Caso Connors c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom, sentencia
de 27.5.2004 no/no. 66746/01 (Sect. 1) (Eng) párr 107.
250
Caso A. c. Royaume-Uni/v. the United Kingdom, de sentencia de 17.12.2002 no/no. 35373/97
(Sect. 2) (Eng), CEDH/ECHR 2002-X, párr 110, reafirmado luego en el Caso Connors c. Royaume-
Uni/v. the United Kingdom, sentencia de 27.5.2004 no/no. 66746/01 (Sect. 1) (Eng), párr 109.
40
el punto, si bien no muy desarrollado en la jurisprudencia europea, en el que la
misma se distancia claramente de la interamericana. Como lo señaláramos al tratar
la jurisprudencia interamericana acerca las leyes de amnistía o auto amnistía y en
particular la sentencia dictada en el Caso Barrios Altos251 una jurisdicción
internacional como las que son objeto del presente análisis, no puede atravesar sus
límites y declarar la validez o invalidez de una norma en el derecho interno, sino
que en el caso concreto, y analizando las consecuencias y no la norma in abstracto,
podrá considerar que la misma implica una violación de la Convención y genera a
nivel internacional responsabilidad por parte del Estado implicado.
El Tribunal define efecto del Art.. 13, en la sentencia dictada en el Caso Çaçan
vs Turquía, como el requerimiento de remedios domésticos para tratar la sustancia
de un reclamo252 y resalta de manera contundente que ni dicho artículo ni ningún
artículo de la Convención garantiza el derecho a la venganza privada253.
41
permita a la familia del difunto un acceso efectivo al producto de dicha
investigación257.
42
asegure o cree por vía interpretativa derechos si base legal en el derecho interno de
los Estados, el eje del desarrollo en la materia es la consideración del derecho
consagrado en el Art.6.1 como un derecho de carácter relativo. Esta consideración
hace que el “derecho a un tribunal” sea plausible de limitaciones impuestas por los
Estados en miras de resguardar otros bienes dignos de tutela jurídica. La labor del
Tribunal consistirá, entonces, en analizar la compatibilidad de dichas limitaciones
con lo establecido en el Convenio pero sin hacer un análisis in abstracto de las
mismas, sino focalizando el estudio en las implicancias de estas. El concepto de
plazo razonable, si bien tratado en algunos fallos, no ha sido extensamente
desarrollado en el periodo estudiado y el Tribunal Europeo en la mayoría de los
casos se ha limitado a reafirmar lo ya establecido en el Caso Pelissier260.
X. CONCLUSIONES FINALES
43
tribunales de las mismas y los principios y objetivos de fondo que estos tribunales
persiguen. La Corte Interamericana de Derechos Humanos es un Tribunal
caracterizado por el desarrollo progresivo del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos en sus sentencias y por el uso de principio pro homine al
momento de interpretar la Convención a la luz de los hechos en estudios. Si bien
esta línea de interpretación se da respecto a todas las materias que trata la Corte, la
encontramos con intensidad en la en el estudio del acceso a la justicia y las
garantías judiciales.
El Tribunal Europeo rechaza que el Art. 6.1 asegure o cree por vía interpretativa
derechos sin base legal en el derecho interno de los Estados. Sostiene asimismo que
estamos ante un derecho de carácter no absoluto susceptible de ser limitado en
virtud del poder reglamentario de los Estados al interior de sus confines. La labor
del Tribunal consistirá, entonces, en analizar la compatibilidad de dichas
limitaciones con lo establecido en el Convenio pero sin hacer un análisis in
abstracto de las mismas, sino focalizando el estudio en las implicancias de estas.
Esta postura, cauta, del Tribunal Europeo contrasta con la doctrina del Derecho a
la Verdad, desarrollada al interior de la Corte Interamericana por el Juez A.
Cançado Trindade y el Juez H. Salgado Pesantes. Este derecho ha sido definido por
los magistrados como conditio sine qua non para poder hacer efectivo el derecho a
las garantías judiciales con una dimensión individual y otra colectiva262.
44
meritaban para su justo tratamiento, apartarse de estos criterios264. La violación del
plazo razonable ha sido considerado por la Corte Interamericana, a diferencia de lo
que sucede en el ámbito europeo, en numerosas oportunidades como una violación
per se del Art.. 8 de la Convención265.
264
Corte I.D.H Caso de la “Masacre de Mapiripán” vs Colombia Sentencia de 15 de septiembre de
2005, Serie C. Nº 134, párr 218 y 221.
265
Corte I.D.H Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua y otros) vs. Guatemala Sentencia de 8 de
marzo de 1998. Serie C Nº 37. Párr. 152, Caso Ricardo Canese vs Paraguay Sentencia de 31 de
agosto de 2004. Serie C Nº 111, párr. 141 Caso Comunidad Indígena de Yakye Axa vs Paraguay
Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C Nº 125, párr 65, Caso de la “Masacre de Mapiripán” vs
Colombia Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C Nº 134, párr 217 Caso García Asto y
Ramírez Rojas vs Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C Nº 137 párr 166.
266
Corte I.D.H Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de diciembre de 1997. Serie C No
33, párr 76-77.
267
Corte I.D.H Caso Castillo Paez vs Perú Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C Nº 34
párr. 83, Corte I.D.H Caso Genie Lacayo vs Nicaragua Sentencia del 29 de enero de 1997. Serie C
Nº 30.
268
Corte I.D.H Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros) vs Guatemala. Sentencia de
8 de marzo de 1998. Serie C Nº 37 párr. 37, Caso Bámaca Velásquez vs Guatemala. Sentencia de 25
de noviembre de 2000. Serie C Nº 70 párr 191.
45
conjunto con la violación del Art. 7.6269. El requisito de efectividad de los recursos
es un elemento que también está presente en la jurisprudencia europea ya que el
Tribunal Europeo sostiene que el mismo debe ser efectivo tanto en práctica como
en derecho.
Uno de los temas en los que encontramos una labor creativa de la Corte
Interamericana es el referido a las leyes de amnistía o autoamnistía, consideradas
por la Corte incompatibles con la Convención Americana e ineficaces al interior del
sistema jurídico en cuestión270. Encontramos aquí una diferencia principal entre las
dos jurisprudencias ya que el Tribunal Europeo sostiene que la aplicación del Art.
13 nunca tendrá para la jurisprudencia europea la consecuencia de declarar una ley
interna contraria al Convenio.
• Corte I.D.H., Caso Genie Lacayo. Sentencia del 29 de enero de 1997. Serie C No. 30.
• Corte I.D.H., Caso Loayza Tamayo. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C No. 33.
• Corte I.D.H., Caso Castillo Páez. Sentencia de 3 de noviembre de 1997. Serie C No. 34.
• Corte I.D.H., Caso Suárez Rosero. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35.
• Corte I.D.H., Caso Blake. Sentencia de 24 de enero de 1998. Serie C No. 36.
• Corte I.D.H., Caso de la “Panel Blanca” (Paniagua Morales y otros). Sentencia de 8 de
marzo de 1998. Serie C No. 37.
• Corte I.D.H., Caso Benavides Cevallos. Sentencia de 19 de junio de 1998. Serie C No. 38.
• Corte I.D.H., Caso Castillo Petruzzi y otros. Sentencia de 30 de mayo de 1999. Serie C No.
52.
• Corte I.D.H., Caso Cesti Hurtado. Sentencia de 29 de septiembre de 1999. Serie C No. 56.
• Corte I.D.H., Caso del Caracazo. Sentencia de 11 de noviembre de 1999. Serie CNo. 58.
• Corte I.D.H., Caso Cesti Hurtado. Solicitud de Interpretación de la Sentencia de 29 de
septiembre de 1999. Resolución de la Corte de 19 de noviembre de 1999. Serie C No. 62.
• Corte I.D.H., Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros). Sentencia de 19
de noviembre de 1999. Serie C No. 63.
• Corte I.D.H., Caso Trujillo Oroza. Sentencia de 26 de enero de 2000. Serie C No. 64.
• Corte I.D.H., Caso Durand y Ugarte. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie C No. 68.
• Corte I.D.H., Caso Cantoral Benavides. Sentencia de 18 de agosto de 2000. Serie C No. 69.
• Corte I.D.H., Caso Bámaca Velásquez. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C No.
70.
• Corte I.D.H., Caso del Tribunal Constitucional. Sentencia de 31 de enero de 2001. Serie C
No. 71.
• Corte I.D.H., Caso Baena Ricardo y otros. Sentencia de 2 de febrero de 2001. Serie C No.
72.
• Corte I.D.H., Caso Ivcher Bronstein. Sentencia de 6 de febrero de 2001. Serie C No. 74.
• Corte I.D.H., Caso Barrios Altos . Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C No. 75.
269
Corte I.D.H Caso Neira Alegria y otros vs Perú. Sentencia de 19 de enero de 1995. Serie C Nº
20, Caso Loayza Tamayo vs Perú. Sentencia de 17 de septiembre de 1997 Serie C Nº 33.
270
Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Sentencia de 14 de marzo de 2001. Serie C Nº 75. párr
41 y 44, Corte I.D.H Caso Barrios Altos vs Perú. Interpretación de la Sentencia de Fondo (art. 67
Convención Americana sobre Derechos Humanos). Sentencia de 3 de septiembre de 2001. Serie C
Nº 83. Punto resolutivo Nº 2. Corte I.D.H Caso Comunidad Indígena Yakye Axa vs Paraguay.
Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C Nº 125 párr 167.
46
• Corte I.D.H., Caso Las Palmeras. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90.
• Corte I.D.H., Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros. Sentencia de 21 de junio de
2002. Serie C No. 94.
• Corte I.D.H., Caso Las Palmeras. Reparaciones (Art.. 63.1 Convención Americana sobre
Derechos Humanos). Sentencia de 26 de noviembre de 2002. Serie C No. 96.
• Corte I.D.H., Caso Cantos. Sentencia de 28 de noviembre de 2002. Serie C No. 97.
• Corte I.D.H., Caso Juan Humberto Sánchez. Sentencia de 7 de junio de 2003. Serie C No.
99.
• Corte I.D.H., Caso Bulacio. Sentencia de 18 de septiembre de 2003. Serie C No. 100.
• Corte I.D.H., Caso Myrna Mack Chang. Sentencia de 25 de noviembre de 2003. Serie C No.
101.
• Corte I.D.H., Caso Maritza Urrutia. Sentencia de 27 de noviembre de 2003. Serie C No.
103.
• Corte I.D.H., Caso Masacre Plan de Sánchez. Sentencia de 29 de abril de 2004. Serie C No.
105.
• Corte I.D.H., Caso Molina Theissen. Sentencia de 4 de mayo de 2004. Serie C No. 106.
• Corte I.D.H., Caso Herrera Ulloa. Sentencia de 2 de julio de 2004. Serie C No. 107.
• Corte I.D.H., Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri. Sentencia de 8 de julio de 2004.
Serie C No. 110.
• Corte I.D.H., Caso Ricardo Canese. Sentencia de 31 de agosto de 2004. Serie C No. 111.
• Corte I.D.H., Caso “Instituto de Reeducación del Menor”. Sentencia de 2 de septiembre de
2004. Serie C No. 112.
• Corte I.D.H., Caso Tibi. Sentencia de 7 de septiembre de 2004. Serie C No. 114.
• Corte I.D.H., Caso De la Cruz Flores. Sentencia de 18 de noviembre de 2004. Serie C No.
115.
• Corte I.D.H., Caso Carpio Nicolle y otros. Sentencia de 22 de noviembre de 2004. Serie C
No. 117.
• Corte I.D.H., Caso Hermanas Serrano Cruz. Excepciones Preliminares. Sentencia de 23 de
noviembre de 2004. Serie C No. 118.
• Corte I.D.H., Caso Lori Berenson Mejía. Sentencia de 25 de noviembre de 2004. Serie C
No. 119.
• Corte I.D.H., Caso de las Hermanas Serrano Cruz. Sentencia de 1 de marzo de 2005. Serie
C No. 120.
• Corte I.D.H., Caso Huilca Tecse. Sentencia de 3 de marzo de 2005. Serie C No. 121.
• Corte I.D.H., Caso de la “Masacre de Mapiripán”. Excepciones Preliminares. Sentencia de
7 de marzo de 2004. Serie C No. 122.
• Corte I.D.H., Caso Caesar. Sentencia de 11 de marzo de 2005. Serie C No. 123.
• Corte I.D.H., Caso de la Comunidad Moiwana. Sentencia de 15 de junio de 2005. Serie C
No. 124.
• Corte I.D.H., Caso de la Comunidad Indígena Yakye Axa. Sentencia de 17 de junio de 2005.
Serie C No. 125.
• Corte I.D.H., Caso Fermín Ramírez. Sentencia de 20 de junio de 2005. Serie C No. 126.
• Corte I.D.H., Caso Yatama. Sentencia de 23 de junio de 2005. Serie C No. 127.
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