Práctica 1 de Laboratorio de Química Analítica
Práctica 1 de Laboratorio de Química Analítica
Práctica 1 de Laboratorio de Química Analítica
Pipetas
volumétricas
Pipetas
serológicas
Pipetas de
Pasteur
Micropipeta
Propipeta
Probeta: Los volúmenes transferidos con una probeta son menos exactos que los transferidos
con una pipeta. Se añade líquido hasta que el menisco coincide con un cierto nivel, el número de
la correspondiente línea indica el volumen de líquido que contiene la probeta. La precisión de
las medidas obtenidas con las probetas disminuye a medida que aumenta su capacidad. Se usan
sólo para medir. No se deben preparar nunca en ella disoluciones ni mezclas.
Transferencia de sólidos.
Las cantidades pequeñas de un reactivo sólido granulado o en polvo se transfieren desde un
frasco a un recipiente con una espátula limpia y seca. Para introducir un sólido en un recipiente
de boca estrecha se puede utilizar un embudo de sólidos limpio y seco.
2.4. Trasvase de líquidos.
Para evitar salpicaduras al verter un líquido de un recipiente a otro se apoya
en una varilla de vidrio sobre el pico del recipiente en forma que el líquido
fluya por la varilla y se recoja en el otro recipiente. Si el recipiente tiene una
boca pequeña, debe utilizarse un embudo de vidrio seco y limpio en el que
caiga el líquido procedente de la varilla.
2.5. Preparación de disoluciones.
En el laboratorio químico se preparan dos tipos de disoluciones, en función de la precisión del
material empleado: disoluciones de concentración aproximadas y disoluciones de concentración
exacta. En ambos casos se puede preparar la disolución a partir de un reactivo sólido o a partir
de un reactivo líquido o una disolución. El paso previo a la preparación de toda disolución es la
realización de unos cálculos previos, que son diferentes en función de la naturaleza del
compuesto de partida.
En el caso de disoluciones de concentración aproximada, la disolución se puede preparar en un
vaso de precipitados o en un matraz erlenmeyer. Para la pesada se utiliza una balanza granataria
y para la medida de volúmenes una probeta. Las disoluciones de concentración exacta se
preparan en matraces aforados. Para la medida de los solutos si son sólidos se utiliza una
balanza analitica (anotando todas las cifras decimales) y si son líquidos una pipeta.
2.6. Filtración
Un problema normal en el laboratorio es separar un líquido de un sólido. En la filtración se
realiza el paso de un líquido a través de un material poroso que retenga las partículas sólidas. La
filtración de un precipitado analítico tiene lugar en tres etapas:
Decantación, que consiste en el vertido de tanto líquido sobrenadante como sea posible
sobre el papel de filtro o placa porosa, manteniendo el sólido precipitado en el vaso
donde se formó. Para dirigir el flujo de líquido decantado se usa una varilla de
agitación.
Trasvase, que consiste en arrastrar el sólido al papel de filtro o placa porosa,
ayudándose con una varilla policía (que es una varilla de agitación con un trozo de tubo
de goma adaptado en un extremo).
Lavado, que consiste en añadir el líquido de lavado sobre el precipitado y dejarlo pasar
a través del papel de filtro o placa porosa para eliminar posibles interferencia.
La filtración puede realizar por gravedad o a vacío. Presión normal o por gravedad, para la
filtración por gravedad se utiliza un embudo de vidrio, normalmente de vástago largo, y papel
de filtro, de la porosidad adecuada en consonancia con el tamaño de partícula del precipitado. El
papel de filtro se pliega como se muestra en la figura. Una vez colocado en el interior del
embudo, se humedecerá el papel con el líquido de lavado, con el fin de que la superficie externa
del papel se adhiera perfectamente a la pared interna del embudo. El embudo con el papel de
filtro se situará sobre un soporte, de forma que el vástago se halle en contacto con la pared del
recipiente de recogida del líquido de filtrado, y a continuación se irá vertiendo el líquido hasta el
embudo, deslizándolo por la varilla, procediendo como se ha indicado anteriormente. Debe
cuidarse mucho que en las adiciones de producto al filtro, la disolución no rebase nunca el borde
del papel pues en ese caso pasaría líquido sin atravesar el papel de filtro y arrastraría, al filtrado,
partículas de precipitado. Este tipo de filtración suele usarse en aquellos casos en que el
precipitado es casi coloidal, o cuando interesa eliminar una pequeña impureza insoluble
garantizando que la disolución pasa completamente transparente.
A vacío, para filtrar a vacío se utiliza un embudo Buechner con un papel de filtro circular de
igual diámetro que el embudo o una placa filtrante, un matraz kitasato y un producto de vacío.
Si se utiliza embudo Buechner, el papel de filtro se sitúa en la placa interior del embudo
Buechner, humedeciéndolo luego con líquido de lavado para que la adherencia sea total. El
embudo Buechner o la placa filtrante se adosa a un Kitasato utilizando con interfase un cono de
goma y se conecta la tubuladura lateral con el aparato productor de vacío (generalmente una
trompa de agua). Debe procurarse desconectar el kitasato del generador de vacío antes de cerrar
éste, sobre todo cuando se trata de una trompa de agua, pues la diferencia de presiones, en caso
contrario, hará que el agua pase al kitasato impurificando o en el mejor de los casos diluyendo
el líquido filtrado. La filtración a vacío es mucho más rápida que por gravedad y se utiliza
normalmente para separar los precipitados de las disoluciones que los contienen (aguas madres).
2.7. Secado y Calcinación
En un laboratorio analítico normalmente se utilizan dos sistemas de calentamiento: estufas y
muflas. La principal diferencia reside en las temperaturas de trabajo y por lo tanto en sus
aplicaciones.
Estufas: La temperatura de trabajo máxima de una estufa alcanza los 150 ºC. Se utilizan para
secar reactivos, precipitados y material de vidrio a 110 ºC aproximadamente. Todo lo que se
introduce en la estufa debe estar marcado. Se deben usar un vidrio de reloj o un vaso de
precipitados para introducir los reactivos o precipitados en la estufa.
Muflas: Las temperaturas de trabajo son mucho mayores, desde los 200 ºC hasta alcanzar 1500
ºC. Se utilizan para calcinar muestras, reactivos y precipitados. Debido a las altas temperaturas
que se alcanzan en la mufla sólo pueden usarse materiales de laboratorio refractarios. Para
trabajar con los sistemas de calentamiento es necesario tomar precauciones a la hora de
introducir y sacar el material. Utilizar guantes y pinzas largas en caso necesario. Al sacar los
reactivos o precipitados de la estufa o mufla, se suelen introducir en un desecador para evitar
que absorban humedad de la atmósfera.
Desecador: Un desecador es un recipiente de vidrio cerrado, con una tapa de bordes
esmerilados, que se engrasan con silicona, de forma que el cierre sea hermético. En su interior
suele ponerse un agente desecante (gel de sílice, alúmina,...) para que la atmósfera interna se
mantenga libre de humedad. Se utiliza para guardar objetos y sustancias en atmósfera seca.
Después de poner un objeto caliente en el desecador, se deja la tapa algo abierta durante unos
minutos hasta que el objeto se haya enfriado un poco. Esta operación evita que la tapa salte
cuando el aire del interior del desecador se caliente. Para abrir un desecador, deslizar la tapa
horizontalmente, en vez de intentar abrirla tirando de la tapa hacia arriba.