Foro I Proyectos Fracasados
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Foro I Proyectos Fracasados
proyectos fracasados”
Es sumamente preocupante que, en los últimos años, en que contamos con tantas
universidades, en que enviamos tanta gente a especializarse en el extranjero, por lo tanto,
tenemos tantos profesionales y expertos en todos los campos del saber; nos hemos
especializado en echar a perder los grandes proyectos que necesita el país; sea por la
codicia de un grupito de malos costarricenses o por manejos poco transparentes; por
ligereza y falta de rigor, o por chambonadas; lo que, frecuentemente ha provocado el
fracaso de dichos proyectos.
Ante las continuas agresiones verbales en los últimos años del gobierno de Nicaragua y sus
constantes insinuaciones con respecto a la legitimidad de los límites históricos de la
frontera entre Costa Rica y ese país, y, el abandono en que, desde siempre hemos tenido a
nuestra importante zona fronteriza Norte; ningún costarricense se oponía a la construcción
de la carretera llamada Ruta 1956, no sólo para ratificar nuestra soberanía sobre ese extenso
territorio nacional, sino, por la posibilidad de iniciar el desarrollo del mismo mediante la
consiguiente construcción de otra serie de carreteras radiales que lo conectara e integrara
con el resto país. Sin embargo, el manejo de dicho proceso de construcción fue tan
desafortunado, que el mismo tuvo que ser abandonado después de una serie de escándalos y
acusaciones de malos manejos. Todo lo que hasta hoy, ha convertido a esa obra
fundamental en lo que he denominado “LA CARRETERA FRACASADA”, dado que
actualmente se mantiene como en un limbo en que nadie quiere saber de ella, mencionarla,
ni mucho menos tratar de terminarla. Y así ha quedado por años, condenado al ostracismo
típico de un desterrado.
A pesar de que una de las actividades más importantes para la economía de nuestro país es
la actividad de la construcción. Por muchos años, y aún hoy, el producto que quizás, es el
más importante para la construcción que es el cemento, se encuentra sometido al terrible
yugo del monopolio, concretamente del duopolio, en donde dos empresas transnacionales
prácticamente se ponen de acuerdo para fijar su precio a su antojo en flagrante colusión.
Y a consecuencia de lo anterior, el precio del cemento en nuestro país, es uno de los más
altos del mundo; lo cual, junto con otros aspectos que no son objeto de este ejercicio,
encarecen de sobremanera el precio de la construcción en el país.
Y hoy, al fracaso del proyecto para la apertura del comercio del cemento lo podemos
denominar el “FRACASO DEL CEMENTAZO”.
De nuevo, el hito cultural más importante de nuestro país, el Teatro Nacional merece la
atención de todos los costarricenses. Y hace alrededor de un año, se planteó un proyecto de
ley para dotarlo de fondos para su remodelación y mantenimiento, y para añadirle algunas
obras complementarias. Sin embargo, el monto solicitado para ese propósito fue tan
astronómico y desproporcionado en momentos en que el país se encontraba en serios
problemas económicos, y que, tantos costarricenses estaban y aún están sufriendo para
poner pan sobre su mesa, ante lo cual hicieron muy bien los señores diputados en no aportar
los votos suficientes para aprobarlo.
Para que pongamos en perspectiva el monto abusivo que se solicitó para el Teatro
Nacional, se trata prácticamente de la misma inversión que el país está haciendo para
recibir 8 trenes completos más una serie de equipos, repuestos y servicios que arribarán al
país en los próximos meses.
Por el orgullo que sentimos todos los costarricenses por el Teatro Nacional, aún no hemos
convertido el proyecto de mantenimiento y remodelación de ese monumento artístico en
una iniciativa fracasada. Sin embargo, el proyecto no camina, está engavetado y no
caminará, y menos hoy con las terribles secuelas del COVID-19, mientras no se
redimensionen las pretensiones económicas de los administradores de ese extraordinario
baluarte de la cultura nacional.
Y hoy, una vez más, nos encontramos enfrascados en una gran discusión nacional; no por la
necesidad de un Sistema de Transporte Masivo de Pasajeros (STMP) en la GAM, necesidad
en la cual, todos estamos de acuerdo; sino por el enorme desperdicio, la falta de proporción
y por los serios errores conceptuales de la propuesta actual; que pretende comprometer
cuantiosos recursos de los costarricenses, sin necesidad, ni razón alguna; ni técnica,
económica ni financiera.
La actual propuesta del Tren Eléctrico es el peor de los 4 casos de proyectos posibles o
potencialmente fracasado que se consigna aquí; lo anterior por el astronómico monto de la
inversión y de los desperdicios, producto de los increíbles errores conceptuales que tiene.
Ya es hora que las autoridades dejen de lado su tozudez e inflexibilidad con respecto al
esquema de la propuesta y las condiciones del proyecto actual, que, a todas luces está
rindiendo homenaje al DESPERDICIO, a la INEFICIENCIA, a la INSEGURIDAD, y a la
IGNORANCIA. Dicha actitud obstinada e irracional lo estará llevando por el camino a
convertirlo en el “PROYECTO FRACASADO” más grande de todos en nuestro país, y eso
es en verdad no sólo penoso sino, muy desafortunado. Lo anterior por cuanto representa por
mucho la inversión más grande de la historia de Costa Rica, y, porque compromete la
estabilidad económica y financiera del país por más de 30 años.