Caratulas
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Caratulas
Curso :
Arequipa - 2011
INSTITUCIÓN EDUCATIVA
“PADRE PEREZ DE GUEREÑU”
Curso :
Arequipa - 2011
El rocoto relleno
El hombre que creó el Rocoto Relleno y cocinó para el
Diablo. Es el cuento de Carlos Herrera que sirve de soporte para
iniciar la misteriosa historia de este clásico plato de nuestra
gastronomía, que señala como responsable de su creación a
Manuel Masías, un legendario cocinero arequipeño (1728 – 1805)
que ingresó al mundo culinario guisando en París, Lima y
Arequipa
El relato afirma que Masías tuvo que bajar hasta el infierno para
recuperar el alma de su hija Delphine, quien había muerto muy
joven y que Lucifer tenia presa. El cambalache con el ángel caído
radicó en la realización de una gran cena que debía llenarle la
panza hasta la saciedad total. Pues, según el libro, así fue; el chef Masías preparó un
espectacular banquete con variados ingredientes (entre ellos el rocoto) y consiguió liberar a su
hija con el valor agregado de convertir al diablo en un ser angelical nuevamente.
Curiosa leyenda para tan variopinto platillo nacional que pica y gusta en nuestras mesas. Pero,
independientemente de la ficción a la que se expone al rocoto o ruqutu (en quechua), la historia
de su origen también cuenta que convivió con las poblaciones rurales de siglos pasados. Este
plato se ofrecía en picanterías y se servía junto a un vaso de chicha de jora.
Pero, con el pasar de los años todo cambió, los criollos y la burguesía -que surgió en la zona
urbana de Arequipa producto del comercio de lana y las minas de Potosí-, tomó posesión de este
popular plato y tras un largo proceso de hibridación y desterritorialización, fue presentado a la
comunidad nacional como expresión culinaria de Arequipa blanca o criolla.
Al respecto, el investigador Goyo Torres afirma: El Rocoto Relleno es la muestra de nuestra
compleja identidad. En este canto trágico y picante a la astucia humana se concentran
desencuentros y contrastes, antagonismos y desigualdades, lo serrano y lo costeño, lo selvático
y lo europeo, lo asiático y lo latinoamericano. En suma, hibridez y heterogeneidad.
Por otro lado, existe el convencimiento popular de que el Capsicum pubescens -nombre con el
que los científicos suelen llamar al rocoto-, es un potente anti-cancerígeno que al ser consumido
evita la propagación de células malignas que a través del fenómeno conocido como metástasis
se reproducen en otras partes del cuerpo.