Manual de Concreto Parte 3 SRH Prácticas de Campo

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SECRETARIA DE RECURSOS HIDRAULICOS

DIRECCION DE PROYECTOS

DEPARTAMENTO DE INGENIERIA EXPERIMENTAL

MANUAL DE
CONCRETO
Parte 3

_____________
MEXICO
1970
SECRETARIA DE RECURSOS HIDRAULICOS
DIRECCION DE PROY ECTOS

DEPARTAMENTO D E INGENIERIA EXPERIMENTAL

MANUAL DE
CONCRETO
Parte 3

ME X I C O
1970
r
1

( (
SECRETARIA DE RECURSOS HIDRAUL1COS

DIH.ECCION DE PROYECTOS
DEPARTAMENTO DE INGENIERIA EXPERIMENTAL

MANUAL DE
CONCRETO
Parte 3

MEXICO
1970

. · i. :
r SECRE'f ARIA DE RECURSOS HIDRAULICOS
(
- -- - -- - - ··· - - ---- - -- -- - - -- -- - - - - - -- 1
1

SECRETARIO
ING. JOSE HERNANDEZ TERAN

SUBSECRETARIO "A"
lNG. SALVADOR AGUILAR CHAVEZ

SUBSECRETARIO "B"
lNG. ALBERTO BARNETCHE GONZALEZ

OFICIAL MAYOR
LIC. GUILLERMO lRARRA

IRRJGACION Y CONTROL DE RIOS

INGENIERO EN JEFE
JNC. FHANCTSCO MENDOZA VON HORSTEL.

SEGUNDO INGENIERO EN JEFE


JNG. LUIS ROBLES LINARES

DIRECCION DE PROYECTOS

DIRECTOR
INC. EUGENIO LARIS ALANJS

DEPARTAMENTO DE INGENIERIA EXPERIMENTAL

JEFE DE DEPARTAMENTO
lNG. JOSE ANTONIO MAZA ALVAREZ
r

PROLOGO

La Secretaría de Recursos Hidráulicos edita este Manual a fin


de que sirva de guía al ingeniero para decidir sobre el correcto
empleo ele 1úateriales en la obtención ele concretos ele calidad
adecuada a bs exigencias de las estructuras que construya.
Par~1 facilitar su empleo, el Manual se ha dividido en tres
partes:
Parte 1. Tecnología del concreto. Se describen los diversos
componentes del concreto, el diseüo de mezclas, y las propieda-
des de los concretos frescos y endurecidos.
Parte 2. Procedimientos de laboratorio. Comprende especi-
ficaciones de calidad, métodos de prueba y equipo ele laboratorio.
No inc1uye la forma práctica ele llevar a cabo las pruebas ele
laboratorio, ya que estas se describen en el Instructivo de con-
creto, editado por la Secretaría de Recursos Hidráulicos.
Parte 3. Prácticas de campo. Trata acerca ele la instalación
de laboratorios en las obras, los estudios preliminares de campo,
y el control ele producción de concretos e inspección de los
colados.
Este lVlanual lo formuló el Instituto ele Ingeniería ele la Un i-
versicbcl Nacional Autónoma ele l\'Iéxico, y su revisión estuvo
a cargo del Departamento de Ingeniería Experimental de la
Dirección de Proyectos ele la Jefatura de Irrigación y Control
de Ríos (SRT-l\.

México, D. F., octubre de 1970


INDICE

PARTE 3. PRACTICAS DE CAMPO

3.1 INSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO


3.1.1 Funciones del laboratorio de campo 1
3.1.2 Personal del laboratorio de campo 4
3.1.2.1 Jefe de laboratorio 4
3.1.2.2 Muestreadores. 5
3.1.2. 3 Probadores. 6
3.1.2.4 Inspectores. . 7
3.1.3 Equipos para laboratorios de campo 9

3.2 ESTUDIOS PRELIMINARES EN EL CAMPO


3.2.1 Muestreo de cemento . 20
3.2.2 Localización de agregados . 21
3.2.2.1 Exploración de agregados naturales 21
3.2.2.2 Exploración de rocas para triturar 25
3.2.3 Muestreo de agregados 28
3.2.3.1 Muestreo ele depósitos naturales . 30
3.2.3.2 :M ucstrco ele canteras 3+
3.2.3.3 Muestreo ele almacenamientos de agreg::iclos 36
3.2.4 Muestreo de agua 38
3.2.4.1 Agua ele mezclado . 38
3.2.4.2 Agua ele contacto -+O
3.2.5 Investigaciones sobre el medio ambiente 41

3.3 CONTHOL DE PRODUCCION DEL CONCRETO


3.3.1 Control del cemento . -t5
X l'AHT E
r , lN DICI::

3.3.2 Control de los agregados 49


3.3.2.1 Control ele la explotación de depósitos y canteras. 51
3.3.2.2 Control ele la producción ele agregados . 53
.). . ); , _
? , .).
Control del almacenamiento 59
3.3.3 Control de concreto fresco 60
3.3.3.1 Medidas de prevención 61
3.3.3.1.l Condiciones de los agregados 61
3.3.3.1.2 Verificación ele materiales dosificados 6S
3.3.3.1.3 Comprobación ele la eficiencia ele mezclado 67
3.3.3.2 Ensayes ele comprobación 68
3.3.3.2.1 Consistencia ele las mezclas 69
3.3. 3.2.2 Contenido ele aire. 71
3.3.3.2.3 Otros -ensayes ele comprobación 72
3.3.4 Control del. concreto endurecido 76
3.3.5 Procesamiento de datos e interpretación de re511ltados 87
3.3.5.1 Variación en el seno ele una revoltura 89
3.3.5.2 Caracteres de los grupos ele valores 91
3.3.5 .3 Distribución normal de frecuencias. 93
3.3.5.4 Variaciones ele revoltura a revoltura 96
3.3.5.5 Resistencia promedio requerida 97

ANEXO [Práctica recomendada para la evaluación ele resul-


tados ele ensayes ele compresión ele concreto en el
campo (ACI 214-65)) 103

3.4 INSPECCION DE COLADOS


3.4.1 Inspección antes del colado 149
3.4. l.l Superficies ele contacto . 149
3.·U .2 Juntas ele concreto 152
3.i.1.3 Fonnas. 154
3.i .l .i Acero de refuerzo 157
3.4.l.5 Preparativos diversos. 159
3.i.1.6 'f'olcrancias geométricas. 160
/

- r
( ~l
l' ,\RTE 3. tNu:cE XI
1
1
3.4.2 l ns/Jección dtmmte el colado 167
3.4.2.1 Materiales. 168
3.4.2.2 Dosificación 169
3.4.2.3 Mezclado . 170
3.4.2.4 Transporte. 171
3.4.2.5 Colocación. 173
3.4.2.6 Acomodo . 175
3.4.2.7 Acabado . 177
3.4.3 Ins/Jección después del colado. 180
3.-t.3.l Curado. 182
3.4.3.L Retiro ele las formas 186
3.4. 3. 3 Reparaciones al concreto 192

REFERENCIAS . 208
- --1
\ r
i.
I Parte 3. Prácticas de campo

3.1 INSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO

3.1.1 Funciones del laboratorio de campo


La continua obtención de concreto, de la calidad especifica-
da, requiere ele la atención y vigilancia permanentes de todas
las etapas de que consta el proceso para fabricarlo, desde el es-
tudio y selección ele las materias primas, hasta la comprobación
ele propiedades del producto.
Para atender y vigilar dichos aspectos, se instalan laborato-
rios de concreto en las obras, cuyas funciones se dirigen hacia
dos fines principales: los estudios preliminares y el control de
!a producción. La calidad final del concreto suele depender por
igual del éxito con que se conduzcan dichas operaciones, cuya
amplitud y complejidad se determinan por la magnitud de la
obra.
La tabla 3.1 presenta un cuadro esquemático de las actividades
más frecuentes del laboratorio de campo.
La etapa ele estudios preliminares requiere llevarse a cabo
con suficiente anticipación al comienzo ele la obra, a fin de que
sus conclusiones se conozcan con la debida oportunidad. Sola-
mente en obras muy grandes se justifica la instalación de los
laboratorios desde esta etapa. En los casos comunes, los estu-
dios preliminares se canalizan hacia el laboratorio central, que
dispone de personal y equipo adecuados para satisfacer los re-
querimientos usuales.

1
l
2 l'HAC'l .
(
DE CAM PO
(
TABLA 3.1. CUADRO ESQUEMÁTICO DE ACTIVIDADES USUALES EN EL LABO-
llATORIO DE CONCRETO DE CAMPO

l. Localización y estudio de bancos l. Control de cemento (almacenamiento y


y canteras p.tra obtención de agre- utilización) ,,!
gados

2. Control' dé aditivos (almacenamiento y


utilización)

2. Localización y estudio de fuentes


para abastccjmicnto de agua '3. Control de agregados (explotación deban-
cos y canteras, trituración, clasificació1.1,
manejo, almacenamiento y utilización )

3. l nvcstigación de condiciones di· 4. Control de concreto (dosificación, mez-


matológicas en obra clado, muestreo y ensaye)

5. Inspección previa al colado (cimbras, ins-


: 'i talaciones, equipos, . cantidad de materia-
4. Investigación de condiciones de les)
exposición y servicio de concretos
en obra
6. Inspección durant.c el colado (transporte,
colocación y acomodo )

5. Estudios para selección de cemen- 7. Inspección después del colado ( descim-


tos y aditivos adecuados, en fon - brado, acabados, reparaciones)
ción de características de agreg;1-
dos y condiciones de obra
8. Comprobación . de características y pro·
piedades del concreto en las estructuras
(pruebas de carga, extracción de núcleos,
pruebas de rebote, pulsatorias, etc.)
6. Estudios para obtención de .Pro-
porcionamic11tos adecuados de
concreto para satisfacer especifi- 9. Proceso de datos (análisis· estadísticos)
caciones de la obra
10. Redacción ele informes .( consum~ de ma-
teriales, producción de concreto, resul-
tado de ensayes, obscr\"acioncs, recomen·
7. Estudios especiales dacioncs, cte.)

ESTUDIOS PRELIMINARES CONTROL DE LA l'RODUCC ION

[
___
....
CONCRETO DE LA CALIDAD ESl'ECl;'IC1\DA
______,.~

•. ,• 1 .! ~- ~
d
,j
~
l

3.2
CAP . 1 INSTAL\C[()N

L ·\BOHATOJUOS DE CONCRETO DE CAl\IPO INDICADOS PARA


()!JRAS DE DIVERSA MAGNITUD
DEL LAUORATOIUO DE CA~IPU

ll
l
LABORATORIO DE CAMPO
VOLUMEN
DE INSTALA- EJEMPWS
CONCRETÚ CIONES ACJ'IVIDADES PERSONAL

l'vtayor de : Laboratorio A Estudios prciimirn.1.res Jcfo de laboratorio Gran proyecto hi-


500 OüO m 3 Liboratorio má- en obra ( lot_:J lización Jdes de tumo dráulico central i-
(pbut;i ccntr.il ximo, equipado y estudios de malcria- Jeks de inspectores zado (presa de
de <lo~ificJc.:ion y con cuarto de k·s, proporcionamie11· l nspectorcs de fren- concreto, obras
11H.::.:da do, total - curado, m:iquin;i tos, inn:stigucioncs). te a~:cesorias, et~.)
mcuk auto11üti- universal con va- Control dt:: produc- Jefes de probadores
c1) rios intervalos y ción ( vefifo.:ación dt. Probadores de !abo·
facilidades para materiales, control de ratorio
pruebas especia- proporcionamien1os , Jefes de mucstrea-
les muestreo y ensaye de dores
concreto, pruebas e n Mu estreadores de
las eStructuras). Prue- m ateriales y concre-
bas cspeciale~ to ·

f\byc1 de: Ldboratorio B Algunos estudios prdi- Jcft: de laboratorio Gran proyecto hi·
100 OUO m 3 Laboratorio in- minan:s en obra (lo- Jefes de turno dráufü.:o (prl!sa no
t>.h:nor de: tcnm:dio, equipa- calización y estudio de Iuspectores de fren - di: concreto, obnn
50ú0(!0 m 3 do con cu;irto de materiales, proporcio- te :iccesorias di: con-
( Pbnta central curado, máquina namicntos ). Probadores de labo- creto, de.)
de O m ific;ició 1 ~ y fija de compre- Control ck produc- ratorio Proyecto hidráuli-
mczclado,a uto- sión y algunas fa- ción ( \'eri ficación de IVlues treadores de co n11.:di:1n li;, cen-
m:itita o semi· c:ilidadcs para makriaks, cont rol de matcriaks y con- tralizado (presa y
au tom;itic;i) pru_cbas no ruti- proporcionainicntos, creto obrns accesorias
narias muestreo y ensaye de de concrelO)
concre10, p ru ebas en
las estructuras)

i\IJ~(¡r de:· lAboratorio e Control de produc- Jde de laboratorio Partes <le un gran
l úuúO m3 l.al>0rJtorio mc- ción de concreto (ve· Jdes de tumo proyecto no ceu -
.Mt:uor de: n o r, equipado rificación de materia- l nspcctorcs-111ues· tr.ilizado (revesti-
l úUOúO rn 3 con máquina fija les, control de propo r- tre-.idorcs miento <l e cana-
(Planta de dosifi- o portiítil, pikta donamie ntos, mues- Probadores-n1ucs- les, pr<--sa s meno-
cación y mezcfa- de agua de cura- h'co y ensaye de con- treadores res, cte.).
do ~~·nii;1utom át í ­ do y equipos para crc:to. Todos los- estu- Proyecto mediano
('a u manual ) pruebas rutina- dios prelimi nares en (presa qui! no se-.i
rias solamen te el laboratorio central) de concreto).
Proyecto menor
(presa de concre-
to)

r..fayü r de: Laboratorio D Control de produc- Jefe de laboratorio Estructuras aisla-


10(,() m 3 Labornlorio mí- ción de concreto (ve· lns¡x."<.:tores-proba- das
1vknor dc: nimo i:quipado rificacióu de agrega· don...-s·mm:strcado- Proyectos meno-
ltJUlril m.1 co n máquina por· dos, muc~trco y cusa· rc.s (presa e¡ ue no
( l )o~1fitació n por iálil y pikta de ye de concreto. Estu· sea de co ncreto)
pt ~ o y 1111.:1.c!ado :igua p;lfa cmado dio de agregados y
rn planta central proporcionamicnt os
o a pit: de obra, o en el laboratorio cc n·
cofü·rt:to prtnu.:z- lral o en el laboratorio
d:idv ) SRI 1 111 ;'1s próximo)

~kn u r de: Cwwla de Control <le produc- lnspcctorcs-mucs- Obrns mínimas


1 Ou0 ml Co11trol ción dc concreto trcadores (di:pcn- indcpendie11tcs
( Üo~i!Kaciú u por Equipo di: mues- (111uestreo, fabricac ión dicndo dircclamen-
p1.: ~u o \olumc11 ,r treo y fabricación y cur;1do de cspecíme· k de la residcnci;.i
nu.:1d .1c.lu central de l!spccimeni:s de nes. Emayc en el la· SRH en la obr;,iJ
o ;1 pi1.: de.: o lm1, o concre t o so lamen- boratorio SRH más
corn.r<:to prcm cz· te próximo, o cn otro
ciado} Pilcla de :1gua de laboratorio de tipo ofi-
c ur;ido cial o priv~o)
t (
~ 4 PRAc . AS DE CAMPO

La segunda etapa constituye propiamente el control de cali-


1 dad del concreto, y la razón de ser del laboratorio de campo.
Para llevar a buen término esta función, debe planearse una
i organización de personal e instalaciones adecuadas al tamaño

!
1
de la obra. La tabla 3.2 contiene una clasificación de los ti-
pos de obras más frecuentes, con la organización e instalaciones
recomendadas.

3.1.2 Personal del laboratorio de campo


1
!
3.1. 2.1 Jefes de labora torio
La responsabilidad de organizar y dirigir el laboratorio de cam-
po normalmente recae en el jefe de laboratorio. Dentro de la
organización que ~s frecuente en las obras, el jefe de laborato-
rio actúa como auxiliar ele la residencia, con autoridad para
tomar decisiones que conduzcan al cumplimiento de las espe-
cificaciones ele la obra.
En forma enunciativa, no limitativa, se incluyen algunos de-
beres esenciales del jefe de laboratorio:

Conocer el proyecto ele la obra en general y de las diversas


estructuras en particular
Tener amplio conocimiento de las especificaciones de la obra
Organizar el funcionamiento del laboratorio
Supervisar las actividades del personal del laboratorio
Atender a la capacitación del personal del laboratorio
Asesorar a la residencia de la obra en asuntos ele su incum-
bencia
Organizar la redacción y presentación de informes
Resolver problemas relacionados con la producción de con-
creto de calidad especificada.

Del suficiente conocimiento del proyecto y especificaciones de


la obra depende, en muchas ocasiones, lo acertado de las deci-
siones del jefe de laboratorio. Considerando la escasa oportuni-
CAl1 • 3.1 lNSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO
as

5
,
1

dad que normalmente existe dentro de las obras para activi-


dades de esta naturaleza, es recomendable que en cuanto se le
designe, y previamente a su traslado a la obra, se le conceda un
plazo razonable para adquirir este conocimiento.
El primer deber del jefe de laboratorio de campo consiste en
organizarlo, lo que frecuentemente incluye: selección del sitio
más adecuado para establecer el laboratorio; montaje de las ins-
talaciones y los equipos para pruebas; asignación de funciones
al personal, según aptitudes; programación ele estudios prelimi-
nares y planeación del control de la producción.
La facilidad con que se realice y los avances que se deriven
de la supervisión del personal del laboratorio guardan estrecha
relación con su grado de capacitación. Impartir cursos de entre-
namiento al personal del laboratorio, y en particular al personal
de inspección, es una medida necesaria que debe ocupar un
lugar destacado entre los deberes del jefe ele laboratorio.
Como auxiliar de la residencia, debe procurar que la comuni-
cación entre laboratorio y residencia resulte ágil y expedita. Un
medio de lograrlo consiste en establecer información de rutina
clara, frecuente y concisa.
En sus actividades normales, el jefe de laboratorio necesita
recomendar soluciones para problemas de muy variada índole
dentro del campo de la tecnología del concreto. Esta situación,
por sí misma, debe ser motivo suficiente para inducirlo a man-
tenerse al corriente en los avances de la materia. El acceso a la
bibliografía que se incluye como referencia de este Manual, y su
concentración al laboratorio central para recibir entrenamiento
al término de cada obra, deben ser medidas que lo auxilien en
dicho propósito.

3.1.2.2 Muestreadores
Para ocupar este cargo no se requiere de una preparación esco-
lar avanzada; usualmente basta con el conocimiento de las opera-
ciones aritméticas fundamentales, regla de tres simple, extracción
(
6 PRACTICAS DE CAMPO

de raíz cuadrada y determinación ele porcentajes. En cambio,


se requiere una disposición natural ele cierta meticulosidad en la
forma de hacer las cosas. Esta característica es la que permite
al mucstreaclor adquirir conciencia ele la absoluta obligatoriedad
de todas las precauciones que se especifican para la obtención ele
muestras representativas. Sin ella no se concibe un buen mues-
trcaclor, y su carencia no resuita fácil suplirla con entrenamiento.
El jefe ele laboratorio debe tener presente esta circunstancia
cuando se trate de seleccionar y capacitar personal para trabajos
ele muestreo.
Esta labor, durante estudios preliminares, puede requerir más
criterio ele parte del muestreador que en los trabajos de esta
misma índole, durante la etapa de control de la producción.
Aun cuando · en Ja primera etapa solo se requiere muestrear
agregados y, eventualmente, agua, las condiciones ele trabajo
pueden ser muy variables, de modo que es inclispensab'c la pre-
sencia ele alguien con suficiente criterio para dirigir el mu estreo,
según se presenten las circunstancias. Un individuo con amplia
experiencia en este tipo de trabajos puede actuar como jefe ele
m uestrcadores en el campo.
En la etapa de control de la producción el trabajo es muy am-
plio, pues se requiere muestrear materias primas (cemento, adi-
tivos, agregados) y producto (concreto fresco). Como las con-
diciones ele trabajo no suelen variar, las operaciones se vuelven
rutinarias, por lo que la supervisión puede reducirse a verificar
el cumplimiento ele las instrucciones impartidas a los muestrea-
clores y ele los procedimientos especificados.

3.1.2. 3 Probadores
Constituyen el personal que tiene a su cargo la ejecución de
pruebas de laboratorio, sobre muestras representativas ele ma-
teriales y concreto. Así, el probador representa un segundo grado
en la escala de capacitación del personal de laboratorio de cam-
po, ya que, para llenar a satisfacción el puesto de probador, es
CAP, 3.1 IN STALA C lüN DE L l.AUOllAT OIUO DE CAMPO 7

requisito necesario .saber obtener las muestras que van a en-


sayarse.
Con la preparac10n básica que correspo'n'de al muestreador;
un probador puede formarse por medio del aprendizaje ele las
pruebas que constituyen los ensayes de rutina en el laboratorio.
Los probadores más destacados pueden continuar su entrena-
miento en los diversos aspectos ele construcción, a fin de llegar
a inspectores e, inclusive, si tienen la escolaridad adecuada, a
jefes de laboratorio en obras menores.
Las pruebas fundamentales que debe conocer e: probador en
el laboratorio ele campo son:

Pruebas físicas ele cemento (densidad, consistencia normal,


tiempo ele fraguado, fraguado falso, resistencia a compresión
y finura en mallas).
Pruebas físicas ele agregados (análisis granu 1ométrico, densi-
dad, absorción, humedad, co11tenido de limo, arcilla y 1irn-
teria orgánica, peso volumétrico y sanidad).
Pruebas de concreto fresco (revenimiento, fluidez, contenido
de aire, peso volumétrico y contenido de cemento).
Pruebas de concreto endurecido (resistencia a compresión, a
tensión indirecta y a flexión) .

3.1.2.4 Inspedores
El inspector es el representante del laboratorio en el lugar de
trabajo, y como tal tiene a su cargo funciones que entrai'ian
responsabilidades. De ahí la necesidad de seleccionar y entre-
nar muy cuidadosamente a esta clase de personal.
Para la selección deben tomarse en cuenta, ade1m1s ele la ex-
periencia y los conocimientos necesarios, cualidades personales
como constancia en el cumplimiento ele las obligaciones, apego
a la disciplina, seriedad en el trato y firmeza ele carácter.
Es recomendable que el puesto de inspector se obtenga me-
(
8 PRACTICAS UE CAI\U'O

<liante ascensos por cumplimiento satisfactorio. Con base en los


conocimientos y experiencia como muestreador y probador, el
entrenamiento debe dirigirse a conocer la razón y sentido de los
trabajos que se inspeccionan.
El objetivo principal de este cargo consiste en vigilar las con-
diciones de trabajo y comprobar que correspondan a las pre-
visiones del proyecto. Su mayor utilidad debe atribuirse a la
capacidad para prevenir fallas en el cumplimiento de las espe-
cificaciones, en vez de su diligencia para adoptar medidas correc-
tivas. A fin de lograr este aspecto, es necesario que la inspección
sea paralela al desarrollo ele la obra desde sus primeras etapas.
Partiendo de esta base, puede decirse que la inspección forma
parte inseparable del control de la producción. Algunos ele los
aspectos principales que conciernen a este control y que, por
consiguiente, se hallan relacionados con la inspección, son:
Estudio y selección de las fuentes propuestas para el suminis-
tro de materiales para concreto.
Revisión y apreciación ele instalaciones y facilidades propues-
tas para la obtención, acondicionamiento, manejo y almace-
namiento ele materiales para concreto.
Revisión y apreciación de las instalaciones propuestas para
dosificación y mezclado del concreto.
Revisión y apreciación de instalaciones y equipos propuestos
para transporte, colocación y acomodo del concreto.
Control de los procedimientos de obtención, acondicionamien-
to, manejo y almacenamiento de materiales.
Control de las cantidades de materiales producidas y/o con-
sumidas.
Control de los proporcionamientos de concreto.
Control de las cantidades de concreto producidas.
Control de calidad ele los materiales y del concreto.
Inspección de formas , acero de refuerzo, superficies de cimen-
tación, apuntalamientos, troqueles, juntas, etc.
Inspección de equipos y procedimientos de transporte, colo-
cación y acomodo del concreto.
CAP. 3.1
r
lNSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO 9

Inspección de colados.
Supervisión del acabado, protección y curado del concreto.
Supervisión del descimbrado y apuntalamiento.
Inspección ele reparaciones.
Inspección en planta ele trabajos de prefabricación, incluyendo
concreto presforzado.
Preparación de informes diarios y resúmenes.

L1 tabla 3. 3 contiene una descripción más detallada de los


diferentes aspectos que deben ser objeto ele control, según Co-
mité ACI 311. Se incluye como una referencia útil para ayudar
a definir el alcance ele la inspección en cada obra en particular.

3.1. 3 Equipos para laboratorios de campo


Deben ser los necesarios para desempeñar las funciones que
les correspondan, de acuerdo con la magnitud de las obras. En
la tabla 3.4 se incluye una relación cualitativa de los principales
equipos que deben hallarse disponibles en laboratorios de dis-
tintas categorías, conforme a la clasificación de 3.1.1. La canti-
dad de elementos puede variar, inclusive para laboratorios de
una mism;1 categoría, dependiendo ele las condiciones y nece-
sidades de cada obra en particular.
( (
JO l'U.. ~ AS DE CAM.PO

' i'AlJLA 3.3. ASPECTOS QUE DEBEN CONTROLARSE EN LA EJECUCIÓN DE


DIVERSOS TRABAJOS DE CONCRETO

CONCEPTOS Y
ACTIVIDADES ASPECTOS OBJETO DE CONTROL
NOHJllALES

l. TRABAJOS Estudio de pl.inos y cspecific:1C·1011cs. Códigos ck c:clificatiún


l'RELIJllJ.
NAHES División de facultades entre representantes de Ja residencia

Tolerancias permisibles en las mediciones

Disposiciones para registros e ínfonncs

Pl<1nta, equipo, organización y métodos del contratista

Derechos ele vía; interferencia l'On bienes o propiedades vecinas

2. PROPOR- Pruebas de control de agregados


C IONA-
1\llENTOS Pruporcion;.1mic11to de mcZ.chis

C ;.i lculo ck mc....chls

Crn11ulomctría de agrcg.idos m~zclados: cantidades por rcq>ltur'.l, con-


sumos, contenidos de aire

3. lll:\TERl:\- Ccnernlidadcs (aplicables a todos Jos materiales): identificación. can-


LES tidades (consumidas y disponibles), aceptabilidad, 1111ifo nnidad, condi-
ciones di: almacc!1;.1micnto, métodos dt: manejo, desperdicios. progra-
lllil de pruebas

Ccmc:uto: muestreo para ensayes de Jaborntorio, protección contr:1 hu-


medecimiento, dur;1eió11 m;lxima del periodo de al111:1ee11;1111icuto

Agregados: prncb;1s de aceptación (granulomctrh1, limo. m<.ltcri1 orgá-


11i<.:;1, otras susta11c:ias indescabks, sauidad, rl·sistcncia ;1 b :1br:.i:.i,rn y a
colllprcsiún en mortt:ro u co111.:rcto)

Pruebas de control (humedad, absorción, peso específico y ,-o lumétri-


co, v1.1cíos ). Almaccn::uniento

.\gua

;\di ti vos

Acero de refuerzo: dimensiones, doblado, condiciones snperficiJles

Accesorios

Artefactos

Otros mJkrialcs
CAP . 3.1 INST~\LACION Dt:L LADOIL\l'OHIO DE CA~ll'O 11

TABLA 3.3 (Continuación)

i . ANTES Í)EL Líneas y niveles: excavación, cimentaciones, localización, dimension::s,


COL/\!)() fornia, drenaje. p rc:parnción de !:>upcrficics

Formas: localización, al ineamiento, previsión de asentamiento>. cst:lbi·


lidad (apoyos, puntales, amam.:s y separadores), ventanas de impcccion,
pri:paración de superficies, lim pieza final

Refuerzo colocado: dim ensiones (diámet ro, longit ud), doblado, ancl:i·
je final, Jocaliz;,1ció n (número de varillas, cspacia m'icnto y recubrimien·
to 1nínimos) , uniones, estabilidad (amarres, silletas y separadores), lim-
pieza {sin polvo de oxidación, aceite, pintura, mortero seco, etc.)

Artefactos: localización, estabilidad, limpieza

Vc.:ntanas no indic<idas en los planos

Calibración de dispositivos de dosificación

lvtczcladorn: condiciones y velocidad de operación

Colocación : previsiones par;i colucación continua

C urado: previsiones p:ira el cur~do

ProtcCción: medidas prcven tiv:is contra c1 sol, lluvia o bajas tempe·


raturns

Equipos (herramientas y mano de obra) adecuados para el acomodo,


acabado y curado

5. DURANTE Condiciones de trabajo: previsiones atmosféricas, terminación · de pre·


EL COLADO parntivos, cumplimiento de intervalo especificado desde un colado an·
tcrior, iluminación para trabajo nocturno, coberturas y protecciones

Dosificación: cemento, agregados, agua, aditivos, comprobación d e d is·


positivos de.· dosificació n, comprobación de rendimien to del concreto

Nlczdado: tiempo mínimo, revolturas dcmóradas en la mczd adora. SO·


brecorgas

Con trol de la consistencia : observación del concreto durante su coloca·


ción, prur:bas y ajustes a las mezclas

Control del contenido de aire: pruebas

Transporte: sin segregación de materiales ni excesi\'o endurecimiento


o scc.·ado, tiempos lím ite

Colocación : concreto denso y uni fo nnc, o peración continuil, prepJra·


ción de superficie de contacto, c:1pa de mortero de asiento, c;1ídas verti·
cales sin golpeo contra formas ni refuerzo, poco o ningún dcslizJ111ien·
to del concreto después de ser dcpusitado, espesor de las c;,ipas, aparición
de :1gua cu la superficie, cavidades en la roca, re111oció11 de am:.im:'> y
~tpa radores tem porales, disposiciones para las rcvolturas rcchat.adas.
colocación de concr~t o smncrgido
( (
12 l'RAC'1 ·-"S DE CAMPO

TABLA 3.3 (Continuación)

Acomodo: completo y unifonne, sin ser trabajado en exceso

Junti.ls de construcción: localización, prcpar;,¡ción de la superficie

Junt;JS de expansión: material para la junta, localización, alineamiento,


estabilidad libre de interferencias con movimientos subsecuentes

Acabado de superficies no coladas contra forma : capa superficial de


mortero poco profun<l~ . presencia de agua en la superficie, sin manipu-
lación excesiva, primer enrase de acabado, nivelación de la superficie,
acabado final con llana, fisuras capilares, lluvia

Acabado de superficies coladas contra forma: condición de las superfi-


cies al retirar las formas (oquedades, descostramientos, perforaciones
rasgadas, aristas rotas), reparación de defectos, tratamiento a la super-
ficie, protección contra el secado superficial

Pro~rama de pruebas

6. DESPUES Yrotección contra daño : impacto, sobrecarga


DELCO-
LADO Tiempo de espera para retirar las formas

Curado: superficies continuamente húmedasp tiempo para iniciar el cu-


rado, duración del periodo de curado (ver también colados en clima
cálido o frío}

7. PRUEBAS Pruebas de consistencia


AL CON-
CRETO Pruebas de contenido de aire

Pruebas de peso volumétrico en concreto fresco

Análisis de proporciones del concreto fresco

Pruebas de resistencia: fabricación y almacenamiento de especímenes


(condiciones estándar, condiciones de campo), embarque de especíme-
nes al labora torio

Extracción de especímenes de concreto endurecido de la estructura ( co-


razones, vigas)

Pruebas diversas

8. REGISTROS Registros: materiales, cálculo de mezclas, dosificación y mezclado, co·


E INFOR- locación y curado, conceptos especiales
MES
Informes: diarios, resúmenes
Bitácora

Fotugrafías
CAP. 3.1 INSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO
r 13

TABLA 3.3 (Con tin nación)


CONCEPTOS Y
ACTIVIDADES ASPECTOS OBJETO DE CONTROL
ESPECIALES

9. COLADOS T<.:mpcraturas y tiempos límites: ambiente a la intemperie y a cubier-


EN CLil\JA to, materiales, concreto
FRIO
Cakntamiento de materiales, superficies de contacto y ambiente a cu-
bierto, protección <:011tra el secado

Cubrimiento hermético

Retiro de formas: protección contra enfriamiento demasiado dpido

JO. COL1\DOS Enfriamiento de materiales, prehumedecimiento de agregados y super-


EN CLilll :\ ficies de contacto, cubrimiento de concreto
CALIDO

JI. CONCRETO Pbnta: matcri:1lcs, d os ificación, capacidad y condiciones de la mezcla-


PREl\.IEZ· dora
CL/\1)0

Obra: !icmpos tw11scurri<los, número <le rcvoluc1oncs de b olb, agu.i


utilizada, \'Olumcn de concreto, pruebas de con sistencia y contenido de
;Jire, csptcímcm:s para pruebas de resistencia

J2. RELLENOS Preparación de Ja base, mczdas espesas, crnpaque confinado hermético


Bl\jO PL:\-
CAS DE
/\SIENTO

J3. RELLE NOS Perforaciones de barrcnac16n: profundidad, separación, libres de obs-


A l'RESION trucciones

lllaterialcs: aceptabilidad, cantidades usadas

Inyección: secuencia, presión, tiempos, consumación de la penetración


sin daño a las estructuras

H. CONCRETO llfotcrialcs (aceptabilidad, cantidades): condiciones del equipo, mez-


LANZADO clado prclimin;u, presiones (aire, agua), preparación de superficies,
NEUMATI- aplicación (espesor sin escurrir, juntas de construcción), acabado de
CA MENTE b superficie, curado, pruebas

J 5. JVIACADAll·I Preparación de subrasante, agregado grueso, juntas, rodamiento preli-


UNIDO minar, espesor, nivelación de superficies, protección contra el polvo,
CON CE- materiales de la mezcla de relleno (accptabilid<1d, cantidades), consis-
MENTO tencia de la mczd.l, rodamiento final, remoción del exceso de 1m:zcla,
acabada, curado

J6. PISOS EN Preparación de la superficie de la capa de base, materiales, proporcio·


DOS CAPAS ncs y consistcnci<1, emparejamiento unifom1e, rodamiento o apisona-
miento, primer acabado con llana (de madera¡, acabado final con lla-
na ( mctálic.i), curado
( (
l4 1-. . -TICAS DE CAMPO

TABLA 3.3 (Continuación)

17. TERRAZO Espesor de las capas, un iformidad. curado

18. REl'ELL\00 J\'[ortcro, preparación y adherencia de Ja superficie de respaldo, acabado


nniform c, curado de tilda capa

19. ~!A~IPOS ­ Piezas: pruebas de laboratorio de resistencia y absorción, inspección de


'J'ER!A c<.1n1po para comprobar ta111af10, forma y sanidad

Construcción: coi;i,tCnido d(: humedad en las piezas, compkto apoyo


sobre mortero, alinc;.1micnto, cumplimiento del reglamento de edificación
(mortero, espesor mínimo de muro, soporte lateral, capas de adheren-
cia, soportes para vigas, aberturas en muros) ·

20. TUBOS Piezas: pruebas de laboratorio de resistencia, absorción y permeabili-


dad, inspccció11 de campo para comprobar tamaflo, fo rma, sanidad, ter-
sura de la supt'rficie interior, refuerzo (especímenes seleccionados), ins-
talación. <1lincamicnto, asiento, juntas {calafateo, llcn:ido, curado), rcs-
pílldo, protección contra daíio

21. SILLARES Pruebas de laboratorio de resistencia y absorción


DE CON- lnspccción de campo pa.ra comprob:ir sanidad y unifom1idad (m.u<."Stra
CRETO compuesta)

22. CONCRETO Colocación y junteo nítido· de Jos moldes, recubrimiento superficial


DECORA- para cvitnr adherencias o manchas, curado
'l'IVO

:3. CONCRETO Pigmentos: armonización de colores. mezcla íntima y completa del co-
DE COLOR lor con el cemento, aplicación uniforme y pulido con llana, curado

n PINTURA Limpieza de la superficie: neutralizador superficial, aplicación unifor-


me, curado de pintur:1s de cemento portkmd

25. CONCRETO 1\gregados ligeros: accptabili¿a<l, prehumedecimicnto, prevención de la


LICERO segregación

Concreto celular: aditivos, regulación del tiempo de las operaciones

Pruebas de peso volumétrico

:6. CONCRETO Colocación del agregado grueso, contenido de vacíos, composición y


PREMPACA- consistencia de la mezcla de relleno, secuencia y presiones en el relleno,
DO consumación dd llenado . de los vacíos, condiciones del equipo

2:- CONCRETO l\ilcdición precisa del agente inclusor de aire, pruebas de contenido de
CON AIRE ;1irc en el concreto, reguh1ció11 del contenido de aire, ajuste de la mez-
INCLUIDO cla p:ua compensarla por el contenido de aire, prevención de cxccsi\'O
1111.:zdado o vibración, prcv<.·nción de consistencias fluidas, acabado

:s. CONCRETO Tiempos y ve1ocidadcs dé coloc<1ción, prevención de temperaturas altas o


EN ~ I AS:\ no uniformes, adherencia p1tn.: hibclas, prevención de rotura de agrc·
godos
CAi'. 3.1 INSTALACION UEL LADO!lATORI(J '-'~
r entro 15

TABLA 3.3 (Continuación)

29. CONSTRUC- Superficie de Ja platafonna de colado, juntas entre láminas para evitar
C ION POR adherencia, regulación del tiempo de aplicación y la uniformidad de lí-
I Z:\~l lENTO quidos para cvit:Jr adherencia, alineamiento d e las orillas de las formas,
acomodo clc1 concreto en esquinas de fondo, conexión co·n ·las colum-
11as, dispmicioncs para obtener expansión (si está especificada), rcsis-
tcnci;i del concreto en el momento del levantamiento, puntos de iza-
micnto, prcvcnciOn de excesivo~ tirones y sact1dimientos

30. CONSTRUC- Prevención de agua en movimiento, temperaturas, colocación continu::i,


C ION SU- opcr;1ción del tubo con embudo ( trcmic) o del bote ( bucket) , reduc-
\IERCIDA ción al mínimo de deslave, protección contra el flujo de agua durante
varios días

31. CONCRETO Tolerancia de reducción en el espesor de las losas, regulación del tiem-
'l 'R.-\'I .,\ 00 po y duración de :iplicación del vacío, uni formidad del procc~o. condi-
.\L YAC IO ción de las rejillas ·

32. CONCRETO R csistcnci:-i del concreto en el momento del presfucrzo, forrado d el re-
PRESf'OR- fuerzo (s i está cspccificndo), colocación prccis::i del refuerzo, preven.
Z.\DO ción de obstrucción o fricción excesiva, medida de tensión por medio
ele ga tos hidr;'111licos de presión y /o alarg:rn1icnto del acero, consuma-
ción ele\ rellen o ck cmpaqllc (si cst.l especificado)
16
(
!'. .CAS DE CAMPO
(
TABLA 3.4. EQUIPOS Y SUMINISTROS DIVERSOS PARA LABORATORIOS DE
CONCRETO DE CAMPO

LAB LAB LA~ LAB CASETA


EQUIPOS DE LABORATORIO A B e D CONTROL

J. PRUEBAS DE CEMENTOS Y MORTE-


ROS

Balanza 2 kg cap, 0.1 g aprox X X X X


Frasco Le Chatclier X X X
Aparato Vicat e/accesorios fraguado falso X X
Ba~ic.Jora mecánica e/accesorios X
Mesa fluidez para mortero e/accesorios X
Cono fluidez para lechada ( Marsh) X X X
Cono fluidez para mortero (US Army Corps) X X X
Moldes cúbicos 5 X 5 X 5 cm X
l'vloldes cilíndricos 5 X JO cm X
Moldes barras 2.5 X 2.5 X 25 cm X
Comparador longitudes 0.01 mm aprox X
Autoclave e/accesorios X
Molde peso volumétrico mortero X X X
Agujas Gillmore X X
Aparato Blainc e/accesorios X
Malla N• 200, e/fondo y tapa X X X X
l'vlalla N• 325, e/instalación accesoria X
Tubo muestrcador para cemento X X X X
2. PRUEBAS DE AGREGADOS

Bu lanza 5 kg cap, O. J g aprox X X X X


Frasco Chapman X X X
Cono y pisón para arenas (estado sat y sup
seco) X X X
Serie estándar mallas para arena (N°'4, 8, 16,
30, 50, 100, 200, e/fondo y tapa) X X X X
Cuarteador para arena X X X X
Sacudidor mecánico de mallas para arena X X
Botella de vidrio graduada 0-i 50 mi X X X X
Serie colores estándar para mat orgánica
arena X X
Vidrio color ámbar (equiv color estándar
N•! 3) X X
Molde peso volumétrico arena X X X X
Serie moldes pesos volumétricos gravas X X X X
Báscula l 50 kg cap, 0.1 kg aprox X X X
Báscula 100 kg cap, 0.1 kg aprox X X X X X
Balanza 20 kg cap, 1 g aprox X X X
Serie mallas para grava (según tamaño máx
y clasificación por tamaflo) X X X X
Serie mallas significativas para grava (según
especificaciones obra) X X X
Máquina Los Angeles para abrasión grava X
Accesorios peso específico gravas X X X
Bomba de vacío, e/accesorios X X
CAP. 3.1
r
INSTALACION DEL LABORATORIO DE CAMPO 17
\

TABLA 3.4 (Continuación)

LAB LAB LAB LAB CASETA


EQUIPOS DE LABORATORIO A B e D CONTROL
3. PRUEBAS DE CONCRETO

l\ kzcladora concreto 0.1 m "' cap X X X


Ctmo para revenimiento, e/accesorios X X X X X
l\ lesa fluidez para concreto X X
¡\parata para medir trabajabilidad en el con-
creto (Vebe, Powers, Factor compact, etc.) X
't\ lolclc pc:so volu111étrico concreto X X X X X
Equipo nH..:dición Jire i11clnido en concreto
fresco ( método presión) X X X
i\·loldcs c1 1indricos estándar, 15 X 30 cm X X X X X
J\.lokks ci línd ricos especiales (según tamaño
máximo de agregado) X X
1\cccsorios par.i cabeceo de ciiindros .estándar X X X X
Accesorios para cabeceo de ci lindros especia le s X X
Vi br~1d o r eléctrico para concreto (de innicr-
siim ) X X X
l\ il'.'>.I vibratoria dl:ctrica X
J•:quiµo para cxtr:1<.:r núckos de concreto (co-
r~1 zo11n), e/accesorios X
i\larcu y micrómetros para módulo elástico
cstú tiro de concreto X
Equipo para tiempo fraguado conc reto, e/ac-
cesorios X X
.¡_ J' RUEBAS DIVERSAS

lúquinas para · ensayes •.l compresión:


; \1

!11tcrvalo ( rango ) 0- 15 ton X


Inter valo ( rango) 0-100 ton X X X X
Intervalo (ra ngo) 0-200 Ion X X
Hornos eléctricos con termostato 0-150 ºC X X X X
'l'c:rmómctro viJrio 0-300 ºC X
T ermómetros vidrio O-l 50 ºC X X X X
Termómet ro m;,íxima y mínima X X X X X
Tcrmómc.:hos metílicos Q. 50ºC X X X
C;.ím;.ira húm eda de curado cst<l ndar (hume-
dad 90 a 100 por cien to y tcmperatma
2l -25 ºC) X X
Pileta ;igua de cmado en ambiente de tem-
peratura controlada , 2l -25 ºC X
Pikta agua ck curado t:n ambiente de tt:m-
pcralura scmicontrolada {protccc1ón de la
intcmpc.:rie ) X X
l\lartillo para concreto ( cscleró1mtro) X X

5. ,\PARATOS Y HERR1\J\·ll ENT1\ S AUXI-


LlJ\l~ES

Parrillas ( elecl ric as, gas o pct róleo) X X X X


Ventiladores elle! ricos X X X X
Probetas grad u;iclJs en ml. X X X X
Cepillos de alambre, <:~pátlllr.ls, dc,:umadc-
rcs, lla ves. pinzas, n1ch;:n ;1s y rucharilless X X X X· X
( (
18 PR.\C . .tS DE . CAMPO

TABLA 3.4 (Continuación)


1
1 LAB LAB LAR LAB CASETA
1
¡ EQUIPOS DE LABORATORIO A B e D CONTROL

Comp:is de gruesos y escalas graduadas en cm X X X X


Charolas c.:hicas para cementos X X X
Charolas medianas para agregados X X X X
i\rtcsas medianas y graneles para concreto X X X X X
C:metillas X X X X X
Cronómetros e/botón de mando X X X
~lierómctros de carátula 0.01 mm aprox X X
Compuesto de cabeceo (azufre) X X X X
llidróxido de sodio X X X
Sulfato de sodio X
3.2 ESTUDIOS PRELIMINARES EN EL CAMPO

Antes de iniciar una obra en la que deba fabricarse concreto,


es indispensable investigar la existencia y disponibilidad de los
materiales necesarios, tanto en calidad como en cantidad ade-
cuadas, lo que presupone una serie de estudios preliminares en
el campo, cuya amplitud depende de la magnitud ele la obra por
construir.
En caso de obras menores, el trabajo de campo suele redu-
cirse a labor de muestreo de probables fuentes de abastecimiento
de materiales, enviándose las muestras colectadas al laboratorio
central para su estudio y determinación de propiedades. En obras
mayores, puede justificarse la instalación ele un laboratorio ele
campo a partir de esta etapa, con objeto de llevar a cabo pruebas
que permitan orientar las decisiones. Solamente para ensayes
no rutinarios, que requieran equipo y ¡)ersonal más especia1i-
zaclo, convcnclrú remitir muestras al laboratorio central.
En cualquier caso, es requisito indispensab:e que en la ex-
tracción, empaque y envío de muestras se observen prácticas
bien definidas, a fin de asegurar que sean representativas de una
cierta porción del material existente en el campo, y al mismo
tiempo conocer a qué cantidad de dicho material pueden hacerse
cxtcnsiYos los resultados de la muestra ensayada.
Los estudios preliminares más frecuentes se dirigen a conocer
las características actualizadas de los cementos que se produzcan
en la región donde se encuentre la obra, localizar fuentes ele
abastecimiento de agregados, comprobar la calidad del agua dis-
ponible para elaborar concreto, y determinar las características
del medio ambiente que, en conjunto, permitan estimar las con-
( (
20 .J'R .. .. A ICAS DE CAMPO

díciones futuras de fabricación, exposición y servicio de concretos


proyectados.

3.2.1 Muestreo de cemento


En la etapa de estudios preliminares, previos a la iniciación
ele una obra, puede ser necesario obtener muestras de cemento
para dos principales finalidades.:
a) Actualizar el conocimiento de características de cementos
que se produzcan en la región, y que no sean objeto de control
por no emplearse en otras obras de la Secretaría.
b) Elaborar mezclas de prueba de mortero y jo concreto, con
objeto de observar el comportamiento de diversos agregados pro-
puestos, en combinación con cementos de uso probable.
En ambos casos, es conveniente que la muestra ele cemento
se obtenga directamente en la fábrica respectiva, por conducto
de un representante autorizado de la Secretaría, siguiendo las
prácticas ele mu es treo establecidas en 2.2.1.
Solamente en aquellos casos en que resulte imposible obte-
ner muestras por el mencionado conducto, o bien en obras que
por su escasa magnitud no justifiquen ese tipo ele muestreo,
podrán tomarse sacos de cemento como muestras. En estos
casos es recomendable que correspondan a cemento de reciente
fabricación, y que todos procedan de un mismo lote.
Para la correcta identificación de una muestra de cemento
debe procurarse el acopio de los siguientes datos:
Ma rca, clase y tipo del cemento
Nombre y ubicación de la fábrica
Fecha de fabricación
Lugar y fecha de obtención de la muestra
La cantidad de cemento que debe colectarse como muestra
depende de la finalidad del muestreo, por lo que requerirá espe-
cificarse, en cada caso particular, al solicitarse en esta etapa.
CAi'. 3.2
r
ESTUDIOS PRELIMINAR E S EN EL CH!PO 2J

3.2.2 Localización de agregados


Conforme se expresó en 1.1.3 (Parte 1), existen dos clases
principalés de agregados: naturales y manufacturados, cuya dis-
tinción básica radica en el origen ele las fuerzas que producen
la fragmentación de las rocas. En el caso ele los agregados na-
turales, la fragmentación se debe al efecto paulatino ele elemen-
tos que existen permanentemente en la naturaleza, como agua,
aire y hielo, o a la acción repentina ele fuerzas eventuales, como
erupciones volcánicas. Los agregados manufacturados, también
llamados triturados, son aquellos en que la fragmentación ele la
roca se provoca. Existen además agregados mixtos en que la frag-
mentación primaria es ele origen natural, continuando con una
reducción provocada ele partíc1..1las, como en el caso ele la tritura-
ción ele bokos y cantos rodados.
Considerando como criterio general que los agregados natura-
les suelen ofrecer mayores ventajas que los manufacturados (salvo
algunos casos especiales), los estudios preliminares casi siempre
se encauzan a la búsqueda ele los primeros. No obstante, ante
su inexistencia o falta de calidad, es común acudir a la manu-
factura de agregados a partir de fragmentos grandes de origen
natural o ele formaciones de roca fija.

3.2.2.1 Exploración de agregados natura1cs


Se ha mencionado que los agregados naturales (arenas y gra-
vas) proceden ele la fragmentación ele rocas por fuerzas de la
naturaleza; sin embargo, no todos son útiles para concreto; por
ello, es conveniente conocer el origen de dichos materiales para
entender mejor sus diferencias.
Los principales procesos que conducen a la desintegración de
rocas en la corteza terrestre son el desgaste de las irregularida-
des en el relieve, el diastrofisrno y el vulcanismo, de los cuales
el primero es el que contribuye en mayor grado a la formación
ele agregados naturales ocasionada por diversos agentes natura-
les físicos y químicos. El cliastrofismo es el proceso por el cual
1 .
~2 ( . ICAS DE CA~ll'O
graneles masas de corteza terrestre se desplazan unas respecto
a otras al experimentar reacomoclamientos. La acepción general
del proceso ele vulcanismo corresponde a !os efectos que se mani-
fiestan sobre las rocas en estado ele fusión antes ele ser proyec-
tadas al exterior, y a los efectos que producen en contacto con
la superficie terrestre. Existen numerosos ejemplos ele rocas
fo1gmentaclas, ele origen vo:cánico, que constituyen yacimientos
de agregados naturales, los cuales reciben el nombre de depósi-
tos pirochlsticos (ejemplo: arena y grava naturales del Valle de
México).
Al producto ele la desintegración de las rocas se le denomina .
genéricamente suelo si las partículas que lo componen son de
dimensiones menores que la grava, es decir, ele unos cuantos
centímetros. Cuando son mayores se les designa fragmentos de
roca. Los suelos pueden ser considerados como residuales cuando
permanecen en el lugar en que se forman, y trans/Jortados los
que son conducidos por diversos agentes (agua, viento, deshielo,
cte.) y depositados lejos ele su lugar de origen. La gran mayoría
ele agregados naturales se encuentran en depósitos ele este tipo.
La erosión y la meteorización son los principales fenómenos
naturales que contribuyen al desgaste ele irregularidades en el
relieve. La erosión puede ser propiciada, en primer t érmino,
por el agua que incide sobre la superficie terrestre en forma de
precipitación pluvial, que después fluye en forma de arroyos y
ríos que transportan el material desprencliclo, formándose así
los depósitos aluviales o fluviales . También producen erosión,
transportan y d epositan materiales, el deshielo (depósitos gla-
ciales), el viento (depósitos eólicos), el agua de mar (depósitos
marinos) y de lagos (depósitos lacustres). U na de las fuentes
más importantes de abastecimiento de agregados naturales son
los depósitos aluviales o fluviales.
La meteorización es el conjunto de fenómenos físicos y quími-
cos que produce el desintegramiento de las rocas por degrada-
ción superficial ele sus propiedades. Este proceso, también cono-
cido como ele alteración, avanza en forma paulatina desde la
CAP. 3.2 E STUDIOS PH.ELIML'J'AHES El'\ EL CAri.11'0 23

superficie hacia el interior, ele modo que el material que se


desprende de la roca madre frecuentemente es material alterado,
razón por Ja cual se desconfía de este tipo de material en rela-
ción con su utilidad como agregado para concreto. No obs-
tante, hay ocasiones en que la desintegración de la roca se debe
a fuerzas destructivas que no degradan sus propiedades ( cam-
bios de temperatura, ciclos de congelación y deshielo), en cuyJ
caso los fragmentos resultantes son sanos y no objetables.
Ya que una de las principales fuentes de agregados naturales
son las corrientes fluviales, conviene ahondar en este aspecto.
El origen de los ríos generalmente se localiza en las zonas más
elevadas de la corteza terrestre, donde por la pendiente del
terreno, b precipitación pluvial se desplaza a mayor vclociclacl
formando arroyos de carácter torrencial, lo cual favorece la ac-
ción erosiva del agua sobre las rocas, creando cauces y gargantas
más o menos profundos. Con el transcurso del tiempo, la ero-
sión progresiva puede llegar a transformar los cauces en valles,
por lo que la pendiente del terreno y la velocidad del agua
disminuyen, tendiendo a depositarse el material erosionado y
acarreado.
Por ra zón natural, el material más grueso es el primero en
depositarse, por lo que es frecuente observar que cerca de las
partes más altas solo se encuentran grandes fragmentos de roca
esparcidos en el terreno; ladera abajo comienzan a aparecer
fragmentos menores, conocidos como baleos; a continuación se
encuentran las gravas y las arenas; finalmente, en los tramos
donde el agua alcanza menor velocidad se depositan los limos y
las arcillas. Sin embargo, este comportamiento teórico puede
modificarse por características topográficas de cada río en par-
ticular, tales como cambios repentinos en la dirección, pendiente
y amplitud del cauce, o por la afluencia o confluencia ele otras
corrientes de agua. Por ello, también es posible observar tramos
en los que se depositan fragmentos ele muy distintas dimensiones;
por ejemplo, cuando la velocidad del agua disminuye brusca-
mente por cualquier causa (caso ele ensanchamiento ele] cauce)
24
r
l'HA.C'i · - "'S DE CAfo.l.PO
(
pueden depositarse juntas las gravas, arenas, limos y arcillas.
Por ser inconveniente la presencia de estos últimos en los agre-
gados, un depósito de estas características puede considerarse
inaceptable, excepto que los materiales se sometan a tratamiento
que elimine los elementos "finos indeseables.
La forma de las partículas de agregados en depósitos fluviales
suele depender de las distancias de acarreo y de la naturaleza
de las rocas de origen. Mientras mayor es el desarrollo y velo-
cidad del agua de un río, mayor es la distancia que recorre una
partícula de tamaüo determinado, y más redondeada tiende a
ser su forma resultante. La presencia de planos débiles (planos
de crucero en los minerales y diaclasas en las rocas) también
influye en la forma de las partículas. Las rocas que no tienen
planos débiles definidos, como el cuarzo, granito y mármol, tien-
den a producir fragmentos equidimensionales, mientras las que
sí poseen planos bien definidos dan por resultado fragmentos
ta bula res (feldespatos) o angulosos (basalto).
Los casos más frecuentes como se presentan los depósitos de
agregados de origen fluvial son los siguientes:
a) Conos de deyección. Son depósitos aguas arriba de un
valle, al pie de las montañas. Suelen ser heterogéneos, compues-
tos de gravas grandes y arenas, y de poca profundidad. Debido
al escaso acarreo, las partículas generalmente tienen formas con
tendencias angulosas.
b) Depósitos de cauce. Se localizan con mayor frecuencia en
ríos, con grandes cuencas de captación que experimentan fuer-
tes variaciones de gasto en las distintas épocas del año. Así, en
tiempo de avenidas, el agua invade las partes altas del cauce
y deposita fragmentos de diversos tamaños, en cuya tendencia
influye notablemente la geometría del cauce, de modo que es
posible encontrar dos depósitos próximos con muy distintas ca-
racterísticas granulométricas. Las partículas suelen ser sanas
y de formas redondeadas.
e) Terrazas. Son planicies o escalones que se encuentran a
CAP. 3.2 ESTUDIOS PRELLMll'fARES EN EL ( () 25

los lados del cauce de un río, y en que muchas veces, por estar
cubiertos ele vegetación, la presencia ele agregados no es evidente.
Son depósitos generalmente antiguos que se fonnaron como
resultado ele cursos anteriores del río o por avenidas extraordi-
narias que provocaron inundaciones en áreas vecinas a1 cauce.
Pueden contener arenas y gravas bien graduadas y de formas
redondeadas; no obstante, debido a su antigüedad, es posible la
existencia ele partículas alteradas por meteorización. Este aspecto
merece especial atención durante el estudio ele un depósito ele
esta naturaleza.
el) Planicies. En la zona baja de un valle, donde el agua se
desplaza a menor velocidad, tienden a crearse amplios depósitos
de material fino en forma de planicies que pueden abarcar todo
lo ancho del valle. También suelen presentarse en la proxi-
midad ele la clescm bocaclura de un río. Se caracterizan estos
depósitos por 1a finura de las partículas, principalmente si se
trata ele corricn tes muy sin u osas, ele ahí q ne sea común la pre-
sencia ele limo y arcilla. Así, el aprovechamiento ele su arena
y grava como agregados para concreto puede requerir un trata-
miento previo (lavado) que permita obtener materiales limpios.

3.2.2.2 Exploración de rocas para triturar


Cuando no se dispone de agregados naturales cercanos a las
obras, es necesario considerar la alternativa de transportarlos
desde l ugarcs lejanos o bien obtenerlos por trituración de una
roca cercana de calidad adecuada. Si esta existe, la decisión final
puede elepcncler ele un estudio económico que tome en cuenta
aspectos tales como el costo unitario de los agregados puestos
en la obra, el consumo unitario de cemento requerido en ambos
casos para obtener las propiedades necesarias en el concreto
fresco y endurecido, la necesidad de emplear aditivos en alguno
de los casos, etc.
Las rocas para producir agregados triturados pueden consistir
en grandes fragmentos naturales (bloques y boleas) o en for-
26 J'H ,( .s DE CAMPO
(
Jllac:ioncs ele roca fija que deben explotarse como canteras para
obtener la fragmentación inicial.
Como se indicó, los grandes bloques y boleos tienden a pre-
sentarse en las zonas altas donde se\ originan los ríos o en el
ca ucc ele arroyos ele carácter torrencia 1. Por tanto, su proximidad
;i) sitio en el que se requieran los agregados no suele ser un caso
frecuente. En presencia ele materiales de esta naturaleza su posi-
bilidad ele competir con la explotación de una cantera depende
ele factores como la accesibilidad para su extracción a lo largo y
ancho del depósito; procedimiento requerido ele extracción, en
función del tamaño de los fragmentos; calidad y forma de frag-
mentarse ele la roca, etc.
Al estudiar formaciones ele roca que sirvan para producir
agregados triturados, deben atenderse tres requisitos principales:
a) calidad y homogeneidad ele la roca, b) potencialidad y faci-
lidad ele explotación ele la formación rocosa, c) características
del producto.
a) Calidad de la roca. Para conocer la calidad ele la roca exis-
ten te en una formación se requiere, por lo general, Ja inspección
detallada ele un geólogo experimentado y la determinación de
propiedades sobre muestras representativas. La inspección debe
erifocarse hacia el conocimiento ele la uniformidad del material
en todas direcciones, determinar la presencia ele material alterado
superficial y su espesor probable, conocer la existencia de frac-
turas o juntas rellenas de arcilla o ele otro material indeseable
y estimar el volumen aproximado aprovechable.
Las propiedades ele la roca que interesa conocer en primer
lugar son: peso específico, absorción, sanidad, composición mi-
neralógica, y resistencia a compresión y a la abrasión . Para deter-
minarlas es necesario obtener muestras representativas de la roca
en diferentes zonas y profundidades ele Ji formación . Como se
ved mús aclelante, qn procedimiento conveniente consiste en la
perforación ele barrenos con broca de diamante del mayor diá-
metro posible.
b) Potenciúlidad de la formación. Cuando la formación de
CAP. 3.2
r
ESTUDIOS PllELl!\llNAHES EN EL 1....AMPO 27

roca se rnanificsta como un afloramiento bien definido, la esti-


mación de su potencialidad puede efectuarse mediante un simple
levantamiento topográfico. De no ocurrir así, es necesario pro-
ceder a la ejecución de barrenos de sondeo y al empleo de méto-
dos geofísicos de medición.
En este último caso, la estimación requiere los servicios de
personal muy experimentado en esta clase ele trabajos, a fin
de establecer con precisión número y dirección de barrenos nece-
sarios, y efectuar con claridad la interpretación de los datos
aportados por las mediciones.
e) Características del producto. Reviste gran importancia
predecir con suficiente aproximación las características ele forma
y granulometría de los fragmentos que se vayan a producir en
el momento de triturar la roca procedente ele una cierta cantera,
ya que puede servir como un elemento de juicio adicional para
la selección de la materia prima más con.vcnientc. En este sen-
tido, conviene recordar que las formas deseables son las equidi-
mensionalcs, y que es indeseable la formación excesiva ele polvo
durante la .t rituración.
Normalmente, es posible suponer dichas características a tra-
vés ele exéÍmenes macro y microscópicos de la roca, observando
su estructura y textura. Como ya se expuso, las rocas que no
presentan planos débiles definidos (como el cuarzo) ofrecen
la misma probabilidad de fracturarse en cualquier dirección y
producen fragmentos con tendencia equidimensional; en cam-
bio, minerales como feldespatos, que presentan dos planos de
crucero, producen fragmentos con tendencia tabular. Por otra
parte, roc1s que en su estructura tienen granos poco entrelazados
tienden a disgregarse demasiado durante la trituración, produ-
ciendo exceso ele finos; en cambio, las rocas compactas con gra-
nos fuertemente entrelazados tienden a producir pocos finos
durante la misma.
Conviene tener presente que también es posible influir en las
ca1«1cterísticas ele forma y granulometría del producto, mediante
28 PRACTICAS DE CAMPO

la acertada selección del equipo que se emplee para la fragmen-


tación de la roca.
CAP. 3.2 ESTUDIOS PRELIMINARES EN EL CAMPO 29

bles de carácter general, según se trate de muestrear depósitos


naturales, bancos de roca o almacenamientos de agregados pro-
cesados.
DE CAMPO
(
Número total de muestras obtenidas en el lugar
Definición del punto de obtención de cada muestra
Número de muestras obtenidas en un mismo punto
Espesor del despalme en cada punto
Profundidad o espesor ele material representado por cada
muestra
Profundidad del nivel freático en cada punto
Fecha ele mt1estreo ·
Procedimiento y equipo utilizado.

3.2.3.l Muestreo de depósitos naturales


No es común encontrar en la naturaleza depósitos ele agrega-
dos en condiciones ideales para su utilización. Sin embargo, son
numerosos los casos ae obras de concreto en que se h::in emplea-
do agregados naturales puestos en condiciones ele utilización me-
diante tr::itamientos más o menos simples. Esta observación tiene
por objeto señalar la inconveniencia ele rechazar, ele primera in-
tención, materiales que manifiesten algún aspecto inadecuado,
pero cuya aplicación pueda ofrecer atractivos bajo otros aspectos.
Como existe marcada tendencia a la heterogeneidad en los
depósitos naturales, principalmente en lo que se refiere a granu·
lomctría, es necesario frecuentemente multiplicar su muestreo
con objeto de obtener información de cierta confianza. Para
extraer esas muestras existen varios procedimientos en uso, sien-
do Jos más comunes: barrenos, pozos y zanjas.
a) Barrenos. Este sistema requiere el empleo de equipo espe-
cial de.: perforación; de ahí que su aplicación normalmente se
lirnitc a grandes obras en las que se requieren fuertes volúmenes
de agregados, por lo cual es necesario explorar depósitos ele gran
cxte11sión mediante numerosos sondeos.
Los equipos de perforación más usuales para este tipo de tra-
hJjo u11¡úan brocas de 15 a 90 cm (6 a 36 pulg) de diámetro.
i: ~ to hace c¡uc el procedimiento se vuelva inadecuado y/ o incas-
CAP. 3.2
r
ESTUDIOS l'RELIMIN .\RES EN EJ. CAMPO ) l

teable cuando en el depósito existen fragmentos de mayor


tamafio que la máxima broca disponible.
Debido a que el vo1umcn de material que se extrae en cada
sondeo es bastante menor que con otros procedimientos, no se
recomienda el cuarteo, debiendo considerarse como rn uestra
de un sondeo todo el material recuperado en su perforación, el
cual debe subdividirse en varias porciones, de acuerdo con su
profundidad ele extracción.
Como este procedimiento ele excavación resulta comparativa-
mente m:c1s rápido, y es incosteable la ociosidad del equipo en
espera ele instrucciones para seguir o ampliar la exploración del
depósito, es recomendable el establecimiento ele ciertas insta1a-
::iones ele laboratorio junto a este, con objeto de efectuar un
rápido juicio apreciativo de la calidad de las muestras que se
obtengan, así como seleccionar las zonas más atractivas en las
que convenga incrementar la frecuencia del muestreo. Los prin-
cipales aspectos que se acostumbra juzgar a través ele este tipo
ele instalaciones son la composición granulométrica y la conta-
minación del material con sustancias indeseables como materia
orgánica, limo o arcilla.
b) Pozas. Este procedimiento es posiblemente el más em-
pleado para muestreo de agregados naturales, siendo frecuente
el uso ele herramienta de mano, aunque se presentan casos
en los que se utiliza maquinaria para excavación. La profundi-
dad total que puede o conviene dar a un pozo es difícil de
predecir, por lo que generalmente se deja a juicio del respon-
sable del muestreo. Para ello debe tomar en cuenta: medios
disponibles para la excavación, características del material, volu-
men por explotar, presencia de agua filtrante, profundidad de
nivel frcático , posibilidad de ademar, etc.
La forma de obtener la muestra representativa de un pozo
depende, principalmente, de su profundidad. En pozos poco
profundos (hasta l. 5 m), que generalmente no requieren ademe,
puede obtenerse practicando una ranura rectangular a todo lo
alto de una de sus paredes, y colectando el material en el fondo
)2 I' AS DE CA!\11'0

con una lona que permita recuperarlo sin contaminaciones de


elementos ajenos a Ja muestra. En pozos de mayor profundidad,
que todavía no requieran ademe, es conveniente conservar el
sistema anterior pero obteniendo una muestra representativa
de cada estrato en que se aprecie diferencia en el material o, si el
material es uniforme, obteniendo una muestra representativa
de cada tramo de 1. 5 m de profundidad, aproximadamente.
En pozos profundos que requieren ademarse, el procedimiento
anterior no es practicable, por lo que se hace necesario recu-
perar, como muestra, todo el material que resulte de la excava-
ción. En este caso, también conviene separarlo por tramos de
1.5 m de profundidad si se Je observa uniforme, o por estratos
que se noten diferentes. Ya que este sistema de recuperación
rinde volúmenes de materiales no fácilmente transportables, se
recomienda efectuar su análisis granulométrico en el mismo lugar
de muestreo o reducir Ja muestra a tamaño manejable mediante
un cuarteo muy cuidadoso, procurando prehumedecer el material
con objeto ele reducir su segregación en este momento.
c) Zan;as. En ocasiones, por diversos factores topográficos
del depósito, se facilita Ja excavación ele zanjas o trincheras, pu-
diéndose prestar el empleo de equipo mecánico. Este último
aspecto hace más atractivo aplicar dicho procedimiento para
el muestreo en casos en que es practicable. El criterio que con-
viene seguir para la extracción de muestras en este tipo de situa-
ciones, cs. el mismo que el recomendado para los pozos, aun
cuando la excavación de zanjas normalmente se limita a meno-
res profundidades de las que pueden alcanzarse mediante pozos.
Cuando las muestras que se han obtenido por cualesquiera de
estos procedimientos requieren enviarse a un laboratorio para
su ensaye, es necesario cuidar que su tamaño, empaque e iden-
tificación sean adecuados a su finalidad.
Si el propósito consiste solamente en juzgar la calidad del
material, como parte ele un programa preliminar de muestreo
selectivo, es suficiente procurar muestras integrales de 50 a 75 kg
cada una. Si la cantidad de material que se obtuvo como
C AP. 3.2 ESTUDIOS PH.El.l /\ flN'AH ES EN
r
EL CA l\ 11'0 33

muestra fue considerablemente mayor, será necesario reducirla


al tamaño indicado mediante cuarteo.
Si la finalidad es proponer el material para discfiar mezclas
de concreto, elche procurarse c¡nc el rcnclilllicnto ele material
clasificado no resulte menor de 50 kg de arena y 7 5 kg de grava
para cacla proporcionamiento distinto que se requiera.
Las muestras deben envasarse en sacos ele tela compacta o
en bolsas de plástico, a fin ele evitar la pérdida de finos durante
su transporte, colocúndolas a su vez dentro ele costales ele yute
para protegerlas y facilitar su manejo. Cuando una muestra re-
sulte demasiado grande para la capacidad ele una bolsa, puede
di stribuirse en dos o más, tomando la precaución de identi-
ficarlas como compaüeras, de tal suerte que al recibirse se rein-
tegre la mues tra origina l.
Cuando se trata ele las primeras muestras que /se obtienen en
un depósito de características desconocidas, es prudente efectuar
un número limitado ele sondeos, espaciados lo suficiente para
abarcar toda el área explotable. Después ele obtener las caracte-
rísticas ele las muestras a través ele los sondeos preliminares es
posible seleccionar las zonas más atractivas, a fin ele aun~entar
la frecucn cia del mu es treo y determinar sus características con
mayor aproximación. Una práctica común consiste en trazar
sobre el terreno una cuadrícula con intervalos de 100 m, aproxi-
madamente, y efectuar sondeos en las intersecciones. En una
segunda etapa exploratoria se traza una cuadrícula intermedia
en la zona seleccionada, reduciendo el intervalo a 50 m o me-
nos, según se observe la variabilidad del material en el depósito.
Junto con las primeras muestras, conviene obtener la mayor
información posible respecto al depósito; principalmente:

Situación del depósito respecto a las obras donde se pro-


yecta emplear los agregados.
Plano topográfico del depósito. Es recomendable una escala
aproximada ele 1: 1O 000 o tal vez menor, con curvas de nivel
34
r
J'KACTI CAS lJE CAMPO
(
cada 5 m, como maxuno. Debe incluirse la localización de
los sondeos.
Profuncliclacl del nivel freático en el lugar y fecha de los son-
deos. De ser posible, información para otras épocas del año.
Corte geológico del terreno en cada lugar de sondeo.
En la fig. 3.1 se muestra un ejemplo de planos de localiza-
ció11 y topográfico ele un depósito de agregados naturales. La
fig. 3.2 ilustra la presentación del corte geológico en el caso de
pozos de muestreo ( ref. 1).

3.2.3.2 Muestreo de canteras


Obtener muestras representativas del material en una forma-
ción de roca, propuesta para explotación, frecuentemente es la-
borioso y requiere mucha atención del muestreador, debido a
que, en muchos casos, las formaciones no presentan un frente
definido o contienen material alterado.
Si bien es necesario obtener muestras de roca en el interior
de 1a masa, también conviene hacerlo en zonas alteradas o cual-
quier otra en que se aprecie cambio aparente del material, con
objeto de conocer no solo las propiedades de la roca presumi-
blemente inalterada, sino también de aquella que manifieste al-
teración de cualquier índole. Este muestreo debe complemen-
tarse con planos ele localización y topográfico ele la cantera, se-
ñalamiento de los sitios de muestreo, datos de fracturas e
irregularidades en la roca, y cori:es geológicos indicando espeso-
res de despalme, de material alterado y demás cambias que se
observen.
Para los fines usuales, basta que cada muestra conste de 50 kg
aproximadamente, requiriéndose por lo menos una para cada
zona diferente dentro de una misma cantera, pero i10 menos
de dos muestras por cada cantera propuesta. La muestra puede
constar ele varios fragmentos, siendo deseable que sean del ma-
yor tamaüo posible y de forma aproximadamente equidimeusio-
nal, a fin de permitir, en caso necesario, obtener especímenes
existente

ESC1\LA 1:.¡o 000


1 1

LOCALIZACION DE POZOS
EN EL BANCO

L M N ~o:-

frc. 3.1. Planos de situación y localización de un de/JÓ:;ito de agregados na-


turales
SIMBOLOS
~Despalme
l:_it.?.ió·~:: ¿J Arena y grava
f---:--=---.~-------IV"::T-;'", l',Tf':;}Capa d u r a - - - - - - - - <

~Gra va con arcilla

-~ ~ ~-.
·6 :·
:::~:.
f------l:o ::1 - - - - - ' ·

1200 '--------------------------..J
Ji1 c. 3.2. Fresentación gráfica de material encontrado en pozos de sondeo

(cilíndricos o cúbicos) en los que se determine b resistenci1 a


compresión.
Para obtener muestras profundas, generalmente es necesario
el empleo de explosivos o la perforación de barrenos con siste-
ma de recuperación, ofreciendo este último la ventaja de sumi-
nistrar datos para cortes geológicos, con toda su información
complementaria. En este caso, las muestras deben constar de
todo el material recuperado en la barrenación.
Para transportar muestras compuestas de fragmentos, se reco-
mienda el empleo de cajas de madera, acuñadas con .serrín o vi-
ruta de madera que les evite golpes. Por lo que respecta al
transporte de muestras obtenidas en barrenos de recuperación,
existen cajas ele madera especialmente diseñadas.

3.2.3. 3 J\focstrco ele almacenamientos de agregados


Esta clase ele trabajo puede requerirse cuando es necesa rio
,
1
CA P. 3.2 EST U DIOS PR C:Lll\llNA RES E N EL C A i\lPO 37

muestrear agregados naturales o manufacturados, previamente


almacenados, ya se trate de integrales (en greña) o de clasificados
y almaceuaclo~ eu diferentes tamaíios. En cualquier caso, obte-
ner muestras representativas ofrece serias dificultades., debido a
la segregación que frecuentem ente ocurre en el manejo y alma-
cenamiento de esta clase de materiales si no se toman precau-
ciones adecuadas en la ejecución de esas operaciones. Por dicha
razón , es preferible obtener las muestras en la etapa previa al
alniacenarnieúto, en el depósito o yacimiento si se trata de agre-
gados integrales naturales, o en la línea de producción si son
agrega dos manufacturados o sometidos a proceso de clasificación.
En el almacenamiento de agregados, por comodidad se sigue
la inckbida tendencia a formar pilas del mayor t amaño posible,
con lo cual se provoca que el material más grueso ruede y se
acum uk en la base de las mismas. 1\l 111 uestrcar una pila de
esta naturaleza se debe, por tanto, evitar caer en el error de ha-
cerlo con el rna terial m{1s accesible, es decir, el de la base.
Si n o existe otra alternativa que muestrear un almacenamien-
to ele agregados en dichas condiciones, deben obtenerse mues-
tras a lJ mayor profundidad posible, en los taludes o en la parte
superior. Si el almacenamiento los tiene de poca pendiente,
pueden extraerse muestras, seleccionando lugares donde no se
aprecie segregación, con excavaciones casi normales al talud,
ademadas con venientemente para evitar derrumbes. Si la pen-
dien te ele los taludes impide la e jecución de este procedimiento,
se obtienen muestras de la parte superior, reba jando el vértice
ele la pila al voltear el material hacia todos lados, con auxilio de
equipo m ed nico. En esta form a se prepara un piso de trabajo
en el que pueden ex.cavarse pozos, que normalmente requieren
ademe, y que se muestrean siguiendo el procedimiento aplicable
al ele pozos excavados en depósitos naturales.
Si el muestreo del almacenamiento solo tiene por objeto
comprobar la calidad física de los agregados, puede ser suficien-
te obtener una o dos muestras, ele 50 kg cada una, aproximada-
mente, para cada material distinto. Si aclcnds se requiere el
30
(
l'U. 1... . 1CAS lH~ CAMPO
(
cmpko ele agregados para diseñar proporcionamientos de con-
creto, es necesario ampliar el tamaño de las muestras, ele modo
que para cada proporcionamiento diferente se disponga de un
mínimo ele 50 kg de arena y 75 kg de grava.
Si el muestreo del almacenamiento se lleva a cabo para deter-
minar la variabilidad del material y grado ele segregación, es ne-
cesario obtener muestras de todas partes, aun cuando se trate
ele material segregado. En grandes almacenamientos debe obte-
nerse el m:1yor número posible ele muestras, recorriendo la pila
perimctralmente, de abajo hacia arriba, para terminar rebajan-
do el vértice, a fin ele obtener las muestras profundas en la parte
superior. En estos casos, por el abundante núm ero que puede
resultar, es recomendable disponer las facilidades ele ensaye ne-
cesarias, al pie del lugar de muestreo. Cuando requieren trans-
portarse, son aplicables las recomendaciones para muestras de
agregados obtenidas en depósitos naturales.

3.2.4 Muestreo de agua


Conforme lo señalado en 1.1.2 (Parte 1), la calidad del agua,
en relación con el concreto, tiene gran importancia bajo dos
condiciones distintas: como agua de mezclado en el concreto
fresco y corno agua ele contacto con el concreto endurecido, es
decir, como agtü de curado o como la que forma parte cle1 me-
dio que rodea a un elemento de concreto.

3.2.4.1 Agua de mezclado


Entre los aspectos que deben estudiarse antes de empezar una
obra de concreto, está el ele las características del agua que se
c.:stimc probable usar para la elaboración y curado del concreto.
Si no existen registros o antecedentes ele aplicación, o si se tie-
nen motivos para sospechar la reciente contaminación de un
agua previamente utilizada, será necesario muestrearla para de-
terminar su composición química, y comprobar su comporta-
miento como elemento integrante ele mortero y /o concreto.
C Ai'. 3.2 ESTUDIOS PI<ELI~llNAl\ES [ ,"lJ'Ü •
EN 39

Normalmente, se considera que el agua que se aprueba para


mezclar el concreto también es apropiada para el curado.
i\. fin de comprobar su calidad como agua de mezclado, las
muestras deben obtenerse de la fuente de abastecimiento pro-
puesta, envasándolas en recipientes opacos de vidrio o ele plás-
tico, perfectamente limpios y provistos con tapón de vidrio o
pl:1stico, cierre hermético, y ele 4 lt, aproximadamente.
Antes ele llenar el recipiente, debe enjuagarse su interior con
la misn1a agua que se pretende muestrear. Si se trata de agua
corriente, la muestra se obtendrá en el punto donde fluya con
rncnor velocidad. Si se trata ele agua en reposo, debe procurarse
c¡ne fluya durante unos 10 min, y tomar la muestra.
Es conveniente obtener dos muestras, por lo menos, para
cada fuente de abastecimiento distinta, dejando transcurrir en-
tre una y otra muestra, un lapso de 3 a 4 horas como mínimo.
Una vez que se han obtenido, deben remitirse, a la mayor bre-
vedad posible, al laboratorio donde se vaya a efectuar su
comprobación de calidad, e identificarlas plenamente, incluyen-
do los siguientes elatos, por lo m enos:

Obra de procedencia
Aplicación que se propone dar al agua
Nombre y localización de la fuente ele abastecimiento
Lugar ele muestreo
Distancia del sitio de muestreo a las obras
Fecha y hora de muestreo
Nombre del muestreador
Observaciones generales (si es agua en reposo o corriente; si
se aprecia olor . o color, etc.).

Aun cuando no es común que cambie la calidad del agua du-


rante el periodo de aplicación, es una posibilidad· que no debe
descartarse. De ahí que un cambio repentino ele olor 0 de
color pueda indicar una contaminación inclesca ble, y ser moti-
vo ele un nuevo muestreo y comprobación ele calidad.
·f{J
r
l'l<AC TH.;,\S DE CAI\1 1'0

3.2.4.2 Agua de contacto


En el caso ele estructuras o elementos de concreto, cuyas con-
diciones ele servicio implican contacto continuo o intemütente
con aguas subterráneas o superficiales estancadas, es reco:nen-
dablc investigar si el agua contiene sustancias agresivas al con-
creto, ya que, ele ser así, permitiría protegerlo mediante Ia elec-
ción adecuada ele sus componentes. En particular, conviene
n:cclar ele las características del agua superficial en zonas pan-
tanosas y ele la freática en terrenos salitrosos o en áreas inme-
diatas al mar; además, por supuesto, de aguas marinas, negras
clomc'.:sticas, y residuos industriales.
El muestreo de agua superficial y de mar no debe diferir sus-
tancialmente del que se aplica para fuentes de abastecimiento
ele agua ele mezclado. Para muestreo de aguas freáticas, por lo
general se requiere excavar pozos, cuya profundidad suele variar
entre 0.5 y 3.0 metros, aproxin1ac1arnentc. El muestreo de aguas
ele desechos domésticos o industriales, como es un aspecto más
delicado, requiere la intervención de personal experimentado
en esta clase de trabajos, con criterio para resolver b s diferentes
condiciones que puedan presentarse.
En cualquier caso, deben evitarse muestras si es presumible
que la concentración de sustancias en el agua se haya incremen-
tado por la evaporación excesiva o disminuido por dilución re-
ciente con agua de lluvia. Cuando la muestra debe obtenerse
del fondo de un pozo recién excavado, es conveniente dejar que
el agua brote libremente, hasta que se estabilice su nivel. Junto
con esta muestra de agua conviene tornar una de suelo del fon-
do del pozo.
Debe procurarse que las muestras de agua resulten io más re-
presentativas posible del agua que vaya a quedar en contacto
con el concreto; por eso es necesario, en el caso de pozos, que se
excaven hasta una profundidad comparable a la de desplante ele
las estructuras en proyecto.
1\un cuando el número ele puntos en que debe muestrearse el
C .\I'. 3.2 E STUDIOS l'llELl'l l1'ARF.S E N EL ( j -\ !

agua depende ele la extensión abarcada por las estructuras, en


ningún momento será menor ele dos. En el caso ele aguas freá-
ticas, por lo general es suficiente obtener una muestra ele agua
y otra ele sucio, en cada pozo.
Las muestras ele agua o ele suelo deben colectarse en recipien-
tes opacos ele vidrio o ele plústico, con tapón ele vidrio o ele
plástico con cierre hermético, y ele 1 lt ele capaciclacl, aproxima-
cbmcntc. J\clcmás ele los elatos ele identificación scfialaclos para
las muestras de agua ele mezclado, es conveniente adicionar a
estas mu es tras los siguientes:

Estructura que debe permanecer en contacto con el agua o


suelo
CLtse ele agua 111 uestrcacb ( supcrficia l, frd tica, cte.)
Profundicbcl a que se obtuvo la muestra de agua o suelo.

3. 2. 5 1n wstigac:iu11es sobre el medio ctlllbie11 te


Existe una serie ele aspectos y características relacionados con
el medio ambiente ele una obra que se proyecta, cuyo conoci-
miento ve r~1z y oportuno puede ayudar notablemente en la pro-
gramación y ejecución de las estructuras ele concreto. Aunque
recopilar este tipo ele información, normalmente está a cargo
ele personal técnico que la requiere y utiliza en el proyecto con
un cnfoc¡nc más general, también puede ser útil que el personal
ele laboratorio, al realizar estudios preliminares ele agregados y
otros matcri ~1lcs para concreto, se preocupe por obtener elatos
de esta índole, registrándolos en la misma bitácora en que se
asiente el avance ele los trabajos ele campo.
Entre los principales aspectos que conviene registrar, se 111 -
c'.uycn los siguientes:
a) Acceso a bancos de agregados. En muchas ocasiones, el
acceso a los bancos ele agregados se encuentra subordinado a la
época del aüo, debido a que las lluvias pueden volver intransi-
tables los caminos o que el incremento ele caudal en las corrien ·
~2 ( .:nc.\S VE C A\ll'O
(
tes fluviales inunde las áreas adecuadas para explotación, o por
cualquier otra causa semejante. Por ello, para planear la explo-
tación ele los bancos, es necesario conocer su posible accesibili-
clacl en las distintas épocas del año.
b) Precipitación pluvial. Por lo general, las lluvias frecuentes
y ::ibnnelantes causan retraso en el avance ele las obras y, en par-
ticular, ele los trabajos de concreto, razón por la cual es útil
disponer de datos sobre frecuencia y duración de precipitaciones
en el sitio de la obra o en su proximidad, obtenidos durante los
estudios prelirn inares ele carn po.
c) T'eniperatura ambiente. El conocimiento ele temperaturas
medias y extremas del ambiente a la intemperie en el sitio de la
obra, resulta muy útil en relación con los trabajos de construc-
ción de concreto.
Esta clase de información puede permitir prever, por ejem-
plo, si es necesario planear instalaciones para enfriar o calentar
los agregados, agua de mezclado y/ o el concreto colocado. Asi-
mismo es útil para redactar especificaciones de construcción,
diseñar juntas de diversos tipos en las estructuras, y prevenir el
empleo de aditivos que modifiquen el tiempo ele fraguado y/ o
la velocidad de resistencia del concreto.
el) Agentes agresivos al concreto. Se ha mencionado en
1.4.2.5 (Parte 1 ) , que existen ciertas sales inorgánicas (princi-
palmente sulfatos y cloruros) que pueden hallarse presentes en
el agua o en el suelo, y que se manifiestan agresivas al concreto
ele cemento portland. También, que entre las formas posibles de
proteger al concreto contra un ataque de esta naturaleza, la más
iclc'Jnca es la de elaborar un conc;:reto que en sí sea resistente tan-
to por su buena calidad, como por la adecuada selección ele sus
ingredientes, principalmente del cemento.
Si se conoce con suficiente anticipación la existencia de sus-
tancias agresivas en el agua o suelo que vaya a estar en contac-
to con el concreto, es posible seleccionar los ingredientes y dise-
ilar las mezclas adecuadas, con la debida oportunidad. La
CAP. 3.2 ESTUD IOS PRE.Ll~ll.J.'J'AHES EN EL C:AM l'O 1)

existencia de zonas pantanosas, manantiales de agua brot:mte,


terrenos ~alitrosos, o ele cualquier otra condición que se consi-
dere fuera ele lo normal, debe ser un elato digno de informarse
v motivo suficiente para obtener muestras de agua y de suelo,
que comprueben su condición ele agresividad al concreto.
(
r

3.3 CONTROL DE PRODUCCION DEL CONCRETO

Producir en forma continua concreto de la calidad especifi-


cada para una obra, normalmente requiere atender todos los as-
pectos q uc intervienen en el proceso, des ele el control ele calidad
ele las materias primas (cemento, agregados, aditivos), hasta el
control ele uniformidad en las características del concreto fresco
y la comprobación ele propiedades del concreto endurecido.
La necesidad ele cubrir con amplitud todos los aspectos clc-
pcnclc, funclarncntalmcntc, de la magnitud ele la obra. En las
pcq ueí'ías, el control ele calidad de las materias primas puede
reducirse a un grupo de pruebas iniciales de aceptación o recha
zo ele los materiales propuestos, y los ensayes para comprobar
características y propiedades del concreto pueden reducirse a su
menor expresión. ¡\medida que la obra crece en tamaúo, se deja
sentir la necesidad ele ampliar el control de la producción ele
concreto, hasta llegar a las obras mayores en que es imprescin-
clib'.c la atención detallada ele todas las etapas y factores que
intervienen para conseguir un producto ele la calidad requerida.

3. 3.1 e ontrol del cemento


El control más efectivo del cemento consiste en comprobar
su calidad antes ele que se le envíe a la obra, lo cual presupone
ensayarlo antes de abandonar la fúbrica. El método ele muestreo
ele cemento hidráulico incluido en 2.2.1.1.2 (Parte 2), ele este
l'vlanual, prevé los casos más comunes que se presentan para el
muestreo clcl cemento.
Es práctica esta blecicla en la Secretaría, llevar control estadís-
tico ele las características y propiedades ele los diferentes ce-
mentos que consume en sus obras, a través de un muestreo
-f(l
r
l' IUH TI C:\S DE CAM l'O
(

periódico en fabrica, realizado por personal especializado. Por


medio ele este procedimiento puede controlarse la calidad de un
mismo cernen to utilizado en varias obrns menores. Cuando su
consumo lo amerita, se justifica el establecimiento ele inspección
pern1<111c11te en Ja fábrica, con objeto ele comprobar, oportuna-
111cntc, b calidad del cemento que se destine a la obra.
Sin lllenoscabo de lo anterior, es común que se presenten situa-
ciones en que se haga necesario obtener muestras ele cemento
en la obra. Tal necesidad puede obedecer a tres razones prin-
cipaks:
Observar si se produjo algún cambio en las características del
cernen to desde su salida de la fábrica hasta su llegada a la obra .
Suplir la falta ele muestreo y ensaye preventivo en fábrica, dc-
biclo a alguna sirnación especial que prevalezca .
Comprobar la calidad de un lote de cemento que haya pcrma-
rn.:ciclo almacenado en la obra bastante tiempo.
En cuanto al primer caso, es posible, bajo ciertas condiciones,
que ocurran cambios de algunas características en el lapso que
transcurre desde que el cemento sale ele Ja fábrica, h asta que se
recibe en la obra. Se tienen como ejemplos: la temperatura, el
fraguado falso y la sanidad. Si sale demasiado caliente de Ja fá-
brica debe llegar en condiciones m ás favorables de temperatura
;1 la olm1, dep endiendo clel tiempo que tarde su transportación.
Por ello es útil el registro de su temperatura al llegar <1 la obra,
parn saber si conviene mantenerlo almacenado cierto tiempo an-
tes ele su utilización.
Fl fraguado falso es un fenómeno indeseable que suele atri-
buirse <1 deshidratación del yeso cuando e1 cemento alcanza
temperaturas demasiado elevadas (más ele l 20 º C ) durante la
molienda. Hay ocasiones en que el cemento que se ensaya re-
cil:u elaborado no presenta dicho fenómeno, a pesar de haber
alcanzaclo altas temperaturas, pero puede presentarlo al llegar
a Lt obr;1, debido a la acción continuada de la temperatura que
conservó en su interior. El muestreo y ensaye del cemento en
C AP. 3.3 CONTROi. DE P1tooucc10N DEL coC.
o 47

obra suministr;m información aclecuacla para tomar medidas co-


rrectiv~1 s en la fabrica.
La cansa m{1s común de falta de sanidad en el cemento se
debe ;1 1111 exceso de cal libre, el que se manifiesta más clara-
mente cuando el cemento se e11saya recién salido cld molino; sin
embargo, en el transcurso del tiempo puede reducirse si el ce-
mento se ven tila suficientemente, por efecto de carbona tación
en cont~1cto con el aire. Si ocurre esta situación, no es recomen-
dable permitir su envío a la obra en esas concliciones, con pro-
pósito ele vol\'cr a comprobar su sanidad a su llegada. Es prefe-
rible conservarlo almacenado en la fábrica, para autorizar su
en\'ÍO nna vez que satisfaga las especificaciones correspondientes.
El segundo caso ocurre cuaudo, por alguna circunstancia for-
tuita, no es posible comprobar la calidad del cem ento mediante
mncstrcu en fábrica. Aun cuando en este caso, el muestreo en
obra tal vez serviría solamente para una comprobación a poste-
riori, ele toda s maneras puede resultar útil la información que
se obtenga, para aplicarla en el futuro inmediato.
P or úl timo, un cemento que permanezca almacenado en obra
(en sacos o a granel) por más ele tres meses, debe ensayarse nue-
varncutc antes ele autorizar su empleo en la fabricación de con-
creto. 1. :n tal caso, se muestrea el lote correspondiente en la
1

forma que sea aplicable, de acuerdo con las condiciones de dís-


ponibili cbcl en que se encuentre el cemento.
C orno complemento del control de . cemento en obra debe
considerarse la adopción de medidas, para que se le utilice en
su orden cronológico ele llegada, y la obtención ele muestras es-
peciales representativas del cemento que se emplee en colados
que requieran atención particular. El uso del cemento, en or-
den ele edades, es importante en obras donde el consumo es re-
ducido, pues ele este modo se evita la posibilidad que una parte
del cemento esté almacenada demasiado tiempo y se hidrate por
contacto con la humedad ambiente. Este control se simplifica
si se adopta un orden determinado de almacenamiento para <lis-
(
.;TICAS DE CA?\IPO

poner del cemento que se requiere. En algunas ocasiones, d


cemento de los sacos que se encuentran en la base de una pila

!
1
alta puede manifestarse endurecido después de algunos días ele
almacenamiento, por lo que, antes ele su empleo, conviene defi-
nir si el fenómeno se produjo por compactación o por hidrata-
ción. Los terrones ele cemento que se deshacen facilmente bajo
la presión de los dedos, no se consideran hidratados, por lo que
puede aceptarse el material si su tiempo ele almacenamiento no
excede de lo recomendado. Si los terrones permanecen firmes,
puede ser síntoma ele hidratación incipiente, razón por la que
el cemento debe volverse a ensayar antes ele su empleo, aunque
su tiempo ele almacenamiento no exceda del límite recomendado.
La muestra que se obtenga para verificar su calidad, en este
caso, debe comprender los terrones en la proporción aproxima-
da en que se hallen presentes. Debido a la dificultad que esto
suele representa~, muchas veces es preferible con siderar como
muestras uno o más sacos enteros del cemento afectado. De-
pendiendo de los resu'. tados que se obtengan en el ensaye, el
cemento podrá:
Aceptarse para fabricar concreto, tal como se encuentra
Aceptarse para fabricar concreto, eliminando los terrones
Aceptarse para trabajos secundarios, tal como se encuentra
Aceptarse para trabajos secundarios, eliminando los terrones
No aceptarse para trabajo alguno.
En el colado de estructuras de volumen reducido, en que se
requiera un control especial de las propiedades del concreto,
particularmente de su resistencia mednica, puede resultar útil
muestrear específicamente el cemento que se emplee, y conser-
varlo en un bote hermético hasta b fecha en que los especíme-
nes ele concreto representativos de la estructura alcancen edad
para ensaya rse. Si los resultados son satisfactorios, la muestra
de cemento puede desecharse sin probarse; de lo contrario, con-
vendrá ensayarla para observar la posible influencia que la cali·
dad del cemento pudiera ejercer sobre los resultados ele los es-
pecímenes ele concreto.
CAP. 3.3 CONTH.OL DE
r
PHODUCCION DEL CONC HETO 49

3.3.2 Control de los agregados


Antes ele intervenir los agregados en la elaboración del con-
creto, es necesario ponerlos en las condiciones que señalan las
especificaciones ele la obra, cualquiera que sea la clase y proce-
dencia ele los .materiales que se utilicen . Considerando que las
primeras mczdas de concreto que se ensayan en el laboratorio,
con objeto ele definir los proporcionamientos req ueridos, se fa.
frican con muestras ele agregados supuestamente representativos
ele los que deberán emplearse más adelante, es deseable, duran-
te la producción, mantener los agregados en las condiciones más
parecidas a las originales, a fin ele que los proporcionamientos
continúen siendo válidos.
Entre las diversas características físicas ele los agregados, las
más susceptibles ele cambiar en el curso ele su producción son:
su contenido ele sustancias deletéreas (materia orgánica, limo,
arcil1a ) y su composición granulométrica. Lo primero ocurre
normalmente en los agregados naturales y lo segundo, tanto en
los naturales como en los manufocturaclos.
Cuando en un depósito de agregados naturales existen inter-
caladas zonas limpias y zonas contaminadas con sustancias de-
letérea s, es normal que tocio el material que se exp 1 otc se some-
ta al mismo tratamiento de corrección, que usualmente consiste
en lavarlo. El control ele este aspecto se reduce, por lo general,
a obtener mu es tras del material tratado para verificar la efecti-
vidad en la eliminación de sustancias indeseables.
Los cambios en la composición granulométrica ele los agre-
gados constitu~·cn, casi siempre, el principal motivo ele control
durante sn producción, debido a que es, tal vez, la característica
rnús tendiente ;1 variar, y a que estos cambios suelen producir
efectos notables en el comportamiento del concreto fresco y
cnclurcciclo.
En el caso de agrega dos naturales, las variaciones granulomé-
tricas se manifi es tan desde el yacimiento, pero pueden acc11-
tuarse como resultado del sistema empleado para explotar el
.l DE CA!\. 11'0
r
depósito, el proceso de tratamiento a que se someten los agre-
gados y la forma como se les almacena. En d caso ele agregados
manufacturados, las variaciones granulométricas del producto
pueden derivar desde el procedimiento como se explota la can-
tera, las características del equipo ele trituración y¡o molienda,
el tratamiento posterior a que se sometan los agregados y forma
como se les almacena. Por esta razón, su control de producción
debe empezar en la explotación del depósito o cantera y con-
cluir hasta que el producto se encuentre debidamente almace-
nado y disponible para la elaboración del concreto.
Con objeto de facilitar el control de granulometría en los
agregados, y conseguir mayor uniformidad en la composición
dc las mezclas ele concreto, existe la costnm bre de separar las
partículas en fracciones, de acuerdo con su tamaño, las cuales
se almacenan, manejan y dosifican en forma individual. El
número en que conviene dividir el agregado depende de su ta-
maño 1míximo y de la magnitud de la obra. En las pequeñas,
donde todos los concretos se fabrican con igual tamaño máximo
dc agregado, la separación mínima que se exige es en dos frac-
ciones, cuyos intervalos nominales son:

Arena (agregado fino), ele O a 4 .8 mm (O a malla N 9 4)


Grava (agregado grueso), de 4.8 mm hasta el tamaño máxi-
mo especificado en el agregado si no excede de 51 mm
(2 pulg)
Para tamaños mayores, aun cuando la obra sea pequeña, es
conveniente separar la grava en un mínimo de dos fracciones ,
dividiendo el intervalo dimensional abarcado por la grava en
dos partes.

A medida que la magnitud de la obra y el tamaño máximo


del agregado aumentan, se acentúa la necesidad ele dividir los
agregados en mayor número ele fracciones. Por ejemplo, en
obras ele concreto en masa, con tamaño máximo de 152 mm
(6 pulg) o más, es frecuente separar la grava, por lo menos; en
cuatro fracciones:
CA P. 3. 3
r
CON TH O L DE PHOD UCC fü N DEL CON CRET O 51

Gra va ], ele 5 a 19 111111 (malla N9 4 a ~ pu lg)


Grava 2, de 19 a 38 111111 (~ a ] Y':! pulg)
..,
Grava 3, de 38 a 76 111111 (1 1/2 a ) pulg)
Grava 4, ele 76 a 152 111 Jll (3 a 6 pulg)

Se presentau casos en que, por condiciones especiales de la


obra o por características particulares de los agregados, se espe-
cific<1n separaciones con intervalos m:1s reducidos; pncde tomar-
se como ejemplo cuando la grava 1 se subdivide en dos fraccio-
nes por medio de la malla ele 9.5 mm ( Ys pulg), o cuando la
arena también se subdivide en dos o más fracciones por medio
ele clasificadores hic1r{1ulicos.
En cualquier caso, deben adoptarse las medidas necesarias
para qu e cada fracción de agregados permanezca dentro de sus
límites granul ométricos y se almacene en condiciones que im-
pidan la pérdida de su homogeneidad . Obviamente, mientras
mayor sea el intervalo abarcado por una fracción de agregado,
más grande será el riesgo de que se segregue y mayores las pre-
caucion es que deben adoptarse para conservarlo homogéneo du-
rante su man ejo y ~1lrnacenamiento.

3.3.2.1 Control de la explotación de depósitos y canteras


.
El co ntrol ele los agregados debe iniciarse vigilando y super-
visando la explotación de los bancos ele agregados naturales o
ele roca para triturar, con objeto de prevenir carn bios indesea-
bles en el material que alimenta el equipo de producción de agre-
gados clasificados.
Partiendo el e la base de que el banco se estudió antes de ini-
ciar su explotación , el laboratorio debe contar con un levanta-
miento topogrúfico en que se encuentren señaladas las zonas
del materia l aceptado; de donde el primer control consiste en
vigilar qu e solamente se exploten dichas áreas. Si en el curso de
la extracción se observa algún cambio en cualquier caracterís-
tica del materia l, debe comprobarse mediante muestreo, ya que
r
puede ser motivo para suspender la explotación de la zona co-
rrespondiente.
Fuera de cualquier cambio imprevisto, es conveniente que
periódicamente se muestreen los materiales que se explotan,
para comprobar algunas de sus condiciones más variables. f\
continuación se incluye como guía una relación ele las caracte-
rísticas que conviene atender durante la explotación, y la perio-
dicidad recomenda ble para comprobarlas.

Característica Frecuencia mí11i11w Métodos


de muestreo de prueln
Parte 2

DefJÓsitos de agrega-
dos naturales

Composición granu-
lométrica una vez por turno 2.2. 3.1
Contenido de limo
y arcilla una vez por turno 2.2.3.8
Contenido de mate-
ria org<Ínica una vez por turno 2.2.3.6

Canteras de roca
fJcLr<L triturar

Forma ele fragm en-


tos vigilancia continua apreciativo
Contaminaciones in-
deseables vigilancia continua apreciativo
Densidad y absor-
ción una vez por semana 2.2.3.2

Cuando los bancos en explotación se encuentran próximos al


laboratorio de campo, conviene ensayar en este todas las mues-
tras . De lo contrario, se debe contar con ]as facilidades neccsa-
r
C.\l' . 3.3 CONTROL J)E PH.OU UCC JON DEL CONCRETO ))

rías al pie del banco. En cualquier caso, es indispensable que


los resultados . se obtengan rápidamente, para que ~os juicios y
decisiones sean operantes.

.., .., 7 7
' ·' ·-·- Con trol ele la producción ele agregados
El proceso a que se somete el material explotado en los ban-
cos, con objeto ele producir agregados que satisfagan las especi-
ficaciones ele la obra, suele depender ele la naturaleza del ma-
terial y ele los requisitos ele estas.
En el caso ele agregados naturales, el proceso puede constar
ele las siguicn tes etapas:

Separación inicial de fragmentos demasiado grandes, para su


trituración o desperdicio
Reincorporación del material triturado
Cbsificación por fracciones, por vía seca o húmeda
Lavado adicional ele la grava
Lavado adicional y escurrimiento de ~a arena
Beneficio ele la grava para eliminar partículas indeseables.

En el caso ele <1gregados manufacturados:

rl 'rituración primaria
Cribado y recirculación del retenido
Trituració11 secundaria
Cribado y rccirculación del retenido
'l 'ri turación terciaria
Cribado y recirculación del retenido
Molienda
Lavado ele la grava
Lavado y escurrimiento de la arena.

El con trol ele la producción ele agregados, naturales y manu-


facturados, consiste en que sus distintas fracciones posean las
características y propiedades especificadas. Lograrlo, requiere
)-f
r
l'HACTICAS DE CAMPO
r
comprobar la eficacia obtenida en la trituración, el tratamiento
correctivo, y la clasificación.
a) Eficacia en la trituración. Lo conveniente ck este proceso
puede medirse en razón de los resultados que se obtengan en
cuanto a forma de fragmentos, cantidad ele polvo y granulome-
tría cid producto.
Se ha mencionado que la forma de fragmentos y generación
ele polvo son condiciones que dependen de la naturaleza ele las
rocas trituradas, pero que pueden regularse mediante el empleo
ele diferentes equipos de trituración, de los cuales es recomen-
dable seleccionar el más idóneo para la clase ele roca que se
vaya a triturar y, después, en el curso de la elaboración, compro-
bar eventualmente las características del producto.
La forma de los fragmentos no varía si la clase ele roca, lm
equipos ele trituración y sus condiciones de alimentación se con-
servan constantes. De ahí que evitando cualquier cambio, pue-
de resultar innecesario comprobar regularmente la forma en los
fragmentos de agregados manufacturados.
La cantidad de polvo que se produce durante la trituración
debe ser motivo ele seria consideración, ya que un exceso es in-
deseable. Debido a que lo anterior es un aspecto difícil de con-
trolar, el criterio general recomendable consiste en lavar los
agregados. De este modo, el polvo pasa a ser un material ele
desperdicio que se desecha junto con el agua dé lavado; y el con-
trol debe dirigirse a comprobar que esta acción solo elimine el
polvo ll1élS fino indeseable (que pase la malla N<? 200) sin arras-
trar partículas mayores, cuya eliminación podría ser inconve-
niente.
La comprobación puede efectuarse obteniendo una muestra
de cada fracción ele agregados por turno, como mínimo, para
someterlas a los siguientes ensayes: pérdida por lavado en malla
N<:> 200, ele agregados grueso y fino (2.2.3.8) y composición
granulométrica de agregado fino ( 2.2. 3.1).
La granulometría de cada una de las fracciones producidas
CAP. ).) CONTH.01. DE PHODUCCIUN Dl::L CONCRETO 55

es también un aspecto importante, motivo de control, por lo


que se recomienda se definan las condiciones ele alimentación
y operación del equipo que producen la granulometría imís con-
veniente, clcscle el principio ele la elaboración, y que después, en
el curso ele la misma, se conserven invariables dichas condicio-
nes. De otro modo, como los cambios de granulometría inter-
na de cada fracción no resultan corregibles al emplear los agre-
gados, pueden ocasionar trastornos en el control ele producción
del concreto fresco.
Para comprobar esta característica, es conveniente obtener,
como mínimo, una muestra ele cada fracción de agregado por
turno ele prod ncción, sometiéndolas al ensaye de arnílisis granu-
lométrico (2.2.3.1).
Es convcnientc que todas las muestras de agregados mencio-
nadas, y las qu e se mencionan más adelante, se obtengan en
lugares donde no exista segregación. Los puntos más aconseja-
bles, en este sentido, son los extremos de las bandas transporta-
doras y las compuertas ele descarga ele las tolvas de almacena-
miento, siempre y cuando, al obtener la muestra, se intercepte
totalmente la corriente de agregados por unos segundos.
b) Eficacia en el tratamiento correctivo. Los principales tra-
tamientos que suelen aplicarse a los agregados, con objeto de
corregir alguna característica in desea ble, son:

Eliminación de limo, arcilla o polvo de trituración en arena


y grava, por medio ele agua o aire
Remoción de materia orgánica en la arena por medio de
lavado
Corrección ele la granulometría de la arena, separándola en
fracciones por vía hidníulica, y desechando el exceso de par-
tículas ·
Separación ele partículas ligeras en la grava, por flotación en
un medio pesado
Disminución de partículas suaves o débiles en la grava, por
medio ele trituración.
56 l'l( - AS llE CAMl'O
r
La eficacia lograda debe comprobarse obteniendo y ensayan-
do muestras del material tratado. La frecuencia con que con-
viene obtener las muestras y los ensayes a que deben someterse
depende del tratamiento aplicado. En los casos indicados, Ja
frecuencia y los ensayes recomenda bles son:

Frecuencia mí- Métodos


Tratamiento aplicado nima de mues- de prueba
treo Parte 2

Eliminación de exceso de
limo, arcilla o polvo, en la una vez por turno 2.2.3.8
arena o grava, por medio
ele agua o ele aire
Remoción del exceso de ma-
teria org{mica cu la arena, una vez por turno 2.2.3.6
por mecho ele lavado
Corrección de la grnnulomc-
tría ele la arena, scpadndola dos veces por tur-
en fracciones por vb hiclré'm- no 2.2. 3.1
lica, y clcsechanclo tamaños
en exceso
Separación y diminación ele
partículas ligeras en la gra- una vez al día 2.2.3.9
va, por flotaci ón en un me-
dio pesado
Desintegración ele partículas
suaves o débiles en la grava, una vez al día 2.2. 3.1 o
por medio ele trituración

Si las muestras ele agregados tratados no satisfacen los requi-


sitos ele las especificaciones ele la obra, el material que represen-
tan, al 110 poder utilizarse en esas condiciones, debe someterse
a un tratamiento adicional. Con objeto ele evitar esta doble ma-
niobra, generalmente antieconómica, es conveniente estudiar en
forma previa y amplia la dispersión ele la característica que se re-
CAP. 3.3 CONTROL DE PHUO Ucc r: lN DEL CONCR ETO 57

quiere corregir en el material alimentador del proceso, y esta-


blecer las condiciones ele aplicación del tratamiento, según varíe
la característica. De esta manera, el control de eficacia del tra-
tamiento debe auxiliarse verificando las características del ma-
terial de alimentación y comprobando las correspondientes con-
diciones de operación del equipo ele proceso.
e) Efícaciu en la c:lasífícacíón. Como se mencionó al princi-
pio ele este capítulo, se conoce por clasificación de agregados el
hecho ele separarlos en fracciones que se almacenan y dosifican,
también por separado, con objeto ele conseguir mayor unifor-
midad en la graduación ele tamaüos que intervienen en el con-
creto, desde las partículas más finas ele la arena, hasta el tamaií.o
máximo de la grava.
1':1 proccclimicnto recomcnclablc para clasificar los agregados,
en cscab ele producci<'in ele obra, depende del tarnaúo ele L!s
partículas. Por lo general se acepta que las mayores ele 5 mm
resultan mús fácil y económicamente separables por medio
de cribado m ecá nico, mientras que las partícu~as menores de la
medida scúalacla se trabajan por vía hidráulica. De este modo,
aunque la clasificación m ecc1nica suele dar una línea divisoria
más definida que Ja clasificación hidráulica, en el caso de sepa-
rar la arena en fracciones, se acostumbra emplear esta última.
Adcm~1s, conviene mencionar que la separación de arena en
fracciones, normalmente se hace para corregir su granulome-
tría, clcscchanclo Ja porción ele material en exceso, y volviendo
a combinar las fracciones separadas para constituir una arena
coúcgida . Como Ja separación es transitoria, no se acostumbra
exigir mayor definición en las fronteras entre fracciones.
Para las fracciones de agregados que deben permanecer sepa-
radas, sí existen requisitos bien definidos en cuanto a toleran-
cias ele porcentaje de partículas ajenas al intervalo teórico que
corresponde a cada fracción, según lo indicado en 1.2.1.3
(Parte 1) . De acuerdo con la terminología usada, a las par-
tículas que rebasan el límite superi or del intervalo nominal
se las designa sobretmnafíos, y a las menores del límite inferior
)S l'JlACTICAS DE CAJ.. f.PO

subtarnaiíos. En la tabla 1.9 (Parte 1), se incluycrcm las toleran-


cias pcrniisiblcs ele sub y sobretamaños para diversos intervalos
ele clasificación, según recomendaciones de USBR y ASTM. En
este aspecto, se observa que el USBR se inclina por controlar la
eficacia en la clasificación, empleando mallas con aberturas sig-
llificativas, es decir, con 5/G ele la abertura nominal para contro-
lar el subtamaño, y 7/G ele la abertura nominal para controlar el
sobrctamaño . Asimismo, se observa que es mayor la tolerancia
para el ~; ubtamaño que para el sobretamaño.
Se considera que las partículas indeseables en una fracción
clasificada son aquellas cuyo tamaño dista notablemente ele los
límites que definen teóricamente su intervalo, bien sea porque
ofrezcan mayor tendencia a la segregación durante el manejo y
almacenamiento, o porque puedan ocasionar problemas al co~o­
car el concreto.
Algunas experiencias en el USBR parecen indicar que las par-
tículas cuyo tamaño solo difiere en un sexto ele la dimensión
nominal, no ocasionan ese tipo de problemas y son toleradas sin
mayor limitación; en cambio, sí se ha encontrado necesario im-
poner limitaciones más estrictas para el porcentaje de partículas
que rebasen el intervalo llamado significativo.
Por otra parte, resulta explicable que la tolerancia sea mayor
para el subtamafio que para el sobretamaño si se analizan las
causas probables ele sus respectivos orígenes. El subtamaño nor-
malmente se debe a deficiencia de cribado por escasez de di-
mensiones, inclinación o movimientos adecuados en los planos
ele cribado, o porque la forma de las partículas incremente su
tendencia a obstruir las mallas, o por falta ele suministro ele
agua suficiente en el proceso, etc. En cambio, el sobretamaño
puede originarse por aberturas excesivas o por rotura ele las ma-
llas ele cribado, aspectos ambos que deben ser motivo de co-
rrección inmediata.
Independientemente del criterio adoptado en las especifica-
ciones de la obra en cuanto a los defectos de clasificación per-
misibles, es necesario vigilar que se cumplan en la producción
CAP. 3.3 CONTHOL OE l'H.OO UCCION DEL CON CRETO )l)

ele los ;1grcgaclos, mediante el mncstrco rutinario. Considerando


que los defectos ele clasificación pueden nianifestar inesperada-
mente cambios ele importancia en el curso del proceso, es reco-
mencb blc que, por lo menos, se obtengan dos muestras de cada
fracción clasificada en un turno ele producción. Estas muestras
deben someterse a análisis granulométrico con el uso ele las ma-
llas nominales o significativas, a fin ele comprobar la cuantía del
sub y sobrctamaño, según las especificaciones ele la obra.
Es importante que en la obtención ele todas estas muestras
se tomen las precauciones necesarias para evitar segregación.

3.3.2.3 Control del almacenamiento


Desde el momento en que los agregados se clasifican en frac-
ciones, hasta que se les utiliza para elaborar concreto, requieren
ele un almacenamiento adecuado, pues pueden ocurrir segrega-
ciones que después se traducen en variaciones importantes en
las características y propiedades del concreto fresco, dificultando
la producción ele concreto ele calidad uniforme.
El control del almacenamiento ele agregados debe encauzarse
a vigilar se sigan procedimientos que eviten la segregación, im-
pedir la rotura ele partículas y que las fracciones se contaminen
entre sí o con materiales extraños.
A continuación se mencionan algunas medidas útiles para lo-
grar dichos propósitos:
a) Los almacenamientos de agregados deben constituirse con
apilamientos ele extensión grande y baja altura. A medida que
es mayor la altura del almacenamiento, aumenta la posibilidad
ele segregación.
b) Debe evitarse el contacto ele las bases ele dos pilas conti-
guas ele fracciones distintas, con objeto de evitar que se mez-
clen. Si por razones de espacio no puede impedirse, es nece-
sario interponer un muro o mampara divisoria, con altura
adecuada'.
(
OU l'ltACTICAS DE CAl\lJIU

e) Las pilas deben integrarse por capas horizontales ele poco


espesor, procurando que en el perímetro resulten taludes ele
poca pendiente, preferiblemente escalonados.
d) Es convenü;nte extender el material con equipo mccamco
provisto ele ruedas neurnúticas, para evitar la rotura ele partícu-
las, siendo indebido el empleo de los provistos con banda tipo
oruga .
e) Durante el almacenamiento ele arena seca debe evitarse
qu¿ el viento la segregue, colocando mamparas ele protección
en el punto ele descarga. Si la arena se encuentra sobresaturacla
debe darse al piso la pendiente necesaria para que escurra el
agua.
Antes de emplear una arena que se almacena en esas condi-
ciones, resulta indispensable que drene en forma n atural y se
uniforme su grado de hum edad, para lo cual normalmente se
requiere dejar tran scurrir un mínimo de 48 h oras.
f) Cuando la grava se a;macena por descarga ele una banda
transportadora, debe procurarse la colocación de una escalera
ele gra\·as que evite la rotura ele partículas mediante el anwrti-
guamicnto ele los impactos.
g) Antes ele iniciar uri almacenamiento de agregados, debe
elegirse u11 sitio que, ele acuerdo con la dirección ele los vientos
dominantes y otras condiciones particulares, evite la contami-
nación ele los agregados con materiales extraños. Asimismo debe
prevenirse que ocurra lo mismo con el terreno natural de apoyo,
para lo cud es recomendable nivelarlo y construir una plantilla
ele concreto pobre o de agregados apisonados, a manera de
piso. En este último caso, durante el empleo del almaccna-
111icnto, debe evitarse tomar los agregados de la plantilla que se
rncucntrcn contaminados con el material del suelo.

3. 3. 3 Control de concreto fresco


Consiste en adoptar medidas, antes de su elaboración y duran-
te la misma, tendientes a conseguir la máxima uniformidad po-
CA P . ).) CONT HOI. DE J'HOllUCCIUN llE!r ~HETO (J I

sib'.e en todas las revolturas que se preparen, a través ele dos


etapas bien definidas: las medidas de prevención y los ensayes
de comprobación.

3. 3. 3.1 ~ lccliclas ele prevención


Representan todas las precauciorics que se toman al e1aborar
el concreto, a fin ele que intervengan, con la mayor precisión
posible, las cantidades ele materiales que teóricamente deben
constituir b mczc\1 de concreto y obtener una revoltura ho-
mogénc<t. Las principales medidas ele esta naturaleza, son:

Determinación ele las condiciones en que se encuentren los


agrcvdos, y correcciones correspondientes.
V crificación ele la exactitud en la medición ele los com po-
nentes del concreto, equipos y dispositivos ele dosificación.
Comprobaciún ele la eficiencia del equipo mczcLidor, y clc-
tcrn1inación del tiempo mínimo de 111czc1 ado necesario.

3. 3. 3.1.] Condiciones de los agregados. Los agregados pre-


sent ~m dos irnportautcs aspectos que intluycn en la variabilicbel
del concreto fresco: su composición granu 1ométrica y su conte-
nido ele h umeclacl.
Por lo q uc se refiere a los cambios ele granulomctrí~1 rn le:.
agregados, se distinguen dos tipos ele variaciones: las que pue-
den ocmrir en la composición interna ele una fracci ón, es decir,
dentro ele su intervalo nominal, o las que corresponden a sus
defectos ele clasificación, o sea, los porcentajes ele sub v sobrc-
tamai'lo que contenga dicha fracción.
Los cambios ele granulometría interna en las fracciones son los
mús indeseables (principalmente en la arena), debido a que sus
efectos no se corrigen rápido y que, cuando son importantes,
pueden requerir un cambio en el proporcionamicnto mediante
el clisci'lo ele una nueva mezcla . Así, por ejemplo, en las especi-
ficaciones ele caliclad ele agregados para concreto ( 2.1.3.2 ),' se
(
previene que si el módulo de finura ele la arena difiere en mjs
de O. 20 del valor considerado para seleccionar el proporciona-
111 ie11 to ele] concreto, aquella debe rechazarse, a menos que se
efectúen modificaciones en el proporcionamiento para compen-
sar <.:] cambio de granulometría.
Los cambios en los defectos de clasificación de las fraccio-
11es ele agregados son corregibles mediante ajustes inmediatos a
bs cantidades de agregados por dosificar. En este caso, convie-
ne mencionar que para fines de corrección por contaminacíones
granulométricas, siempre deben considerarse los defectos de
clasificación computados sobre la base de mallas con a bertu-
r~1s nominales, aunque para fines de control de la producción
ele agregados se hubiera adoptado el sistema de mallas con aber-
turas significativas. El procedimiento que se acostumbra para
corregir las cantidades de agregados, de acuerdo con sus con-
taminaciones granulométricas, es:
La proporción teórica de materiales para el concreto se es-
ta blcce sobre la base de fracciones de agregados sin defectos
ele clasificación, es decir, con O por ciento de sub y sobreta-
maños.
Se obtienen muestras de las fracciones clasificadas como
se encuentran en el momento de utilizarlas, y se determinan
sus contenidos de sub y sobretamaños nominales.
Se distribuyen los defectos de clasificación entre las frac-
ciones vecinas, asignando el subtamaño a la fracción del ta-
maño inmediato inferior, y el sobretamaüo a la inmediata
superior.
El peso teórico de cada fracción sufre dos modificaciones,
por una parte requiere incrementarse lo necesario para suplir
los pesos ele snb y sobretamaño que teóricamente debe ceder
a las fracciones vecinas, y por otra, disminuirse lo necesario
para compensar los pesos de sub y sobretamaiio que teórica-
rnente debe recibir ele las fracciones vecinas. De este dobk;
;1justc resulta el peso corregido que tiene que dosificarse ele
cada fracción ele agregado.
La tabla ~- 5 presenta un ejemplo de este procedimiento. Con-
CAP. 3.3 CONTRO L DE l'l<ODlJCC!ON DEL coJ j 03

viene obscrv~Lr que el método no es exacto, y lo es menos a


medida que son mayores las magnitudes de las contaminaciones
granulométricas que requieren distribuirse. Sin embargo, es
posible conseguir mayor exactitud efectuando dos o más ajusks
sucesivos, lo cual no resulta necesa rio para las condiciones que
por lo general prevalecen en la práctica.
En cuanto al contenido ele humedad, conviene recordar
(1.1.3.3, Parte l) que al establecer el proporcionamiento ele con-
creto, se considera teóricamente que los agregados se encuentran
en estado sat1Lraclo y sufJerficialmente seco, esto es, que no
aportan ni sustraen agua ele la mezcla de concreto, situación
que en la prúctica no ocurre, pudiendo estar mús húmedos (so-
brcsatur~1clos) o menos h úmcclos ( subsaturados), y aportar o
sustraer agu;1clcl concreto. Esto significa que si siempre se rcq uic-
re incluir las mismas cantidades ele materiales en cada revoltura,
hay que tornar en cuenta dos cambios posibles: por una parte,
el aumento o disminución ele peso de los agregados por efecto
.del ~1gua asim ilacla o cedida y, por b otra, la disminución o
TABLA 3.5. CORRECCIÓN DE LA PROPORCIÓN n,\SICA POR
CONTAJ\l!NACIONES GRANULO!VIÉ'lRICAS EN LAS DISTINTAS FRACCIONES
DE AGREGADOS
MATERIALES C H1\V /, ~ CRAV1\ 2 CRAVo\ 1 ARENA TOTAL

l'RC.H'ORCJ O:-.:
BAS\C,A,.
no 1 91 2.Ji 2.71 JO.i \J

,, C1Jv.1 ;
Cr.1va
2
CrJ~.1 1

rL__ ~
C1ava) rtz; 3.70 -0.11 s.o¡ "'-
1. 94 X 5.0
~
.. .,. 0. t 1

'- h /f--...
J. 7Q 7.tl. ¡ /
1.1 4 X 7 .2
~ X 9 1. 2 -0.30 l.9-t -0.17 7.2 ~ ~
Grava 2 1. 6 -¡¡-rr-1/
=+o ~d '"' ... 0. 17

l.8
l.94 X J .8
~
l/'-1'.
90.3-0.08 2. 11
_¡I"°_ 1--~ 2.71 X 6.4 _
-0.19 6.41 "'~
"" ,. 0.08 = + o. 1c:i

2.14x2.s_¡ /1--n
Areua 25 90.) 1/ 9J 6 -0.06 2.71
=- +0.06 ~

O p t' IJ. (.'11}1\n 3.70+0.Jn-O. ll = l.94 +Q.11 10.08·0 .17 ·0.JO = 2. l4 t 0.17 + 0 .0ó- Ol9 - 0 .08 ' 2.71 +o.19 -0.06 =
Pru¡: crción
rn1 11:g;d.1 J 09 l.66 2.10 2.8; IO.i9
(
aumento ele peso del agua ele mezclado como consecuencia de
la que asimilan o ceden los agregados. Los ajustes que se rc;1li -
zan a las cantidades ele agregados y ele agua ele mezcla, para to-
mar cu cuenta lo anterior, se llevan a cabo mediante la correc-
ción por lwmedad, cuyo procedimiento es:

Se determina previamente la cantidad de agua (expresada


como porcentaje en peso) que requiere cada fracción de agre-
gado para quedar en estado saturado y superficialmente seco.
Esta cantidad se conoce como agua de absorción y se deter-
mina para los agregados finos y gruesos, según los métodos
indicados en 2.2.3.2 y 2.2.3.3, respectivamente.
En el momento de utilizar los agregados se determina su
contenido de humedad según 2.2. 3. 5 (expresado también co-
mo porcentaje en peso).
La diferencia entre el porcentaje de absorción y el de hu-
medad puede ser positiva o negativa, según el agregado se
encuentre sub o sobresaturado, e indicar la cantidad de agua
que le falta o sobra al agregado. ·
Antes ele dosificar las cantidades previstas de agregados y
ele agua de mezclado hay que considerar que si se encuen-
tran subsaturados, el peso de agua que les falta debe dismi-
nuirse del peso teórico de agregados y añadirse al del agua
de mezc'.ado. Por lo contrario, si se encuentran sobresatura-
dos, debe procederse en forma inversa con el peso del agua
que les sobra . De este modo, puede suponerse que se manten-
gan invariables las cantidades rea:mente incluidas ele agrega-
dos y de agua ele mezclado, independientemente de las varia-
ciones ele humedad que ocurran en aquellos, siempre y cuando
esta corrección se lleve a cabo con la frecuencia necesaria.

En la tabla 3.6 se presenta un ejemplo de cómo se acostum-


bra efectuar la corrección en la práctica. Es necesario que
primero se realice el ~1juste ele los pesos ele agregados por con-
cepto ele sus contaminaciones granulométricas y después, so-
bre la base ele los pesos ajustados, se lleve a cabo su corrección
por concepto ele contenido ele humedad.
'1
1
¡
CAP. ).) CONTRO L Dli: PRODUCC lüN DEL CONC HET O 65

'l 'AllL:\ 3.6. Co1mFCCrÓN DE CANTIDADES DE l\JATElUALES


l'üll llUl\lEDAD E N LOS ACHEGADOS

PRO POR- MATE- HUMEDAD ABSORCION PESO Fl-


CION UNI- RIALPOR NAL DE
MATERIAL BASE m' DE !vi ATE-
DAD
CORRE- CONCRE- RIALPOR
GIDA • TO m' DE
% kg % kg CONCRE-
TO
Cemento 1.00 kg 208 208

Arena 2.8-t kg 591 6.1 + 36 5.1 -30 597

Grava 1 2. 10 kg 437 3.0 +13. 3.2 -14 436

Grava 2 1.66 kg 345 2.4 + 8 2.1 - 7 346

Grava 3 3.89 kg 809 2.1 + 17 1.6 -13 81)

Agua 0.60 1 125 - 7-t +6-t 11 s

Aditivos

Total 12.09 kg/m' 2 515 2 515

• Por contaminaciones granulométricas.

3.3.3.1 .2 Verificación de materiales dosificados. Comprobar


la exactitud ele las cantidades ele m ateriales que deben inten·enir
en la mezcla ele concreto, constituye otra medida recomendable
para conseguir caliclacl y uniformidad en el producto. No obs-
tante, como esta verificación presupone comprobar si lo indicado
por los dispositivos ele medición corresponde a las cantidades
reales, no se realiza con demasiada frecuencia debido a lo la bo-
rioso, de donde resulta preferible anticiparse a las deficiencias,
seleccionando equipos ele medición apropiados a la m agnitud
de la obra y al nivel de calidad requerido en el concreto.
Algunos requisitos básicos que oyuclan a seleccionar el equipo
idóneo son : ·

La dosificación ele los ::igregaclos debe~ efeetuarse pesándolos


siempre. Si las fracciones se pesan en forma individual, es
decir, si ::.:xiste una búscula parn cada una, es permisible una
60 ,( .CAS DE CAMPO

aproximación de 2 por ciento en las pesadas. Si todas las


fracciones se pesan en una misma báscula, acumulando sus
pesos sucesivamente, solo debe permitirse una tolerancia ele 1
por ciento en la aproximación de cada pesada.
Si por circunstancias especiales se permite en una obra pe-
q ueiia dosificar los agregados midiendo volúmenes aparentes,
debe requerirse el empleo ele recipientes rígidos, ele sección
transversal constante, cuyo volumen ele agregados se calibre
comprobando su peso antes ele iniciar cada colado, y cada vez
que se observe cambio en la granulometría o en la humedad.
Esta calibración debe efectuarse dos veces, cuando menos,
por turno ele colado.
El agua puede dosificarse por peso o por volumen, siempre
que se obtenga una aproximación de 1 por ciento en la can-
tidad total por incluir en cada revoltura. Si se dosifica por
volumen, debe ,d ispon erse ele un recipiente ele almacenamien-
to único, con capacidad para varias revo1turas, provisto de
una válvula que permita extraer volúmenes parciales perfec-
tamente calibrados y ele fácil identificación.
El cemento siempre debe dosificarse por peso y nunca por
volumen , con objeto de garantizar una aproximación de 1 por
ciento en el peso que intervenga en cada revoltura de concre-
to. En obras pequeüas puede permitirse la dosificación del
cemento por sacos, siempre que sea un número entero ele ellos.
Por ningún concepto debe permitirse la subdivisión del con-
tenido de los sacos de cemento, si esta no se realiza por peso.
La dosificación de cualquier aditivo debe hacerse en fomrn
líquida. Si el producto se presenta en polvo o en escamas, de-
be mezclarse perfectamente en agua, antes ele su empleo, pro-
curando una solución o suspensión ele concentración conocida,
que se mantenga homogénea por agitación continua o perió-
dica . Para su dosificación debe emplearse un dispositivo sur-
tidor que permita prefijar las cantidades por medir, con una
tolerancia ele 5 por ciento como máximo. En obras menores
pueden utilizarse recipientes calibrados para medir aditivos,
cuya capacidad total corresponda al volumen por medir en
cada ocasión.
En cualquiera ele los casos mencionados es recomendable
1
l ¡
CAP . 3.3 CONTROL DE l'RODUCCION DEL CONCltETO óf

\·crificar la exactitud de los equipos ele medición, calibrándolos


periódicamente con el uso de pesos o volúmenes perfectamente
comprobados, por lo menos una vez al mes. Es particularmente
rccomenclab 1 c verificar con frecuencia los volúmenes dosifica-
dos por los dispositivos surtidores de aditivos, debido a que co-
mo funcionan a base ele medir volúmenes en razón del tiempo
y de la sección transversal ele la tubería de conducción, algunos
productos que tiencle11 a depositarse en el interior ele esa tube-
ría, reducen paulatinamente su sección y los volúmenes que se
mielen.
3.3.3.1.3 Comprobación de la eficiencia de mezclado. La
finalidad ele! mezclado del concreto consiste en conseguir que
todos sus componentes se pongm1 en contacto unos con otros,
y resulten uniformemente distribuidos en toda la masa. Un mez-
clado correcto se consigue cuando cada porción ele revoltura
tiene los mismos componentes, en igual proporción.
El control de la uniformidad del mezclado ofrece dos ángu
los: la uniformidad u homogeneidad del concreto dentro ele
una misma revoltura, y la regularidad en la consistencia del con-
creto entre revolturas sucesivas. El primer aspecto es el que
propiamente define la eficiencia del mezclado, pues el segun-
do, de hecho, forma parte del control del concreto fresco que
se menciona más adelante.
La homogeneidad asequible en una revo:tura ele concreto de-
pende de diversos factores relacionados con los materiales ( for-
ma y tamaúo máximo del agregado, consistencia de la mezcla,
consumo de cemento, etc.), pero también ele dos aspectos prin-
cipales: características del equipo de mezclado y tiempo ele re
volturn.
Para calificar la homogeneidad de una mezcla de concreto,
producida mediante un determinado equipo y tiempo de revol-
tura, es frecuente la aplicación ele la prueba de eficiencia de
mezcladoras (2.2.5.11), a través de la cual se sabe que una re-
voltura es homogénea cuando en dos muestras ele la misma, to-
68 l'HA( .S llE (;A~ll'fl
111adas una ;11 principio y otra al final de la descarga, se cum-
ple q uc:
a) Fl peso volumétrico de mortero exento ele aire, en cacla
muestra, no difiere en más de 0.8 por ciento del valor promedio
ele ambas.
b) L1 cantidad ele agregado, en peso, retenido en la m alla
NY 4, en cada muestra, no difiere en más de 5 por ciento clcl
\'alor promedio de ambas. ·
Cuando la rcvoltura ensayada no cumple con esos requisitos,
debe aumentarse el tiempo de mezclado. Si este llega al máxi-
mo que es económico en la práctica ( 3 min, aproximadamente),
~- no se consigne la homogeneidad requerida, debe revisarse el
equipo mezclador, con objeto de observar si existe alguna falla
ele fnncionamicnto. De ser así debe corregirse para repetir la
prueba ele eficiencia. Si no existe falla, o si después ele que se
corrigió tampoco se alcanza la homogeneidad requ erida , el equi-
po 110 clcbe <1 ccptarsc.
Conviene recordar qu e hay equipos mezcladores aconscja-
bks para concreto el e diferentes consistencias, ele modo que sí
al guno no alcanza a homogeneizar una mezcla dem asiado seca,
no significa necesariamente que se rechace para la elaboración
ele concretos m;Ís fluido s. En cada caso debe llevarse a cabo la
prueba ele eficiencia correspondiente.

3.3.3 .2 Ensayes de comprobación


Constituyen el aspecto culminante en el control del concreto
fresco, ya qu t a través de sus resultados se obtiene la prim era
información que p ermite predecir si el concreto elaborado es
ele la calidad requerida.
Resulta facil comprender la utilidad de los ensayes, si se con-
sidera e¡ uc en esta etapa t odavía hay posibilidad ele evitar el
empleo ele concreto que no cumpla con los requisitos especifi-
cados para L1 obra. Es preferible rechazar una revoltura ele con-
- - ·-- --~(-----~

CA P. ).) CO N TROL DE Pli. ODUCC ION DEL CON C HJ·: T~> 69

creto que 110 cumple con Lis especificaciones a tener que com-
probar mcí.s adelante su caliclad ya colocado en la estructura co-
rrcsponclicn te.
Las car~1ctcrísticéls del concreto fresco que se especifican con
mayor frecuencia, y q uc por ello son objeto ele comprobación,
son la consist-cncia ele las mezclas y el contenido ele aire. Even-
tualmente se consideran también, como características dignas
ele cornprolx1rse, el peso volumétrico, tiempo ele fraguado, tcrn-
per<1lT1r;.1 y s<ingraclo.
3.3.3.2.1 C(msístencia ele las mezclas. El grado ele consistencia
ele cst1s, usualmente se considera indicativo ele la mayor o menor
facilicl:icl que ofrece para su manejo, colocación y acomodo. Pero
como se expuso en l.2.-f.3, Parte 1, solo representa una visión
parcial, puesto qnc la facilicLcl para manejar, colocar y acorno-
clar el concreto clepenclc mcí.s del uso ele equipos y procedimien-
tos apwpiacl os que del empleo de mezclas fluidas. No obstante,
c01 110 los C()}1crdos secos reqt1i cre11 lllayor euergía <le moldeo,
n1dcbicL11ne11l c se tic11cle hacia el empleo ele concretos fluidos,
con sus consiguientes efectos perjudiciales.
Lo anterior plantea una ele las princip~1lcs situaciones conflic-
tiv<is que oc11rre11 en las obras, rclaciouaclas con la producción
ele concreto: el personal ele construcción se inclina por mezclas
mjs fluidas ele: lo especificado, y el de supervisión tiende a lo
contrario. Como el grado ele consistencia adecuado tiende a
convertirse en materia de juicio personal, es recomendable que
en este aspecto siempre se establezcan criterios y tolerancias
cldiniclas para juzgarla y se extreme la supervisión que com-
pruebe sn Cnlllplirnicnto.
Existen vm-ios procedimientos en uso para calificar la consis-
tencia de las mezclas. Algunos, como Jos que utilizan los apara-
tos ele rc:molclco, factor ele compactación y V cbc ( 1.2.4.4) son
mús amhiciosos y pretenden medir el comportamiento rcoló-
gico cid c0Dc1cto fresco; por ello, su empleo es ele cadctc:r me-
nos general. Otros, como el cono ele reven imiento, la bola Kelly
y la mesa ele fluid ez (2.2.5.3, 2.2.5.4, 2.2.5.5), son ele alcance
/ () ( IC AS llE C A"l'I)

más limitado, pero ele uso 111{1s difundido. Entre todos, el pro-
cedimiento del cono ele revenimiento es el más utilizado en las
obras, debido a su simplicidad; aunque la información que
suministra solo es confiable en mezclas cuya consistencia se
halla en el intervalo plástico.
No obstante las limitaciones ele la prueba ele revenimiento, es-
ta continúa aplicándose extensamente para controlar la uni-
formicfacl ele la consistencia del concreto, de rcvoltuw a rc-
voltura.
Para llevar a cabo este control, es recomendable la obtención
de muestras de concreto recién mezc··ac.lo descrita en 2.2.5.2, y
efectuarles la prueba de revenimiento, según .2.2.5.3. La fre-
cuencia con que con viene muestrear el concreto para medir su
revenimiento depende del volumen que se produce, de la va-
riabilidad que puede esperarse ele acuerdo con ios cambios de
humedad en los agregados, y ele la aptitud ele los equipos
ele dosificación para reproducir, revoltura tras revoltura, las
cantidades ele materiales por dosificar.
En cualquier caso, siempre conviene que al iniciarse cada
turno ele colado se muestreen y ensayen las primeras revolturas,
hasta comprobar que el revenimiento se mantiene estable en el
nivel requerido. A continuación, puede establecerse un muestreo
periódico, verificando el revenimiento por grupos más o menos
regulares de revolturas, pero seleccionando al azar, dentro de
cada grupo, la que debe muestrearse. Cuando se manifieste un
cambio repentino de revenimiento, se verificará muestreando la
siguiente revoltura; si se comprueba el cambio, debe reducirse
provisionalmente el agua de mezclado y verificar las humedades
de los agregados para una nueva corrección a las cantidades
ele materiales que se dosifiquen. Al poner en uso la mezcla re-
cién corregida, se detem1Ínará el revenimiento como si fuera
comienzo de turno de colado.
Se considera prudente esperar que por un control de esta
naturaleza, con materiales y equipos adecuados, las variaciones
• •

C AP. 3.3
r
CONTROL DE l'llODUCCIUN DEL CONCllETO 71

ele rcvc111m1ento ele revoltura a rcvoltura puedan mantenerse


dentro ele un intervalo igual a la mitad del valor corre51Joncliente
al revenimiento promedio.
3.3.3.2.2 Contenido de aíre. Hay que controlar el contenido ele
aire en el concreto fresco cuando se emplea un aditivo inclusor
de aire. En este caso, debe verificarse que el aire que se incluye
intencionalmente cumpla con las tolerancias especificadas, pues
si resulta menor del mínimo requerido, su aplicación pierde obje-
to al dejar ele producir el efecto buscado, y si es mayor del máxi-
mo permisible, sus efectos pueden resultar adversos a la resis-
tencia del concreto.
Para controlar el contenido de aire, es conveniente muestrear
el concreto a la salida ele la revolvedora, porque así se tienen
condiciones ele prueba 1mís uniformes y comparables entre sí.
El muestreo debe hacerse conforme a 2.2.5.2. En cuanto al
ensaye existen tres métodos i\STM aplicables: Cl 38, Cl 73 y
C231 (1.2.5.3). De ellos, el Cl38 (2.2.5 .6), conocido como
método gravimétríco, es e] más simple aunque suministra menor
aproximación; ele ahí que generalmente lo supla el C231, o mé-
todo de presión (2.2.5.7), que aun cuando se aproxima más, re-
quiere un dispositivo especial, que en la terminología corriente se
designa como olla de aíre a presión. Cuando los agregados son
muy porosos, se prefiere el método Cl 73.
Si la dosificación del aditivo inclusor ele aire que se emplea
se determina mediante ensayes previos y se controla adecuada-
mente, el muestreo ele concreto para comprobar su contenido
de aire puede hacerse menos frecuente. De cualquier modo, es
recomendable efectuar esa comprobación un mínimo de dos ve-
ces por turno ele colado; la primera al comenzar y la segunda a
medio turno, aproximadamente. Si el contenido de . aire medi-
do resulta fuera de las tolerancias especificadas para e] concreto
elaborado, debe volver a medirse en la siguiente revoltura; si
se confirma el elato, se revisa todo el proceso relacionado con
el suministro y dosificación del aditivo inclusor ele aire, toman-
do las medidas necesarias para corregir la deficiencia observada.
1
~ 72
(
l'Jc ..:AS J>E Ci\/\f PO
(
3. 3. 3.2. 3 Otros ensayes de comprobación. Existen otras carac-
terísticas y propiedades del concreto fresco cuya comprobación
puede req ucrirsc en circunstancias especiales. Entre ellas hay
que citar el peso volumétrico, tiempo de fraguado, temperatura
y sangrado.
a) Peso volumétrico. Como dato de carácter general, puede
relacionarse con la resistencia a compresión del concreto endu-
recido. Este comportamiento resulta particularmente cierto
cuando las diferencias de pesos volumétricos son atribuibles al
peso específico de los agregados o a la cantidad de aire incluido.
Para un concreto determinado, el peso volumétrico normal-
mente varÍ<l poco, ele modo que ·sus bajas fluctuaciones no son
un buen índice de los probables cambios de resistencia. No
obstante, esta característica, en sí misma, puede ser motivo de
control cuando se fabrican concretos específicamente ligeros
o pesados. Además, es siempre un elato útil que se emplea para
determinar el volumen ele concreto producido y su contenido de
vacíos por el procedimiento gravimétrico, conforme 2.2.5.6. Por
est1s razones, es recomendable comprobar el peso volumétrico
del concreto, siguiendo el método mencionado, con una fre-
cuencia mínima de una vez por turno ele colado, para lo cual
el concreto recién mezcbdo debe muestrearse a la descarga de
la rcvolvcclora, según 2.2.5.2.
b) Tiem{Jo ele fraguado. Es otra característica del concreto
que eventualmente conviene controlar. Como se expuso en
1.2. 5. 3, Parte 1, este tiempo es susceptible de experimentar
vari;1cioncs notables, debidas a cambios cu la t c1úpcratura o
por c1 uso de aditivos acelerantes o retarclantcs del fraguado.
Ei1tre estas posibles causas, el empleo ele aditivos retardantes
puede, en ;ilgunos casos, dar motivo a controlarlo.
La ncccsiclacl de comprobar los efectos de un retardante pue-
de ser menos frecuente si la dosis adecuada se determina con
ensa yes previos, y si en el curso de su aplicación se controla su
dosific1ción. No obstante, hay ocasiones especi;:iles en que por
(
CAP. 3. 3 CONTHOL DE PllOO UCC ioK DEL. C O NC HETO 73

cambios importantes que ocurren en las condiciones de trabajo


(cambios extremosos de t emperatura entre el día y la noche,
por ejemplo ) se hace necesario variar frecuentemente la dosis
de estos aclitivos, en cuyos casos es rccomeudable muestrear,
eventualmente, el concreto p ara determinar su tiempo de fragua-
do, según 2:2.5.8. En la ejecución de este ensaye puede surgir
la inccrtidum bre en cuanto a si los especímenes deben conser-
varse dnrante la prncba en un ambiente de temperatura con-
trobcla (condiciones de b boratorio ) o si se reproducen las
condiciones del ambiente en que fragua el concreto probado.
E n este aspecto, como criterio general puede decirse que si lo
que se pretende es verificar la calidad del aditivo empleado, es
recomenda ble que las pruebas se realicen en coll(1icioncs inva-
riables de 1rnmcclad y de temperatura, y si, por el contrario, lo
que se c1esc:1 conocer es el efecto que el medio ambic11tc produ-
ce c11 el tielllpo de fraguado, lo razonable será mantener los
especímen es a la t cmperatur;"i aproximada que prevalezca en el
concreto de b estructura recién colada .
Cmmclo se trata ele verificar la calidad del aditivo, la fre-
cuencia de eusaye puede determinarse por los cambios de lotes
como se suministre el producto a la obra. Si se busca cuanti-
ficar los efectos de las conclicioncs del arn bien te, esa frecuencia
debe regirse por los cambios que ocurran en estas. Por lo labo-
rioso y prulougaclo ele la prueba, es conveniente tratar ele esta-
blecer relaciones entre las t empera turas y dosis de aditivo ne-
cesaria s para producir un tiempo de fraguado más o m enos
uniforme, con objeto de evitar l::i e jecución continua ele la prue-
ba en comlicioncs ele obra.
e ) Tem¡Jeratura. Es una característica que adquiere impor-
tancia cuando el concreto deb e emplearse en estructuras volu-
min osas. cloncle es deseable que se coloque con la temperatura
nüs baj~1 posible, a fin ele contrarrestar la sobrclevación ele
tcmper~1tura · clcbicla al calor que se libera durante Ja hidrata-
ción dc1 cemento, calor que tiene m enos oportunidad de disi-
parse a m edida que es mayor el espesor ele la estructura.
74 PRACTICAS DE CAMPO

Según lo anterior, se entiende por qué en las grandes estruc-


CAP. 3.3 CONTROL DE PRODUCCION DE CONCRETO
CAP. 3.3 CONTROL DE PRODUCCION DE CONCRETO
de llevarse mediante determinaciones mas frecuentes que otros
ensayes, cuya ejecución es menos sencilla y rápida. En los ca­ de llevarse mediante determinaciones más frecuentes que otros
sos en que la temperatura máxima o mínima del concreto fresco
es un requisito especificado, resulta conveniente determinarla,
por lo menos una vez por hora durante el tiempo de colado.
Cuando solo representa un dato útil para complementar la in­
formación relativa al concreto, es aconsejable determinarla ca­
da vez que se obtenga muestra para fabricar especímenes de
prueba.
Conviene también recordar que mediante el conocimiento
de la temperatura de cada uno de los ingredientes, es posible
predecir b de la mezcla de concreto, según lo expuesto en
1.2. 5. 3, Parte l. De acuerdo con esto, el control también po­
dría llevarse verificando la temperatura del cemento, agua y
agregados, aunque evidentemente esta práctica resulta más la­
boriosa. Sin embargo, es útil para estimar la temperatura a que
deben enfriarse o calentarse los ingredientes en la mezcla de
concreto~.
d) Sangrado. Esta prueba se utiliza también eventualmente
para fines de control en la producción de concreto.
Se conoce corno sangrado el fenómeno según el cual el agua
contenida en una masa ele mortero o de concreto recién mezcla­
do se separa ele los otros ingredientes y, por su menor densidad,
tiende a fluir hacia la superficie.
En condiciones normales, la presencia de sangrado se con­
sidera indeseable debido a que el agua que asciende crea con­
ductos en la masa del concreto o se acumula formando bolsas
bajo las partículas del agregado; de tal suerte que cuando el
concreto endurece, los conductos pueden resultar en detrimen­
to ele su impermeabilidad y las bolsas influir desfavorablemente
en su resistencia.
En general, el problema de sangrado se asocia con deficiencia
de finos en el concreto, o con determinadas características ina
decuadas de granulometría y forma en los agregados. Mezclas
(
con bajo comumo unitario ele cemento o menos fino de lo nor-
mal ':'/o que contienen agregados mal graduados, planos o angu-
losos, son propensas al sangrado.
Para evitar este fenómeno existen varias medidas posibles:
claborm mezclas secas, aumentar el contenido ele finos (bien
sc1 aumentando el consumo ele cemento o adicionando un ma-
terial finamente molido), o propiciar la inclusión intencional ele
aire c11 el concreto.
En cualquier caso, cuando el problema existe en forma Ja.
tente y sc adoptan mcclicbs para corregirlo, es conveniente com-
probir su cfcctiviclacl mediante ensayes eventuales. Para ello,
el concreto fresco clcbc muestrearse conforme a 2.2.5.2, y en-
sa yarse según 2.2.5.9. Como cste es más bien un método ele la-
boratorio, es recomen el a ble ejecutarlo solamente clonclc se clis-
ponga ele Jas faciliclaclcs 11cccsari~1s. Una pdctic;1 ~1propiacla
consiste en aplicarlo ix:ra determinar la rneclicla correctiva acle-
cuacla, antes de iniciar Ja elaboración del concreto en obra, y
repctirlo cfl esta solo cuando exista motivo ele eluda accrca de la
cfeetiviclacl ele la mcclida adoptada, en cuyo caso debe contarse
con los medios para que la prueba se realice en las condiciones
especif icaclas.

3. 3.-+ Control del concreto endurecido


Consiste en comprobar que el concreto endureciclo adquiera
\" manifieste las propiedades supuestas durante el diseño ele la
111c1.cla respectiva, propiedades que a su vez se hayaú estimado
i11clispcnsablcs para el buen comportamiento ele las estructuras .
La resistencia mednica es la propiedad del concreto endurc-
ciclo que se comprueba con mayor frecuencia. Esto se debe a
que la m~1yoría ele las estructuras ele concreto se clisefLrn sobre la
b;1sc ele una cletcrrninacla re'.;istencia mecc1nica, la que también
es mu propiedad índice ele otras características del concreto.
:\simisrno, influye en esta preferencia el hecho que la resisten-
CAP . 3.3 Ct.JNTllOL DE l'H ODUCC IO ~~ DE I. CO NC HETO --

c1a mcdmc1 se puede determinar en forma más sencilla y r3-


picla que otn1 s propiedades del mismo.
Para fines prácticos, la resistencia mecánica del concreto inte-
resa principal m ente bajo dos condiciones de carga: a tensión
y a compresión. La ele tensión suele determinarse por flexión
en vigas o por compresión diametral en cilindros (prueba bra-
silcüa) . La res istencia a compresión se determina en cilindros
ensayados por compresión axial.
La prueba ele vigas a flexión tiene, hoy día, el carácter de en-
saye rutinario para comprobar Ja resistencia a ten sión del con-
creto en estructuras que, como los paviIT1entos rígidos, traba-
jan predom inantemente a flexión .
La pruc.:ba ele cilindros p or compresión diametral aún no
alcanza la ca tegoría ele ensaye rutinario, ele modo que solo se
:-iplica cu ca ~; os especiales en que, además de la resistencia a
compresión, interesa también conocer la resistencia a tensión del
concreto. Sn venta ja principal consiste en que utiliza el mismo
tipo de especímen es el e la prueba ele compresión .
La prueba ele cilindros po r compresión axial representa el
ensaye tradicional, según el cual se miele la resistencia a com-
presión del concreto en la pc.í ctica local, de tal suerte que, cuan-
do se el ice q uc un con cret o es para determinada resistencia ele
proyecto (fe' ), se considera que es la que deben alcanzar cilin-
dros representativos ele dich o con creto al ensayarlos a compre-
sión axial , desp ués ele p erman ecer por 28 días en condiciones
estándar ele curado.
No obstante que la edad mencionada gen eralmente se con-
sidera corno estúnclar para comprobar si los especím en es rcprc.:-
sentativos del concreto ~llcan zan la resistencia especificada, es
frecu ente emplear especímenes adicionales para ensayarlos a
otras edades, menores o mayores ele 28 días. Cuando se prue-
ban a edades cortas (m enores de 28 días) , gen eralmente se pn -
siguen dos fin es principales :
a) Usar el elato ele resistencia :rnticipacla para estimar la re-
sistencia probable que debe obtenerse a 28 días, en función de
rcbcioncs empíricas conocidas. De este modo, si la estimación
produce un resultado demasiado alejado del requerido, es posi-
ble efectuar ajustes al proporcionamiento de concreto con ma-
yor oportunidad que si tuvieran que esperarse los 28 días nor-
males.
b) Determinar la edad a que el concreto colocado en la
estructura alcanza resistencia suficiente para descimbrado o po-
nerlo en servicio (en este caso es conveniente que los especí-
menes de prueba se curen en condiciones de humedad y tempe-
ratura comparables a la estructura de concreto que repre-
sentan).
Cuando se ensayan especímenes a edades elevadas (mayores
de 28 días ) la fin~11idad puede consistir en comprobar si el
concreto se comporta conforme a previsiones h echas original-
m ente, o bien observar los efectos producidos p or _determinadas
condiciones particulares de exposición y de servicio que preva-
lezcan en la estructura; por ejemplo, cuando se emplea un
aditivo puzolánico es frecuente determinar la resistencia a eda-
des de tres meses o mús, puesto que, de acuerdo con la natu-
raleza ele este, se espera que la aporte a edades m ás prolongadas.
Independientemente de los ensayes a edades cortas o largas,
que son difíciles de reglamentar porque obedecen a situacio-
nes especiales, debe considerarse que las pruebas a 28 días son
las que suministran datos para el control del concreto endure-
cido, porque permiten juzgar si la calidad que se obtiene (me-
dida por su resistencia) corresponde a la especificada.
Para que los datos obtenidos ele los ensayes de resistencia
tengan la misma confiabilidad y puedan agruparse para juzgar
la calidad del concreto en conjunto, es necesario se Eeven a
ca bo en condiciones invariables desde el muestreo del concreto
fresco hasta la prueba de los especímenes. Por ello, en las
cli,·crsas etapas del proceso d e control deb en aplicarse los si-
guientes métodos: 1:-
CAP. ).) CONTROL DE PRODUC C ION DEI. CONCRETO 79

Muestreo del concreto fresco (2.2.5.2)


Fabricación y curado, en el campo, ele especímenes de con-
creto para ensayes ele flexi ón y compresión (2.2.5.13)
Resistencia del concreto a compresión ( 2.2. 5.15)
Resistencia del concreto a flexión, usando una viga simple
con cargas en los tercios del claro (2.2.5.16)
Resistencia del concreto a tensión por compresión diametral,
en cilindros moldeados ( 2.2. 5.17 )
Valuación ele resultados de pruebas de resistencia a compre-
sión del concreto de campo (ver Apéndice: Práctica Reco-
mendada ACl-214).

Adem ás de la adopción de estos procedimientos, es necesario


seguir criterios consistentes relativos a la frecuencia con que de-
ben obtenerse las muestras del concreto que se controla, y el
número de especímenes que deben elaborarse para cada prueba
de resistencia .
Según se mencionó en 1.2.5 .2, Parte 1, no es posible estable-
cer una frecuencia invariable para el muestreo del concreto, pues
depende de num erosos factores susceptibles de experimentar
graneles Yariaciones. No obstante, para formarse un criterio en
este aspecto, en la tabla 1.17, Parte 1, se encuentran algunos
ejemplos ele frecuencias mínimas ele muestreo, recomendadas
por diversos organismos ( ASTl\/I, USBR, ACI) para diferentes
clases ele trabajos. A partir de esta información, es posible con-
siderar ;1clecuaclos los siguientes lineamientos básicos para defi-
mr, en un caso determinado, la frecuencia con que debe mues-
trearse el concreto, a fin de comprobar su resistencia:

Los concretos ele una misma obra, deben clasificarse según


su re~ i s tencia ele proyecto y tamaño máximo ele agregado, prin-
cipalmente. Esto es, cada clase diferente debe corresponder a
una resistencia el e proyecto y un tamaño máximo ele agregado
clctern1i1wclos.
Para cacb clase ele concreto debe establecerse una frccucnciu
!JU l'Rs\CTI C AS DE CA~ I P O

ele muestreo, en razón del volumen y número ele rcvolturas que


se fabriquen diariamente, magnitud ele la obra y uniform idad
que pueda esperarse en la cnliclacl del concreto (según las con-
diciones en que se produzca). :M ientras mayor sea el volum en
ele concreto diario y la uniformidad predecible, m en or será b
frecuencia clcl muestreo. Por el contrario, entre más grande
sea el número ele rcvolturas para producir el volum en diario,
!llayor scr;'1 la frecuencia ele muestreo.
En . ningún caso ele be d ejarse de obtener, por lo menos, una
muestra par::i cada clase ele concreto que se elabore en dife-
rente día, aun cuando el volumen producido resulte pcc¡ uci'í o.

¡\ fin ele ilustrar las tendencias que conviene seguir p~1ra es-
tablecer la frecu en cia ele m uestreo, a continuación se incluye
un ejemplo en que se comparan clos obras con ca ract erísticas· y
coHclicioncs opuestas :

Característícus y condiciones Obra A Obra 13

Volumen medio diario ele concreto


por producir, aproximado 4 00 m ' 30 m~

Volumen producido por rcvoltura 4 .50 m " 0. 33 m '

Número requerido ele revolturas para


producir el volumen diario 89 91

Forma dispuesta para dosificar los ma-


teriales d el concreto Peso Volumen

U ni form ida el predecible en la cal ida el


clel concreto Buena Mala

Personal el e 111specc10n, dispuesto en


<.tipas previas a la elaboración del
concreto Normal Ninguno
CA P . ).) CONTl~OJ. DE J'HODUCClON DE L CONC ll J::Tü 81

Categoría ~· resistencia Estructural Estructural


ele proyecto del concreto
f.:' = 21 O kg / cm 2 fe'= 210 kg/cm ~

Se observa que en ambas obras se requiere fabricar concreto


ele la misma calidad, pero con la diferencia que en la obra A
tmto el volumen como las concliciones ele control ele b produc-
ción son mayores y mejores que en la obra B. Obviamente, la
dispersión en la resistencia del concreto tendrá que ser mayor
en la obra B.
Como el número ele veces que debe reproducirse el proporcio-
namicnto teórico durante el día es prácticamente igual en ambos
casos (90 veces), cabría esperar, si se empleara el mismo, que el
número ele revol turas en que el concreto fuera ele resistencia
deficiente sería mayor en la obra B. Para compensar este aspecto
se recomendaría emplear otro proporcionamiento (con mayor
consumo ele cemento) para la obra B, aunque la resistencia ele
proyecto del concreto sea igual que en la A Este aspecto se
discute con extensión 1mí.s adelante.
Para definir la frecuencia con que conviene muestrear el con-
creto, es n ecesario considerar el error 1rní.ximo proba ble ( ref. 3) :

tV
E = --
Vn
donde

E error m <í.ximo probable con que el promedio ele un núme-


ro ele prnchas representa al promedio real , en porcentaje
t constante estadística que depende del núm ero ele prue-
bas y del nivel ele probabilidad en que es aplicable el
error (tabla 4 ele la Prcí.ctica Recomendada ACI-214, in-
duicb como Apéndice)
.s DE CAMPO

V coeficiente de variación de los resultados de las pruebas


efectuadas, en porcentaj~
n número de pruebas efectuadas

Para un nivel probabilístico de 90 por ciento, la constante t


varía desde 6. 314 para n . 2, hasta 1.64 5 para n = co. El coefi-
ciente de variación V, en un día ele colado, puede suponerse
como l O por ciento para la obra A, y 20 por ciento para la
obra B (tabla 2, ACl-21-t.)
De tal modo que a fin de que el promedio de resultados de ·
las muestras obtenidas en un día de colado represente la calidad
del concreto empleado en ese día con un error no mayor de
5 por ciento, durante el 90 por ciento de las veces, será nece-
sario obtener un número de muestras tal que

tV ) "
n= ( - -
5

Es decir, en la obra A:

2
1.753 X 10 )
n= ( 5 = 12 muestras

Y en la obra B:

2
1.6-+5 X 20 )
n= ( 5 = 43 muestras

Puesto que el volumen diario de concreto se produce, en am-


bos casos, mediante 90 revolturas, esto significa que en la obra A
debe muestrearse una ele cada siete mezclas producidas, esto
es, una muestra por cada 30 1113, aproximadamente. En tanto
CAi'. 3.3 CONTllOL DE l'l\ODUCCION DEL CONCRETO 83 .l
que en la B, para tener el mismo grado de error en los resul-
tados debe muestrearse una de cada dos revolturas producidas,
o sea, una muestra por cada 0.7 111 '1 de concreto.
Las alternativas que existen en una situacióü como la que se
plan tea en este caso son:
Por un lado, existe la posibilidad de admitir que el concreto
se fabrique en condiciones que se traduzcan en fuertes varia-
ciones de resistencia, y a la vez tratar de obtener el mayor número
de muestras posible, con objeto de reconocer la ubicación de cual-
quier porción ele concreto, cuya resistencia, según los resultados
obtenidos en las muestras, se considere inaceptable. Como posi-
ción extrema ele esta situación, se llega a la máxima frecuencia
de muestreo (representada por la obtención de muestra en cada
una ele las rcvolturas que se elaboren) mediante lo cual puede
lograrse información veraz de la deficiente calidad de concreto
producido, a un costo incrementado por el numeroso muestreo.
El criterio opuesto consiste en suponer que todo el concreto
que se produzca debe resultar de la calidad especificada por el
so~o hecho de disponer de equipos adecuados, en cuyo caso se
llega al extremo de la mínima frecuencia de muestreo, según
1a cual no se obtiene ninguna muestra para comprobar la su-
puesta buena calidad del concreto.
Obviamente, ambas situaciones no representan prácticas reco-
mendables a seguir como criterios de trabajo para controlar la
calidad del concreto por muestreo durante su producción. La ex-
periencia ha demostrado que la falta ele inspección no puede
suplirse con muestreo, y que aun las mejores plantas de dosifi-
cación y mezclado de concreto no alcanzan los resultados requeri-
dos si no se les abastece con materiales ele calidad uniforme.
De acuerdo con lo anterior, el procedimiento más viable con-
siste en dedicar mayor interés a las medidas preventivas, inspec-
ción y selección ele equipos adecuados, con objeto ele lograr una
razonable uniformidad en la calidad del concreto y, de este modo,
limitar el 11ucstreo a una funci <m comprobatoria, cuyos datos
1
\
r...J l'lta ~, .lCAS DE CAl\ fl'O

agrupados puedan considerarse representativos ele todo el con-


creto producido hasta un momento dado, y permitan juzgar su
calidad en conjunto, salvo casos especiales. Lo provechoso de la
informació11 por muestreo consiste en utilizarla como un medio
para juzgar si la calidad resulta en el nivel y con la uniformidad
requeridos en las especificaciones ele la obra. Si el resultado ele
una muestra indica la existencia de una determinada porción
de concreto de calidad inferior, la información debe servir tam-
bién para adoptar las medidas correctivas conducentes.
Por dichas razones, en la práctica actual tiende a concederse
menor importancia al muestreo del concreto, en beneficio del
incremento en las medidas ele carácter preventivo, entre las cua-
les la inspección ocupa un sitio principal.
Esta situación se pone ele manifiesto en los elatos ele frecu en-
cia ele muestreo presentados en la tabla 1.17, Parte 1, donde se
observa que la recomendación ele diversos organismos especiali-
zados en concreto (E U A) para muestrearlo y compro bar su
resi stencia es muy csporúdica, lo cual se apoya en Li existencia
ele un sistema organizado ele inspección en obra que verifica y
supervisa todas las etapas previas a la elaboración del concreto.
De esta manera, volviendo al ejemplo que se presentó, si se
considera que en la obra A existen inspección y supervisión ade-
cuadas, podría aplicarse el criterio de la tabla 1.17 en cuanto
a tornar una muestra por cada 115 m 3 ele concreto, lo que signi-
fica obtener cuatro muestras por día ele colado. El error máximo
probable con que el promedio de estas muestras debe representar
::il promedio de todas las revolturas elaboradas en un día es

EA= 2.353 X 10 = 12 %
\ 14

De modo que en la obra B, para operar con el mismo gra do de


error, debería obtenerse el siguiente número ele muestras:
CAl' . 3.3 CUNTl~U I. DE l' ltOD UCC ION IH·: L COi\"CHETO Q)

1.833 X 20 )-
n= ( 12 = 9 muestras/ día

D e lo anterior se deduce que es conveniente definir la fre-


cuencia de muestreo, principalmente en razón de la dispersión
que cabe esperar en la calidad del concreto, ele revoltura a revol-
tura. D e tal suerte que todos los factores que tiendan a reducir
la dispersión, harán disminuir también la frecuencia del mues-
treo. Entre dichos factores están:

Selección y operación adecuada de los equipos para obtención


y acondicionamiento de los agregados
Control ele la producción y almacenamiento de los agregados
Control de calidad ele cemento y aditivos
Selección y operación adecuada de los equipos para dosifica-
ción y m ezclado del concreto
Supervisión y control de la producción del concreto.
Conviene observar que la frecuencia adecuada de muestreo
no depende directamente del volumen de concreto por fabricar,
excepto por las repercusiones que dicho volumen pueda tener
sobre la dispersión. En este aspecto parece tener más influen-
cia el número de revolturas que el volumen de concreto en sí
mismo; aun cuando normalmente ocurre que en obras donde el
volumen de concreto es mayor, se adoptan m edidas y procedi-
mientos que reducen la dispersión en la calidad del concreto.
En resumen, para saber cuántas veces conviene muestrear el
concreto en un día de colado para determinar su resistencia, es
necesario estimar la dispersión diaria, en razón de los materiales,
equipos disponibles y número de revolturas que deben elabo-
rarse, suponiéndole un valor probable al coeficiente de variación.
En razón ele este, y asignando el grado ele error y el nivel ele
probabilidad con que se requiere conocer la resistencia prome"
dio, se calcula el número de veces n que debe muestrearse el
concreto para satisfacer dichas condiciones. Si en el curso del
( (
b6 l'KAL.J "JC AS DE CAMPO

trabajo los resultados demucstra;1 que la dispersión obtenida


es diferente a la supuesta, podrán efectuarse ajustes convenientes
en el plan de muestreo.
Para considerar el caso de la frecuencia mínima de muestreo
a que podría llegarse hipotéticamente en una obra, tendría que
suponerse la elaboración de todo el concreto diario en una sola
revoltura, ele modo que al tomar una muestra esta representaría
todo el concreto producido. En este caso, para estimar el error
máximo probable, habría que considerar el coeficiente de varia-
ción, V 1 , entre especímenes compañeros procedentes ele la mis-
ma muestra, que depende de la buena ejecución ele los métodos
de laboratorio (Apéndice ACI-214). Para excelentes condicio-
nes de operación de este, el coeficiente ele variación Vi podría
reducirse a 3 por, ciento (tabla 2, ACI-214), ele modo que al
obtener y ensayar dos especímenes compañeros, considerando
el mismo nivel de probabilidad, el error es ·

6.314 X 3
E"= = 13.5 %
V2

Si, en cambio, son tres los especímenes compañeros, el error es

2.920 X 3
E3 = = 5.1 <;0
\l 3

Y así sucesivamente, es decir, el error con que los especímenes


representan una mezcla se reduce a medida que aumenta el
número de los obtenidos de la misma revolturn.
Lo anterior pone ele manifiesto una disyuntiva en cuanto al
número de especímenes que conviene obtener de una misma
muestra para ensayarlos como compañeros, ya que el error se
reduce tanto si se incrementa la cantidad de muestras, como
el número de especímenes compafieros procedentes ele una sob
CAP. 3.3
r
CONTROL OE Pl<.OOUCCION DEL CONl; tU~TO 87

muestra. Llegado el caso, si se dispone de n moldes ¿qué resulta


preferible, obtener n muestras de un solo espécimen cada una,
o bien elaborar n especímenes compañeros de una sola muestra?
Aun cuando lo primero suministra mayor información, la ex-
periencia aconseja elaborar un mínimo ele dos especímenes de
cada muestra, para ensayarlos como compañeros, con lo cual es
posible lograr datos no solamente de la calidad del concreto,
sino también ele la eficacia con que se lleva a cabo la obtención,
curado y ensaye ele los especímenes, esto es, permite calificar
los procedimientos ele laboratorio. De este modo, la respuesta
sería obtener n/ 2 muestras y elaborar dos especímenes ele cada
una, los que para considerarlos corno compañeros tienen que
ensayarse a la misma edad.

3. 3. 5 Procesa míen to de datos e ínterpretacíón de resultados


El siguiente paso en el control de producción del concreto con-
siste en reunir los resultados de los ensayes, con objeto ele esta-
blecer si el producto es de la calidad especificada.
En este aspecto, es posible distinguir dos situaciones principa-
les que pueden presentarse como consecuencia ele la confronta-
ción ele resultados y condiciones:
Que una determinada porción del concreto elaborado resulte
ele calidad francamente inferior a la requerida
Que todo el concreto elaborado durante un determinado pe-
riodo, juzgado en conjunto, manifieste un nivel de calidad
inferior al establecido en las especificaciones ele la obra.
En el subcapítulo precedente se mencionó que, salvo casos es-
peciales, la finalidad principal del muestreo no debe consistir en
tratar ele comprobar la calidad ele cada porción o revoltura del
concreto, porque su costo resultaría exagerado, sino obtener infor-
mación aleatoria que permita definir el nivel de calidad de todo
el concreto elaborado en un cierto lapso. Si, como coincidencia,
un resultado pone de manifiesto que existe una porción ele con-
88 r
l'HA1.. ,,\S UE CAMPO
r
crc:to ele calidad inferior a la requerida, su utilidad se duplica,
pues permite corregir también una situación aislada que puede
ser inconveniente.
Para que el muestreo pueda conducirse bajo ese criterio, y los
resultados configuren el conjunto de concreto muestreado, es
necesario que todo el proceso de producción sea objeto de con-
trol, de modo que las variaciones del producto se motiven en
errores principalmente casuales, y no sigan tendencias inde-
bidas.
El control ele la producción consiste en regular las variacio-
nes ele materiales, operaciones, procedimientos y procesos, ele
manera que res ulte un producto del que, dentro ele una prede-
terminada probabilidad, cada unidad sea un duplicado de las
que se produzcan i ~1mediatamente antes y después.
Lo anterior quiere decir que si se ejercen medidas de control
en todas las etapas previas a la elaboración del concreto, las va-
riaciones que ocurran de revoltura a revoltura deben seguir ten-
dencias predecibles. Ante la imposibilidad ele conocer las pro-
piedades de todas y cada una de las revolturas, es necesario acu-
dir a métodos estadísticos para que, con cierta probabilidad de
error, los elatos disponibles puedan hacerse extensivos al con-
junto m ucstreado.
La estadística estudia las propiedades colectivas de grupos
de cualquier índole. Debido a que los primeros trabajos esta-
dísticos se efectuaron sobre conglomerados humanos, se creó la
costumbre ele llamar población al conjunto de elementos objeto
de estudio. En este caso, el término corresponde al total de rc-
volturas que integran el volumen de concreto cuya producción
debe controlarse.
Para justificar el empleo de conceptos estadísticos comunes,
debe prevalecer como condición que las variaciones sean impu-
tables a errores casuales, esto es, que se eliminen los de carácter
sistcm3tico, siendo estos los que se producen en un solo sentido,
tal como el error ele calibración en un aparato de medición.
(
CAi'. ).) ClJN'l'llül. DE l'IUID\ lCCION llEI. COJ\CIU:TO ~q

Cuando se fabrica concreto, empleando un proporcionamicn-


to determinado, se pretende reproducirlo con b mayor fidelidad
posible, rcvoltura tras revoltura. Sin embargo, las variaciones
naturales en la calidad del cemento, características de los agre-
gados, precisión de los equipos de dosificación y mezclado, y
aspectos diversos en que interviene la apreciación, del personal
de operación y supervisión, hacen que la s características y pro-
piedades cld concreto no se reproduzcan con exactitud. Por esta
razón, al juzga r por su resistencia la calidad del concreto produ-
cido, se obtienen valores que difieren del supuesto, tanto en
defecto como en exceso, pero con tendencia a aproximársele.
Cuanto mú s cercanos resulten los valores al requerido, podr<Í de-
cirse que son mejores la selección del proporcionamicnto usado
y el control dt: calidad ejercido.
Como ::ipéndice a este capítulo se incluye el informe del Co-
mité ACI-214 que corresponde a la práctica recom endada para
valuar 1os resultados de ensayes a compresión de concreto en el
campo, la que también comprende los conceptos estadísticos
necesarios para la valuación. Sin embargo, con objeto de hacer-
los m<Ís accesibles, es pertinente ampliarlos con dos ejemplos.

3.3.5.l Variación en el seno de una revoltura


Sea el caso ele una revoltura de concreto, de la cual se obtie-
nen, en laboratorio, 30 muestras distribuidas a través de todo su
volumen. De cada una se fabrican dos especímenes compañeros
que se ensa yan a 28 días, con lo cual se obtienen 30 parejas ele
elatos ele resistencia que se presentan en orden ele magnitud cre-
ciente en la tabla 3.7. En dicha tabla se observa que aun cuan-
do las muestras proceden ele la misma revoltura, sus resistencias
no son iguales, lo cual se debe a dos causas: imperfecta homo-
geneidad ele todo el concreto ele 1a revoltura, y errores ele proce-
dimiento (variaciones naturales en la fabricación, curado, pre-
paración y ensaye ele 1os especímenes, aun siendo conclicioncs
ele labora torio) .
r
'J'AHI.A 3.7. J<:JEJ\IPLO DE UNIFORJ\1IDAD DE RESISTENCIAS OBTENmAS _FN
30 MUESTRAS PROCEDENTES DE LA MISMA HEVOLTUi«~

EN- R ESISTENCIAS, INTER-


SAYE en kg/cm' X¡ - X X¡ - X)' VALO DATOS
PROM ESTADISTICOS
No CIL 1 CJL 2 (R)
X;

1 236 230 233 - 17 289 6 ·- 7 506


2 233 243 238 - 12 144 10 X= : J i ) = 250 kg/cm'
3 243 239 241 - 9 81 4
4 240 246 243 - 7 49 6
- 6
o=~=
5 239 249 244 36 JO
6 252 240 246 - 4 16 12
30
7 245 247 246 - 4 16 2
8 253 241 247 - 3 9 12 = 6.13 kg/cm'
9 242 254 248 - 2 4 12
JO 245 251 248 - 2 4 6
11 245 253 249 - 1 1 8
12 256 242 249 - 1 1 14 V=~ X 100 = 2.5'/,
13 249 251 250 o o 2 250
¡.¡ 255 245 250 o o 10
15 245 257 251 + 1 1 12
16 254 248 251 + 1 1 6 - 230
17 245 259 252 + 2 4 14 R= To = 7.67 kg/cm'
18 250 254 252 + 2 4 4
19 252 252 252 + 2 4 o
20 256 250 253 + 3 9 6
21 258 248 253 + 3 9 10
22 255 253 254 + 4 16 2 o 1 = 0.8865 X 7.67 =
23 252 256 254 + 4 16 4
24 249 261 255 + 5 25 12 = 6._80 kg/cm2
25 261 251 256 + 6 36 JO
26 260 252 256 + 6 36 8
27 259 255 257 + 7 49 4
28 255 261 258 + 8 64 6 6.80 o
259 81 6 V 1 = 250 X 100 = 2.77.
29 256 262 + 9
30 267 255 261 +11 121 12

Suma 7 506 1126 230

Para apreciar la tendencia que adoptan los valores obtenidos,


es útil representarlos en un diagrama de frecuencias, según se
muestra en la fig. 3. 3, donde la escala horizontal (de resistencias)
se ha subdividido en intervalos de 2 kg/cm,, y en la vertical se
indica el número de valores comprendidos en cada intervalo. Al
respecto, se observa q1,1e estos tienden a agruparse alrededor del
promedio en forma aproximadamente simétrica, y que su fre-
cuencia decrece gradualmente en ambos sentidos a medida que
se alejan de dicho p romedio.
. . , caractenza
w. 3.3 ' """"' "' '"""""'"" ""

. ] o que se e1enomma
.
f:. rn : . 'O .,~.
E sta con f 1gurac10n e1·1stn'b u- .
ción normal de frecuencias, cuya curva representativa adopta la 1
forma que se indica en la fig. 3.4, que también se conoce como
de Laplace-Causs. Antes de señalar las características inheren-
tes a esta curva, conviene definir algunos conceptos relativos a
los grupos ele valores que se presentan.

6
-?.
"
¡X= 250 kg/crn'

3"
G

"
-o
o
¡; 1
E
z
220 230 2~0 250 260 270 280
Escala de resistencias. cu kg/l:m1

F1c. 3. 3. Diagrama de frec11encia ele resistencias obte11idc1s e11 11wes!r<iS clt


11w1 mi5111a revcltum

3. 3. 5.2 Caracteres ele los grupos ele valores


Son de dos tipos: los que mielen la tendencia central y los que
mielen la dispersión.

a) Medidas de tendencia central

- .LX
Promedio aritmético, X = - - 1

11
9~ l'J<A( ; DE CAMl'O
r

Cl;1ses

F1c. 3.4. Características de la c11rva de distribllción normal de frectlencias

donde
LX; suma de valores que integran el grupo
n nt'un :~ro de datos

Mediana. Cuando el grupo se coloca en orden ele magnitudes,


la mediana es el valor central si n es impar, o bien el promedio
de los dos valores centrales si n es par.
1\.fodo. Es el valor que ocurre con mayor frecuencia en el
grupo.

b) .tviedídas de dís{Jersión
Intervalo. Es la diferencia entre el valor más alto y el más bajo
de los que integran el grupo. Se designa con la letra R .
Desviación estcindar. Es la raíz cuadrada del promedio de los
..
CA P. 3.3 CONTROL DE l'llODUCC ION DEL CONCRETO 93

cuadrados ck las diferencias entre cada valor y el promedio. Su


exprcsic'm es:

"= ~:E(X,:: X)'

Cuando el número de valores del grupo es reducido (menor


de 30), conviene aplicar el valor correcto del denominador, que
es 11 - 1
Vüricmc:ia. Es igual al cuadrado ele la desviación estúnclar.
Coeficiente ele variación. Es lo que representa la desviación es-
tfodar corno porcentaje del promedio. Se expresa:
(J

V=- X 100
x
En la aplicación de estos conceptos al análisis de resultados
de resistencia de concreto, se utiliza el promedio aritmético
como medida de tendencia central, y la desviación estándar y
el coeficiente ele variación corno m edidas de dispersión.

3. 3. 5. 3 Distribución normal ele frecuencias


Volviendo a la curva ele distribución normal de frecuencias
(fig 3.4), la probabilidad de que un evento ocurra conforme a
esta ley q ucda definida por la expresión:

1 - e- (x- -x )"/- 2a-•


f (X) = - -
a\I 2n:

Dicha probabilidad se representa por el área que se encuentra


bajo la curva, de modo que como la probabilidad varía entre O
y 1, el úrea total bajo la curva es igual a la unidad. Esto signi-
DE C1\MPO
(
f ica q uc.:, si se considera como unidad el universo de valores, las
ra mas ele la curva deben ser asintóticas con el eje horizontal,
o sea, que siempre existe la probabilidad de que se presenten
eventos m;Ís allá ele cualquier límite que se cstab:czca. En cJ
caso particular de Jos ensayes de concreto, la curva resulta aco-
tada hacia la izquierda por el cero de la escala de resistencias,
y haci;1 la derecha por el valor ele resistencia máxima que puecL1
alcanzarse con el concreto que se produce (fig. 3. 5). Dentro ele
este intervalo se considera que son aplicables los conceptos esta.
dísticos rcb ti vos a la curva ele distribución normal de frecuencias.
Conforme a lo anterior, la probabilidad ele que un valor cual-
quiera ele resistencia resulte comprendido entre X, y x~, se repre-
senta por el área bajo la curva limitada por dichos valores. Con-
viene observar que, según las propiedades ele la curva ( fig. 3.4),
clos ordenadas situadas simétricamente hacia ambos lados del
valor promedio, delimitan las siguientes fracciones del úrea total:

Distancia de las Area delimitada


ordenadas respecto respecto al área total,
al yalor promedio en porcentaje
1a 68.2

2 (Í 95.4

99.8

Lo anterior significa que mientras menor sea el valor de cr, el


área deberá extenderse verticalmente, y viceversa: al aumentar cr
el ;Írca se extended en sentido horizontal. El primer caso repre-
senta mayor frecuencia ele valores cercanos al promedio, esto
es, menor dispersión y, por el contrario, el segundo r epresenta
mayor dispersión. De ahí que para que siempre exista la misma
proba biliclad de que un valor cualquier Xi resulte comprendido
cutre los límites X1 y X2, es necesario que la distancia entre
ambos se haga variar conforme a la curva, de modo que el área
CAP. 3.3 CON TROL DE l'lHHHJCC ION DEL CON C 1u:To 9;
1
La probabilidad de que un valor cualquiera resulte en el inti:rvalo_dl!
X 1 a X2 esta rt.!presentada por el área bajo la curva. con limites Xt to
l
i

'
1
X 1
1
1
1
1
1 1
V~h-r 111íni1110 probable
1 :
1
:
1
¡ \.~lor m áxi1110 probable:

(X - Jo ) 1-I --~3_o-~-l----r3º_ ___,1 (X + 3• )


1
1
1 to lo
1
1
1
1
J\,1c:cnt:1jc ·probablc de Porcentaje probable de
\·.,]01cs i 11 fcriorc~ J X 1 \·alorcs superiores ~ X2

1
1

o--~~~~-=--=::-_r._
' ___ _...x.:::.__;,..::.._x.1·:>..:::...;;;....:::..x.l..·,- --===-=::.a.-..--------
1 • ~b
Rcsiskncias

F1c . 3. 5. Di0trilmció11 11or111al de frecuencias de resi>tellcia de concreto

que delimiten resulte constante. Debe tomarse en cuenta que


=
si X , X-: 30 y X" =
X+ 30 el área delimitada resulta igual
a 99.8 por ciento del área total, de ahí que, para fines prácticos,
suele considerarse que dentro ele esos límites se encuentra el
100 por ciento del universo ele valores, pues la probabilidad ele
que ocurra uno inferior a X1 o superior a X", es solamente igual
a O.l por ciento. Sin embargo, para el caso ele resistencias de
concreto en ocasiones se adopta un criterio más tolerante, con-
siderando como universo de valores los comprendidos en el inter-
valo definido por los Jímitcs X± 20, lo que significa una pro-
babilidad ele 2.3 por ciento en cuanto a que los valores estén
abajo o arriba de dichos límites, criterio que se adopta para
determinar la resistencia promedio. mínima probable, en b
tabla 5 ele ACl-214.
(
r
i
1)(> l'i.. .. J'IL\S DE CA!\11'0

3.3.5.-+ Variaciones de revoltura a revoltura


Para obscrv~u cómo se manifiesta en este caso la dispersión
en los resultados de resistencia del concreto, conviene presen-
L1r un segundo ejemplo que consiste en obtener una 111 uestra
clc cada una ele 30 mezclas consecutivas producidas en una obra
y clabcmu dos especímenes compaííeros por muestra, las que se
cnsayadn a compresión a 28 clías ele cclacl.
Con lo anterior, es posible cÜsponer de 30 pare jas de rcsul ta dos
ele resistencia, en orden ele magnitud creciente ( t~1bb 3.8), y la
representación ele un diagrama ele frecuencia s en la fig. 3.6.

1
:1 r: = 21o kgfcm'
¡;_
e·~
o u
·
1 1
1
., X=24 1kg/cm'

v C llJ %4-l 31 kg/cm_'.____j


; E_ 3- ! - - - - - - - - '"'- - 1

"o
-~~

: ~ 2
"'O.::
§ .g
=~ l
~5

200 210 220 230 240 250 260 270 280 290 300
E:;cala de rc:;istcnciJ, subdividida en intervalos de 2 kg/cm 2 (clases )

J! H:. 3.6. Diagwma de frecuencias de resistencias obtenidas en muestras de


difere11 tes revolturas

Comparando estos resultados con los clel primer ejemplo


(donde se obtuvieron 30 muestras ele una misma revoltura), se
observad que en este caso la resistencia promedio ele los 30 en-
sayes es del mismo orden, pero la dispersión de resultados ( defi-
nida por su desviación estándar y coeficiente ele variación) es
bastante mayor, ya que a las causas de variación indicadas en el
primer ejemplo, se afiaclen las que resultan de la similitud con
que se reproduce el proporcionamiento, revoltura tras revoltura,
según los materiales y equipos disponibles.
CAP . 3.3 CON T RO L DE Pll ODOCC I O~
r
DF. L CONCRETO 97

TABLA 3.8 . EJEMPLO DE DISPERS IÓN DE RESISTE NCIAS OBT ENIDAS EN


30 J\IUES'J'HAS P ROCEDENTES DE REVOLTURAS CONSECUTIVAS

REVOL RES ISTENC IAS, INTER-


i.;n kg/crn' DATOS
TURA X¡ - X (X¡ - X)' VA LO
PROM ESTAD ISTlCOS
No CIL 1 CIL 2 (R)

1 1% 2lH 200 - .¡ ¡ 1 681 8 - 7 OB


2 212 2UU 206 -- 31 1 225 12 x~ ;~- = 24 1 kg/crn'
3 210 206 208 - 33 1 089 .¡
4 21-! 21-! 2H - 27 729 o
5 215 221 218 - 23 529 6
o~
1
6 22<) 215 222 - 19 361 1-1 =
7 230 228 229 - 12 l -H 2 30
8 2-! 0 230 235 - 6 36 10 = 20.1 kg/c m'
9 2>3 239 236 - 5 25 6
10 2H 132 238 - 3 ') 12
11 2-!0 238 239 - 2 .¡ 2 20.l
.¡ V= - - X 100 = 8.3/o
12 2-! 5 _))"
) 239 - 2 12 24 1
13 2·18 2H 2·11 (1 o ¡.¡
H 237 217 2-! 2 + 1 1 lli
15 2-J 2 2-l-l 2-1 3 + 2 .¡ 2
ló 2-JO 2·16 2·1> + 2 ·I 6 ·- 266
17 2-18 2-!0 2-J-! 9
R- 30 = 8.87 kg/cm'
+ 3 8
18 247 2-13 2-!5 + .¡ ló .¡
19 25 1 239 245 + 4 16 12
20 250 2-!2 2-!6 + 5 25 8
21 253 239 2-J6 + 5 25 14 a 1 = 0.8865 X 8.8 =
22 2-!5 2-!9 2-17 + 6 36 .¡
23 2-J 3 253 2-!8 + 7 .¡9 10 = 7.86 kg/cm'
24 2-! 1 257 2-!9 + 8 6-J 16
25 255 2-!3 2-!9 + 8 6-l 12
26
27
2-!9
255
257
267
253
26 1
+ 12
+ 20
].¡.¡
400
8
12
V
l
= ~X
24 1
100= 3.3/.
28 275 265 270 + 29 8-!I 10
29 279 29 1 285 +·H l 936 12
30 300 28-J 292 + 51 2 60 1 I(>

SurnJ 7 233 12 07 1 266

3.3.5. 5 Res istc11cia promedio requerida


Supon iendo que la resistencia de proyecto, fe', del concreto
anterior sea igual a 210 kg/cm 2 , existen t res revolturas cuyas
resistencias son menores, es decir, el 10 por ciento de los resul-
tados es inferior a fe', no obsta nte q ue la resistencia promedio
obtenida, X, es 31 kg/cm 2 superior a la ele proyecto y que el
coeficiente de va riación, V, tiene un valor indicativo ele reclu-
fJH
(
l'K . . . 1CAS llJ-: C.\~IPO
(
cicla dispcrsir'iu ( 8.3 por ciento) como medida indicativa de las
variaciones del concreto ele rcvoltnra a revoltura .
En caso ele pretender reducir al mínimo los resultados in-
feriores a f/, habría que considerarla como resistencia mínim,1
probable, siendo 11cccsario incrementarla en 3CT para definir l.a
1n1c\•a resistencia promedio que debe obtenerse. Es decir, admi-
ticnclo que lograra conservarse la misma dispersión reducida
(cr = 20 kg/cm" ) , la nueva resistencia promedio tendría que ser
igual a 270 kg/cm", lo que significa modificar el proporciona-
micnto aumentando el consumo ele cemento lo necesario para
alca111.;1r esa 11ucva resistencia promedio. En la fig. 3.7 se indica
lo que tcr'iricamcntc debe ocurrir al muestrear otras 30 rcvolturas
snccs ivas fa bricaclas con el proporciona miento moclificaclo.

Curvi.l s representativas de 30 muestras consecutivas con diferenk


propon.:ionamicnto, en la misma obra

3a = 60 kg/ cm'

r; = 210 kg/cm'

180 200 220 240


Resistencia a compresi6n, en kg/cm 2

F1r:. 'l.7. focr e111e11to e11 f<.1 resistencia /Jromedio /Jclra 111ejorar el nivel de calidad
(rn 11sen•<mclo fo rni.rniu 1111ifor111iclücl cm la /Jrod11cció11 del concreto )

Si, por el contrario, hay que emplear el mismo propGiciona-


micnto en otra obra cuyas condiciones son menos favorables
para Li unifor111iclac1 clcl concreto, ele rcvoltura a rcvoltura, debe
CAP. 3.3
r
CON TI: OI. DE PRl>DllCCION DEI. CONC ltETO 99

cspcr~irse c¡nc al aumentar la dispersión también incremente el


porccnt~1jc ele resistencia inferiores a fe'. De tal suerte que para
rnantu1cr el icho porcentaje aproximadamente constante ( 10 por
ciento según el ejemplo ) es necesario aumentar la resistencia
prom ed io a través ele incrementar el contenido de cemento.
La fig. ).8 muestra la situación que ocurre al aumentar el coefi-
ciente ele variación ele 8 a 16 por ciento.
Con\'icnc observar que en el primer caso (fig. 3. 7) la rcsis-
tc11ci ~1 promedio se incrementa para m ejorar el nivel ele calidad
clel concreto (reduciendo de l O a O por cien to las resistencias
inferiores a f,.' ) conservando la misma uniformidad (V= 8 por
ciento ). En cambio, en el segundo ( fig. 3.8 ) el incremento en
la resis ten cia promedio es para conservar el mismo nivel ek cali-
eLicl ( l () por ciento ele resistencia inferiores a f,.') que ele otro
modo elcsccndería al aumentar la dispersión .

Curvas represen tativas di! 30 muestras consecutivas co n diferentes


proporcio numientos t! n dos obras distintas para cumplir la misma
cs pcdficación de resisten c ia
X =2-!1 kg/cm'
1
X = 266 kg/cm'

H ll 1611 180 20ll 220 2-10 260 280 300 320 HO 360 380 ·WO
Resistencia a compresión, cu kg/ cm,

1'1 <:. 1.S . /11 cre11 1e11to en la resistencia promedio /Jara co11 sen-a r e( mis111 0 11irel
de ca/id,ul (/;ara co111/Je11sar /c1 pénlicla de 1111ifor111idad en la /Jroduc·
L:i<i11 del co11creto )

Lo anterior pon e ele manifiesto que la resistencia promedio


para b cual debe cliscliarsc un proporcionamicnto ele concreto,
1U() '"
(
. IC AS DE CA~IPO
(
clcpcnelc ele la resistencia ele proyecto de la estructura, de la uni-
formidad con que pueda reproducirse el proporcionamie11to y
ele la probabilidad que se asigne en cuanto al porcentaje ele
resultados inferiores a la resistencia ele proyecto. Para relacionar
estas variables, debe recordarse que la uniformidad se define por
la desviación estándar, a, y por el coeficiente de variación,
V =
(a /X) X 100, y que la probabilidad, según fig. 3. 5, depende
ele la amplitud del intervalo ab~1rcado en el área bajo la curva ele
distribución normal ele frecuencias, es decir, de la distancia a
que se ubiquen los límites Xi y X:, respecto al valor promedio X,
que expresada en razón de la desviación estándar, se designa
como ta, siendo t una constante que depende del número de
valores que integran el grupo y del porcentaje de los que deben
resultar comprcnclielos dentro de esos límites. La tab~a 4 de
1\CI-214 presenta . valores ele esta constante para diversas con-
diciones comunes.
Para fijar el criterio según el cual pueda definirse la resisten-
cia promedio en un caso d eterminado, hay que considerar que
la resistencia de proyecto (fe') se tome como límite inferior del
intervalo, esto es :

fe' = x- ta
pero :
(j

V=- a=VX
X
Sustituyen do:

L' = X - tVX = X ( 1 - tV)


Despejando:

X=----
1 - tV
C:\1'. ).) (;ON Tl'.lH . DE PH.O DUC C IUN
r
DEI. CONC HETD }l)}

expresión que corresponde a la ec 7 de ACI-214, donde la resis-


tencia promedio requerida se designa como fer par<l__clistinguirla
de la obtenida, que es el verdadero significado ele X.
Cuando se necesita diseñar el proporcionamiento ele concreto
en una obra que va a iniciarse, es necesario calcular fer en fun -
ción ele L', t y V. El primero es un elato suministrado por el
proyec tista. El valor ele t depende ele las especificaciones ele la
obra ( por ejemplo, en ACI-214 se definen dos clases ele con-
creto en las qu e es probable que 10 o 20 por ciento ele resisten-
cias sea menor que fe'). En cuanto al valor ele V, es un elato que
mucha s veces debe suponerse, ele acuerdo con las condiciones
en que se produzca el concreto, con ayuda ele la tab~a 2 ele
ACI-21-+. Cuando se inicia la obra, y se dispone ele los primeros
res ultados ele res istencia, es posible calcular V y compararlo
con el supu es to, para hacer el ajuste correspondiente al valor
de L.
(
,c\NEXO

p¡¡,\cnCA RFCOl\l ENDADA PARA J.A EVALlJ ACJÓN DE RESULTADOS


DE ENSA YES DE COl\ll'RESJÓN DE CONCRETO EN EL
CAl\l.l'ü ( c\ CI 21 -J--65)

Tracluc<:iún ':' autorizada de "Rccommcnckd Practicc for Evaluation


of Compression Test Rcsnlts of Ficlcl Concrete"

• l lccl1.:1 por el /11 stit11/ o /\lexic:c1110 del Ce111e11/o y del Co11cTc:/o, J\. C.
r r
·• ME
1
1

Informe del Comité ACI 21-+

HERBERT K. COOK
Presiden te

F:D\l'A RD A. ABD UN-NUR K . R. LAUER


110\l' ARD T. AR.NI J. D. LINDSA Y
DELMAR L. Bl.OEl\•I V. l\I. MAI.IIOTR:\
T. C. q.ENDENNING A. l\L NEVILLE
WILLIA~J A. CORDON' ROB E!'.T E. PHILLEO
ll. J. ET.FERT HORAC E A . PRATT
) . A. K.\UCR V . D. SKll'PER
TH Ol\IAS ll. K ENNEDY \VAL.TER K . WAGNER

Los m étodos estadísticos proporcio1w11 una herramienta valiosa para la inter-


pretación de resultados de ensayes de resistencia; la información que proporcio-
nan también es valiosa para refinar los criterios de diseño y las especificaciones. El
informe discute brevemente las numerosas variaciones .q ue ocurren en la resisten-
ciá del concreto y presenta m étodos estadísticos que son útiles para interpretar
estas variaciones. Se presentan criterios quu pueden usarse para establecer espe-
cificaciones y mantener la uniformidad requerida. En un apéndice se presenta
una versión sim¡1lificada de los procedimientos de control estadístico del concreto .

La función principal ele los ensayes ele compresión de concreto en


el ca mpo es asegurar la producción de concreto uniforme y ele la re-
sistencia v calidad deseadas. Como el concreto es una masa endure-
cida ele 1{1ateriales heterogéneos está sujeto a la influencia ele nume-
rosas variables. Las cara.cterísticas ele cada uno ele los ingredientes
del concreto pueden producir variaciones gue dependen de su uni-
formidacl. Las variaciones también pueden deberse a las prácticas
utilizadas en el proporcionamiento, m ezclado, trans porte, colocación
y curado. Ad emás ele las variaciones que existen en el concreto mis-
m o, también se introducen variaciones ele resistencia durante la fa-
bricación, ensaye y cuidado ele Jos especímenes ele ensaye. Las va-
riacion es en la resistencia del concreto deben aceptarse; pero puede
procluc:irse un con creto ele la calidad adecuada si se mantiene un con-
'

1
f,
J (J6 1<,;AS IJE CAMPO

¡.
trol correcto, si se i11tcrprcta11 aclecuaclamcntc los resultados ele en-

! saye, y si se consideran las limitaciones.


l·:I control adccnaclo se alcanza mediante el uso ele nwtcrialcs satis-
factorios, mezclados clcbiclamentc para lograr un concreto económico
ele la calidad clcscacla, y si se siguen prácticas correctas en el trans-
porte, colocacic'm, curado y protección del co;1crcto fresco . Aunque
Lis v;1ri;1blcs complejas que intervienen en el concreto evitan alcan-
zar una unifonniclacl completa, un<l variación excesi\'a en la resisten-
cia del concreto significa un control inadecuado. Si se mejora el
control, se puede reducir el costo del concreto, ya que la resistencia
promedio puede ajustarse en forma m;Ís precisa a los requisitos ele
las especificaciones.
La resistencia a la compresión no es necesariamente el factor m<1s
crítico al cliseíiar mezclas ele concreto, ya c¡ue otros factores tales
como b clurabiliclacl, pueden fijar relaciones agua-cemento menores
que las que se rec¡uicre11 para alcanzar los requisitos ele resistencia.
En tales casos, la resistencia necesariamente será mayor .cJe lo c¡ue se
requiere por cliseíio estructural. Sin embargo, los ensayes ele resis-
tencia también son valiosos en tales circunstancias, ya que co11 los
proporcionamicntos fijados, las variaciones ele resistencia indican va-
riaciones en otras propiedades.
Los especímenes ele ensaye indican la resistencia potencial ele una
estructura m<lS que su resistencia real; una mano ele obra deficiente
al colocar y curar el concreto puede producir reducciones en la resis-
. tencia c¡ue no se reflejan en los ensayes. Siempre c¡ue sea práctico
las conclusiones sobre la resistencia del concreto deben derivarse ele
un conjunto ele ensayes a partir del cual se puede estimar en forma
m;1s precisa las características y uniformidad del concreto. Si se con-
fía demasiado en los resultados ele unos cuan tos ensa\'es, las conclu-
siones c¡ue se alcancen pueden ser erróneas. ·
Los métodos estadísticos no se han usado mucho en el cliseíio y
comtrucción ele estructuras ele concreto, excepto por algunas organi-
zaciones graneles. Estos métodos proporcionan una herramienta muy
l'aliosa para interpretar los resultados ele los ensayes ele resistencia y
tal información es también valiosa para refinar los criterios ele clisefio
v las especificaciones. En este informe se discuten brevemente las
\'ariacioncs c¡ue ocurren en la resistencia del concreto, se presentan
h -

AND'.0 \ ()/

métodos estadísticos que son útiles para interpretar estas variaciones,


y se ofrecen criterios que pueden usarse para establecer especificacio·
nes y para man tener la unifonn id ad requerida. Aunque este in forme
se refiere a ensayes ele compresión, los métodos estadísticos presen-
tados pueden aplicarse también a ensayes de flexión y otros ensayes
de concreto.

VARli\CTONI•:S li'.N LA RESISTENCIA


La magnitud ele las variaciones en la resistencia ele especímenes
ele co1H:rcto_depende cid control. e¡ ue se lleva sobre los materiales, la
fabricacic'm clcl concreto y Jos ensayes. Las diferencias en resisten-
cias pueden deberse a dos causas fundamentales diferentes, como se
muestra en la Tabla 1:

'l'ABI.A J .-PlUNC!PALES CAUSAS DE VAHIACIONES DE RESISTENCIA

Voiriadorn.:~i t:JJ los prncedi-


rnicutos ele cnsa~·c.:

Variaciones en la relación agua-cemento de- Proceclimicntos de muestreo


bidas a: inconsistentes.
Control deficiente en la dé>sificación del
agua. Técnicas ele fabricación no
Variaciones excesivas en la humedad de uniformes:
los agregados. Compactación variable.
Mancjo excesivo de las
Variaciones en el consumo de agua debidas a: muestras.
Variaciones en la granulonH;tría de agre- Cnicla<lo deficiente de
gados. los especímenes frescos.
Falta ~li.: uniformidad en los materiales.

Variaciones en ·las ca racterísticas y proporcio- Deficiencias en el curado:


nes ele los com pone11 tes: Variación de la tempe-
,\grc.:gaclos ra tma.
Cemento Variación de la hume·
Puzolana dad.
1\clitivos
Procedimientos ele ensavc 111·
v~riacionespor efecto ele transporte, coloca· aclecuaclos:
ciún y comp:1ctaciún. Cabeceo incorrecto ele
los cspccí111ene>.
Variaciones rn la temperatura· y en el cmado. Ensaye deficiente.
llili ( .'ICAS DE CA'11'0
f
(a) diferencias en las propiedades ele la mezcla del concreto cuando
estas propiedades influyan en el valor de la resistencia, y ( b) dife-
rencia aparente en la resistencia debida a discrepancias en los ensayes.

I'ro/Jiedades del concreto


Se ha establecido que la resistencia del concreto depende mucho
dc la relación agua-cemento. El primer criterio para producir con-
creto ele resistencia aclecuacla es, por consiguiente, conservar una re-
lación uniforme agua-cemento. Ya que la cantidad ele cemento
¡;ucde medirse con precisión, el problema ele mantener una relación
uniforme agua-cemento es principalmente un problema ele controlar
el contenido de agua. Este problema se complica porque los agre-
gados tienen una humedad libre variable.
El concreto no puede ser más uniforme c¡ue los agregados, el ce-
mento y los aclitiv'Js empleados. Cada uno ele estos ingredientes
contribuye a las variaciones en la resistencia del concreto. Para una
consistencia ciada, la temperatura del concreto influye en la relación
;~gua-cemento y, por consiguiente, contribuye a variaciones en hl re-
sistencia. Los métodos de construcción pueden causar también va-
riaciones en la resistencia. Un mezclado inadecuado, una compac-
tación pobre, retrasos e interrupciones en la colocación, un curado
impropio, etc., originan variaciones considerables de la resistrncia.
El empleo ele aditivos presenta problemas adicionales para man-
tener la uniformidad en la resistencia, ya que cada aditivo agrega
una nueva variable al concreto. Se deberá controlar el empleo ele
acclcrantes, retarelantes, puzolanas y agentes inelusores ele aire y
debed considerarse su influencia en la resistenci;i del concreto.

J\1étodos de ensaye
Los ensayes ele concreto pueden o no incluir todas las variaciones
de la resistencia del concreto colocado dependiendo ele las variables
que se introduzcan después ele la elaboración ele los especímenes ele
ensaye. Por otro lado, las discrepancias en el muestreo, la fabrica-
ción, el curado y el ensaye ele especímenes pueden indicar variaciones
en la resistencia que en realidad no existen en el concreto colocado.
Cuando las variaciones debidas a estas discrepancias son excesivas, es
ANEXO )ú l)

necesario aplicar al proyecto un factor ele seguridad cxcesivamenk


grande. Los m étodos ele ensaye correctos reducen estas variaciones
y por cons iguiente deben establecerse procedimientos estándar de
ensaye, tales co mo los descritos en las normas AS'l'M . Estos procc-
climi entos deben seguirse estrictamente.
Es cviclcnte la importancia que tiene el emplea r equipo ele labora-
torio adecuado, pues ele éste dependerá la precisión ele los ensayes.
Los resultados uniformes de ensaye no son necesariamente resultados
de ensayes precisos. E l equipo y los procedimientos el e laboratorio
deberán ser calibrados y verificados con periodicidad.

ANALISIS DE LOS RESULTADOS DE R ES ISTENCIA


Para obtener la máxima información, deberán hacerse ensaves el e
compresión en un número suficiente para representar al c0;1creto
proeluciclo, >. deberán emplearse los métodos estadísticos apropiados
para interpretar los rcsul ta dos. Los m étodos estadísticos proporcio-
nan la m ejor base para deducir ele tales res ultados, la calidad y re-
sistencia poten ciales del concreto en una estructura y para expresar
los resultados en la forma más útil.

Funciones estadísticas
Puede su ponerse que las resistencias ele especímenes ele ensaye
ele concreto en proyectos controlados caen dentro de la curva ele dis-
trilmción ele frecuen cias que se ilustra en la Fig. l. Para es tudios
estadísticos m <Ís completos, pued e ser conveniente determinar la for-
ma real ele la curva. Cuando hay un buen control, los valores ele la
resistencia scr;Í n cercanos al valor promedio, y la curva sed alta ~'
cerrada . Si au mentan las variaciones en la resistencia, los valores se
dispersan y la curva se vuelve ba ja y abierta, Fig. 2. Existen ciertas
funcion es el e la curva ele frecu encia normal que son útiles para eva-
luar los elatos el e resistencia:

Promedio, X.-Resistencia promedio ele todos los cilindros.

x = xl + X2 + x3+ ... + x" ( 1)


n
r 110 I'( .;A s DE CH! PO

J)onclc X1, X", X,, .. . X" son los rcsultaclos ele resistencia ele cspccí-
111cncs iucliviclualcs ,. n es el número total el e especímcucs ensayaclos.

x
1
15

95 . 45 %

....,.. r------20---- --..+---- - - 2 0 - - - - - +i


1 1 1

.....
o
1 ~--cr--~!~a---~ 1
e: 1 1 1 1 1
10 1
1 1 1 1
..., 1 1 o 1 a-. 32.3 1
1 1 V• 13.2%1
.
o

º'º'
~

E 1 1
':::>
e:
5 º' o
o
o
o
o o
1 1
1
1
1
o o o o 1
o
o
o
o
o
o
o
o º'
168 182 196 210 224 238 252 266 280 294 308 322
resistencia a la compresión, kg/cm 2

Fig. l. Distribución uonnal ele frecuencia ele 46 ensayes ck resistencia .

De0viació11. estándar, a.-La m eclicla n1<1s usual ele dispersión es la


raíz cuadrada del promcclio ele la suma ele los cuadrados ele las clcs-
viacioncs ele las resistencias respecto a la resistencia promedio. Ha-
cic11clo referencia :1 la Fig. 1, la elesviacil'm estándar es el radio ele
giro respecto al centro cid <Í rca comprcnclicla bajo la curv:1 teórica
ele probabilidad. La desviaci ón cstfoclar se cncncutra obtcnicnclo la
r;1 íz cuadrada cid promedio ele los cuadrados el e las desviaciones ele
la s resi stencias incliviclualcs respecto a la resistencia pro111cclio . ':'

' :\lg1111os te xtos sobre estadística definen o co mo la desviación es tándar del


1111i1u 'o ( númc.:ro infinito de ensayes) y s co mo la desviación c.: :;tánd ar ele una
11111L"tra . Para ca lcular .1· en lugar ele a se sustituye 11 por (11 - 1 ) ele la Ec. 2.
Esta pr;íctica 11 0 sc sig11iú en el manual del Comité ASTl\.f E -11 sobre Control
de C iliclacl ele l\L1tcriales (AS'J'M Spccial 'J'cchnical 1'11hlicatiou N'.> 15-C) y es
...
-1
rAr.óEXO 111

20
.,
..
,...
e.,

.
e 15

..
..,
~
..
e
u
10

....
...o

140 168 196 224 252


resistencia a la compreslÓn, kg/cm 2

Vig. 2. C111Yas uorrnalcs de frecurncia para coeficientes de variación


de 10, 15 y 20 por ci<:uto.
Rcsis tcucia prrnuedio rccp1crida f . ,., basad<! Cll !lila probabilidad de uno Cll diez
de que 1111 eusaye caiga debajo de la resistencia especificada f' , de 210 kg!cm".

0 = ~(X, - X)"+ (X" - X)"+ .. . +


- ·- -- - - -- - -- - - - - - --
(X 11 - X)"
(2)
)]

signif ic1ti\'a Ú11ic;1uH.:ute cuaudo el 111'1111cro de 11111estras es peq11eiio (111enu r que


'lO ). Ce11erali 11 e11te, el coutrol ele la uuifonnidad del coucn:to implica 1111
uÚ1lll:ro gra11dc de 11111estra s obtcuid.as dmantt: cierto periodo de tic111po y la dift:-
rcu cia entre los dos rn t'.· todos es despreciable . Por otro lado, el nú111cro de rn11t.:s-
tras es nor111alim:ntl' pcquciío (dos o tres cmayes ) al calcular la des1·iacic'J11 csl'ií11-
dar del cmavc o 1. La Ec. 5 es útil en este caso, y<1 que el factor 1/ de v un
valor co11fiahlc de A producc11 una csl"ima ciún 1·erdackra o insesgada de o, di s-
tinta de la qu e se obticuc a partir de los v.alores observados segú u las Ecs . 2, 3
y 7. Lus 1·alores ck la Tabla 2 se cst:1blcciero11 a partir de u11 11ÚrncTo gra ud e
de ensayes bas:í ndosc en las fórmulas prcsc11t<1 das.
\ J2 ( . TICAS DE CAMPO

Para facilidad ele dlculo, cuando se utiliza una calculadora mecá-


nica, la desviación estándar puede obtenerse dividiendo la suma ele
los cuaclraclos ele las resistencias individuales entre el número de ci-
lindros, res tando a este cociente el cuadrado de la resistencia prome-
dio, y extrayendo la raíz cuadrada del total;

o= ~/X," + X/ _+X/+ ... +Xn" -X" ( 3)


" . n
o, arreglando los términos para que el clenominaclor quede fuera del
r;1cli cal:

1 - - - --- - - - - - --- · ----~-


o -- - - 'Y/ J1 (X"+X"
l ~ + XLL
X l • • • +X")
11 - (X 1 -+- X:! + X + :¡ • • • +X)
Il 2
L
11

( 3a)
Coeficiente ele variación, V.-La desviación estándar expresada
como porcentaje ele la resistencia promedio se denomin a coeficiente
ele variación

(J

V=-X 100 (4)


X

Esta función permite expresar el grado ele dispersión como porcen-


taje y no como valor absoluto. La Tabla 2 muestra los coeficientes
ele variación que pueden esperarse en proyectos controlados. Los
valores es tún basados en experiencias obtenidas ele un gran número
ele proyectos y se presentan como una guía general para la cval1.1;1-
ción del control del concreto.

TABLA 2. - NORJ\íAS PARA EL CONTROL DE CONCRETO

Coeficiente de variación para diferentes grados de control


Clase d~ operación
Excelente Bueno Regular Malo

\'aria cioncs globales:


Construcción general Inferior a 10.0 1O.O a 15.0 15.0 a 20 .0 Superior a 20.0
Control dt laboratorio Inferior a 5.0 5.0 a 7.0 7.0 a 10.0 Superior a 10 .0
ANEXO 113

TABLA 2 (Co ntinuación)


Variaciones en los ensayes:
Control de cam po Inferi or a 4.0 4 .0 a 5.0 5.0 a 6.0 Superior a 6 .0
Control d e laboratorio Inferior a 3.0 3.0 a 4.0 -t .0 a 5 .O Superior a 5.0

NOTA: Es tas 11 ormas rep resentan el promedio d e cilindros de 28 días de edad


calcu lad o a partir de un número grand e de ensayes. Pueden esperarse valores
diferentes para concretos especiales.

Intervalo, R-El intervalo se encuentra restando la resistencia


m ás baja en cualquier grupo ele ensayes d e la resistencia m~1s alta. El
intervalo es útil para calcular la desviación estándar en c1 ensaye
como se discute en la siguiente secci ón .

Variacioncs en las revolturas


Corno se mencionó anteriormente, las variaciones en los resulta-
dos ele ensayes de res istencia pt;eden deberse a dos ca usas diferentes :
(a) propi eela dcs ele la mezcla ele concreto, y (b) discrepancias en
los m étoclos ele ensaye. Es posible por un análisis el e variancia calcu-
lar las variaciones debidas a cada un a de las causas.
Variaciones en los ensayes.-Las variaciones en la resisten cia del
concreto, dentro ele una revoltnra, se encu entran determinando las
variaciones el e nn grupo ele cilindros fabricaelos ele esa misma revol-
tura. Es conven iente supon er que una mu estra el e concreto es uni-
forme y, que por lo tan to, cuak1uier va riaci ón entre especímenes
cornpaiicros fa bricaclos el e dicha muestra se debe a discrepan cia s en
la fohricacic'm, en el curado o c11 el ensaye. Lis muestr:1 s tomadas
ele diferentes partes ele una revoltura pueden incluir variaciones de-
bidas a la ineficiencia ele las mcz.cladoras. Los especímenes compa-
i'ícros fabricados ele muestras tomadas ele diversas partes ele la rcvol-
tura pueden usarse, por lo tanto, para diferen ciar¡ entre la eficiencia
ele la rnczclaclora y la eficiencia clcl en saye. U na sola revoltura ele
concreto no p ro porciona informaci ón suficiente para el análisis esta-
dístico, por lo que se recomien da fabricar y ensayar cilindros compa-
i'í eros de por lo m enos diez muestras tomadas ele diferentes revolturas,
para poder cst:1bkcer valores confiables ele jt La desviación estúnclar
y c1 coeficiente el e variación en los ensa yes se calculan como sigue:
J J-t l'H AC'J'IC.\S D I ·: CA :\11'0

1 -
0 1 =-R l' 5)
d2
l)l
V, = -- X 100 . (6)
:X
donde::

cr, dew iac:i ú11 es támlar en los ensa yes.

constante que depende del número ele cilindros de cada grupo (Tabla 3 ) .
el ~
T¡__ = inten·alo promedio ck los grupos ele cilindros comFa ií cros.
V, = cocficié.:11tc ele 1·ariación rn los ensayes.
·x resi ste n c ia pro111 cdio.

TABLA 3.-FACTORES PARA CALCULAR LA DESVIACIÓN


l·Sl';\NDAR EN LOS ENSAYES ''

Nú:11cro ck cspccí11H..:lll'S l / <l,

2 1.128 0.8865
J .693 0.5907
4 2.059 0.4857
5 2.326 0.4299
6 2.534 0.3946
7 2.704 0.3698
8 2.847 0.35 12
9 2.970 O. 3367
10 3.078 O. 3249
------------------ -~~ -

Di:,tribución acumulativa
Si se aplica al concreto b teoría del "cslal)én más d ébil", el nú-
mero ele eusaycs que da resistcucias menores que la deseada es más
importante para ealcubr b cap<~ciclad ele carga de las estructuras ele

• De la Tabla ll2 , "l\fanual ele Control ele Calidad de Materiales", ASTM


Spccial Tcchnical Puhlication N0 15 C.
ANEXO 11)

concreto que la resistencia promcc1io obtenida. Sin embargo, 110 es


¡mictico especificar una resistencia mínima para el concreto, puesto
que la ley normal ele probabilidades indica que cabe esperar que un
cnsa ye ele cada seis resulte con una resistencia menor que la resis-
tcn<.:i<l promcelio (X) menos la clcsviación cstánelar (o), uno ele cada
4-t menor que la resistencia pro111cclio menos 20, y uno ele cada 7-t 1
menor que la rcsistencü promedio menos 30.
La curva ele clistribuci<'>n acunrnbtiva se obtiene acumulando el
número ele e nsayes que clan resultados interiores a una resistencia
dacia . La Fig. 3 muestra un grupo ele curvas el e distribución acumu-
lativas cxprc:><1elas en porcenta je y trazadas como líneas rectas en la
escala ele proh1biliclacl. Esta carta p ermite obtener elatos sobre la pro-
bahiliclacl ;1 c umulativ~1 cuando se conocen los coeficientes ele va-
riación.

Cartas ele cuntrol de calidad


Las cartas ele control ele calidad se han usado en las industrias ele
fabri cació n durante muchos afios como una ayuda para lograr uni-
forn1ichd \. cficicnci;1 en la producción. Se han cstahlcciclo métodos
bien clcfiniclos para hacer estas .cartas, los cuales se describen en el
'º i'vL111ual ele C o11trol ele Calielacl de Materiales" ele la ASTM. Ba-
sú mlosc en la tendencia ele resultados anteriores y en los límites es-
tablecidos, h1s nuevas tenden cias resultan evidentes al pasar los nuevos
resultados a la s cartas. Los puntos que caen fuera ele los límites
calculados indican que algo ha afectado al control del proceso. Es-
tas cartas se recomiendan siempre que el concreto se produzca en
forma continua el man te periodos ele tiempo considera bles.
En la Fig. -t se ilustran tres cartas simplificadas preparadas espc-
cífic:1mcntc para control del concreto. (Como se sefiala en el ejem-
plo 4, poíg. 133, este no es particularmente un buen control. ) Aunque
estas cartas no contienen todos los aspectos ele las cartas formales
de con trol res uI tan útiles para el ingeniero, are¡ uitccto y supcrin tcn-
clcn tc de la planta.
La F ig . -t muestra las cartas a, b y e para 46 ensayes. Para que
estas cartas sean completamente efectivas deben seguirse durante
tocl a l:i obra.
] J6
r
l'RA~d C AS DE CAMPO

~ e-----+---+-[---?'f-------,~--/-,frrr/-7'71·-tT-r-r-r-t.·"f"-t-t-r-r­
c:
8O
o
'-
º
'(() 1

igºtº
'- ':>
g_ 9 5 ! __ _ +-+-.;,.L-++~-/--/--11--f--f--Y--f-+--Y---t--/

60 70 80 90 100
por ciento del promedio
Fig. 3. Curvas de distribución acumulativa para diferentes coeficientes
de variación.

CRITERIOS
I\e¡¡Ístencia
La rcsistcnC'Ía ele especímenes de concreto y la capacidad de carga
r ANEXO 117

"'E cartas para ensayes Individuales


o
de resistencia
~
~ 300

.......,
·.2 250

eo 200
(.) resistencia especificada,
~ 150 resistencia requerida • ___!f__
( 1- tvl
o
variable poro resistencia
·3
..
e
300 cada punto, resist. prome-
dio de 5 orupos de
ensayes
......
:;
U)
250

.... 21
2e
o>'-.
"
intervalo máximo promedio poro
~~ 7 poro
<=
o 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40 44 48
,
numero de muestras

J.'ig. -f. Cartas de control de calidad para concreto .

.a) Carta en la cual los resultados de todos los cnsayes de resistencia se llevan
a la gráfi ca confonne se van recibiendo. La línea de la resistencia promedio re-
querida se cst.ablccc como se indica en la sección de criterios y la resistencia de
proyecto especificada indica el número de resultados bajos.
b) Promedio de resistencia a la compresión variable, en la cual se llevan a
la gráfica c::l promedio de los cinco grupos a nteriores de dos cilindros compaik·
ros para cada db o tipo; en este caso la resistencia especificada es el límite
inferior. Esta carta es útil, ya que indica tendencias y muestra la influencia de
cambios ck estación , cambios de mate riales, etc. El número de cnsaves prome-
diados para cada punto, con un límite inferior apropiado (Tabla 5) , puede
\·ariarse para cada tra bajo.
e) Promedio de intervalo variable, en el cu.al el intervalo promedio de los
diez grupos anteriores de cilindros cornpaiícros se lkva a la gráfica para cada
día o tipo. El intervalo promedio máxim o permisible para un buen control de
laboratorio también se seiiala en la grá fica. El intervalo promedio máximo se
determina como se discute en la sección de criterios.
J J8
r
l'ltAl., 1C.\S DE C AMPO

de las estructuras ele concreto se han correlacionado m ediante ensa-


yes ele miembros estructurales de tamafio natural.
También se obtiene alguna indicación ele la resistencia estructu-
ral mediante el ensaye ele prototipos, ele corazones tomados ele la
estructura, y ele ensayes 110 destructivos. Sin embargo, estos ensayes
110 pueden llevarse a cabo con frecuencia y la resistencia ele los espe-
címenes ele control es normalmente la única evidencia tangible ele la
caliclacl del concreto en una estrnctura. Los resultados ele resistencia
a la compresión son por lo tanto importantes para establecer crite-
rios; sin cm bargo, eleben considerarse sus limitaciones. Resulta peli-
groso darle mucho peso a .elatos inaclccuaclos ele resistencia porque
puede haber una diferencia muy grande entre la resistencia ele los
espccímc:11cs ele ensaye y la capacidad ele carga ele una estructura .
También es un error concluir que la resistencia ele una estructura
está en peligro cuando un solo ensaye no cumple los requisitos de
resistencia especificados. Como se indicó previamente, son inevita-
bles las variaciones casuales y las fallas ocasionales en el cumpli-
miento ele los requisitos de resistencia . Los requisitos de resistencia
inflexibles no son realistas, y tanto la formulación ele especificacio-
nes corno la interpretación ele los resultados deben basarse en la
trayectoria ele los resultados más que en los resultados individuales
ele resistencia. Es por esta razón que los conceptos estadísticos tie-
nen tanto valor potencial en el control ele concreto.
Lis consecuencias de una zona localizada ele concreto ele baja re-
sistencia en una estructura depende ele muchos factores; se incluyen
en éstos la probabilidad ele una sobrecarga a edades tempranas, la
localizaci(m y la magnitud ele Ja . zona ele baja caliclacl en la unidad
estructural, el grado ele confianza que se tenga ele la resistencia a la
compresión durante el cliscíio, la causa inicial ele la resistencia baja
y las consecuencias económicas o ele otro tipo ele la folla estructural.
l ~s la opinión del Comité: 214 del ACI, que se logra un control ra-
zonable del concreto, en el caso ele concreto estructural, si la pro-
babilidad ele que la resistencia ele un ensaye sea inferior al valor d e
la rcsisrcncia ele proyecto, f..', no es mayor ele 0.1 O ( 1 en JO). E sta
tolcrancia para valores bajos en los result<Jdos ele los ensayes no im-
plica b aceptación clc fallas consecutivas en el JO por ciento ele la
c>lTuctur:1, sino que debe interpretarse con:o un control continuo
lll:'1s que corno uu porcentaje global. Se permiten ma vores prohabi-
r, 119

probobilidod de uno
resistencia menor que 1.50
lo especificada

1.40

..,. - -
"O ....
o u 1 .-u
L:

r ......
:::>

o
"O
1 o
1.30 o o
1
¡ .."
e
!::
o
Q)
-;¡;
.
.,.... "'
·¡¡;
o.

1. 20 . .
'O
ü
o
e
e -;¡;
L ·o
ü
.,.
..... ....
o
o
1.10

L-J'--'---l'--'---l'--''--'---l----'----'----'----'----'----'----'-'---'-'-----'----'--'----'----'----'----'~1.00
o 5 10 15 20 25
coeficiente de variación, por ciento
Jiig . 'i. Rcla ciú n d e res iste ncia promedio requerida f.., a resistencia c:spccificacla
f' " par.a 'arios cocfici<:11tes de variació n y probahilida cks de <¡n e ca iga n
deba jo de la rcsistc:n ci:1 especificada.

Es ta carta se basa en la distribu ción el e variació n 11ormal mientras que la Ec. (7)
se basa rn Ja d istribución t ele Stuclent. Para un número pcqueiio d e ensayes la
F e. (7) da va lo res nüs altos , por consigui en te se obt irncn va lores de fe,
m ás conservad ores.

helad es ck resistencias ha jas en otras clases ele co ncreto (véase la


Tabla 5). Sin embargo, el cri terio final adoptado obviamente debe-
rá fijarlo el cli seiiaclor basado en su conocimiento de las. condiciones
que tienen moyor probabilidad ele ocurrir durante la construcción.
Para satisface r estos requisitos, la resistencia promedio del co n-
creto serú ohvi·nncnt e mayor que la resistencia de proyecto, f/, depen-
diendo ele b uniformidad esperada en la proelu cción elcl concreto y
120 I', AS DE CAMl'O
F
del porcentaje que se permite de resultados ele ensayes inferiores a la
resistencia de proyecto. La resistencia promedio requerida, fer, pue-
de obtenerse haciendo uso ele las curvas ele la Fig. 5, o . bien calcu-
l:use como sigue :
f'c
fcr=---- (7) ,,
(1 - tV)
<lo11dc:
f" = resistencia promedio requerida.
f' e = resistencia de proyecto especificada.
t constante que depende de la proporción de resultados inferiores a fe' v
del número de muestras empleadas para calcular el coeficiente de variá·
ción V. (Véase la Tabla 4 .)
V coeficiente de variación expresado como fracción.

TABLA 4.- VALORES DE t *

Porcentaje de ensayes qnc caen dentro de los lím ites X ± t a


Número
de !llUCS- 50 60 70 80 90 95 98 99
tras n1e-
nos ¡ ..
Probabilidades de caer debajo del límite inferior
', , 2.5 en JO 2 en 10 1.5 en 10 1 en !O 1 en 20 1 en 40 1 en 100 1 en 200

1 1.000 1.376 1.963 3.078 6.314 12.706 31.82 l 63.657


2 0.816 1.061 1.386 l ,886 2.920 4.303 6.965 9.925
3 0.765 0.978 1.2 50 1.638 2.353 3.182 4.541 5.841
4 0.741 0.941 1.190 1.533 2.132 2.776 3.747 4.604
5 0.727 0.920 1.156 1.-+ 76 2.015 2.571 3.365 4.032
6 0.718 0.906 1.134 1.440 1.94 3 2.447 3.143 3.707
7 0.711 0.896 1.119 1.415 1.895 2.365 2.998 3.499
8 0.706 0.889 1.108 1.397 1.860 2.306 2.896 3. 355
9 0.703 0.883 1.100 1.383 1.833 2.262 2.821 3.250
10 0.700 0.879 1.093 1.372 1.812 2.228 2.764 3.169
15 0.691 0.866 1.074 1.341 1.753 2.131 2.602 2.947
20 0.687 0.860 1.064 l.325 1.72 5 2.086 2.528 2.845
r
_) 0.684 0.8 56 l .05 8 1.316 1.708 2.060 2.48 5 2.787
30 0.683 0.854 1.055 l.310 1.697 2.042 2.457 2.750
CJJ 0.674 0.842 1.036 1.2 82 .1.645 1.960 2.326 2.576
- -··-----
• Los 1·alores de t se t01naron de la tabla original debida a Fisher y Yates "S tati stical
Tables for J!iol ogical Agriculture and Medica] Rcsearch" . ·
• • Grados ele libertad.
-
• J<I mútlulo de ruptura promedio requerido para vigas pu ede obtenerse usan-
do la Ec. 7 si se sustituye el módulo dl'. mptura especificado (lV!RE ) en lugar
de f/ y se 11S:1 un codicicntc de variaciún apropiado para los cma\'cs de fl exión.
-- ·---,
ANEXO J2J l¡
Otros valores de t para n

Porcrntajc dentro de
Probabilidades de caer
X± ta debajo del límite inferior
- - - - - - -- - - -
40 3 en 10 0.524
68.27 en 6.3 1.000
95 .45 en 44 2.000
99.7 3 en 741 3.000
- ---------- ------- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- --
Los va lores de t . au1nentan para muestras pcqueüas debido a la desconfianza en pc-
quc1ios nú111~ros de muestras para establecer un a csti1nación confiable de a. La ventaja
de estabkccr V co n la Ec. (7) a partir de un número grande de ensayes se hace aparente
en la red ncc íón de t y fª .

La Tabla -+ indica un valor par.a t ele 1.282 para una probabilidad


de que l ensaye ele cada 10 dé un resultado bajo, y la Tabla 2 indica
que para un buen control en el campo el coeficiente de variación
no debe ser mayor ele 15 por cien to . En este caso fer es igual a
1.24 f/ y para una resistencia ele cliseüo estructural ele 200 kg/ c111 2 la
mezcla debe clisei'iarse para que tenga una resistencia promedio ele
248 kg/ cm 2 • Este valor ele fer puede reducirse con un mejor control
y debe incrementarse si el control es más deficiente, como se ilustra
en la Fig. 2. Cuando una revoltura ele concreto de baja resistencia
110 sea tau crítica y pueda aceptarse que dos cilindros de ensaye ele
cada diez den resultados bajos, t es igual a 0.842 y fer = l.14 fe' con
lo cu;:il se obtiene una resistencia de 228 kg/ cm 2 cuando la resisten·
cía de proyecto es ele 200 kg/ cm 2 y el coeficiente ele variación es ele
15 por ciento .

Pruebas y especímenes requeridos

Parn una obra en particular, debe hacerse un número suficiente


ele ensayes para representar en forma precisa al concreto. Los ensa-
) 22
r
l'RACJ'IC ,\S DE CAl\IPO

l'CS pncclcn basarse en el tiempo transcurrido o en c1 volumen de


concreto colocado; las condiciones ele cada obra cleterminar{m el nú-
IllCfO m;ís ¡míctico ele ensayes necesarios . Un ensaye se define como
b resistencia promedio ele todos los especímenes ele b misma edad
fabricados ele una muestra tomada ele una sola revoltura ele conoreto.
1 Proyecto centralizado.-Un proyecto centralizado, en el cual todas
bs operaciones ele concreto son supervisadas por un ingeniero, pro-
porciona una excelente oportunidad para un control adcrnado y pue-
den lograrse estimaciones de confian za con un mínimo de ensayes.
Después de que las operaciones estén progresando adecuadamente, es
suficiente tomar muestras cada día o por cada tipo, según el volu-
men ele concreto producido, para obtener datos representativos ele
tocias las estructuras. Con un control adecuado de todas las opera-
ciones, no es necesario ensayar el concreto en el sitio ele colocación,
a menos que existan problemas poco comunes. En general, es
aconsejable hacer uú número suficiente de ensayes de tal forma que
cada tipo diferente ele concreto colocado durante cada día esté repre-
sentado por lo menos por dos .cilindros estándar de 15 por 30 cm
para ensayarse a 28 días. Los especímenes aislados tomados de re-
volturas diferentes proporcionarán información más confiable res-
pecto a variaciones globales, pero es normalmente deseable fabricar
especímenes compañeros ele la misma muestra para obtener además
un control ele las variaciones en los ensayes.
Productor.- El número ele ensayes de control requerido para eva-
luar aclccuaclamentc las operaciones ele una planta ele mezclado ele
concreto es similar al rcquerido en . un proyecto centralizado, ya que
las operaciones y procedimientos son uniformes aunque el concreto
puede destinarse a muchas estructuras diferentes. ·Los problemas
cnco11traclos y el grado ele control que se desee influirán en el núme-
ro ele ensayes para una planta ele mezclado clacla, pero si las opern-
cioncs progresan uniformemente puede obtenerse una información
confiable sobre la operación global ele la planta durante un p eriodo
dado con un cilindro ele 28 días por cada día ele trabajo y para cada
hpo diferente ele concreto. Si se desea información relati va a la pre-
cisi(m ele los cnsavcs, se:-<Í necesario hacer especímenes compaiicros
para di fe renciar las variaciones clehiclas a los métodos ele ensa ye ele
las variaciones en Li pl a nta .
(
A!\ c..\.Ü l 2)

Consumiclor.- El consumidor o propietario, generalmente reprc-


sc11tado por u11 arquitecto o ingeniero, tiene un interés m<Ís que aca-
clónico en h resistencia del concreto, ya que la seguridad y capaci-
dad de carga de la estructura puede disminuir por un coutrol pobre
y por revolturas ele concreto de baja resistencia. Si todas las opera-
ciones estún controladas por un ingeniero, el problema se simplifica
como se indicó en el caso ele un proyecto centralizado. La práctica
popular ele co!llprar co ncreto ele un productor y contratar el ensaye
en forma separada complica el ensaye y control del concreto.
1':1 consumidor no está interesado solamente en el concreto tal
como sale ele la planta, sino que está interesado en tocias las opera-
cion es hasta que el concreto esté colocado en la estructura y esté cu-
rado adecuadamente. Aclcmús de los ensayes de control de la planta
ele mezclado; el ingeniero o arquitecto puede exigir ensayes de com-
portamiento para asegurarse ele que se alcanzan las propiedades de-
seadas del concreto. Los especímenes para ensayes ele comportamien-
to deben tomarse durante la colocación, y deben hacerse especímenes
compaíicros para lograr mayor precisión y para establecer responsa-
bilicbclcs por variaciones entre e1 productor y el laboratorio ele ensa-
ye. E l contratista también puede contribuir a variaciones por utilizar
prcíctieas inadecuadas ele construcción; por cons iguiente, la correla-
ción entre los ensayes de control en especímenes tomados en la
planta del productor y los ensayes ele comportamiento en especíme-
nes tomados rn el punto ele co1ocación ayudarán para establecer res-
ponsabiliclacks.
El número ele especímenes requerido por el ingeniero o arquitecto
debe basarse en normas establecidas, pero puede reducirse si se ha
establecido la confiabilidad del productor, del laboratorio y ele] con-
tratista.
Laboratorio de ensaye.-El laboratorio ele ensaye tiene la rcspon -
sabiliclacl ele efectuar ensayes precisos; el concreto estará afect<1clo de
un factor ele scguriclacl innecesariamente elevado si 1os ensayes mues-
tran variaciones mayores que aquellas que realmente existen en la
obra. Puesto c¡ue el intervalo entre especímenes compañeros ele
b misma mu es tra es respons<1bilidad directa del laboratorio ele en sa-
yes, deberán mantenerse cartas ele control para intervalos, F ig. -t,
durante toda la obra, corno una vcrific:1cic'm ck la uniformicbcl ele
(
J 1f l'X.\ , .• <.:AS DE CAMPO

sus operaciones. El intervalo admisible entre cilindros compaücros


depende del número de especímenes en el grupo y de la variación
en los ensaves. Esta relación se expresa corno sigue:

(8)

El coeficiente de variación en los ensaves, Vi, no ckberá ser mayor


del 5 por ciento para un buen control,"f'abla 2, y Ja estimación del
intervalo promedio correspondiente será:

R,,, = (0.05 X 1.128) f,,.,. = 0.05640 fcn para grupos ele dos cilindros
compaficros.
R,,. = (0.05 X l.693) (.,. = 0.08465 fe,., para grupos de tres cilindros
compaüeros.
R,,. es el intervalo promedio máximo en la c:.lfta ele control ( c) ele
la Fig. 4.

Tipo requerido de especímenes.-Un cilindro ele concreto repre-


sentativo ele 15 cm ele diámetro y 30 cm ele altura que haya siclo
curado en cámara húmeda durante 28 días, se reconoce generalmen-
te como el espécimen estándar para ensayes ele resistencia y unifor-
midad del concreto, si el agregado grueso no excede de 5 cm ele ta-
mafio nominal. Muchas veces, especialmente en las primeras etapas
ele una obra, se hace necesario estimar la resistencia del concreto
que se está produciendo antes de que estén disponibles los resulta-
dos ele resistencia a 28 días. En este caso, deberán fabricarse cilin-
clros de concreto ele la misma revoltura y ensayarse a 7 días de edad
o edades menores si se desea. La resistencia a los 28 días puede
estimarse extrapolando los elatos ele los ensayes a edades menores.
La resistencia ele los concretos a edades mayores ele 28 días, par-
ticularmente cuando se emplean puzolanas o cementos ele resistencia
lenta, es más rea1ista que la resistencia estándar a los 28 días. Algu-
nas estructuras no se cargarán hasta que el concreto haya siclo curado
por periodos mayores y puede sacarse ventaja de la resistencia adicio-
nal después ele los 28 días. Se ha encontrado que algunos concretos
;1lca nzan menos del 50 por ciento ele su resistencia última a los 28
ANEXO 125

días. Si el disei"io se basa en la resistencia a edades mús avanzadas, se


hace necesario correlacionar estas resistencias con las ele cilindros
estúmhr a los 28 días, ya que no es práctico usar especímenes con
edades mayores para el control del concreto. De ser posible la co-
rrelación clebcr;Í establecerse mediante ensayes de laboratorio antes
ele que comience la construcción. Si las plantas de mezclado están
locafo·.a das en nn mismo sitio durante periodos suficientemente lar-
gos, es aconseja ble establecer csra correlación para referencia poste-
rior aunque no se necesite inmediatamente la resistencia del con-
creto a edades mayores.
Se recomienda a veces el curado de los especímenes ele concreto
en el sirio ele la construcción y en las condiciones ele trabajo, ya que
es ·más representativo del curado ele la estructura; estos ensayes espe-
ciales no clebcr<Ín confundirse ni reemplazar a Jos ensayes estándar
de control. Los ensayes ele especímenes curados en la obra pueden
ser muy deseables y son necesarios para determinar el tiempo para
la remoción ele las cimbras especialmente en climas fríos. Son tam-
bién ele mucha utilidad cuando se requiere conocer la resistencia ele
miembros estructurales, tubos y bloques ele concreto curados con
vapor.
La resistencia potencial y la uniformidad .del concreto pueden es-
tablecerse mediante el ensaye a los 28 días de edad ele cilindros
estándar ele 15 por 30 cm fabricados y curados b::ijo condiciones es-
tándar. La resistencia de los especímenes de concreto fabricados o
curados bajo concliciones clifercntes ele las estándar proporciona in-
formación adicional, pero esta información cleber<1 ser analizada y re-
portada por separado.
Rechazo de especímenes dudosos.- No se recomienda rechazar
arbitrariamente los resultados ele ensayes que resultan "demasiado
alejados" c;lel promedio esperado, ya que la trayectoria normal ele
probabilidad establece la posibilidad de tales resultados. Al elimi-
nar arbitrariamente ciertos resultados de ensayes se clistorsionará se-
riamente Ja distribución ele resistencias, y el análisis de los resultados
será menos confiable.
Sucede ocasionalmente un valor de resistencia tomado de un gru·
po que se separa tanto del valor promedio que resulta muy impro-
J ~(> ( (;AS DE C.:A~tPO F
bable. 1~: 1 Comité recomienda que se descarte un espcc1men ele
rnsaye ele tres o más especímenes si su desviación ele la resistencia
promedio del ensaye es mayor que 3o y deberá ser aceptado con sos-
pechas si su desviación es mayor que 2a. Si se han observado varia-
ciones objetables durante la fabricación, el curado, o el ensaye de
un espécimen, éste deberá rechazarse. El promedio del ensaye deberá
calcularse con los especímene~ restantes.
El resultado ele un ensaye (promedio ele todos los especímenes ele
una muestra) no deberá rechazarse a menos que se sepa ctue los es-
pecímenes son defectuosos, ya que representa la mejor estimación
disponible ele una muestra. El rechazo ele los ensayes con valores
bajos nulificaría los límites ele resistencia ele las especificaciones que
se muestran en la T abla 5.

ESPEC1FICACIONES DE RESISTENCIA DEL CONCRETO

Basándose en las consideraciones anteriores, se presenta 1a Tabla 5


corno una guía para establecer especificaciones ele resistencia que
ayuden a llevar el control global y a obtener una protección aclecua-
cla contra periodos cortos ele concreto ele inferior calichicl. La tabla
indica el nivel ele resistencia por debajo del cual no debe haber nor-
malmente valores ele ensayes individuales o promedios ele diferentes
11Ílmcros ele ensayes. Los límites sugeridos en las columnas 4 y 5
están basados en la premisa de que el concreto se diseña para produ-
cir una resistencia promedio igual a tr. Los valores son teóricamente
correctos solamente para concreto con un coeficiente ele variación
ele 15 por ciento; la probabilidad ele que se violen cuando el concreto
cst<1 controlado adecuadamente es solamente ele 0.02 aproximada-
mente. Por consiguiente, si no se cumplen los límites establecidos
en la tabla, se tiene una indicación ele que la resistencia promedio no
es igual a t.,.. Esto puede d eb erse a una resistencia baja o a un con-
trol m ás pobre del necesario, o a ambas causas. No debe olvidarse
la posibilidad ele que los resultados bajos se deban a errores en el
muestreo o en el ensaye más que a una deficiencia en el concreto
111ismo. li'.n cualquier caso, debe tornarse una acción correctiva.
r·:\N EXO } ~:

'l'ABl .A ).-GUÍA l'ARA ESPECIFICACIONES DE HESISTENCIA DE CONCRETO


- -------- --- - - - - - - - -
Co11crcto c b .>c l : Concreto estructural por disciio plástico; f,.,. seleccionado ele tal rna-
nera que un ensaye de cada 1O caiga por d ebajo de f' ,.
C oncrclo clase 2: Coucrcto cstructnral clisciiado por esfuerzos de trabajo - pavimen-
tos, prt:!)LIS, obras dl' irrigación- ; fn sdcccionado de tal m~11H:ra que
dos ensayes ele cada 1O caigan por debajo de f' .. .

Probabilidad de que la resis- Resistencia promedio mínima


N ú111 cro de
c..: nsay(;s co n-
tencia promedio caiga por
debajo de f'" por ciento
probable si V =15 por ciento
secutivos po:
promcd i;trsc Concreto Concreto Con creto Concreto
clase 1 clase 2 clase 1 clase 2

1 10.0 20.0 0.86 f', 0.79 f',


2 3.5 l 1.7 0.97 f', 0.90 f',
1.3 7 .2 l.02 f', 0.94 f'c
4 0.5 4.6 1.05 L 0.97 f',
5 0.2 3.0 1.07 f'' 0.99 f',
6 0.1 2.0 1.08 f' e l.OQ f' e
- - - - ·- - - - - - - -- - - - -
~:x is tc
una prohabiliclad de 2 por ciento de qnc el pro1ncdio de los nú111cros d e ensayes
indirndo> caiga por debajo del nivel d e resisten cia representado po r los 1·alorcs t:1lmlaclos.

Lis columnas 2 y 3 muestran la probabilidad ele que el promedio


ele cualquier número dacio ele ensayes consecutivos no sea igual o
rn<1yor que f',, si el concreto se proporciona para obtener una resis-
ten cia promedio igual a f,.,.. Se ve que inerementanelo el número ele
ensayes que se promcclien, se incrementa b posibilidad ele exceder
f'"' ya que las \'ariaciones tienden a balancearse a rneclicla que se au-
menta el número ele ensayes en un grupo. Para propc'>sitos ele esta-
blecer sa11eio11es, es apropiado y lógico seleccionar el número ele
ensayes consecutivos que se promedien ele tal forma que el nivel
ele aceptación sea igual a f c- Un examen ele la tabla revela que este
número es ele tres para concreto clase 1 o ele seis para concreto cla-
se 2. En otras palabras, el promedio ele tres o ele seis ens~1yes co11Sc-
cntivos p<ua concreto clase 1 o clase 2, respectivamente, no caer;1n
normalmente por debajo ele fe a menos que se esté comctiemlo algún
error. [)e hecho, ele acm:rclo con la teoría estadística aceptada al de-
rivar los valores, puede esperarse que tales fallas ocurran una vez en
cada ci11ene11ta, inclusive si el concreto se coutrola exactamente como
(
J 28 PRACTICAS DE CAMPO

se anticipó y se sobredisefia para obtener una resistenciá prome-


dio f<.,.·
En resumen, puede considerarse que si ensayes individuales o pro-
medios de grupos caen por debajo ele los niveles mostrados en las
columnas 4 y 5 de la Tabla 5, se debe sospechar que la calidad pro-
medio está por debajo de la estándar, que la revo1tura particular no
fue típica en términos de la calidad anticipada, o que la medición
de la resistencia fue errónea. Deben investigarse estas posibilidades.
Puede realizarse un control sobre periodos más representativos si se
trata de obtener la resistencia especificada, fe, basándose en los pro-
medios de grupos de ensayes sucesivos, tres en el caso de concreto
clase 1 y seis para concreto clase 2.
La mayoría de las ,especificaciones de resistencia del concreto re-
quieren que un ensaye sea el promedio ele tres especímenes de la
misma muestra de .concreto. Es necesario ensayar tres especímenes
para obtener un promedio confiable de una muestra dada, pero tam-
bién debe sefialarse que se obtienen datos más confiables sobre la
resistencia a partir de tres ensayes de un cilindro cada uno q13e de
un ensaye de tres cilindros.

·EJEMPLOS
El mecanismo para analizar datos de resistencia de concreto se
puede explicar con mayor detalle usando ejemplos hipotéticos de tra-
bajos típicos en el campo.

E¡emplo 1
La Tabla 6 enumera datos de resistencia del concreto tomados en
una planta comercial de mezclado durante un periodo ele dos meses.
Se desea determinar el grado de uniformidad que se obtiene en
comparación con la práctica general y establecer la resistencia pro-
medio requerida por esta planta para que cumpla con varias especi-
ficaciones. Se han tomado e5pecímenes compafieros para evaluar la
uniformidad del ensaye. .
Los cálculos enlistados en la Tabla 6 muestran que se obtuvo una
resistencia promedio el~ 242 kg/ cm 2 durante el periodo de dos meses.
ANEXO 129

La desviación estándar (25.5 kg/cm 2 ) se calculó considerando el


promedio ele los cuadrados de los resultados de ensaye, restando
el cuadrado de la resistencia promedio, y extrayendo la raíz cuadra-
da ( Ec. 3). Las resistencias y los cuadrados de las resistencias se
pueden sumar en una sola operación en la ·mayoría de las máquinas
calculadoras.
El coeficiente de variación ( 10.5 por ciento) se determinó calcu-
lando la cksviacióu cst<Índar como un porcentaje de la resistencia
promedio. De la Tabla 2 se deduce que un coeficiente de variación
de 10.5 por ciento para concreto promedio indica una buena uni-
formidad.
Con una resistencia promedio ele 242 kg/cm 2 y un coeficiente de
variación de 10.5 por ciento, la Fig. 3 muestra que se puede esperar
que nueve ensayes de cada diez resulten mayores que el 86 por cien-
to del promedio, o sea, 0.86 por 242 = 208 kg/cm 2 ,

TABLA 6.-EVALUACIÓN DE LA UNIFORNlIDAD DE LA PRODUCCIÓN


Y VARIACIÓN DE ENSAYES

Resistencia a los 28 días, kg/ cm 2


,.
Inter- ·
Ensaye Prome-
NQ Cilindro Cilindro valo,
dio
1 2 kg/cm'

252 223 237 29


2 249 248 248 l
3 2,39 257 248 18
4 204 231 217 27
5 233 __
77" )
228 10
6 262 238 250 24
7 282 274 278 8
8 287 248 267 39
9 258 256 257 2'
10 ' 198 218 208 20
11 206 242 224 36
12 213 224 218 11

13 225 203 214 22


14 267 223 245 44
15 276 261 268 15,
(
130 J• CA~ VE CA~l 1'0

TABLA 6 (Continuación)
16 220 207 213 13
17 205 189 197 16 /
18 253 225 239 28 .
19 311 280 295 31
20 271 264 267 7
21 307 252 280 55
22 249 265 " 257 16
23 213 238 :.. 226 25
24 239 245 242 6
25 195 227 211 32
26 216 231 223 15
27 225 232 228 7
28 244 231 238 13
29 202 213 208 11
30 267 245 256 22
31 268 266 267 2
32 321 . 306 314 15
33 252 259 256 7 ·
34 246 228 237 18
35 234 269 252 35
36 211 244 228 33
37 220 206 213 14
38 176 197 186 21
39 236 252 244 16
40 295 270 282 25
41 266 224 245 42
42 210 214 212 4
43 247 234 240 13
44 276 228 252 48
45 251 241 246 10
46 274 263 268 11

Total 11129 ,,.-/ 917

= 59 215"'_,,,.
/ f
n=46 ~X'/n V= 10.5 por ciento
~X= 11129 :X•= SS S64 , 1f = 917 /46 = 20 kg/cm'
~X/n = 242 kg/cm1 <i'=651 / a,= 20 X 0.8865 =
,.,<?- 17.7 kg/cm'
2 5.S" kg/cm•
:l:X' = 2 72 3 877/
'
cr = V,= 7.3 por ciento
·
AN1'XO J 3l

l La planta de concreto pretende vender concreto para dos proyec-


tos: para las cimentaciones de un proyecto de viviendas y para un
puente ferrocarrilero ele concreto reforzado. Los arquitectos del pro-
1 yecto de viviendas han especificado un cQncreto de 140 kg/ cm 2 y
permiten una probabilidad de que tres ensayes de cada diez resulten
i con resistencias inferiores a 140 kg/ cm2. Mientras se realizan ensa-
yes suficientes para establecer un coeficiente de variación para esta
clase de concreto, 10.5 por ciento es la mejor estimación disponible.
De la Ec. (7) se encuentra que para un coeficiente ele variación es- 1
perado de 10.5 por ciento, y un valor ele t tomado ele la Tabla 4 ele
0.524, la resistencia es igual a
1
f' 140
f - e - - - - - - - = 148 kg/ cm 2
.... - (1 - tV) 1 - 0.524 X 0.105 1
1
j Para el puente ferrocarrilero se ha especificado un concreto de
1
280 kg/ cm" con una probabilidad de no más de 1 en 10 de que los
1· resultados de los ensayes caigan por debajo de esta resistencia. La
resistencia requerida en este caso será igual a
i 280
11
,¡ fer= = 324 kg/ cm 2
~ (1 - 1.282 X 0.105)

Los datos anteriores .de resistencia de los ensayes en el campo o ele


mezclas de tanteo mostrarán relaciones agua-cemento y factores re-
queridos ele cemento para producir las resistencias requeridas.
El coeficiente ele variación en los ensayes (7.3 por ciento) se calcu-
ló multiplicando el intervalo promedio R por el factor l / d2 para c;Ios
cilindros compañeros, dividiendo entre la resistencia promedio, y
multiplicando por 100. La Tabla 2 indica que un coeficiente de 7.3
por ciento corresponde a prácticas pobres ele ensaye.

Ejemplo 2
Para remarcar las dificultades del consumidor, supóngase que du-
. rante la construcción del puente, los _ensayes ele comportamiento he-
chos periódicamente en el lugar de la obra mostraron una variación

1
!!
132
(
l'k
.
. fCAS DE CAMPO

de la resistencia considerablemente mayor que la esperada por los


datos ele la planta de mezclado. Una investigación reveló que el re-
presentante del contratista añadió agua al concreto en ocasiones
para facilitar las operaciones de colado. Puesto que la variación en
Ja relación agua-cemento es una de las principales fuentes de varia-
ción en la resistencia del concreto, el añadir agua al concreto pre-
mezclado incrementó el coeficiente de variación de 10.5 a 19.5 por
ciento; por consiguiente, de la Tal>la 2 se deduce un control pobre
y la resistencia requerida f<,. delie incrementarse para cumplir con
los requisitos de diseño

280
fer = = 373 kg/ cm 2
. (1 - 1.282 X 0:195)

Esto ilustra el costo de permitir prácticas malas de control, ya qué


el concreto con un •buen control como se muestra en el Ejemplo 1
servirá para el mismo propósito, con una resistencia promedio de
324 kg/ cm 2 en vez de 373 kg/cm 2 •

Ejemplo 3
Un laboratorio desea comprobar la uniformidad de . sus operacio-
nes. La Tabla 7 representa los datos de ensayes realizados para hacer
esta evaluación. Se tomaron en el campo muestras normales de en-
saye y se ' hicieron dos cilindros compañeros de cada muestrn. El
intervalo promedio entre cilindros compañeros (9.6 kg/ cm 2 ) y la
resistencia promedio de todos los ensayes ( 241 kg/ cm 2 ) se calcu-
laron como se muestra debajo de la Tabla 7. La desviación estándar
(8.5 kg/cm 2 ) es simplemente el intervalo promedio multiplicado por
la co11stante establecida para dos cilindros [Ec. ( 5) J. El coeficiente
ele variación ( 3.5 por ciento, en los ensayes) es la desviación están- ,
dar expresada como un porcentaje ele la resistencia promedio. La
Tabla 2 indica que un coeficiente ele variación de 3.5 por ciento
corresponde a un control_ excelente para procedimientos de ensaye
en el campo y es bueno para concreto mezclado bajo condiciones
controladas de laboratorio. Si los métodos ele ensaye y el equipo ' son
precisos, el laboratorio proporcionará elatos confiables sobre la resis-
tencia del concreto.
ANliX:O 133

Ejeniplo 4
Examinando las cartas ele control de calidad (Fig. 4) se observa
que a pesar de que la resistencia promedio es ligeramente menor que
la requerida, el concreto cumple los límites sugeridos para concreto
estructural. Algunos cilindros cayeron por deba jo del valor ele f' ,,,
pero todos están muy próximos a. ese valor como se observa en la
Fig. l. Esto proporciona mayor confianza en la resistencia de cliseño
especificada f' "' a pesar de que algunos resultados de ensayes son
menores. Además, el gran número de ensayes cuyas resistencias
son considerablemente mayores del valor de f'c debería notarse tam-
bién, ya que puede haber alguna compensación en la distribución de
carga por un posible ensaye de resistencia bajo.

El promedio variable de la resistencia no fue menor del límite in-
ferior, pero siempre que el promedio variable cayó debajo del pro-
medio rec¡ uerido, el número de resistencias menores para ese periodo
se incrementó.
El promedio variable del intervalo no debe variar significativamen-
te por :u riba del promedio máximo (R,,. ) o el ensaye deberá consi-
derarse pobre.
Las cartas de control indican lo siguiente:
l. D ebe disminuirse ·la relación A/ C para incrementar la resistencia prome-
dio, o si es posible debe reducirse · el coeficiente de variación para disminuir la
resistencia requerida.
2. El con trol es bueno ~n general, pero la resistencia varía 'desde un valor alto
hasta nno bajo como se muestra por el promedio variable. Debe hacerse un es-
fu erzo para determinar las causas de estos ciclos.
3. Debe mejorarse la uniformidad ele los ensayes para disminuir el intervalo
promedi o al promedio permi sible.

TABLA 7.-EVALUACIÓN DE LOS MÉTODOS DE ENSAYE

Rcsistcnc.ia a los 28 días, kg/ crn 2 In ter-


Ens"ye
N9 valo,
C ilindro l Cilindro 2 Prom edic> kg/ crn'

1 249 255 252 6
2 240 253 246.5 13
3 240 242 241 2
1 1
( (
) 34 l'llA C TICAS DE CAMPO

'l 'ABLA 7.- (Continuación)


-+ 205 226 215.5 21
'i 234 223 228.5 11
6 262 250 256 12
7 283 273 278 10
8 257 252 254.5 5
') 199 213 206 14
10 210 229 219.5 19
11 214 210 212 4
12 226 216 221 10
13 268 265 266.5 3
14 278 291 284.5 13
15 221 230 225.5 9
16 208 209 208 .5 1
17 2'i4 241 247.5 l3
18 272 266 269 6
--~ - -
-- 1

'l'ota 1 4 ,,_
''7 172
1

n = 18 R
R= - =9.6
~X=4332 11

~R = 172 <11 = 0.8865 X 9.6 = 8.5 kg!cm'


- ~X 8.5 X 100
X=-=241 V,= = 3.5 por ciento
n 241

APENDICE

ESTADISTICA SIMPLIFICADA PARA EL CONTROL


DE CALIDAD DEL CONCRETO

A continuación se describe un método para controlar la resisten-


cia a la compresión del concreto basado en el coeficiente ele varia-
ción. La opinión ele! Comité 214 es que 1a presentación ele un mé-
todo simple para calcular el coeficiente de variación estimulará
grandemente la aplicación de este método ele control.
Los resultados del trabajo rutinario de una planta premezclaclora
ele concreto se han usado para demostrar el método presentado en
este apéndice. El apéndice se ha preparado con la esperanza de que
ANEXO J 35

su publicación influirá en todos los productores ele concreto para


que empleen métodos estadísticos ele control ele calidad.
Se enfatiza que una operación estadística no es mejor que la mues-
tra sobre .la cual se basa. En el muestreo del concreto, es importante
muestrear correctamente revolturas representativas. El mecanismo
para muestrear una revoltura se presenta en la norma ASTlVl C 172.
La scleccic'm de las revolturas es una fuente frecuente de error. "El
111ucstrco representativo" no significa que cada revoltura deba ser
representativa de todo el trabajo. Esto es, las revolturas se deben
muestrear totalmente en forma aleatoria ele tal manera que todas las
revol turas tengan la misma oportunidad ele ser seleccionadas. Cuan-
do se hace esto, comúnmente se encontrará que algunas revolturas
rnueslTea<las tienen resistencias por abajo clcl promedio y otras por
encima del mismo tal como sucede con las revolturas no muestrea-
das. Al intentar obtener un grupo representativo ele muestras selec-
cionando rcvolturas con base en la apariencia, en general se obten-
drúu muestras sesgadas; por consiguiente, las constantes estadísticas
calculadas a partir de tales muestras no representarán el concreto
ele la estructura. No se deberán rechazar revolturas como fuente ele
mues tras a menos que también se rechace su inclusión en la estruc-
tura. En la "Pnktica Recomendacb para el Muestreo Probabilístico
ele Materiales", Norma ASTM E 105, se presenta una discusión del
muestreo.
Se describe a continuación un método simple para el dkulo de la
resistencia promedio y del coeficiente de variación. Estos valores,
junto con las figuras 3 y 5," indicarán el grado ele confianza de las
operaciones ele control; estos resultados se pueden usar parn calcular
la resistencia de diseño requerida para asegurar el cumplimiento
con la resistencia especificada.
El m étodo para analizar los resultados de ensayes de resistencia a
la compresión y su aplicación a un programa de control ele calidad,
se pueden demostrar mejor empleando elatos típicos el e una planta
de concreto premezclado en operación.
En la Tabla Al se presentan los ensayes reales de resistencia para

• Las referencias de las figuras o tablas en este apéudicc, que no estén prece-
didas de la letra A, aparecen en la Práctica Recomendada para Ja Evaluación de
Rcsult~1dos de Ensayes de Compresión.
136
r
l'H.A' . . ..... AS DE CAMI'O

una dase comercial ele concreto designada como 210 kg/ cm 2 a los
28 clias con agregado ele 2.5 cm. Los ensayes abarcan 13 meses des-
de principios ele 1958 h asta enero de 1959. Los 164 ensayes para
cicla edad (7 y 28 días) representan todos los ensayes realizados en

164 ensayes de campo de uno mezclo de f~· 210 ko / cm 2


y aoregodci de 3/4"

"' 300
E W-\,.A---4-jj,...!!~~ll-~L\l..ll+-IM~.!1<'.-l.fl....\l.-f-\4.i;fil.hl}-..+~--!+t-~"1--+~~-l

~ 250
"'-
e:

.,.,,
~~ 200
~
a.
~ 150 l--~~-l---'>/.j-.:.:._lJ--"-"--!..lll.?1.!"'2!L-~~...C.:~~~-jL~+¡--j--'--f--I-~~-;
u

~ 300
o

~ 250
.
e

~
.."'
~
200

150
D
~ ~ 2:!20 40 60 80 100 120 140 180
~ o
... ""'
~ :....
2 o
... "<to
~ :le z ::; t; >
o u
~ ;¡ .; n o z ¡¡
número de ensayes

Fig. Al. Carta de control ele calidad.

cs t~1 clase ele concreto durante el periodo considerado. En general,


cada resultado a los 7 días se basa en el ensaye de un solo cilindro
y cacla ensaye a los 28 días es el promedio ele tres especímenes. A
pesar de e¡uc el cabeceado y el ensaye se realizaron por un a organi-
zacirin independiente de ingeniería y ensaye, la mayoría ele los espe-
címenes ele ensaye se "moldearon y se curaron" por personal emplea-
do por los muchos ·Contratistas representados en estos ensayes.
J .: 11 la discusión siguiente debe entenderse que mientras los elatos
totales incluyen 164 ensayes para cada edad , se puede obtener un
ANEXO 137

control ck caliclacl ele un grado ele confianza adecuado con una can-
tidad considerablemente menor. Esto se demuestra en la discusión
y en los ejemplos. Sin embargo, es obvio que mientras mayor sea d
número ele elatos disponibles, mayor será el grado ele confianza ele
las decisiones.
La Fig. Al es una grMica ele los ensayes individuales y ele los pro-
medios variables ele 5 ensayes consecutivos tanto a los 7 como a los
28 clías. La parte superior muestra clos curvas ( 7 y 28 días) que re-
presentan l 6+ res ultados ele ensayes incliviclua1es de resistencia ( lin
cilindro por ensaye para los 7 días y el promedio ele tres cilindros
por ensaye para los 28 días). La línea inferior en la figura índica
los meses en que se coló el concreto y la línea lateral indica la resis-
tencia a la compresión del concreto en kg/ cm". En la parte inferior
se presentan clos curvas que muestran el promedio variable ele cinco
ensayes consecu tivos trazados a la misma escala que los ensayes incli-
viclualcs. LI promedio variable se obtuvo promcclianclo cacla grupo
sucesivo ele ci11 co grupos ele ensayes inclivicluales; por ejc111plo, el
promedio variable para febrero 3, 1958 (véase Tabla Al) es el pro-
mcclio ele los ensayes hechos en en!.':ro 7, 17, 27, 31 y febrero 3, y el
promedio variabl e para febrero 7 es el promedio ele los ensayes he-
chos en enero l 7, 27, 31 y febrero 3 y 7. Se puede observar en la
Fig. Al CJUC b relación agua-cemento se cambió tres veces. A pesar
ele que el tratamiento estadístico teóricamente se debe aplicar sólo en
una situación en c¡u e las proporciones el e la mezcla permanezcan inva-
riables, se cree que este ajuste, que es necesario en la opcrnci{m ele un;¡
¡;b1ita ele co11 c rclo, es aeept·ablc esL1dístiea111.c11te ya que esto se hace
con el propósito de mantener la resistencia promedio a llll nivel fijo.
Tal carta ele control es útil para estudiar tendencias y requ isitos
para ajustar mezclas si se estún ohtcnicnclo resistencias bajas. Lo>
resultados ck resistencias individuales a los 7 días no representan un
buen criterio para predecir resistencias a los 28 elías . Sin embargo,
cuanelo se trazan como promedio variable ele cinco ensayes consecu-
tivos se obtie11e un conjunto que es casi paralelo a ios resultados a
los 28 cl ías y por esto llega a ser útil para preckcir resul taclos · a los
28 días.''
" No se dcb:.: pe rder la oportunidad de comprobar la uniformidad de las opc·
ra cio11cs de ensaye de un laboratorio manteni endo una ca rta similar de control
por intervalos, 1·(:0 1sc la Fig. 4, y la informa ció n respcct ÍY<I.
1>8
(
}· . l'IC.:AS DE CA ~I PU
F
'fAHLA Al.-DATOS DE ENSAYES EN EL CAl'vlPO, RESISTENCIA
DE CILINDROS, KG/ Cl'vI 2 1

P10me· Pro me- Prome· Prome·


Fccb• dio de Jio de Fecha dio de dio de
del
colado
1958
7 di ..
S c:111.a·

'"
28 diu ,..
s·éa~•. del
colado
1958
7 díu
5 CD•&·

'"
28Jiu
5 t:QI&·

'"
cutivo1 cutloroa cutiYOI culivot

1-7 162 174 252 262 7-14 214 183 306 265
1-17 147 168 248 257 7-17 196 190 296 278
1-27 200 176 269 259 7-17 224 201 292 289
1-31 168 173 269 262 7-21 217 203 307 294
2-3 223. 180 327 273 7-22 233 217 333 . 306
2-7 197 187 289 280 7-23 258 225 356 317
2-10 173 192 272 285 7-24 203 227 284 314
2-10 173 187 251 281 7-25' 194 221 308 317
2-11 209 195 300 288 7-30 199 217 271 310
2-12 180 186 256 273 7-30 176 206 257 295
2-13 162 179 224 261 8-6 209 196 302 284
2-18 173 179 235 253 8-7 218 199 280 284
2-19 191 183 269 257 8-11 224 205 308 284
2-20 183 178 254 247 8-12 199 205 287 287
2-28 180 178 243 245 8-15 205 211 321 300
3-19 209 187 293 259 8-18 176 204 299 299
4-24 167 186 239 260 8-18 207 202 264 296
4-25 199 187 285 263 8-20 209 199 304 295
5-2 171 185 223 257 8-22 213 202 312 305
5-2 170 183 231 255 8-22 172 195 260 288
5-5 204 182 294 255 8-28 188 198 247 277
5-5 159 180 241 255 9-4 217 200 287 282
5-12 161 173 231 244 9-5 224 203 287 279
5-13 183 175 267 253 9-5 202 201 306 277
5-14 176 177 228 252 9-8 228 212 326 291
5-16 149 165 246 243 9-8 171 208 238 289
5-16 138 161 255 245 9-10 214 208 285 288
5-20 163 162 246 248 9-11 165 196 278 287
5-22 132 152 210 237 9-12 187 193 280 281
5-23 180 153 253 242 9-16 160 ' 179 250 266
5.23 190 161 276 248 9-16 214 188 30'\ 279
6-10 171 167 241 245 9-16 197 185 300 282
6-17 145 164 217 240 9-17 203 192 305 288
6-17 168 171 236 245 9-17 204 196 309 294
7-2 146 164 208 236 9-19 180 200 272 298
7-3 162 158 245 229 9-22 214 200 306 298
7-3 161 156 228 227 9-22 221 204 332 305
7-9 170 161 242 232 9-23 196 203 290 302
7-10 202 168 289 240 9-24 163 195 280 296
7-11 167 172 270 253 9-24 191 197 289 299

i Resultados de 16"f ensayes de campo realizados por un laboratorio comercial de en·


~ayc, para concreto producido por una compafiía premezcladora desde enero de 1958
laa:.ta enero <le 1959 .. Concreto comercial estándar proporcionado para 210 kg/cm: ·
28 días con tamalio máximo de agregado de 2.S cm.
:l Se CA1mbi.6 la relación :igua /cemento
r- - , •
j
Al\1-: xo 139

T .'l.BJ.A Al.-( Co11tí11uación)'


Prou11:- Prnmc- Promc· Promc -
Fccba diu Je dio de dd dio de dio de
del
('1,1lado
llJSts
7 Jiu
5 en••·

'"
28 díu ..
S CllH•
,
colado
FcC'ha
19~tl
1 diu
5 Clll••·

'"
28 di .. ..
5 Ca.ta·
,
cu1i•o1 tUliYOI cutiYOI cutiYoa

9-25 171 189 283 295 11-14 178 183 258 246
9-25 197 184 292 287 11.14 162 177 239 244
9·26 181 181 288 286 11-20 171 178 264 253
9·26 166 181 -253 281 11-20 175 176 241 250
9.30 199 183 294 282 11-21 170 171 266 254
9-30 189 186 278 281 11 -25 170 170 252 252
9-30 201 187 309 284 11.25 84 .154 202 245
10-2 228 197 308 288 12-2 173 155 254 243
I0-2 208 205 299 298 12·3 182 156 230 241
I0-3 193 204 275 294 12-4 197 161 257 239
10-7 176 201 290 296 12-4 213 170 303 249
10-7 155 192 261 287 12.10 175 188 249 259
I0-8 186 184 272 279 12.10 226 ¡99 304 269
10-8 183 179 287 280 12-10 194 201 26-1 275
10-8 184 177 287 279 12·12 163 194 212 266
10·8 217 185 323 286 12.12 197 191 275 261
10-10 172 188 272 288 12·16 17'; 191 258 261
10-13 178 187 290 292 12-17 189 183 275 257
10.13 146 180 246 284 12-17 144 180 206 231
J0-15 198 182 303 287 12-19 207 183 270 257
10-15 173 173 259 274 12-19 192 181 272 256
10-16 199 179 283 276 12-23 172 181 233 251
10-16 218 187 291 276 12-23 165 176 250 246
10-16 201 198 279 283 12-23 171 182 260 257
10-17 197 . 197 317 286 12·24 193 179 279 259
10-2 1 210 205 251 284
10.22 180 201 270 282
10·23 154 188 281 280
10-24 206 189 266 277
10-24 280 206 362 286 1959
1-12 212 183 287 262
10-24 160 196 242 284 1-13 201 189 274 270
10·27 168 194 242 278 1-14 131 183 208 262
10-27 148 193 235 269 1-15 202 188 267 263
10-28 159 183 233 263 1-15 174 184 225 252
10-29 197 167 261 242 l ·l 5 195 181 267 248
10-29 187 172 256 245 1-16 210 182 258 245
10-31 156 170 229 242 1-21 162 189 228 249
11 -3 210 182 278 251 1-22 176 183 243 244
11-4 201 190 260 257 1-23 172 183 261 251
11 -4 221 195 286 262
1 27 181 180 255 249
11-5 193 196 252 261 1·27 184 175 275 252
11·7 165 198 220 259 1·29 161 17~ 220 251
ll-7 183 192 256 255 1·29 162 172 237 249
11 · 13 197 192 246 252 1-30 189 176 272 252

i Resultados de 164 ensayes de campo realizados por un laboratorio comercial de en-


saye, para concreto producido por una compaiíía prcmezcladora dt:sdc enero de 1958
hasta enero de 1959. Concreto comercial estándar proporciou<1do para 210 kg/cm= a
28 día s con tamaño m:himo de agregado de 2.S cm.
-
}-fÜ
r
J'll:\l.. J°IC:\S DE CA t\ f PO

'l'ABLA A2.-REQUISITOS DE RESISTENCIA

Rc(¡uisitos de resistencia para limitar las fallas al 10 por cic11to

Resistencia promedio requerida 1 para b


Factor de
Codicien te resistencia de disclio de :
d ~ variación
'obrcdiseiio
requerido 200 250 300 350
- ---- · -- - -
1.07 214 268 321 375
JU l.15 230 288 345 402
1:; 1.24 248 310 372 4 35
20 1.34 268 335 402 470
-., -
) 1.47 294 368 441 515

Requisitos de resistencia para limita r las fallas al 20 por c iento


R;.·sistcncia promedio rcc¡u ~ rida 1 para la
Factor de
C oeficiente rcs i~tc11 cia de disclio de:
sohrcdiseño
de variación
rcc¡ucr ic~o 200 250 300 350
--·-··-·------
5 1 04 208 260 312 365
lu 109 218 273 327 382
1:; 1.14 228 285 342 400
2U l.20 240 300 360 420
_.,
¡ -
1.27 25-t 318 381 445
---- -- - - -
1 Caknbdo con la Ec. (7) y con valores de "t", para ll1í.Í S de 30 1nLn.:stras de la
Tabla 4.

Lis Tablas A3, A4 y A5 son cartas ele distribución de frecuencias


desarrolladas ele los res ultados ele resistencias a los 28 d ías en la Ta-
bla Al. La Tabla A3 representa b totalidad ele Jos 16-f resultados
ele cnsa:es . La Tabla A4 se hizo con cada segundo valor y la Tabla
.\)de cada quinto valor iniciándose con el Ensaye N9 l .
A 1 formar las cartas se usó una división arbitr;uia o " intervalo" ele
lO kg/ cm". Los ensayes se trazaron como m arcas ind ividuales en
cclclas rcspcehvas y agrupadas ele cinco en cinco para simplificar el
rn11tco . Cuando se traza un número considerable ele valores en esta
form:1 llega a ser aparente un diagrama que se aproxima a la distri-
huciún normal de Jos resultados ele ensaye. ~' Tal carta se llama un

., Si Lis 111arcas i11dividnales d(; las colunmas de frecuen cia ajustadas para las
Te1blas :\ 3, A-t y ¡\ ) se.: colocan uniformemente resultará una precisión razonable
rAr.,1·..'\.0 1-f}

histograma. El método del histograma normalmente no se debe usar


para un número ele elatos menor que 35. El tarnai'lo ele la celda s-:
debe seleccionar ele tal forma qne el número ele celdas usadas no sc:1
menor que l O ni mayor que 20. Con frecuencia es conveniente usa r
un tamafio ele celda ele JO kg/ cm" para elatos ele resistencia del
concreto.

Co eficiente de variación
Aclcmús clcl histograma, cada tabla contiene siete columnas. Estas
columnas contienen los elatos requeridos para calc ular el coeficiente
de variaci ón como sigue:
Columna ( l ) .-Valor ele la celda intermedia. (Ejemplo: el valor
c1 e la celda intermedia para las celd as fronteras 190-199 es 195.)
Columna ( 2) .-Valor ele la celda intermedia codificada z. Este
sc calcula por rnedio ele la fórmula

valor ele la celda intermedia


z = - - -- -·-- - - - -- --
[

donde r es el intervalo el e la celda (normalmente JO kg/ cm"). Nútc-


sc en la T abla A3 que para el valor de la celda intermedia 195,
z = 195/ JO = 19.5 y que todos los valores sucesivos en la Colum-
na (2 ) aumentan una unidad por celda .
Colu mna ( 3) .-Distribución ele la frecuencia, f, que es la suma
cic las rnarcas contadas en cada celda. La suma ele la Columna ( 3)
es el número total ele ensayes que se están analizando.
Columna (-+).- Columna ( 2) multiplicada por la Columna ( 3).
La suma ele Li Columna (4) dividida entre la suma ele la Colum-
na ( 3) es el valor ele z promedio .
Columna 15) .- El cuadrado ele la Columna (2). Este valor se
toma el e la ' l 'abla A6.
Col mnna ( 6) .- Columna ( 3) multiplicada por la Columna ( 5).

ele la cmva de distribuciún de frecuencia (similar a b F ig. l), si las tabbs se


gi ran t;il quL: Li s columna s sea n hori zontales.
142 lCAS DE CAMPO
F
La suma de la Columna ( 6) dividida entre la suma de la Colum-
na ( 3) es el valor de z" promedio.
Columna ( 7) .- Cada valor de la Columna ( 3) multiplicado por
el valor de la Columna ( 5) del renglón siguiente. Nótese que en la
Tabla A3 el primer valor en la Columna (7) es O X 420.25 ó O, y
el segundo valor es 4 X 462.25 ó 1 849. Esta columna es con el
propósito de verificar los cálculos.
Como una comprobación ele los cálculos, el total de la Colum-
na ( 3) más dos veces el total de la Columna ( 4) más el total ele la
Colunma ( 6) deberá ser igual al total ele la Columna ( 7).
Para determinar la resistencia promedio, multiplíquese el valor ele
z promedio por el intervalo de la celda r.
Para determinar el coeficiente ele variación V:
Calcúlese primero y.

z" promedio
y=
z promedio

Después calcúlese:

z promedio

El valor ele V se toma de la Tabla A7.


Las Tablas A4 y A5 ilustran que los elatos de ensayes pobres pue-
den ser útiles para calcular el coeficiente ele variación debido a que
los ensayes son representativos de un periodo razonable y no están
influidos por condiciones poco comunes ele muestreo o ele ensaye. Es
obvio que con un mayor número de ensayes se obtendrán valores más
confiables, pero si los ensayes representan las condiciones promedio
de rcvoltnra, mezclado, muestreado y ensaye, entonces un valor dig-
no dc confianza del coeficiente de variación se puede obtener a par-
tir de datos esparcidos, tales como los 33 resultados de ensaye usados
c11 la Tabla A5 . Naturalmente que cualquier factor obtenido a par-
tir de pequeños números de ensaye siempre deberá aplicarse con pre-
caución.
+- ..
1!
rANEXO 1·!1

TABL\ A3.-DIS'J'RIRUC IÓN DE l o'RECUENCIAS PARA RESlll.'l'ADOS


DE RESISTENCL\ DE )64 ENSAYES

1
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'J',\HI.A J\4. - DIS'J'RJBUCIÓN DE FRECUENCIAS PARA RESULTADOS


DE RESISTENCIA DE 82 ENSAYES

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290·299 1 295 29.5 1 : :i.;u o~U.2 5 '.- v.25 930.2 5 \f., -

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310·3 19 1 315 31.5 1 '!.50 992.2; 9.1: .2; l 056 2 5 z
320· 329 111 325 32.5 3 9- _5u 1 056.25 ; lfi').-:-; ; 366.7 5 () o
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Col. ( l ) 195
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r-: i-j
z = =lo = 19.5 [para el primer Yal_m de z en la Col. (2i l (f.
- -1-0 - ;;-
:z
Suma Col. (4) 9 ) 5.50 z= promedio 7b0.73 ;o.
z promed io= = - - - = 27.i4 1= = -- - = 2.S.1-l ~
Suma Col. ( 3) B 1 pro111vdio 27 74
r:1
V:
Suma Col. (6) 2 5 76-l .2 5 2'>. I 4 e
z· p ru1rn:d10 = = - - - - = 750.73 1.(114 r:....,
S nm~ Col. ( ) ) B z pr(1rnrd10 :-:-.74 ;;. >
z
\ ' ~ (tld H ll'll 1l- ck· \ ·;11i;H ·Í1.ll\ ::.: J2 J1(11 (l\'\1 ! (1 (ch°- lJ r J .:1\ib .-\ - ] 8 "'~
v,
Compwbacion: ·¡ uta! Col. (3) + dos H ' tT!i total Col. (·0 + total Col 16 ) l1ilal Col l -:- )
.....
)
33 + 2 x9 1;.;o + 2;764.2' 276~s . 2;

....
1~6 ( .TICAS DE CAM 1'0

TABLA A6.-CUADRADO DE NÚMEROS

z z' z z' z z'

1 l 18 324 35 1 225
2 4 19 361 36 1 296
3 9 20 400 37 1 369
4 16 21 441 38 1 444
5 25 22 484 39 1 521
6 36 23 529 40 1 600
7 49 24 576 41 1 681
8 64 25 625 42 1 764
9 81 26 676 41 1 849
10 100 27 729 44 l 936
11 121 28 784 45 2 025
12 144 29 841 46 2 116
13 169 30 900 47 2 209
14 196 31 961 48 2 304
15 225 32 1 024 49 2 401
16 2S6 33 i 089 50 2 500
17 289 34 1 156 51 2 601

Un estudio anterior de esta misma clase ele concreto, que involu-


cra 558 ensayes realizados durante seis años, 1952-1957 inclusive, bajo
condiciones similares de ensayes, dio una resistencia promedio a los
28 días de 251 kg/ cm 2, una desviación estándar de 32.4 kg/cm 2 y un
coeficiente ele variación de 12.9 por ciento. Para estos factores, la
figura 3 indica que el número de fallas teóricas (resultados de ensa-
ye menores de 210 kg/ cm 2 ) debe ser 9.6 por ciento o sea 53.6 resul-
tados de eusaye estarán fuera del total ele 558. Realmente existieron
53 fallas o seéÍ 9.5 por ciento. Las fallas teóricas para los datos de la
Tabla J\3 serían 2.5 por ciento o 4.2 resultados para los 164 resulta-
dos ele ensaye. En realidad existieron cinco resultados ele cns;:iye con
valores inferiores a 210 kg/ cm 2 •
Así, es posible predecir con buena precisión el número de fallas
qut: se podría espt:rar para una operación específica si se cuenta con
datos ele ensaye representativos ele todas las condiciones que son
rn11stmtcs para esa operación. Las Tablas A2 ( l ) y A2 ( 2) mues-
tran el efecto del coeficiente de variación sobre las resistencias pro-
medio requeridas cuando se limitan las fallas a 10 y 20 por ciento,
respcctiva1ncnte.
rANEXO 1-17

TAB LA A7.- - COE1'ICIENTE DE VARIACIÓN, V


- - · - - -- ------
y
V, por Y, por
z pro111cdio ciento z promedio ciento
- - -- - - -
1.0002 .1.0006 2 1.0342-1.0 380 19
1.0006: l .UO 12 3 1.0380-1.0420 20
l .00 12-1.0020 4 1.0420-1.0462 21
l .0020.1.00 30 5 1.0462-1.0 506 22
l.00 30-1.004 2 6 1.0506-1.0552 23
1.0042-l.OO 56 7 1.0552-1.0600 24
1.0056-1.0072 8 1.0600-1.0650 25
l .0072-1 .0090 9 1.0650-1.0702 26
1.0090-l. O11 o JO 1.070 2- l.07 56 27
1.01 10·1.0 132 11 1.07 56-1.08 12 28
l.0132 . J.Ol 56 12 1.08 12-1.0870 29
l.0156-l.0 182 13 1.0870-1.0930 30
1.0182 -1.02 10 14 1.09 30· l.0992 31
1.02 JlJ . J.02-fU 15 1.0992-1.10 56 32
1.0240· l .0272 16 1.1056-1.1 122 33
1.0272- 1.0306 17 1.1122-1.1190 34
1.0 306· l.OH 2 18 1.11 90-1.1 260 35
---··---·----
r = intervalo ck la celda = 10 kg/cm' normalmente
valor medio de la celda
z=--------

z' promedio
y=-----
z promedio
Resistencia promedio = r X z promedio

Com pn~bación:
Suma de Col. i' + 2 Suma de Col. z + Suma de Col. f = Suma de Col. (z + l)'
o
Suma Col. ( 3 ) + 2 Suma Col. (4 ) + Suma Col. ( 6) = Suma Col. ( 7)

Los beneficios que se d erivan de un programa de control de cali-


dad se demuestran dramáticamen te en los graneles requisitos de so-
brccliscíio ck métodos ele control sin cuidado. Prácticamente sería
imposible para cualquier planta ele concreto producir concreto de
una resistencia ele 350 kg/ cm " con un 90 por ciento de confianza (9
resultados fuera ele 10) si el comportamiento tuviera un coeficiente
(
HS l ' JL\ C TJCAS J)J-: CAMPO

ele \·ariación ele 25 por ciento ya que, como se indica en la Tahb


.\2 ( l ), la resistc11cia promedio requerida sería mayor ele 51) kg/ cm".
Como aumenta la demanda para concreto ele alta resistencia en el
i11tc1Yalo el e 250 a 350 kg/ cm", es inconcebible que una planta prc-
mezlaclora ele concreto sobreviva a un coeficiente ele varüción m<Ís
graudc ele 15 por ciento.
Esto es ap:ucntc, ya que este procedimiento relativamente simple
puede ser ele beneficio real tanto para el productor ele co11crcto como
p;1ra el consumidor. Su aplicación COllcienl'.ucla no sólo :1segma al
rnmumidor ele mi buen eoucrcto, sino que puede ser ele 1m1yor ayuda
~,] productor para ahorrarle clificultacles serias y la posibilidad ele
graneles péTdiclas financieras. El registro del control ele caliclacl ele sus
operaciollcs también puede ser una demostración potencial, para el
productor, ele caliclacl est;ú1clar ele su producto. Son ele un valor ines-
timable el realizar una operación eficiente y económica; puede ser
u11a herramienta v;1]uable ele las ventas, y puede ser ele una inflnen cia
rn11Siclcrahlc en el esh1blecimiento ele clificultacles sobre co11crcto de
caliclacl cluclosa. Los productores ele concreto que no realicen actual-
mente un programa continuo ele control ele calidad deben realizarlo
urgentemente.
.3.4 !NSPECCION DE COLADOS
En sentido amplio, b inspección consiste en comprobar si
t;rnto lo.'> nrntcrialcs que se producen o emplean, como los procc-
c1i111 ic11im ;1plicablcs c11 Li co11strnccic'm ck u11a obra, cumplen
co11 los rcqui~itos cspccificaclos. La inspección ele colados tiene
un a le mee mús limitado, puc~ se refiere a la etapa comprendida
cutre Li fabricación del concreto y su acomodo en las formas.
J•:n mclcn cronológico, los aspectos que requieren inspeccio-
narse se p ueden separar en tres grupos ele cjccucir'm succsiya:
~111tcs, d m;t11tc y después ckl colado.

3. -U 111speu:ió11 cm tes del col<ido


Debe efectuarse un a inspección previa rutinaria con objeto ck
eomprolx1r si todas las condiciones cumplen con las especifica-
ciones corrcsponclicntes. Los resultados qu e se obtienen se vier-
ten rn 1111 docum ento clonclc el 1nspcctor certifique haber veri-
ficado y aprobado todos los ;1spectos de la inspección . Sin este
ccrtificaclo, no podrá iniciarse el colado; cualquier concreto que
se col oc¡ ue en las formas sin ese requisito previo dcber<Í ser
rccl1;11.;1do por ese motivo. A continuación se describen los prin-
cipales aspectos que deben atenderse en esta etapa, en cuanto
a las e:oncliciones que deben prevalecer en el lugar en donde
vaya a colocarse el concreto. Conviene hacer notar que las com-
probaciones previas relativas a clin1cnsioncs, trazos y niveles,
non11:1 l111cntc qncd:m a cargo ele person:J1 cspcci:1fo.aclo en tr.1-
b~t jos de esa índole.

3.4.1.1 Superficies de contacto


El concreto que va a colocarse necesariam ente tiene que
}50 I'( ,;AS OE CAMPO F
quedar en contacto con otras superficies que lo limiten o con-
finen. L.1s situaciones más comunes que acontecen correspon-
den a contacto con superficies de formas, concreto endurecido,
t:xcavación, terreno de relleno, o simplemente la superficie del
terreno natural. Las superficies de las formas, que constituyen
un apoyo temporal, se tratarán más :idelante y el contacto con
otra superficie de concreto constituye lo que se denomina una
junta, según se describe en inciso aparte. A continuación se
mencionan las condiciones que deben reunir las diversas super-
ficies de terreno, antes ele permitir la colocación de concreto .
.a) Superficie de excaYación. Son numerosos los casos en que
el concreto requiere colocarse sobre superficies obtenidas por
excavación, entre los que puede citarse el revestimiento de túne-
les, vertedores y canales, y el desplante de estructuras como
pilas, muros, cortir;as, dentellones, etc. Aun cuando, en muchos
de estos casos, las superficies son ele roca, en muchos otros b
superficie resultante es un suelo.
En el caso ele superficies de roca, los requisitos ele su prepara-
ción dependen ele si se requiera o no una adherencia entre la
roca y el concreto. Cuando se busca la adherencia, la superficie
que reciba al concreto debe ser sana y hallarse convenientemente
limpia . Para lo cual es necesario retirar todo el polvo, agua,
cuerpos extraños y cualquier porción ele roca ele fim1eza dudosa;
eliminar cualquier sustancia (aceite, grasa, bitumcn, cte.) que
pueda interferir con la adherencia, y materiales suaves que sirvan
ele relleno a grietas o cavidades. Un procedimiento usual ele
limpieza en estos casos, es lavar con agua a presión y después
secar con chiflón ele aire. Si se encuentran filtraciones ele agua,
es nt:ecsario obturarlas previamente o clrt:narlas. Si est.J se halla
libre en la superficie, debe retirarse antes ele colocar el concreto.
De no requerirse adherencia entre roca y concreto, las con-
cliciones se vuelven semejantes al caso de colocar concreto sobre
una superficie ele excavación en suelo; ele ahí que pueda omi-
tirse el requisito ele lavado y limpieza, siendo suficiente con
CAP. 3.4
r-
lNSl'ECClON DE COl.AWS 151

retirar los cuerpos extrafios que se encuentren. Un aspecto que


debe atenderse es el que se refiere a la capacidad de carga de la
superficie, la cual debe ser comprobada por el personal corres-
pondiente. Resulta necesario que la superficie se humedezca
inmccli<1tamcnte antes ele la colocación del concreto, pero evi-
tando la presencia de cualquier cantidad de agua libre superficial.
b) Superficies de relleno. U no ele los principales ejemplos de
colocación ele concreto sobre superficies de terreno ele relleno
son los pavimentos rígidos cuyas sub-lx~scs se construyen por
rc11cno y compactación de materiales seleccionados.
Antes de autorizar su colocación, es requisito indispensable -
verificar si se obtuvo el grado de compactación especificado, y
humedecer completamente la superficie, sin que existan acumu-
laciones ele agua o lodo en el momento ele colocar el concreto.
Si el terreno es muy absorbente, debe humedecerse con varias
horas de nnticipación, a fin ele dar oportunidad a que el agua
penetre alguno'.; centímetros bajo la superficie. Cuando el terre-
no es en extremo absorbente, puede llegar a ser necesario un
tratamiento de impermeabilización a la superficie, con objeto ele
evitar que absorba agua del concreto que se va a colocar. Es fre-
cuente que esta medida se lleve a cabo con materiales bitumi-
nosos. Debe procurúsc que el tratamiento (humedecimiento o
impcnneabilización) se aplique de acuerdo con la velocidad ele
colocación del concreto, para q uc el efecto deseado en la super-
ficie subsista ;¡] momento de ser cubierta por el concreto.
e) Su{Jerficies de terreno natural. No es un caso frecuente ni
recomendable colocar el concreto sobre una superficie ele terreno
natural, p ero ocurren situaciones especiales en que no queda
otra altcnw ti v;1. Al respecto, puede citarse la colocación ele con-
creto bajo agua, en que no es posible preparar la superficie que
lo va a recibir. En estas circunstancias reviste mayor importan-
cia vigilar las condiciones bajo las cuales se va a colocar el con-
creto, por lo que es recomendable que se preparen especificacio-
nes adecuadas y se definan los procedimientos a seguir, con
objeto ele guiar y facilitar los trabajos ele inspección.
] 52
(. ..~ TIC 1\S DE C/\MJ'O

3.4.1.2 Juntas ele concreto


Normalmente se considera que existe una junta ele concreto
cuando se coloca concreto fresco en contacto con una superficie
de concreto endurecido. Se distinguen dos clases principales ele
juntas:
a) Juntas en que se requiere adherencia. Como su nombre lo
indica, es requisito indispensable lograr que el concreto fresco
se adhiera sobre el previamente colocado. Para conseguirlo, el
aspecto más importante consiste en acondicionar debidamente
la superficie del concreto anterior.
Esta condición puede representarse por las llamadas juntas
de construcción que se establecen para dividir un colado clcma-
siaclo grande en etapas realizables sin interrupción. También
puede corrcsponGer al caso ele una reparación en que se remueve
una parte de concreto anterior para sustituirlo por otro de
nH.:jor calidad.
Los límites ele una etapa de colado que definen una junta ele
construcción pueden ser con forma o sin ella, clepeuclicnclo ele la
posición del plano de la junta. Si esta se encuentra en uno
horizontal, lo normal es que no requiera forma, pero si se localiza
en un plano vertical o inclinado, lo conveniente es emplear forma
confinante que permita consolidar el concreto. En cualquier
caso, la primera superfi cie debe acondicionac·e debidamente
antes ele recibir al segundo concreto, si bien el tratamiento reco-
mendable puede diferir ele acuerdo con la posición ele la junta.
En juntas horizontales, retirar la costra superficial puede efec-
tuarse con relativa facilidad en cuanto el concreto haya sobre-
pasado su fraguado inicial, empleando agua impulsada por aire
a gran velocidad. Sin embargo, cuando se requiere impermea-
bilidad en el plano ele la junta, este sistema deja ele ser adecuado.
El proceelirnicnto más recomendable para tratar la superficie
del primer concreto en üna junta ele adherencia, consiste en es-
carificarla mediante el impacto de arena húmeda a presión (san.el
CAP. 3.-f

l NS PE C CIO N DE LvLAUUS J) )

blastin g 1 y después lavarla con agua, para eliminar todo el polrn


y fra g111 cu tos su el tos. Este sistema suele proclucir buenos resul-
tados en tocla clase ele juntas ele adherencia sin importar que el
primer concreto haya siclo colado o no a contrafonna; el único
requisito para aplicarlo estriba en que la superficie del concreto
se encuentre suficientemeutc cnclurecicla.
De cualquier modo, antes ele colocar el segundo concreto, la
superficie del primero debe encontrarse rugosa, sana, limpia y
húmecL1 , pero sin agua superficial. Esto último, puede con-
seguirse ~<ltudnclola con varias horas ele anticipación al segundo
colado y secúnclola superficialmente con aire u otro medio apro-
, piado, justo antes ele colocar e] nuevo concreto.
b ) Juntas en c¡ue no se requiera adherencia. Por constituir
cli scon tin uiclaclcs hechas cxprofeso, rcq uicren precisamente que
no exista <iclhcsión entre los concretos contiguos, con objeto ele
permitir ciertos movimientos relativos, sin que la estructura en
conjunto sufra efectos perjudiciales. i\ esta clase corresponden
las lhm:iclas juntas ele ex/Jcmsión y contracción que se diseíL!n
¡xn<l <1 hsorber las variaciones dimensionales que puedan presen-
ta ne en el concreto como resultado ele cambios significativos ele
lmrnccbcl y temperatura.
Cu;mclo en esta clase ele juntas se requiere impcrmcabilidac1,
es nccesario intercalar un elemento flexible c impcrmcable, el
cual pu ede colarse simultáneamente con el concreto para quedar
asimi 1<1c1 0 , o colocarse después ele construida la junta, rellenando
una r;m ura l1ccha a propósito. Al inspeccionar la preparación
para el cobc1o ele una ele estas juntas debe verificarse que, si
cxis~e algún elemento que tenga que ser asimilado, se encuentre
bien limpio para que pueda adherirse al co11crcto.
Fn nwlto a la colocación ele un elemento flexible que selle
la junta clcspués ele construida, existen dos procedimientos prin-
cipales para formar la ranura: el primero consiste en premolclear
la ranura, colocando, junto con la cirn bra, una moldura ele sec-
ción aclceuacla o insertando dicha pieza cuando la mezcla toda-
.s DE CAMPO
(
,·ía se encuentra plástica. El segundo procedimiento consiste
eu ranurar el concreto recién fraguado, cortándolo con una sierra
de disco. En cada caso, la inspección debe conducirse aten-
diendo a las especificaciones correspondientes a la obra en cons-
trucción .
Existe otro método para sellar una junta en que no se requiere
adherencia. Consiste en colocar el material ele sello sobre la
superficie ele contacto en el momento de efectuar el segundo
colado, ele modo que sirva de elemento divisorio. Sin embargo,
este procedimiento solo debe permitirse cuando no se requiera
impcrmcabiliclacl en la junta.

3.4.1.3 Formas
Las formas o cimbras constituyen elementos ele apoyo tem-
poral que se emplean para confinar el concreto fresco, y que se
retiran una vez que este ha adquirido suficiente resistencia para
a utosoportarsc o soportar la acción de otras posibles cargas pre-
vistas.
Acle1rnís de los requisitos geométricos correspondientes, las
formas deben satisfacer ciertas condiciones básicas, entre las que
destacan las ele ser impermeables, estancas, rígidas y resistentes.
Se requiere la impermeabilidad para evitar que puedan absor-
ber el agua del concreto recién colocado. Si las formas son
mctú licas, esta condición se cumple implícitamente; pero cuando
son ele madera u otro material permeable, es necesario compro-
bar que se les aplique tratamiento adecuado que las vuelva im-
pen11c;1bles, el cual generalmente consiste en impregnar con
aceites o grasas, lo que también evita que se adhiera el concreto a
las forma s, aspecto importante que debe vigilarse.
La inhibición de la adherencia del concreto a las formas es
inclispen::a hlc para descirn brar y obtener el acabado rcq uerido.
Además ele los aceites y grasas, existen productos especialmente
clahoraclos para esa finalidad. Cualesquiera que sean el material
de la forma, y la sustancia que se le aplique para evitar su
CAi'. 3.1 lNSl'ECClON DE C( .) ]))
adherencia con el concreto, debe verificarse que efectivamente
produzca el efecto requerido, y que se adicione en cantidad apro-
piada, a fin ·clc que permanezca en su sitio original, esto es, que
no tienda a escurrir por sí misma o como resultado de las mani-
pulaciones que se realizan para acomodar el concreto.
El requisito ele que las formas sean estancas es indispensable,
a fin de evitar que se pierda lechada o mortero durante la co:o-
cación y acomodo clcl concreto. La pérdida de estos elementos
frecuentemente conduce a malos acabados que se manifiestan
como oq ucclaclcs cuya reparación es costosa y difícil de lograr.
Una inspección minuciosa antes del colado evita muchos incon-
venientes.
La rigidez y resistencia de las formas son condiciones que de
hecho van aparejadas, pues para conseguir ambas es necesario
tomar en cuenta el peso y las presiones que debe ejercer el con-
creto por confinar. Para el correcto diseño estructural ele las
formas, es conveniente considerar el comportamiento del con-
creto durante e inmediatamente después de su acomodo, lo cual
significa tomar en cuenta aspectos tales como la temperatura,
intensicbcl ele la energía mediante la que debe acomodarse el
coucrcto y la velocidad con que aum enta la altura de este dentro
de las forinas. Por ejemplo, en la tabla 3.9 ( ref. 4) se indican
las profundidades a que ocurren las presiones máximas cuando
se coloc~1 concreto a 21 º C ele temperatura ambiente y su nivel
asciende dentro ele las formas a diferentes velocidades. Las pre-
siones que se incluyen en dicha tabla corresponden a dos proce-
dimientos ele acomodo del concreto: mediante energía manual
y med iante vibración interna.
Al cambiar la temperatura a que se coloca el concreto se
modifica su tiempo de fraguado y las presiones que ejerce sobre
las formas. A menor temperatura la presión aumenta, y vice-
versa. La tabla 3.10 presenta factores ele corrección por los que
deben mu'.tiplicarse las presiones de la tabla 3.9, para obtener
bs nuevas presiones a las temperaturas indicadas.
1i G ( I CAS DI·. CAñ tPO

'l'.\lll.A ).9. PHESJONES MÁXIMAS EJERCIDAS POR EL CONCHETO SOBRE


LAS FORMAS

\IH.OC IDA D DE PRESION MAXIMA, en ton/m' PROFUNDIDAD A


,\SCl-'.NSION DEL QUE OCURRE LA
NIVEL DEL CON- Acomodo Vibrndo PRESION MAXI-
C RETO, en m/hr manual interno MA, en lll (

0.6 2.44 532 1.40


0.9 2.78 3.81 l. 50
l.2 3.07 4.20 1.65
1.5 3.32 4.49 1.80
1.8 3.52 4.78 2.00
2.1 3.71 5 03 2. 10
2.4 3.85 5.27 2.20
2.7 4.00 5.46 2.30
3.0 4.15 5.66 2-15
6.0' 5.27 7.17 3.00

'j ':\ Jlf .A ).10. FACTOHES PARA CORREGIR LAS PRESIONES EN FUNCIÓN DE
LA TEM1'1':1lA'l'UHA IW COLOCACIÓN DH. CONC IU:: 1·0

TEM l'ERAT UR1\ DE


COLOCACION DEL FACTOR PARA CO-
CONC RETO. en ºC RRECIR LA PRESION
MAXltllA

4.5 l.55
JO.O l.30
15.5 1.12
210 l.00
26.5 0.93

C uand o el concreto se acomoda mediante vibradores adosados


a las formas (vibrado externo), la presión que es capaz ele ejer-
cer puccle ser seme jante a la ele un fluido con densidad igual
al peso volumétrico del concreto fresco (comúnm ente entre
2 200 y 2 -too kg/111 ") . Por consiguiente, la presión ejercida sobre
la forma, a una profundidad h, respecto al nivel del concreto,
suponiendo que se fluidizara todo el existente h asta d icha pro-
fu11didac1, se expresaría como:

p = (úh, siendo w = 2.2 a 2.4 ton/m 3

Fn la fig. 3.9 (rcf. 4) se comparan bs distribuciones qu e


.....
C!. I', 3..f INSl'EC<..: IU N DE COLA DOS 1)'

deben adoptar las presiones según que el concreto se acomoclc


m ediante vibrado interno o por vibrado externo.

E~IPUJE DE CONCRETO FRESCO SOBRE UN l\IOLDE VERTICAL


CASO l . Concreto vibrado interiormente
CASO 2. Concreto vibrado
(V ibr::idorcs de i11mcrsión ) externamente ( vi b r adore~
de forma)
p •
ffi3 .\.

1 - - -- -l l-1

l) i.-. trih11 l·ii'i11 Distriln1Ciú11 Pn.:sio1u.:s que Di~! rihm:iún clL· pi ._· \1u11c!I
r~·: il de prl'- supm:sta par:1 u.s ual11u.:ntc co 11 .s idt:rando tud o el co n·
s1oncs diseilo puede soportar crcto como un flu idu
el molde

l' 1c. ).9 . Di~ tribucíó 11. ele presiones ejercid<Jii por el concreto fresco sol>re los
muleles

3.-t.l.-t Acero de refuerzo


La insp ección del acero de refuerzo de una estructnrn de
concreto, normalmente consiste en comprobar que sea de b
cla se y diámetro especificados, qu e las piezas individuales ten-
gan la colocación, espaciamiento y doblado indicados en los
planos, que se encuentren firmemente sujetas en su pos iciú11,
y q ne las condiciones superficiales del acero sean adecuadas para
lograr buena adherencia con el concreto.
i\ckmús de que la clase y diámetro del acero de refuerzo se
hallen claramente definidos en los planos el e con strucción, debe
comprobarse que ya colocado esté conforme a lo especificado,
siendo tarn bién conveniente que el inspector torne not1 ele Li
marca el e Líbrica. i\ continuación, debe verificarse que el 111'1-
m cro ele pi Cl'.aS eon cuerclc con el que se estipuló en los planos.
( (
1)0 J'JL\~. flCAS UE CA!\tl'l)

que exista la clistancia requerida entre dos piezas contiguas, y


entre estas y la superficie confinante más próxima, que los doble-
ces tengan el radio especificado y el acero no manifieste fisuras
o foliaciones eu los lugares de doblado. Si existen uniones tras-
bpaclas o soldadas, debe tomarse nota e informar al ingeniero
responsable ele la supervisión.
Todas las piezas ele acero de refuerzo deben estar sujetas ele
tal manera que no se modifique su posición en el momento
de colocar el concreto, para lo cual es necesario efectuar amarres
con alambres en todas las intersecciones e instalar apoyos, a fin
ele dar las separaciones y recubrimientos requeridos. Los apoyos
deben suministrarse mediante piezas ele mortero o de concreto
fa bricaclas exprofeso, o por silletas metálicas que cumplan con
la función indicada. No debe permitirse el empleo de gravas o
pedazos de madera como apoyos para el acero de refuerzo ni
tolerar en la superficie de este nada que evite su adherencia
al concreto, particularmente aceite, grasa o pintura.
Respecto a la oxidación, conviene establecer un criterio ele
aceptación definido, debido a que frecuentemente existen puntos
ele vista contradictorios basados en que la adherencia puede
aumentar cuando el acero contiene una ligera oxidación super-
ficial. Con objeto de aplicar un buen criterio, en un caso detcr-
111inado, conviene recordar las siguientes consideraciones:
a) La capacidad de adherencia de una varilla, de longitud y
diámetros determinados, depende principalmente del número
y dimensiones de sus corrugaciones.
b) Una ligera oxidación superficial no perjudica su adheren-
cia con el concreto y, en algunos casos, puede mejorarla.
e) Una oxidación avanzada, con presencia de escamas, ade-
más de reducir la sección efectiva de la varilla puede afectar
adversamente su adherencia.
d) En caso de eluda, debe exigirse la remoción del óxido de
las varillas. Si es superficial, puede lograrse frotándolas con una
CAP. 3.4 lNSPECCION DE COLADOS 159

tela áspera de yute o similar. Si es más profundo, puede utili-


zarse un cepillo con cerdas ele alambre.
e) Cuando la oxidación alcance a reducir el área efectiva ele
Ja varilla, no debe aceptarse su empleo. En este caso es conve-
niente ensayar varillas representativas para determinar sus pro-
piedades a tensión, y ele acuerdo con los resultados decidir lo
que convenga a los intereses de la Secretaría.

3.-+.l. 5 Preparativos diversos


, !\demás ele lo que se ha venido exponiendo a lo largo ele este
capítulo, existe un gran número ele detalles que el inspector
debe comprobar antes de autorizar la iniciación de un colado.
Por ejemplo, que estén disponibles los materiales, en cantidad y
calidad adecuadas, para elaborar todo el volumen ele concreto
previsto; e¡ uc se disponga de las facilidades necesarias para colocar
y distribuir convenientemente el concreto dentro ele las formas;
que se disponga ele personal capacitado que lleve a buen término
el trabajo por iniciar; que existan condiciones adecuadas ele ilu-
minación y ventilación del sitio donde se v.a a hacer el colado, etc.
t\ continuación se prescrita una relación ele los aspectos que
deben comprobarse antes ele un colado, según la ref. 2:

Líneas y niveles. Excavación; cimentaciones (localización,


dimensiones, forma, drenaje; preparación de superficies).
Formas (localización, alineamiento, previsión ele asentamien-
to; cstabilidacl, apoyos, puntales, amarres y separadores; ven-
tanas ele inspección; preparación de superficies; limpieza final).
Refuerzo colocado (dimensiones, diámetro, longitud, doblado
y anclaje final; localización, número de varillas, espaciamien-
to y recubrimiento mínimos; uniones; estabilidad, amarres,
silletas y separadores; limpieza, ausencia de polvo de oxida-
ción, aceite, pintura, mortero seco, etc.).
Arteifactos (localización, estabilidad, limpieza) .
Ventanas (no indicadas en los planos).
(
} (,(J l'i{ACTI CAS DE C:\i\ I PO

DisfJusitivos de closífícacíón (revisión y calibración).


l\ Jezdadora (condición y velocidad de operación ) .
Colocación (previsiones y facilidades para que sea continua ) .
Curado (prevenciones para que se aplique oportunamente ).
Protección (previsiones para que el concreto se proteja de la
intemperie, incluyendo las bajas temperaturas).
Diversos (equipos, herramientas y mano de obra adecuados
para el acomodo, acabado y curado del concreto; condiciones
satisfactorias de ventilación e iluminación en el lugar de
colado; existencia ele materiales de calidad adecuada, en can-
tidades suficientes para fabricar el volumen el e concreto pre-
visto, etc.) .

3.4.1.6 Tolerancias geométricas


Una ele las comprobaciones previas al colado a la que se con-
cede m::iyor importancia, es la que se refiere a las dimensiones,
tra1.os y niveles ele la estructura por construir. Aun cuando di cho
trabajo no suele ser responsa biliclad del personal ele laboratorio
ele concreto, es conveniente que este tenga conocimiento del
orclen ele magnitud d~ las tolerancias geométricas que se acos-
tumbran p ermitir en diferentes tipos ele coh'!clos de concreto en
la estructura terminada. Para ese objeto, en la tabla 3.11 se
presentan las tolerancias sugeridas por el Comité ACI 347, las
cuales son semejantes a las recomendadas en EE.UU. para tra-
bajos importantes.
Conviene mencionar que dichas tolerancias se refieren a las
lll:iximas desviaciones geométricas que se pueden perrn itir sin
que b estructura resulte afectada en su funcionamiento. Los de-
fectos ele construcción provocados por mal acomodo del concreto
no están comprendidos, por lo cual se les debe juzgar bajo el
aspecto de acabados.
Las tolerancias mencionadas solo deben considerarse como
sugerencias operantes cuando no existan especific;1ciones aplica-
bles al trabajo que se supervise.
CA P. 3.~ INSl'ECCION' DE COLADOS 161

TABLA 3.1 J. TOLERANCIAS PARA DIVERSOS TIPOS DE ESTRUCTURAS


DE CONCRETO

TOLERANCIAS ,
CONCE PTOS
en mm

!. EDIFICIOS DE CONCRETO REFORZADO

1.1 VariaciOn de verlicalidutl

a) En las líneas y supcrf ici<.:s de columnas, pilas, muros y aristas:

en 3m 6.3
en cualquier entrepiso, o l'n 6 111 miximo 9.5
en 12 m o más 19.1

b ) Para columnas de esquina cxpm:stas, rnntHJS de juntas <le


control y otras lineas principales:

cn cualquiu daro, o en 6 m miiximo 6.3


cn 12 m o müs 12.7
1.2 Variudim en d nivel o pendientes intlicudu& ~n lott 1,lanoti

a) En pisos'; techos, vigas de plafones y arista>:

en 3 m 6.3
cu cualquiLT claro, o en ó m múximo '). 5
Cll J..2 ll1 O 111{1s 19.1

b) Parn dinteles expuestos, um braks, parapetos, ranuras hori-


zo ntales y otrcis líneas principales:

c11 c.:ualquicr chuo, o en 6 m múximo 6.3


en 12 m o m:ls 12.7

1.3 Variación clcl trazo lineal del e dificio rei;peclo a Ju poi;ición


rdu1iva de columnab, muros y Jivitiioncti:

en cualquier claro, o en 6 m m áx imo 12.7


en 12 m o m :ls 25.4

l.4 Variación de tamaños y localización de paso!i y aherlurai:t en


pisos y muroti 6.3

l.5 V uriación en las dimensiones c!itablccidai; de la tSección lrani;·


\renal de colmnnut1 y vigas, y en el ct1petmr J e losus y m~ro~:

en menos 6.3
tn mas 12.7

1.6 Zapata•

a) Variación en las dimensiones establecidas en planta:


J62
r
l'!Lh. fl( AS DE CA~I PO
(
TABLA 3.11 ( contimwción)
CONCEPTOS TOLERANCIAS,
en mm
cu 11u.:11os 12.7
en 11ds 50.8 b
b ) Desplaza111ic11to o excentricidad 2 3 del ancho de la za-
pata en la dirección del
desplazamiento, pero no
más de 50.Sb

e) Reducción en d espesor

en llH.:llOS 5 'lo del espesor espccifi-


. cado

1. 7 \ ' ariul'iún en Cticulonc~

.1 ¡ E11 u11 tramo de escalera:

peralte 3.2
huella 6.3

b) Eu cscaloucs cousecutivos:

peralte 1.6
huella 3.2
1 l'A\111\H~NTOS

2.1 Pavimento~ para carreterat1

a) Dcsviacióu del ali11c•rn1icnto establecido ± 12.7


b) Desviación de la rasante longitudinal establecida en cual-
4uicr línea e ± 6. 3
e) Dcsviació11 de la ccrch•I de contorno transversal en juntas
tra 11svcrsalcs ± 6.3 en d ancho de una
banda de tráfico

2.2 Puvim~nlois pura árr.at; de etitaciunamiento, pulio.l!l de repara•


ción y dr a.lmacenamienlo abierto Valores dobles de los
anotados para pavimentos
de carreteras

2.3 Pavimentos parM pit1tuti, calles de rodaje y plataformat1 de


aeropuertos

a) Desviación del alineamiento c>tablceido ± 6.3


b ) Desviación de las elevaciones de acabado establecidas ' ± 12.7
e) Desviación del borde de ensaye de la regla retta aprobada,
de 3.6 m

Pistas y calles de rodaje con pendiente transversal de 1 %


O IHCllOS:
CAP, 3.-f JNSP ECC ION tH:: COl.A])OS lb'

TABLA 3.11 (continuación)


CONCEPTOS TOLERA NC IAS ,
en mm
longitudinal 3.2
tG1nsvcrsal '1.8

J'ist;ls y calles de rodaje con pendiente trasversal m ayo r de 1 %

longitudinal 3.2
trnusvcrsal 6.3

O tras con pendiente de 1 % o menos:

longitudi11al ~.8
trnnsvcrsal 4.8

Otras con pendiente mayor de l %:


longitudinal 6.3
tran:;versal 6.3

3. ESTRUCT URAS ESPECIALES

3.1 Revthtimiento de concreto en canalee

a) Desviación del alineamient o establecido 50.8 en tangen tes;


101.6 en curvas
b) Desviación de Ja pendiente establecida del perfil 25"
e) Reducción en el espesor de revesti mient o 1O% del espesor cspeci·
licado, siempre que el es·
pesar promedio se man-
tenga conforme al volu·
men diario de la s revoJ.
tur:is

d) Variaci ón .del ancho de sección especificado, a cualquier


altura 0.25 % + 25.4
e) Variación de Ja altura establecida del revestimiento o50 % + 25.4
f) Variaciones en las superficies:

plantilla (en 3 m ) 6.3


ta ludes late rales (en 3 m) 12.7

3 .2 S ifone~ monoHtlcos y alcanta rillas

a ) Desviación del alineamiento establecido 25.4


b) D esviación de Ja pendiente establecida del perfil 25.4
e) Variación en el espesor establecido:

En cualquier punto, en menos 2.5 % o 6.3 mm


(lo que resulte mayor)
E n cualqu ier punto, en más 5 % o12.7mm
(lo que res ulte mayo r )

d) Variación de las dimensiones interiores 0.50 %


e) Variación en las superficies:
(
J (¡-f l'KACTICAS DE CAMl'O

TABLA 3.11 (continuación)


TOLERANC IAS,
CONCEPTOS en mm

plantilla (en 3 m) 6.3


taludes laterales (en 3 m) 12.7

3 .3 Puentea, diques, vertedores, rápidas, compuertas, obras de


toma, canaleB y estructura.e aimilarea

a) Desviación del alineamiento establecido 25.4


b) Desviación de las pendientes establecidas 25.4
c) Variación de Ja verticalidad o de Jos desplomes estableci-
dos en las líneas y superficies de columnas, pilas, muros y
aristas:

expuesta• (en 3 m) 12.7


interiores (en 3 m) 25.4

d) Variación del nivel o de las pendientes establecidas en Jos


planos, losas, vigas, ranuras horizontales y voladizos de ba-
randales:

expuestas (en 3 m) 12.7


interiores (en 3 m) 25.4

e) Variación de las dimensiones establecidas de la sección


transversal de columnas, pilas, losas, muros, vigas y partes
similares:

en menos 6.3
en más 12.7

f) Variación del espesor establecido de losas de puente

en menos 3.2
en más 6.3

g) Zapatas Igual que para zapatas de


edificios
h) Variación de dimensiones y localización de aberturas en Jo-
sas y muros 12.7
i) Variación de verticalidad o nivel en el umbral y muros la-
terales de compuertas radiales o de juntas impermeables si-
milares (en 3 m) No más de 3.2

3.4 Eatructuraa de concreto en mua

a) En todas las estructuras

Variación del contorno lineal construido respecto a la posi-


ción establecida en planta:

en 6 m 12.7
en 12 m 19.1
CAP. 3.4
r
LNSPE CClUN DF COt.. ~JS 16S

TABLA 3.11 (continuación)


TOLERANCIAS,
CONCEPTOS
t::nmm
Variación de dimensiones de aspectos individuales de la es-
tructura respecto a las posiciones establecidas:

en 24 m o más 31.7
en construcción enterrada El doble de la cantidad
precedente
Variación de la verticalidad, el desplome o la curvatura de su-
perficies de todas las estructuras, incluyendo las líneas y
superficies de columnas, muros, pilas, machones, secciones
de arco, ranur::is de juntas verticales y aristas visibles:

en 3 m 12.7
en 6 m 19.1
en 12 m o más 31.7
en construcción enterrada El doble de las cantida-
des precedentes
Variación del nivel o los desniveles indicados en los planos en
losas, vigas, pbfones, ranuras de juntas horizontales y aris-
tas visibles:
6.3
en 3 m
en 9 m o m:ís 12.7

en construcció n enterrada El doble de las cantida-


des precedentes

Variación de las dimensiones establecidas de la sección trans-


versal de columnas, vigas, machones, pilas y miembros si·
milarcs :

en meno::; 6.3
en más 12.7

Variación en el espesor establecido de losas, muros, secciones


de arco y mlembros similares:

en menos 6.3
en más 12.7

b) Zapatas par3 columnas, pilas, muros, machones y miem-


bros similares

Variación de dimensiones establecidas en planta:

en menos 12.7
en más 50.8 b

Desplazamiento o excentricidad 2 % del ancho de la za.


pata en la dirección del
desplazamiento, pero sin
pasar de 50.8 b
166 1( '~AS DE CAMl'O

TABLA 3.11 (contínuación)


CONCEPTOS TOLERANCIAS,
t.:n mm
Reducción en el espesor 5 % del espesor especifi-
cado ·

Variación de la vertical o nivel en umbrales y muros laterales


de compuertas radiales y otras juntas impermeables simila-
res (en 3 m) No más de 3.2

3.5 He\restimiento de concreto en túneles y conduclos colados en


el lugar

a) Dcs,·iación respecto al alineamiento o pendiente estable-


cida:

conductos y túneles de flujo libre 25,4


conductos y túneles de alta velocidad · 12.7
túneles para ferrocarril 254

b) Variación del espesor establecido en cualquier punto:

revestimiento de túneles, en menos o


conductos, en menos 2.5 % o 6.3 mm
(lo ·que resulte mayor)
conductos, en más 5 % o 12.7 mm
(lo que resulte mayor)

e) Variaciones de las dimensiones interiores 0.5 %

3.6 Formas de11lizantea

a) Variación máxima en el espesor de muros:

hasta 20 cm de espesor ::!: 9.5


más de 20 cm de espesor ::!: 12.7

b) Desviación máxima de cualquier punto en la forma desli-


zante respecto a la proyección vertical del punto correspon-
diente de referencia en la base de la estructura, por cada 15
m de altura 25.4

3.7 Construccione11 tic concreto preeforz:ado


(miembros individuales precolados)

a) Dimensiones extremas de los miembros :

recomenda ble ::!: 3.2


máximo permisible ::!: 19.l

b) Dimensiones de la sección transversal

secciones menores de 8 cm -r 1.6


secciones mayores de 8 y menores de 46 cm :!- 3.2
secciones mayores de 46 cm ~ 63
e
-,
CAP. 3.-f l.!'\ SJIECC IO N DE COl.i\11\_IS 167

TABLA 3.11 (continuación) 1


1
CONCEPTOS TOLERANCIAS,
L" nmm
e) Desviación máxima respecto a la línea recta en tramos lar-
gos, por 3 m de longitud 3.2

d) Desviación respecto a la contraflecha especificad•, por 3 m


de claro ± 3.2

(la diferencia máxima entre unidades vecinas después de


colocadas debe ser igual a un medio de la desviación permi-
siblc respecto a la contraflecha especificada)

3.8 Con&truccione.s de concreto prefabricad"


,.

a) Dimensiones extremas de los rnii:::mbros, por 3 m ± 1.6


b) Dimensiones de la sección transversal:

secciones menores de 8 cm ± 1.6


secciones mayores de 8 y menores de 46 cm ± 3.2
secciones mayores de 46 cm ±6.3

c) Desviación máxima respecto a la línea recta en tramos lar-


gos, por 3 m de longitud 3.2

d ) Desviación respecto a la contraflecha especificada, por 3 m


de claro ±1.6

e) Diferencia máxima entre unidades vecinas después de colo-


cadas 6.3

" Las variacioncs en el nivel de pisos deben ser medidas antes de retirar los
puntales ck soporte. El contratista no es responsable de las va riaciones provocadas
por deformaciones por flexión , excepto cuando hay evidencia que confirme que
estas ocurren por calidad o curado de concreto deficientes, en cuyo caso solo
puede considerarse la variación neta debida a la deformación.
1> Se aplica solamente al concreto, no a las varillas ele refuerzo ni a las barras
de sujeción.
e Estas variaciones deben ser m edidas dentro de las 24 horas posteriores al
colado, rnn objeto ele evitar la inclusión ele los efectos ele asentamientos diferen-
ciales y/o contracción diferencial. Las tolerancias se aplican solamente a la cons-
trucción y 11 0 Sl: proponen para incluir otros efectos fuera del control del con tra-
tista, o posiblcu1 cn te inherentes al diseí\o o a los matcri.alcs especificados.

3.4.2 Inspección durante el colado


En el momento de colar, la inspección dcbc: atc11dcr, ele modo
especial, los siguientes aspectos:
){¡i) ( .. TIC AS DE CAMl'O
(
Comprobar que los materiales que se empleen sean los origi-
nalmente previstos y aceptados para el colado en turno.
Verificar que 1as cantidades de materiales que se vayan a dosi-
ficar por rcvoltura correspondan al proporcionamiento estable-
cido (después de corregido según contaminaciones y humeclade~
ele los agregados) .
Vigilar que se suministre a las mezclas de concreto el tiempo
de rcvoltura especificado.
Comprobar el número de mezclas de concreto que se elaboren
y procurar que tengan la consistencia requerida (medida por el
revenimiento) sin que se presente segregación al descargar la
revolvedora. ·
Observar si ocurren cambios en las condiciones granulométri-
cas y ele humedad en los ·agregados y/o en el aspecto y consis-
tencia de las mezclas de concreto al salir de la mezcladora.
Vigilar que el concreto se transporte de la revolvedora al sitio
de colado en condiciones que no produzcan segregación, y que
el tiempo ele transportación no resulte mayor del previsto.
Cuidar ele que se coloque dentro de las formas sin segregar y
a ritmo uniforme, siguiendo el plan trazado para el avance del
colado.
Vigilar que el concreto se acomode mediante el equipo apro-
bado, hasta que todo el espacio confinado se llene de concreto
homogéneo y exento ele cavidades.
Comprobar que se dé a las superficies del concreto recién aco-
rnoclaclo el acabado que se estipuló.

3.4.2.1 Materiales
Inmediatamente antes ele que se inicie la fabricación ele con-
creto, es deber del inspector comprobar que todos los materiales
sean ele la procedencia establecida y que no existan circunstan-
cias aparentes que los hagan objetables para su empleo.
C AP. 3.-t l t>Sl'ECCION IJE COLA.DOS J69

Los detalles que corno mínimo deben verificarse en cualquier


caso, son:
El cernen to será del tipo especificado y, preferentemente, ele
una sola marca . Si se suministra en bolsas ele papel, además
de estar cerradas, su contenido no debe presentar indicios ele
hidratación. Es necesario tener disponible todo el cemento
que se requiera para fabricar el volumen de concreto que corres-
ponda al colado por iniciarse.
El agua debe proceder ele la fuente ele abastecimiento apro-
bada por el laboratorio, y encontrarse limpia y almacenada en
condiciones que permitan el suministro continuo.
Los agregados deben proceder ele almacenamientos aprobados
por el laboratorio y hallarse en cantidades suficientes para fabri-
car el volum en de concreto previsto; además, cada fracción tiene
que presentar un aspecto uniforme, sin segregación ni contami-
nación con materias extraüas.
Si se encuentra especificado el uso ele aditivos, estos deben
ser de la clase y marca aprobadas por el laboratorio. En caso de
que tengan que disolverse en agua, la solución o suspensión debe
prepararse inmediatamente antes del colado, con la concentra-
ción prevista.

3.4.2.2 Dosificación
El personal del laboratorio de campo debe obtener muestras
ele los agregados con la anticipación necesaria que permita deter-
minar las contaminaciones granulométricas y contenido de
humedad.
Una vez que se han obtenido esos datos, se efectúan las correc-
ciones indicadas en 3. 3. 3.1, a partir de las cantidades teóricas
de materiales que deben intervenir para elaborar una revol-
tura de concreto, de lo cual rest::ltan los elatos que el inspector
debe recibir en la planta de concreto al iniciarse el colado, y que
corresponden a las can ti da des reales de materiales que deben
dosificarse para producir una revoltura.
Es obligación del inspector verificar que se realicen los arre-
glos y ajustes necesarios en el equipo de dosificación, con objeto
de que puedan medirse efectivamente dichas cantidades con la
frecuencia requerida, en razón ele la capacidad de producción
de concreto ele la planta. Si observa irregularidades en el fun-
cionamiento de cualquier parte del equipo ele dosificación, debe
comunicarlo a su inmediato superior (por ejemplo, compuertas
defectuosas, fugas en la línea ele suministro ele cualquiera ele
los materiales, básculas deficientes, etc.). La presencia ele una
anormalidad importante es motivo para no empezar el colado,
hasta que personal ele mayor jerarquía se responsabilice.

3.4.2.3 Mezclado
Si el concreto se mezcla en revolvedoras estacionarias o en
revolvedoras montadas sobre camiones ( truck mixers) debe vigi-
larse que se le proporcione el tiempo de mezclado requerido, a
fin de que los ingredientes se distribuyan hasta constitui;- revol-
turas homogéneas .
Es recomendable que antes del primer colado en la obra se
practique la prueba ele eficacia de mezcladoras ( 2.2. 5.11, Par-
te 2) y se determine el tiempo mínimo para obtener la homo-
geneidad requerida. Durante la fabricación rutinaria del con-
creto, la inspección puede limitarse a comprobar que se cumpla
con el requisito ele mezclarlo durante el lapso especificado.
Un equipo ele mezclado es objetable si al cabo de 5 rnin en
múquinas estacionarias o ele 100 revoluciones en revolvedoras
sobre camiones, no produce mezclas que satisfagan los requisitos
ele la prueba ele eficacia. Si en el momento de elaborar concreto
se aprecia segregación a la descarga ele la revolvedora, su efica-
cia ele mezclado debe volver a comprobarse. De encontrarse
correcta, la segregación debe corregirse a través ele reducir la
altma ele caída libre del concreto desde la boca clel equipo.
C A!'. 3.-1 IN!il'ECCIO N m: e•( ; 171

Una función importante del inspector durante las operaciones


de mezclado consiste en controlar las revolturas que se producen,
número y volumen, lugar de destino, hora de salida de la planta
e identificación del medio ele transporte. También debe dirigir
al personal encargado de obtener muestras del concreto, con la
frecuencia especificada, para comprobar su revenimiento, peso
volumétrico y contenido ele aire, y fabricar especímenes ele prue-
ba. Con objeto ele facilitar al inspector la recopilación de estos
¡
i
elatos deben prepararse formas especiales para control del con-
creto en planta ele dosificación y mezclado.
1
Cuando las revolturas ele concreto que se fabriquen sucesiva-
mente manifiesten un cambio repentino ele revenimiento, fuera
db la tolerancia establecida, es obligación del inspector investi-
gar la causa, la que frecuentemente consiste en un cambio de
humedad y/ o granulometría de los agregados, principalmente
ele la arena. Si la observación ele estos materiales confirma la
presunción, deben volver a muestrearse para efectuar nuevas
correcciones al proporcionamiento; por concepto de humedad y
contaminaciones granulométricas. Si el cambio se refiere a la
granulometría ele la arena, con una variación que exceda de 0.20
en el módulo de finura, debe informarse al jefe ele laboratorio
para que se efectuen los ajustes necesarios en el proporciona-
miento. Si el cambio de revenimiento es atribuible a una varia-
ción sustancial en la temperatura del ambiente, respecto a la
que prevalecía en el momento ele comenzar el colado, la correc-
ción puede limitarse a una simple modificación del agua de
mezclado.

3.4.,2.-+ T'ransporte
Conviene vigilar en esta etapa que no ocurran dos situaciones
inconvenientes en el concreto : segregación y endurecimiento.
Si el concreto sale homogéneo de la mezcladora, y se asegura
q ne no se disgregue en la descarga, cúalq uier segregación q uc
presente al llcgm al lugar ele colado tiene que ser atribuicb a
172 I'. ( AS DE c;,UJl'O

tra11sportación deficiente. Cuando así ocurra, "s deber del ins-


pector investigar sus causas probables para ponerlas en conoci-
111iento ele sus superiores. Debe recordarse que a medida que
bs mezclas son más fluidas, tienden a segregarse más durante el
transporte.
El endurecimiento del concreto en la etapa de transportación
puede atribuirse a varias causas: fraguado falso del cemento,
temperatura demasiado alta del concreto y/ o del arn bien te, pro-
tección inadecuada y tiempo ele transporte excesivo.
El fraguado falso ( 1.1.1.8, Parte 1) es una característica in-
clcsca blc que se manifiesta como end urecimiento prematuro de
b pasta ele cemento pocos minutos después ele mezclada. Se dis-
tin gue dcl fraguado real en que si recién endurecida se remezcla,
adquiere nuevamente su consistencia original. Existen dos for-
lllas ele corregirlo: aumentando el tiempo ele mezclado ele las
rcvolturas hasta 6 u 8 min (lo cual no siempre es posible) o
rcmezclando el concreto al llegar al lugar ele colado. Normal-
111entc, si no puede evitarse el uso de un cemento así, lo m;1s
conveniente es disponer ele vibradores en número y potencia
suficiente para destruir el falso fraguado durante el acomodo
del concreto. Solamente en casos especiales (como en colados
con bomba) resulta preferible remczclar el concreto antes ck
colocarlo en la estructura, para lo cual se requiere disponer del
equipo necesario en el lugar ele colado.
La temperatura demasiado alta del concreto recién mezclado
provoca que aumente la velocidad ele evaporación del agua y con
ello un endurecimiento prematuro que, a diferencia del anterior,
110 es posible corregir mediante remezclaclo o destruir por enér-
gico vibrado. Este aspecto indeseable debe evitarse corrigiendo
las causas que lo provocan: el empleo ele cemento y/ o agregados
calientes, por lo que si el cemento se recibe caliente, debe dejarse
rnfriar antes ele su empleo, y si los agregados se calientan por
estar expuestos al sol, deben protegerse o moj arse con agua fría
antes ele su empleo. Si a pesar de ello el concreto todavía resulta
con demasiada temperatura, será necesario enfriarlo adicionán-
·b rt

CAP. 3.-f lNSPEC CION IH: COLADOS l 7)

dolc hielo en sustitución de agua de mezclado. En dichas situa-


ciones el control de la temperatura del concreto se convierte
en responsa bilidacl a cargo de la inspección.
El concreto debe protegerse del sol, viento y lluvia durante
su transportación, por lo que resulta necesario que los equipos
dispongan ele los medios que aseguren que el contenido ele agua
clcl concreto no se altere por los agentes atmosféricos.
El tiempo de transporte del concreto, desde la descarga ele
la revolvedora hasta el sitio de colocación, no debe resultar tan
amplio que provoque el endurecimiento del mismo. Puede con-
siderarse como criterio general, que al determinar los reveni-
mientos del mismo concreto antes y después del transporte, es
razonab1c permitir una disminución máxima ele 2. 5 cm para reve-
nimientos hasta ele 10 cm, y ele 4 cm para mayores. Si regu-
larmente las pérdidas de revenimiento resultan más altas que
estas c111 tich1clcs, y son atribuibles a lapsos excesivos ele trans-
porte, deben tomarse las medidas necesarias para reducirlos.

3.4.2. 5 Colocación
E sta opcr~1ción consiste en verter y distribuir el concreto cleu-
tro de las formas. No debe confundirse con la etapa consecutiva
que se ha designado como acomodo, la cual tarn bién suele cleno-
mina rse compactación o consolidación.
Los aspectos básicos que deben vigilarse durante la colocación
son que no segregue el concreto al vaciarlo, y que se le distribuya
uniformemente en toda el área que se encuentre confinada por
las formas.
Si las etapas precedentes se llevaron a cabo con los cuidados
necesarios, el concreto debe encontrarse homogéneo antes de ser
colocado. Para conservar esta condición se debe procurar depo-
sitarlo dentro del área de colado mediante un procedimiento
que le produzca el mínimo de perturbación. Ya se hizo referen-
cia a los procedimientos y equipos que satisfacen esta condición
(1.2.6.1, Parte 1 ), no obstante, es frecuente que aun empldn-
(
174 l'KACTICAS DE CAMPO

dolos ocurra segregación por dejar ele atender algún detalle ele
poca importancia aparente, entre otros la altura excesiva ele caída
libre del concreto al descargarlo dentro del área de colado y la
formación ele acumulaciones ele concreto en un mismo punto
ele descarga por falta de planeación adecuada para diversificarlos
convenientemente.
Para evitar los inconvenientes de la caída libre, es recomen-
da ble que el extremo de descarga se aproxime lo más posible a la
superficie en donde se va a depositar, o bien se interpongan tra-
mos ele tubería tronco-cónica (trompas ele elefante) que encau-
cen el concreto y Jo induzcan a caer verticalmente con poca
energía.
La formación ele graneles montículos de concreto en los pun-
tos de descarga es inconveniente porque presentan taludes ele
fuerte pendiente en donde los agregados se segregan con facili-
dad, y porque se obliga al movimiento del concreto en sentido
horizontal dentro del área ele colado, lo que también produce
segregación. Puesto que la forma adecuada de colocar el con-
creto consiste en hacerlo por capas horizontales ele altura redu-
cida que abarquen toda el área de colado, el único medio
razonable ele conseguirlo es disponer ele suficiente número ck
puntos ele descarga y ele un procedimiento que resulte práctico
para hacerlo alternativamente.
Cuando por circunstancias especiales no sea posible diversificar
los puntos ele descarga, pueden reducirse colocando tolvas de
rccepción en uno o más ele ellos, desde donde se distribuya el
c:onc:rcto a toda el área ele colado mediante equipos que puedan
desplazarse con facilidad (carretillas, por ejemplo) . De cualquier
moclo, es conveniente procurar que las capas horizontales de
conc:rcto tengan espesor no mayor ele 40 cm en las estructuras
rcforzaclas y 60 cm en las masivas, aproximadamente. Para
lograr homogeneidad en el concreto entre capas sucesivas ele un
mismo colado, es requisito indispensable que la capa superior
sc coloque estando todavía moldeable el ele la subyacente, lo
cual ocurre mientras no rebasa el fraguado inicial, que en la prue-
CAP. 3.4 LNSPECCLON DE co unos 175

ba indicada en 2.2. 5.8, Parte 2, se define por una resistencia


a la penetración de 35 kg/cm" (500 lb/pulg"). Por lo que res-
pecta a la inspección, existen penetrómetros de bolsillo ele fácil
empleo para medir esa resistencia.

3.4.2.6 Acomodo
Es la operación mediante la cual el concreto ya colocado se
somete a la acción ele fuerzas que hacen de él una masa homo-
génea y libre ele cavidades, que adopta la geometría del molde
que la confina. También suele llamárscle moldeo, compactación
o consolidación.
En l:ls prácticas de construcción actuales se especifica, casi
invariablemente, que el concreto se acomode por medio de vibra-
ciones, excepto en colados sumergidos. En 1.2.7, Parte 1, se
indicaro n los efectos que las vibraciones producen sobre el con-
creto fresco, los procedimientos que se usan para trasmitirlas
y las principales clases de equipo disponibles para ese fin, los
que clcben seleccionarse tomando en cuenta las características
del concreto y estructura, fu erza motriz disponible, material ele
las formas, y capacidad ele suministro de concreto durante el
cobclo, ele acuerdo con la ele los equipos con que se produce,
tran sporta y coloca. Por lo anterior, es común que sea el propio
coutrntista quien proponga el equipo vibrador, de modo que la
inspecci ón se limite a comprobar la efectividad del equipo y su
empico correcto.
Como el efecto básico que se busca con la vibración consiste
en lograr que el concreto se convierta en una masa fluida en el
lapso qnc dure su acción, quien seleccione un equipo ele esta
naturaleza, n ecesariamente tien e que tomar en consideración la
consistencia de la mezcla y el tamaüo máximo del agregado; ele
ahí que el primer aspecto a comprobar es que el vibrador efec-
tivamente fluiclice el concreto especificado. Una vez realizado
lo anterior, la siguiente etapa consiste en comprobar que es posi-
ble vibrar todo el volumen de concreto a la velocidad con que
1í 6
r
l'H.ACTl CAS DE CAMPO
(

se reciba, ele acuerdo con el número y potencia ele los equipos


dispuestos. En general puede considerarse conveniente integrar
la potencia total requerida mediante el mayor número posible
ele vibradores ele menor potencia, siempre y cuando estos sean
capaces ele acomodar con facilidad el concreto especificado.
Para considerar esto último se supone que 5 seg ele vibración
deben ser suficientes para crear un aspecto ele movilidad (sin
segregación) en el concreto más próximo.
El uso correcto del equipo consiste en suministrar al concreto
la cantidad ele energía ele moldeo adecuada, donde y cuando
se le necesite. Para un equipo ele determinada potencia, la can-
tidad de energía depende del · tiempo que dure su acción. En
este sentido, si se considera que hay una cantidad óptima ele
energía para acomodar una cierta masa ele concreto, equivale
a decir que tan1bién hay un tiempo óptimo ele vibrado; si es
menor, el concreto puede resultar insuficientemente acomodado
y manifestar cavidades macroscópicas; y si es mayor, la respuesta
es la separación del mortero o lechada del resto del concreto, la
cual se conoce como segregación por sobrevibraclo. Dentro ele
la pdctica se considera que para evitarla, debe suspenderse el
vibrado en una cierta zona en cuanto aparezca mortero en la su-
perficie y esta adquiera brillo.
El lugar y momento para aplicar la vibración dependen ele Ja
manera como se conduzca el colado y la velocidad con que se
lleve a cabo la colocación del concreto. En términos generales,
el procecli¡:niento ele acomodo debe consistir en colocar y vibrar
o, en ciertos casos, distribuir y vibrar, lo cual significa que debe
vibrarse en el sitio donde se depositó, sin desplazarlo con ayuda
del vibrador. No es conveniente que transcurra demasiado tiem-
po entre la colocación y vibrado del concreto, pues al secarse o
inclusive comenzar a fraguar aumenta su resistencia a la fluidiza-
ción; esto quiere decir que debe vibrarse cuando todavía tenga
la consistencia adecuada para convertirse en masa fluida me-
c1iante el equipo en uso. Al respecto, con objeto de lograr fusión
entre capas contiguas, debe vigilarse que el concreto precedente
CAP. j.-j INSl'ECC ION DE COLAl>OS J77

aún tenga la condición mencionada y que si se emplean vibra-


dores ele inmersión, se les haga penetrar hasta la capa inferior.
E1 revibrado de una mezcla que ha comenzado a fraguar es
u11a técnica que a veces se aplica para incrementar la compa-
cidad y resistencia del concreto por la expulsión de aire o agua
acumulada bajo el agregado grueso durante el lapso transcurrido
desde el primer vibrado. Aunque algunas experiencias han con-
firmado que pueden obtenerse esas ventajas, si el revibrado se
lleva a cabo cuidadosamente, no es una práctica recomendable
en las obras, debido a que por falta ele control en su ejecución
los resultados pueden ser desfavorables. También es objetable
en el caso de concreto aparente, debido a que puede resultar
una línea claramente definida entre dos capas, una ele las cuales
(la subyacente) fue revibrada por encontrarse parcialmente fra-
guada en el momento de colocar y vibrar la capa superior.

3.4.2.7 Acabado
Consiste en impartir a las superficies de concreto las condi-
ciones especificadas en lo que se refiere a geometría, rugosidad
y aspecto.
Hay dos clases fundamentales de acabado: el que se obtiene
a con trafonna (superficies moldeadas) y el que se logra median-
te operaciones posteriores al acorrn?clo (superficies libres). En el
primer caso, el acabado se obtiene empleando una forma que
reúna las condiciones especificadas; en el segundo, se produce
aplicando equipo (o herramienta) y tratamiento adecuados al
tipo ele estructura y características del concreto.
A continuación, se incluyen los diversos tipos de acabados
especificados por el USBR (ref. 1) en las dos clases mencionadas.
a) Acabados en superficies moldeadas. Se designan con la
letra F (formed) y son de cinco tipos:
Acabado Fl. Se aplica a superficies donde no siendo objetable
la rugosidad, solamente se requiere reparar el concreto defec-
(
tuoso, corregir las depresiones mayores de 25 mm y rellenar las
oquedades dejadas por varillas. También se aplica en aquellas
superficies que deban cubrirse con un impermeabilizante o ma-
terial ele relleno. Las formas pueden construirse sin rcfiI1a,mJe11to,
de cualquier material que impida escape el mortero durante el
vibrado.
Acabado F2. Se aplica a superficies expuestas permanente-
mente en que no se especifica acabado especial, lo cual corres-
ponde a muchas estructuras hidráulicas no sujetas a la acción
de agua que fluya a alta velocidad, como, por ejemplo, estruc-
turas en canales, revestimiento de túneles, sifones, alcantarillas,
vertedores abiertos, etc. Las formas pueden construirse de ma-
dera o acero, de modo que se obtengan las dimensiones y ali-
neamiento requeridos, sin pandeos ni salientes notables.
Acabado F3. Se recomienda en superficies de estructuras don-
de Ja apariencia es importante, para lo cual las formas deben
tener las dimensiones precisas y construirse con tableros de ma-
ckra machirnbrada o forrada con chapa (triplay), no pcrmitién
dose revestimiento metálico. No deben producirse pandeos, sa-
lientes o desviaciones visibles en el concreto. Con objeto de
evitar imperfecciones, las fonnas deben ajustarse y anclarse con
exactitud en las juntas de construcción .
. Acabado F4. Se aplica en superficies donde el alineamiento
y la regularidad sean extremadamente precisos, a fin de evitar
los efectos destructivos del agua que fluye a gran velocidad, en
cuyo caso se encuentran compuertas de salida, tubos ele aspira-
ción y túneles vertedores. Las formas .d eben ser resistentes y
mantenerse en el alineamiento prescrito con firmeza y precisión.
pudiéndose construir con cualquier material que produzca la
superficie especificada (madera machimbracla, ele chapa o acero) .
Acabado F5. Se requiere en superficies a las que debe apli-
carse posteriormente un aplanado o repellado (yeso o mortero)-
Las formas se construyen con madera sin cepillar, a fin ele obte-
ner superficies rugosas que faciliten la adherencia. No debe pcr-
CAP. 3.4 lNSPECCION DE COLADOS 179

mitirse la lubricación ele las formas ni revestirlas con láminas


metálicas.
b) Acabados en superficies libres. Se designan con la letra U
(unformed) y se dividen en cuatro tipos:
Acabado U l. Se obtiene pasando una regla o cercha sobre
superficies ele concreto que posteriormente deben cubrirse con
material ele relleno u otro concreto, o que constituyan la pri-
mera etapa de los acabados U 2 y U 3. ·
Consiste en nivelar el concreto y emparejarlo con una plantilla
que dé la geometría requerida, dejando una superficie uniforme
y regular. Inmediatamente después de acomodado, el concreto
excedente debe retirarse mediante el movimiento alternativo ele
la regla en el enrase. En superficies curvas, como la cubeta ele los
tt'mclcs, debe usarse una plantilla especial. En tramos largos y
angostos ele revestimientos curvos o planos, es deseable emplear
formas deslizantes pesadas o máquinas ele pavimentación y
acabado. .
Acabado U2. Se obtiene con llana ele: madera y se emplea en
superficies exteriores donde no se especifica acabada especial,
como plantillas de sifones y puentes-canal, pisos de estructuras
ele canales, vertedores, obras de descarga, etc. El acabado puede
ciarse manual o mecánicamente, pero sin iniciarlo hasta que el
concreto manifieste cierta rigidez y desaparezca el brillo super-
ficial. La operación de la llana debe limitarse a obtener una
superficie uniforme, borrando las marcas dejadas por la regla
en la operación precedente. En caso de requerirse el acabado
U 3, el paso de la llana debe dejar en la superficie una ligera
cantidad ele mortero, sin exceso ele agua, para permitir el tra-
ba jo efectivo ele la llana metálica.
Acabado U3. Se efectúa con llana metálica y se recomienda
en losas de pisos interiores (excepto los que deben llevar recu-
brimiento) , en plantillas ele túneles, en ·peldaños ele escaleras
interiores, etc. La aplicación ele la cuchara metálica debe hacerse
al momento en que la película ele humedad y brillo hayan clesapa-
]oc{ ,cTJCAS DE CAMPO r
reciclo de la superficie previamente emparejada con la llana de
madera, y hasta que el concreto endurezca lo suficiente para
cvitar que se presente demasiado material fino y agua en la super-
ficie, ya que puede provocar fisuras y reducir la durabilidad ele
la misma. Un retraso excesivo en esta operación puede dificul-
tarla por endurecimiento del concreto. La llana meülica se
aplica con presión firme para aplanar y alisar la superficie
arenosa producida por la de madera, hasta dejarla densa, uni-
forme y exenta de defectos, ondulaciones y demás huellas; aun-
que estas, si son leves, pueden permitirse en superficies que
vayan a cubrirse con una capa impermeable. Puede obtenerse
una superficie de poro fino, que no sea resbalosa, efectuando un
pulido final mediante la aplicación suave de la llana con un mo-
vimiento circular. Cuando se requiere un acabado más resis-
tente al desgaste, debe permitirse mayor endurecimiento del
concreto antes de volver a aplicar la llana metálica con presión
firme, hasta producir apariencia lustrosa en la superficie.
Acabado U4. Es el que se recomienda para revestimiento ele
canales, cuyos resultados deben ser equivalentes en regularidad,
tersura y ausencia de defectos a los que se obtienen mediante
la manipulación prolongada de la llana metálica, aun cuando
normalmente no es objetablc la presencia de minúsculas pica-
duras esporádicas o de ligeras huellas de la llana. Cuando se
emplea maquinaria para revestir y producir el acabado, si este
reúne los requisitos, no se requiere operación adicional, pero si
resultan algunas depresiones después del enrase del revestimiento,
no es objetable el empleo de pequeñas cantidades de mortero
para facilitar el acabado.
En la tabla 3.12 se presentan las tolerancias m<íximas permi-
sibles para irregularidades en superficies de concreto, de acuerdo
con d acabado especificado, según la misma ref. l.

3.+3 Inspe~cíón después del colado


No puede decirse que exista una delimitación clara entre la
CAi'. ).'f INSl' ECC lON DE COLADOS J8 l

'l'AflI .:\ 3.12. TOLERANCIAS :rvrAXIl\IAS PARA IRREGULARIDADES EN


SUPERFICIES DE CONCRETO

En superfic ies moldeadas

lRRECULA- TOLERANCIAS MAXIMAS PARA ACABADOS: en mm


RIDADES
fl f2 f3 F4 f5
Dt"p1esiones 25 -13 -6 - -6
Groduales - 6
Brn~(:as - 6 3 ~ 6. 6
3<

medidas r es pt: ~ l o a un patrón de 1.5 111

como dc:presi9n o saliente en Sl:!nlido para lelo al ílujo


e· co mo Jepresión o sa liente en sentido no para lelo al flujo

En supi.:rfü.: ics li bres

TOLERANCIAS MAXIMAS PARA ACA-


BADOs;• en mm
SUPERFICI ES
UI U2 U3 Ui
En todas rnperficic:s 10 6 6 -
En supe1ficies de losas de fondo de canales - - - 6
En supcrf icies del revestimiento en taludt.."'S
di: coin¡iks
- - - 13

d mcdnhs n~SPL'<.:tu a un pa.trón de 3 .O m

inspección di.nante y después del colado, ya que frecuentemente


esta última requiere iniciarse antes ele que concluya aquella .
Esto representa una situación que debe preverse en colados de
larga duración, para que la inspección sea continua mediante
relevos oportunos del personal.
Los aspectos que normalmente se consideran como parte de
la etapa ele inspección posterior al colado, son:

Vigilm la aplicación del curado especificado '~ las superficies


libres, clc.:~pués de darles el acabado requerido.
Comprobar que la remoción de las formas y apoyos se lleve a
cabo cuando el concreto tenga la edad establecida en cada
caso, y que esta operación se rea lice con el debido cuidado,
para evitar dallos a las estructuras.
(
) ¿)2 PHACTlCAS DE CA~ll'Ü

Vcrificarquc se aplique el curado especificado a las superficie:;


moldeadas, en cmnto se retiren las formas que las cubrcu.
Supervisar la ejecución ele resanes y reparaciones al concreto
que sean necesarios para · corregir defectos de construcción o
daños producidos por diversas causas.

3.4. 3.1 Curado


Conforme a lo señalado en 1.4.1. 3, Parte 1, curar el concreto
significa favorecer la presencia de las condiciones adecuadas para
que el proceso de hidratación del cemento se realice en forma
continua, hasta alcanzar la madurez requerida, la cual, para un
concreto y edad determinada,. depende de dos aspectos princi-
pales: temperatqra y humedad.
La temperatura que prevalece en el interior de una estructura
de concreto recién construida depende de factores tales como la
del concreto fresco y del ambiente, volumen y espesor de la es-
tructura, contenido y tipo del cemento, etc., algunos de los
cuales no son susceptibles de modificación. De esta manera,
la temperatura de curado del concreto en la e~ tructura muchas
veces es una condición fuera de control, salvo casos en que
pudiendo llegar a valores extremos, se adoptan medidas para
evitarlo. Ejemplos de esto último son los colados realizados
a temperaturas muy bajas en que, además de calentar el agua
de mezclado, se aumenta la temperatura de la estructura con
vapor, o bien el caso del concreto en grandes niasas en que se
enfrían el agua de mezclado y posteriormente la estructura me-
diante serpentines ahogados en elJa por donde se hace circular
agua fría .
Como las temperaturas ambiente en la mayor parte del país
son relativamente benignas, la situación más frecuente es dejar
que la del concreto siga su tendencia natural y que solamente
subsista 1a humedad como aspecto que deba controlarse. Con-
siderando así que si el cemento dispone perman entemente ele
CAi'. 3.~ INSPECCION l>E C<( ,s Jo3

suficiente ;1gua para hidratarse, las variaciones de la tempera-


tura del ambiente en el intervalo local solamente deben influir
en la velocidad del proceso sin afectar las propiedades potencia-
les del concreto; mientras que si le falta humedad, especial-
mente en sus primeras edades, en que el proceso de hidratación
se halla en su fase más intensa, su calidad puede resultar afecc
tacla en forma irreparable.
De las consideraciones anteriores se explica que en el país se
conceda mayor importanci<: a la conservación ele humedad en el
interior del concreto y prevalezca la costumbre ele relacionar
su curado solamente con este aspecto.
Existen dos procedimientos básicos para conservar húmedo el
concreto recién colado: evitar la evaporación aplicando un ma-
terial impermeable sobre la superficie o reponer el agua eva-
porada mediante aplicación adicional. Aun cuando la reposición
de agua produce mejores resultados, la elección del proccdi-
m icuto es, m~1s bien, un asunto ele cadcter práctico.
El curado de superficies libres ele concreto (pavimentos, reves-
timiento ele canales, etc.) frecuentemente requiere iniciarse a
continuación del acabado, con objeto ele evitar la evaporación
en la etapa ele fraguado que induce a contracciones plásticas y
agrietamientos. Debido a la condición suave del concreto esto
puede conseguirse sin dañarlo, aplicando por ;:ispersión fina un
líquido que forme una membrana impermeable. En el caso de
superficies moldeadas, si estas son fácilmente accesibles, pueden
aplicarse indistintamente ambas .formas, pero si no es así· (la
clave ele túneles, por ejemplo ) puede ser más prúctico aplicar
una membrana inrnermcablc.
Antes el e seleccionar el procedimiento de curado conviene,
~1 dcrnás,tomar en cuenta que la reposición ele agua solo es efec-
tiva si se promueve en forma continua y durante el lapso acle-
cuaclo, y que la restricción ele evaporación funda su éxito e11 la
efectividad clcl medio que se emplee para lograrlo. De esta ma-
nera, tan insuficiente resulta aplicar humcclcci111icnto csp<mídico
UH ( lCAS llE CAM 1'0

al concreto como recubrirlo con un materia] que no restrinja


debidamente la evaporación. En caso ele seguir el segundo pro-
cedimiento, los materiales deben ensayarse previamente con-
forme a lo indicado en 2.1.6, Parte 2. En cuanto al agua ele
curado, sus requisitos ele calidad son los mismos que para la
ele mezclado.
El informe del Comité ACI 612 contiene algunas rccomcn-
<lacio11cs para el curado óptimo del concreto en estructuras, clasi-
ficando estas en cuatro grupos:
a) Horizontales. Se consideran como tales aquellas en que
la superficie principal se encuentra horizontal, o casi, y su dimen-
sión mínima es menor ele 60 cm , como pavimentos, banquetas,
revestimiento ele canales, losas ele edificios, pisos industriales,
etc.
Se recomienda el curado inicial iumccliatamentc después del
acabado, recubriendo la superficie con un material que evite la
evaporación, ele preferencia una tela o papel absorbente que
se mantenga saturado ele un día para otro, o un compuesto
líquido que forme una membrana impermeable.
Para el curado final se recomiendan como posibles medios:

1tfantener en las mismas condiciones el material o producto


empleado en el curado inicial, durante el lapso especificado
para el curado final
Aplicar una capa de 5 cm de arena o tierra y mantenerla
saturada
Aplicar una capa de 7. 5 cm ele h eno, pasto o paja, y procurar
que se conserve saturada
Colocar hlminas impermeables de plástico o papel de color
claro, ele calidad aprobada
Recubrir con un compuesto líquido que forme una membrana
impermeable, de calidad aprobada. Si la superficie está ex-
puesta al sol, el compuesto debe ser de color blanco.
b) Verticales. Se caracterizan porque la superficie principal
(
C .\P. 3.-t IN S PECCIO~· DE c;o1.,. ..,,s 1ti )

es vertical, o casi, \' su dimensión mínima es menor ele 60 cm,


como muros, pilas. pequei1as, columnas angostas, estribos, etc.
El cmaclo inicial ele las superficies expuestas debe efectuarse
igual c.¡uc en el caso anterior clmautc nn lapso mínimo ele 96
horas, aun cuando las formas puedan retirarse antes, siendo en-
tonces necesario que las superficies moldeadas recién descubier-
tas se cmcn por medio ele un riego continuo de agua por aspcr-
siém o rcc11brié11clobs con un compuesto líquido que forme una
membrJna impermeable, ele calidad aprobada.
e) Cúbicas. Son aquellas en que la mínima dimensión del
concreto es mayor ele 60 cm, cu una o varias etapas ele colado,
cómo presas, pilas, estribos graneles, etc.
Por tr;1tarsc ele estructuras masivas se recomienda ejercer con-
trol sob1e la temperatura del concreto, tanto fresco, como des-
pués ele colado, según lo permitan las consideraciones ccouómicas
y ele proyecto. Es conveniente que durante la hidratación del
cemento, d concreto no alcance una temperatura mayor en
l O a l2°C que la media anual.
El curado inicial consiste en mantener continuamente húme-
das tocb s las superficies libres en cuanto concluya el acomodo, lo
cual puede conseguirse aplicando agua por aspersión fina.
En fa s superficies moldeadas el curado con agua debe iniciarse
en cuanto se retiren las formas y continuarse por un mínimo ele
tres semanas si el cemento es ele bajo calor (tipo IV) o ele dos
serna n os si es normal ( I) o modificado ( II) . Si estas superficies
no se van a cubrir con otro concreto o material ele recubrimiento,
el curado a partir del retiro de las formas puede efectuarse apli-
cándoles un compuesto líquido que forme una membrana im
permeable.
En la superficie de juntas horizontales o verticales ele cons-
trucción, el agua debe aplicarse en forma continua justamente
hasta antes ele iniciar el tratamiento superficial especificado.
Una vez terminado este, y antes de proceder a la colocación del
nuevo concreto, debe conservarse húmedo el concreto.
J a(J( l:TICAS llE CA\11'0
r:
d) Precoladas. Son aquellas que se construyen y se les da
:1ca bado c11 un lugar o posición diferente respecto donde deben
prestar servicio.
Para el curado ele estas piezas suele especificarse la aplicación
de vapor con temperaturas hasta de 90 º C , a fin de acelerar su
resistencia y utilizarlas en un lapso más corto. En este caso,
deben seguirse rigurosamente las recomendaciones particulares
del trabajo que se trate, con objeto ele evitar daños al concreto
por una aplicación incorrecta.
Si d curado es normal, pueden ponerse en práctica las reco-
mendaciones indicadas para las estructuras horizontales o ver-
tica'cs, según corresponda a la geometría de las piezas.

3.4.3.2 Retiro ele las formas


Esta operación, que también suele llamarse descirn hrado, con-
siste en remover los moldes y apoyos que sostienen al concreto
desde que es una masa fluida, hasta que adquiere propiedades ele
cuerpo enclurcciclo capaz ele autosoportarse.
En relación con esto último, conviene señalar la diferencia
que debe prevalecer entre las condiciones que corresponden al
rctito de las formas y la puesta en servicio de la estructurn, pues
aunque normalmente no ocurren al mismo tiempo, se presen-
tan casos en que pueden confundirse. .
Se consideran condiciones propicias para retirar las formas,
aquel1as en que c1 concreto ha alcanzado un grado ele enclurcci-
micnto tal que puede prescindir de ellas sin sufrir daño, ni .
manifestar deformaciones inconvenientes. En carn bio, casi siem-
pre se requiere que el concreto adquiera las propiedades para las
que fue proyectado, antes ele poner en servicio la estructura, lo
cual, conforme a las previsiones corrientes y en circuns,tancias
nonna1cs, clcbc ocurrir al cabo ele 28 días.
1'.s muy variable el lapso entre la terminación ele un colado
1

\. el momento en que es posible retirar las formas, pues depende


C AP. 3.-f LNSP ECC lO.l\' DE CO LA DOS } :-¡ ~
1
ck factores como el tipo del cemento, empleo ele aditivos acclc-
r~mtes o retardan tes, tem pcratnra del ambiente, características
ele Lis fon 11~1s y las estructuras, cte. Por esta razón no es posible
sciiabr edades específicas para el retiro de las formas, sino más
bien indicar cómo actúan estos factores y los criterios para to-
marlos en cuenta.
a) Ti/Jo del cemento. En 1.1.1.1, Parte 1, se describieron las
propicclaclcs ele los diversos tipos ele cemento, incluyendo la for-
ma aproximada como aclq uicrcn resistencia con la edad (fig. ·i. 50).
De acuerdo con ello, puede suponerse el siguiente orcler1 · ele
,rapidez para obtener resistencia, ele mayor a menor:

'fipo llf (a Ita resistencia r{¡ pida )


Tipo l (normal)
Tipo ll (modificado) y portland puzolana
Tipo V (resistencia a sulfatos) y tipo IV (bajo calor )

Se supone, entonces, que cuando se requiere acortar el lapso


para el retiro ele las formas debe emplearse, preferentemente, un
cemento ele alta resistencia rápida (tipo III). Sin embargo, este
criterio solo es operante cuando las formas que deben retirarse
sirven ele apoyo a la estructura, en cuyo caso es necesario que el
concreto ten ga resistencia m ecánica para soportar sin daño las
cargas q uc le resultarán trasmitidas. En los otros casos en que
1as forma s son moldes sin trascendencia estructural, el cambio
en el tipo ele cemento no cl cbc reflejarse notablem en te en el
lapso ele clcscim braclo, puesto que muchas veces solo se requiere
q uc el concreto haya sobrepasado su tiempo ele fraguado final ,
y est e no difiere demasiado de un tipo ele cemento a otro.
b ) EmfJleo de aditivos. Cuando se emplea un aditivo retar-
dan te o aec~ era nte en el concreto, el tiempo que debe dejarse
transcurrir para retirar las formas puede sufrir alguna m oclifi-
caeic'm .
En casos comun es, un aditivo retardante se aplica par:i aumen ·
tar el tiempo de fraguado, sin m enoscabo ele la rapidez posterior
( 08 ( J<.:AS DE CAMPO

para ;1dquirir resistencia ( 1.1.4.2, Parte 1). Por ello, su aplica-


ción puede causar algún retraso en el retiro ele las formas, si
estas son del tipo ele moldes para confinamiento exclusivamente,
pero no debe modificarlo si se trata ele apoyos estructurales, ya
e¡ ue, usualmente, los efectos del aditivo sobre la resistencia deben
dejar de ser apreciables antes ele las 48 horas de edad. Por e1
contrario, los efectos .d e un acelerante deben manifestarse más
en la adquisición de resistencia. que en el tiempo de fraguado,
ele modo que su influencia sobre el lapso para retirar las formas
debe ser en el sentido de acortarlo cuando se trate ele apoyos
estructurales sin variación importante para el retiro ele los mol-
des de confinamiento.
e) Temperatura del ambiente. Ejerce efectos sobre el tiempo
ele fraguado y endurecimiento del concreto (1.4.1.4, Parte 1) en
el sentido de que lQ retrasan las bajas t emperaturas y lo aceleran
las altas; de ahí que siempre se considere la temperatura del
ambiente como uno de los aspectos más determinantes que de-
ben tomarse en cuenta para establecer el lapso conveniente para
el retiro ele las fon-i1as, ya sean moldes ele confinamiento o apo-
yos estrncturales.
Cuando se trata ele retirar los moldes ele confinamiento, es
11eccsario tornar en cuenta también el aspecto ele curado, esto
es, el suministro de protección contra la pérdida de agua por
evaporación y contra las temperaturas excesivamente bajas. En
ambiente caluroso y seco, lo más importante es evitar la eva-
poración . Como las formas suministran m enos protección en
este aspecto que los medios usuales ele curado, resulta deseable
retirar los moldes (que no soportan la estructura) lo más pronto
posible, con objeto de comenzar la aplicación del curado espe-
cificado. En ambiente muy frío se reduce la velocidad ele eva-
poración del agua, razón por la cual la condición crítica consiste,
entonces, en proteger al concreto contra el descenso excesivo
ele la temperatura en su interior; como al respecto los moldes
suministran alguna protección (sobre todo si no son metálicos),
es preferible en este caso retrasar su retiro hasta que el concreto

•·
CAP. 3.-f INSPECC ION DE COLAUOS 189

haya alcanzado suficiente resistencia para soportar las bajas tem-


peraturas sin experimentar clafío. Esto último, siempre y cuando
lo permitan las condiciones económicas y ele programa en cuan-
to al número ele moldes disponibles y el tiempo en que deben
volver a emplearse.
Para definir el lapso en que pueden retirarse las formas que
sirven de apoyo a la estructura, es recomendable tomar en cuenta
el efecto de las temperaturas sobre el proceso de adquisición de
resistencia · del concreto, principalmente si estas son bajas. El
medio más confiable ele hacerlo consiste en el ensaye a compre-
sión ele especímenes representativos del concreto, curados en las
1úismas condiciones de la estructura. De esta manera, el retiro
ele los apoyos puede llevarse a cabo cuando el concreto alcance
la resistencia prevista, determinada en los especímenes ele prueba.
Una aparente limitación de este procedimiento se presenta
cuando no se reproducen en los especímenes las temperaturas
que experimenta el concreto en el interior de las estructuras,
debido al gran espesor de estas. No obstante, el medio de en-
sayar especímenes a compresión continúa siendo útil, mediante
la aplicación del concepto de madurez del concreto, según lo
indicado en 1.-f.l.4, Parte 1, para lo cual se requiere lleva r regis-
tro de las temperaturas del concreto en los especímenes y en el
interior de la estructura.
Al respecto, el método para retirar los apoyos de bs formas,
tomando en cuenta el efecto ele la t emperatura, puede llevarse a
cabo como sigue:
l. Se cla boran suficientes especím enes para ensaya rlos a dife-
rentes edades, en el intervalo aproximado en que se espera alcan-
zar la resistencia requerida para el retiro ele los apoyos. Cono-
ciendo sus temperaturas y resistencias puede elaborarse una gd -
fica rc\1ciona11do estas con la madurez (fig. 3.1 O) y, mediante
interpolación, determinar la madurez que corresponde a Ja resis-
tencia requerida.
2. l\Iiclienclo la t emperatura del concreto en el interior ele la
1 <)()
(
1'> . ICAS DE CA1'.·1PO
r
RR resistencia . ~cqucrida en el concreto para retirar los apoyos

.I\1a madurez del concreto para obtener la resistencia requerida en


Jos especímenes

/
~--------------/i/

,
/l 1
V/ 1

/,/" 1

1
/ 1

Madureces en los especímenes {ese log)

F1c;. 3.10. Determinación experimental de la madurez que corresponde a la


resistencia requerida para retirar los a/Joyos

estructura puede elaborarse una gráfica que relacione la edad


del concreto <.:011 la madurez obtenida en ese lugar ( fig. 3.11),
ele modo que se determine el lapso en que la estructura alcance
la madurez (y resistencia) requerida.
Como la medición ele temperaturas verdaderamente represen-
tativas requiere a veces de técnicas especiaiizaclas, el procedi-
miento no es tan simple como para aplicarlo en obras donde
no se disponga ele las facilidades necesarias. Su aplicación resulta
mús útil en aquellos casos en que la misma forma se emplee un
gran número ele veces en iguales condiciones como en revesti-
miento de túneles, para lo cual es suficiente al principio deter-
minar con precisión el lapso mínimo de descimbrado, siguiendo
CAP. 3.4 fNSPECC IO N DE COLADOS 19 1

-¡.;•l::i'
",,-v,,.;
lvh madurez que corresponde a la resistencia rcqueri<la, ~c.~ ,,,,,
determinada en especímenes O.'-'~c.1-,,,,.,"'
"'~/
,,,,,,,; ...... "
tR tiempo necesario para que /
/
el concreto de la estructura
obtcuga la madurez, fvlR ,,,~-------------;- 1''la.
/ 1
/ 1 "
. "O
/ 1 ~
/ 1
/ 1 te:
/ 1 8
/ 1
/ 1
/ 1
/ 1
/
/
/.

rnadurcz acumulada = MR

-10 .....................+'-.................................................................U-L.......U-1...l...l..U..~~~~~~~~~-'
o t•

Tiempo transcurrido, t,
a partir de la terminación del ·colado

F1c. 3.11. Determinación experimental del tiempo necesario para que el con·
creto · de la estructura obtenga la madure;: rnficiente para retirar los
<IfJLJ)'OS

el proccdim icnto descrito, y continuar sn aplicación en los cola-


dos subsecuentes.
el) Características de las estructuras. Las características geo-
métricas y de diseño ele las estructuras tienen también gran
influQncia en el tiempo que debe transcurrir antes de retirar
las formas. . "· 1 •

La posición de his· supe°rficies moldeadas, la presencia ele es-


quinas, aristas y cualesquiera detalles arquitectónicos que repre-
senten zonas débiles en el concreto, influyen en el retiro de los
moldes que no representan apoyos estructurales, ya que son par-
('
192 l'JlAC TIC AS DE C AMP O

tes susceptibles ele ser claüadas al separar los moldes prematura-


mente. En este aspecto, la práctica más recomendable consiste
en determinar experimentalmente el lapso ele ckscim bracio, ya
que resulta difícil definir la resistencia requerida para ello.
En las graneles obras, donde existen especificaciones para todos
los trabajos comprendidos en ellas, es relativamente frecuente
encontrar disposiciones relativas a periodos mínimos especifi-
cados que deben esperarse antes de retirar las formas que sirven
de apoyo a las estructuras recién coladas, o bien se dispone de
las facilidades necesarias para definirlos mediante correlaciones
ele resistencia y madurez.
Para las obras en que no existen especificaciones en este sen-
tido, el Comité ACI 347 recomienda esperar los siguientes pe-
riodos mínimos antes ele proceder a retirar los apoyos de las for-
mas en las cstrlicturas que se mencionan:
Centros de arcos 14 días
Apoyos al centro de vigas 14 días
Losas de entrepiso 7 días
Muros 12 a 24 horas
Columnas 12 a 24 hcmis
Costados de vigas 12 a 24 horas
Estos periodos acumulados se refieren a días (o fracciones) en
los que la temperatura ambiente es superior a lO ºC , pudiendo
ser o no consecutivos.

3.4. 3.3 Reparaciones al cdncreto


Pueden dividirse en dos clases principales que se relacionan
con las causas que originan el defecto o daüo que debe reparar-
se: a) restauración a defectos ele construcción y/ o desperfectos
ocasionados al retirar las formas; b) reparación ele daüos causa-
dos al concreto durante el servicio.
La distinción es pertinente porque pueden diferir tanto los
procedimientos, como los materiales recomendables en cada caso,
C.\J'. 3.-f IN SPJ:CC ION DE C OI Allü( 13

debido a la diferencia ele edades y propiedades prevalecientes


en el concreto.
a) Reparaciones inm~diatas al colado. Son las que deben
dectuar$e en una estructura ele concreto cuyas superficies mol-
deadas presenten defectos ele construcción o hayan sufrido des-
perfectos en el momento de retirar las formas. Los lineamientos
que se incluyen para estas reparaciones son aplicables en ambos
casos.
Este tipo ele trabajo debe llevarse a cabo a la mayor brevedad
posible después de retirar las formas, empleando los mismos
materiales (cemento y agregados) utilizados para el concreto
original, con objeto de que se obtenga máxima afinidad con él.
El primer paso consiste en retirar todo el concreto defectuoso
o débilmente adherido al resto de la estructura, mediante recorte
cuidadoso con herramienta manual, a fin de no perjudicar el
resto del concreto, cuya resistencia en ese momento no debe
ser alta. Al efectuarse dicha operación debe procurarse que el es-
pacio resultante por rellenar presente facilidades para el amarre
entre el concreto original y el material de repuesto, para lo cual
es necesario que todas las aristas recortadas presenten ángulos
de 90º, con los que se eviten los resanes terminados en punta o
bisel. Esto hace necesario tener que ampliar frecuentemente los
límites del volumen de concreto por recortar, respecto al que
teóricamente debe reponerse.
La siguiente etapa es lavar perfectamente con agua toda la
superficie recortada hasta eliminar el polvo y porciones de con-
creto o agregados que no se encuentren adheridas con firmeza
al resto de la masa, de modo que resulte una superficie perfecta-
mente limpia y sana, lista para recibir el material de repuesto
que, de acuerdo con las características geométricas del volúmen
por reponer, puede ser uno de los siguientes ( ref. 1):
Mortero seco de relleno. Consiste en una mezcla de arena
media y cemento, de consistencia suficientemente seca para apli-
carse sin necesidad de forma en oquedades cuya profundidad es
igual o mayor que la dimensión transversal mínima, y en ranuras
angostas que se cortan cuando se repara una grieta. Es condi-
ción para su empleo que el espacio en que se aplique ofrezca
apoyos latcra~cs y de fondo, con objeto que el relleno pueda
cc mpactarsc ejerciendo presión por encontrarse confinado en
todos sentidos, excepto por donde se coloca. Se considera que
!;1 profundidad mínima que debe tener una cavidad para poder
;1plicar10 es ele 3 cm, aproximadamente.
Para elaborar este mortero, generalmente se recomienda em-
plear arena ele graduación entre media y fina c1i que, ele pre-
ferencia, todas sus partículas pasen por la malb N9 16 ( 1.2 mm),
aunque este no es requisito indispensable, salvo cuando la cavi-
dad es muy estrecha (menos ele 25 mm la dimensión lateral) . L~1
proporción (en peso o volumen) entre arena y cemento puede
variar, ele acuerdo con la resistencia del concreto de la estructura
en que se aplique, pues no tiene objeto en circunstancias nor-
males rellenar una cavidad con un material ele m ayor resistencia
ele la ele aquel en que se aloja. Un valor medio de esta propor-
ción es ele 2.5 a 3.0, aplicable a los concretos que usualmente
se emplean en estructuras. La cantidad ele agua de mezclado
debe administrarse para obtener un mortero ele consistencia
seca, aunque fácilmente moldeable.
Antes de su aplicación, la superficie de concreto recortada,
previamente puesta en condición saturada y superficialmente
seca, debe cubrirse con una delgada capa ele mortero de liga,
c~aboraclo con una parte de cemento y una ele arena, con agua
suficiente para darle consistencia suave que le permita aplicarse
con una brocha o cepillo. El mortero de relleno debe comenzar
a aplicarse cuando la capa de liga todavía se manifieste suave a1
tacto, colocándolo por capas de 1 a 2 cm de espesor perfecta-
mente compactadas con un pisón, ranurando la superficie de
cada capa antes de colocar la siguiente, con objeto que se p ro-
duzca adherencia entre ambas.
Al término de su colocación, la superficie debe enrasarse y
cl~rsc1c.~
el acabado m ás parecido posible al concreto circundante,
..
CAP. ).4
r
ll\"S l'ECC lUN DE U,Jl .AOOS 19)

y a continuación mantenerse húmeda, por lo menos durante


las -+8 horas siguientes, ya sea cubriéndola con una tela saturada,
inundándola o aplicándole riegos periódicos de agua. No es
rccomenclahlc el empleo de una membrana de curado sobre la
superficie del relleno, excepto cuando la humedad y tempera-
tura del ambiente no promuevan la rápida evaporación del agua
y cuando el buen aspecto ele la superficie no sea un requisito
esencial.
l•'.s rcla h 1·ame1ite uorn 1a l q ne mia superficie rcsa11acla mani-
fieste color ligeramente mús oscuro que el del concreto contiguo,
aun emp1eanclo los mismos materiales. Para igualarlos puede
adicionarse una pequeña cantidad ele cemento blanco al material
ele repuesto (aunque la proporción exacta debe precisarse en
cada caso m ediante ensayes). También puede aplicarse a toda
la superficie una pintura o lechada a base ele cemento portlancl,
cuyo color simule el del concreto. Para esto último es conve-
niente dejar que el concreto obtenga una edad ele 3 a 4 semanas
antes de pintarlo, lavarlo previamente y después curar con agua
la superficie pintada. En este caso debe evitarse el uso ele mem-
branas ele curado antes y después ele pintar.
Reposición con mortero. Cuando la cavidad resultante, cles-
pi.1és del recorte del concreto defectuoso, es demasiado extendida
para rellenarla con mortero seco, debe considerarse la conve-
niencia ele hacerlo con el método llamado de reposición con
mortero, e] cual consiste en la aplicación de un mortero de con-
sistencia plástica, lanzado neumáticamente o colocado a mano.
Debe preferirse en aquellos casos de cavidades muy extensas,
cuya poca profundidad no admita el empleo ele concreto.
Si el mortero de repuesto se lanza neumáticamente, es con-
veniente emplear un equipo ele tamaño más reducido que el que
se emplea en trabajos normales de esta naturaleza, · con objeto
de producir un chorro más concentrado que permita rellenar
las cavidades menores con el mínimo ele desperdicio por con-
cepto ele rebote. En este mismo aspecto, para evitar que el
material ele rebote quede atrapado en las esq uinas interiores ele
)<)6 ( ;TICAS VE C '"ll'O (
la eaviclacl, se recomiendan ángulos obtusos, dando inclinación
ck: 45º a las parceles ele la cavidad respecto a la superficie exte-
rior de la estructura. Ya sea que el agua se adicione junto con
la arena y el cemento (procedimiento ele mezcla húmeda) o
que se incorpore en la boquilla al proyectar c1 chorro (procedi-
miento de mezcla seca), debe graduarse de modo que se obtenga
u11 mortero ele consistencia adecuada para colocarse sin escurrir
e11 capas ele hasta 25 mm ele espesor, aproximadamente.
Para aplicar manualmente el mortero de repuesto debe ela-
borarse uno que corresponda al del concreto empleado en la
estructura, suprimiendo la grava, el cual debe someterse primero
al sistema llamado ele precontracción, que consiste en mezclarlo
con anticipación y al cabo ele 1 a 2 horas (dependiendo del
cemento y la temperatura), volver a mezclarlo para que recu-
pere parte ele su consistencia original y aplicarlo sobre la super-
ficie de concreto recortada y puesta en condición saturada y
superficialmente seca. En este caso, también conviene cubrirla
con una delgada capa ele mortero de liga, como se recomendó
para la aplicación del mortero seco ele relleno.
Una vez que la cavidad se ha llenado ele mortero, debe dejarse
un ligero exceso hasta que el cemento esté próximo a su fraguado
inicial, siendo entonces cuando conviene retirarlo emparejando el
área resanada con la superficie adyacente, con llana de madera
en movimientos del centro al perímetro del área. El curado debe
conducirse ele igual modo que en el caso precedente.
Reposición con concreto. Se recomienda cuando las cavida-
des en concreto simple presentan una superficie mayor ele
0.1 m" y una profundidad que exceda ele 10 cm; si se trata
de reforzado, solo cuando la superficie es mayor de 0.05 m" y la
profundidad exceda la del acero ele refuerzo, en cuyo caso si las
varillas se observan parcialmente, el recorte del concreto debe
profundizarse hasta descubrirlas totalmente, ele modo que el
concreto de repuesto las rodee completamente al ser colocado.
Si se trata ele restaurar una superficie moldeada, deben pro-
a tttt

CAP. 3.-f INSPE CC IO N IJE r ül:JS J<J 7

vcersc fon11 as adecuadas q uc pcrrn itan confinar com plctamcn te


el espacio por reilenar, excepto en la parte mús alta por donde
debe introducirse el concreto, dejando un espacio previsto para
un sobrcconcreto cuya presión favorezca el empaque en esa zona
(fig. 3.12).

a) Superficie moldeada de b) Superficie rc.-cortada y c) Co1ocación del concre- d) Recorte del sobrecon-
concreto, dañada en ser- cimbrada para recibir el to de repuesto, inclu- crcto y pulido de la su·
vicie_> nuevo concreto de re- yendo el sobreconcrcto perficic recortada
puesto

J•1c. 3. 12. Jl..eparacióii de 1111<1 su¡;erficie m oldeada /JOr el procedimiento de


re¡;osición co11 concreto

L1 mezcla ele concreto ele repuesto tendrá la misma composi-


ción ele la original, excepto en lo que se refiere al tamaí1o múximo
ele la grava que puede ser menor si las dimensiones ele la cavidad
no permiten el uso del tarnaflo original, y también en lo que se
refiere ;11 contenido unitario ele agua que conviene sea menor,
con ob jeto ele elaborar esta mc1.cla con la consistencia m~ís seca
que le permita acomodarse mediante amplia y enérgica acción ele
vibrado.
Antes ele colocar dicha mezcla debe procederse como se ha
inclicaclo cu los casos anteriores, es decir, que el concreto rccor-
b1clo esté satnraclo y superficialmente seco y que se cubra con
una delgada capa ele mortero ele liga, aunque en este caso es
J 9K
r
¡· , l'ICAS DE CA .f\1 PO
(
¡m.:fcriblc prepararlo mezclando pesos iguales de cemento y un
agregado metúlico estabilizador del volumen de calidad apro-
bada, aclicionúnclolc agua suficiente para obtener una consis-
tencia suave que permita aplicarlo fácilmente con un cepillo ele
cerdas duras.
El retiro ele la forma debe hacerse en el tiempo más corto
que permita efectuarse sin daflar el concreto de repuesto y des-
pués recortar el sobreconcreto con herramienta manual hasta
dejar la superficie al mismo nivel que la circundante. Para afinar
Ja parte recién recortada, conviene darle un acabado de pulido
con piedra, el cual consiste en aplicarle una delgada capa ele mor-
tero (como el ele liga empleado_para el relleno seco) y pulirlo
con una piedra de carborúndum N<? 60 antes de que fragüe, apli-
cando capas sucesivas ele mortero hasta lograr su completa pe-
netración en todas las irregularidades dejadas por el recorte y
producir una superficie perfectamente lisa, con igual aspecto que
Ja circundante.
Cuando la restauración es sobre una superficie libre pueden
seguirse las mismas recomendaciones anteriores, excepto que no
debe requerirse el uso ele forma ni de sobreconcreto, empleando
solo una mezcla de consistencia más seca (revenimiento práctica-
mente nulo).
Para el curado ele estas reparaciones prevalecen los mismos
cuidados y recomendaciones seflalados para las precedentes.
h) Reparaciones a concreto dañado en servicio. Antes de pro-
ceder a reparar un concreto que ha resultado daflado a conse-
cuencia de las condiciones ele exposición y servicio, es necesario
determinar las causas del perjuicio y si es posible llevar a cabo
una reparación durable. De lo contrario, debe tratarse de corregir
las causas que lo originaron, pues podrían dafiarlo nuevamente
después ele reparado.
l lay ocasiones en que los dafios se deben a una estructura mal
clisciiacla, por lo que si es posible corregirla, la reparación se
llcvar<Í a cabo con bastantes probabilidades ele duración, em-
CAi'. ).-J INSl' l·'.C C IO N IH: COl.AJ)OS } l)C)

plcando procedimientos y matcria 1 cs convcncio11alcs como los


descri tos en el caso ele reparaciones inmediatas al colado.
C uando los claüos son imputables a condiciones demasiado
rígidas ele exposición y/ o servicio, para las cuales un concreto
ele buena calidad resulta insuficiente, es necesario considerar la
conveniencia ele emplear en la reparación un material ele carac-
terísticas y propiedades superiores a las del concreto. Pero si ni
aun por este m edio es posible una reparación permanente, debe
intent<nsc <lrn inorar la rigidez ele dichas condiciones, m ediante
algún tipo ele protección o alivio.
'1\ sí como existen numerosas situaciones que pueden ocasionar
dailo al concreto, también hay actualmente procedimientos y
ma tcrialcs de reparación variados, entre los cuales puede selec-
cionarse el más adecuado para cada caso en particular. La tabla
3.13 ( ref. 5) enumera los daños más frecuentes en el concreto,
y los procedimientos y materiales más recomendables para su
reparación.
Se observa que en numerosos casos se recomienda emplear
procedimientos y materiales convencionales como los mencio-
nad os para bs reparaciones inmediatas al colado, es decir, mor-
tero seco ele relleno, y reposición con m ortero y concreto ele
cemento portlancl.
Puede decirse que cuando lo que se busca es restituir a la
estructura su calidad y aspecto originales, y las condiciones geo-
métricas se prestan, lo más conveniente es h acerlo a base ele
cemento portlancl, en cuyo caso puede sc~cecionarsc alguno
ele los tres p roced imientos que se han meneionaclo. Sin embargo,
trat<ínclosc de reparar daüos que presentan características espe-
ciales por su geom etría o localización y/ o por las ~onclicio11cs
ambientales o ele servicio ele la estructura, es necesario acudir al
empico ele un sistema o material ele aplicación rn:is especiali-
zada, siendo algunos de estos: ·
Concreto prem/Jacado. Cuando la extensión del claf10 es con-
siclcrablc y no es posible la demolición y reposición total, la
~()!) l'H 1\CTIC ,\S DE CAMJ'O

'l 'ABLA 3. l 3. PrwcEDil\IIENTO Y l\fJ\TERIALES RECOl\IENDABLES


PARA REPARAR CONCRETO

DAÑOS PROCEDIMIENTOS MATERIALES

Expansión por reacción Revestimientos Bituminosos


;ilcali agregado Reposición con concreto Resinas epóxicas
Encamisado Materiales de recubrimiento
Reposición total Concreto modificado con látex
Aceite de linaza
Concreto de cemento portland

Cavitación Revestimientos Bituminosos


Reposición con concreto Resinas epóxicas
Encamisado Materiales de recubrimiento
Mortero aplicado neumática-
mente Concreto modificado con látex
Concreto prempacado Concreto de cemento portland
Mortero de cemento portland

Grietas activas Cabfateo Selladores elásticos


Encamisado Materiales de recubrimiento
Cosido
Aplicación de esfuerzos

Grietas latentes Ataque con ácido Bituminosos


Cabfateo Mortero seco
Revestimientos Selladores elásticos
Reposición con concreto Resin as cpóxicas
Relleno seco Morteros expansivos
Esmerilado Materiales de frag uado rápido
Inyectado Materiales de recubrimiento
Encamisado Concreto modificado con látex
Mortero aplicado neumática-
mente Concreto de cemento portland
Reposición superficial Lechada de cemento portland
Chiflón de arena Mortero de cemento portland
Aplicación de esfuerzos

Cuarteaduras superfi- Revestimientos Resinas epóxicas


c1ales Esmerilado Materiales de fraguado rápido
Mortero aplicado neumática- Concreto modificado con látex
mente
Reposición superficial Aceite de linaza
Mortero frotado Concreto de cemento portland
Chiflón de arena Lechada de cernen to porland
Mortero de cemento portland

Desprendimiento de Ataque con ácido Bituminosos


polvo Revestimientos Resinas cpóxicas
Esmerilado Materiales de fraguado rápido
Encamisado Materiales de recubrimiento
Chiflón de arena Concreto modificado con látex
b - ,
1
CAi'. 3.4 INSPECCIO:-.J' DE COJ...\l)OS 20}
l
1

Di\ÑC)S
T,\ULA 3. l 3 (continuación)
l'ROCEDIM IENTOS i\IATERIALES
l
Lksprc11dimi1·nto lk Rcposició11 superficial Aceite de lin3za
polvo Reposición total Agregados especiales para pisos
Eudureccdorcs de superficie

Eflorescencias 1\taque con ácido Concreto, lechada o mortc10 de


R<:pusició11 total cemento portland

l11c1.:11dio Ataque.: con Jcidu l\11ortcro seco


Ca la fateo Selladores etísticos
R<:vc...l tiinicntos Resinas cpóxicas
Reposición con concreto Morteros expansivos
Relleno seco Concreto modificado con látex
Esmerilado Concreto, lechada o mortc:ro de
Enca111isado c<..inento portland
Reposición con mortero
Mortero aplicado neumática-
mente
Concreto prcrnpacado
Reposición superficial
Mortero frotado
Chiflón de arena
Cosido
Aplicación de esfuerzos
Reposición total

Dcscostra1nicnto al des- Revestimientos Mortero seco


cimbrar Reposición con concreto Resinas epóxicas
Relleno seco Morteros expansivos
Reposición con mortero Materiales de fraguado rápido
Mortero aplicJdo neumática· Concreto modificado con látex
mente Concreto, lechada o mortero de
Reposición superficial cemento portland
Reposición total

Perforaciones pequeñas Ataque con ;icidos Mortero seco


Revestimientos Resinas epóxicas
Relleno seco Materiales de fraguado rápido
Esmerilado Concreto modificado con látex
Reposición con mortero Lechada o mortero de cemento
Reposición superficial portland

Perforaciones mayore~ Rcvl!stimit:nto Resinas epóxicas


Reposición con concreto Morteros expansivos
Mortero aplicado neumá tica· Materiales de fraguado rápido
mente Concreto modificado con látex
Concreto prem paca do Concreto o.mortlw de cm1t11to
Reposición total port lan<I

Defectos tipo panal de Reposición con concrc:to Resinas cpóxicas


abeia Relleno seco Mortero seco
Reposición con mortcrc Ivlortcros expansivos
Concreto prem paca do Concreto o mortero de cemento
Reposición total portland
202 .Pl<.ACTICAS DE <..;Ai\11'0

TABLA 3.13 (continuación)


DAÑOS PROCEDIMIENTOS MATERIALES
Penneabilidad Resane autógeno Resinas epóxicas
Revestimientos Mortero seco
Encamisado Morteros expansivos
Mortero aplicado neumática- Materiales de recubrimiento
mente Concreto modific-Jdo con látex
Concreto prem pacado Aceite de linaza
Reposición total Concreto y mortero de cemento
portland

Reventaduras Revestimientos Bituminosos


Reposición superficial Resinas epóxicas
Reposición total Morteros expansivos
Concreto modificado con látex
Aceite de linaza
Lechada o mortero de cemento
portland
Agregados . especiales para pisos

Superficies arenosas Reposición con concreto Morteros expansivos


Reposición con 1nortero Concreto, lechada o mortero de
Concreto prempacado cemento portland
Reposición total

Escamas Revestimientos Bentonita


Esmerilado Bituminosos
Encamisado Resinas epóxicas
Mortero aplicado neumática- Materiales de fraguado rápido
mente Concreto modificado con látex
Reposición superficial Aceite de linaza
Reposición total Concreto y mortero de cemento
Chiflón de arena portland
Silicones
Agregados especiales para pisos

Astillas Revestimientos Bituminosos


Reposición con concreto Resinas epóxicas
Esmerilado Morteros expansivos
Encamisado Materiales de fraguado rápido
Reposición con mortero Concreto modificado con látex
Mortero aplicado neumática- Aceite de linaza
mentt! Concreto o mortero de cemento
Concreto prernpacado portland
Reposición superficial Silicones
Reposición total Agregados especiales para pisos
Chiflón de arena

fv!Jnchas y desigualdad Ataque con ácido Resinas epóxicas


de color Revestimientos Concreto modificado con látex
Esmerilado Concreto, lechada y mortero de
Mortero aplicado neumática· cemento porl'land
mente Si!icones
Reposición superficial
!Vlortcro frotado
C hiflón de arena
CAP. )...} L'lSl'ECCLUN' DE COLAUUS 20 3

contracción normal del concreto de cemento portland puede:


representar un obstáculo para conseguir la homogeneidad ele la
zona reparada. Para casos como este (grandes áreas dañadas
en vertedores, por ejemplo) puede ser conveniente el empleo
del IL1m<1do concreto prempacado, por contar con características
como baja contracción, buena adherencia y resistencia a la ero-
~; ióu, Li s cuales se relacionan con el procedimiento ele c011s-
trnccic'm q uc consiste en empacar la cavidad con agregado grueso
de ta111;11-10 uniforme y rellenar los vacíos con un mortero fluido
inycct;1do a presión, resultando: l) menores contracciones
por cneontrarsc las partículas ele agregado en contacto entre
ellas mi smas y con las paredes confinantes, 2) mejor resisten-
cia a la erosión porque adem{1s de tener el agregado grueso
uniformemente distribuido en la superficie, la costra ele mortero
es mu y clclgacla, y 3) mejor adherencia con c1 concreto antiguo
porque b presión a que se inyecta el mortero promueve cierta
penctr<1 ción en las superficies de contacto escarificadas.
Concreto lanzado neumáticamente. Es un procedimiento
mcxlian te el cual una mezcla ele mortero o concreto, de consis-
tc11eia rná s bien seca, se conduce por una tubería flexible con
aire a presión, para ser expulsada velozmente a través de una
boquilla. Al chocar contra la superficie destinada, parte de la
mezcla disipa su energía com1x1ctánclose y adhiriéndose a ella,
mientras que el resto rebota y se desperdicia. La principal ven -
taja ele este sistema en la reparación de concreto es su aptitud
para adherirse y rellenar una cavidad sin necesidad de recurrir
al empleo de una forma, inclusive encontrándose en posición
desventajosa.
Existen algunas variantes en cuanto a los equipos que se utili-
zan en este procedimiento: primero, la que se refiere a la forma
ele adm in istrar el agua, ya que en los equipos ele mezcla húmeda
se adiciona al cemento y agregados, a fin ele que a través ck
la tubería se lance la mezcla ya lista, en tanto q ne en los cq ui-
pos de mezcla seca únicamente se conduce por la tubería la
rcvoltura ele cemento y agregados (con cierto grado ele hume-
2{H
r
l'h... \LTICAS OE CAMPO
r
clacl), aclicionúnclose el agua en la boquilla en el momento del
lanzamiento.
Otra variante es el tarnailo máximo del agregado·. Durante
muchos aíios, los equipos disponibles solo tenían capacidad para
lanzar mezclas con tamaño máximo de 5 mm aproximadamente,
es decir, mortero. Como la marca comercial de dichos equipos
era Gzmít"e, este nombre se volvió genérico para designar el pro-
cedimiento. Actualmente es posible contar con equipos capaces
ele arrojar mezclas conteniendo gravas hasta de 30 mm, las cuales
ya corresponden a un verdadero concreto lanzado neurnática-
mcntc ( ref. 6).
R esinas epóxicas. Son compuestos orgánicos de tcrmofragua-
do, con dos importantes características: muy buena resistencia
mecánica y magnífica adherencia sobre diversos materiales, in-
cluyendo concreto, razón por la cual tien en un gran núm ero
de aplicaciones, entre otras la reparación y protección ele estruc-
turas ele concreto ( ref. 7) .
Un compuesto cpóxico consta ele dos ingredientes básicos :
la 1csina propiamente dicha y el reactivo. Cada uno de ellos,
por separado, puede permanecer estable por bastante tiempo
si se le conserva herm éticam ente tapado, pero si se les combina
gcncr~rn de inmediato una reacción que al cabo de corto tiempo
se manifiesta por el endurecimiento total de la mczc'a.
Aune¡ uc puede ser una sola resina la que se asigne a diversas
aplicaciones, existen las que se denomin an formul<Íciones, en
que mediante la adición de otros materiales se imparten o modi-
fican determinadas propiedades d el compuesto básico. En el
caso de su aplicación al concreto, suelen adicionarse materiales
fkxibilizantes, con objeto de contrarrestar el carácter natural
ele fragilidad en la resina.
Según el Comité ACI 403, son nueve las aplicaciones princi-
pales que se clan a las resinas epóxicas en el campo ele la cons-
trncción y mantenimiento ele concreto:
CAP. 3-4 rNSPECCION DE CO LADOS 20)

Capas prot-cctoras resistentes <ll deslizamiento y superficies de


desgaste en pisos de cernen to
JVI cm br<mas im pcrmca bles
Compuestos para resane (parchado)
Selladores para grietas y juntas
Adhesivos para unir concreto fresco o endurecido a concreto
endurecido
r\gcntcs ele relleno por inyección
Pinturas para scüalamientos ele tránsito o para protección del
concreto en general contra diversos agentes agresivos
Adhesivos par;1 unir al concreto, acero, bronce y otros ma -
teriales
Adhesivos para unir piezas prccoladas ele concreto, en conexio-
nes c¡uc trabajan sometidas a esfuerzo cortante.

De acuerdo con lo anterior, puede suponerse que son dos los


principalc::s tipos ele compuestos epóxicos que se emp!ean en
estos tral::ajos, es decir, para adherirse al concreto en sus estados
fresco y endurecido, siendo este último el caso m;Ís frecuente.
Los compuestos cpóxicos indicados para adherir concreto fres-
co se formulan especialmente para c¡ue reaccionen y adquieran
determinadas propiedades en presencia el e humedad. Sin em-
bargo, este no es el caso en qnc se prcsent,111 en form a mús
evidente Li s ventajas de las resinas cpóxicas, pues los resultados
que producen son comparables a los que se obtienen al adherir
una mezcla fresca al concreto endurecido, empleando un mor-
tero ele liga corno el indicado para reparaciones clonclc se empica
el procedimiento ele reposición con concreto.
Por el contrario, la adhesión que mauificsta un compuesto
epóxico sobre el concreto endurecido seco, es ele magnitud mm·
superior a la ele cualquier. otro material ele los c¡ue se empican
para esta finalidad. Dicha propiedad es la que se aprm cck1
principalmente en el caso ele las reparaciones al efectuarse co11
éxito resanes delgados c¡ue no serían durables empleando pa~L1
o mortero ele cemento portbncl. En este caso. debe notarse
211 (¡ c \CT!CAS DE CA~IPO
que es requisito indispensable la ausencia total de humedad
c11 L1 superficie del concreto, para que el compuesto desarrolle
conn..nicntcmcntc sus propiedades. Como para llegar a esta con-
dicic'>n casi siempre es necesario dejar secar el concreto o pro-
111ovc:r artificia~mente el secado, resulta evidente que este proce-
cli111icnto no es recomendable para aplicarse a concretos en
cclaclcs cortas.
Los compuestos epóxicos pueden emplearse puros (en forma
líq uicla o ele pasta), combinados con arena (mortero epóxico) o
incluyendo grava (concreto epóxico); este último con el prin-
cipal objeto ele disminuir el consumo ele resina, cuyo costo,
comp;naclo con el del concreto de cemento portlancl, es todavía
muy alto.
Concreto /Jolímerízadu. Aunque este no es un procedimiento
de reparación de concreto, sino más bien una t écnica que ahora
se estudia para mejorar sus propiedades, se menciona en este
Manual por las perspectivas futuras que . su aplicación repre-
senta para hacer más durables los concretos, que por prestar
servicio en condiciones rígidas, son los que requieren reparacio-
nes con más frecuencia .
La polimerización es la reacción o conjunto ele reacciones que
producen una especie ele soldadura entre las moléculas de tamaño
reducido que componen un monómero, para formar otras más
graneles que constituyan un polímero.
En el caso del concreto, se han efectuado pruebas impreg-
n:mclolo con un monómero (líquido o gaseoso), el cual se poli-
mcriza después con radiaciones gama o por catálisis térmica.
Los primeros resultados que se obtuvieron al ensayar este proce-
clirnicnto ~n especímenes ele concreto en el USBR, indicaron
un clcstacaclo incremento en la resistencia y una n otable dismi-
nución en la capacidad de absorción de agua. Estas experiencias
dieron por resultado un mayor interés para continuar su estudio,
tcnicnclo corno finalidad inmediata la protección clcl concreto
contra ataques químicos, congelación, deshielo y cavitación .
CAP . 3.-f INSPECC ION DE COL..\DOS 207

Ensayes posteriores ( rcf. 8) han continuado siendo satis-


factorios y prometedores, aun cuando sus perspectivas de apli-
cación parecen limitarse, por ahora, a piezas prefabricadas, tales
como tubos ele concreto, elementos estructurales y otros.
j
¡
1
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1
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RJt:FEREN CfAS

l. U. S. B11rc:1u of Rcclam.1tio11, Concrete Mamwl , 7~ ccl., Dcnvcr,


Col.
1 1\mcrie<1n Concrete Jnstitutc, SP-2, ]\1Janual of Concrete InsfJec-
tion , 5ª ccl., Dctroit, l\ Iich.
) '. J\mcrica u Socicty for 'festing ancl ~fatcri:1ls, STP 15-C, Manual
on Quality Control of J\llaterials, Philaclclphia, Pa.
4. \V. 1l. 'l'.1ylor, Concrete Teclmology and Practice, Angus ancl
H ol.IC:'.rlso11 Ltd., Siclncy, J\ustra lia .

5. Concrete JZefxlÍr Problems: Causes ancl C!lres, Concrete Cons·


Qruc!ion Ma~azint' (no\'. 1969).
6. 1\rncrica11 Concrete lnstitutc, SP-H, Sym¡;osiwn 011 Sl1otcreting,
Dctroit, [\ lich.
7. I\mcrican Concret~ Jnstitutc, SP-21, Epoxíes wíth ConC7·ete,
Dctrnit, l\li ~h.
8. J.'!'. Dikw1·, L. E . Kuk1cka, J. E. Backstrom 1 .M . Stcinbcrg,
Polimeri;:.ation Makes Tougher Concrete, ACI Journal (oct. 1969).

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