Estudio de Caso
Estudio de Caso
Estudio de Caso
Introducción
Uno de los objetivos fundamentales que debe perseguir la educación es integrar la
teoría y la práctica a través de la aplicación de estrategias de enseñanza y de
aprendizaje que conecten eficazmente el conocimiento con el mundo real. Una de
ellas es la técnica del estudio de caso.
El planteamiento de un caso es siempre una oportunidad de aprendizaje
significativo y trascendente, en la medida en que quienes participan en su análisis
logran involucrarse y comprometerse tanto en la discusión del caso como en el
proceso grupal para su reflexión.
Con esta técnica se desarrollan habilidades tales como el análisis, la síntesis y la
evaluación de la información. Se desarrollan también el pensamiento crítico, el
trabajo en equipo y la toma de decisiones, además de otras actitudes como la
innovación y la creatividad.
Definición
El estudio de caso es una técnica de aprendizaje en la que el sujeto se enfrenta a
la descripción de una situación específica que plantea un problema, que debe ser
comprendido, valorado y resuelto por un grupo de personas a través de un
proceso de discusión.
Dicho en otras palabras, el alumno se enfrenta a un problema concreto, es decir, a
un caso, que describe una situación de la vida real. Debe ser capaz de analizar
una serie de hechos, referentes a un campo particular del conocimiento, para
llegar a una decisión razonada en pequeños grupos de trabajo.
El estudio de caso es, por lo tanto, una técnica grupal que fomenta la participación
del alumno, desarrollando su espíritu crítico. Además lo prepara para la toma de
decisiones, enseñándole a defender sus argumentos y a contrastarlos con las
opiniones del resto del grupo.
Características generales
Las principales características que todo estudio de caso debe cumplir son:
Los casos deben plantear una situación real.
La descripción del caso debe provenir del contacto con la vida real y de
experiencias concretas y personales de alguien. Debe estimular la curiosidad e
invitar al análisis.
Debe ser claro y comprensible.
No debe sugerir soluciones sino proporcionar datos concretos para reflexionar,
analizar y discutir en grupo las posibles salidas.
Debe fomentar la participación y apelar al pensamiento crítico de los alumnos.
Los aspectos principales y secundarios de la información deben estar
entremezclados.
El tiempo para la discusión y para la toma de decisiones debe ser limitado.
La técnica de estudio de caso entrena a los alumnos en la generación de
soluciones.
El estudio de caso debo perseguir metas educativas que se refieran a contenidos
académicos, habilidades y actitudes.
El estudio de caso lleva al alumno a reflexionar y a contrastar sus conclusiones
con las de otros, a expresar sus sugerencias y a aceptar las de sus compañeros.
De esta manera, el alumno se ejercita en el trabajo colaborativo y en la toma de
decisiones en equipo.
Tiene la gran ventaja de adaptarse a cualquier audiencia: lo mismo se puede
emplear en la educación primaria que en la media y superior o en la formación de
adultos.
Tipos de casos
Desde un punto de vista general, los casos pueden ser de tres tipos diferentes:
Tipo 1. La descripción de la situación tiene los datos suficientes para que los
alumnos realicen un diagnóstico de la situación o una identificación del problema y
de sus causas.
En este tipo de casos no sólo se pretende que los alumnos estudien la descripción
del caso, analicen las variables que caracterizan el ambiente en que se desarrolla
la situación, identifiquen los problemas y propongan soluciones examinando
imparcial y objetivamente los hechos y acontecimientos narrados, sino que
específicamente se busca que se coloquen dentro de la situación, se involucren y
participen activamente.
Las preguntas que se formulan al final del caso pueden ser como estas:
¿Cuál es el problema?
¿Cuáles son sus causas?
Tipo 2. Además de describirse la situación, también se identifican el problema y
sus causas. Se trata de determinar las posibles soluciones y analizar sus ventajas
y desventajas.
En este tipo de casos, se busca desarrollar un pensamiento deductivo en el
alumno con el fin de que sea capaz de encontrar la respuesta o solución correcta
a la situación planteada. Se busca el entrenamiento de los alumnos en el estudio
de situaciones que requieren la resolución de problemas, de manera que se
involucren en el proceso de toma de decisiones que, desde la opinión de los
individuos y/o el grupo, sea el más adecuado en la situación estudiada.
Este tipo de casos suele ser la estrategia más utilizada didácticamente, ya que,
como fase previa, incluye el estudio descriptivo de la situación, donde se define el
problema que se intenta solucionar.
Las preguntas que se realizan pueden ser:
¿Cuáles son, a tu juicio, las soluciones al problema planteado?
¿Cuál considerás que es la mejor solución y por qué?
Definición 2
Estructura
Realmente no existe una estructura determinada para la elaboración de un estudio
de caso. Por ejemplo, la extensión de éste depende de diferentes factores como el
caso en cuestión, el área disiplinar a la que éste pertenece, el autor del estudio, la
finalidad y los receptores ideales. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que
existen cinco componentes esenciales para este género escrito: preguntas de
investigación, proposiciones teóricas, unidades de análisis, vinculación lógica de
los datos a las preguntas formuladas y 3 finalmente, la interpretación de dichos
datos (Martínez, Carazo, 179). Tomando en cuenta estos componentes básicos,
se puede elaborar una estructura como guía:
Finalidad
Entiendo que la etnografía no tiene una única finalidad, sino varias, íntimamente
relacionadas, entre las que destaco: la descripción de los contextos,
la interpretación de los mismos para llegar a sucomprensión, la difusión de los
hallazgos, y, en último término, la mejora de la realidad educativa. También señalo
otra finalidad no siempre considerada: la transformación del investigador.
a) Descripción cultural
La descripción de la cultura elegida es básica en todo estudio etnográfico. Es
preciso delimitar el campo estudiado, caracterizarlo, "peculiarizarlo". Para Serra
(2004:166) es su objetivo principal.
b) Interpretación y comprensión
Además de describir la cultura es preciso que el investigador la interprete
subjetivamente, pues sólo así el lector de la etnografía, ajeno a la vivencia del
investigador, podrá comprenderla.
c) Difusión y mejora
Otro objetivo de las etnografías es la difusión de sus informes para tratar de
conseguir, en último término, mejoras en la educación. Hamersley y Atkinson
aseguran que "el principal objetivo de la investigación es, y debe seguir siendo, la
producción de conocimiento" (2005: 32). Pero como la finalidad de producir
conocimiento por sí misma puede ser muy simple, lo ideal es que ese saber
contribuya a introducir cambios sustanciales en las escuelas.
Torres se manifiesta de acuerdo con estas finalidades cuando afirma:
"Circunscribiéndonos al ámbito escolar, el objeto de la etnografía educativa se
centra en descubrir lo que allí acontece cotidianamente a base de aportar datos
significativos, de la forma más descriptiva posible, para luego interpretarlos y
poder comprender e intervenir más adecuadamente en ese nicho ecológico que
son las aulas" (1988: 14).
Esta finalidad es especialmente importante cuando las etnografías se plantean
desde la pedagogía, al ser éste un campo de conocimientos aplicados.
d) Autoconocimiento
Por otra parte, otra finalidad de la etnografía, no siempre contemplada es la
transformación del investigador: de sus ideas, de sus concepciones previas, etc.
Nolla Cao plantea que "lo esencial de la experiencia etnográfica es transformarnos
a nosotros mismos" (1997: 5).
La experiencia de investigación etnográfica permanentemente transforma al
investigador, tanto en sus modos de hacer, como de pensar: puede volverse más
tolerante hacia la recepción de ideas que no comparte debido a la escucha
comprensiva que tiene que realizar, posiblemente aprenda a mostrarse más
dialogante, amable y cercano que otro tipo de investigadores, puede modificar
muchos de sus esquemas, etc.
Características
Básicamente, considero que las características más destacadas de la etnografía
escolar son:
- La participación prolongada en el contexto a estudiar para dar cuenta del punto
de vista de "los nativos".
- La observación participante por parte del investigador como "nativo marginal".
- La descripción reflexiva con carácter holista.
Goetz y Le Compte comparten esta caracterización cuando afirman: "El diseño
etnográfico requiere estrategias de investigación que conduzcan a la
reconstrucción cultural. Primero, las estrategias utilizadas proporcionan datos
fenomenológicos; éstos representan la concepción del mundo de los participantes
que están siendo investigados (…) Segundo, las estrategias etnográficas de
investigación empíricas y naturalistas. Se recurre a la observación participante y
no participante para obtener datos empíricos de primera mano (…) Tercero, la
investigación etnográfica tiene un carácter holista. Pretende construir
descripciones de fenómenos globales en sus diversos contextos y determinar, a
partir de ellas, las complejas conexiones de causas y consecuencias que afectan
al comportamiento y las creencias en relación con dichos fenómenos" (Goetz y Le
Compte 1988: 28-29).
La participación prolongada en el contexto a estudiar estudiando el punto de vista
de "los nativos" se refiere a la necesidad de convivir con el grupo a estudiar
durante periodos de tiempo continuados para comprender las interacciones que se
producen entre sus miembros y poder dar cuenta fiel de las dialécticas relaciones
que se producen entre las interacciones sociales y los significados que se
construyen.
Serra plantea que "se considera que uno de los requisitos para la obtención de
una buena etnografía es un trabajo de campo prolongado en el que se produzcan
un contacto directo y una toma de datos sobre el terreno. La presencia en el
campo y la vinculación con las personas que son objeto de estudio durante un
periodo largo se consideran necesarias porque permiten reunir, en su ambiente
natural, datos sobre el comportamiento de las personas y los acontecimientos, y
situarlos en el contexto en el que adquieren significación, lo que facilita su
comprensión y la formulación de hipótesis pertinentes" (2004:167-168).
La participación prolongada permite crear relaciones cercanas que favorecen la
recogida de unos datos fiable que de otro modo serían muy difíciles de lograr y de
comprender.
La observación participante del investigador como "nativo marginal" (2) hace
referencia a que el etnógrafo nunca es uno más en el grupo que estudia, pero
tiene que intentar integrarse lo máximo posible para realizar adecuadamente su
investigación. Como plantean Hamersley y Atkinson, el etnógrafo tiene que "vivir
en dos mundos simultáneamente, el de la participación y el de la investigación"
(2005: 130). El mundo de la participación implica tratar de "ser uno más" en el
grupo, tratando de interferir lo menos posible en el modo de vida de los sujetos
estudiados. El mundo de la investigación supone, además de trabajo de despacho,
no olvidarse de que uno es investigador y tiene que asumir cierta distancia con
aquello que observa. Por ello, se habla de que el etnógrafo asume una identidad
de "nativo marginal".
La descripción reflexiva con carácter holista supone para el etnógrafo la necesidad
de realizar un trabajo en el que se relacione a los individuos, grupos u
organizaciones con su entorno socio-económico, físico y simbólico de modo
holístico.
Para ello debe generarse una "descripción densa" que aborde las principales
estructuras de significación. Esta "descripción densa" no consiste en un relato
pormenorizado de todas las observaciones realizadas, sino de aquellas que al
investigador le resultan más significativas para dar a conocer la realidad que ha
estudiado, es decir, aquellas que sirven para contextualizar lo más posible a los
casos estudiados y comprender sus dinámicas culturales. Serra afirma que "hay
que integrar el estudio de los problemas en el contexto general en el que se
producen, y hemos de hacerlo guiados por los contextos teóricos que hemos
seleccionado como adecuados" (2004:170).
Papel del etnógrafo
El etnógrafo, para la gran mayoría de los autores, es el principal instrumento de
investigación. De él depende la selección de la temática a investigar, la filosofía
que se adopte en el estudio, el acceso al campo, las relaciones con los sujetos
estudiados, las observaciones e interpretaciones realizadas, y un largo etcétera.
Como afirma Sanmartín Arce, el investigador es un reconstructor de la realidad,
cuyo trabajo "exige paciencia y dedicación, atención esmerada y ferviente, fina
observación y reflexión crítica de lo observado" (2000: 139).
Podemos preguntarnos cuáles son las principales exigencias que debe cumplir un
investigador etnográfico en su quehacer cotidiano. Señalaré brevemente dos, que
considero las más destacadas: elextrañamiento y el tratar de ser uno más.
Extrañamiento
Malinowski, en su clásico texto Los argonautas del Pacífico Occidental, ilustra qué
es el extrañamiento del etnógrafo, cuando apunta: "Imagínese que de repente está
en tierra, rodeado de todos sus pertrechos, solo en una playa tropical cercana a un
poblado indígena, mientras ve alejarse hasta desaparecer la lancha que le ha
llevado hasta allí" (Malinowski 1995: 24).
El extrañamiento guarda una estrecha relación con dos aspectos básicos: (1) el
desarraigo de abandonar los espacios que habitualmente uno frecuenta, y (2) el
afrontamiento de una situación desconocida, que además ha de ser examinada
para ser comprendida. Pero además, el extrañamiento, ha de ser una actitud vital
en el etnógrafo a lo largo de todo el proceso de investigación, no únicamente en
los primeros momentos. Esta actitud guarda una estrecha relación con la
capacidad del investigador para afrontar con sensación de asombro cada
observación realizada, por vulgar, familiar o rutinaria que parezca a simple vista,
pues profundizando en su significado puede resultar muy reveladora para la
investigación.
Un principio de procedimiento vinculado a esta cuestión lo aporta Barrio Maestre,
cuando afirma que "el investigador tiene que poner en entredicho su
etnocentrismo" (1995: 165), es decir, el investigador tiene que juzgar la realidad
desde el punto de vista de los miembros de la misma, mostrando capacidad para
dejar a un lado sus concepciones previas.
Los antropólogos tienen dos términos que se emplean para designar el discurso
de los miembros de la comunidad estudiada y el discurso propio acerca de la
realidad cultural a investigar: emic y etic, respectivamente. El relato emic es el que
se genera a partir de las opiniones y vivencias del observador cuando se convierte
en un nativo más. El relato etic es el que permite ver la cultura con la mirada que
realiza un observador externo a ella. La relación entre estos dos discursos es uno
de los principales problemas a resolver.
3. Proceso etnográfico
El proceso etnográfico no es un proceso lineal, sino circular, aunque en él puede
identificarse diferentes momentos, que en la práctica pueden darse (y se dan)
simultáneamente. Son la negociación y el acceso al campo, el trabajo de campo
propiamente, el análisis de los datos y la elaboración del informe etnográfico.
Trabajo de campo
El trabajo de campo frecuentemente ha sido idealizado, así como la negociación y
el acceso. Sanchiz Ochoa y Cantón Delgado han escrito: "Si algo hay más
idealizado que el trabajo de campo en la disciplina es el modo y manera en que
ésta se inicia. Inicios idealizados por defecto, idealizados por silenciados:
demasiada contingencia prosaica. Pero acaso ni lo uno ni lo otro, trabajo de
campo y acceso-adaptación, merecen en justicia tanta solemnidad, atravesados
como suelen estar de pesares y despropósitos" (1995: 128).
La fase del trabajo de campo es una etapa del trabajo también problemática, pues
como su propio nombre indica, se desarrolla en el espacio en el que habita el
grupo a estudiar. En esta etapa básicamente se recoge la información con la que
se trabajará posteriormente realizando los pertinentes análisis, aunque, como es
evidente, ya muchos de estos análisis (reflexiones, interpretaciones, etc.) se van
produciendo a la par de la recogida de datos.
A continuación recojo sintéticamente las principales características de las técnicas
de recogida de información en etnografía más destacadas: la observación
participante, la entrevista y el análisis documental. No obstante, en función del
estudio pueden además emplearse otras, y conviene señalar que estas técnicas
deben contribuir a un fin básico: la triangulación de perspectivas.
Observación participante
La observación participante es considerada la técnica por excelencia de la
etnografía. Ello es así por que "la observación participante se entiende como
forma condensada, capaz de lograr la objetividad por medio de una observación
próxima y sensible, y de captar a la vez los significados que dan los sujetos de
estudio a su comportamiento. (...) La observación y la observación participante
proporcionan descripciones, es decir, discurso propio del investigador" (Velasco y
Díaz de Rada 2006: 34).
Para observar, lo ideal es modificar lo menos posible la situación objeto de
estudio, adoptando un modo de actuar "de mosca en la pared", para observar las
situaciones tal y como acontecen provocando la menor interferencia posible.
Para observar, por otra parte, no sólo hay que mirar atentamente. Como señala
Woods , "Los principales requisitos de la observación son, naturalmente, un ojo
avizor, un oído fino y una buena memoria" (1987: 56).
Por otra parte, los datos de la observación pueden recogerse con diferentes
instrumentos: diarios de campo, registros anecdóticos, grabaciones, etc.
La gran aportación, sin duda, de esta técnica es que permite acceder a un tipo de
información que si no sería imposible recoger, brindando al investigador la
oportunidad de recoger dicha información en persona.
Análisis documental
El análisis de documentos es otra técnica habitual en los estudios etnográficos,
habitualmente considerada como un apoyo a la observación. Básicamente
consiste en un rastreo de materiales en formato papel, vídeo, audio, ya sean
producidos por los miembros de la comunidad estudiada o por el propio
investigador.
San Fabián muestra la enorme diversidad de documentos analizables: "cartas,
memorias, autobiografías, periódicos, diarios, libros de texto, notas de suicidio,
artículos, epitafios, casos, historias de vida, historias médicas, panfletos políticos,
publicaciones oficiales, fotografías, películas, listas, registros, directorios,
agendas" (1992: 35), pues todos ellos, potencialmente, ofrecen una información
variada que necesariamente hay que contemplar.
Dentro de esta variedad es posible trabajar con documentos oficiales y con
documentos personales. Ambos tienen que examinarse teniendo en cuenta un
aspecto fundamental: los documentos oficiales pueden ofrecer simplemente
visiones "deseables" y los documentos personales pueden ofrecer simplemente
visiones "autocomplacientes".
En etnografía es muy frecuente emplear alguna estrategia de grabación o
fotografía porque permite "volver" sobre la realidad objeto de estudio. Estos
materiales también constituyen un excelente material que hay que analizar.
Análisis de datos
La metodología etnográfica está caracterizada por el trabajo de campo en el cual
debe jugar un papel muy destacado la interpretación de los significados, el análisis
de la estructura social y de los roles en la comunidad estudiada.
El análisis de los datos es un aspecto sumamente delicado y complicado, pues el
etnógrafo recoge gran cantidad de material, de diversas fuentes, en diferentes
soportes, y necesariamente debe hacer uso de él. Muchos son los autores que
plantean que analizar los datos genera cierta angustia, al tener que elaborar un
informe científico en el que además se rechazan muchas ideas. Rodríguez
Gómez, Gil Flores y García Jiménez plantean que: "el análisis de datos es visto
por algunos como una de las tareas de mayor dificultad en el proceso de
investigación cualitativa. El carácter polisémico de los datos, su naturaleza
predominantemente verbal, su irrepetibilidad o el gran volumen de datos que
suelen recogerse en el curso de la investigación, hacen que el análisis entrañe
dificultad y complejidad" (1996: 201).
Para realizar este análisis, básicamente, se dan dos pasos, intrínsecamente
ligados:
a) Reflexión analítica sobre los datos
A la par que el etnógrafo recoge los datos, realiza una tarea de reflexión que es
fundamental para la organización y selección de los mismos. "Cuando se observa,
se entrevista, se toman notas de campo y se confecciona el diario de
investigación, la labor del etnógrafo no es limita a "registrar". También hay en ello
reflexión, la que a su vez informa la serie de datos siguiente" (Woods, 1987: 135).
El etnógrafo juega así un papel "centralizador" en todo el estudio. Su mente
archiva y desecha, recoge y analiza, reflexiona sobre lo vivido, lo sentido, lo
pensado, los datos recogidos. Sanchiz Ochoa y Cantón Delgado han afirmado:
"Nadie niega ya el papel omnipresente de la subjetividad en el trabajo
antropológico, ni la implicación del antropólogo en aquello que estudia. (…)
Sabemos que los datos no se "recogen" tanto como se "construyen". Sabemos
que después se interpretan. En verdad interpretamos desde el mismo momento en
que iniciamos la "recogida de datos, y ciertamente ello da comienzo con el acceso
al campo, o acaso antes" (1995: 133).
b) Selección y reducción de datos
Dados los impresionantes volúmenes de información con los que trabaja un
etnógrafo es preciso "apartar", como plantea Stake, aquello que es relevante para
el estudio de aquello que no lo es tanto.
Reducir los datos con los que se va a trabajar finalmente no es una tarea sencilla,
pues implica dejar a un lado gran cantidad de material.
c) Organización y categorización de los datos
Una vez seleccionados los datos es preciso organizar los mismos. Esta operación
se puede realizar de modo "manual" o mediante el empleo de programas
informáticos, pero, en cualquier caso, el etnógrafo tiene que tratar de ser
consecuente con los intereses de su investigación, pues los programas
informáticos, por ejemplo, hacen un excelente trabajo de recuento de frecuencias,
pero no reflexionan sobre los significados que encierran las muestras que se
someten al programa.
Permanentemente el etnógrafo, en su esfuerzo por dar sentido a los datos
recogidos genera y regenera categorías explicativas en las que agrupa los
significados más relevantes recogidos. Esta categorización no es una tarea
sencilla, ni definitiva, pues se encuentra sometida a permanente revisión y
transformación, en cuanto aparece un nuevo dato que nos hace repensarla.
Además, las categorías, con el objeto de llegar a formular unas conclusiones en el
estudio deben reagruparse formando redes que proporcionen información sobre
las relaciones existentes entre las diferentes unidades de significado.
LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN
Muchas de las ideas sostenidas en este modelo tienen una validez incuestionable
en tanto se corresponden con características esenciales del proceso de
asimilación y con requerimientos actuales de la formación profesional de nivel
superior, lo que hace sean reconocidas y compartidas por otras tendencias
pedagógicas.
En este sentido se puede destacar el activo papel del estudiante en la actividad
del aprendizaje, el reconocimiento de su responsabilidad en el acto de aprender; el
énfasis en la utilización y la consecuente apropiación del método investigativo
durante la asimilación de los contenidos de enseñanza, la proyección hacia una
posición de compromiso social del estudiante respecto a su realidad profesional y
social. Por demás, resultan particularmente interesantes, en nuestra opinión, las
consideraciones respecto al profesor como profesional y las funciones y
responsabilidades que debe asumir en su actividad.