Valores y Problemas en La Filosofía Moderna

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Línea del tiempo, valores y problemas de la filosofía Moderna

Línea del tiempo, valores y problemas de la filosofía Moderna

Héctor Fabio García Libreros

Escuela de Ciencias de la educación, Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Filosofía Moderna

Silvia María Esparza Oviedo

12 de febrero del 2021


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Línea del tiempo, valores y problemas de la filosofía Moderna

Valores y problemas en la filosofía moderna

Introducción

La filosofía moderna significa un gran progreso en la historia del pensamiento occidental,

tanto en sus valores resaltados, como en sus problemáticas. La etapa del pensamiento medieval

se superó en este ilustre periodo de la humanidad. Aparecen autores más atrevidos que

confrontan el dogma escolástico, estos pensadores modernos pretendieron encontrar la razón

como fundamento en todo, otros predicaban el empirismo y el escepticismo. Por tanto, entre los

valores que vamos a mencionar, tenemos de libertad, en especial la libertad de pensamiento, en

que el individuo tiene que atreverse por pensar por sí mismo. Otro gran valor a destacar es de la

tolerancia.

Entre los problemas está el planteamiento racionalista cartesiano de Descartes al predicar

sobre la “res cogitans” y las “res extensa”; también el dilema del empirismo contra el

racionalismo; el materialismo radical de Hobbes y Diderot, más el escepticismo de Hume que

despertaría a Kant de un sueño dogmático del racionalismo. No olvidemos el planteamiento

racionalista de Spinoza muy polémico en su época; y, para terminar, el importante tema que

involucra la existencia de Dios.

Valores modernos

El primer valor que se va a destacar: la libertad de pensamiento. Es decir, el uso de la

razón por uno mismo, dice Kant: “Sapere aude ¡Ten el valor de servirte de tu propio

entendimiento! Tal es el lema de la Ilustración”[CITATION Kan13 \p 87 \l 9226 ]. En su maravilloso

escrito “¿Qué es la ilustración?” Kant invita a que no nos atengamos del convencionalismo de
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los tutores, pues uno mismo tiene que hacer el ejercicio filosófico y expresar ese pensamiento.

Total, diferencia a la Edad Media donde se tenía que dar la razón a todo lo dicho por autoridades

religiosas, pensar por sí mismo era condenable. Entonces, con Kant, y generalmente con los

autores modernos, la libertad de pensamiento hará de mejores seres humanos.

El segundo valor a destacar es la tolerancia. Sobre tolerancia tenemos referentes

modernos como John Locke, Voltaire, Hume y Diderot, que predicaban la tolerancia religiosa e

intelectual sobre todas las cosas. Argumentaban que la tolerancia resultaría en progreso y

prosperidad social. Roberto Aramayo sobre la obra de Voltaire:

Además de la misión más específica del intelectual, Voltaire acuñó también algo tan moderno como es un

eslogan. Su pluma hizo célebre una divisa que recorrió todo Europa: “¡No dejes de aplastar al infame!”

ósea, no toleres jamás la intolerancia. A esa tarea dedicó Voltaire buena parte de sus escritos, utilizando el

sarcasmo para denunciar los disparates originales por la superstición, sirviéndose de la mordacidad para

combatir los prejuicios del dogmatismo y la cruel violencia de los fanáticos[CITATION Ara15 \p 129 \l

9226 ].

Fue Voltaire quien hizo saber a Europa y denunció el caso del Barón de La Barre. Resulta

que el Barón de La Barre fue un ser humano de libre pensamiento que murió torturado por los

fanáticos cristianos.

Problemas modernos

La filosofía moderna nos presentó grandes problemas en el sentido de cómo se entiende y

se relaciona el hombre con el mundo. Descartes empezaría todo al predicar la “res cogitans” y la

“res extensa”, o la cosa pensante y la cosa extensa. Así se inauguraría variantes del pensamiento

moderno como el racionalismo, el empirismo, el materialismo, mecanicismo y el escepticismo.


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Ahora bien, el empirismo plantearía otro problema, autores como Bacon, Locke y Hume,

no se sentían satisfechos con meros razonamientos y hechos sin demostración, en cambio, la

investigación empírica es la única manera verídica de conocimiento, el autor Campbell dice:

La enseñanza favorita de Bacon, a saber, la dependencia humana de la experiencia real para la

construcción del conocimiento, junto con sus advertencias en contra de los razonamientos verbales vacíos

y los dogmas no verificados [xvii] por los hechos, dieron forma al método y al espíritu del que luego se

valdría Locke en sus investigaciones sobre el origen y los límites del conocimiento humano. Este fue el

siguiente problema al cual se dedicaría la filosofía moderna[CITATION Cam11 \p 141 \l 9226 ].

El problema era el enfrentamiento entre racionalismo y empirismo, unos se apoyaban en

la razón pura, los otros decían que el conocimiento solo era posible por la experiencia. El otro

problema es el del materialismo al que se opondría Berkeley. Ya que los materialistas extremos

como Hobbes o Diderot predicaban que el fundamento de la realidad solo está en la materia. La

autora Claudia Milani sobre Diderot dice:

Para Diderot, en realidad, la sensibilidad es exclusivamente una propiedad de la materia, que pasa del

nivel más elemental en la sensibilidad de los órganos hasta llegar a la sensibilidad psicofísica de todo el

organismo vivo. Es precisamente esa sensibilidad la que hace posible el “paso” de la materia a la

racionalidad (que en Diderot es solo una función de la materia), sin necesidad de introducir un principio

espiritual en el hombre[CITATION Mil15 \p 74 \l 9226 ].

Diderot pretendió resolver el problema cartesiano diciendo tajadamente que no hay

ningún principio espiritual, que hay nada trascendente a la cosa extensa, más para Diderot el

pensamiento es una operación de la materia. De modo que para Diderot lo que todos llamaban

alma es un producto del cerebro.


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Sobre el problema del materialismo tenemos un antecedente opositor, es en Berkeley, con

esa ingenuidad de echar en cara que hay algo que trasciende esta realidad material, dice

Campbell: “Su promesa consistía en que, una vez hubiésemos encontrado esto, veríamos que no

necesitábamos buscar pruebas de la realidad de la materia, y que el presupuesto materialista de

que la materia está dotada con poderes que explican el universo no tiene razón de ser”[CITATION

Cam11 \p 148 \l 9226 ]. Berkeley calumniaba al materialismo como un dogma, a sabiendas que la

creencia en algo trascendente a la materia también es producto del dogma. Su pretendían fue

dejar en ridículo la tesis materialista que explicaba el fundamento de la realidad. Pero Berkeley

no negaba la realidad de la materia, para él, Dios sustentaba la realidad de la materia.

Berkeley no es convincente, si los que apoyamos al materialismo somos dogmáticos,

Berkeley mismo también es otro dogmático al afirmar que Dios lo sustenta todo sin poder

explicar la causa del ser de Dios. El escéptico David Hume responde por todos los no creyentes

en sus diálogos sobre la religión natural:

Decir que las distintas ideas que componen la razón del ser supremo se ordenan por sí solas y de su propia

naturaleza, es en realidad hablar sin sentido preciso. Si algún sentido tiene, me gustaría saber por qué no

lo ha de tener también decir que las partes del mundo material se ordenan por sí solas y de su propia

naturaleza ¿Puede acaso, ser inteligible una de esas proposiciones y no la otra?[CITATION Hum05 \p 52 \l

9226 ].

Podemos dejar el tema hasta ahí, pues el tema de la existencia de Dios sigue vigente y es

delicado. Proseguimos con el problema del escepticismo de Hume. Saber ser escéptico también

es un valor, eso nos salvarías del dogmatismo peligroso de toda religión y política que tanto han

afectado la humanidad. Hasta es cierto que el escepticismo más que un problema es una

solución, hay dos opciones, como el filósofo antiguo Sexto Empírico, pues para él es mejor
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suspender el juicio; o como Kant en el siglo XVIII, despertamos del dogma y nos dedicamos a

investigar rigurosamente. En esto Hume inspiro a Kant.

No olvidemos el problema planteado por Spinoza, un racionalismo bastante singular que

se reduce a la cosa extensa. Esta cosa extensa es Dios, y todo lo que existe son sus modos. En su

obra la “Ética demostrada según el orden geométrico”, nos enfrentamos a complicadas

abstracciones del mundo. Su tesis le provocó la expulsión de la comunidad judía a la que

pertenecía en los Países Bajos y la censura de la sociedad creyente. Pero no se doblego y

mantuvo su postura, sobre que Dios es inmanente en la naturaleza, es decir, la divinización del

mundo en Spinoza es tal vez la propuesta filosófica más ambiciosa; si hay un ser supremo está

aquí, en todo.

Llegamos a Kant, y al idealismo de Fitche, Schelling y Hegel. Kant en parte fue precursor

del idealismo, pero Kant no desdeñaba la experiencia como acceso al conocimiento, además fue

crítico del racionalismo, más fue en los posteriores idealistas el extremo de esta vertiente

filosófica. Después de Kant, el problema del idealismo fue un radical subjetivismo, sobre un

mundo que dependía del yo, caso Fitche y Schelling.

Finalmente llegaría Hegel, consideraba que la realidad es racional, que el fundamento

está en el espíritu, el sujeto forma parte de esta realidad racional. Resulta que el principio

racional descansa en el desarrollo de la historia humana, quiere decir esto que la finalidad de la

historia humana es la afirmación de un espíritu absoluto, que, superadas las contradicciones, la

Historia estaría justificada y superada. El problema de Hegel sería su complicado discurso y su

ambigua teología. Sin embargo, algunas de sus tesis sobre las contradicciones y la dialéctica

fueron precursores del pensamiento de Feuerbach y Marx. En pequeña parte influyó a Nietzsche

en el sentido dialectico de la realidad, pero Nietzsche la sociedad es un resultado de un


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experimento humano que se preocupa por producir hombres de mando y por otra parte hombres

que obedecen. Hasta hoy Hegel ha influido pensadores como Heidegger y Habermas.

Conclusión

En conclusión, la valentía fue el principal valor de la filosofía moderna, por ejemplo,

Hume y Diderot, a ellos nos les tembló la lengua y la pluma para oponerse a las creencias. Más

sus pensamientos aún hacen eco hasta hoy y son inspiradores. Y de los problemas, pues e puede

decir creer que aún no se resuelven, hoy sigue vigente la polémica del materialismo contra el

idealismo, siguen las tendencias dogmáticas y las escépticas por otra parte.
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Bibliografía

Aramayo, R. (2015). Voltaire: La ironía contra el fanatismo. Barcelona: Basticafo.


Campbell, A. (2011). Introducción a los problemas de la filosofía moderna. Obtenido de
https://revistas.unal.edu.co/index.php/idval/article/view/9110/9759
Hume, D. (2005). Diálogos sobre la religión natural. México D.F.: Fondo De Cultura Económica.
Kant, I. (2013). ¿Qué es la ilustración? Madrid: Alianza Editorial.
Milani, C. (2015). Diderot: El espíritu de la Ilustración francesa. Barcelona: Basticafo.

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