Folleto Sinodalidad - Final
Folleto Sinodalidad - Final
Folleto Sinodalidad - Final
un Camino de Encuentro
Encuentros de reflexión para las Comunidades Eclesiales de Base
2021
REVISIÓN: María Elena Sanabria, Socorro Martínez Maqueo, Benedito Ferraro, José Lima, Manoel Godoy
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CONTENIDO
Presentación …………………………………………………………………………………………………... 4
Encuentros:
4. Memoria sinodal: Raíces y testimonios de las comunidades originarias de Abya Yala …….………….. 22
5. En las CEBs hacemos camino sinodal, desde la diversidad de ministerios, en autonomía y comunión.. 27
6. En las luchas sociales se unen los caminos de todos los pueblos y culturas …………………...……… 32
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PRESENTACIÓN
El Papa Francisco invita a toda la Iglesia a vivir una nueva etapa descubriendo la belleza de caminar juntos,
como Pueblo de Dios. El concepto y la práctica de la sinodalidad no es algo nuevo en la iglesia, sino muy
antiguo. Para las Comunidades Eclesiales de Base es fundamental la referencia a las primitivas comunida-
des, que encontramos en el Nuevo Testamento, porque ellas nos ofrecen pistas significativas para nues-
tra práctica sinodal. Descubrimos cómo desde los orígenes las mujeres formaron parte de la comunidad
en pie de igualdad con los varones; cómo las decisiones se tomaban en común; cómo se superaban los
conflictos de la inclusión de personas de diferentes orígenes; de qué manera se priorizaba la atención a
los pobres y la riqueza de la diversidad de ministerios dentro de las comunidades. LA SINODALIDAD era la
manera de ser Iglesia.
Recordemos que los primeros cristianos y cristianas eran llamados “los del camino” de Jesús de Nazaret,
es decir, el Reino. Eran los que caminaban juntos y juntas al servicio del Reino. Continuaban la larga expe-
riencia del Antiguo Testamento: Ser un Pueblo que camina con Dios en la historia, al servicio del Reino.
Lastimosamente, al pasar de los siglos se fue olvidando este testimonio.
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El Papa Francisco ha retomado con fuerza el concepto y la práctica de sinodalidad. De ahí la importancia
de muchas de sus iniciativas que buscan superar el clericalismo, al que considera una enfermedad de la
Iglesia. Para ello urge a una mayor preparación, participación e inclusión de todo el Pueblo de Dios, cons-
ciente de que, en la Iglesia, la sinodalidad se vive al servicio de la misión.
Un claro ejemplo de esto fue la preparación y realización del Sínodo Panamazónico que se llevó a cabo en
Roma en octubre de 2019. Los agentes de pastoral se pusieron a la escucha de los pueblos amazónicos a
través de asambleas recogiendo directamente su parecer sobre temas específicos, tales como la defensa
de su vida y cultura, la urgencia de su inclusión social y eclesial, y el decidido respeto a la ecología. Esta
fue la base para elaborar el instrumento de trabajo que sería estudiado por los obispos, invitados y aseso-
res.
Recientemente, como un nuevo paso en este camino sinodal, sinónimo de camino eclesial, el Papa propu-
so que, en América Latina, en lugar de la reunión general de obispos (como fueron Medellín, Puebla, San-
to Domingo, Aparecida), se realice una Asamblea Eclesial con participación de laicos y laicas, religiosas y
religiosos, diáconos, presbíteros, obispos en el mes de noviembre 2021. Son pasos concretos en el fortale-
cimiento de una práctica sinodal que ha marcado profundamente el rostro y caminar de la Iglesia en Amé-
rica Latina y el Caribe.
La sinodalidad a que estamos llamadas y llamados, personalmente y como CEBs no se agota dentro de los
límites de la Iglesia, sino que abarca una dimensión ecuménica y macro-ecuménica, al servicio de las cau-
sas de la vida.
Estos siete encuentros dan la posibilidad de hacer un hermoso itinerario cuyo eje es precisamente la sino-
dalidad: primero, dialogando y entendiendo mejor lo que significa el concepto; en seguida hacer un reco-
rrido con la experiencia sinodal de los pueblos de la Biblia, el siguiente paso es conversar como se sigue
haciendo hoy ese caminar sinodal en las CEBs , retomar el riquísimo legado de los pueblos originarios de
la Patria Grande, y constatar como las CEBs viven en autonomía y comunión ejerciendo una variedad de
ministerios surgidos de las necesidades del contexto y de las propias comunidades para juntos/as reiterar
el compromiso por la justicia, la fraternidad y sororidad.
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Metodología
Todos los encuentros están estructurados de la misma manera:
• Preparación del encuentro: en el que se indica como colocamos las sillas, los símbolos que se utiliza-
rán, la colocación de la Biblia.
• La bienvenida a los hermanos y hermanas de la comunidad.
• Compartir la Palabra de Dios en comunidad.
• Material para profundizar el tema.
• Oración final y despedida.
Como se puede fácilmente observar los encuentros están preparados para llevarse a cabo presencialmen-
te, sin embargo, las Comunidades Eclesiales de Base son lo suficientemente conocedoras y creativas para
adaptarlo de forma virtual. No será posible poner las sillas en círculo, pero cada persona de la comunidad
que participa podrá fácilmente imaginar que está junto a otra, aunque lo hagan desde su casa. Los sím-
bolos son significativos y es posible que no tengan todos, pero algunos sí. De cualquier manera, cada per-
sona tendrá el tema en sus manos y lo podrá profundizar antes y después de la reunión de manera que el
encuentro, aunque sea virtual, pueda ser participativo y profundo.
Además, si gustan, pueden incluir vídeos, poemas, cantos, dibujos u audios de sus reflexiones.
Cada comunidad organiza sus tiempos para la reflexión de este folleto. La fecha última para entregar sus
aportes es el 24 de junio de 2022.
Habrá una comisión que ordenara el material y será el aporte de las Comunidades de Base del continente
a los obispos que participaran en 2023 en el Sínodo.
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1. LA SINODALIDAD, UN CAMINO DE ENCUENTRO
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BIENVENIDA
El animador o animadora, o alguna persona de la comunidad que lo desee, da la bienvenida a todos y to-
das deseándoles que se sientan a gusto, con deseos de caminar juntos, juntas, a la luz de la Palabra de
Dios
Nos damos un abrazo de bienvenida, deseándonos buena participación y un corazón abierto a la Palabra
de Dios.
Comenzamos nuestro encuentro cantando
• Sube el volumen, dijo Mariela a su esposo, que quiero oír eso que están diciendo.
• Su esposo que observaba el movimiento matutino de la calle le dice:
• No creo que te interese lo que dicen, están contando algo de lo que hablo el Papa Francisco, una palabra
rara: sinodalidad.
• Precisamente, deja de hacer ruido Enrique, que quiero saber qué es eso de, si-no-da-li-dad.
• Dice el locutor: “El Papa en un reciente documento ha declarado la importancia de lo que la Iglesia llama
sinodalidad:
• “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en este tercer milenio…”
…”Sinodalidad quiere decir caminar juntos, las hijas y los hijos de Dios, como Pueblo de Dios”.
• En este momento un aumento del ruido en la calle impidió oír lo que siguió diciendo el locutor, por lo que
Mariela aprovechó a decir:
• ¿Escuchaste Enrique? Caminar juntos, como si toda la gente caminara de acuerdo, buscando lo mismo,
para todos. Al mismo paso... Eso me gustó. A ver que ya pasó la música y van a seguir explicando:
• Locutor: “La sinodalidad nos invita a caminar juntos no sólo en la Iglesia Católica sino también con otros
cristianos y cristianas, aunque no sean católicos. La sinodalidad es una invitación a recorrer el camino ha-
cia la comunión plena con los otros hermanos y hermanas que creen en Jesús”.
• El marido se entusiasmó. –Yo también entendí esa parte. Tengo amigos que no son católicos, pero pode-
mos caminar junto como hijos de Dios. Me gusta eso de la sinodalidad.
• Sí, yo también entendí varias palabras: caminar juntos, compromiso de todos en la Iglesia de este siglo.
Entonces eso debe ser la sinodalidad. Caminar juntos. Qué lindo debe ser caminar juntos como Iglesia, sin
que nadie sea más que nadie, así debe ser, como en la comunidad.
• Todo muy lindo Mariela, pero sin tomar un café, nada funciona… Sírveme un café que me tengo que ir a
trabajar.
• Mariela entra a la cocina y sigue hablando sola.
• Caminar juntos, si-no-da-li-dad. Enrique debe aprender la sinodalidad en la casa…cuando llega de trabajar
se sienta con su radio y yo sigo hasta tarde con las tareas de la casa. Debe ser más sinodal, eso me suena
bien”
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Dialoguemos sobre este hecho de vida.
• ¿Qué palabras resonaron en Mariela sobre la sinodalidad?
• ¿Por qué dice el Papa que debe ser un compromiso de toda la Iglesia en este siglo?
• ¿Qué fue lo que le gustó a Enrique? ¿Por qué?
• ¿A qué nos está invitando el Papa Francisco con esto de la sinodalidad?
• ¿Por qué será que el Papa invita ahora a caminar juntos?
• ¿A quiénes corresponde vivir la sinodalidad y por qué?
Para profundizar
Pablo no usa la palabra sinodalidad, pero en su mensaje sobre la Iglesia habla que ella es el Cuerpo de Se-
ñor. En este cuerpo eclesial hay unidad y al mismo tiempo diversidad y para explicarlo lo compara con el
cuerpo humano. En este cuerpo todos los miembros son importantes, son necesarios, ninguno sobra,
porque cada uno tiene una tarea para el bien de todo el cuerpo. Y agrega Pablo algo muy importante: to-
dos los miembros del cuerpo gozan de la misma dignidad por el Bautismo. Esto significa que en la Iglesia
todas las personas somos iguales con la misma dignidad, puesto que todas recibimos la plenitud del Espí-
ritu. Por esta razón, agrega Pablo en Gálatas 3, 28, que “ya no importa el ser judío o griego, esclavo o li-
bre, hombre o mujer; porque unidos a Cristo Jesús, todos ustedes son uno.”
Podemos decir que Pablo es maestro de sinodalidad y no solamente indica que hay que transitar el ca-
mino juntos, sino que nos da las herramientas de cómo hacerlo. En las cartas de Pablo, la expresión “el
uno al otro” aparece más de cincuenta veces: rivalicen en la estima mutua, corríjanse los unos a los otros,
perdónense mutuamente, confiesen los pecados los unos a los otros, preocúpense los unos de los otros,
acójanse los unos a los otros, salúdense los unos a los otros con el beso de la paz, espérense los unos a los
otros, ayúdense mutuamente a llevar las cargas, estén al servicio los unos de los otros en el amor, sean
misericordiosos los unos con los otros, vivan en paz los unos con los otros, etc. etc.
Caminar juntos, caminar sinodalmente no es caminar al lado o al frente, sino caminar asumiendo el com-
promiso “del uno al otro”. Esa es la Iglesia de la que habló el Concilio Vaticano II y los obispos latinoameri-
canos en Medellín, Puebla, Santo Domingo y últimamente en la Conferencia de Aparecida. Es la Iglesia
que necesitamos y queremos hoy, porque una Iglesia que no es sinodal no es Iglesia de Jesús.
Y es el bautismo, que debemos vivir durante toda nuestra vida, el sacramento que nos da la capacidad y el
ministerio de ser “sacerdotes, profetas y reyes”, como Jesús. Pero no ejercemos estos ministerios indivi-
dualmente, sino dentro de un pueblo sacerdotal, profético y servicial, el pueblo de Dios.
Dialogo comunitario: (El secretario/a guarda las respuestas de este diálogo)
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• ¿Qué exigencias nos plantea a las CEBs la propuesta del Papa Francisco sobre la sinodalidad?
• ¿Qué formas de sinodalidad ya estamos viviendo?
• ¿Cómo se toman las decisiones en nuestra comunidad?
• ¿Cómo podemos ser más sinodales en nuestra manera de actuar como comunidad?
• ¿Qué dificultades tenemos para caminar junto con otros grupos o comunidades?
ORACIÓN
Nos colocamos en rueda en torno al camino que hemos dibujado en el suelo.
• ¿Qué vemos? ¿Qué representa este símbolo que hemos preparado?
• ¿Qué hay en este camino?
• ¿Qué está en el centro del camino? ¿Por qué?
Animador/a: Quienes desean pasan, toman una huella de pie y escriben su nombre. La ponen en el ca-
mino, haciendo una oración al Señor, pidiéndole la gracia de comprender este llamado a la sinodalidad
que nos hace el Espíritu Santo por medio del Papa Francisco y de responder como personas y como comu-
nidad.
A cada intención respondemos: Queremos caminar juntos, Señor.
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Toma mi mano hermana, ...
Luego de compartir los bienes, nos ponemos de acuerdo sobre la próxima reunión y quiénes pueden pre-
parar la oración inicial, lugar, proclamación de la Palabra, etc.
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2. EL CAMINO SINODAL DE LOS PUEBLOS DE LA BIBLIA
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BIENVENIDA
El animador o animadora da la bienvenida a todos y todas deseándoles que se sientan a gusto, con deseos
de caminar juntos, juntas, a la luz de la Palabra de Dios.
Invita a compartir lo vivido en la semana.
Comenzamos nuestro encuentro cantando.
Animador/a: En el encuentro anterior iniciamos una reflexión sobre la sinodalidad, pero no todo está di-
cho, ni tampoco es una realidad de nuestro tiempo únicamente, los pueblos de la biblia hicieron un ca-
mino sinodal en el cual Dios se unió a ellos para caminar juntos en el proyecto de hacerse pueblo de Dios.
Para repasar el encuentro anterior vamos a hacer la siguiente dinámica, (si no se adapta a la comunidad se
puede cambiar por otra)
La comunidad se sienta en círculo. La animadora/o pasa a dos personas que están sentadas juntas los
sombreros (o los objetos escogidos), estas personas a la indicación del animador/a hacen rotar los som-
breros una hacia la derecha y otra hacia la izquierda. La persona que deja juntar los sombreros debe re-
cordar algo que el Papa Francisco dijo sobre la sinodalidad. La dinámica se repite cuantas veces se estime
conveniente.
Para profundizar
Cuando los hebreos salieron de Egipto, en aquella primera Pascua de liberación, fueron acompañados por
muchos esclavos de otras etnias y pueblos (Éxodo 12,38). Se fueron haciendo un pueblo a medida que ca-
minaban por el desierto, uniéndose a diferentes grupos y pueblos que ansiaban la liberación. Soñaban
con una tierra donde poder organizar una sociedad más igualitaria. La llamaban la “tierra prometida”
Cuando llegaron a Canaán se encontraron que en las llanuras había unas ciudades rodeadas de murallas,
ciudades- estado, donde los pobres eran sometidos a esclavitud igual que en Egipto. Pero en las monta-
ñas grupos de campesinos y antiguos esclavos que se habían escapado de las Ciudades-Estado habían
conseguido organizar una sociedad mucho más igualitaria, era una Confederación de Tribus. No tenían
reyes, sino jueces y juezas; se reunían en asambleas para decidir en común lo que debían hacer en caso de
conflictos; no tenían un ejército profesional con soldados que había que mantener, sino un ejército popu-
lar para defenderse en caso de ataques de los cananeos o los filisteos; no había acumulación de bienes y
sobre todo no había esclavitud.
El grupo que llegó de Egipto se unió a esta organización y les aportó su fe en el Dios Yahvé, el Dios libera-
dor del Éxodo.
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Este modelo de sociedad, distinta al modelo de ciudad -estado imperial y distinta de Egipto, fue una socie-
dad sinodal igualitaria, cumbre de la mayor revelación lograda en el Antiguo Testamento, donde Yahvé
era el garante de la igualdad y unificador de los pueblos con su historia liberada.
Memorias de Débora
Me llamo Débora. Soy Profetisa, Jueza y Generala del ejército de la Confederación de Tribus en las monta-
ñas de Canaán. Nuestros antepasados eran esclavos y campesinos oprimidos en las ciudades de las llanu-
ras de Canaán. Hay como 70 ciudades en la planicie. Siempre en guerra entre ellas y también contra los
pueblos que nos hemos organizado en las montañas.
Hace como cien años atrás llegaron también unos grupos que venían huyendo de la esclavitud en Egipto.
Los había conducido hasta aquí un gran líder llamado Moisés y habían pasado cuarenta años en el desier-
to soñando con una sociedad sin esclavitud. Aquí se unieron a los antiguos esclavos cananeos y se asimila-
ron a esta manera de vivir. Ellos aportaron su fe en un Dios Liberador llamado Yahvé. Después de un tiem-
po, todos nuestros antepasados lo aceptaron como su Dios. La fe en Yahvé garantizaba que esta sociedad
siguiera siendo igualitaria. Nos hemos dado una organización basada en familias extensas, también llama-
das clanes. No tenemos un rey con su palacio donde viven en el lujo a costillas de los campesinos; noso-
tros tenemos Jueces y Juezas elegidos por las Tribus. La mujer tiene la misma igualdad que el varón, ya
ven yo soy Jueza ahora. No tengo palacio, sino que gobierno desde este lugar lleno de palmeras. Aquí la
gente viene y presentan sus problemas y conflictos y los vamos resolviendo en bien de todos. No almace-
namos los productos del campo, sino que los distribuimos entre todos. No hay esclavos entre nosotros.
Las decisiones que atañen a toda la Confederación las tomamos en asambleas participativas. Tampoco
tenemos templos con sacerdotes pagados. Los jefes de familia hacen las bendiciones y celebraciones en
memoria de las acciones liberadoras de Yahvé. No tenemos un ejército profesional, como en las ciudades
estado, sino un ejército popular, para defendernos cuando nos atacan. Está formado por campesinos que
cuando termina la guerra vuelven a sus campos a seguir trabajando. Yo soy también generala de este ejér-
cito. Ahora acabamos de ganar una batalla contra los cananeos que nos atacaron para dominarnos, robar
nuestros productos y llevarnos como esclavos y esclavas a sus ciudades-Estado. Nos ayudó una mujer,
Jael, de una tribu que no pertenece a la Confederación, pero con la que nos mantenemos en buenas rela-
ciones de vecindad.
Verán, nuestro ejército había vencido al ejército cananeo del Rey Jabín. Yahvé nos ayudó enviando una
lluvia intensa que desató la furia de los torrentes de esta montaña. El ejército cananeo venía con grandes
carros de guerra que se empantanaron y nuestros soldados aprovecharon para matarlos. El general Sísa-
ra, que comandaba a los cananeos, huyó a pie y se refugió en la tienda de campaña de Jael, la mujer de la
tribu Quenita. Allí le pidió de comer y refugio. Jael le dio alimento y lo hizo acostar en su tienda, pero
cuando se durmió lo mató clavándole una estaca en la sien. Ella se solidarizó con nuestro pueblo que ga-
nó así una batalla importante en defensa de nuestra sociedad igualitaria.
Diálogo comunitario: (El secretario/a guarda las respuestas de este diálogo)
¿Qué nos ha resultado más iluminador de este caminar del pueblo de la Biblia?
¿Cómo vivían la sinodalidad en las montañas de Canaán?
¿En nuestra cultura, qué prácticas conocemos que podríamos llamar sinodales?
¿Cómo hacen causa común los pueblos originarios en América Latina?
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ORACIÓN
Nos colocamos en rueda en torno al camino que hemos dibujado en el suelo, en la reunión pasada y que
nos acompañará durante estas reflexiones. Será nuestro “camino sinodal”
Animador/a: El camino sinodal se alimenta de una espiritualidad sinodal. Tenemos que cultivar relaciones
de cooperación, ayuda muta, solidaridad, de lo contario no habrá sinodalidad. Hemos colocado en el ca-
mino un plato con tierra y otro con semillas. Quienes deseen pueden pasar a sembrar unas semillas en la
tierra y hacer una oración pidiendo al Señor que nos ayude a caminar juntos, en un compromiso de mayor
hermandad, para ayudar a crecer el Reino de Dios dentro y fuera de la Iglesia. A cada intención responde-
mos: Padre Dios, ayúdanos a hacer juntos un camino de sinodalidad como hicieron los pueblos de la Biblia.
Rezamos a dos coros:
CÁNTICO DE ACCIÓN DE GRACIAS A DIOS, PADRE DEL PUEBLO LIBERADO
Luego de cada estrofa decimos la antífona: Te damos gracias Señor, de corazón; te alabamos y nos alegra-
mos en tu presencia.
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Coro 1: Queremos darte gracias por mujeres valientes, como Débora y Jael; como Bertha Cáceres y ...
(Nombramos mujeres que conocemos y que trabajan por el Reino)
Con ellas y como ellas, queremos proclamar tu amor y tu justicia,
Queremos llevar tu Palabra y compartirla con todos los pueblos;
Queremos proclamar tu fidelidad a todos los perseguidos y marginados
Queremos que tu amor y tu verdad lleguen hasta el corazón más pobre y humillado.
Para terminar:
Padre nuestro...
Nos damos el abrazo de la paz.
Nos bendecimos unos a otros y otras: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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3. EL CAMINAR COMUNITARIO DE DIOS
CON EL PUEBLO NUEVO
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BIENVENIDA
El animador o animadora, o alguna persona de la comunidad que lo desee, da la bienvenida a todos y to-
das y los motiva a participar, recordando que una de las características de la sinodalidad es precisamente
la participación.
Comenzamos nuestro encuentro cantando.
Animador/a: Hoy vamos a reflexionar sobre las comunidades originarias del Nuevo Testamento, pero an-
tes vamos a partir de nuestra realidad actual y para eso nos organizamos en dos grupos para leer dos tes-
timonios: uno compartido por las comunidades de Mar de Plata, Argentina y otro de las comunidades de
Riobamba, en Ecuador. Ellas nos cuentan cómo se organizan sinodalmente para vivir y trabajar.
Nota: Si es plataforma zoom se pueden organizar dos grupos, y si no, dar lectura a los testimonios estan-
do todos y todas presentes.
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El primer paso es “hacerse equipo” para tener una relación de amistad con las comunidades, conocer có-
mo se organizan, cómo trabajan, y tener una meta en común para salir adelante en unión con ellas.
El segundo paso es “acercarse al pueblo”, para ello se tienen reuniones mensuales con los animadores de
las comunidades para ver con ellos qué se puede hacer y si es necesaria la presencia del sacerdote.
El tercer paso es “desatar procesos liberadores” – por ejemplo: cuando hay conflictos en la comunidad se
acompaña particularmente desde la familia.
El cuarto paso es “la Palabra de Dios en manos del Pueblo”. Por ejemplo, en las misas el pueblo comparte
la Palabra, aporta y no solo el sacerdote.
Finalmente, el quinto paso es “el diálogo constante” que lo hacemos entre provincias. Cada mes se reúne
el equipo para ver cómo están las comunidades, que se cambia o qué se planea con ellas.
Trabajo en grupos:
• ¿Qué nos llama más la atención de estas dos experiencias?
• ¿En qué se parecen? ¿En qué se diferencian?
• ¿Qué nos aportan para el caminar sinodal de nuestra comunidad?
Puesta en común: Los dos grupos comparten lo que han reflexionado. Luego, colocamos una vela encen-
dida al lado del libro de la Palabra de Dios, diciendo: “Las CEBs iluminan el camino de las CEBs.” Si es una
reunión virtual, todos y todas podemos tener una vela frente al monitor de nuestra computadora o la
pantalla del celular, junto a nuestra Biblia.
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Para profundizar
En el Nuevo Testamento vemos cómo Jesús hace causa común con los pobres de su tiempo. Con ellos tra-
bajó en equipo. Sí, en equipo. Jesús se organizó “sinodalmente”. La primera acción pastoral que realizó
Jesús fue llamar a mujeres y hombres a caminar con él haciendo el bien por los caminos polvorientos de
Galilea.
Y es que Jesús sentía que Dios Padre actuaba en él y la fuerza que lo desbordaba con Amor infinito mos-
tró un camino tan apasionante, que muchas personas quisieron caminar a su lado. Esto lo vemos en las
primitivas comunidades cristianas a lo largo de todo el Nuevo Testamento. Cada comunidad de forma
creativa construyó un camino sinodal y quienes las acompañaron entendieron que los ministerios eran
servicios, no puestos de privilegio.
Las comunidades del Apocalipsis describen un escenario sinodal con lujo de detalles: en el centro del pue-
blo, en medio de la calle colocan el árbol de la vida, pero no es uno, son muchos árboles que dan fruto to-
do el tiempo, 12 veces. Esta abundancia y riqueza de los árboles se debe al agua que los riega y con la cuál
calman su sed. El agua de vida o manantial en la tradición bíblica es una clara referencia al don de Dios y
en el Evangelio de Juan 7, 38 nos aclara que es el Espíritu Santo. ¿De dónde brota esta fuente maravillosa?
En el versículo 1 nos dice que sale del trono de Dios y del Cordero. Dios trinidad inunda con su plenitud las
calles de su pueblo, razón por la cual el resultado no puede ser sino vida saludable para todas las nacio-
nes. Son todas las naciones que se empapan de Dios Trinidad y en El, pueblo y Dios se mezclan, se funden
en un pacto por la vida.
Esta comunidad del apocalipsis no nos explica qué es la sinodalidad, la describe, muestra su dinámica y
sobre todo los frutos.
Trabajar en equipo como las comunidades de Riobamba, realizar asambleas como las comunidades de
Mar de Plata, caminar juntos multiplicando la vida desde el corazón de Dios, como las comunidades del
Apocalipsis, todo esto representa un camino sinodal en el cuál cada CEB encuentra su vocación.
Compromisos:
• ¿Qué compromisos hemos de asumir en la comunidad para dar y multiplicar la vida para todos y todas?
• ¿Qué pasos dar para acercarnos respetuosamente a otras Iglesias no católicas de nuestro sector?
Escribimos sobre la siguiente pregunta, y luego compartimos. (El secretario/a guarda las respuestas a es-
tas preguntas)
• De acuerdo con la realidad de nuestro país, ¿qué exigencias y cambios nos plantea a las CEBs la pro-
puesta del Papa Francisco sobre la sinodalidad? o el encuentro que hemos tenido hoy ¿cómo lo rela-
cionamos con nuestra experiencia en comunidad?
ORACIÓN
Nos colocamos en torno al camino.
Rezamos juntos/as esta hermosa oración que el papa Francisco ha escrito al final de una carta encíclica
llamada “Fratelli tutti” y quiere decir “A todos mis hermanos”. Así escribía san Francisco de Asís a sus her-
manos.
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Oración al Creador
Compartimos los bienes en nuestro encuentro presencial o cada uno/a desde casa.
Animador/a: Por el Bautismo fuimos hechos sacerdotes, profetas y reyes como Jesús de Nazaret. Exten-
demos nuestras manos sobre estos bienes que vamos a compartir y repetimos juntos/as:
Dios Padre Creador que diste los bienes de la tierra para satisfacer las necesidades de todos tus hijos y
tus hijas, ayúdanos a no acaparar sino a compartir, a cuidar de la santa madre naturaleza, nuestra Pa-
cha Mama, tan golpeada por los que solamente piensan en dinero. Y que al compartir estos bienes crez-
ca en nosotros y nosotras el deseo de caminar juntos como Pueblo de Dios. Amén.
Luego de compartir los bienes, nos ponemos de acuerdo sobre la próxima reunión y quiénes pueden pre-
parar la oración inicial, lugar, proclamación de la Palabra, etc.
Para preparar el próximo encuentro ver el siguiente video: “KAMBAK – Huellas y sueños”
https://www.youtube.com/watch?
v=gGYlHGOdpJk&list=PLmebh5aITt7rv4b2NBD76sW26Elefrgye&index=12
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4. MEMORIA SINODAL: RAICES Y TESTIMONIOS DE LAS
COMUNIDADES ORIGINARIAS DE ABYA YALA
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BIENVENIDA
El animador o animadora, o alguna persona de la comunidad que lo desee, da la bienvenida a todos y to-
das deseándoles que se sientan a gusto, con deseos de caminar juntos, juntas, a la luz de la Palabra de
Dios y de la Palabra de nuestros ancestros.
Nos damos un abrazo de bienvenida, deseándonos buena participación y un corazón abierto.
Comenzamos nuestro encuentro cantando.
Animador/a: Vamos a escuchar la siguiente cita del Papa Francisco:
“Invito a los jóvenes de la Amazonía, especialmente a los indígenas, a hacerse de las raíces, porque de
las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer” (QA, 33).
¿Cómo se relaciona esta cita del Papa Francisco en Querida Amazonía con el video de la semana pasada?
Animador/a: Hoy vamos a reflexionar sobre la memoria ancestral de nuestros pueblos de América Latina y
el Caribe.
Queremos descubrir la importancia de conocer y comprender el valor de las comunidades originarias y
despertar conciencia sobre aquellos males que sufren, tanto por el sistema liberal capitalista, como por el
racismo, la ignorancia y la marginación de otras culturas.
El Papa Francisco en “Querida Amazonia” nos llama a sembrar en nuestros corazones el respeto a “los
otros”, las culturas y pueblos diferentes, reconociendo sus valores y fomentando la convivencia multicul-
tural.
Al valorar nuestras raíces honramos la memoria de tantas y tantos hombres y mujeres, hermanos nues-
tros, martirizados en la Conquista y colonización de nuestra América.
Acerquémonos un poco más a estas fuentes del saber milenario y con reverencia escuchemos lo que nos
dicen acerca de la sinodalidad, cómo la viven y expresan.
Animador/a: La visión profética de nuestros pueblos indígenas en Bolivia y Ecuador está representada en
la expresión Suma Qamaña (en aymara) y Sumak Kawsay (en quechua). (Levantamos el dibujo del Sumak
Kawsay)
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Lector/a: “Pertenezco a la etnia Aymara. Mi pueblo tiene una forma ancestral de vivir en comunidad. Para
nosotros no puede existir una vida plena sin comunidad. En comunidad compartimos lo que somos y ha-
cemos. Nadie se desarrolla solo o por su cuenta. La solidaridad es nuestra forma de vida: a estas acciones
solidarias las llamamos minka, minga y ayni. Son todas acciones de intercambio entre las personas y con la
naturaleza, para alcanzar un buen vivir y un buen convivir. En nuestra forma de organización comunitaria
las decisiones se toman por consenso. Los dirigentes de la comunidad, hombres y mujeres deben velar
por que esas decisiones tomadas por consenso se respeten. Esto garantiza la armonía por el reconoci-
miento de derechos y de la igualdad de todos y todas”
Animador/a: (el secretario/a guarda las respuestas a este diálogo)
• ¿Qué elementos de sinodalidad reconocemos en todas estas expresiones de sabiduría ancestral que
hemos escuchado?
• ¿De esta espiritualidad ancestral, qué palabras o símbolos enriquecen nuestra sinodalidad?
• Si hemos perdido esta forma de vivir, ¿cómo recuperarla?
ORACIÓN
Nos colocamos alrededor del camino con todos los símbolos.
Dos personas en voz alta rezan el poema de la tierra sin males. Adaptado para las CEBs (de Monseñor Ca-
saldáliga.)
Animador/a: Sobre la mesa hemos colocado los bienes que hemos traído para compartir. Como pueblo
sacerdotal, profético y servidor, extendemos nuestras manos y los bendecimos diciendo todas y todos
juntos:
Padre Dios que nos has regalado la sabiduría de los pueblos originarios y de los pueblos de la Biblia pa-
ra ayudarnos al buen vivir y al buen convivir, ayúdanos a valorar la sangre de tantas y tantos que
ofrendaron su vida al servicio de la tierra sin males; enséñanos a salir del individualismo que nos impi-
de caminar en sinodalidad; bendícenos con el don de la generosidad que ayuda a compartir los bienes
en igualdad. Por Jesús, tu Hijo amado que ´pasó haciendo el bien y dio su vida al servicio de la vida.
Amén
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5.EN LAS CEBS HACEMOS CAMINO SINODAL, DESDE LA
DIVERSIDAD DE MINITERIOS, EN AUTONOMÍA Y COMUNIÓN
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BIENVENIDA
El animador o animadora, o alguna persona de la comunidad que lo desee, da la bienvenida a todos y to-
das deseándoles que se sientan a gusto, con deseos de caminar juntos, juntas, a la luz de la Palabra de
Dios y de la Palabra de nuestros ancestros.
Nos damos un abrazo de bienvenida, deseándonos buena participación y un corazón abierto.
Comencemos nuestro encuentro cantando: (Se sugiere: Signo de Esperanza)
https://www.youtube.com/watch?v=sp7Yt0SwQWw
Animador/a: Vamos a recordar algunas conclusiones del encuentro anterior. Los y las invito a mirar los
símbolos y hacer una lluvia de comentarios de lo que quedó en nuestro corazón del encuentro anterior.
(Se pueden hacer unas 4 o 5 intervenciones, antes de iniciar la reflexión del día.)
Hoy reflexionaremos en cómo las CEBs hacemos camino sinodal, desde la diversidad de ministerios, en
autonomía y comunión. Para esto compartamos el siguiente hecho de vida. (Si es posible, dramatizarlo)
HECHO DE VIDA
- Comentarista: Estaba Estela atendiendo en su almacén, cuando llega Alicia.
- Estela: Qué bueno verte Alicia, hace rato que no venías a comprar nada...
- Alicia: Y si Estela, con este encierro no podía salir de casa. Me cuido porque así también cuido a los de-
más.
- Estela: Eso está muy bien. ¿Qué necesitas?
- Alicia: Hoy, la comunidad se reúne en mi casa y tengo que dejar la cena pronta. Aquí tengo la lista de lo
que falta….
- Comentarista: Mientras Estela prepara el pedido de Alicia, siguieron conversando:
- Estela: ¿La comunidad de ustedes se reúne en las casas de la gente? Aquí no podemos. El párroco no nos
deja reunir en las casas. Él dice que el templo es el lugar para reunirse, porque es la casa de Dios y la Pala-
bra debe leerse solamente allí.
- Alicia: Pues es muy raro eso que dice el cura. En nuestra capilla el padre que va a celebrar la misa nunca
dice cosas así. Él no pretende dirigir nuestros asuntos, dice que ya somos grandes, que todos tenemos
que asumir nuestras responsabilidades y que entonces la comunidad debe ser autónoma.
- Estela: ¿Autónoma? ¿Y eso qué significa?
- Alicia: ¡Huy! Significa que la comunidad reflexiona la Palabra de Dios, toma sus decisiones y se organiza
según las necesidades que vamos viendo y los acuerdos que salen de las reuniones.
- Estela: A mí eso de AU-TÓ-NO-MA no me parece bien. Yo pienso que debemos hacer lo que diga el padre,
¿no ves que él tiene el poder del Espíritu Santo? Él no se equivoca cuando nos manda hacer las cosas, en
cambio nosotros somos ignorantes, podemos equivocarnos.
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- Alicia: Pues Estela, tienes razón en cuanto que él tiene el poder del Espíritu Santo, pero resulta que noso-
tros, por nuestro bautismo, también lo tenemos. Además, cuando nos reunimos en torno al Evangelio pa-
ra tomar decisiones en bien de toda la gente, ese poder comunitario es sagrado. Ya dijo Jesús que: Donde
dos o más se reúnen en su nombre, Él está presente.
- Estela: ¿Entonces para qué va el cura a la capilla si no puede mandar ni ordenar lo que hay que hacer?
- Alicia: No se crea, él tiene mucho que hacer. Tiene que escucharnos y acompañarnos como un buen pas-
tor, ese es su ministerio o servicio. Tiene que ayudarnos a discernir, pero como una persona más de la co-
munidad. En esto no tenemos problema porque somos como hermanos, cada uno aporta y sirve de acuer-
do con los dones que Dios le ha dado a cada uno.
- Estela: A lo mejor, nosotros deberíamos hacer lo mismo que ustedes. Creo que seríamos más responsa-
bles...
- Alicia: La fórmula es autonomía y comunión. Uy me tengo que ir. ¡Que tengas una buena noche Estela!
- Estela: ¡Ve con Dios Alicia!
Para profundizar
La comunidad cristiana de Roma, a la que Pablo escribe esta carta, fue fundada unos diez años después
de la Resurrección de Jesús. Estaba formada por varios grupos en diferentes sectores de la ciudad, que se
reunían diariamente en las casas a la madrugada porque eran perseguidas, para la reflexión de la Palabra
y la oración.
Aunque Pablo escribe la carta a los Romanos, él no fundó la comunidad. Al momento de escribir, ya eran
comunidades florecientes (1,8). Parece que la comunidad fue fundada por la pareja Prisca o Priscila y Aqui-
la. Es significativo que cuando nombran a esta pareja, casi siempre nombran primero a la mujer: Prisca.
Señal que desempeñaba un ministerio muy importante.
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El capítulo 16 de la carta de Pablo a los Romanos es una clara muestra del trabajo evangelizador que ha-
cían en equipo. Todos y todas eran responsables de llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los rinco-
nes del imperio. Los equipos de Pablo estaban formados por hombres y mujeres, jóvenes y adultos que
compartían la misión de fundar y acompañar comunidades cristianas, pensando las necesarias estrategias
para afrontar los conflictos y buscando juntos la solución a los problemas de las jóvenes iglesias. Estos
equipos que Pablo menciona en diferentes cartas tienen como novedad su dinamismo, se renuevan con
frecuencia, están integrados por diferentes personas y la diversidad de ministerios es notoria: apóstolas y
apóstoles, diáconos y diaconisas, colaboradores, profetas y profetisas.
Estos equipos muestran una riqueza ministerial extraordinaria y al mismo tiempo dejan ver cómo las co-
munidades en los orígenes cristianos vivieron una experiencia sinodal profunda.
Actualmente este dinamismo ministerial tan nítido en las Iglesias de los orígenes fue ratificado en Apareci-
da cuando afirmó que “los laicos deben participar del discernimiento, la toma de decisiones, la planeación
y la ejecución” de los trabajos misioneros (371) Razón por la cual la Iglesia, para hacer realidad esta partici-
pación en comunión de todas y todos los bautizados como pueblo de Dios que somos, debe abandonar
las estructuras caducas, piramidales, jerárquicas que no permiten ni la autonomía para vivir la diversidad
ministerial, ni la comunión a la que nos llama la conversión sinodal.
ORACIÓN
Animador/a: Nos colocamos en rueda junto al camino. Esta caja representa nuestra comunidad. Invito a
quienes deseen, a tomar una cartulina en forma de ladrillo y escribir qué servicio cumplimos en la comuni-
dad o si recién estamos comenzando qué servicio nos gustaría prestar.
Cuando han escrito, los invita a decirlo en voz alta y pegar el ladrillo en la “casa-comunidad”.
La “casa-comunidad” se construye con el servicio de todos y todas. Y la “casa-comunidad” debe abrirse al
barrio, a la vereda, para servir a las necesidades del vecindario, desde nuestras posibilidades.
Vamos a hacer una oración de lo que nuestra comunidad quiere ser y hacer para servir al Reino de Dios.
Todos/as:
Somos semillas del Reino plantadas en la tierra de este mundo.
Con hondas raíces en el pasado y una larga mirada hacia el futuro.
Delante nuestro va el Pastor, Jesús de Nazaret, y su Evangelio,
Marca el camino que lleva hacia su Reino.
Enviadas en misión samaritana, Iglesias abiertas y en salida;
Queremos ser comunidades servidoras, atentas a la vida:
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Coro 1. -Para el que desespera, anuncio feliz de un buen mañana
nacido de la entrega de Jesús, bendita Pascua;
Todos/as:
Queremos servir al Reino que gratuito nos regalas
y escuchar al Espíritu, Señor, cada mañana,
Es la voz del Pastor que llama y nos envía
a la fraterna misión de ser entre la gente
presencia de fe, de paz y de alegría.
Animador/a: Como pueblo sacerdotal, tenemos la facultad de bendecir. Como pueblo profético, tenemos
el don de sentir lo que es de Dios y cultivarlo en la comunidad; como pueblo real, pueblo pastor, tenemos
la misión de cuidar la vida, cuidar la naturaleza, cuidar a las hermanas y hermanos. Extendemos nuestras
manos sobre estos dones que hemos traído para compartir y repetimos todas y todos juntos: Padre San-
to, Dios de toda bondad y misericordia, te pedimos que bendigas estos dones que nosotras y nosotros,
como pueblo Santo tuyo, bendecimos. Hemos traído estos bienes para compartirlos y ahora, al bendecir-
los, bendecimos las manos que los prepararon y te pedimos que nos hagas un pueblo sinodal que camina
junto a otros y otras para hacer presente tu Reino. Te lo pedimos por Jesús, nuestro Señor, que resucita-
do vive y reina en la unidad del Espirito Santo por los siglos de los siglos. Amén.
Para terminar: Padre nuestro [Si es posible invitar las personas a conocer el Padre Nuestro en la forma
ecuménica]
Nos damos el abrazo de la paz o el saludo virtual.
Canto de despedida.
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6. EN LAS LUCHAS SOCIALES SE UNEN LOS CAMINOS DE
TODOS LOS PUEBLOS Y CULTURAS
Hoy vamos a dar un paso más al reflexionar como en las luchas sociales (luchas de los pueblos indígenas,
luchas de los pueblos afrodescendientes, luchas de las mujeres, luchas por la Reforma Agraria, luchas por
techo, luchas sindicales, luchas políticas en defensa de la democracia, luchas en defensa de la Madre Tie-
rra, nuestra Casa Común) y en la organización popular se unen los caminos de todos los pueblos y cultu-
ras. Es como la “soga de la vida” que une, inspira y permite a los pobres ser sujetos sociales. Este movi-
miento social se sostiene por la conciencia colectiva que libera del individualismo del sistema capitalista,
como lo expresa el relato de “Ubuntu”, soy quien soy cuando lo somos en comunidad, en pueblo, en ca-
mino sinodal.
En el año 2019 y en el 2020 presenciamos un estallido social en varios países de América Latina. Ha habido
marchas de protesta en Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Nicaragua entre otros países. Las calles se vis-
tieron de muchos colores, banderas y carteles, detrás de todo esto vemos los rostros de afrodescendien-
tes, indígenas, campesinos, mujeres y sobre todo de jóvenes.
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En pequeños grupos veamos o comentemos, los videos que la animadora/o les envió para este encuentro.
En la forma virtual: De acuerdo con el país, hágase la opción por un video más identificado con la situación
social y política de este país.
Nota: La animadora avisa que enviará a quienes pueda, a sus celulares los siguientes links de marchas de
protestas de los últimos tiempos en América latina y el Caribe, con el compromiso de alistarlos durante la
semana, para el próximo encuentro.
Videos:
• Chile a un año del levantamiento popular del 2019
https://www.dw.com/es/masiva-manifestaci%C3%B3n-conmemora-el-aniversario-de-las-protestas-sociales-
en-chile/a-55318556
• Nada está normal: el grito de las protestas en Nicaragua
https://www.france24.com/es/20190922-nada-esta-normal-protestas-nicaragua
• La crisis institucional en Guatemala
https://cnnespanol.cnn.com/video/guatemala-protestas-jimmy-morales-cicig-mirador-live-michelle-
mendoza/
• Protestas en el Ecuador redoblan la presión contra el gobierno
https://elpais.com/internacional/2019/10/09/actualidad/1570637220_024808.html
• Brasil arde en protesta mientras la Amazonía es abrasada por las llamas
https://www.youtube.com/watch?v=EoN_QbJSgs4
• Colombia se levanta en un solo grito:21 de noviembre 2019
https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/asi-se-vivio-el-paro-nacional-del-21-de-noviembre-en-
colombia-436138
(Se organizan para ver un video por grupo o parejas. ¡Esta opción es válida para la forma presencial! Para
la forma virtual, se opta por un video). Al ver los videos haremos lo siguiente:
• Identifiquemos qué tipo de personas distinguimos: su género, cultura, edad, condición social etc.
• Busquemos también cómo y por qué marchan estas personas.
• Ahora preguntémonos: ¿Podremos llamar las luchas de los pueblos un camino sinodal? ¿por qué?
Compartamos lo reflexionado en los grupos y entre todos y todas saquemos nuestras propias conclusio-
nes.
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COMPARTAMOS LA PALABRA EN COMUNIDAD
Lectura: Isaías 52, 4-11ª
• ¿Qué nos dice la Palabra?
• ¿Cómo expresa el profeta la forma en que se une Dios a la causa de los pobres?
• ¿Podremos llamar las luchas contra las babilonias de hoy, un camino sinodal? ¿Por qué?
Para profundizar
El texto de Isaías invita al pueblo a ponerse de pie, ponerse sus vestidos de fiesta y quitarse los signos de
la esclavitud que les hace doblegar su cabeza. Este llamado del profeta está acompañado con la promesa
de que llegará el día en que el pueblo se reconocerá en sus luchas de liberación. Ni Egipto, ni Asiria, tam-
poco Babilonia, podrán con la resistencia y dignidad de aquellas personas que no se venden al dominador.
Esta promesa está acompañada de un poema de admirable belleza: “qué hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas” (v.7) Todas las naciones verán la libe-
ración de Dios que ya no será una fuga en secreto como de Egipto o una desbandada como de Jerusalén,
porque Dios mismo abre la marcha. Esta es la esperanza esperanzada de que nos habla el pedagogo Pau-
lo Freire. ¡El pueblo unido jamás será vencido!
Para las CEBs esta certeza del poder de Dios que vence el mal siempre nos capacita para acompañar el
camino sinodal de los pueblos del continente y de otros continentes, de nuestra fe y de otras creencias,
porque las luchas de los pueblos son luchas de muchos rostros. En estas luchas las diferencias se unen ba-
jo las mismas banderas por la defensa de la vida, por los desaparecidos, por el derecho a la tierra, por el
derecho al agua, al trabajo, a la salud, o a la educación.
Los caminos de los/las jóvenes se cruzan con el de los mayores para no perder la memoria de liberación
conquistada. Son ellos, chicos y chicas que con la fuerza de sus años juveniles se lanzan a las calles gritan-
do consignas, haciendo resonar los tambores, las guitarras y en medio de la fiesta que inunda como río las
calles, enfrentan con valentía la agresión de las fuerzas militares que no resisten la resistencia popular.
Las culturas afro, mestiza e indígena se reconocen en sus mismas opresiones y sufrimientos. No importa
el color de la piel, no importan las diferencias de género o de orientación sexual, allá, en todos los cami-
nos de América se juntan los sueños, porque marchamos sinodalmente reconociéndonos iguales y dife-
rentes por la defensa de la Patria Grande.
ORACIÓN
Cantamos: Te quiero – Mario Benedetti (en la forma virtual se puede colocar la declamación por el propio
autor)
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Tus ojos son mi conjuro Y por tu rostro sincero
contra la mala jornada. y tu paso vagabundo
Te quiero por tu mirada y tu llanto por el mundo,
que mira y siembra futuro. porque sos pueblo te quiero.
Tu boca que es tuya y mía,
tu boca no se equivoca. Te quiero en mi paraíso,
Te quiero porque tu boca es decir, que en mi país,
sabe gritar rebeldía. la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.
Animador/a: invita a cada uno, cada una a tomar un hilo de color y anudarlo al hilo de la persona que tiene
al lado, mientras dice una palabra o frase de lo que para ella significa la sinodalidad, como personas, como
comunidad, como pueblo.
Juntas, ambas personas, colocan sus hilos anudados en el camino, mientras expresan una frase sobre la
sinodalidad.
Las siguientes parejas van anudando sus hilos a los que ya están colocados en el camino, formando una
red y expresando sus frases de sinodalidad.
Animador/a: Nuestros hilos anudados han formado una red. Eso es un símbolo de la sinodalidad que que-
remos vivir. Una red que trabaje en búsqueda de una vida más digna y feliz para todos y todas, comenzan-
do por los más pobres y necesitados.
Si se puede, cantar en este momento: La belleza de la trama de Humberto Pegoraro (En la forma virtual
queda bien el canto como también el de la forma presencial).https://www.youtube.com/watch?
v=fYKwA1q2pow
Podemos hacer el eco, repitiendo la frase o verso que más nos habla de sinodalidad.
Animador/a: Somos pueblo sacerdotal, profético y pastor. En el bautismo hemos recibido la gracia de partici-
par del triple oficio de Jesús de Nazaret, Sumo Sacerdote, Profeta y Rey-Pastor. Extendemos nuestras manos
sobre estos dones que hemos traído para compartir y repetimos todas y todos juntos:
Padre-Madre de la vida, Corazón del cielo, Corazón de la tierra, bendice estos dones que hemos traído
para compartir. Queremos ser artesanas y artesanos de tu Reino de amor, paz y justicia. Ayúdanos a
caminar codo a codo, en sinodalidad de caminos, objetivos e ideales. Que estos bienes alimenten nues-
tros sueños de igualdad y fortalezcan nuestras luchas por un mundo de hermanos y hermanas. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro
Abrazo de la Paz
Canto de despedida.
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7. ENCUENTRO SÍNTESIS.
NUESTRA EXPERIENCIA DE SINODALIDAD EN COMUNIDAD
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Quien dio el servicio de secretaria, además de las anotaciones de cada encuentro, guarda también la res-
puesta a las siguientes preguntas:
RECORDATORIO
Las respuestas de los recuadros de los siete encuentros, una vez que han sido aprobadas por la comuni-
dad, deben ser enviadas a más tardar el 24 de junio de 2022 (si es antes ¡mucho mejor¡) a la Articulación
Continental al correo cebcontinental@gmail.com, en un solo documento señalando:
1. Nombre del secretario/a
2. Correo electrónico del secretario/a
3. Número de su WhatsApp
4. País
5. Nombre de la comunidad y su dirección
6. Número de personas que participaron en los seis encuentros
7. Promedio de edad de los participantes
Agradecemos el fruto de nuestro compartir durante estos meses y juntos recitamos en dos coros la si-
guiente oración:
ORACIÓN - Oración de la Comunidad-
Danos, Señor,
la fuerza para la marcha,
ayúdanos a superar las dificultades,
que los tropiezos y las vacilaciones
no detengan nuestra caminar.
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Sea el aliento de tu Espíritu,
presente y vivo entre nosotros.
Enséñanos a discernir,
necesitamos ver claro,
las cosas que pasan alrededor.
Lo que sucede en nuestro país
y en el mundo.
Danos sabiduría
para interpretar los cambios
que estamos viviendo,
para aprender a estar a tu lado.
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Por los que sienten desánimo
y desaliento, ayúdanos, Señor,
a contagiar esperanza fuerte
y ganas de seguir adelante.
Enseñamos a ser testigos de tu Palabra
en el mundo que nos toca vivir.
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FRASES SOBRE SINODALIDAD
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“El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio” (1)
“La Asamblea de Jerusalén nos ayuda a entender que la Sinodalidad es el método eclesial para refle-
xionar y confrontarse, basado en el diálogo y en el discernimiento a la luz del Espíritu Santo”. (2)
“La vida sinodal es testimonio de una Iglesia constituida por sujetos libres y diversos, unidos entre
ellos en comunión, que se manifiesta en forma dinámica como un solo sujeto comunitario que, afirma-
do sobre la piedra angular que es Cristo” (3)
Otro instrumento esencial para la puesta en práctica de la sinodalidad es “la opción preferencial por
los pobres", que es "una preferencia no de carácter sociológico, sino propiamente teológica en la me-
dida en que conduce a la acción salvífica de Dios" (4)
“La sinodalidad consiste en ver cómo articulamos la diversidad para que no se rompa la unidad, pero
tiene que ser una unidad sinfónica para ejercer mejor la misión en este mundo que tenemos” (5)
“En la Iglesia, la sinodalidad se vive al servicio de la misión… La Iglesia está llamada a activar en siner-
gia sinodal los ministerios y carismas presentes en su vida para discernir, en actitud de escucha de la
voz del Espíritu, los caminos de la evangelización” (6)
“La sinodalidad es el arte de una Iglesia que se deja renovar para ser cada vez más una Iglesia relacio-
nal, inclusiva, dialogante y generadora, es decir, una Iglesia emergente que renace constantemente
con y por quienes la mantienen viva.” (7)
“La sinodalidad, indica la específica forma de vivir y obrar (modus vivendi et operandi) de la Iglesia
Pueblo de Dios que manifiesta y realiza en concreto su ser comunión en el caminar juntos, en el reunir-
se en asamblea y en el participar activamente de todos sus miembros en su misión evangelizado-
ra” (8)
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El Papa Francisco invita a toda la Iglesia a vivir una nueva etapa descubriendo la belleza de caminar juntos,
como Pueblo de Dios. El concepto y la práctica de la sinodalidad no es algo nuevo en la iglesia, sino muy anti-
guo. Para las Comunidades Eclesiales de Base es fundamental la referencia a las primitivas comunidades, que
encontramos en el Nuevo Testamento, porque ellas nos ofrecen pistas significativas para nuestra práctica
sinodal. Descubrimos cómo desde los orígenes las mujeres formaron parte de la comunidad en pie de igual-
dad con los varones; cómo las decisiones se tomaban en común; cómo se superaban los conflictos de la inclu-
sión de personas de diferentes orígenes; de qué manera se priorizaba la atención a los pobres y la riqueza de
la diversidad de ministerios dentro de las comunidades. LA SINODALIDAD era la manera de ser Iglesia.
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