Borinqueña - Lesbis

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Borinqueña por Lesbis

Cuando mi madre acepto la idea de traer a una chica de otro país por medio
de un programa cultural internacional, me sentí feliz. Solicitamos
información y nos enviaron una especie de curriculum de varias chicas que
solicitaban ser acogidas por familias españolas para cursar estudios durante
un año en nuestro país. Después de sopesar los pros y los contras, nos
inclinamos por una portorriqueña.

Yo creo que es la mejor - dijo mi madre - es de tu misma edad (16 años)


habla nuestro mismo idioma y además ingles que a ti, te vendrá muy bien
para practicar.

Me pareció buena idea y aunque su foto al venir fotocopiada no era


demasiado clara, parecía una chica mona. Se llamaba Soqui ------ y era de
San Juan.

No hubo ningún problema, preparamos mi habitación, para poder estar


juntas.

Veremos si no pone inconvenientes, hay personas que no les gusta


compartir la habitación.

Mamá! Solo faltaría eso. Si viene es porque esas cosas no le importan.

Llego el día tan esperado y toda la familia estaba en la estación para


recibirla en compañía de un monitor de la organización.

En cuanto la vi en la plataforma del vagón, supe que era ella. El corazón se


me aceleró, ¡Era preciosa!

No era muy alta, su pelo castaño lo peinaba en una melena hasta los
hombros, sus ojos eran redondos de un suave color verde, su nariz
ligeramente respingona y sus labios……sus labios eran carnosos, un poco
bembones, parecía que constantemente estaban mandando un beso. Llevaba
una blusa, que dejaba sus hombros al aire, sus senos, no eran grandes paro
se dibujaban rotundos bajo la tela, más abajo de su cintura estrecha, nacían
unas caderas anchas y los vaqueros se ajustaban a unos muslos perfectos.

Me pareció la chica más guapa del mundo y cuando habló, su deje caribeño
me sonó a música celestial.
Era maravillosa, alegre, habladora. En fin que yo estaba en la gloria.

Los primeros días transcurrieron llenos de alegría, nos entendíamos muy


bien, era imposible no hacerlo: Era tan dulce, tan cariñosa , siempre
dispuesta a ser agradable con todo el mundo ,que se había ganado el
corazón de toda la familia.

Yo tenía un gran problema, eso me parecía a mí al menos, que había


cambiado mi carácter en los últimos tiempos, eso había sido lo que más
había decido a mi madre a aceptar traer una chica extranjera a casa porque
ella también se había dado cuenta de mi cambio y estaba preocupada.

No me pasa nada mamá - le repetía una y otra vez cuando me preguntaba.

Lejos estaba de imaginarse que lo que preocupaba era el hecho de que


sentía más atracción por las mujeres que por los hombres y aquello a mí me
parecía anormal.

El año anterior había tenido mi primera experiencia con un chico y el


desastre fue completo. Aún se me ponía la piel de gallina al recordar
aquellos dedos moviéndose torpemente entre mis piernas, queriendo entrar
dentro de mí por donde no había entrada, empujando desesperadamente la
suavidad de mi vulva, haciéndome daño. Como apretaba mi cabeza
intentando que me metiera en la boca su pene, como su leche caliente y
pastosa se había estrellado en mi cara, llenándome los ojos y la nariz de
aquel líquido gelatinoso, el asco que me había llevado al vómito. Como
contándole mi aventura a mi profesora de Historia dentro de su coche,
mientras lloraba desconsoladamente ella, me había llenado de besos que yo
en un principio creí de consuelo hasta que su lengua se paseó sobre mis
labios metiéndose luego en mi boca . Como mientras yo perdía la noción
del tiempo y del espacio, sus manos acariciaron mi pechos, dándome
suaves pellizcos en los pezones erizándomelos de placer, como mi vulva se
iba llenando de cálidos jugos, como sus dedos delicadamente se habían
deslizado entre sus labios, llegando sin dificultad y muy suavemente a su
entrada, como habían entrado en mi vagina con lentitud desesperante, como
luego buscaron el clítoris arrancándome gemidos de satisfacción, como me
había llevado al éxtasis más completo, como cuando mi orgasmo lleno sus
dedos de jugos, se los llevo a la boca y los chupo como si fuera un licor
exquisito. Como luego me había evitado en el Instituto y dos meses
después había pasado a dar clases en otro curso. Aquello me había causado
un trauma que solo conseguí superar porque soy muy orgullosa y no me
gusta dejarme vencer por nada .Desde aquel momento, empecé a darme
cuenta de que las mujeres me excitaban mucho más que los hombres.
Descubrí que los sábados, en el Plus ponían películas porno por la noche y
entonces cerraba la puerta y las veía desde la cama. Mis sentimientos se
afianzaron más. Me pareció que cuando a las mujeres les metían el pene
siempre hacían gestos de dolor y eso, si lo hacían por delante, porque si era
por detrás aún me parecían más evidentes. Lo de chupar aquel trozo de
carne tieso, lleno de venas, con aquella cabeza, unas veces rosada, otras
azulada, unas veces puntiaguda, otras chata y gorda, aquellos chorros
cayendo sobre la boca abierta, resbalando por los ojos, por las mejillas, me
asqueaban terriblemente.

Sin embargo, cuando eran dos mujeres, parecían disfrutar más de los besos
en la boca, cuando la lengua pasaba sobre los pezones, la caricia era más
sutil y cuando las caricias eran en la vulva o los dedos entraban en la
vagina, no había gestos de dolor, si no de placer y si era la lengua la que
acariciaba las intérpretes gemían felices y yo me masturbaba hasta que mis
jugos, se convertían en leche blanca y cremosa.

Yo pasé momentos muy difíciles tratando de luchar contra aquellos


sentimientos que no me parecían normales pero la llegada de Soqui me
llevo al convencimiento de que no se puede luchar contra algo que nace
desde lo más íntimo del corazón. Yo estaba enamorada de ella y era inútil
intentar negar ese sentimiento.

Yo buscaba siempre que podía el contacto con ella, pero lo que a mí me


excitaba a ella parecía dejarla fría absolutamente. No eran cosas
importantes, nos cogíamos de la mano o del brazo, a veces le rozaba un
pecho con el brazo, o sentía la calidez de su muslo contra el mío cuando
estábamos sentadas, cuando nos besábamos en la mejilla yo ponía todo el
calor de mi amor en ello intentando trasmitírselo. En la habitación mi
suplicio era increíble. Verla en sujetador o en braga, hacía que mi vulva se
ahogara en jugos. Desnuda, era imposible se cerraba en la baño para
ducharse y aunque lo había intentado con mil subterfugios verla no había
forma de conseguirlo…

Lo intenté con conversaciones sobre temas sexuales, pero ella las evadía y
lo único que conseguí fue aficionarla a los tacos en castellano, en vez de
bollo, decía coño, en vez de pinga decía polla, en vez de chingar decía
joder y en vez de irse, decía correrse, en vez de chévere decía cojonudo y le
encantaba soltarlos a todas horas…

Yo me masturbaba despacito por las noches, aspirando su olor sabiendo


que estaba en la cama de al lado y cuando entraba a ducharme buscaba la
braga que tenía la costumbre de dejar en el bide y la olía y la parte que
había estado en contacto con su vulva la pasaba por la mía hasta correrme,
me ponía las copas de su sujetador sobre mis pechos y cada día que pasaba
la necesitaba más y más.

El primer mes pasó sin que pudiera conseguir calmar mi deseo. Pensé en
confesárselo abiertamente, pero no me atrevía, temía un rechazo, que se
asustara de mis sentimientos, que no lo comprendiera. Yo estaba insegura
de que los míos fueran normales. Seguía dudando que el sexo entre mujeres
no fuera una desviación, algo antinatural.

Los sábados íbamos a la discoteca y a pesar de que los chicos rondaban


como moscones a su alrededor, Soqui no había intimado con ninguno,
parecía que no le interesaba ligar, bailábamos las dos juntas y cuando
alguno se ponía muy pesado, o se iba a sentar o bien dejaba de bailar suelta
y me cogía de la cintura y lo hacíamos juntas. Era entonces era cuando yo
podía disfrutar un poco del roce de su pecho con el mío.

Aquel sábado había una fiesta de tercero y Soqui mezcló varias bebidas,
habíamos tomados dos o tres cervezas y ella se empeñó en tomar un cubata,
estaba bastante alegre, hasta que tomo el segundo, entonces empezó a
encontrarse mal. Tuvimos que coger un taxi hasta casa y entrar a
escondidas para que mis padres no se enteraran. Soqui se dejó caer en la
cama, estaba blanca.

Oh! … too…..o..do me daa vuelt….aaa…s. Quiero irrr…..al…baba…ño.

Se arrodillo delante del inodoro y vomito una y otra vez. Yo estaba a su


lado sujetándole la cabeza, le acaricie el pelo.

Ahora se te pasará. Veras como al vomitar se te pasa. Lávate la cara, eso te


despejará.

Soqui empezó a mejorar de color, pero al ponerse pie se tambaleo.

Quiero orinar - lo dijo esperando a que yo me marchará


No te voy a dejar sola, casi no te aguantas en pie ¿y si te caes?

Bueno…

Se desabrocho el pantalón se lo bajó. y después hizo lo mismo con la braga,


antes de que sentara pude ver la sombra oscura de los pelos de su pubis.

Oí el ruido de su chorro cayendo en el agua del inodoro, era el momento


más íntimo que había tenido con ella y me sentí extraña al compartirlo.

Se subió la braga sin darme tiempo a nada.

No te vas a limpiar?

Solo quiero irme a la cama… quiero acostarme

La ayude, cogiéndola de la cintura hasta que llegamos a la cama, allí se


dejó caer desfallecida.

Que mal me encuentro… me da vueltas todo… voy a vomitar otra vez.

Tranquila… se te va a pasar.

Estaba sudando, me senté a su lado y apoye su cabeza en mi muslo,


acariciándole la frente.

Se te pasa?

No me contesto, le acaricié las mejillas, tomé una de sus manos y la besé


.Me sentía feliz de tenerla así, tan desvalida, con su cabeza apoyada en mi
vientre. Era una sensación maravillosa y en aquel momento no había
ningún deseo sexual, solo una gran dulzura. No sé el tiempo que estuve así
acariciándole suavemente la frente, las mejillas y besándole la mano, hasta
que me di cuenta de que se había dormido. Le quité los pantalones y la
blusa .Murmuro algo entre sueños, ahora si me sentía excitada, me estaba
mojando. La tenía allí, a mi disposición, solo con una braguita y un
sujetador, pasé una mano sobre su vientre, en aquel momento volvió a
murmurar algo, se apoyó sobre un costado, encogió las rodillas casi hasta
su pecho y así enroscada siguió durmiendo. No me atreví a tocarla, me
desnudé y me arrodillé en el suelo a su lado mirándola, sus nalgas redondas
estaban muy cerca de mi cara, metí mi mano entre las piernas y me acaricié
despacio respirando su olor, el orgasmo me llegó pronto, puse mis labios en
la piel suave de sus nalgas mientras me corría, ella se movió y yo me aparte
un poco asustada de que pudiera despertarse.

Al día siguiente tuve que ir sola al instituto y cuando llegué a comer fui
corriendo a verla. Estaba aún en la cama aunque despierta.

Que tal estas?

Ya mucho mejor, tu madre me ha traído la comida a la cama. ¡por favor no


le digas lo que me paso! Yo le he dicho que estoy con perico (la regla)

No te preocupes no le voy a decir nada

Voy a dormir a otro rato y ya estaré bien.

La dejé sola y las siete aparecieron por el salón completamente recuperada.


Salimos a dar un paseo y más tarde volvimos a casa a estudiar un rato.

No te he dado las gracias todavía.

Porque?

Te portaste muy bien conmigo ayer, con mucha paciencia y mucho cariño.
Tengo que contarte una cosa.

Se había puesto muy seria

Os portáis muy bien conmigo todos, tu en particular y creo que dos amigas
deben contarse todo.

Y que es? ¿Qué tienes que contarme?

Bueno. Uno de los motivos por los que he venido a España es porque mis
padres querían que saliera de Puerto Rico durante algún tiempo. Tuve un
problema a principios del año pasado. Yo tenía un novio; Tony, era un
poco mayor que yo, 20 años, todo iba muy bien, yo estaba muy enamorada
y el parecía que también lo estaba. Ya habíamos hecho algunas cosas, ya
me entiendes, pero nunca lo habíamos hecho y un día nos decidimos.

Se le aguaron los ojos mientras me iba hablando. La cogí de la mano.

Soqui. Si no quieres no me cuentes nada.

Si, quiero que lo sepas. Bueno el caso es que cuando me la quiso meter me
hizo un daño terrible y yo le rogué que me dejara, pero él estaba ya como
loco y siguió. Fue horrible, llegué incluso a perder el conocimiento, cuando
me dejó yo estaba muy mal, sangraba mucho y tenía un dolor horroroso,
como si tuviera fuego por dentro.

Y que paso?

Tony debió asustarse al verme así, sangrando y medio inconsciente y se


escapó dejándome sola. Esto pasó en mi casa y cuando mis padres llegaron,
se enteraron de todo porque yo además de estar muy asustada no me podía
mover del dolor que tenía. ¡Ya te puedes imaginar! Me llevaron al
Hospital, me había desgarrado.

Lo tenía tan grande?

No fue por eso, fue porque resulta que yo soy muy estrecha y además con
el dolor me seque y por eso me hizo tanto daño. Mis padres querían
acusarlo de violación pero al final el abogado nos convenció de que sería
muy difícil demostrarlo porque yo había consentido y el escándalo iba a
hacerme más daño. Pasé unos días muy malos hasta que supe que no había
quedado embarazada. De esto ni una palabra a nadie.

Te lo prometo, nadie va a saber nada.

Cuando nos fuimos a la cama yo creí que me correspondía ser también


sincera y le conté mi experiencia.

Me escuchó con mucha atención.

Pero, de verdad que sentiste tanto placer con la profesora?

Muchísimo y no me da vergüenza reconocerlo y eso me da mucho miedo.

Porque?

Tengo un lío tremendo en la cabeza, me excitan más las mujeres que los
hombres.

Se quedó muy silenciosa, me pareció que evitaba mirarme.

Creo que me he pasado contándote esto, ahora debes pensar que soy un
bicho raro.

No, no pienses eso.


Si lo pienso, porque ahora vas a estar incomoda conmigo.

Y porque voy a estar incomoda, no ha cambiado nada y te agradezco que


me hayas contado tus sentimientos eso me demuestra que eres muy buena
amiga y que tienes confianza en mí.

Pero ahora si te miro, te doy un beso o te toco ¿no vas a pensar nada raro?

No. Dime una cosa ¿te gusto?

Si ¡claro que me gustas! Eres muy guapa.

Quiero decir si te gusto de la otra manera.

No te entiendo - mentí

Que si te gusto para…. o sea sexualmente.

Creo que sí.

Guardamos silencio, yo me sentía muy nerviosa

Ayer me sentí, me gustó mucho cuando me consolabas, cuando me


encontraba tan mal, me gustaron tus caricias y tu cariño, pero no sé si me
gustarían otras cosas. ¿Sabes lo que quiero decir?

Sí que te entiendo, pero si le das cariño a una persona que quieres ¿dónde
debes detenerte? Si yo ayer te hubiera besado en la boca ¿qué hubiera
pasado?

No lo sé. Supongo que nada

De verdad? No hubiera pasado nada si te hubiera acariciado los pechos o


hubiera…

Calla!

Lo ves! No te parecería normal aunque sabes que yo te quiero.

No sé, es que no entiendo cómo podríamos querernos siendo dos mujeres.


Que sentiste tú con la profesora?

Sentí un gusto enorme, me corrí de tal forma que me pareció que flotaba y
yo a la profe no la quería o sea que con alguien a quien quieras deba ser
maravilloso.
Dime como sería entre tú y yo. Qué harías para hacerme sentir eso tan
maravilloso.

Soqui vamos a dejar el tema.

No quiero dejarlo, Dime lo que harías ¿quieres venir a mi cama? Así te


convencerás de que no me da miedo estar a tú lado. No creo que vayas a
violarme si yo no te dejo hacer lo que no quiera.

Sentí un escalofrío que me recorría todo el cuerpo, aunque no me dejara


hacer nada, la sola sensación de su cuerpo junto al mío me parecía algo
muy excitante y no quería perder aquella oportunidad.

Pase a su cama y me eche a su lado, su cuerpo despedía un calor increíble y


la saliva se me atraganto en la garganta.

Es agradable estar juntas - me dijo

Sí que lo es - la voz me temblaba - despides un calorcillo que da ganas


de…

Quedé sin habla cuando ella paso un brazo por mi cintura y apoyo su
cabeza sobre mi pecho.

Qué bien se está así… Umm, me gusta, me encanta que me hagas eso.

Yo había puesto mi mano sobre su cabeza y la acariciaba, metiendo los


dedos entre sus cabellos, peinándola y seguí pasando mi mano por su
frente, por sus mejillas, por su cuello, mientras ella estaba muy quieta.

Te gusta?

Oh sí! Sigue

No te iras a dormir?

No te preocupes. No me dormiré

Me dejas besarte

Si

La besé en los labios y pensé que me iba a morir de gusto, aquellos labios
anchos y húmedos eran deliciosos, cerré los ojos y soñé que era su vulva,
chupé su labio inferior y lo lamí por dentro con mi lengua, ella no se opuso
y me acarició con la suya.

Te quiero - le dije ahogada por la excitación - quieres que nos desnudemos?

Sin contestarme se quitó la chaqueta del pijama y yo me quité el camisón


..Vi sus pechos !Era hermosos! Sobre todo sus areolas, grandes y oscuras,
con dos pezones pequeños y puntiagudos.

¡Qué guapa eres¡ Te los voy a tocar

No me contesto y yo pasé la mano sobre ellos. Eran muy duros, le pellizque


los pezones como me lo había hecho a mí la profe de Historia.

Te los voy a besar y a… chupar.

Y lo hice sin que ella opusiera resistencia y me emborrache besándoselos,


no se movió, permanecía muy quieta, seguí besándolos y chupando sus
pezones muy suavemente, bajé mi mano por su vientre metiéndola bajo el
pantaloncito, entonces reacciono.

No!….por abajo no.

Pero por qué? Yo creí que…

Estoy muy seca, si me tocas me vas a hacer daño.

Que estas seca?

Yo estaba tan mojada que el flujo me resbalaba entre las piernas

Pero estas caliente?, No?

Si estoy caliente, me gusta lo que me haces, pero me da miedo que me


toques el bollo y me hagas daño. Me da mucho miedo.

Entonces no puedes correrte.

No quiero hablar de eso.

Yo creo que me estas tomando el pelo. Si no quieres que toque ahí, puedes
decírmelo claramente.

No es por eso ¡de verdad! ¡te lo juro¡

De pronto se quitó los pantaloncitos quedando solo con la braga,


Dame……..tócame…despacio….lo ves, estoy seca.

Me había cogido la mano y la había puesto entre sus muslos, su braga era
fina, pude notar que tenía muchos pelos, pero estaba seca completamente.
Me abracé a ella

Soqui déjame besarte, sin quitar la braga, por encima, sin tocarte

No me contesto y yo empecé a bajar despacio quedando entre sus muslos


abiertos. Puse mi s labios allí donde estaba su raja, olía a perfume, la besé
con cuidado. Apoye la cabeza entre sus muslos y su mano me acaricio por
primera vez pasándola sobre mi cabeza. Yo me sentía feliz, con una
sensación de serenidad que superaba a mi excitación, estaba gozando al
darle mi amor, con el cuidado de no hacerle daño, de hacerla sentirse feliz
con la suavidad de mis besos. Con mucha dulzura la besé en la parte
interior de sus muslos, ella doblo una pierna y yo pude besarla casi en el
nacimiento de su nalga y luego en su ingle allí donde la carne formaba una
pequeña cueva, le pasé la lengua desde allí hasta arriba y seguí por la
cinturilla de su braga bajando otra vez hasta el meterla entre sus nalgas,
entonces sentí el deseo de besarla como la noche anterior.

Si te pones de espalda te quitarías la braga?

Se dio la vuelta y yo misma se la quite.

En aquella postura su cuerpo resultaba espectacular con aquellas caderas


anchas rematadas por aquellas nalgas redondas, se las acaricié disfrutando
de su forma y de su suavidad. Luego las besé. Yo estaba ahora de rodillas
inclinada sobre ella y mi vulva rozó una de sus piernas y mientras mi
lengua bajaba siguiendo la raja de sus nalgas, mi vulva abierta y mojada lo
hacía en su pantorrilla. No sé si fue esto, el sentir mis jugos en su piel o mi
lengua metida entre sus nalgas lo que arranco su primer gemido, las separé
con mis manos y la metí hasta el fondo, hasta sentir el botoncito en la
punta, se lo lamí y volvió a gemir, le repetí varias veces y de pronto Soqui
se dio la vuelta.

No me hagas daño…

Quieres que te toque?

Si… pero como por detrás… con la lengua


Tenía el pubis cubierto de abundante pelo negro, rizoso y brillante y su
bollo, como ella le llamaba, era gordo, como una almohada de carne, los
labios de su raja estaban cerrados, no se veía su vulva, la besé llenándome
con su olor y me rocé con su pierna, el gusto me llego a la garganta y
empecé a correrme.

Te está dando gusto?

Me estoy corriendo.

Que me vas a hacer? Estoy muy seca

Te voy a mojar con mi lengua.

Se la pasé sobre los labios de arriba a abajo metiéndola poco a poco entre
ellos. Era cierto que estaba muy seca, yo me mojaba enseguida cuando me
tocaba el clítoris y lo busque, lo note duro y lo lamí.

Te gusta?

Si… me gustan tus caricias.

Sin embargo no se mojaba la lamí varias veces a todo lo largo de la vulva


sin conseguir que manarán sus jugos, introduje la lengua en su vagina y allí
los descubrí, allí había aquella humedad que yo ansiaba tanto y poco a poco
con lamidas suaves, entrando y saliendo una y otra vez con la lengua
empezaron a salir fuera y a mojarla.

Ahora si… ahora me estoy mojando. Lo noto… me da gusto.

Puse una mano entre sus nalgas para meterle un dedo, mientras que con la
lengua seguía lamiéndole el clítoris. La acaricie pasándole los dedos desde
el botón de su ano hasta el nacimiento de la vulva. Descubrí con sorpresa
que aquello la excitaba, sus jugos empezaron a manar, ahora los notaba en
mi boca. Continué acariciándola por detrás y ella empezó a gemir.

Por ahí… así… despacito… así…Oh… así

Empujé hasta que la punta de mi dedo entro en su ano y ella abrió más sus
muslos gimiendo, fui metiéndoselo entero.

Más… Mételo mas


Yo me estaba corriendo otra vez, su flujo era ya muy abundante el dedo
que tenía dentro de su ano se estaba mojando y se lo metía y se lo sacaba y
aquello la enloquecía, empezó a moverse contra mi boca, subiendo y
bajando su pubis.

- Más… más -gemía

Empezó a correrse, entre suspiros y gemidos. De pronto se quedó muy


quieta yo me detuve pero ella me pidió que siguiera

No pares…ahora…..sigue metiéndomelo.

Y seguí dándole con el dedo y lamiéndole la vulva.

Ya…..ya… Para ya.

Me eché sobre ella, restregué mis pechos con los suyos, mientras me
masturbaba con su muslo, me corrí una vez más hasta que me quedé sin
fuerzas jadeando sobre ella.

Esa fue la primera vez que hicimos el amor y desde aquel día ella estaba
siempre dispuesta a recibir mis caricias. Yo sabía ya cómo hacer que sus
jugos manaran, sabía que si la lamía entre las nalgas , si le pasaba la lengua
por el ano y luego le metía un dedo , ella se ponía en un estado de
excitación que la llevaban al orgasmo y que podía correrse durante todo el
tiempo que yo estuviera dispuesta a dárselo.

Era muy pasiva, le gustaban mis caricias pero abandoné la idea de que me
las devolviera. No sabía cómo hacerlo, era muy torpe dando placer. A mí
no me importaba mucho yo era feliz dándoselo a ella y mis orgasmos
masturbándome sobre su muslo, o haciéndolo echada a su lado mientras la
besaba en la boca o le chupaba los pezones me daban una gran satisfacción.

Fueron unos meses maravillosos, el día en que se fue, lloramos


desconsoladamente y nos juramos amor eterno., Volveríamos a vernos el
próximo año, iba a hacer todo lo posible por venir a estudiar a España.

Nos mantuvimos en contacto durante algún tiempo y de pronto dejé de


tener contestación a mis correos, traté de llamarla por teléfono sin
conseguirlo y un día recibí una carta.
Tenía novio, iba a casarse y se iba a vivir a Estados Unidos, debíamos
olvidarnos de todo lo que había pasado entre nosotras, había sido una
locura.

Lo pasé muy mal durante mucho tiempo, pero me sirvió para asentarme en
la idea de que lo que me gusta son las mujeres, que el sexo es mas dulce y
más gratificante

Debo añadir que dos años después de esto conocí a otra portorriqueña y
disfruté muchísimo con ella. Son muy sensuales, muy cariñosas. No le
guardo ningún a Soqui, fui muy feliz con ella y la recuerdo con mucho
cariño.

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