Borinqueña - Lesbis
Borinqueña - Lesbis
Borinqueña - Lesbis
Cuando mi madre acepto la idea de traer a una chica de otro país por medio
de un programa cultural internacional, me sentí feliz. Solicitamos
información y nos enviaron una especie de curriculum de varias chicas que
solicitaban ser acogidas por familias españolas para cursar estudios durante
un año en nuestro país. Después de sopesar los pros y los contras, nos
inclinamos por una portorriqueña.
No era muy alta, su pelo castaño lo peinaba en una melena hasta los
hombros, sus ojos eran redondos de un suave color verde, su nariz
ligeramente respingona y sus labios……sus labios eran carnosos, un poco
bembones, parecía que constantemente estaban mandando un beso. Llevaba
una blusa, que dejaba sus hombros al aire, sus senos, no eran grandes paro
se dibujaban rotundos bajo la tela, más abajo de su cintura estrecha, nacían
unas caderas anchas y los vaqueros se ajustaban a unos muslos perfectos.
Me pareció la chica más guapa del mundo y cuando habló, su deje caribeño
me sonó a música celestial.
Era maravillosa, alegre, habladora. En fin que yo estaba en la gloria.
Sin embargo, cuando eran dos mujeres, parecían disfrutar más de los besos
en la boca, cuando la lengua pasaba sobre los pezones, la caricia era más
sutil y cuando las caricias eran en la vulva o los dedos entraban en la
vagina, no había gestos de dolor, si no de placer y si era la lengua la que
acariciaba las intérpretes gemían felices y yo me masturbaba hasta que mis
jugos, se convertían en leche blanca y cremosa.
Lo intenté con conversaciones sobre temas sexuales, pero ella las evadía y
lo único que conseguí fue aficionarla a los tacos en castellano, en vez de
bollo, decía coño, en vez de pinga decía polla, en vez de chingar decía
joder y en vez de irse, decía correrse, en vez de chévere decía cojonudo y le
encantaba soltarlos a todas horas…
El primer mes pasó sin que pudiera conseguir calmar mi deseo. Pensé en
confesárselo abiertamente, pero no me atrevía, temía un rechazo, que se
asustara de mis sentimientos, que no lo comprendiera. Yo estaba insegura
de que los míos fueran normales. Seguía dudando que el sexo entre mujeres
no fuera una desviación, algo antinatural.
Aquel sábado había una fiesta de tercero y Soqui mezcló varias bebidas,
habíamos tomados dos o tres cervezas y ella se empeñó en tomar un cubata,
estaba bastante alegre, hasta que tomo el segundo, entonces empezó a
encontrarse mal. Tuvimos que coger un taxi hasta casa y entrar a
escondidas para que mis padres no se enteraran. Soqui se dejó caer en la
cama, estaba blanca.
Bueno…
No te vas a limpiar?
Tranquila… se te va a pasar.
Se te pasa?
Al día siguiente tuve que ir sola al instituto y cuando llegué a comer fui
corriendo a verla. Estaba aún en la cama aunque despierta.
Porque?
Te portaste muy bien conmigo ayer, con mucha paciencia y mucho cariño.
Tengo que contarte una cosa.
Os portáis muy bien conmigo todos, tu en particular y creo que dos amigas
deben contarse todo.
Bueno. Uno de los motivos por los que he venido a España es porque mis
padres querían que saliera de Puerto Rico durante algún tiempo. Tuve un
problema a principios del año pasado. Yo tenía un novio; Tony, era un
poco mayor que yo, 20 años, todo iba muy bien, yo estaba muy enamorada
y el parecía que también lo estaba. Ya habíamos hecho algunas cosas, ya
me entiendes, pero nunca lo habíamos hecho y un día nos decidimos.
Si, quiero que lo sepas. Bueno el caso es que cuando me la quiso meter me
hizo un daño terrible y yo le rogué que me dejara, pero él estaba ya como
loco y siguió. Fue horrible, llegué incluso a perder el conocimiento, cuando
me dejó yo estaba muy mal, sangraba mucho y tenía un dolor horroroso,
como si tuviera fuego por dentro.
Y que paso?
No fue por eso, fue porque resulta que yo soy muy estrecha y además con
el dolor me seque y por eso me hizo tanto daño. Mis padres querían
acusarlo de violación pero al final el abogado nos convenció de que sería
muy difícil demostrarlo porque yo había consentido y el escándalo iba a
hacerme más daño. Pasé unos días muy malos hasta que supe que no había
quedado embarazada. De esto ni una palabra a nadie.
Porque?
Tengo un lío tremendo en la cabeza, me excitan más las mujeres que los
hombres.
Creo que me he pasado contándote esto, ahora debes pensar que soy un
bicho raro.
Pero ahora si te miro, te doy un beso o te toco ¿no vas a pensar nada raro?
No te entiendo - mentí
Sí que te entiendo, pero si le das cariño a una persona que quieres ¿dónde
debes detenerte? Si yo ayer te hubiera besado en la boca ¿qué hubiera
pasado?
Calla!
Sentí un gusto enorme, me corrí de tal forma que me pareció que flotaba y
yo a la profe no la quería o sea que con alguien a quien quieras deba ser
maravilloso.
Dime como sería entre tú y yo. Qué harías para hacerme sentir eso tan
maravilloso.
Quedé sin habla cuando ella paso un brazo por mi cintura y apoyo su
cabeza sobre mi pecho.
Qué bien se está así… Umm, me gusta, me encanta que me hagas eso.
Te gusta?
Oh sí! Sigue
No te iras a dormir?
No te preocupes. No me dormiré
Me dejas besarte
Si
La besé en los labios y pensé que me iba a morir de gusto, aquellos labios
anchos y húmedos eran deliciosos, cerré los ojos y soñé que era su vulva,
chupé su labio inferior y lo lamí por dentro con mi lengua, ella no se opuso
y me acarició con la suya.
Yo creo que me estas tomando el pelo. Si no quieres que toque ahí, puedes
decírmelo claramente.
Me había cogido la mano y la había puesto entre sus muslos, su braga era
fina, pude notar que tenía muchos pelos, pero estaba seca completamente.
Me abracé a ella
Soqui déjame besarte, sin quitar la braga, por encima, sin tocarte
No me hagas daño…
Me estoy corriendo.
Se la pasé sobre los labios de arriba a abajo metiéndola poco a poco entre
ellos. Era cierto que estaba muy seca, yo me mojaba enseguida cuando me
tocaba el clítoris y lo busque, lo note duro y lo lamí.
Te gusta?
Puse una mano entre sus nalgas para meterle un dedo, mientras que con la
lengua seguía lamiéndole el clítoris. La acaricie pasándole los dedos desde
el botón de su ano hasta el nacimiento de la vulva. Descubrí con sorpresa
que aquello la excitaba, sus jugos empezaron a manar, ahora los notaba en
mi boca. Continué acariciándola por detrás y ella empezó a gemir.
Empujé hasta que la punta de mi dedo entro en su ano y ella abrió más sus
muslos gimiendo, fui metiéndoselo entero.
No pares…ahora…..sigue metiéndomelo.
Me eché sobre ella, restregué mis pechos con los suyos, mientras me
masturbaba con su muslo, me corrí una vez más hasta que me quedé sin
fuerzas jadeando sobre ella.
Esa fue la primera vez que hicimos el amor y desde aquel día ella estaba
siempre dispuesta a recibir mis caricias. Yo sabía ya cómo hacer que sus
jugos manaran, sabía que si la lamía entre las nalgas , si le pasaba la lengua
por el ano y luego le metía un dedo , ella se ponía en un estado de
excitación que la llevaban al orgasmo y que podía correrse durante todo el
tiempo que yo estuviera dispuesta a dárselo.
Era muy pasiva, le gustaban mis caricias pero abandoné la idea de que me
las devolviera. No sabía cómo hacerlo, era muy torpe dando placer. A mí
no me importaba mucho yo era feliz dándoselo a ella y mis orgasmos
masturbándome sobre su muslo, o haciéndolo echada a su lado mientras la
besaba en la boca o le chupaba los pezones me daban una gran satisfacción.
Lo pasé muy mal durante mucho tiempo, pero me sirvió para asentarme en
la idea de que lo que me gusta son las mujeres, que el sexo es mas dulce y
más gratificante
Debo añadir que dos años después de esto conocí a otra portorriqueña y
disfruté muchísimo con ella. Son muy sensuales, muy cariñosas. No le
guardo ningún a Soqui, fui muy feliz con ella y la recuerdo con mucho
cariño.