Historia Del Ladrillo
Historia Del Ladrillo
Historia Del Ladrillo
evolución
El ser humano era nómada, dependía de la caza, no vivía en lugar fijo, sino que de
vez en cuando construía toscos refugios o chozas de madera y base de piedra que
abandonaba luego.
Origen del ladrillo
Para conocer los orígenes del ladrillo, debes saber que la arquitectura nació en
Oriente Medio. Lugar en que, paradójicamente, se carecía de materia prima
adecuada para ello, como la piedra o la madera.
Fue allí donde, sin embargo, surgieron las primeras viviendas hace 10.000 años.
Allí surgió la vida agrícola y la vida sedentaria.
Mesopotamia, lugar entre los ríos Tigris y Éufrates, era rica en valles
fluviales abundantes en barro: allí nació el adobe o ladrillo sin cocer.
Para mejorarlo se dio hacia el 2500 a. C., con una solución: quemarlo con fuego. Se
amontonaban y sobre ellos se armaba un horno de carbón. Como era costoso por
la escasez de combustible los ladrillos así obtenidos se emplearon en puntos
concretos: esquinas, jambas o arcos para reforzar fachadas de adobe.
Eran rectangulares, mayores que los de Oriente Medio, y se secaban al sol, técnica
adoptada luego por todos. Una pintura egipcia del 2000 a. C., encontrada en una
tumba de Tebas, describe la fabricación de ladrillos: se empleaba barro arenoso
para evitar su agrietamiento tras el secado, y en los lugares donde el lodo no
poseía esta condición se mezclaba con arcilla y paja, dándose así al ladrillo mayor
consistencia y aspecto compacto.