Voces y Silencios en La Historia Reseña
Voces y Silencios en La Historia Reseña
Voces y Silencios en La Historia Reseña
Según Corcuera, Nietzsche fue el filosofo que dio vuelta a la historia, ya que se separa
fundamentalmente de todo lo que ha dominado el pensamiento durante los últimos
dos milenios. La autora comienza por dar una caracterización del alemán, vinculándolo
con el pensamiento clásico de los griegos. Nietzsche se separa del pensamiento
platónico y se asocia con los presocráticos, específicamente con Heráclito. Para
Nietzsche, la razón no es la principal vía para alcanzar el conocimiento verdadero, sino
la observación e interpretación de la naturaleza. El dominio de la visión platónica es un
error que el alemán quiere corregir, pues esto solo lleva a un conocimiento ilusorio de
la realidad. Nietzsche también se separa del cristianismo y se centra en el “ateísmo del
filósofo”.
Por otro lado, el positivismo se basa en la premisa de que “la humanidad ha avanzado
—a partir de una situación inicial de barbarie o primitivismo— y que sigue y seguirá́
avanzando en el futuro”. La autora se centra en lo que se considera el metatexto de
esta corriente, “Introducción a los estudios históricos”, escrito por Langlois y
Seignobos. En este se describen los pasos a seguir para hacer historia positivista —el
prerrequisito de conocimientos como la heurística y repertorios metódicos que
faciliten el examen de los documentos, el análisis interpretativo de los documentos y
las operaciones sintéticas que llevan al proceso de escritura— y la culminación de la
investigación: la escritura.
Si bien estos cambios son generales, se empieza a ver una división en las formas de ver
y hacer la historia. Por ejemplo, Nietzsche no se mostraba para nada conforme con la
configuración actual, tanto de la historia como de la realidad, mientras que Ranke
“anhela que el mundo se mantuviera como el lo conocía”. En este sentido, para el
último la historia habría llegado a su fin, mientras que para el primero esta debía
reinventarse. También hay diferencias entre el positivismo y el criticismo. Mientras
que los positivistas consideraban que la historia también debía entretener, pues “una
historia aburrida era generalmente una mala historia”, los críticos eran más cautelosos,
ya que la historia debía mimetizar la realidad de la mejor manera posible.
El árbol de la historia comienza a florecer y sus ramas se alejan cada vez más de la
semilla que las germinó.
Referencias