Fondo de Maniobra
Fondo de Maniobra
Fondo de Maniobra
Definición Tecnica
El fondo de maniobra es la parte del activo corriente de una empresa financiada con deuda a
largo plazo (pasivo no corriente). Se calcula mediante la diferencia entre el activo corriente y
la deuda a corto plazo (pasivo corriente).
El fondo de maniobra variará según el momento del año debido a la actividad que desarrolla
la empresa. Por lo tanto, su control es muy importante para garantizar la liquidez y solvencia
de una empresa a corto plazo, pilares fundamentales en materia financiera.
También es conocido como fondo de rotación, capital circulante o por su nombre en inglés,
working capital.
Aclarado esto, para calcular el fondo de maniobra se puede utilizar dos fórmulas,
si bien a través de ambas se llegaría al mismo resultado.
Que sea igual a cero: el activo corriente es igual al pasivo corriente. Es una
situación de riesgo, pues el activo corriente se financia totalmente con
préstamos a corto plazo, y si hay un retraso en el cobro de alguna partida,
la empresa no será capaz de hacer frente a sus compromisos de pago.
Que sea negativo: Parte del activo no corriente está financiado con recursos
a corto plazo. Se trata de una situación de desequilibrio financiero, ya que
los activos corrientes son inferiores que el pasivo. La empresa podría tener,
por lo tanto, problemas para pagar deudas y podría declararse en
suspensión de pagos.
Contar con un fondo de maniobra suficiente es sin duda una garantía para la
estabilidad de una empresa ya que, desde el punto de vista de la financiación, es la parte del
activo circulante que es financiada con recursos permanentes.
Este principio, que es válido normalmente, sin embargo no es aplicable a todas las
empresas. Una empresa que cobra sus ventas al contado y paga a sus proveedores a 180
días, o una empresa que compra a 30 días y paga a 90 días por ejemplo, puede funcionar
correctamente con esta operativa, como es el caso de los grandes hipermercados o algunas
grandes cadenas de tiendas y establecimientos, sin peligro de suspender pagos, siempre que
no se vean alteradas las velocidades a las que se mueven esas masas patrimoniales. Las
existencias permanecen almacenadas tan pocos días que se cobran antes de que se tengan
que pagar, con lo que las necesidades operativas de fondos resultan negativas. Un caso
parecido ocurre con las compañías de seguros, que cobran las primas de los asegurados e
indemnizan posteriormente cuando tiene lugar el siniestro. Exceptuando estos casos, se dice
que para conseguir un buen equilibrio, el activo circulante debería ser el doble que el
exigible a corto plazo.
Finalmente, es muy importante tener claro que mientras que siempre los pagos son
ciertos (pasivo circulante), los ingresos son inciertos, ya que no todo el activo circulante es
efectivo. Por ello incluso a veces las empresas bien gestionadas quedan expuestas a las
variaciones del mercado y un impago de cuantía considerable o una frecuencia de impagos
de menor importe pero importancia relevante en el corto plazo pueden afectar directamente
al fondo de maniobra y por consiguiente a la liquidez de la empresa, o una empresa con un
fondo de maniobra positivo pero con un activo corriente constituido principalmente por
existencias puede pasar dificultades si las ventas disminuyen debido a una caída significativa
en el consumo de sus productos. Por lo tanto es fundamental el análisis del fondo de
maniobra de los clientes en la gestión de los riesgos comerciales de la empresa como medida
informativa y preventiva de posibles impagados en el futuro.