Conjuntivitis y Otitis. Yuliana M

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UNIVERSIDAD AUTONOMA BENITO JUÁREZ DE OAXACA

FACULTAD DE ENFERMERIA TEHUANTEPEC OAXACA

PRIMER SEMESTRE

GRUPO: 101

SANTO DOMINGO TEHUANTEPEC OAXACA


conjuntivitis
La conjuntivitis es una inflamación o una
infección en la membrana transparente
(conjuntiva) que recubre el párpado y la parte
blanca del globo ocular. Cuando los pequeños
vasos sanguíneos de la conjuntiva se inflaman,
se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la
parte blanca del ojo se torne rojiza o de color
rosa.

La causa más frecuente de la conjuntivitis es una infección bacteriana o viral, una reacción
alérgica o, en bebés, un conducto lagrimal parcialmente abierto.

Si bien la conjuntivitis puede ser molesta, rara vez afecta la visión. Los tratamientos pueden
ayudar a aliviar las molestias de la conjuntivitis. Como la conjuntivitis puede ser contagiosa,
su diagnóstico y su tratamiento tempranos limitan el contagio a otros.

Los síntomas más frecuentes de la conjuntivitis son los siguientes:

• Enrojecimiento en uno o ambos ojos

• Picazón en uno o ambos ojos

• Una sensación arenosa en uno o ambos ojos

• Secreción en uno o ambos ojos que forma una costra durante la noche, la cual
puede impedir que abras un ojo o ambos a la mañana

• Lagrimeo
Las causas de la conjuntivitis incluyen:

• Virus

• Bacterias

• Alergias

• Salpicar el ojo con una sustancia química

• Un cuerpo extraño en el ojo

Conjuntivitis viral y bacteriana

En su mayoría, los casos de conjuntivitis están causados por adenovirus, pero también puede
provocarlos el virus del herpes simple, el virus varicela-zóster, y otros virus, incluyendo el
que causa la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19).

Tanto la conjuntivitis viral como la bacteriana pueden presentarse con los resfríos o como
síntomas de una infección respiratoria, como el dolor de garganta. Ponerse lentes de
contacto que no se han limpiado correctamente o que no son los tuyos puede causar
conjuntivitis bacteriana.

Los dos tipos son muy contagiosos. Se contagian por contacto directo o indirecto con las
secreciones del ojo de una persona infectada. Un ojo puede estar afectado, o los dos.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de conjuntivitis comprenden los siguientes:

• La exposición a un elemento que te provoque alergia (conjuntivitis alérgica)

• La exposición a una persona infectada con conjuntivitis viral o bacteriana

• La utilización de lentes de contacto, en especial, las de uso prolongado


Complicaciones

Tanto en niños como en adultos, la conjuntivitis puede causar inflamación de la córnea que
puede afectar la visión. La evaluación y el tratamiento oportunos del dolor ocular por parte
del médico, la sensación de que algo está atascado en el ojo (sensación de cuerpo extraño),
la visión borrosa o la sensibilidad a la luz pueden reducir el riesgo de complicaciones.

Prevención:

Mantiene una buena higiene para controlar el contagio del ojo rosado. Por ejemplo:

• No te toques los ojos con las manos.

• Lávate las manos con frecuencia.

• Usa una toalla y un paño limpios cada día.

• No compartas las toallas y los paños.

• Cambia la funda de la almohada a menudo.

• Desecha los cosméticos para los ojos, como la máscara.

• No compartas los cosméticos para los ojos ni los elementos personales de


cuidado ocular.

OTITIS:
La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una
infección. El tipo más común de esta afección es la denominada otitis
media, que está provocada por la inflamación del oído medio, que se
encuentra en la parte posterior del tímpano. La otitis media es la
enfermedad más común en la infancia -sobre todo en menores de 3
años- después de las infecciones virales de las vías respiratorias altas.
Dependiendo de la evolución de la enfermedad, puede conducir a la
secreción de líquido (denominada otitis media seromucosa) en la región
del oído medio. El líquido puede ser de tipo seroso (fluido, similar al
agua), musoco (viscoso) o purulento (pus).
La trompa de Eustaquio se encuentra entre el oído medio y la parte posterior de la garganta
y su función es drenar el líquido que se produce en el oído medio. La infección se ocasiona
cuando esta estructura se ve bloqueada y, por lo tanto, acumula el líquido, dando lugar a una
disfunción tubárica.

La obstrucción de la trompa de Eustaquio muchas veces puede originarse por


motivos intrínsecos o extrínsecos.

: Se deben a la inflamación de la mucosa de la trompa de Eustaquio por


un problema infeccioso o alérgico.

Habitualmente de causa mecánica producida por una hipertrofia


adenoidea (vegetaciones).

En la forma aguda de la enfermedad existe dolor


de oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad.
Con menos frecuencia se puede presentar
otorrea (supuración), vértigo y, muy poco
frecuentemente, parálisis facial.

La otitis media afecta a todos los grupos de edad,


pero es más frecuente en el período de edad
comprendido entre los 0 y los 7 años. A partir de ésta, la incidencia disminuye.

Desde el punto de vista epidemiológico se han descrito distintos factores relacionados con
un mayor número de casos de otitis media durante los meses de otoño e invierno.

Asimismo, es más frecuente en los niños que acuden a centros escolares o que presentan
alteraciones anatómicas en el área rinofaríngea, como el paladar hendido, o que sufren
inmunodeficiencias congénitas adquiridas.
En el caso de los bebés, la señal principal de que padecen la infección es la irritabilidad y el
llanto. Los menores con esta afección suelen tener fiebre o problemas para dormir y es
común después de un resfriado.

Para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad, los especialistas recomiendan lavarse las
manos con frecuencia, en el caso de los niños, vacunarles cuando proceda y, sobre todo, no
abusar de los antibióticos ya que se puede generar una resistencia a ellos que reduzca o
impida su efectividad.

La otitis media que representa el tipo más común de esta afección se clasifica en:

• Aguda: Es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta al aparato respiratorio y


cuyo síntoma principal es la tos. Ésta a su vez se divide en esporádica o de repetición.

• Subaguda: Se caracteriza por la presencia de exudado (líquido que se sale del


conducto donde se encuentra contenido) en la cavidad del oído medio de manera
asintomática o con síntomas muy leves.

• Crónica: Se divide a su vez en dos subgrupos, uno de ellos, con exudado que tiene
una duración de tres meses y, supurada, que conlleva una supuración mayor a tres
meses.
El tratamiento clásico de la otitis media aguda se realiza con antibióticos durante diez o
catorce días. Sin embargo, en los últimos tiempos se tiende a una menor utilización de estos
fármacos porque cada vez son más los estudios que muestran que no hay razón para tratar
con antibióticos todas las otitis.

Habitualmente con el tratamiento antibiótico la sintomatología mejora significativamente en


48 horas. Además, el especialista también podrá recetar descongestionantes nasales
y mucolíticos si se precisan.

Cuando los episodios de otitis media aguda son muy frecuentes y se sospecha que existen
fuentes de infección, como una adenoiditis crónica, sinusitis crónica o inmadurez
inmunológica, debe establecerse un tratamiento lo más específico posible.

En muchos casos, sobre todo en niños, se presentan episodios repetidos de otitis media junto
con síntomas de adenoiditis e hipertrofia adenoidea, por lo que se ha de realizar
la extirpación del tejido adenoideo hipertrófico y la colocación de tubos de drenaje
transtimpánico.

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