Antecedentes de La Jornada Laboral
Antecedentes de La Jornada Laboral
Antecedentes de La Jornada Laboral
Fecha 03/09/2021
Carrera Derecho
Asignatura Derecho Laboral y Social
Grupo “B”
Docente Dr.Alvaro Roby Gumucio Gomez
Periodo Académico II/2021-4to Semestre
1.- INTRODUCCIÓN
Nuestra normativa laboral, obliga al patrono mostrar en carteles en lugares visibles los días
y horas de descanso Para esclarecer los diferentes modos dispuestos en las normas vigentes,
las condiciones relacionadas a la jornada de trabajo, es preciso conocer los antecedentes
que dieron lugar a la conquista lograda por la clase trabajadora, para llegar a las
conclusiones del presente tema que se abordará a continuación.
ANTECEDENTES
A día de hoy, se asume que la jornada laboral habitual consiste en 8 horas diarias de
trabajo. Sin embargo, lo que hoy en día resulta algo completamente normal, surgió como
resultado de un largo proceso de lucha por los derechos de los trabajadores.
Lo más habitual es que la jornada de trabajo se sitúe en las 40 horas semanales, con un total
de 8 horas diarias. Si bien, dependiendo del país, la jornada laboral puede situarse en las 35
horas semanales o bien alcanzar las 48 horas semanales. Para profundizar en esta cuestión
recomendamos leer el artículo de nuestra compañera Janire Carazo “La jornada laboral por
países, ¿dónde se trabaja más?”
Felipe II
Pero, si volvemos atrás en el tiempo, ¿cuándo se aplicó por primera vez una jornada laboral
de 8 horas? Pues bien, tendríamos que retroceder hasta el siglo XVI, cuando, en tiempos del
Imperio Español, el rey Felipe II proclamó mediante un edicto que los trabajadores de las
fábricas y los obreros encargados de erigir fortificaciones, debían trabajar 8 horas diarias.
Para ser más concretos, esto sucedió en el año 1593.
Preocupado por los efectos nocivos que podía tener la exposición prolongada de los
trabajadores al sol, Felipe II añadió que, de esas 8 horas de trabajo, 4 debían realizarse por
la mañana y las 4 restantes debían tener lugar por la tarde. Y es que, Felipe II se percató del
desgaste que sufrieron los trabajadores durante las obras para levantar El Escorial. Estas
medidas también se trasladaron a las posesiones del Imperio Español en América, donde la
población nativa que trabajaba en las minas no podía trabajar más de 7 horas al día.
La Revolución Industrial
Sin embargo, una etapa clave en la evolución histórica de la jornada laboral fue la
Revolución Industrial. Seguramente a muchos les venga a la mente la imagen del Londres
del siglo XIX, con sus grandes factorías y sus prominentes chimeneas desprendiendo un
sinfín de humo negro. Por aquel entonces, las condiciones laborales de los trabajadores eran
francamente duras, marcadas por larguísimas jornadas de trabajo (de 10 a 16 horas diarias),
bajos salarios, trabajo infantil y el hacinamiento de los trabajadores en precarias viviendas.
Pues bien, el empresario británico Robert Owen, uno de los grandes referentes del
socialismo utópico, optó por dar un importante paso en los derechos del trabajador. Así, en
1810 estableció que sus trabajadores desarrollasen una jornada laboral diaria de 10 horas.
Sin embargo, Owen decidió seguir profundizando y mejoró las condiciones laborales de sus
trabajadores, dejando la jornada laboral en 8 horas diarias. De hecho, Owen proclamó que
el día debía distribuirse en 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y otras 8 horas de
ocio.
Así pues, los trabajadores, se sintieron muy atraídos por las propuestas de Robert Owen.
Progresivamente, se regularon las jornadas de trabajo, dejándolas en Gran Bretaña en 10
horas diarias en el año 1847. Un año después, Francia estableció la jornada laboral de sus
trabajadores en un máximo de 12 horas.
Sin embargo, hacia el año 1840, la jornada laboral de 8 horas diarias ya era toda una
realidad en Nueva Zelanda. Sus vecinos australianos les seguirían en 1856, cuando, tras
importantes reivindicaciones, determinaron que la jornada de trabajo de los empleados de
obras públicas no debía exceder las 8 horas al día.
Esta lucha por una jornada laboral más digna, también llegó a Estados Unidos. De este
modo, en 1866, los sindicatos estadounidenses presionaron infructuosamente al Congreso
tratando de conseguir unas jornadas laborales menos largas. En este sentido, el presidente
Andrew Jackson, promulgó la Ley Ingersoll, que acortaba las jornadas de trabajo de los
empleados federales y del sector de las obras públicas.
Las protestas y las reivindicaciones de los movimientos obreros continuaron en suelo
estadounidense, pues las jornadas de los trabajadores estadounidenses podían alcanzar hasta
las 18 horas diarias. El punto álgido de las protestas llegó en 1886. Así, llegado el 1 de
mayo y exigiendo una jornada de trabajo de 8 horas diarias, los trabajadores
estadounidenses fueron a la huelga. Las movilizaciones se saldaron con actos violentos y
varios fallecidos, como ocurrió en la denominada Revuelta de Haymarket (4 de mayo de
1886), en Chicago. En recuerdo de aquellas movilizaciones y de la conquista de la jornada
laboral de 8 horas, cada 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores.
Si viajamos a países como España, hay que desplazarse en el tiempo hasta el año 1919.
Estamos ante la huelga de “La Canadiense”. Por aquel entonces, la compañía Riesgos y
Fuerzas del Ebro, participada mayoritariamente por el Banco Canadiense de Comercio de
Toronto, despidió a ocho trabajadores. Esto solo fue el comienzo de una serie de
reivindicaciones que desembocaron en 44 días de huelga. Las movilizaciones se
extendieron masivamente entre los trabajadores. El impacto de la huelga fue tremendo a la
hora de paralizar la economía y, entre otras conquistas sociales, se consiguió establecer por
ley una jornada de trabajo 8 horas diarias.
En el caso de América Latina destacan dos países. México, que en 1917 recogió en su
constitución la jornada laboral de 8 horas, y Uruguay, que legisló al respecto en 1915.
ETIMOLOGIA
“Jornada de Trabajo” deriva de la voz italiana “Giornata”, que significa “Día” durante el
cual existe una relación de trabajo” que usualmente tiene el sentido de medición del tiempo
vale decir que es considerada como “la cantidad de horas que el trabajador pone a
disposición del patrono en términos de subordinación y dependencia a cambio de una
remuneración determinada por el Estado”.
TRABAJO:
Es todo esfuerzo mental y físico, que realiza todo ser humano para una remuneración
económica. En términos de Derecho “Es la prestación de servicios sujeta a remuneración
periódica bajo la independencia de su trabajo como la del artesano o una subordinación en
caso de trabajar en una empresa.
JORNAL
Remuneración diaria pago que suele efectuarse al terminar la prestación cotidiana, al cabo
de la jornada.
El jornal puede ser fijo o variable. A continuación, explicamos los dos tipos de jornal más
destacados:
Jornal fijo: Cuando hablamos de un jornal fijo, estamos hablando de una cantidad
variable ya que depende de las jornadas que el trabajador hace. Sin embargo, tiene
una cantidad fija por día trabajado.
Jornal a destajo: En el jornal a destajo el pago depende del trabajo aportado. De
forma que durante un solo día puede haber diferentes jornales para diferentes
trabajadores.
Un ejemplo para ilustrar estos dos conceptos sería en una recolecta de uva. Suponiendo una
cuadrilla de 10 trabajadores, con el jornal fijo todos recibirían el mismo pago por día
independientemente de los kilos de uva recolectados. A diferencia del jornal fijo, el jornal a
destajo tiene en cuenta la cantidad kilos de uva recolectados. Aunque los trabajadores
formaran parte de la misma cuadrilla, aquellos que han recogido más uva cobrarán más
dinero. Y al revés, aquellos que recogieron una cantidad menor recibirán una cantidad
inferior.
JORNADA DE TRABAJO:
Duración de la actividad diaria específica de los trabajadores del vocablo jornada que es
equiparable a día de prestación de servicio.
Es el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrono, y podrá elevarse en
caso de fuerza mayor y en la medida indispensable.
EL RÉGIMEN DE DESCANSO
El descanso del empleado responde a una necesidad de su cuerpo y espíritu, que debe ser
tutelada por el Estado, porque esta protección contribuye no solamente al desarrollo y
conservación de la personalidad del individuo, sino que trasciende la vida de la familia y,
en general, a todas las actividades de relación, con lo que resulta un factor importante del
desenvolvimiento económico de la sociedad.
Un régimen integral de descanso favorece aún al propio empleador, lo que significa un
mayor bienestar colectivo, teniendo en cuenta que a influjo de la reparación física y
psicológica del trabajador se logra una mayor productividad, superior rendimiento y
perfección técnica.
La palabra salario tiene su origen en el Imperio Romano. En esa época los soldados y
funcionarios recibían el pago en sal, un producto muy valioso que además de servir para
sazonar y evitar la deshidratación se utilizaba para conservar alimentos, como antiséptico
para las heridas y para detener hemorragias.
Esos paquetes de sal recibidos, y que después eran utilizados como moneda de cambio,
recibían el nombre de salarium, término que derivó en la palabra salario. Con el paso del
tiempo la sal fue reemplazada por dinero y ahora su uso se refiere al pago monetario por un
trabajo realizado.
DESCANSO
Interrupción o cese pasajero en una actividad, tiempo de reposo que debe concederse a todo
trabajador
La huelga de Chicago estaba compuesta por una mayoría de mujeres de las fábricas, las que
fueron quemadas vivas dentro las propias fábricas, mientras que en las calles se acribillaba
a los trabajadores.
A pesar de esta masacre, la tan esperada conquista de una jornada no mayor a ocho (8)
horas llegó, junto a otras reivindicaciones como la dotación de ropa de trabajo para todas y
todos los trabajadores a costa de sus vidas se logró el decreto que establecía: A partir de
hoy (1º de mayo de 1886), ningún obrero debe trabajar más de ocho (8) horas por día,
pudiendo ser menor la jornada de trabajo de acuerdo a las condiciones y naturaleza de la
actividad laboral.
Época Antigua
Epoca Colonial
Durante la Epoca de la Colonia en América rige las Leyes de Las Indias en la cual se
establecía los avances laborales como:
1. Jornada de trabajo desde la salida del sol hasta el ocaso, con un descanso al medio día de
una hora.
2. En invierno el trabajo se debía reducir desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.
Edad Media
En la Edad Media, el trabajo se caracterizó por la servidumbre y el régimen corporativo, el
ciervo o colono trabajaba con cierta independencia pero se sintetiza que su jornada de
trabajo era de sol a sol en una forma más suave que el esclavo pues había descanso de
algunas festividades.
Edad Moderna
Para recordar la lucha por la disminución por la Jornada de Trabajo, se puede mencionar:
Fue en la industria minera en la que apareció con nitidez la jomada laboral. En el siglo XIX
en las minas de Huanchaca, Pulacayo y Colquechaca ubicadas en el Departamento de
Potosí principalmente las jornadas laborales eran de 12 horas hasta llegar a la cúspide del
proceso industrial minero a jornadas de 9 horas..
Posteriormente esta jornada fue transportada a la minería del Estaño. Juan del Granado,
señala que fue en el Distrito Minero de Huanuni, (Provincia Pantaleón Dalence,
Departamento de Oruro), una de las minas de la Empresa Minera “La Salvadora” del
industrial Minero Simón I. Patiño, que en 1919, logra por primera vez la jornada de 8 horas.
Este dato lleva a comprender que la jornada laboral, nace o se origina no solo de las luchas
obreras sino también por órdenes y medidas patronales. Aun con esa aclaración lo
destacable es que la jomada laboral de 8 horas se hallaba vigente antes de que nuestra
legislación laboral se promulgue, ratificándose el aporte de la minería a la Legislación
Laboral Boliviana