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Universidad de Sonora

DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES


DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA Y
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Comportamiento e identidad a través de la música: Un


estudio de caso de la influencia de la música en jóvenes
en el municipio urbano de Hermosillo, Sonora

Licenciatura en Sociología

Luis Francisco Solano

Hermosillo, Sonora. Noviembre de 2018


Índice
Introducción
Justificación
Objetivo general
Objetivos particulares

Capitulo.1 Pioneros de la sociología de la música: Silverman y Adorno


Capítulo 2: Cultura y la música
2.1 La cultura y la música en la sociedad
2.2 Habitus y música
Capítulo 3: Identidad, jóvenes, conducta y música
3.1 Identidad,
3.2 Los jóvenes y la música (falta)
Capítulo 4: Comportamiento e identidad a través de la música
(Este es el apartado donde podrás hacer dos apartados de lo que te arrojaron o
detectaste en las encuestas

Conclusión
Bibliografía
Anexos
Introducción

Escogí este tema porque me gusta y crecí escuchando todo tipo de música. Con el
paso del tiempo mi fui dando cuenta que la música no solamente es una expresión
de alegría o acompañamiento en lo cotidiano, se escucha en la calle, en el
transporte, escuelas, funerales, fiestas en fin espacios públicos y privados.
Además existe un elemento que está presente en la música, es la mercadotecnia
el cual se traduce en mercancía, tiene influencia en la sociedad, particularmente
en los jóvenes.

Los medios comunicación logran llegar a un número importante de oyentes


mediante ritmos y letras de canciones, con un mensaje diversos e impactos,
penetración a sectores de la población y grupos de esta.

En lo cotidiano se observa a los jóvenes de mi edad y más jóvenes aun como se


trasforman o influye la música; en la forma de hablar, de vestir, caminar, actuar e
inclusive de dirigirse a los demás. En algunos casos como estos adquirían objetos,
tales como zapatos, pantalones, camisas, chamarras, corte de pelo e inclusive
accesorios piercing, tatuajes o cadenas (oro o plata).

Y el punto culminante que me hizo decidirme por un tema relacionado con la


música como mi trabajo de tesis fueron los cantantes que escucho regularmente
porque leía las letras de sus canciones y veía que cierta forma influenciaron en mí
y otras personas que escuchan lo mismo que yo. Y de ahí como ya indique
anteriormente observe a diversos grupos como influenciaba esto en ellos.

Se puede indicar que el punto más fuerte o el auge de la música como influencia
en los jóvenes se vio en los años 60-70 con músicos o grupos como los Beatles,
Pink Floyd, John Lennon, Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Doors, entre otros. Estos
influenciaron en la juventud rebelde de aquella época para así dar nacimiento al
movimiento hippie.
Ya en mi experiencia personal he visto a amigos como han sido en influenciados
por la música, básicamente por el género del rap ya que se vestían, caminaban y
hablaban como los raperos de esos tiempos que usaban pantalones anchos y
aguados, camisolas, tenis converse y hablaban con un acento lento y grosero.

En la actualidad observo como los jóvenes son más influenciados en la forma


pensar que en la forma de vestirse. Un claro ejemplo es como la música buchona
influye en sus oyentes, quienes quieren imitar al narco del momento, de alguna
manera están o se les emula en lo videos.

En la generación de las identidades sociales vinculada con la música influencia


está presente en los jóvenes particularmente producto de toda una
mercadotécnica. La cual obtiene ingresos rentables para esta industria. El
fenómeno de influencia e identidad es relativamente reciente pues, quizá, se inicia
poco antes de la segunda mitad de siglo XX.

A partir de la problematización esta categoría se enfatiza la importancia de la


“música juvenil” en la construcción de las llamadas identidades juveniles, los
estudios han estado muy vinculados al análisis urbano, que trata de dar
seguimiento a los actores sociales de la ciudad en sus prácticas y sus espacios.

Objetivo general
Estudiar y explicar cómo la música crea el comportamiento e identidad en los
jóvenes en Hermosillo.
Objetivos particulares
 ¿Es importante estudiar la música como objeto de una problemática social?
 Si, existe una fuerte fuente de comunicación y de transmisión hacia a la
sociedad actual.
 La influencia de los géneros musicales en los jóvenes.
 La identificación de los jóvenes a un género musical.
Preguntas de investigación
¿Es importante estudiar las canciones y letras qué escuchan los jóvenes de
Hermosillo, Sonora?
¿Cómo influye y dan identidad a los jóvenes que la escuchan?
¿Si la música genera un impacto entre los jóvenes que la escuchan,
particularmente en la ciudad de Hermosillo, Sonora?

Justificación
La música es utilizada para crear espacios culturales expresando formas
colectivas de identidad. Incluso en una misma localidad, pueden generar distintas
respuestas hacia la melodía, mismas que podrían revelarnos aspectos en la
relación entre músicas, individuos y espacios, como parte de las interacciones
sociales que se desarrollan en torno al consumo.
Para conocer parte del impacto de la música y qué tanta influencia musical en
el ser humano, se necesita preguntar quién toca, canta y escucha, en una
sociedad dada, y por qué. Lo que desmotiva a un hombre puede emocionar a otro
y esto no se debe a ninguna calidad absoluta en las músicas en sí, esto tiene que
ver con el significado que han alcanzado dentro de una cultura o un grupo social
en particular.
Sin duda la música tiene un aspecto sociológico. Ella es parte de la
superestructura cultural, producto de las clases sociales, pero también de los
medios de producción y de comunicación. La sociedad genera la música como su
producto cultural. A su vez, ese producto modifica a la sociedad misma, porque la
agrupa de diferentes maneras, genera grupos de pertenencia, produce alienación,
implanta valores, ideales, los difunde, forma modelos e ídolos, inserta nuevos
actores sociales, se crean nuevas creencias, todo con la consecuente re
significación de la música, formando un ciclo constante.
Temas abordan parte del contexto social actual, los cuales no estaban
presentes ni se trataban, como la delincuencia, las drogas, el alcoholismo, el sexo
precoz, agresión contra otros, se suman a la lista de temas que sí estaban
presentes en las letras de las canciones como; el amor, desamor, resentimiento,
deseo y la alegría.
Capitulo.1 Pioneros de la sociología de la música (Marco Teórico).

En América Latina son algunos investigadores han realizado estudios al respecto


a la sociología de la música. México es uno de los países que ha contribuido a
este campo de conocimiento, de ello es parte lo que se presenta en capitulo
primero. La literatura no es en sí copiosa, acera de los estudios sobre las políticas
culturales juveniles, reconstrucciones etnográficas de espacios sociales,
teorización acerca de la naturaleza de las colectividades, explicaciones de y sobre
procesos de construcción identitarias, análisis sobre las relaciones de género
dentro de los diversos grupos sociales juveniles (Núñez, y Calvario) presentes en
la entidades de los jóvenes, trabajos sobre consumos culturales, seguimientos de
los procesos de territoriales o des-territoriales, investigaciones hermenéuticas de
lo que se ha dado en llamar culturas urbanas, etc.

Algunos esquemas, descuidan lo que se considera el fundamento de estas


colectividades, que es el de la música. De ahí la pertinencia de la categoría de
identidades sociomusicales, “los gustos en la música popular no se derivan
simplemente de nuestras identidades socialmente construidas; también
contribuyen a darles forma” (Frith, 2001: 434).

La identidad es una cuestión que ha sido abordada desde múltiples aspectos a lo


largo de la historia. En este trabajo se enfatiza el aspecto social de la identidad, es
decir, “aquel que alude a la matriz de intersubjetividad” (García-Baro,1997:36), en
donde se realizan procesos de reconocimiento a través de los diferentes discursos
y prácticas sociales.

Las relaciones problemáticas mente-cuerpo, la vida subjetiva trascendental lleva


en si como sentido, al mundo de la vida y a los mundos de la cultura por ello
Edmund Husserl en legado de la fenomenología. Los conceptos trascendentales –
por ejemplo los de la naturaleza y el mundo- implican la aprensión de sistemas
unitarios. Existe una experiencia empírica, nos sirve justamente para interpretarla
hacia lo comprensible.
La consideración, proveniente de la sociología y de la filosofía del lenguaje del
siglo XX, de que el lenguaje posee un carácter público (con lo que se demuestra
una cultura y una sociedad preexistente y constitutiva de un tipo de conciencia.

En el estudio de la música como parte de la identidad en los jóvenes es necesario


establecer en el ámbito sociológico la inserción en el área de la música y la
cultura. Alphons Silverman (1982) es uno de pioneros en la Sociología de la
música, bajo su perspectiva reside en contribuir en la comprensión del hombre en
su aspecto socio musical, primero, identificando y definiendo con exactitud los
problemas socio musicales pertinentes; segundo, utilizando técnicas de
investigación sociológicamente probadas para recoger y organizar series fiables
de datos fácticos concretos; tercero, llamando la atención sobre las lagunas que
puedan existir en nuestro conocimiento sobre problemas socio musicales
específicos; y cuarto, identificando, analizando e interpretando la interrelación,
interacción e interdependencia de algunos problemas comunes que la
musicología, por ejemplo, ve como separados, aislados e inconexos entre sí.

Acerca de la identidad cultural, aunque existe distintas propuestas Baumann


(2001) y Briones (1998) plantean el carácter diverso y contradictorio e incoherente,
al intentar ver de forma unidireccional a la cultura. Los jóvenes construyen una
manera de identificación, sectorizada y en colectivo, con un sentido de pertinencia.

Para Adorno (2001) la música es atribuida como un potencial, la autonomía, en la


idea que no consiste en que la música se aleje de la sociedad cual eremita y se
pierda en la oscuridad, sino en que la música es un campo aparte pero integrado
en el que se disputan objetivos de gran importancia. Y ello con base en que el arte
“es capaz de indagar, de cuestionar, de plantear la pregunta por la posibilidad de
un mundo diferente. En otras palabras, la obra de arte tiene una naturaleza doble,
al ser respuesta o voz de lo real y, a un tiempo, pregunta por aquello que no es y
podría ser” (Panea, 1996: 58).
K. Peter Etzkorn (1982) realiza una consideración acerca del modo en que la
música se relaciona con las prácticas sociales es la que se refiere a cómo puede
la música modificar la conducta. La musicoterapia ayuda a los enfermos mentales
o a personas aquejadas por otro tipo de afecciones a adaptarse mejor a las
demandas de sus respectivos entornos sociales. Se la utiliza también para
modificar las actitudes respecto al trabajo, como en el caso de la música industrial.
Una consideración final acerca del modo en que la música se relaciona con las
prácticas sociales es la que se refiere a cómo puede la música modificar la
conducta.

La musicoterapia como instrumento de ayuda a los enfermos mentales o a


personas con algún otro tipo de afección(es) a adaptarse mejor a las demandas de
sus respectivos entornos sociales. Se la utiliza también para modificar las
actitudes respecto al trabajo, ambiental, relajación, como en el caso de la música
industrial.

Pierre Bourdieu en su análisis del campo literario francés del XIX en Las reglas del
arte (1994), desde el campo del arte, las opciones, estilos y tendencias artísticas
se presentan como naturales y no como arbitrarias, en el sentido de culturales. Por
ejemplo, la distinción entre música culta y música popular se presenta como una
división necesaria, que va de soy, y no como el producto de prácticas y juicios
sociales a lo largo del tiempo. Las “reglas del juego” del arte como actividad social
contribuye a la dimensión ritual y, mística o esotérica de la actitud artística y de
sus prácticas de producción, difusión y consumo.

La consecuencia de la mistificación de la cultura es la lejanía entre la música y la


sociología. Por un lado, se produce un fenómeno de elitismo en la música clásica,
con un carácter hermético para unos sociólogos, son el caso de Simmel y Weber,
de origen alemán quienes provenían de una burguesía cultivada en armonía,
formas musicales, etc.
El mito romántico del artista como genio individual ha alejo a los músicos de la
sociología que, de acuerdo a la percepción popular, busca regularidades y define
factores sociales. El problema ha ganado confusión con la llegada de la música
popular de masas, más accesible también a los sociólogos, y que pone de
manifiesto la construcción social de la figura artística y el vínculo de identidad.

Los trabajos acerca de la “distinción musical” de Pierre Bourdieu, y su perspectiva


del “omnívoro cultural” es interesantes en la idea de percepción y de
jerarquización del capital social, del consumo y la recepción. Porque los jóvenes
se ajustan a patrones establecidos en el mercado, también está presente una
subcultura, que hoy emerge con las preferencias de la música buchona, y conlleva
a nuevos discursos y tendencias.

Simmel (1977: 360) “la libertad es, al igual que la falta de libertad, una relación
entre seres humanos”. Esta relación es de “independencia de la voluntad de
otros”.

Si bien cada muchacho cuenta con la “libertad frente a algo, no de una libertad
para algo; esto es, libertad aparente para todo –puesto que era puramente
negativa- y, precisamente por ello, sin ninguna directiva, sin ningún contenido
determinado y determinante que, al presentarse como vacío e inconsistente,
permite una extensión sin obstáculo a todo impulso casual, caprichoso y tentador,
en situación similar a la del hombre sin ataduras, que ha renunciado a sus dioses
y cuya “libertad”, así conseguida, tan sólo le permite concentrarse en los ídolos.
(Simmel, 1977: 501)

En esa libertad seleccionan sus gusto y preferencias, musicales, sus ídolos, con
ello la adquisición de ciertos parámetros, como accesorios, vestuario, etc.

De ahí la tendencia de la “imitación de un modelo dado y, con esto, satisface la


necesidad de imitación social, conduce al individuo por la vía por la que van todos,
ofrece algo general que hace del comportamiento de cada individuo un mero
ejemplo. En no menor medida, sin embargo, satisface la necesidad de distinción,
la tendencia a la diferenciación, la variedad y el destacarse. Y esto último lo logra,
por un lado, mediante el cambio de los contenidos, que contrasta a la moda de
hoy, frente a la de ayer y la de mañana, pero lo logra de una manera aún más
enérgica en cuanto la moda del estrato más alto se diferencia de la del más bajo y
es abandonada en el momento en que este último comienza a apropiársela”
(Simmel, 1995).

La injerencia de la música en la vida cotidiana a través de los medios, de la


televisión, radio, y en particular la electrónica (internet), lleva a una nueva
injerencia. Así como los nuevos escenarios donde el narco, en su momento se
vinculó con narcocorridos hoy la música buchona es la relación directo con las
nuevas generaciones de narco.

Contaba Rodin que a menudo pedía a su modelo que ejecutase gran número de
posiciones arbitrariamente cambiantes; entonces le interesaba de pronto el giro o
la torsión de un miembro determinado….sin lugar a dudas en aquel gesto único…
el movimiento se ha construido su cuerpo, la vida su forma. (Simmel, 2001: 252)

Por ende no solo trastoca la música en preferencia sino todo aquello que se
vincule con su artista, e inclusive con ademanes y discurso

Cuando los interlocutores se hallan en presencia, cada uno de ellos da al otro algo
más que el mero contenido de las palabras. A la vista de la otra persona,
penetramos en la esfera de sus sentimientos, no expresable en palabras, pero
manifiesta por 1.000 matices de acentuación y ritmo. (Simmel, 2014: 406)

La música en la sociedad ha estado presente históricamente desde un


instrumentos de viento y de madera, los cuales fueron evolucionado, así como la
imitación de las aves y animales por el ser humano, ese principio, aún está
presente, es más visible entre jóvenes.

La sociología construye conceptos-tipo y busca las reglas generales de los


sucesos. Se contrapone en esto a la historia, que aspira al análisis y la imputación
causales de acciones, entramados y personalidades individuales consideradas
culturalmente importantes. La construcción de conceptos en la sociología extrae
su material paradigmáticamente, muy esencialmente aunque de ningún modo en
forma excluyente, de las realidades de la acción que son relevantes desde el
punto de vista de la historia. Construye sus conceptos y busca sus reglas también
desde el punto de vista de si con ello puede brindar un servicio a la imputación
causal histórica de los fenómenos culturalmente importantes. (Weber, 1980: 9)

Es el propio Webber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo, destaca


las manifestaciones de la voluntad individual propias de la modernidad occidental
(1995) y reconoce en ellas algunos de los principios básicos de la “nueva moral”
que considera como virtuosas aquellas prácticas que benefician directamente al
individuo.

Esta cuestión virtuosa entre jóvenes solo sea hoy un reconocimiento de ello,
mediante su vestimenta, de preferencia al identificarse con ropa, accesorios,
música e inclusive vehículos.

Bourdieu, como principio de identidad en virtud de que el gusto une personas y


define modos y tiempos de encuentros sociales (2002: 53 y 238-240).

La música crea sentidos de pertenencia en la medida en que configura un


universo de sentidos que permite una identificación intersubjetiva (Szilasi,
1959:85).
Para Castells (1996:29), “es fácil estar de acuerdo sobre el hecho de que, desde
una perspectiva sociológica, todas las identidades son construidas”.

En estas interpelaciones discursivas identitarias musicales se construyen en la


sociedad en particular entre jóvenes, particularmente entre aquellos que son
perceptivos a la música. Son estos los que son más perceptivos en el mercado de
consumo (Marx, 2001) siempre cautivos en la industria musical.

La cual sin duda reproduce acciones que visualiza, escucha, comparte y se


reconoce. Tal vez el habitus es la presencia actuante de todo el pasado del cual
es el producto: por lo tanto, es lo que confiere a las prácticas su independencia
relativa con referencia a las determinaciones exteriores del presente inmediato.
Esa autonomía es la del pasado actuado y actuante que, al funcionar como capital
acumulado, produce historia a partir de la historia y asegura así la permanencia en
el cambio que hace al agente individual como mundo en el mundo (Bourdieu,
2007: 92).

Por ello la importancia de capital social en el sentido de la construcción socio


cultural donde el ser humano, “el hombre sea un ser sociable parece haber sido
una verdad múltiplemente repetida a lo largo de la Historia, con más o menos rigor
y con mayor o menor discernimiento de su exacto significado” (E. Gómez, 1957:
3).

El saber occidental intenta, desde hace veinticinco siglos, ver el mundo. No ha


comprendido que el mundo no se mira, se oye. No se lee, se escucha. (...) hay
que aprender a juzgar a una sociedad por sus ruidos, por su arte y por sus fiestas
más que por sus estadísticas (Attali, 1995: 19).

Acerca de la identidad cultural, aunque existe distintas propuestas Baumann


(2001) y Briones (1998) plantean el carácter diverso y contradictorio e incoherente,
al intentar ver de forma unidireccional a la cultura. Los jóvenes construyen una
manera de identificación, sectorizada y en colectivo, con un sentido de pertinencia.

Capítulo 2. La música estudiada desde la sociología

Al estudiar la sociología en la música, en particular la popular contemporánea


implica enfrentarse a un conjunto de matices desde las canciones, espacios donde
se escucha y se reproduce, géneros, moda, preferencias, ídolos y tendencias que
existen como consecuencia de una serie de decisiones, asumidas tanto por los
creadores como por los consumidores, en las tendencias como en los géneros
dominantes y tradicionales.
Los compositores y músicos escriben composiciones y la ejecutan, los productores
seleccionan entre diferentes mezclas de sonido y promueve viejos y nuevos
sonidos; las compañías, los programadores de radio, televisión, e incluso los
espacios de internet deciden qué se debe escuchar y ver, horarios y tiempos.
Presumiblemente se estima que los consumidores compran y consumen de
manera autónoma espacios, donde seleccionan escuchar. Al seleccionar o no
determinados géneros, sin duda es de su preferencia, más tras ello se ubica todo
un mercado que determina no solo sonido, estilos, ritmos, género. Aunque muchos
asuman que resultado de todas estas decisiones al seguir un género o cantante es
aparentemente acciones individuales, aparece un determinado patrón de éxito,
gusto y estilo.
Si la cuestión de partida es por qué esa canción es un existo y suena de esa
determinada manera, las respuestas pueden agruparse en dos apartados. Ante
todo, se da respuesta a lo que se refieren a cuestiones técnicas y tecnológicas,
reproducir y consumir la música, afirmación que puede parecer muy obvia pero
que implica importantes cuestiones sobre capacidades, preparación y educación,
que son referidas a la población que va dirigida la música popular, renovación
tanto a los compositores como de los grupos sociales.
Estos poseen distintos tipos de capital cultural (Bourdieu, ), comparten
expectativas culturales distintas y hacen música de manera diferente, los gustos
de la música se asocian a culturas y subculturas de clase, los estilos musicales
están relacionados con grupos específicos, y se dan por sentadas ciertas
conexiones entre, sociales, etnicidad y sonido.

La mayor parte observa la música desde perspectiva popular equipara más acerca
del juicio estético al juicio comercial. Desde ángulo de los fans es obvio que cada
uno escucha la música porque su sonido suena bien, y lo interesante desde una
perspectiva sociología sería averiguar por qué se han formado esa opinión y forma
parte de su identidad.
Incluso si los gustos son el resultado de condicionantes sociales y/o de la
manipulación comercial, puede ser explicando en términos de juicios de valor. ¿De
dónde vienen esos valores que encontramos? ¿Qué términos usamos cuando
explicamos los gustos? Todo el mundo sabe perfectamente qué le gusta (o les
disgusta), qué es lo que le hace disfrutar y qué es lo que no.
La relación entre los fans y de los músicos e incluso de la propia mercadotecnia,
se encuentra aspectos de vínculo recurrente, donde interactúan sonido, imagen y
proyecciones. En el mundo de la música existe un aspecto inconsciente y otros
conscientes de que existen unas fuerzas sociales que determinan la música: una
buena canción, balada, letra o un buen sonido son precisamente los que logran
trascender esas fuerzas e imperan en los grupos sociales.

Simon Frith en su libro sound effects (1981) argumenta que en la reivindicación del
rock en favor de una forma de autonomía estética subyace una combinación de
argumentos procedentes tanto de la música culta como de la música folklórica, en
su calidad de música folklórica el rock se asume como música que representa a un
determinado colectivo, en este caso a los jóvenes; en su calidad de música culta
se asume como resultado de una sensibilidad individual y creativa. La estética del
rock está enormemente condicionada por su argumentación en torno a la
autenticidad. La buena música es expresión auténtica de algo -una persona, una
idea, un sentimiento, una experiencia compartida. La buena música es la música
auténtica, emitir un juicio crítico equivale a evaluar "la verdad" de los intérpretes en
relación con las experiencias o los sentimientos en cuestión. La mala música es
inauténtica: no expresa nada. El término más habitual en la crítica del rock para
referirse despectivamente a una música es tildaría de sosa - una música sosa no
contiene nada y se produce sólo con la idea de que resulte comercialmente
agradable -.
La música en la sociedad ha estado presente históricamente desde un
instrumentos de viento y de madera, los cuales fueron evolucionado, así como la
imitación de las aves y animales por el ser humano, ese principio, aún está
presente, es más visible entre jóvenes.

Las colectividades se han conformado en torno a algunos géneros musicales han


sido vistas desde perspectivas que contienen prejuicios exagerados y que las
etiquetan fácilmente como “masas”, sobre todo juveniles, que son manipuladas por
las industrias culturales a través de la moda, la cual siempre tiende a ser
habilidoso y genera constantemente, un mercado de consumo masivo. Una
corriente influyente en este sentido es la de la Escuela de Frankfurt, en la que se
destacan los planteamientos del filósofo alemán Theodor Adorno.

Por otro lado, aquellos quienes han encarado el fenómeno de manera distinta han
tendido a utilizar criterios de interpretación al problema sociomusical, como es el
caso de los llamados “teóricos de la posmodernidad”. Por ejemplo, el filósofo
francés Michel Maffesoli (año) considera que, en realidad, ocurre un
desplazamiento en las formas de sociabilidad que tienden a generar un declive del
individualismo en favor de lo colectivo que se concreta en tribus.

El comportamiento de las diferentes identidades sociomusicales no obedece al


sentido del movimiento histórico descubierto por Maffesoli. Todos los fundamentos
que sustentan este movimiento que, según él, nos sitúan en un estadio
“posmoderno”, son totalmente discutibles. No es el punto para abrir un debate a
este respecto, más lo que se coloca sobre cimientos inciertos, no se puede
considerar tampoco seguro.

Alphons Silverman (1982) es uno de pioneros en la Sociología de la música, bajo


su perspectiva reside en contribuir en la comprensión del hombre en su aspecto
socio musical, primero, identificando y definiendo con exactitud los problemas
socio musicales pertinentes; segundo, utilizando técnicas de investigación
sociológicamente probadas para recoger y organizar series fiables de datos
fácticos concretos; tercero, llamando la atención sobre las lagunas que puedan
existir en nuestro conocimiento sobre problemas socio musicales específicos; y
cuarto, identificando, analizando e interpretando la interrelación, interacción e
interdependencia de algunos problemas comunes que la musicología, por ejemplo,
ve como separados, aislados e inconexos entre sí.
La sociología construye conceptos-tipo y busca las reglas generales de los
sucesos. Se contrapone en cierto sentido a la historia, que aspira al análisis y la
reconvención causales de acciones, entramados y personalidades individuales
consideradas culturalmente importantes.
La construcción de conceptos en la sociología, permite extrae parte de su material
de sus paradigmas, varios de ellos esenciales, aunque de ningún modo en forma
excluyente, de las realidades de la acción, lo cuales son relevantes desde el punto
de vista de la historia.
Estos permiten “construye sus conceptos y busca sus reglas también desde el
punto de vista de si con ello puede brindar un servicio a la imputación causal
histórica de los fenómenos culturalmente importantes” (Weber, 1980: 9).

Teodoro Adorno, en su “Introducción a la sociología de la música”, sugiere de


forma provocadora varios tipos de “comportamiento musical” en función del
comportamiento y la actitud ante el discurso musical. Así, Adorno describe varias
categorías del “oyente experto”, el “buen oyente”, el “consumidor cultural”, el
“oyente emocional”, el oyente “estético-musical” u “oyente resentido”, el “oyente
entretenido”, el “oyente misceláneo” y el “oyente indiferente, no musical y
antimusical”.
Mediante estas categorías es viable describir y ubicar, las percepciones de los
diferentes actores sociales, particularmente entre los jóvenes, así como si genera
un impacto.

El oyente experto es plenamente consciente de lo que escucha y lo asimila con


naturalidad. Adorno circunscribe esta categoría a los músicos profesionales.
El buen oyente, pese a no ser consciente de las implicaciones técnicas y
estructurales, enjuicia con fundamento. Adorno lo considera “ser humano musical”
y lo cree propio de círculos cortesanos y aristocráticos. Este autor señala respecto
a la música selecta, es “un bien cada vez más escaso” que apenas se encuentra
ya “entre la pequeña burguesía”.

El oyente emocional, variante del consumidor cultural, está emparentado con el


oyente sensual, aunque quizás con un menor nivel de superficialidad que este.

El oyente sensual se resiste a todo intento de escucha estructural. Para él, la


música es un medio al servicio de los fines de su propia “economía instintiva”.
El oyente estético-musical es opuesto al emocional. En lugar de evadirse por
medio de la música de la “prohibición civilizadora del sentimiento”, se apropia de
este último “como norma de comportamiento musical”. Adorno lo bautiza como
“oyente resentido” e incluye en este grupo a los amantes de Bach o de la música
anterior. La fidelidad a la obra en, para ellos, un fin en sí mismo. Tiene una gran
influencia en la pedagogía musical.

El experto (o fanático) en jazz está emparentado con el tipo anterior. Se imagina a


sí mismo como vanguardista.
El oyente entretenido es, cuantitativamente, el tipo más importante y se gradúa por
la industria cultural. Aunque no escuche la música, el hecho de tener la radio
encendida le produce placer.

El oyente misceláneo es el que “no puede trabajar sin que pite la radio”, el que
“mata el tiempo y suspende la soledad mediante una escucha que le transmite
sensación de compañía”, el “amante de melodías de operetas”, el que “carece de
información y se deja entretener por una mercancía”. Pasivo generalmente, se
dispersa y desconcentra con facilidad.

Por último, el oyente indiferente, no musical y antimusical lo es por “procesos


durante su infancia” y no por falta de disposición natural.
Mediante estas categorías es viable describir y ubicar, las percepciones de los
diferentes actores sociales, particularmente entre los jóvenes, así como si genera
un impacto.

En la actualidad en la era de llamada globalización del consumo y de los


mercados, los constructos culturales locales-nacionales parecen emerger y diluirse
rápidamente en el espeso mar de las interacciones que confluyen, nacen o se
difunden en los mass-media, a través de la operación y el acceso a gigantescas
redes electrónicas de consumo masivo.

La radio, televisión, MTV, hoy Internet, multimedia e i phone, constituyen espacios


e instrumentos de comunicación Mike Bloomfield donde la sociología de las
multitudes culturales está a la búsqueda de nuevos esquemas de interpretación
sobre los patrones de comportamiento de individuos y grupos en las escalas
nacionales y locales, los cuales parecen responder a procesos de fusión,
mestizaje o hibridación cultural de diferente tipo y alcances.

La música no es necesariamente un lenguaje con contenido semántico o concreto,


utiliza otro medio o canal de comunicación, pero desde el punto de vista de la
gramática, tampoco las palabras tienen un significado absoluto puesto que entra
en juego el contexto donde y cuando se utilizan.

El ser humano es sensible al sonido y a su estructuración premeditada o


consciente o inconsciente, que trasmite el compositor a través de la su obra
musical, sin embargo, la música juega en desventaja por su ausencia de
significado en cuanto a niveles de comunicación o transmisión de la información.
Este inconveniente otorga un carácter subjetivo con capacidad para comunicar y
transmitir estados anímicos a través de los sonidos y sus relaciones llegan a
sugerir, evocar o influir en las personas.

El saber “occidental intenta, desde hace veinticinco siglos, ver el mundo. No ha


comprendido que el mundo no se mira, se oye. No se lee, se escucha. (...) hay
que aprender a juzgar a una sociedad por sus ruidos, por su arte y por sus fiestas
más que por sus estadísticas” (Attali, 1995: 19).

Alfredo Nateras vincula la cuestión del estilo a la “facha” y entiende por ésta: “La
imagen sociocorporal desplegada en el ámbito de la calle y lo público, en la que se
incluye un lenguaje y se plasma una visión del mundo” (Nateras, 2002: 12). Esto
no es nuevo, pero sí puede serlo la cuestión de que esta “facha” denota un gusto
musical y una pertenencia a un grupo social sostenido por la preferencia musical.

¿Es posible que la música pueda producir ciertas identidades sociales?, ¿qué tipo
de identidades sociales?, ¿qué música podría hacerlo y bajo qué circunstancias?
Todo esto sólo pudo ser posible en la modernidad, debido al debilitamiento
paulatino y sostenido de los mecanismos tradicionales de producción de
identidades, a la emergencia de las industrias culturales y a la posibilidad de elegir
un “estilo de vida”.

2.1 La cultura y la música en la sociedad


La cuestión de cultura y música en la sociedad en este apartado es que responder
o qué revela la música popular sobre los individuos, como esta música se
construye. Si partimos de la condición de que siempre expresa algo, nos
quedaremos bloqueados en la búsqueda del artista, la emoción o la creencia
reales que se ocultan tras él. Pero la música popular no es popular porque refleje
algo, o porque articule auténticamente algún tipo de gusto o experiencia pública,
sino porque crea y recrea un cierto sentido de comprensión de lo que es la
popularidad, en el sentido de expresar lo cotidiano, en buena medida por el
vínculo entre compañías de música, las emisoras e inclusive con internet.

La música cumple con el papel de ser un medio y fin, al mismo tiempo debido a
que buscan transmitir y comunicar ideas o hechos para dar a difundir o conocer a
la población, para de su expresión de aspecto de la vida cotidiana, como un reflejo
de la cultura.

La palabra cultura, etimológicamente procede del verbo latino colere (cultivar) y en


sentido metafórico, puede referirse al cultivo del espíritu humano. Hace referencia
a los modos de vida, tradiciones y costumbres, así como a los conocimientos y al
grado de desarrollo artístico, científico y tecnológico de una sociedad.

El término más equívoco en la teoría cultural es, en efecto, el de autenticidad. Lo


que se debe examinar no es cuán verdadera es una pieza musical para alguien,
sino cómo se establece a priori esa idea de verdad, donde la música logra definir
su propio estándar estético.

La música es cultura puesto que constituye desde el principio de la humanidad


una de las manifestaciones más importantes dentro del contexto cultural de
cualquier época o civilización. Sin embargo, nos cuesta trabajo definir qué es
música, porqué representa un fenómeno social, cuál es su contribución a la cultura
y porqué podemos elevarla a la categoría de lenguaje.
El hombre al vivir en sociedad, tiene la necesidad de comunicarse con los demás,
y para ello, utiliza todas las manifestaciones y elementos expresivos que tenga a
su alcance. Estos elementos no serán otra cosa más que la escritura o las
palabras no es menos que el lenguaje verbal y escrito y el sonidos, arreglos de
las formas y los movimientos dentro de un espacio-tiempo determinado, que
identifican a sector social o sociedad en sí.

En la actualidad se ha revalorizado el consumo como una práctica cultural, al


mismo tiempo, ha posibilitado que los estudios acerca del tema del consumo dejen
de ser materia exclusiva de los economistas y haya pasado a ocupar la atención
de los investigadores sociales y culturales. “El consumo ha dejado de ser visto
como un proceso meramente económico y utilitario, para ser conceptualizado
como un proceso social que implica símbolos y signos culturales y un elemento
importante en la construcción simbólica de las identidades y diferencias
individuales y colectivas “(Bourdieu; 1990).

Pierre Bourdieu en su análisis del campo literario francés del XIX en Las reglas del
arte (1994), desde el campo del arte, las opciones, estilos y tendencias artísticas
se presentan como naturales y no como arbitrarias, en el sentido de culturales. Por
ejemplo, la distinción entre música culta y música popular se presenta como una
división necesaria, que va de soy, y no como el producto de prácticas y juicios
sociales a lo largo del tiempo. Las “reglas del juego” del arte como actividad social
contribuye a la dimensión ritual y, mística o esotérica de la actitud artística y de
sus prácticas de producción, difusión y consumo.
La música es utilizada para crear espacios culturales expresando formas
colectivas de identidad. Incluso en una misma localidad, pueden generar distintas
respuestas hacia la melodía, mismas que podrían revelarnos aspectos en la
relación entre músicas, individuos y espacios, como parte de las interacciones
sociales que se desarrollan en torno al consumo.
El acercamiento a la cultura popular, entendida más como constructo que como
expresión de un colectivo, no es exclusivo de la música. En virtud de que existen
muchas maneras de dar sentido al sujeto colectivo. El observar la moda, los
carteles publicitarios, las expresiones sociales, revisión general del día a día de las
noticias y observar a sociedad, en particular a la audiencia de ciertas estaciones
de radio o bien de número de visitantes de youtube.

La publicidad y el tipo de esta en cualquier medio de comunicación se explica en


cierto sentido quiénes somos, cómo debemos relacionarnos con los demás, como
medio de identificación con los productos, por qué debemos consumir tal y actuar
en referencia al mismo.

Cada medio de comunicación de masas tiene sus propias tácticas para dirigirse a
su audiencia, para crear momentos de reconocimiento y de exclusión, para ofrecer
de sentido de identidad. La música popular sin duda lo hace, si bien representa un
papel importante debido a la manera en que opera la cultura popular en la
sociedad.
La música es capaz de proporcionar experiencias emocionales particularmente
intensas, remontar a momentos y de hecho las canciones y los cantantes de
mayor éxito, suelen transporta emocionalmente mucho más que cualquier otro tipo
de evento o intérprete mediático. Lo cual no ocurre solamente porque el negocio
de la música, sino que la música se involucra en la vida cotidiana (Heller, 1970),
va más allá del mercado, se trasforma en parte de la identidad de los individuos o
grupos.
Las experiencias musicales contienen un significado social, están situadas en un
contexto social, lo que significa que en una determinada canción implica verstehen
(Weber, ), por lo tanto no podemos interpretar cualquier cosa de esta, si solo si
conferida en una realidad, interpretación y de contexto social.

El consumidor o agente cultural es un oyente con formación, oyente ubicado


habitualmente entre el público de ópera y/o concierto. Insaciable consumidor de
discos y recitales, respeta la música como un bien cultural, conoce el repertorio y
tiene algo de fetichista. Le impresiona la técnica y es conservador, incluso
reaccionario. Casi siempre recela de la nueva música. Acostumbra a ser clave en
la toma de decisiones relativas a la vida musical oficial.

La experiencia de la música es una experiencia de ubicación: en respuesta a una


canción, nos sentimos atraídos fortuitamente hacia mancomunidades afectivas y
emocionales con los intérpretes y con las interpretaciones de los otros fans. Lo
mismo ocurre en otras áreas de la cultura popular: el deporte, moda por ejemplo,
crea un ambiente en el cual la gente logra experimentar de forma muy directa la
sensación de comunidad, logra establecer un vínculo inmediato.

La música resulta particularmente importante para este proceso de toma de


posición debido a un elemento específico de la experiencia musical, a saber; su
directa intensidad emocional. Debido a las cualidades que le reporta su
embebecimiento. La música es una forma colectiva o individualizada que llenamos
nuestras vidas, en las canciones; en nuestras mentes, cuerpos, ritmos, y hay en
ellos una referencia que los hace inmediatamente identidad de tiempo y espacio.
La música y las canciones están abiertas a una apropiación de usos personales de
un modo que ninguna otra forma de la cultura es capaz de igualar. Al mismo
tiempo, e igualmente importante. En si la música está regida por un conjunto de
normas, que reconocemos o no en determinados sonidos como música porque
obedecen a una lógica determinada, familiar; y para la mayoría de los fans esta
lógica está fuera de nuestro control, porque se va trasformando en parte de
nuestra entidad.
Hay aspectos indescifrable en nuestros gustos musicales, en determinadas
canciones y discos de intérpretes, los cuales se trasforman en parte de nuestra
vida cotidiana o latente, en tanto otros no. La música y las canciones se han
trasformado a través de los medios de comunicación y la cotidianidad parte
integran de nuestras vidas, lo percibamos o no, siendo capaces de percibirlo hasta
cierta medida. Son otros los que han establecido las convenciones: convenciones
que tienen un obvio carácter social y ajeno a nosotros.

Por ello se pregunta de quién es la música y qué tan musical es el hombre,


necesitamos preguntar quién toca, canta y escucha, en una sociedad
determinada, sea por grupo socioeconómico o social, y por qué. Lo que desmotiva
a un hombre puede emocionar a otro y esto no se debe a ninguna calidad absoluta
en las músicas en sí, esto tiene que ver con el significado que han alcanzado
dentro de una cultura o un grupo social en particular.

El diagnóstico acerca de los estudios sobre el consumo cultural, las identidades y


los jóvenes en nuestro país y a nivel local. En el contexto teórico de creciente
discusión acerca de esos conceptos inacabados y los objetivos de esta
investigación obliga a precisar que se comprende, redefine y se construye en el
nuevo referente “consumo cultural”, representaciones e identidades colectivas,
jóvenes e identidades juveniles.
La consecuencia de la mistificación de la cultura es la lejanía entre la música y la
sociología. Por un lado, se produce un fenómeno de elitismo en la música clásica,
con un carácter hermético para unos sociólogos, son el caso de Simmel y Weber,
de origen alemán quienes provenían de una burguesía cultivada en armonía,
formas musicales, etc.
El mito romántico del artista como genio individual ha alejo a los músicos de la
sociología que, de acuerdo a la percepción popular, busca regularidades y define
factores sociales. El problema ha ganado confusión con la llegada de la música
popular de masas, más accesible también a los sociólogos, y que pone de
manifiesto la construcción social de la figura artística y el vínculo de identidad.
Los trabajos acerca de la “distinción musical” de Pierre Bourdieu, y su perspectiva
del “omnívoro cultural” es interesantes en la idea de percepción y de
jerarquización del capital social, del consumo y la recepción. Porque los jóvenes
se ajustan a patrones establecidos en el mercado, también está presente una
subcultura, que hoy emerge con las preferencias de la música buchona, y conlleva
a nuevos discursos y tendencias.

Esta interacción entre la inmersión personal en la música y, no obstante, su


carácter público, externo, es lo que convierte a la música en algo tan importante
para la ubicación cultural de lo individual en lo social.

La función de la musuca como un ámbito identitarias, se relaciona habitualmente


con los jóvenes o con la denominada cultura juvenil, parece ser igualmente
importante en el modo en que los grupos étnicos. En estos casos la música puede
representar, simbolizar y ofrecer la experiencia inmediata de la identidad colectiva.
Como otras formas culturales; pintura, literatura, diseño, juegos, etc., pueden
articular y exhibir algún tipo de valor y orgullo compartidos, la música tiene la
capacidad de trasportarte en el tiempo, de otorgar identidad, de reconocimiento y
de apreciación.

2.2 Habitus y música

Para Bourdieu, las prácticas de consumo están fuertemente influidas por la clase
social objetiva a la que pertenece el individuo, y en la que se ha configurado un
sistema de disposiciones (el habitus) que genera un conjunto de
condicionamientos en relación a (entre otros muchos comportamientos) las pautas
de desarrollo de los gustos, que se ven así modelados por la clase social de
origen.
Los marcos de referencia del espacio del consumo serían así tres: uno estructural
(la clase social), otro simbólico (el estilo de vida), y el habitus. Las diferencias en
los gustos y los correspondientes estilos de vida asociados serían, así,
consecuencia de las desigualdades sociales, y se basarían en estrategias de
distinción operadas sobre la base de una lógica de la dominación
Tal vez el habitus es la presencia actuante de todo el pasado del cual es el
producto: por lo tanto, es lo que confiere a las prácticas su independencia relativa
con referencia a las determinaciones exteriores del presente inmediato. Esa
autonomía es la del pasado actuado y actuante que, al funcionar como capital
acumulado, produce historia a partir de la historia y asegura así la permanencia en
el cambio que hace al agente individual como mundo en el mundo (Bourdieu,
2007: 92).
Por ello la importancia de capital social en el sentido de la construcción socio
cultural donde el ser humano, “el hombre sea un ser sociable parece haber sido
una verdad múltiplemente repetida a lo largo de la Historia, con más o menos rigor
y con mayor o menor discernimiento de su exacto significado” (E. Gómez, 1957:
3).
Capítulo 3: Identidad, jóvenes, conducta y música

La música más allá de ser una manifestación o expresión cultural de la sociedad,


cuenta además con una gran infinidad de funciones y atribuciones sociales. La
música se relaciona como un proceso comunicativo a través del cual es posible la
transmisión de ideas y/o mensajes alternativos, tienen su origen en los trovadores,
aun hoy en día, difícilmente tienen cabida en alguno de los medios tradicionales o
hegemónicos de comunicación de contar con el nivel de penetración en la vida
cotidiana de la sociedad, en determinar su conducta, preferencia e identidad. La
música a través de sus contenidos tiene la capacidad de ser apropiados con
facilidad por los escuchas debido a la cercanía o la identificación que tienen con
ellos.

3.1. Identidad y música

La música no es un accesorio de una identidad previa, sino más bien a la inversa,


la música funda una identidad colectiva que se refleja en una imagen, un consumo
de tiempo y de dinero en la escucha de tal música, una expresión propia (el habla,
el baile), una actitud ante las cosas, una forma de socializarse, una definición de
sí, una construcción permanente de espacios de socialización, un grupo de afines,
ciertos códigos comunes y un sentido de pertenencia. Todo ello es posible porque
la música es una experiencia subjetiva que genera sentidos y, por lo tanto,
identidades.
Las identidades sociomusicales, en la categorización que los propios sujetos
colectivos toman para su autodenominación y para la de los otros, en el número
de asistentes a los conciertos musicales, en el número de veces que asisten a
estos eventos frente a otros eventos culturales, en el tiempo y los recursos
destinados al consumo musical, en las posturas ideológicas derivadas o enlazadas
a ciertas músicas y en la presentación pública de aquellos que se identifican con
alguna música en particular.

Estudios sociológicos sobre los consumidores, los fans se definen a sí mismos de


manera muy precisa a partir de sus preferencias musicales. Éstos se identifican
con determinados géneros o ídolos, y estas elecciones en el plano musical
revisten mucha más trascendencia, frente al hecho de que les guste o no una
determinada película o un programa de televisión

En cualquier sociedad los jóvenes son los agentes que reciben de manera inicial y
más intensa los efectos de los cambios culturales y sociales. Dado que es en la
juventud cuando se construye la identidad, al menos por primera vez de una
manera mucho más autónoma, los jóvenes se vuelven los sujetos principales para
el análisis de los nuevos espacios donde se dan los cambios en los procesos de
producción de las identidades.
Son los jóvenes que seleccionan dentro de los diferentes géneros de la música, es
ahí donde elemento a demostrar los múltiples modos en que la música consigue
dotar a la gente de una identidad, situarla en diferentes grupos sociales.
Particularmente los jóvenes urbanos, pues son las ciudades las que se han
constituido como focos irradiadores de modernidad o, en lo general, en los
espacios en donde se gestan cambios. Por lo tanto, son espacios privilegiados de
mecanismos de generación de sentido entre la juventud.

A partir de desarrolló la premisa de que los discursos sociales constituyen


identidades a través de la interpelación de los sujetos. Los discursos establecen
redes de significados compartidos que propician un sentido de pertenencia, ciertas
prácticas y un horizonte de futuro común. Es decir, crean identidades públicas
que, además, inciden en el desarrollo de prácticas y de una autopercepción en el
ámbito de la identidad de cada uno de los sujetos interpelados. Desde un punto de
vista sociológico, por lo tanto, toda identidad es construida socialmente. Las
identidades individuales se estarían constituyendo, en un sentido social, por los
pocos o muchos papeles que el individuo cumple en distintos contextos, lo cual no
significa que todos posean la misma significatividad, pero sí que todos están
inmersos en el espacio social.

Las identidades colectivas también se constituirían desde el espacio de lo social,


en la medida en que allí se encuentran, se reconocen, se asumen y se desarrollan
ciertas prácticas. Por lo tanto, “individuo” o “colectivo” son simplemente categorías
que se sustentan en un criterio cuantitativo, de singular o plural, pues ambas son
inevitablemente sociales desde un punto de vista cualitativo.

La identidad define y caracteriza un modo de ser, el propio modo de ser de todas y


cada una de las entidades. La entidad se define por su modo de ser. Este modo
de ser se erige sobre la auto identificación; con uno u otros y es, invariablemente,
también un modo de estar.

Es decir, de poseer una relación con el mundo. La identidad se erige sobre la


percepción y el mundo.

Desde un punto de vista individual la identidad se constituye desde los


componentes fundamentales del yo: una conciencia, una percepción y una
práctica. Los tres sólo funcionan por el adecuado entrelazamiento de mente y
cuerpo, es decir, por el sano desempeño de un yo (Szilasi, 2000).

Existen ciertas prácticas que, por su importancia, han ocupado mayores espacios
de reflexión que otras y que poseen un rango especial como componentes de la
identidad. Estas prácticas son las que en términos fundamentales definen un
modo de ser, es decir, una identidad.

Todo modo de ser está constituido por ciertas prácticas fundamentales que
devienen en orientaciones específicas para la realización de las demás prácticas.
Estas prácticas básicas constitutivas de la identidad son: querer, saber, expresar,
creer, pensar, sentir, hacer. Cada una de estas prácticas determina pautas de
conducta en la transformación de la identidad, sin duda definidas por el modelo
(llámese globalización). Las cuales suelen, guiar las conductas pública y privada

En la generación de las identidades sociales: el de la música. Parte de los motivos


de este descuido obedece a que, en realidad, se trata de un fenómeno
relativamente reciente pues, quizá, se inicia poco antes de la segunda mitad de
siglo XX.

La identidad es una cuestión que ha sido abordada desde múltiples aspectos a lo


largo de la historia. En este trabajo se enfatiza el aspecto social de la identidad, es
decir, aquel que alude a la matriz de intersubjetividad en donde se realizan
procesos de reconocimiento a través de los diferentes discursos y prácticas
sociales.

La identidad, que siempre alude a una subjetividad, sólo se funda en el espacio de


lo social, es decir, en lo intersubjetivo.
Acerca de la identidad cultural, aunque existe distintas propuestas Baumann
(2001) y Briones (1998) plantean el carácter diverso y contradictorio e incoherente,
al intentar ver de forma unidireccional a la cultura. Los jóvenes construyen una
manera de identificación, sectorizada y en colectivo, con un sentido de pertinencia.

Mediante el reconocimiento a través de la música que escuchan, su lenguaje, la


vestimenta, accesorios e incluso el poseer a fiches de los cantantes o grupos que
se identifiquen.

K. Peter Etzkorn (1982) realiza una consideración acerca del modo en que la
música se relaciona con las prácticas sociales es la que se refiere a cómo puede
la música modificar la conducta. La musicoterapia ayuda a los enfermos mentales
o a personas aquejadas por otro tipo de afecciones a adaptarse mejor a las
demandas de sus respectivos entornos sociales.
Se la utiliza también para modificar las actitudes respecto al trabajo, como en el
caso de la música industrial. Una consideración final acerca del modo en que la
música se relaciona con las prácticas sociales es la que se refiere a cómo puede
la música modificar la conducta.

El mito romántico del artista como genio individual ha alejo a los músicos de la
sociología que, de acuerdo a la percepción popular, busca regularidades y define
factores sociales. El problema ha ganado confusión con la llegada de la música
popular de masas, más accesible también a los sociólogos, y que pone de
manifiesto la construcción social de la figura artística y el vínculo de identidad.
Esta cuestión virtuosa entre jóvenes solo sea hoy un reconocimiento o identidad
entre su entorno o comunidad, mediante cual próximo son a sus cantantes,
compositores o grupos de preferencias.
Bourdieu, como principio de identidad en virtud de que el gusto une personas y
define modos y tiempos de encuentros sociales (2002: 53 y 238-240).

La música crea sentidos de pertenencia en la medida en que configura un


universo de sentidos que permite una identificación intersubjetiva (Szilasi,
1959:85).

Para Castells (1996:29), “es fácil estar de acuerdo sobre el hecho de que, desde
una perspectiva sociológica, todas las identidades son construidas”.
En estas interpelaciones discursivas identitarias musicales se construyen en la
sociedad en particular entre jóvenes, particularmente entre aquellos que son
perceptivos a la música. Son estos los que son más perceptivos en el mercado de
consumo (Marx, 2001) siempre cautivos en la industria musical.

Es el propio Webber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo, destaca


las manifestaciones de la voluntad individual propias de la modernidad occidental
(1995) y reconoce en ellas algunos de los principios básicos de la “nueva moral”
que considera como virtuosas aquellas prácticas que benefician directamente al
individuo.

La tendencia de la “imitación de un modelo dado y, con esto, satisface la


necesidad de imitación social, conduce al individuo por la vía por la que van todos,
ofrece algo general que hace del comportamiento de cada individuo un mero
ejemplo. En no menor medida, sin embargo, satisface la necesidad de distinción,
la tendencia a la diferenciación, la variedad y el destacarse. Y esto último lo logra,
por un lado, mediante el cambio de los contenidos, que contrasta a la moda de
hoy, frente a la de ayer y la de mañana, pero lo logra de una manera aún más
enérgica en cuanto la moda del estrato más alto se diferencia de la del más bajo y
es abandonada en el momento en que este último comienza a apropiársela”
(Simmel, 1995).

La injerencia de la música en la vida cotidiana a través de los medios, de la, radio,


televisión y en particular la electrónica (internet), lleva a una nueva intromisión. Así
como los nuevos escenarios donde el narco, representa un vínculo con
narcocorridos hoy la música buchona es la relación directo con las nuevas
generaciones de narco.

Disfrutar una determinada música, la convertimos en una parte de nuestra propia


identidad y la incorporamos en parte de nosotros mismos. La música se relaciona
con las identidades colectivas de dos formas. Una es la que la convierte en un
aspecto accesorio de una identidad colectiva. La música expresa una identidad
colectiva, es parte del reflejo de esa identidad en los terrenos artístico y cultural.
Desde esta perspectiva la música es una expresión de una etnia, de una clase
social, de un pueblo, de una nación, una cultura, etcétera.
3.2 Los jóvenes y la música
La música influye definitivamente en la cultura, ha estado presente en la historia
de la humanidad desde sus inicios, se aprecia en las tradiciones de los pueblos,
en sus eventos como participe o como protagonista, y hasta representando una
causa, un país o una persona. Son conocidos por muchos, los numerosos
cuestionamientos y estudios que se han realizado acerca de si la música moderna
tiene algún factor influyente en la conducta de los jóvenes, que son el grupo
poblacional que más la escucha.

La música sí determina el comportamiento juvenil, otros argumentan que ésta sólo


afecta a los adolescentes, si no tienen definida su personalidad en bases sólidas y
es fácilmente manipulable, y otro grupo sustenta que la música es sólo una
expresión cultural y que no tiene ningún tipo de influencia en los jóvenes.
Falta cita de la fuente eurostat
Para el estudio de este tema hay que mencionar algunos datos relevantes: según
el Centro de Investigaciones Sociológicas y Eurostat, el 78% de los jóvenes ente
18 y 24 años escuchan música todos o casi todos los días. En esta amplia
encuesta realizada a jóvenes entre 14 y 16 años, éstos escuchan música un
promedio de 40 horas a la semana. Es de notar que los jóvenes escuchan
música todo el día, desde que se levantan hasta que se acuestan, en el espacio
que escuchan con mayor frecuencia son en el tránsito del transporte, cuando lo
esperan, en clases, en el tiempo libre, como música de fondo, incluso cuando
duermen. Por ello no cabe duda de que la música tiene un nivel de injerencia en
los jóvenes.

El joven busca en la música su identidad y autonomía, siguiendo los ídolos


musicales y reforzándose en sus homólogos, genera grupos de pertenencia,
produce alienación. Y ahora se tocan temas que antes no, como el sexo, las
drogas, el alcoholismo, la prostitución, el satanismo y de una manera permisiva,
por tanto el adolescente imitará la conducta en cuanto a estos tópicos guiándose
por las letras de sus canciones preferidas. La música, así, se puede enmarcar
dentro de un proceso cognoscitivo en el individuo, implica criterios ideológicos y
psicológicos.
La sociedad genera música como su producto cultural, vende un mensaje y se
vale de la significación inconsciente de palabras, actos y pensamientos, influyen
en mayor o menor medida en los jóvenes en su conducta y que éste genera algún
tipo de compra de música, así como de diversos consumo vinculados a este. La
música sí tiene un gran impacto en lo más profundo del individuo y que valiéndose
de la ruta que siguen los caracteres adquiridos para llegar a ser propios y
considerados verdaderos, modifican la conducta del joven que se encuentra en
una etapa muy susceptible, pues está formando su identidad.
Capítulo 4: Comportamiento e identidad a través de la música
En una época de cambios físicos y emocionales, en la que también cambian las
relaciones con los demás, los jóvenes utilizan la música para poder expresarse, de
un modo u otro, para desinhibirse. En la crisis de originalidad que sufre todo
adolescente, determinados géneros musicales les proporcionan un marco perfecto
para escoger su vestimenta o para relacionarse con los demás, con sus grupos de
pares. La música viene a tapar sus inseguridades y sus angustias por lo que,
definitivamente, acercarse a sus gustos es una buena manera de acercarse a
ellos, cuando no es posible a través de una comunicación tan fluida como cuando
son niños o adultos.

La música es un instrumento dotado de un enorme poder de persuasión, capaz de


influir muchos en las actitudes, los estados de ánimo, las emociones y los actos
humanos. La posibilidad de transportar la música a cualquier parte y el uso de los
auriculares de alta fidelidad permite a los jóvenes a vivir continuamente con
música.

Para nada es un secreto que la música forma parte importante en la vida de los
jóvenes. Sus rutinas diarias están ligadas al género con el que más se identifican,
y gracias a la música se desenvuelven mejor en los diferentes ámbitos de la vida.

Un elemento fundamental en la formación cultural y que tiene influencia en las


emociones y costumbres es la música. La música en la adolescencia es un factor
influyente en la conducta. Gracias a la diversidad de estilos musicales se
construye la identidad de cada adolescente.

A la música se le suman otros factores constructores de la identidad como los


peinados, el lenguaje y el vestuario.
La música en la actualidad contiene cada vez más mensajes sexuales y violentos,
siendo los adolescentes los que más la escuchan. Generalmente, estos jóvenes
son conducidos a escuchar estas canciones por presiones o recomendaciones de
sus amigos. A esta edad se suele tomar más en cuenta las opiniones de las
amistades que la de los familiares.

En el proceso de creación y consolidación de la identidad personal, los


adolescentes se unen a grupos con afinidades similares. De estas uniones
grupales surgen amistades, piezas claves en la formación de patrones
conductuales característicos de cada tribu social. Sucede frecuentemente que los
adolescentes sustituyen la dependencia familiar por la dependencia grupal. 

La etapa de la adolescencia se caracteriza por la identidad y la confusión; ocupa el


quinto estadio del proceso de formación de la identidad. Cabe resaltar que es el
momento clave en el cual el adolescente busca su lugar dentro en la sociedad.
Muchos caen en grupos sociales con actitudes tóxicas que afectan  a su relación
familiar y al desempeño en la sociedad.

En las tribus sociales, se fijan creencias que los integrantes deben seguir y actuar
de acuerdo a ellas. La música representa en muchos casos la creencia de los
grupos sociales, determinando la manera de moverse, hablar y vestirse

Gracias a estas creencias se construye un sentimiento de pertenencia grupal más


sólido. Esta población lidera las compras de discos musicales y las visitas a
canales audiovisuales en la red. A través de algunas tendencias establecidas es
fácil dirigir la acción de muchos grupos sociales y motivarlos a adscribirse a ciertos
estilos.

En el proceso de adquirir independencia, la música influye en la adolescencia


representando para ellos una vía de escape ante los problemas. La diversidad de
estilos musicales y de vida consiguen que el adolescente tome conductas
negativas como rebelión contra la autoridad. Sin embargo, puede ayudar a que
adopten actitudes positivas como la mejora de su autoestima.
Muchos adolescentes son introducidos en la música y la pasión llega a ser tal que
la eligen como carrera. La música facilita la propagación de las culturas propias de
un país y las distintas manifestaciones musicalestradicionales de cada región. De
la misma manera, contribuye con la identidad nacional de cada joven.
En conversaciones de adolescentes la música suele ser uno de los temas
centrales, de forma que se convierte en un modo de socialización. La interacción
con otros adolescentes de afinidades musicales similares ayuda a muchos jóvenes
a tener un mejor comportamiento social. En otros casos se corre el riesgo de que
se conviertan en personas agresivas o toxicómanas, por seguir algunas
subculturas de estilos de vida

El consumo cultural los identifica y los cohesiona, les dicta patrones de conducta,


códigos, formas de aprendizaje, inclusive su lenguaje se arraiga en los objetos que
consumen. En definitiva, se establece un sistema de creencias. Los miembros del
grupo actúan siguiendo estas creencias. En los grupos en los cuales, el elemento
de cohesión, es la música, las creencias se generan a partir de ella. Ella es la que
determina la forma de vestirse, de peinarse, de moverse, la forma de hablar. Este
conjunto de creencias construye la identidad de ese grupo de pertenencia. No es
casualidad que la población más joven, aquella que inicia sus propios procesos de
conformación de identidad, sea la que muestra mayor nivel de compra de material
discográfico, porque les es preciso poseer una serie de bienes culturales para
formar parte de la comunidad cultural.

Ahora, ¿qué es lo que lleva a los individuos a adoptar estas creencias en común?
¿Cuál es la amenaza a la que se ven enfrentados, y que resulta en este "acuerdo"
de creencias? Quizás sea la intención de ser alguien en esta sociedad de masas.
En un mundo que tiende a la homogeneidad extrema, la música parece ser el
última salida donde mostrar una diferencia. Ser original, independiente o rebelde,
e ir contra la corriente.
Quizás sea buscar una identidad diferente a la de sus padres, o quizás, solo
ocupar el tiempo libre, o ahogar el sentimiento de soledad, y encontrar un grupo
de personas en el que ampararse ante las exigencias del sistema. El hecho es que
una de las actividades que más realizan los adolescentes es escuchar música.

La música une a individuos de puntos muy diferentes de la sociedad. Personas


que no se encuentran próximas en el espacio social, pueden de esta manera,
encontrarse e interactuar, por lo menos brevemente, teniendo algo en común. La
música es a la vez, estilo de vida, vínculo social y fuerza espiritual. Orienta a los
jóvenes en su búsqueda de autonomía y les brinda un medio de expresión.

A medida que el adolescente adquiere independencia, puede encontrar en la


música modelos alternativos respecto a los estilos de vida. Su identificación con
un determinado estilo musical puede ser el signo de un cierto grado de rebelión
contra la autoridad, o una vía de escape ante sus conflictos con los padres o
también puede estimular sentimientos de distensión, relax y seguridad en
situaciones y ambientes nuevos.

La música como elemento de identidad de los jóvenes y su influencia en los


estudios aborda solo una muestra de estudiantes a nivel medio superior como una
representación, caso en el municipio de Hermosillo, Sonora en dos centro de
estudio en las preparatorias CECYTES; Justo Sierra y COBACH; Villa de Seris.
Los cuales permiten un referente de estudio.

No todos los jóvenes escuchan la misma música. Lo que sí es cierto es que gran


parte de sus gustos están relacionados con lo comercial, es decir, que es creada
por cantantes-grupos musicales. En líneas generales, parece quedar al margen
esa música de autor que es compuesta desde los sentimientos. .
Las que más suenan son canciones movidas, esos temas bailables que invitan a
quemar la pista los sábados por la noche en la discoteca. Miles de jóvenes (y no
tan jóvenes) llenan estadios enteros en conciertos que se convierten en masivos,
pero que más que ofrecer el repaso a un repertorio, son auténticos espectáculos
en los que participan decenas de personas y en los que se despliega lo más
novedoso de la tecnología audiovisual.

Cuadro 1. Tipo de género musical escuchas jóvenes estudiantes media


superior
Porcentaje Porcentaje
Tipo de género musical Frecuencia Porcentaje válido acumulado
a) Banda (norteña,
33 25.0 25.0 25.0
buchona, narcocorridos)
b) Rock 12 9.1 9.1 34.1
c) Reggeatón 23 17.4 17.4 51.5
d) Rap Hip-Hop 15 11.4 11.4 62.9
e) Baladas 14 10.6 10.6 73.5
f) otro 35 26.5 26.5
Total 132 100.0 100.0 100.0

Cuadro 2. Jóvenes aspiran en los artistas, como una cuestión de identidad


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado

Válido a) Si 44 33.3 33.3 33.3

b) No 88 66.7 66.7 100.0

Total 132 100.0 100.0

Cuadro 4.Lo que transmite la música o cantante, jóvenes escuchas.

Porcentaje Porcentaje
Le Genera Frecuencia Porcentaje válido acumulado
a) Alegría 69 52.3 52.3 52.3

b) Enojo 1 .8 .8 53.0

c) Tristeza 3 2.3 2.3 55.3

d) Depresión 3 2.3 2.3 57.6

e) Decepción 1 .8 .8 58.3

f) Inspiración 55 41.7 41.7 100.0

Total 132 100.0 100.0

Lo que me sorprendió de los resultados de esta pregunta fue que algunos contestaran que

causaran depresión por los cantantes que escuchan.

4.1 Canciones y videos: Letra de las canciones e imágenes y mensajes desde una
perspectiva sociología.
Comportamiento e identidad a través de la música: Un estudio de caso de la
influencia de la música en jóvenes en el municipio urbano de Hermosillo,
Sonora

Los videos musicales se han convertido en una forma persuasiva, que influye en la
cultura de los jóvenes consumidores y ha trasformado su comportamiento los
hábitos, identidad de los adolescentes que son su principal audiencia, respecto a
la forma de ver la internet, descargar, de escuchar música, la televisión y de
comprar discos. Son usados por los productores para ganar audiencia, ventas de:
conciertos, discos, moda en ropa, accesorios y subvenir.

Los videos musicales sirven para impulsar y dar a conocer a los cantantes,
representan hoy la plataforma más importante de promover aquello que se desea
“emular” (desde la perspectiva de los jóvenes) y vender.

En el ámbito de la industria de la música existen en lo general dos tipos de videos


musicales. El primero tipo es el "vídeo de actuación” el cantante o grupo canta la
canción en un concierto o en un estudio de grabación. Más se suman los
unplugged (término anglosajón, en las últimas cuatro décadas ha servido para
impulsa a los artistas en una versión, donde su voz predomina sobre los
instrumentos y músicos, y representa toda un producción musical).

El segundo tipo de “video concepto” , es la que se desarrolla sobre una historia, la


cual no necesariamente se basa en la letra de la canción, sino sobre un guion
ajustado o descriptivo, que si bien la canción esta presente, las imágenes, fondos
y actuaciones difieren.
Los videos concepto pueden ser: violentos, la violencia de género, escenas
sexuales, promueven una visión escapista de la vida, alentar a los adolescentes al
consumo de alcohol, al uso de armas, conducir a exceso de velocidad, uso de
armas, modas (ropa, corte de cabello y estética) y tendencias en accesorios.
A diferencia de los videos actuación que suele solo presentarse el artista con su
imagen proyectada en tanto video de concepto su impacto es; ideológico, de
consumo, de dominio, puede ser control, desarrollo de conducta, de reproducción
social (hacia una tendencia).

En el contexto que las canciones y la letra de estas siempre han jugado un papel
importante en el aprendizaje y la comunicación de la cultura. Los jóvenes
aprenden de sus modelos de comportamiento lo que ven y lo que oyen. El papel
de los medios de comunicación en los procesos de aprendizaje ha jugado un
papel importante en la injerencia de estos, como consumidores, receptores y
reproductores de la moda.

Los jóvenes representan bono como generaciones futura, su actuar, su


representación, sus valores, reproducción simbólica, su nivel de participación en
las relaciones sociales es importante, sin embargo al consumir videos están
presente temas negativos y/o destructivos. Donde la económica mercantil pondera
y define un consumismo de antivalores.

Hay dos tipos de videos musicales. En un "vídeo de actuación” el grupo canta la


canción en un concierto o en un estudio. El “vídeo concepto” desarrolla una
historia paralela a la canción que puede añadir o no algo a la letra. A pesar de que
los “vídeos actuaciones” pueden ocasionalmente ser chocantes no se tiene
ninguna prueba de que tales vídeos tengan un impacto negativo demostrado. Más
bien son los “videos conceptuales” los que han sido criticados por promover la
violencia y la promiscuidad sexual.

Las canciones y la música siempre han jugado un papel importante en el


aprendizaje y la comunicación de la cultura. Los jóvenes aprenden de sus modelos
de comportamiento lo que ven y lo que oyen. Durante muchos años, algunos
programas de televisión para niños han usado con mucha eficacia la combinación
de palabras, música y dibujos animados para lograr el aprendizaje.

Los medios de comunicación su prioridad es comercial, los adolescentes son los


receptores de temas negativos, destructivos y si valores, que están presente en
los albúmenes de mayor venta promovidos por las grandes compañías;
Universal music group, warner music group y sony music. Donde los temas e
imágenes promociona y exaltan son dirigidos fundamentalmente a un público
joven, acerca de:

Promoción y exaltación de uso, consumo, abuso de las drogas y bebidas


alcohólicas.
Sexo; formas de sumisión, de control, sadismo, el masoquismo.
Violencia; gráfica y directa.
Suicidio.
Dinero, como mecanismo de poder.

Canción 1. La buena vida


Se fue, la marea subió y se fue wuh)
No lo busquen que hasta ahora ya Yo desistiera si mi producto no
ni se ve tuviera demanda (money)
Arriba de las nubes va un avión Si tú me tiras vela bien dónde
con mi merca andas
Soy dueña de los cielos, cuando Compuesta artillería siempre suena
paso ellos tiemblan mi banda
Brrrr, oh yeah (can, can, can, can,
Buena vida, me quiero dar buena can)
vida Mansiones como Versace
Aunque me cueste la vida Carro' 'el año, o de aviones,
Y me digan que no es de verdad mujeres y mariachis, wuh
Buena vida, me quiero dar buena Resucitaré en cada vela de la misa
vida Después de mi muerta será la
Aunque me cueste la vida moda mi camisa
Y me digan que no es de verdad
Buena vida (soy ley), me quiero
Me dijo: Ven, chiquitita, que aquí dar buena vida
estás bien Aunque me cueste la vida
Yo te vo' a cuidar, ya tu lobo te va Y me digan que no es de verdad
a comer ('toy viviendo bien baby)
Debajo de la tierra corre un tren Buena vida, me quiero dar buena
con mi merca vida (heh)
Del cielo cae mi nieve y un sol me Aunque me cueste la vida (la tuya
calienta también)
Y me digan que no es de verdad
Buena vida, me quiero dar buena (money, je-jefe)
vida
Aunque me cueste la vida Siquilero, siquilero, mi misión;
Y me digan que no es de verdad hacer dinero
(hah, the Big Boss) Un capo con sangre de guerrero
Buena vida, me quiero dar buena (¡su!)
vida (jefe) Siquilero lo que subo, un trabajo
Aunque me cueste la vida por los cielos
(negocios siempre en mente) Tripico las ganancias por el suelo
Y me digan que no es de verdad Siquilero, siquilero, mi misión;
(money, je-jefe) hacer dinero
Un capo con sangre de guerrero
Siquilero, vi que desde mi país al (pam)
extranjero Muere uno pero nacen cien al año
La droga es lo más que hace dinero Y me vo' a dar buena vida aunque
(yeh) esta vida sea un engaño
Suplidor de una fina mercancía
Mi nómina está en los políticos y Buena vida, me quiero dar buena
la vida
Aunque me cueste la vida
Y me digan que no es de verdad
Buena vida, me quiero dar buena
vida
Aunque me cueste la vida
Y me digan que no es de verdad
Descripción canción 1:

Canción 2. Sobredosis
[Romeo Santos] [Romeo Santos]
Cuál es el misterio entre medio de tus Y puedo morir encima de tu cuerpo
piernas Amarrado a tu cama, sobredosis de sexo
Que enloquece mi cordura, uh
Eres un volcán de sensaciones [Ozuna y Romeo Santos]
Cada célula en tu ser compone ricura Amárrame a tu espalda, yo me presto
En tu escuelita dame clases de placer
Y puedo morir encima de tu cuerpo Bebé, yo quiero ser un alumno en tu
Amarrado a tu cama, sobredosis de pecho
sexo Voy a volver a mi niñez

Tú eres el pecado más divino Quiero morir en tu interior, juro que me


Una víbora sexual en calentura perdone Dios
Me embeleses con tus técnicas Si estar contigo es un delito, hago mil
perversas años en presión
Si te vieran, censuraran tu cintura Ya adivinaste el crucigrama, mi
ninfómana en llamas
Tiemblo al sentir tu narcótico efecto Sabes bien soy bellaquito y tú eres
Que se me exploten los sesos, del provocación
placer tan intenso
[Ozuna y Romeo Santos] Salvaje (Tú eres)
Amárrame a tu espalda, yo me presto Erótica, una aberración
En tu escuelita dame clases de placer Y yo seré tu esclavo
Bebé, yo quiero ser un alumno en tu Y si es a tu lado (Muero feliz)
pecho
Voy a volver a mi niñez [Romeo Santos]
Quiero morir en tu interior, juro que me Y puedo morir encima de tu cuerpo
perdone Dios Amarrado a tu cama, sobredosis de sexo
Si estar contigo es un delito, hago mil
años en presión

Ya adivinaste el crucigrama, mi
ninfómana en llamas
Sabes bien soy bellaquito y tú eres
provocación

(Who's back?)

Descripción canción 2: Otro punto importante que describe muy


Habla sobre un hombre que es adicto al bien es el video de esta canción donde
sexo y el que tiene la culpa de su sexualiza a la mujer y la forma más fácil
enfermedad. de ganársela es teniendo dinero y
buenos autos dando entender que es
una “mujer fácil”.

Canción 3. El préstamo
Oiga Chan, súbeme un poquito ahí el No te quedes sola
micrófono Hombres hay de sobra
Le tengo que decir un par de cosas que ¿Por qué no te buscas quién te ame y
ella no quiere escuchar te enamoras?
(Rudeboyz) No te quedes sola
Hombres hay de sobra
Sólo por curiosidad, te tengo que ¿Por qué no te buscas quién te ame y
preguntar
¿Me lo deja' o te lo vas a llevar? (a-ha) te enamoras? (Maluma Baby)
No ves que lo tengo que usar
Contigo y con otras más Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté
Prometí no volverlo a maltratar, oh no Lo más grande que tenía
Y no lo quieres devolver (uuh)
Perdona, pero tengo mis motivos, oh Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté
no, no (brra, brra)
En el juego del amor mucho he perdido Te entregué todo mi amor
(así es) Y no lo quieres devolver
Así me convirtió el pasado
Y prefiero hablarte claro (Maluma Baby) Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté (yo
no, yo no)
Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté Lo más grande que tenía
Lo más grande que tenía Y no lo quieres devolver
Y no lo quieres devolver (Maluma Baby) Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté
Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté Te entregué todo mi amor
Te entregué todo mi amor Y no lo quieres devolver (alright)

Y no lo quieres devolver (alright, alright) Perdona, pero tengo mis motivos, oh no


Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté (a- no (tú me entiendes)
ha) En el juego del amor mucho he perdido
Lo más grande que tenía (I'm sorry, baby)
Y no lo quieres devolver Así me convirtió el pasado
Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté Y prefiero hablarte claro (Maluma Baby)
Te entregué todo mi amor
Y no lo quieres devolver (alright, alright)
Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté
(alright, alright)
¿Qué pasó bebé? ¿Que te iba a regalar Lo más grande que tenía
qué? Y no lo quieres devolver
Ya llevo varios meses dándote lo que (This is F.A.M.E, Maluma Baby)
mereces Yo no lo di, yo no lo di, yo lo presté
Tres por la mañana y por la noche otras (Kevin ADG y Chan El Genio,
dos veces Rudeboyz)
Parece que ésto crece y crece Te entregué todo mi amor
Ojala no olvides tu pagas los intereses Y no lo quieres devolver
Llegaste en el mejor momento (Dímelo Ha-ash, esta es la fórmula
Si digo lo contrario te estaría mintiendo parceros)
Analizo y lo concluyo
Cada loco con lo suyo

Descripción canción 3:
.
Canción 4. Chambea
Chambea, jala!
La gente ya sabe por eso ni ronco
Cabrón ya no te quedan balas!
Chambea, jala No me llevo con nadie andamos flow
Cabrón ya no te quedan balas! stone cold
Yo siempre picheo, enrolo otra vez
Yo siempre picheo, enrolo otra vez Saqué 1200 y me puse una concord
Yo siempre picheo, enrolo otra vez Tumbame el piquete de bronco (woo!)
Yo siempre picheooo (raah!)
No es meter presión es saber meterla
Dímelo parcero, siempre con la z y no A tu mujer en 4 voy a ponerla
somos salseros Chingando y fumando un pasto de la
Ya susan soltero, dijo que de balas va a
haber aguacero (rah tah tah!) perla (rrraaa!)
Gusanos como tú yo no los tolero Tu cara ya nadie va a reconocerla
Cabrón tú eres chota tú eres reportero
No es tener la vía cabrón es moverla
(yeh yeh)
Yo no soy don omar, pero soy Tú odias mi vida pero es porque
bandolero
quieres tenerla (yeyeye)
Porque vivimos chiiido, vivimos bien
Por eso sólo creo en dios(amén) y en
mi 40 (prrr) Porque sobran botellas y billetes de 100
Picante picante como un habanero Tratando de matarme han gastado toa’
Si tú tienes la llave yo tengo el llavero
Chambea, jala! las balas hasta el almacén
Cabrón ya no te quedan balas! Pero soy inmortal como baby rasta y 50
Chambea, jala
Cabrón ya no te quedan balas! cent
Yo siempre picheo, enrolo otra vez Bad bunny beibebebebebe
Yo siempre picheo, enrolo otra vez Alex ki! Alex killer
Yo siempre picheo, enrolo otra vez Nosotros somos la nueva religión
Yo siempre picheooo Díselo luian
Mambo kingz

Chambea, jala!
Cabrón ya no te quedan balas!
Chambea, jala
Cabrón ya no te quedan balas!
Yo siempre picheo, enrolo otra vez
Yo siempre picheo, enrolo otra vez
Yo siempre picheo, enrolo otra vez
Yo siempre picheo, enrolo otra vez

Descripción canción 4:

5. Tu no metes cabra
[Hector El Father] [Hector El Father]
Cuando ustedes me ven, yo sé que Tú no metes cabra, saramambiche
tiemblan Tú no metes cabra, saramambiche
Yo estoy ready 24 hours Tú no metes cabra, saramambiche
El Father, pídanme la bendición Tú no metes cabra, saramambiche
Tú no metes cabra, saramambiche
[Hector El Father] Tú no metes cabra, saramambiche
Tú no metes cabra, saramambiche Tú no metes cabra, saramambiche
Tú no metes cabra, saramambiche Y si te me esbocas, nos vamos al
Tú no metes cabra, saramambiche switche
Tú no metes cabra, saramambiche
Tú no metes cabra, saramambiche [Bad Bunny]
Tú no metes cabra, saramambiche Yo controlo la calle sin ser bichote
Tú no metes cabra, saramambiche Un melón y pico entre el pote
Y si te me esbocas, nos vamos al Yo tengo el pique flow chipotle
switche Shaquille O'Neal debajo del aro, nadie
me quita un rebote
[Bad Bunny] La nueva religión, yo soy la nueva era
Yeh, estoy subiendo como espuma El responsable de que ustedes se
Prendiéndole en la cara al que no fuma cayeran
Ando con Adidas veloces como un Apartamento frente al mar, lo tengo de
puma pecera
El Undertaker saliendo de la bruma Y el sour diesel directo de la nevera
Y se apagan las luces, prende el wax Se bebe y se chinga como en prom
para que me muses Yo soy un hijueputa punto com
En el VIP soy Donald Trump
Yo tengo to' Gucci hasta las foam, yeh
Tú no metes cabra, tú no luces
No es el Mercedes, es quien lo conduce
Y dime que son Retro sin un Jordan [Hector El Father]
que las use Tú no metes cabra, saramambiche
Evita el delay Tú no metes cabra, saramambiche
Aquí si no te ponchamos, te damos Tú no metes cabra, saramambiche
doble play Tú no metes cabra, saramambiche
No existe replay Tú no metes cabra, saramambiche
Son Miami sin Lebron y Wade Tú no metes cabra, saramambiche
Nos vamos a switcher, aunque me Tú no metes cabra, saramambiche
fichen Y si te me esbocas, nos vamos al
Me tiran pero soy un pitcher switche
Tu jeva loca que me la chiche
Yo matando y tú mirando en los [Hector El Father, Bad Bunny]
bleacher Yo no escucho lo que ustedes están
diciendo allá abajo
Bad Bunny, baby
Trap Kingz, baby
El jefe
Hear This Music
El jefe
Díselo Luian
Mambo Kingz
Mambo Kingz

Descripción canción 5:
Habla de si mismo como el nuevo dios de la música y que su reinado apenas
empieza.

Te encargo un aparatado de canciones, con video que explique acciones


sociológicas (identidad, reproducción social, cultura, sector o sectores
sociales, estratos, grupos, espacios, espacialidad, territoritorio, igualdad,
rol, sexualidad, líde)r, todo aquellos conceptos que de ntra área que
permitan explicar el fenómeno de la música de los jóvenes

Conclusión
Creo que una solución inmediata sería estudiar lo que escucha nuestra juventud,
ya que por ser de una edad entre 12 y 18 años en su mayoría son receptivos y
viables a ser manipulados o influenciados, porque ahora tienen más acceso a las
redes sociales donde aprende a imitar a sus ídolos o leen comentarios de gente
que tiene los mismos gustos que ellos. Gustos que en ocasiones pueden ser de
mal gusto y ellos no perciben o no se dan cuenta de las consecuencias, tal vez
hasta que demasiado tarde.
Los jóvenes son la principal mercado en la música, hoy no solo consumen a esta
sino los modelos, como nueva forma de identificación, particularmente social.
Bibliografía
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trimestral por la UNESCO Vol. XXXIV, No.4. Francia

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https://www.forbes.com.mx/esto-fue-lo-mas-escuchado-en-spotify-mexico-durante-
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Biblioteca de Cuestiones Actuales, INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS.
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Marx, Carl (2001) El capital, vol. II. Mercado de consumo. FCE. México.
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Simmel, Georg (1995) Aufsätze und Abhandlungen 1901-1908. Tomo I. Fráncfort
Del Meno: Suhrkamp.
Vernik, Esteban y Borisonik, Hernán (2016) Georg Simmel, un siglo después
Actualidad y perspectiva. Colección IIGG-CLACSO. Argentina. Busca este libro y
si te es posible sustituye las citas, recomiendo cap. 26.
Simmel, Georg (2001). Sobre personalidades artísticas. En Sobre la aventura.
Editorial. Argentina. pp. 205-264.
Simmel, Georg (2014) Digresión sobre la sociología de los sentidos. En
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Revista trimestral por la UNESCO Vol. XXXIV, No.4. Francia. p. 367.
Szilasi, Wilhelm (1959) Introducción a la fenomenología de Husserl. Amorrortu.
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Weber, Max (1980). Economía y sociedad. Esquema de la comprensión de la
sociología. FCE. México. p.9.
Webber, Max (1995) Racionalidad formal y material, Max Weber y el pensamiento
neoconservador. En Sociología y política. El debate clásico y contemporáneo.
México: UNAM - Porrúa.
Weber,
La sociología construye conceptos-tipo y busca las reglas generales de los
sucesos. Se contrapone en esto a la historia, que aspira al análisis y la imputación
causales de acciones, entramados y personalidades individuales consideradas
culturalmente importantes. La construcción de conceptos en la sociología extrae
su material paradigmáticamente, muy esencialmente aunque de ningún modo en
forma excluyente, de las realidades de la acción que son relevantes desde el
punto de vista de la historia. Construye sus conceptos y busca sus reglas también
desde el punto de vista de si con ello puede brindar un servicio a la imputación
causal histórica de los fenómenos culturalmente importantes. (Weber, 1980: 9)

Weber, M. (1980). Weber, M. (1980). Economía y sociedad. Esquema de la


comprensión de la sociología. FCE.

Es el propio Webber en La ética protestante y el espíritu del capitalismo, destaca


las manifestaciones de la voluntad individual propias de la modernidad occidental
(1995) y reconoce en ellas algunos de los principios básicos de la “nueva moral”
que considera como virtuosas aquellas prácticas que benefician directamente al
individuo.
000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
000000000
Esta cuestión virtuosa entre jóvenes solo sea hoy un reconocimiento de ello,
mediante su vestimenta, de preferencia eal identificarse con ropa, accesorios,
música e inclusive vehiculos

Webber (1995) Racionalidad formal y material, Max Weber y el pensamiento


neoconservador. En Sociología y política. El debate clásico y contemporáneo.
México D.F.: UNAM-Porrúa.
Bourdieu, como principio de identidad en virtud de que el gusto une personas y
define modos y tiempos de encuentros sociales (2002: 53 y 238-240).

Bourdieu, Pierre 2002 La distinción. Taurus. México.

La música crea sentidos de pertenencia en la medida en que configura un


universo de sentidos que permite una identificación intersubjetiva ( Szilasi,
1959:85)

Szilasi, Wilhelm (1959) Introducción a la fenomenología de Husserl. Amorrortu.


Argentina:85

En estas interpelaciones discursivas identitarias musicales se construyen en la


sociedad en particular entre jóvenes, particularmente entre aquellos que son
perceptivos a la música. Son estos los que son más perceptivos en el mercado de
consumo (Marx, 2001) siempre cautivos en la industria musical

Marx, Carl (2001)El capital, vol. II Mercado de consumo. FCE. México.

La cual sin duda reproduce acciones que visualiza, escucha, comparte y se


reconoce. Tal vez el habitus es la presencia actuante de todo el pasado del cual
es el producto: por lo tanto, es lo que confiere a las prácticas su independencia
relativa con referencia a las determinaciones exteriores del presente inmediato.
Esa autonomía es la del pasado actuado y actuante que, al funcionar como capital
acumulado, produce historia a partir de la historia y asegura así la permanencia en
el cambio que hace al agente individual como mundo en el mundo (Bourdieu,
2007: 92)
P. Bourdieu, El sentido práctico edita. Siglo xxi 2007 Argentina.

Por ello la importancia de capital social en el sentido de la construcción socio


cultural donde el ser humano, “el hombre sea un ser sociable parece haber sido
una verdad múltiplemente repetida a lo largo de la Historia, con más o menos rigor
y con mayor o menor discernimiento de su exacto significado” (E. Gómez, 1957: 3)
E. GÓMEZ ARBOLEYA (1957) Historia de la Estructura y del Pensamiento Social.
Biblioteca de Cuestiones Actuales, INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS,
España, tomo I, Página 3

El saber occidental intenta, desde hace veinticinco siglos, ver el mundo. No ha


comprendido que el mundo no se mira, se oye. No se lee, se escucha. (...) hay
que aprender a juzgar a una sociedad por sus ruidos, por su arte y por sus fiesta
más que por sus estadísticas (Attali, 1995: 19)
ATTALI, J. (1995), Ruidos. Ensayo sobre la economía política de la música,
Madrid, Siglo XXI

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