Informe Tomate Fusarium 1
Informe Tomate Fusarium 1
Informe Tomate Fusarium 1
Al final de este documento se adjunta un extracto de la publicación de Vida Rural del 2005
(FIGURAS 3 (1) y 3(2)), donde se da una buena explicación sobre la fusariosis en cultivo
hidropónico en tomate y su forma de diseminación.
Por las condiciones climáticas de los invernaderos del País Vasco, de los dos tipos de fusariosis
del tomate, la importante es FORL. Por el contrario, FOL apenas presenta importancia por sus
mayores requerimientos térmicos. Únicamente se ha registrado un diagnóstico de FOL en
invernadero en tierra en Bakio (Bizkaia) en los años 80 en el que también había infección por el
nematodo Meloidogyne (Berra, 2015; comunicación personal). En las condiciones de los
invernaderos mediterráneos se invierte la situación, FOL predomina sobre FORL (esté último en
unos pocos invernaderos de Almería y en algunos de Murcia) (Gómez-Vázquez, 2005).
Control:
Control químico. Los fungicidas no suelen ser muy eficaces una vez que la infección ya se ha
desarrollado, aunque hay una amplia gama de ellos autorizados por el MAGRAMA para tomate
y Fusarium. En la FIGURA 1 se muestran las formulaciones autorizadas y una breve frase sobre
su uso y condicionantes: para más información se debe consultar la página del MAGRAMA.
(Cuidado con la dosis a aplicar en cultivos hidropónicos para evitar daños por fitotoxicidad. Este
es el caso del fungicida Terrazole (materia activa etridiazol 48% (EC) P/V) que se recomienda a
las dosis de 2 L/ha en cultivo en tierra pero debe reducirse a 0,2 L/ha en cultivo hidropónico).
Variedades y patrones resistentes. Los métodos de control más eficaces frente a ambas
fusariosis se basan en la utilización de variedades resistentes o el injerto sobre patrones
resistentes cuando la variedad es sensible. Las variedades híbridas de tomate suelen tener
genes de resistencia a FOL (distintas razas) pero no a FORL. La variedad más cultivada en los
invernaderos del País Vasco es Jack (Seminis-Monsanto), siendo resistente a FOL (razas 0 y 1)
1
pero sensible a FORL. El injerto de la variedad Jack sobre patrones con resistencia completa a
FORL (Maxifort, Beaufort ó Kingkong) se presenta como la alternativa más eficaz y la
actualmente utilizada en los invernaderos de Gipuzkoa desde los años 2008-2009 (Arizmendi,
2015; comunicación personal).
En un reciente trabajo del año 2012 (Figura 2), se ha estudiado en España la resistencia de
distintos patrones a F.o. f. sp. radicis-lycopersici; en el resumen adjunto se nombran aquellos,
que en condiciones controladas han resultado resistentes.
Limpieza e higiene de invernaderos. La bibliografía revisada indica como forma de control más
eficaz, la higiene de los invernaderos y desinfección de estructuras; hay que tener en cuenta
que estos hongos pueden ser saprófitos, capaces de crecer sobre material muerto y restos de
cultivo; las esporas sin germinar también pueden mantenerse en las estructuras de los
invernaderos, el suelo, tanques de riego, etc. La turba también se ha implicado como fuente de
introducción de enfermedad en el sistema de cultivo. Un 28% de 18 muestras de turba
utilizadas en semilleros de hortalizas españoles, tanto de producción nacional como
importadas, presentaron alguna especie de Fusarium (Tello, 1991). Se han obtenido aislados de
Fusarium oxysporum en turbas en los que se comprobó la presencia de algunas formas
especializadas al inocularlos sobre tomate (Tello, 1991).
FORL es el hongo no zoospórico1 más destructivo en cultivo hidropónico. Sus esporas aéreas se
identifican como una fuente importante de introducción en los invernaderos así como de unos
a otros (Rowe et al., 1977). En el caso de insectos vectores del tipo Bradysia spp. (Diptera:
Sciaridae) la contaminación se produce externamente y en el caso de Scatella stagnalis
(Diptera: Ephydrinae) se produce por ingestión de las esporas del patógeno en el cuello de las
plantas infectadas (Stanghellini y Rasmussen, 1994).
FORL presenta mayor gravedad en cultivo hidropónico que en cultivo en tierra. Si no se recurre
al injerto sobre un patrón resistente, la experiencia muestra que en invernaderos hidropónicos
en recirculación que han sufrido FORL en el cultivos previo de tomate, a pesar de todas las
1
Hongos zoospóricos (Phytophthora, Pythium): hongos que producen zoosporas o esporas con flagelos
capaces de nadar y moverse activamente a través del medio acuático de un sistema de cultivo
hidropónico.
2
medidas de higiene realizadas como desinfectar todo el sistema de riego, desinfectar la
estructura del invernadero y poner sacos nuevos de sustrato, se vuelven a producir nuevas
infecciones de FORL en el cultivo siguiente. Otras medidas de higiene incluyen: eliminar plantas
y sacos con plantas enfermas y colindantes para reducir la diseminación de enfermedad al resto
del cultivo, control de acceso al cultivo de personas, limpieza calzado en pediluvio o uso de
calzas, desinfectar la solución nutritiva en recirculación y tratamientos dirigidos al cuello con
fungicida autorizado.
En el cultivo en tierra, se ha comprobado que FORL se extiende desde una planta infectada a
las siguientes a través de la infección de las raíces y hasta una distancia de 4,4 m en un solo
ciclo de cultivo, tratándose de una enfermedad de naturaleza policíclica (varios ciclos biológicos
del patógeno en cada ciclo del cultivo) y no monocíclica (un único ciclo del patógeno en cada
ciclo del cultivo) como debería corresponder a un patógeno de suelo no zoospórico (Rekah et
al., 1999).
La eliminación total del inóculo de FORL del sistema de recirculación es una tarea laboriosa
pues hay que llegar a realizar una correcta desinfección de todas y cada una de las estructuras
del sistema. La eliminación del inóculo de FORL de las tuberías de riego y de los goteros es
factible mediante una solución de agua con una concentración de 10 gr. de cloro activo por
litro de agua, manteniéndola 10 minutos y procediendo a su lavado posterior para eliminar el
cloro (Berra, 2015, comunicación personal).
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
García-Rodríguez C., Ruíz C.A., Palmero D., de Cara M., Díaz M., Camacho F., Tello J.C. 2012.
Comportamiento de patrones de tomate frente a la patogeneicidad de Fusarium oxysporum f. sp. radicis-
lycopersici. Actas de Horticultura 60: 318-320.
Gómez-Vázquez J. 2005. Las enfermedades causadas por hongos del suelo en cultivos hidropónicos. Vida
Rural, marzo: 30-36.
Rekah Y., Shtienberg D., Katan J. 1999. Spatial distribution and temporal development of Fusarium crown
and root rot of tomato and pathogen dissemination in field soil. Phytopathology 89: 831-839.
Rowe R.C., Farley J.D., Coplin D.L. 1977. Airborne spore dispersal and recolonization of steamed soil by
Fusarium oxysporum in tomato greenhouses. Phytopathology 67: 1513–1517.
Stanghellini M.E., Rasmussen S.L. 1994. Hydroponics: A Solution for Zoosporic Pathogens. Plant Disease
78: 1129-1138.
Vos C.M., Yang Y., Coninck B. De, Cammue B.P.A. 2014 Fungal (-like) biocontrol organisms in tomato
disease control. Biological control 74: 65-81
3
FIGURA 2: Extracto de la publicación Actas de Horticultura nº 60, 2012.
4
FIGURA 3 (1): Extracto del artículo de Julio Gómez Vázquez. Centro de investigación la
Mojonera de Almeria. “Las enfermedades causadas por hongos del suelo en cultivos
hidropónicos”. Vida Rural, 2005 marzo: 30-36
5
FIGURA 3 (2): Extracto del artículo de Julio Gómez Vázquez. Centro de investigación la
Mojonera de Almeria. “Las enfermedades causadas por hongos del suelo en cultivos
hidropónicos”. Vida Rural, 2005 marzo: 30-36