El Horóscopo y Los Sueños
El Horóscopo y Los Sueños
El Horóscopo y Los Sueños
El horóscopo es uno de los métodos de predicción más seguidos en el mundo. Sus orígenes se
remontan milenios atrás, pero esto no quiere decir que se entienda como algo anticuado, ni
mucho menos. De hecho, actualmente sigue habiendo muchos adeptos que, basándose en su
signo del zodiaco o chino, siguen consultando su horóscopo a diario.
La palabra horóscopo viene del griego hora skopeo, que viene a decir algo así como examen de
la hora. Sus predicciones se basan en analizar la posición de los astros del cielo en el momento
del nacimiento de cada persona y, para ello, se rige por el sistema zodiacal, que divide al cielo en
doce constelaciones, correspondientes a periodos del año casi equivalentes a un mes.
Así, según la fecha de nacimiento, a cada uno nos corresponde un signo, que se supone que está
influenciado por un astro que nos otorga una unas características concretas y, a la vez, un futuro
determinado.
Este concepto del zodiaco tiene sus inicios en la astrología babilonia, aunque es cierto que lo que
nosotros conocemos actualmente está muy influido por la cultura griega. De hecho, en origen,
eran dieciocho las constelaciones asignadas, algo que, ya en la época de Alejandro Magno, se
había reducido a doce, y de los nombres que mantenían los babilónicos, los helenos cambiaron
tres, que son los que nos han llegado.
Históricamente, los hombres siempre hemos estado buscando respuestas a nuestras preguntas
más profundas. Algunas de ellas las hemos ido resolviendo poco a poco, pero hay otras que nos
sacuden en lo más hondo de nuestra curiosidad desde los orígenes de la humanidad.
Esas típicas sobre ¿quiénes somos? o ¿a dónde vamos? solían buscar respuesta mirando al cielo,
en donde el sol, la luna y las estrellas eran idolatrados como seres superiores a los que había que
observar para descubrir la solución a las incógnitas.
TIPOS DE HORSOCOPOS
El primer registro histórico sobre los signos zodiacales actuales apareció en una tablilla
mesopotámica el en siglo VIII a.C., perteneciente a la denominada serie Mul Apin, que
determinaba las constelaciones del camino de la Luna, y 17 grupos de cuerpos celestes, los
cuales serían precursores de los signos del zodíaco.
Durante tres siglos se admitieron 11 signos, sin embargo, hacia el año 400 a.C., se estableció el
horóscopo de 12 signos con la incorporación, Libra, una “escisión” de Escorpión.
La palabra zodiaco proviene de la palabra griega “zoon”, que significa animal y “kyklos”, que
significa rueda. Se trata de una banda celeste de 18 grados de ancho que se desplaza por la
eclíptica que es la línea curva por donde transcurre la tierra alrededor del sol, o por lo menos
como se puede observar desde la tierra.
La banda se divide en 12 constelaciones del zodiaco que están ligadas según la progresión de las
estaciones. A su vez, estas 12 constelaciones pertenecían a cuatro grupos. De acuerdo a los
elementos naturales son los siguientes:
FUEGO: Aries, Sagitario y Leo. Simboliza el cuerpo vital o entérico. Son líderes natos, vitales,
activos, apasionados, impulsivos, confían en sí mismos, se hacen notar. Son, además,
impetuosos, orgullosos, sinceros, optimistas y dominantes. En su aspecto negativo, pueden caer
en el orgullo, la impaciencia, la vehemencia y -en ciertos casos- resultar algo violentos,
destructivos o inclinados a los excesos.
AGUA: Cáncer, Escorpión y Piscis. Simboliza el cuerpo emocional o “astral”. Son sensibles,
emocionales, intuitivos, tienen inclinación a ser imaginativos y soñadores. Necesitan contención,
les gusta proteger y ser protegidos, pero no están cómodos con las personas excesivamente
dominantes. Muy sensibles a ser influenciados, tienden a retraerse y a ocultar sus sentimientos,
muchas veces por temor o timidez.
AIRE: Libra, Acuario y Géminis. Simboliza el cuerpo mental. Son comunicadores, gustan de
razonar, debatir, planificar, proyectar, independientemente de concretar o no sus objetivos, que
muchas veces es lo que les cuesta. Analítico, el Aire enfría los sentimientos y tienen dificultad
para demostrarlos. Valoran la compatibilidad intelectual y aman la libertad.
TIERRA: Capricornio, Tauro y Virgo. Simboliza el cuerpo físico. Son constantes, prácticos,
realistas y conservadores, cuidadosos en sus acciones, trabajadores, tienden a proteger y
conservar lo que consiguen con esfuerzo y esmero. Muy responsables, meditan cuidadosamente
sus decisiones antes de llevarlas a cabo. Pueden tender al exceso de materialismo.
No se tiene preciso quienes iniciaron los estudios de los astros, pero se estima que desde Egipto
fue de donde se propagó a todo el mundo la astrología actual.
Personas que muestran interés por este tema, señalan que los signos del zodiaco comenzaron con
los egipcios, que lo llevaron a los babilonios y estos a los griegos. Sin embargo, otras
investigaciones difieren de esta teoría e indican que los signos del zodiaco tuvieron su origen en
Babilonia, hacia el siglo V a.C. De allí, y gracias a Alejandro Magno, gran seguidor de este tipo
de creencias y reconocido místico, se propagó por toda Asia.
De babilonios, pasó a los asirios, y de ellos a los egipcios. Fue desde Egipto desde donde se
terminó por propagar a todo el mundo, y donde se comenzaron a sentar las bases de la astrología
actual.
Aries: el carnero, así llamado porque los carneros constituían la ofrenda a Ares, dios griego de la
guerra.
Tauro: la mitología dice que fue en un Toro de Creta o la forma que adoptó Zeus cuando raptó a
Europa.
Géminis: el origen de este signo se da es porque Zeus amó a la reina Leda, esposa de Tíndaro y
de esa unión nacieron los gemelos.
Cáncer: cangrejo que envió Hera a ayudar a la Hidra de Lerna cuando luchaba contra Hércules.
Leo: el León de Nemea que mató Hércules.
Piscis: forma que tomaron Ares y Afrodita al huir del titán Tifón.
HOROSCOPO CHINO: El calendario chino está compuesto por ciclos de 12 años, cada una
de estas temporadas está representada por un animal que reina durante un año, pero, además, el
horóscopo oriental fue altamente influenciado por los elementos familiares de la cultura
tradicional de ese país.
A diferencia del horóscopo occidental, donde tu signo depende de la constelación en que está el
sol cada día del año, en el horóscopo chino todo depende del año en que naciste por esta razón
existen doce signos zodiacales que son: Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente,
Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Cerdo.
De esta manera podemos determinar que el destino de una persona está influenciado por la
posición planetaria y la hora de su nacimiento, en conjunción con la posición del sol, la luna y
los cometas. Además, existe una leyenda que habla sobre la creación del horóscopo chino.
En todo China existe una leyenda muy popular que podría describirse como el origen del
horóscopo chino.
El Emperador de Jade, gobernante del cielo, llamó a una carrera a todos los animales del mundo
y dijo que los doce primeros entrarían en el zodiaco. Para llegar a su encuentro, debían cruzar un
río.
En aquellos tiempos, la rata y el gato eran grandes amigos. Pero, aunque eran muy inteligentes,
eran los peores nadadores del reino animal. Así que decidieron que la mejor forma y la más
rápida para cruzar el río era hacerlo sobre la espalda de un búfalo.
El búfalo estuvo de acuerdo en cargarlos a través del río. Sin embargo, al haber un premio de por
medio, la rata decidió que, para ganar, debía hacer algo, así que lanzó al gato al agua: desde
entonces el gato se convirtió en enemigo natural de la rata y del agua. Después de esto, la rata
llegó a la orilla y reclamó el primer lugar en la carrera, seguida de cerca por el fuerte búfalo, que
fue nombrado segundo animal del zodiaco.
Atrás del búfalo apareció el tigre, quien explicó jadeando cómo había tenido que luchar contra
las corrientes y cómo, gracias a su gran fuerza, pudo llegar a la orilla y convertirse en el tercer
animal.
El cuarto puesto del zodiaco fue para el conejo, quien gracias a su capacidad para saltar pudo
brincar de una orilla a otra, aunque también explicó al emperador que hubiera caído al río de no
haber sido por un pedazo de tronco que flotaba en el agua.
Posteriormente, apareció volando el dragón, que contó al emperador que no pudo llegar primero
porque debió detenerse para crear lluvia, con el fin de ayudar a la gente y a las criaturas de la
tierra. Además, en la recta final se había topado con un conejo aferrándose a un tronco, al que
ayudó dándole un empujón con su aliento para que éste pudiera llegar a la orilla. El emperador,
sorprendido por su amabilidad, le otorgó el quinto lugar del zodiaco.
Poco después se escuchó el galope de un caballo, pero una serpiente lo asustó y lo hizo caer. Por
tanto, la serpiente ocupó finalmente el sexto lugar mientras que el caballo se hizo con el séptimo
puesto.
A poca distancia se encontraban la cabra, el mono y el gallo, que se acercaban a la orilla del río.
Las tres criaturas se ayudaron entre sí para cruzarlo: el gallo construyó una balsa de madera para
los tres, mientras que la cabra y el mono despejaron la maleza y así, remando y remando,
consiguieron llegar hasta la orilla de enfrente. El emperador, muy complacido por el trabajo en
equipo de los animales, nombró a la cabra, octavo animal, mientras que al mono y al gallo les
otorgó los puestos noveno y décimo respectivamente.
Aunque el perro debería haber obtenido un buen puesto por tratarse del mejor nadador de todos
los animales, se retrasó porque necesitaba un baño después de la larga carrera, y al ver el agua
fresca del río no puedo resistirse. Así que le fue asignado el puesto número once.
Justo cuando el emperador iba a dar por cerrada la carrera escuchó el gruñido de un pequeño
cerdo que había comenzado la carrera estando muy hambriento, por lo que al poco de empezar se
dio un banquete y se echó una siesta. Cuando despertó, continuó con la carrera y llegó justo para
ser nombrado el animal número doce del zodiaco.
Por último, el gato llegó demasiado tarde, ocupando el lugar número 13 y no pudiendo ganar
ningún puesto en el calendario, por lo que su odio hacia las ratas lo convirtió para siempre en su
más encarnizado enemigo