La Leyeda de La Papa
La Leyeda de La Papa
La Leyeda de La Papa
En tiempos muy remotos, nuestro país estaba habitado por las sapallas.
Sapallas quería decir en el lenguaje antiguo "los únicos señores". Y esto
era exacto, porque este pueblo hacía remontar la posesión de su
territorio hasta los tiempos de la tradición. Se aseguraba que el dios
Viracocha, es decir el Supremo Creador del mundo según los aymarás,
al tiempo que distribuía a cada pueblo una región determinada para
establecerse, destinó para los sapallas la región más próspera y rica.
Tan buenos eran los sapallas que consideraban a los demás pueblos
igualmente bondadosos. Perdieron toda sospecha contra los
extranjeros. Tan confiados estaban en las buenas intenciones de sus
vecinos que, hasta se olvidaron de manejar armas. Suprimieron los
ejércitos por considerarlos ya inútiles en su tranquilo y apacible vivir.
Habían olvidado lo que eran las guerras y sus temibles consecuencias.