Cas+278-2020 - Caso Adriano Pozo
Cas+278-2020 - Caso Adriano Pozo
Cas+278-2020 - Caso Adriano Pozo
CORTE SUPREMA DE
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones SALA PENAL PERMANENTE
Electronicas SINOE
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:BERMEJO RIOS
RAMIRO ANIBAL /Servicio Digital - RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
Poder Judicial del Perú
Fecha: 14/09/2021 18:35:18,Razón: PONENTE: CESAR SAN MARTIN CASTRO
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
Título: Feminicidio y Violación. Imparcialidad. Valoración Prueba. Daño civil
Sumilla: 1. Lo que se requiere para desestimar una causal de falta de imparcialidad es
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA que el juez no tome postura en relación a la culpabilidad y, por tanto, no se valoren
- Sistema de Notificaciones cuestiones fácticas de las personas concernidas, que es lo que sucedió en el sub-judice.
Electronicas SINOE
Desde esta perspectiva, los términos de la decisión son determinantes, por lo que, en tal
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:COAGUILA sentido, si las expresiones de la sentencia en cuestión se limitan a constatar que se
CHAVEZ Erazmo Armando FAU
20159981216 soft cumplían –o no– las condiciones formales (en este caso del requisito interno de
Fecha: 14/09/2021 17:12:58,Razón: motivación de la sentencia de primera instancia), sin hacer valoraciones sobre la posible
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE culpabilidad del imputado, no puede entenderse afectada la garantía específica de
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
imparcialidad. 2. El delito de feminicidio, como tipo delictivo, en pureza autónomo, y
de carácter pluriofensivo desde que por sus elementos de contexto, como la coacción
CORTE SUPREMA DE sexual entre ellos, y por su elemento central: matar a una mujer en tanto incumple o se
JUSTICIA CORTE SUPREMA le imponen los estereotipos de género, se afecta asimismo el principio derecho de
- Sistema de Notificaciones
Electronicas SINOE igualdad y su proyección en la dignidad y libertad de la persona –en todas sus
SEDE PALACIO DE JUSTICIA, dimensiones, incluida la sexual–. La duplicación de la calificación penal (feminicidio y
Vocal Supremo:TORRE MUÑOZ
SONIA BIENVENIDA /Servicio violación sexual real) entraría en conflicto con el principio del ne bis in idem sustancial,
Digital - Poder Judicial del Perú el cual prohíbe atribuirle dos veces a un mismo autor un suceso valorable unitariamente
Fecha: 15/09/2021 09:38:33,Razón:
RESOLUCIÓN desde el punto de vista normativo; además, la norma prevaleciente es la de feminicidio
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL dada la entidad del bien jurídico tutelado y la más grave conminación penal que tiene.
3. La responsabilidad civil extracontractual se refiere a dos categorías de daños. En primer
lugar, al daño patrimonial que resulta de la lesión de los intereses civiles –de naturaleza
CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA CORTE SUPREMA económica–, que dan lugar al derecho al resarcimiento en sede civil, el cual consiste en
- Sistema de Notificaciones la sustracción o en la disminución del patrimonio (menoscabo patrimonial) bajo las
Electronicas SINOE
formas del daño emergente (pérdida patrimonial efectivamente sufrida: pérdida que
SEDE PALACIO DE JUSTICIA,
Vocal Supremo:CARBAJAL sobreviene en el patrimonio del sujeto afectado por haber sido perjudicado por un acto
CHAVEZ NORMA BEATRIZ ilícito) y del lucro cesante (renta o ganancias perdidas, frustradas o dejadas de percibir:
/Servicio Digital - Poder Judicial del
Perú ganancia patrimonial neta dejada de percibir). En segundo lugar, al daño no
Fecha: 15/09/2021 08:59:39,Razón:
RESOLUCIÓN patrimonial o extrapatrimonial –es el que lesiona a la persona en sí misma, considerada
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL como un valor espiritual, psicológica, inmaterial–, dentro del cual se encuentra, como
establece el artículo 1985 del Código Civil, el daño a la persona y el daño moral. El
CORTE SUPREMA DE daño a la persona se refiere a la lesión a la integridad física del afectado, su aspecto
JUSTICIA CORTE SUPREMA
- Sistema de Notificaciones psicológico y/o su proyecto de vida –en este último supuesto, proyecto de vida, debe
Electronicas SINOE tratarse de la frustración de un proyecto evidenciado y en proceso de ejecución y
SEDE PALACIO DE JUSTICIA, desarrollo que se frustra de un momento a otro–. El daño moral se circunscribe a la
Secretario De Sala -
Suprema:SALAS CAMPOS PILAR lesión a los sentimientos de la víctima y que produce un gran dolor o aflicción o
ROXANA /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú sufrimientos en ella –sentimiento considerado, desde luego, socialmente digno y
Fecha: 16/09/2021 08:48:31,Razón: legítimo, es decir, aprobado por la conciencia social–. 4. El trastorno límite de la
RESOLUCIÓN
JUDICIAL,D.Judicial: CORTE personalidad es una enfermedad mental –tiene un curso crónico–, así calificado por la
SUPREMA / LIMA,FIRMA DIGITAL
DSM-V, Grupo B, (dos mil trece), y la CIE-9 (Clasificación Internacional de
Enfermedades Mentales) de la Organización Mundial de la Salud (mil novecientos
ochenta y ocho), pero por sus características (inmadurez, inestabilidad
emocional –desregulación emocional–, elevada impulsividad, conducta impredecible,
que les dificulta ajustar su comportamiento a la ley penal) no afecta la imputabilidad
plenamente, aunque al concurrir en el presente caso la ingesta de alcohol y las
circunstancias antecedentes y concomitantes, es obvio que alteró su capacidad volitiva
–que no su capacidad intelectiva–, aumentó su impulsividad ya de por sí presente, de
suerte que le restó parcialmente su actuación conforme a la comprensión de la ilicitud
del hecho. 5. Este Tribunal Supremo, siguiendo a la STEDH Eckle contra Alemania, de
quince de julio de mil novecientos ochenta y dos, ya tiene expuesto que la vulneración
del plazo razonable genera una circunstancia de atenuación privilegiada analógica que
importa, como ahora plantea el Código Penal, en el artículo 45-A, numeral 3, que la
pena se determine por debajo del tercio inferior. El plazo razonable, que integra la
garantía genérica del debido proceso es un derecho subjetivo constitucional que asiste a
todos los sujetos parte en un proceso jurisdiccional y de carácter autónomo, de un lado,
exige que los jueces resuelvan y hagan ejecutar lo resuelto sin retrasos conforme a los
plazos prescriptos la ley (han de cumplirse los plazos y sus términos preestablecidos);
–1–
RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
–SENTENCIA DE CASACIÓN–
Lima, quince de setiembre de dos mil veintiuno
FUNDAMENTOS DE HECHO
–4–
RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
SEXTO. Que, cumplido el trámite de traslados a las partes recurridas, este Tribunal
de Casación, por Ejecutoria Suprema de fojas noventa y cinco, de veintisiete de
noviembre de dos mil veinte, del cuadernillo formado en esta sede suprema,
declaró bien concedido los citados recursos formulados por los motivos inobservancia
de precepto constitucional, infracción de precepto material y violación de la garantía de
motivación.
∞ En lo concerniente al recurso del encausado Pozo Arias, el planteamiento
impugnativo (infracciones normativas) debe determinarse desde los preceptos
–5–
RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
OCTAVO. Que cerrado el debate, deliberada la causa en secreto ese mismo día, de
inmediato y sin interrupción, y producida la votación respectiva, se acordó por
unanimidad pronunciar la correspondiente sentencia de casación en los términos
que a continuación se consignan en la audiencia de la lectura de la sentencia
programada el día de la fecha.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. Preliminar. Que los recursos de casación han sido planteados por el
imputado y la actora civil. El Ministerio Público no consideró pertinente impugnar
en casación.
∞ 1. La censura casacional se centró tanto en el objeto penal como en el objeto civil.
* A. En lo que compete al objeto penal, reservado al imputado Pozo Arias pues es la
única parte recurrente legitimada para hacerlo, éste cuestionó la tipicidad por el
delito feminicidio tanto más si ni siquiera se abordó rigurosamente los elementos
que lo comprenden: dolo y matar por la condición de mujer de la víctima, así
como la condena por el delito de violación sexual real tentado pues no es posible
un concurso con el delito de feminicidio tentado; y, el quantum de la pena, en orden
a la aplicación errónea de las reglas de determinación de la pena (ebriedad relativa
y tentativa). Antes, el citado imputado cuestionó la inobservancia del derecho al
juez imparcial (derecho que integra la garantía genérica del debido proceso) por la
intervención, a su criterio indebida, del juez superior Pardo del Valle.
* B. La actora civil, respecto a la anulación por el delito de violación sexual real
tentado, afirmó la vulneración de la garantía de tutela jurisdiccional porque el
Tribunal Superior, al hacerlo y no dictar sentencia condenatoria en este extremo,
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
dio lugar a un nuevo juicio con lo que significa desde la perspectiva de una
repetida victimización y, en consecuencia, de una vulneración del plazo razonable
en su perjuicio. De otro lado, desde el objeto civil, denunció que el Tribunal Superior
no razonó sistemáticamente los artículos 93 del Código Penal y 1985 del Código
Civil.
∞ 2. Es de entender, en primer lugar, que la motivación cuando se trata de
infracción de precepto material se absorbe en el error de la decisión, vale decir, es
comprendida por este último motivo de casación; lo que no es así cuando se está
ante una patología de la motivación en la quaestio facti, que posee un protagonismo
autónomo puesto que el tribunal de casación ha de detenerse en ella, no puede
inspeccionar la decisión correspondiente [cfr.: IGARTUA SALAVERRÍA, JUAN:
Cuestiones sobre prueba penal y argumentación judicial, Editoriales
ARA–Olejnik, Lima–Santiago, 2018, p. 267].
∞ 3. En segundo lugar, no forma parte de la queja casacional un motivo vinculado
a la acreditación del delito de feminicidio en atención a las reglas de prueba y de
juicio de la presunción de inocencia, como expuso la defensa del imputado en la
audiencia de casación. El análisis del material probatorio actuado y debatido en el
plenario, si las lesiones que objetivamente presentó la víctima son expresión del
delito de feminicidio en grado de tentativa o de un delito menos grave, como el de
lesiones. En consecuencia, no será del caso apreciar, desde la motivación de la
sentencia, si la argumentación probatoria justificó o no la conclusión de
feminicidio tentado. El análisis del dolo estará en función a las exigencias del tipo
delictivo correspondiente, sin cuestionar ni alterar los hechos declarados probados,
como corresponde a un motivo casacional de infracción de precepto material.
∞ 4. En tercer lugar, es de puntualizar, sin embargo, respecto de la prueba en esta
modalidad delictiva, vinculada a la violencia de género, que la víctima no deja de
ser un testigo especialmente relevante de lo acontecido, si bien con un estatus
especial pues la posibilidad de que su declaración resulte poco objetiva es un
factor que habrá que considerar siempre en el momento de su valoración. Lo cierto
es que más ajustado en términos científicos e intelectuales es considerar que la
declaración de la víctima, al margen de otras consideraciones (credibilidad
subjetiva y persistencia en la incriminación), va a requerir siempre de la práctica
de prueba indiciaria sobre determinados datos que, aún periféricos y no
directamente encaminados a probar la culpabilidad del acusado, la doten de una
verosimilitud que, a priori, no se le reconoce efectos probatorios, lo cual nos deriva
a la prueba indiciaria, cuyo valor se da por descontado si se la utiliza
rigurosamente [FUENTES SORIANO, OLGA: La prueba de la violencia de género
cuestiones procesales fundamentales y nuevas tecnologías. En: Género y Derecho
Penal, Ibidem, pp. 374, 377-378].
SEGUNDO. Preliminar. Que la defensa del encausado Pozo Arias adujo que el
magistrado Pardo del Valle intervino en la causa al resolver el recurso de
apelación que se interpuso contra una sentencia absolutoria anterior y decidió
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
anularla por sentencia de vista de trece de diciembre de dos mil dieciocho [fojas
trescientos ochenta].
∞ 1. Realizado el nuevo juicio oral en primera instancia y expedida la sentencia
respectiva por el Juzgado Penal Colegiado Permanente [fojas cinco, de dieciocho
de julio de dos mil diecinueve], se interpuso recurso de apelación, el cual fue
conocido, entre otros, por el magistrado Pardo del Valle. Por tal razón, la defensa
del encausado Pozo Arias solicitó su inhibición por escrito de trescientos treinta y
ocho, de veinticuatro de septiembre de dos mil diecinueve; igualmente, la defensa
de la agraviada C.A.C.B. formuló recusación contra él.
∞ 2. El citado magistrado se inhibió indicando que por el cuestionamiento de su
imparcialidad y a fin de no afectar a las partes aceptó la recusación y se excusa del
conocimiento de la causa [fojas trescientos ochenta y cuatro, de veintitrés de
septiembre de dos mil diecinueve]. Sin embargo, el Tribunal Superior por
resolución de fojas trescientos noventa y dos, de diecinueve de noviembre de dos
mil diecinueve, desaprobó la inhibición y recusación del citado magistrado, bajo
el argumento que la Sala que integró no realizó una valoración, individual o
conjunta, del material probatorio, por lo que no se advierte un posicionamiento de
los jueces respecto de la prueba. Dicho juez superior, en mérito a la citada
resolución, se avocó al conocimiento del recurso de apelación integrando el
Colegiado que dictó la sentencia materia de casación.
∞ 3. Es viable el planteamiento del motivo de inobservancia de precepto
constitucional en razón que el juez imparcial integra la garantía del debido proceso
(artículo 139, inciso 3, de la Constitución). Además, la defensa del imputado
cuestionó la imparcialidad del juez superior Pardo del Valle –no recurrió porque la
ley no lo permite: ex artículo 57, numeral 1, del Código Procesal Penal–.
∞ 4. El motivo de cuestionamiento se encontraría en el artículo 53, numeral 1,
literal d), del Código Procesal Penal: cuando el juez hubiera intervenido
anteriormente en el proceso; por lo demás, el artículo 54, numeral 1, remite al
citado artículo 53, numeral 1, del citado Código. Desde una perspectiva amplia, la
imparcialidad se concibe en favor de las partes, pero también, y sobre todo, en
interés público, por lo que han de tomarse en cuenta todos aquellos supuestos en
que concurre una sospecha razonable de parcialidad; existe, pues, una doble
garantía de imparcialidad: imparcialidad real del Juez –objetiva y subjetiva– e
imparcialidad aparente, o inexistencia de motivos que pueden generar
desconfianza en el justiciable (STSE de veintiocho de diciembre de dos mil
dieciséis). Las sospechas han de ser legítimas u objetivamente justificadas, por lo
que ha analizarse las circunstancias de la causa (STEDH Gómez de Liaño contra
España, de veintidós de julio de dos mil ocho). El criterio casuístico es
fundamental al respecto.
∞ 5. Es de tener presente, por ello, que no toda intervención del juez en un
momento anterior tiene entidad para estimar que se contaminó procesalmente,
prejuzgó sobre el mérito de la causa y por tanto se erige en un motivo grave que
afecta su imparcialidad en otro momento del trámite procesal. La razonabilidad
del cuestionamiento de duda sobre la imparcialidad del juez (sospecha razonable
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
TERCERO. Preliminar. Que un primer punto tiene que ver con la anulación del
extremo absolutorio de la sentencia de primera instancia acerca del delito de
violación sexual real. De lo que finalmente se resuelva en este aspecto
corresponderá anular esa parte de la sentencia o, en su caso, si se ratifica,
confirmar la absolución y continuar con el análisis de Derecho sustancial
destacados en ambos recursos de casación. Es clave, sobre el particular, que los
hechos, como es obvio, deben apreciarse normativamente, que es lo que les da la
connotación penal materia del proceso –lo jurídico-penalmente relevante–.
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
de cumplimiento de las condiciones mínimas del tipo legal; aun cuando, desde un punto de vista
fenomenológico, el comportamiento pueda ser fraccionado. Poco importa, además, el número de
resultados ocasionados o el número de tipos legales posiblemente realizados” [HURTADO
POZO, JOSÉ / PRADO SALDARRIAGA, VÍCTOR: Manual de Derecho Penal – Parte
General, Tomo II, 4ta. Edición, Editorial IDEMSA, Lima, 2011, pp. 203-204].
∞ 5. Ahora bien, aparentemente confluirían, según la acusación y los jueces de
mérito, los tipos delictivos de feminicidio y violación sexual real. Empero,
tratándose, como quedó expuesto, de una sola acción en sentido jurídico, cabe
determinar cuál es el único tipo delictivo aplicable, de suerte que si se concluye,
como se hace, que sólo una disposición comprende toda la ilicitud del hecho, se
excluye el concurso ideal y se afirma el concurso aparente o unidad de ley. Es
relevante sobre el particular el modo cómo criminaliza una conducta el respectivo
tipo delictivo.
∞ 6. Desde el suceso histórico reseñado se tiene que el originario artículo 108-A,
primer parágrafo, numeral 2, del Código Penal, según la Ley 30068, de dieciocho
de julio de dos mil trece, previó como un supuesto de feminicidio al que mata a
una mujer por su condición de tal, en un contexto de coacción, hostigamiento o
acoso sexual. De otro lado, el artículo 170 del Código Penal, primer parágrafo, del
Código Penal, según la Ley 30076, de diecinueve de agosto de dos mil trece,
estatuyó como tipo básico “El que con violencia o grave amenaza, obliga a una
persona a tener acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o […], será
reprimido…”; y, en el parágrafo segundo, numeral 2, de ese mismo precepto penal
castigó el acceso carnal con prevalimiento, de una relación conyugal o
convivencial, entre otros supuestos.
* Cabe enfatizar que (i) recién el nuevo texto fijado por el Decreto Legislativo
1410, de doce de septiembre de dos mil dieciocho, definió, desde el Derecho
Penal, el acoso sexual (artículo 176-B del Código Penal); y, (ii) de igual modo, el
numeral 12 del artículo 170 del Código Penal, según la Ley 30838, de cuatro de
agosto de dos mil dieciocho, introdujo como circunstancia agravante específica el
supuesto de violación en un contexto de coacción, hostigamiento o acoso sexual.
∞ 7. Dada esta relación entre los tipos delictivos, atento al comportamiento del
agente, desde la perspectiva de valor (juicio valorativo), no desde la perspectiva
lógica, rige el principio de absorción o de consunción, que se aplica para excluir el
concurso en todas las hipótesis en las que la realización de un delito implica la
comisión de un segundo delito, que, por ello mismo, a la luz de una valoración
normativo-social, termina apareciendo como absorbido por el primero
[FIANDACA, GIOVANNI / MUSCO. ENZO: Derecho Penal Parte General, Editorial
Temis, Bogotá, 2006, p. 676].
∞ 8. El animus necandi expresado, en el caso concreto, en los actos de violencia
sucesiva contra la víctima estuvo acompañado de una imposición de trato sexual a
la agraviada, quien era su enamorada y se había negado a mantener con él
relaciones íntimas a raíz de una discusión anterior. Téngase en cuenta que el tipo
penal de feminicidio tuvo y tiene como contexto la coacción, hostigamiento o
acoso sexual –materia de condena–. Este elemento normativo “coaccionar”,
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
significa ejercer fuerza o violencia física o psíquica contra una persona para
obligarla a decir o hacer algo contra su voluntad (DRAE), de suerte que como
plantea, por ejemplo, MARÍA CARNERO-FARÍAS, por coacción sexual ha de
entenderse como la fuerza o violencia que ejecuta el sujeto activo sobre una mujer
para obligarla a realizar actos sexuales en contra de su voluntad con una finalidad
de satisfacer sus deseos sexuales [Análisis del delito de feminicidio en el Código
Penal peruano con relación al principio de mínima intervención y la prevención
general como fin de la pena. Tesis de Abogado. Universidad de Piura, septiembre
de 2017, p.100] –en esta línea la Ejecutoria Suprema 1257-2015/Lima, de
diecinueve de julio de dos mil dieciséis, fundamento cuarto–. Este supuesto
contextual, al igual que el de hostigamiento y acoso sexual, también expresan una
relación de dominio para obtener el acceso carnal a una mujer.
* Asimismo, cabe resaltar que el delito de feminicidio, como tipo delictivo, en
pureza autónomo, y de carácter pluriofensivo desde que por sus elementos de
contexto, como la coacción sexual entre ellos, y por su elemento central: matar a
una mujer en tanto incumple o se le imponen los estereotipos de género, se afecta
asimismo el principio derecho de igualdad y su proyección en la dignidad y
libertad de la persona –en todas sus dimensiones, incluida la sexual–.
∞ 9. Es de acotar que la duplicación de la calificación penal (feminicidio y
violación sexual real) entraría en conflicto con el principio del ne bis in idem
sustancial, el cual prohíbe atribuirle dos veces a un mismo autor un suceso
valorable unitariamente desde el punto de vista normativo [FIANDACA/MUSCO:
Ibídem, p. 677]. Además, la norma prevaleciente es la de feminicidio dada la
entidad del bien jurídico tutelado y la más grave conminación penal que tiene.
∞ 10. En tal virtud, es evidente que, en el sub-judice, no se está ante un problema de
prueba, de derecho probatorio o de vitium in factum –si el suceso histórico se
produjo o no–, sino que jurídico penalmente se cometió un único tipo delictivo:
feminicidio en un contexto de hostigamiento sexual. De un lado, ha sido
contradictorio que el Juzgado Penal Colegiado diera por no probado el intento de
acceso carnal violento, pero condenara al imputado, citando la norma penal
pertinente, por un delito de feminicidio en un contexto de hostigamiento sexual,
estando al suceso concreto acusado [ver: folio sesenta y seis de la sentencia de
primera instancia]; y, de otro lado, la posición del Tribunal Superior de anular y
ordenar un nuevo juicio por el delito de violación sexual real tentado vulnera el ne
bis in idem sustancial [ver: folio diecinueve de la sentencia de vista]. Solo se ha
cometido un delito: feminicidio en un contexto de hostigamiento sexual en grado
de tentativa.
∞ 11. Siendo así, pero por esta razón técnico-jurídica, es de aceptar el recurso
defensivo del encausado Pozo Arias y confirmar la absolución por tal delito. No es
un problema de ilegitimidad de la condena del absuelto en primera instancia,
autorizada legalmente, ni que el recurso de casación nacional no es uno eficaz para
examinar una primera condena en segunda instancia –es de rigor hacer mención a
la reciente Sentencia Casatoria 1897-2019/La Libertad, de veinticinco de agosto
de dos mil veintiuno–. De otro lado, al concluir que no es posible subsumir el
– 12 –
RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
definida– que, por ello, no puede hallar suficiente respuesta en las figuras fijadas
en el Código Penal, pues estas conductas importan un mayor merecimiento de
pena y, como tal, para ser respetuosos del principio de culpabilidad del hecho, han
de centrarse estas razones de incremento del injusto en las características,
objetivas y subjetivas, del comportamiento del agresor en el caso concreto, el cual
ha de expresar una violencia que se ejerce para someter a la víctima por el hecho
de ser mujer, a modo de estrategia de dominación, afectando con ello, como en su
día señaló la STCE 59/2008, de catorce de mayo, a bienes jurídicos que van más
allá de los de la integridad física y la salud, tales como la libertad, la
seguridad y la dignidad –existen, pues, otros componentes de
desvalor– [VÁSQUEZ-PORTOMEÑE SEIJAS, FERNANDO: Sobre la tipificación del
feminicidio en España. Algunas consideraciones críticas. En: Revista de Derecho
Penal y Criminología, 3ra. Época, 20 de julio 2018, Madrid, pp. 220-222]. Es de
recordar, finalmente, que la política criminal en este terreno debe cumplir dos
funciones: (i) visibilizar un fenómeno criminal de extrema gravedad y (ii) reflejar
todo el desvalor que supone la conducta.
∞ 1. El Juzgado Penal estableció que el imputado ocasionó lesiones a la víctima en
el cuello utilizando sus manos, por lo que su intención fue matar a la agraviada,
ello ocurrido en el marco de una relación sentimental por espacio de dos meses y
porque, según él, asumió una posible situación de infidelidad de parte de aquélla;
muerte que no se consumó por la resistencia que opuso la agraviada y porque
pidió auxilio [vid.: folios sesenta y cuatro y sesenta y seis de la sentencia de
primera instancia]. El Tribunal Superior concordó con este parecer, y en el punto
siete dos cuatro de la sentencia de vista consignó: “[…] esta conducta es propia en
la agresión contra mujeres, donde el agresor despliega su accionar por la
condición de mujer de la víctima; en el presente caso, ante la negativa de sostener
relaciones sexuales, el acusado Pozo finalmente opta por intentar quitarle la vida,
lo que no lo consigue por la resistencia que ejerció la víctima y los llamados de
auxilio de ésta…”.
∞ 2. El tipo delictivo de feminicidio, como elemento central, prescribe que el
comportamiento de matar a la mujer se hace “por su condición de mujer” y, como
elemento contextual, entre otros, “coacción, hostigamiento o acoso sexual”.
* A. El elemento central hace referencia a la muerte de mujeres en el marco de una
situación de quebrantamiento o imposición de estereotipos de género, los mismos
que subordinan a las mujeres en la sociedad; a un contexto de violencia basada en
género y, por tanto, a la imposición de un sistema según el cual lo femenino está
subordinado a lo masculino. La muerte es causada en base al incumplimiento o
imposición del conjunto de reglas culturales que prescriben determinados
comportamientos y conductas a las mujeres, que las discriminan y subordinan
socialmente [DÍAZ CADILLO, INGRID; RODRÍGUEZ VÁSQUEZ, JULIO; VALEGA
CHIPOCO, CRISTINA: Feminicidio. Interpretación de un delito de violencia basada
en género, PUCP-DAD-CICAJ, Lima, 2019, p. 69]. En el presente caso, el
ejercicio de violencia contra la agraviada se debió a una discusión con ella tanto
porque el agente presumió que lo engañaba cuanto porque terminó su relación
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RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
SÉPTIMO: Preliminar. Que la actora civil C.A.C.B., desde el objeto civil, denunció
que el Tribunal Superior no razonó sistemáticamente los artículos 93 del Código
Penal y 1985 del Código Civil. Los jueces de mérito fijaron como reparación civil
la suma de veinte mil soles. La actora civil, por su parte, planteó como pretensión
civil la suma de quinientos mil soles, extremo que no ha sido controvertido en
cuanto a su oportunidad.
∞ 1. El Juzgado Penal, sobre la determinación de la reparación civil, tuvo presente
la pretensión de quinientos mil soles introducida por la actora civil, y precisó que
el daño ocasionado a la agraviada es el daño moral, quien como consecuencia de
lo sucedido en su contra sufrió una afectación emocional evidenciado en cuadros
de ansiedad y depresión, principalmente, lo cual viene a configurar un sufrimiento
o padecimiento anímico; que, en cuanto al daño al proyecto de vida, éste no tiene
reconocimiento legal y la Corte Interamericana de Derechos Humanos lo ha
rechazado en la sentencia Gutiérrez Soler contra Colombia, de 12 de septiembre
de 2005; que, además, no se probó que la agraviada vio truncada una actividad
esencial o necesaria que estaba ejerciendo al momento de los hechos; que el
monto por daño moral se fija en virtud a la equidad; que el daño emergente solo se
probó parcialmente; que, finalmente, no se acreditó el lucro cesante [vid.:
fundamento jurídico noveno de la sentencia de primera instancia, folios sesenta y
siete a setenta y uno].
∞ 2. El Tribunal Superior en el fundamento jurídico VII, numeral dos, punto
segundo [folio veintiuno de la sentencia de vista] estimó que el daño a la persona
no fue señalado en el auto de enjuiciamiento, por lo que no puede ser amparado;
– 18 –
RECURSO CASACIÓN N.° 278-2020/LIMA NORTE
que la suma establecida resulta razonable y proporcional respecto del daño moral,
y ha sido correcto rechazar los daños patrimoniales: daño emergente y lucro
cesante.
∞ 3. La responsabilidad civil extracontactual ha sido expresamente demandada por la
actora civil; por tanto, no puede descartarse su consideración global. Ésta
comprende las consecuencias que derivan de la acción u omisión generadora del
daño (principio de reparación integral) –el delito en este caso, en cuanto lesión a
un interés jurídicamente protegido y, más propiamente, en las consecuencias de la
lesión del referido interés protegido, que puedan ser patrimoniales y no
patrimoniales [ESPINOZA ESPINOZA, JUAN: Derecho de la responsabilidad civil,
Editorial Gaceta Jurídica, Lima, 2002, p. 157]– asumidas desde una
causalidad adecuada entre el hecho y el daño producido– (Casación Civil
2279-2014/Lambayeque, de veintiséis de mayo de dos mil quince).
* A. La responsabilidad civil extracontractual se refiere a dos categorías de daños. En
primer lugar, al daño patrimonial que resulta de la lesión de los intereses civiles –de
naturaleza económica–, que dan lugar al derecho al resarcimiento en sede civil, el
cual consiste en la sustracción o en la disminución del patrimonio (menoscabo
patrimonial) bajo las formas del daño emergente (pérdida patrimonial
efectivamente sufrida: pérdida que sobreviene en el patrimonio del sujeto afectado
por haber sido perjudicado por un acto ilícito) y del lucro cesante (renta o
ganancias perdidas, frustradas o dejadas de percibir: ganancia patrimonial neta
dejada de percibir). En segundo lugar, al daño no patrimonial o extrapatrimonial [cfr.:
FIANDACA/MUSCO: Ibidem, p. 864] –es el que lesiona a la persona en sí misma,
considerada como un valor espiritual, psicológica, inmaterial–, dentro del cual se
encuentra, como establece el artículo 1985 del Código Civil, el daño a la persona y
el daño moral.
* B. El daño a la persona se refiere a la lesión a la integridad física del afectado, su
aspecto psicológico y/o su proyecto de vida –en este último supuesto, proyecto de
vida, debe tratarse de la frustración de un proyecto evidenciado y en proceso de
ejecución y desarrollo que se frustra de un momento a otro–. El daño moral se
circunscribe a la lesión a los sentimientos de la víctima y que produce un gran
dolor o aflicción o sufrimientos en ella –sentimiento considerado, desde luego,
socialmente digno y legítimo, es decir, aprobado por la conciencia social–.
* C. Por lo demás, desde el daño extrapatrimonial, una cosa es la persona y su
proyecto de vida, y otra muy distinta son sus sentimientos. En ambos casos, el
problema de su cuantificación, en tanto en cuanto tendrá en cuenta la magnitud del
daño y el menoscabo producido a la víctima o su familia (artículo 1984 del
Código Civil), se resuelve no bajo fórmulas matemáticas y exacta en cada
supuesto, sino siguiendo el criterio de equidad o razonabilidad [cfr: TABOADA
CÓRDOVA, LIZARDO: Elementos de la responsabilidad civil, Editorial Grijley,
Lima, 2001, pp. 58-65]. Ha señalado, al respecto, FERNÁNDEZ SESSAREGO, que no
es posible confundir las consecuencias del llamado daño “moral”, que incide sobre
la esfera afectiva o emocional del sujeto –los sentimientos y los afectos–, del
trascendente daño al proyecto de ida que afecta al sentido mismo de la existencia;
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este daño presenta consecuencia que comprometen la existencia misma del sujeto,
las que suelen perdurar y difícilmente logran ser superadas con el transcurso del
tiempo y compromete su futuro [En: ¿Existe un daño al proyecto de vida?, Lima,
2007, pp. 18-19].
∞ 4. Incluso en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos la Corte
Interamericana de Derechos Humanos fijó como daños indemnizables tanto los
materiales (daño emergente y lucro cesante) como los morales y los referidos al
proyecto de vida. En este último caso, la SCIDH Loayza Tamayo contra Perú, de
veintisiete de noviembre de mil novecientos noventa y ocho, Reparaciones, señaló
este daño atiende a la realización integral de la persona afectada, considerando su
vocación, aptitudes, circunstancias, potencialidades y aspiraciones, que le
permiten fijarse razonablemente determinadas expectativas y acceder a ellas;
concepto que se asocia al concepto de realización personal, que a su vez se
sustenta en las opciones que el sujeto puede tener para conducir su vida y alcanzar
el destino que se propone [párrafos ciento cuarenta y siete y ciento cuarenta y
ocho]. En este mismo sentido la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló
en las SCIDH Cantoral Benavides contra Perú, de tres de diciembre de dos mil
uno, y Villagrán Morales y otros contra Guatemala, de veintiséis de mayo de dos
mil uno, así como en la SCIDH Gutiérrez Soler contra Colombia, de doce de
septiembre dos mil cinco [véase: WOOLCOTT OYAGUE, OLENKA: El daño al
proyecto de vida. En: Revista JUS, Bogotá, pp.89-91].
∞ 5. No es correcto, por tanto, que la jurisprudencia de dicha Corte niega el
supuesto de daño al proyecto de vida, así como tampoco que nuestro derecho
interno haga lo propio –lo concibe como un supuesto de daño a la persona–.
∞ 6. La responsabilidad civil por daños debe pues comprender el menoscabo
patrimonial sufrido por la agraviada, las ganancias perdidas –sujetas las dos al
principio de equivalencia o finalidad reparadora–, el proyecto de vida en ejecución
y los sentimientos y aflicciones causadas por el hecho ilícito en su perjuicio –que
tienen estas dos una función satisfactoria– [ESPINOZA ESPINOZA, JUAN: Ibidem, p.
180]. A tales ámbitos se refiere el artículo 93, numeral 2, del Código Penal y el
artículo 1985 del Código Civil.
∞ 7. En el daño extrapatrimonial basta demostrar las circunstancias en las que se
produjo el hecho dañoso para presumir la existencia del dolor, y seguirse para su
cuantificación el criterio equitativo, que está en función, en este caso, a la
gravedad del delito, la intensidad del sufrimiento, la sensibilidad de la persona
ofendida y las condiciones económicas y sociales de las partes [ESPINOZA
ESPINOZA, JUAN: Ibidem, pp. 186-187]. Éstos han de ser consecuencia directa del
acto dañoso.
OCTAVO: Preliminar. Que, ahora bien, desde estos parámetros debe ser analizada
la decisión sobre la reparación civil, por lo que es de rigor proceder a examinar su
cuantificación en perspectiva de proporcionalidad, esto es, si el quantum fijado es o
no patentemente desproporcionado.
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DÉCIMO. Que, por último, estando a las aceptaciones parciales de las pretensiones
impugnatorias de ambas partes y atento a las características jurídicas del caso y a
las complejidad de los asuntos de Derecho sometidos a conocimiento del Tribunal,
es de concluir que ambas partes tuvieron razones serias y fundadas para promover
el recurso de casación, por lo que debe eximírseles totalmente el pago de las
costas, conforme al artículo 497, numeral 3, del Código Procesal Penal.
DECISIÓN
acusación fiscal formulada en su contra por delito de violación sexual real tentada
en agravio de C.A.C.B.; y, (ii) confirmó la referida sentencia en la parte que
condenando a ADRIANO MANUEL POZO ARIAS como autor del delito de
feminicidio tentado en agravio de C.A.C.B. le impuso once años de pena privativa
de libertad y fijó en veinte mil soles el pago por concepto de reparación civil; con
todo lo demás que al respecto contiene; y, actuando como instancia:
(i) CONFIRMARON la sentencia de primera instancia que absolvió a ADRIANO
MANUEL POZO ARIAS de la acusación fiscal por el delito de violación sexual
tentada en agravio de C.A.C.B.; y, (ii) REVOCARON la referida sentencia de
primera instancia que le impuso once años de pena privativa de libertad y fijó en
veinte mil soles por concepto de reparación civil; reformándola: IMPUSIERON
a ADRIANO MANUEL POZO ARIAS diez años de pena privativa de libertad que será
computada desde el día que se haga efectiva su captura, con el descuento de los
trece meses que estuvo privado de libertad; y, FIJARON en la suma de
doscientos cincuenta mil soles por concepto de reparación que el imputado pagará
a favor de la agraviada. IV. ORDENARON se remita la causa al Tribunal
Superior para la continuación de la ejecución procesal de la sentencia
condenatoria por ante el Juzgado competente. V. EXIMIERON a las partes
recurrentes del pago de las costas. VI. DISPUSIERON se lea esta sentencia en
audiencia privada, se notifique inmediatamente y se publique en la página web del
Poder Judicial; registrándose. INTERVINO el señor juez supremo Bermejo Ríos
por vacaciones del señor juez supremo Sequeiros Vargas. HÁGASE saber a las
partes procesales personadas en esta sede suprema.
Ss.
SAN MARTÍN CASTRO
BERMEJO RÍOS
COAGUILA CHÁVEZ
TORRE MUÑOZ
CARBAJAL CHÁVEZ
CSMC/AST
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